POV JOVI

Riley me observa con el rostro sombrío, a su lado Jacob me sonreía. Observé a mi alrededor, era un fiesta. Había mucha gente bailando, no podía ver sus rostros… un muchacho, oculto tras las sombras, caminó por mi lado acompañado de una chica; juntos desaparecían por un largo pasillo. Me levanté del suelo de pronto, observé que a mi lado Lionel yacía muerto, cerré los ojos y corrí hacia ese siniestro pasillo, mientras caminaba mis cabellos comenzaban a caer, pero no me importaba, necesitaba encontrar al chico…mientras avanzaba, cegada por la oscuridad, millones me voces resonaban en mi cabeza diciendo “Hay cosas que no se pueden cambiar”.

Desperté sobresaltada, y con una angustia que me oprimía el pecho. Me senté en la cama y comencé a respirar entrecomadamente, necesitaba calmarme, y pasados los minutos si bien mi respiración y mi pulso se normalizaron, la angustia no desaparecía.

-Hija ¡a levantarte!- dijo de pronto mi abuela entrando a mi habitación, con una pila de ropa entre sus manos- ¿qué ocurre?- preguntó preocupada, observando mi rostro- estás sudada y pálida- murmuró tocándome la frente.

-Nada abue- le dije levantándome de la cama y dirigiéndome al lavabo- tuve una pesadilla, me ducharé y bajaré a desayunar.

-¡Ay hija!- rezongó mi abuela- eso le pasa por ver esas películas de terror- dijo saliendo del cuarto.

El agua caliente acariciaba mi cuerpo, relajándome y mi cabeza no paraba de pensar en aquel sueño, no lograba entenderlo y mucho menos comprender la extraña angustia que me atormentaba.

Cuando bajé a desayunar, Jasper sonreía embobado frente al ordenador.

-¿Enamorado?- le pregunté sentándome junto a la mesa.

-Bastante- dijo él, asintiendo con la cabeza. Me atraganté con una tostada.

-¡¿Qué?!- exclamé sorprendida- ¡¿Tú?! ¡¿Enamorado?!- pregunté a punto del desmayo. Mi hermano era la persona más fría del plantea, jamás se había cautivado por nadie, él decía que el amor era cosa de niñas.

-¿No es una belleza?- preguntó girando la netbook hacía mí. Observé interesada y la decepción llegó inmediatamente. Se trataba de un increíble auto deportivo.

-Por un momento pensé que te habías vuelto humano- le dije sarcásticamente.

-¿Cómo van las cosas con Lionel?- preguntó mi hermano, al tiempo que daba un sorbo a su ya helado café.

-Igual que antes, el detective Weasley aun no ha podido encontrar nada- le dije apenada.

-Pronto lo encontrarán- aseguró mi hermano, levantándose- ¿vas hoy a la facultad?- preguntó haciendo sonar las llaves de su coche.

-No- respondí y ante su mirada severa, expliqué- sucede que hoy Gemma se va de viaje, hasta mañana, así que debo cuidar a la niña a partir de las 9 am.

-¿Te quedarás a dormir allí?- preguntó mi hermano frunciendo el ceño.

-Sí- afirmé- tranquilo, no sola, ya está todo arreglado- le tranquilicé- en la noche vendrán Jane y Amanda.

-Aun así- dijo mi hermano preocupado- tres mujeres solas en esa casa tan alejada…

-Estará el amigo de Gemma- lancé entrecerrando los ojos.

-Ok- aceptó él para mi sorpresa- pero que no se acerque a Amanda- amenazó.

-¡Ves!- exclamé riendo- amas a mi amiga- le dije- ya no sé porque no se ponen de novios- comenté sonriendo.

-¡Niños!- nos regañó la abuela- apúrense o llegarán tarde- advirtió mirando la hora.

-Uh- dijo Jasper- ya se me hizo tarde- comentó dirigiéndose al porche- adiós mujeres.

-Que te vaya bien, hijo- saludó mi abue.

-Iré a preparar las cosas abue- informé subiendo las escaleras, al tiempo que marcaba el numero de Edward, le extrañaría demasiado ahora que debía trabajar hasta el día siguiente.

POV JACOB

-Bueno Jake- dijo Gemma tomando su pesada maleta- debo irme, recuerda despertar a Yulisa a las 10 am.

-Sí- asentí bostezando.

-Jovi estará aquí en quince minutos- informó, mi corazón se aceleró emocionado- ya le expliqué todo.

-Ok- acepté sonriendo.

-Jake- me llamó- por favor pórtate bien- me rogó- recuerda que Jovi tiene novio.

Dibuje una corona sobre mi cabeza y puse cara de angelito.

-Jacob por favor- me amenazó mi amiga- y recuerda largarte de esta casa de a ratos, no sofoques a Jovi- me advirtió.

-Sí, sí, ya- le dije derrotado.

-Cuídate- pidió Gemma, abrazándome- y cuida a mi Yuli.

-Y  a mi Jovi- agregué.

