Primer capítulo del día.

-¿Dónde estabais, chicas?- Rose y yo entramos en la sala y vimos a Alice sentada en el sillón, mirándonos como si estuviera a puno de explotar. Llevaba puesto su pijama rosa de Victoria Secret y unas pantuflas de peluche. En ese momento parecía que tenía 12 años, algo bueno ya que su Edward parecía tener esa edad.

Miré a Rose quién se encogió de hombros.

-Estábamos en el cine.- Se quitó los zapatos y se dirigió al sofá. Yo la seguí, aunque estaba ansiosa por ver si Edward me había respondido.

-¿Visteis Wild al Heart otra vez, sin mi?- En sus labios se formó un puchero. Si, ella y el Edward de primer ciclo se llevarían muy bien.

-No estabas. No es como si tuviéramos intención de ir sin ti.- ¿Cómo Rose pudo mantener el semblante serio cuando le había mentido? Esta mujer tenía un talento.- Fue una decisión de último momento.- Eso era verdad.

-Maldito grupo de estudio-, murmuró Alice.

Puse los ojos en blanco.

-¿No estabas emocionada por algo hace unos minutos?

-¡Si!- Chilló, brincando en el sillón. Sus cambios de humor eran más rápidos que un rayo. Tenía múltiples personalidades.- ¿Sabéis qué?

Rose cruzó las piernas por los tobillos, apoyándolos en la mesa de café.

-Creo adivinar que es relacionado a Edward, ¿me equivoco?- Tanto su voz como sus gestos eran tan inexpresivos que no pude dejar de reír.

Alice no fue consciente de eso, por supuesto. Seguramente estaría desorientada aún cuando Chris Hanson y sus cámaras se presentaran en casa.

-¡Por supuesto! ¡Me ha dado su número!

Rose y yo intercambiamos miradas.

-¿Y has hablado con él?- preguntó Rose. En serio, si había hablado con ese chico, ya debería de saber que no es Edward Cullen.

-Bueno, no. Estamos enviándonos mensajes de momento. Voy a respetar sus límites. Debe estar ocupado entre reuniones y otras cosas importantes todo el día. No quiero que la primera vez que hablamos haya audiencia delante.- Su rostro resplandeció cuando lo dijo, aunque yo sabía que era mentira. Si Alice estuviera hablando con Edward Cullen, ella querría hablar simultáneamente con él.

Rose soltó un bufido.

-¿Así que se dieron los números y acordasteis no llamaros? ¿De que coño sirve eso entonces?

-¡Así podremos enviarnos mensaje todo el tiempo! Hemos estado mensajeándonos las últimas 2h. ¡Es de ensueño!

Joder.

-¿De ensueño?- Le pregunté. Aunque sabía cuál iba a ser su respuesta.

-¡Me envía poemas! Como: ¿A un día de verano compararte? Más hermosa y suavidad posees.- Shakespeare. Por lo menos ya sabía algo más, tal vez esté en la escuela secundaria. Eso sería menos escalofriante. Un poco menos.

-Alice, ¿por qué Edward Cullen se querría mensajear contigo y enviarte poemas?- Rose preguntó con escepticismo.

-Porque le gusto. Dice que nunca había conocido a una chica como yo y piensa que podría ser su alma gemela.

-¿Te golpeaste la cabeza recientemente?- Rose se inclinó hacia adelante y entrecerró los ojos mirando a Alice de cerca.- ¿Cuántos dedos ves?- Levantó tres dedos y los movió hacia la derecha despacio.

-¡Deja de hacer eso!- Alice la golpeó con impaciencia.- ¿Por qué crees que me pasa algo malo?

-¿Tal vez porque Edward Cullen tiene cosas mejores que hacer que enviar poemas a una chica que acaba de conocer?- Preguntó Rose.- Y, a lo que a mí respecta, creo que es más listo. ¿Te hizo daño ayer Jared?

No pude evitarlo y me reí al imaginarme a Jared y a Alice teniendo sexo. Él era bastante grande y ella muy pequeña.

Alice frunció el ceño y negó con la cabeza.

-No lo mencionéis cuando hable del amor de mi vida, por favor. Es gilipollas. ¿Sabes que ayer me dijo que volviera esta noche, después de actuar como un cretino esta mañana? ¡Me comparó con Kim Lawson! ¿La has visto? Es fea y no sabe vestir. Tuvo suerte anoche al estar conmigo. No le pienso ver hasta que se quite la obsesión por ella.

-Lo siento, Alice. Eses mucho mejor que Kim y si no lo ve, no vale la pena que pierdas el tiempo con él-, dije con lealtad. Era cierto, aunque como vestía Kim no me importaba mucho. Era una zorra y Alice era totalmente dulce, cuando no estaba hablando de Edward, por supuesto.

-Gracias, Bella. De todos modos, no estoy mal. Lo que me pasa es que he perdido tiempo con perdedores como Jared cuando he encontrado un claro ganador.- Mantuvo su teléfono en el aire.- Edward me trata como una princesa. Él es todo lo que necesito.

Rose suspiró.

-Así que vas a salir con tu móvil, ¿no? No me malinterpretes, Alice. Si ese tío es tan genial como dices entonces perfecto, pero no puedes estar hablando con él todas las noches. No coincidís mucho. Y si lo hacéis, es probable que no esté en casa, no vive como un monje.

Me miró de reojo para dejarme claro que solo se lo decía a Alice. Yo no estaba así. No me estaba engañando a mi misma con el pensamiento de que vivía con un monje y no salía con nadie. Nos conocíamos desde hace unos días. No era tonta. O como Alice, que no quería ver la realidad. Era uno de los actores más importantes del momento y tenía que salir para ser visto y hacer todo eso. Sólo el hecho de que me diera algunos detalles de su día era bastante increíble y estaba disfrutándolo.

-Está bien, tienes razón. Pero si incluso está saliendo con otra chica, soy yo la que está enviándole mensajes de texto. Soy yo la que está pensando.- Eso era justo lo que acababa de pensar. Mierda, estaba delirando como Alice.

-¿Cuál es su número?- Preguntó Rose, cogiendo el portátil de Alice del centro de la mesa y encendiéndolo.

-¿Qué? ¡No puedes llamarle! ¡Se lo prometí!- Alice gritó, sosteniendo protectoramente su teléfono.

-No le voy a llamar. Sólo quiero ver de donde es el prefijo.

Me reí entre dientes. No era mala idea. Y sabríamos si el chico de Alice vivía en Los Ángeles.

-No te voy a dar su número.- Hizo un mohín.- Te voy a dar el prefijo.- Buscó en su teléfono.- 214.

-¿214?- Preguntó Rose, escribiendo en el ordenador.- Ese es el prefijo de Dallas, Texas. ¿Me puedes explicar por qué Edward Cullen tiene un teléfono de Texas?

Alice frunció el ceño.

-Tal vez lo compró para cuando viajase. O tal vez vivía allí antes de mudarse a California.

Rose me miró para confirmarlo.

-No, su familia se mudó de Chicago a California cuando tenía trece años.

-Es triste que lo sepas.- Alice me dijo, mirándome como si hubiera hecho algo malo.

-¿Perdón? ¡No soy la única que piensa que en vez de estar hablando con Edward Cullen estás hablando con un niño pequeño!Seguramente que te mandó esos poemas porque los estaba estudiando para el colegio.- Mierda, había perdido los estribos.

Los ojos de Alice se abrieron.

-Niño... ¿Sólo por ser sensible y poético tiene que ser un niño?

-No, porque dice que Steven Steele es muy guay, es un niño. Porque su madre le dijo que no debería dar su verdadero nombre, es un niño-, le espeté.