-¡Jacob!- gritó Gemma alarmada.  Ambos reímos entre dientes y luego mi amiga desapareció perdiéndose tras la puerta.

Respiré profundo, me esperaba un día grandioso. Jovi y yo, bueno sí y también la pesada de Yuli, juntos todo el día, como una familia. Sonreí embobado.

De repente el sonido de leves golpes a la puerta, me sacaron de mi ensoñación.

Corrí apresurado a abrir la mampara.

-Hola- saludó ella con su dulce voz- ¿Cómo estás Jacob?

-Bien- respondí sin poder evitar sonreír- ¿tú?- pregunté al tiempo que la invitaba a pasar.

-Bien- reveló Jovi quitándose su abrigo de lana- hace mucho frío afuera- comentó sobándose sus brazos. ¡Qué ganas tenía de abrazarla para que ya no pasara frío!

-Sí- reconocí- está lindo para dormir todo el día- manifesté dirigiéndome a la cocina junto a ella.

-Sí- coincidió mi princesa- aunque aquí en Forks está perfecto para dormir todo el año- dijo sonriendo.

-Es cierto- concordé riendo- ¿me acompañas a desayunar?- le pregunté.

-No, gracias- respondió con una hermosa sonrisa en sus labios. ¡Qué linda era!- ya desayuné.

-Mmm, ok- acepté- pero al menos ¿probarás el pastel de chocolate que hicimos ayer con la enana?- pregunté pícaramente.

-¡Claro!- aceptó ella encantada- muero por probar esa exquisitez- reconoció sonriendo.

-Jamás probaste algo más rico- le dije agrandado. Jovi rió asintiendo con la cabeza.

-A las 10 hay que despertar a Yuli ¿verdad?- preguntó algo nerviosa, mirando alrededor.

-Sí- afirmé- tranquila- le dije riendo- pronto estarás con tu adorada niña demoníaca.

-¡No seas malo!- exclamó alarmada. Reí entre dientes, feliz.

Después de desayunar, nos dimos cuenta de que era la hora de que la demonio despertara.

-Iré por ella- me dijo Jovi, levantándose de un salto de la silla.

-Claro- acepté encantado. Encantado de pasar el día más feliz de mi vida. Jugamos juntos todo el santo día, Yuli me adoraba, junto a Jovi nos habíamos convertido en sus favoritos.

El juego más divertido de la velada fue el de las “entrevistas”, Yuli era fanática de un programa televisivo llamado “entrevistando a las estrellas” y soñaba con ser la presentadora del programa, así que Jovi y yo debimos interpretar a nada más y nada menos que Angelina Jolie y Brad Pitt jaja…¡las ocurrencias de esa niña! Aunque reconozco que me divertí mucho…y lo disfruté, teniendo a Jovi a mi lado.

Por la noche llegaron las amigas de Jovi, Jane y mi también amiga Amanda. Nos divertimos mucho jugando con Yuli. Digamos que en todo el día volví a ser niño, pero un niño enamorado.

La pequeña demonio fue la primera en caer rendida a los brazos de Morfeo, luego las chicas decidieron ir a dormir. Dormirían en el cuarto de Yuliana. Me parecía bien, excepto por Jovi.

Mientras subía las escaleras, dirigiéndome a mi habitación, en el pasillo la vi, saliendo del baño, vistiendo un hermoso pijama rosa. Me quedé sin respiración. Encima, me sonrió deseándome las buenas noches. Sí definitivamente, no podría dormir después de eso.

Por la mañana fui el primero en despertar, en realidad el primero en levantarme, ya que no pude pegar un ojo en toda la noche pensando en ella.

-Buenos días, Jake- saludaron Amanda y Jane bajando las escaleras apresuradas- se nos hizo tarde, nos vamos- informaron dándome un beso en la mejilla y marchándose.

-Claro- acepté- nos vemos.

Encendí mi lapton y saltó un mensaje de… ¿R. Black?  Quedé sorprendido, hacía dos años que no me escribía. La conocí en el chat, cuando tenía tan solo 14 años y a pesar de que jamás la había visto personalmente, la pasé enamorado de ella durante años…era una persona increíble, luego de un día para otro desapareció y jamás volví a saber de ella, hasta ahora. Digamos que fue mi primera pena de amor.

“Jacob son R.Black espero te acuerdes de mí” rezaba el mensaje. Mi corazón se contrajo. Me dispuse a responderle, pero justo escuché pasos en el pasillo de arriba. Abandoné la lapton y subí las escaleras interesado en saber si Jovi aun dormía. Al llegar al pasillo la encontré con el rostro desencajado y lagrimas en los ojos.

-¿Qué pasó?- pregunté abrazándola.

-Nada- dijo, retirándose de mis brazos. Me acerqué a ella lentamente.

-¿Qué ocurrió?- volví a preguntar a centímetros de su rostro. Ella no contestaba, estaba como en transe, y yo no podía resistir las ganas de besarla.

-Creo que mi amigo Lionel murió- lanzó mortificada.