-¡Tal vez bromeaba! ¿No pensaste eso?- Tenía los ojos llenos de lágrimas y me sentí como una mierda por hacerla llorar.

-Tal vez. No lo sé. Sólo que no suena como si fuera Edward.

-No suena como el Edward con el que fantaseas-, respondió- ¿Lo conoces mejor que yo? Podría ser él. Incluso si no es así, me gusta y no necesito que estéis detrás mía por ello.- Se puso de pie y Rose la cogió del brazo antes de que pudiera alejarse.

-No estamos detrás de ti. Solo nos preocupamos.

Alice apartó el brazo y se dirigió a su dormitorio.

-Gracias por vuestra preocupación, soy adulta y puedo manejarlo. Estoy abriendo mi corazón. Tal vez me haga daño, tal vez no, pero por lo menos lo voy a intentar, a diferencia de otras personas.- Me miró por encima del hombro. Vete a la mierda. Mensaje recibido. Pero lo estaba intentando. Eso ella no lo sabía porque no se lo había contado. Y desde luego, este no era el momento adecuado. Se fue a su habitación y cerró la puerta con fuerza.

-Joder. No salió como yo esperaba que saliera-, Rose murmuró. Sentí que mis propias lágrimas empezaron a brotar y me limité a asentir.- Hey, Bella, no dejes que te moleste. Tu eres diferente.

Me reí y le limpié los ojos.

-¿Lo soy? Porque estoy haciendo exactamente lo que la he dicho a ella que no hiciera.

Rose pasó un brazo alrededor de mí.

-Tú y Alice sois dos personas muy diferentes. Ella no pasó por lo que tu has pasado con Tyler. Estás haciendo algo nuevo. Y eso te funciona. Necesitas estar segura en estos momentos. Alice es una persona muy diferente y lo sabes. Lo que la sirve a ella a ti no y viceversa. No estoy segura de cómo habéis podido ser mejores amigas durante tanto tiempo.

Me encogí de hombros.

-Ella es Alice. Está tan llena de vida y me hace hacer cosas que yo por mi misma no haría.

Rose negó con la cabeza.

-Supongo. Pero no te vengas abajo. Esto lo estás haciendo tu sola y estoy orgullosa de ti. No quiero que vivas en el país de las maravillas, pero quiero que te diviertas. Flirtea. Ten sexo telefónico, cibersexo, y si realmente es Edward Cullen, sexo real. Juega al juego completo si puedes.- Me sonrió.

Me atraganté con una carcajada.

-Por supuesto.

-Me voy a la cama. Ya nos disculparemos mañana, esta noche que se la pase un poco. Más que nada para que no me enfade. Arremetió contra ti porque tienes razón.

Rodé los ojos.

-Si, supongo.

-Ves a ver si tu hombre te ha contestado. Y anímate, Bella. Estás coqueteando con una estrella de cine. Todos deberíamos tener tanta suerte.- Me revolvió el pelo y se puso de pie.- Nos vemos mañana.

-Buenas noches.- Suspiré y saqué mi teléfono en cuanto Rose cerró la puerta.

Había jugado tooth en mi leech. Eso fue tierno. Sentí que sonreía cuando abrí el mensaje. No importaba quién fuera, era bueno para mí.

Skeleton17: Wow, me quito el sombrero ante tu uso de palabras, Bella. He estado sentado durante media hora tratando de ver cómo responderte. ¡Me has sorprendido en más de una forma! Lamento decirte que no tengo una marca de loción favorita. Sólo que no tenga olor. Soy un hombre después de todo. Te dejaré el olor a flores bonitas para ti.

Oh, Edward, ambos sabemos que hueles increíble. Bueno, supongo que lo haces. Me encantaría olerte. Y hacer otras cosas contigo...

Skeleton17: Puedes compartir lo que quieras conmigo. Nada de juzgar, ¿recuerdas? Pero debo admitir que me sentí incómodo cuando mencionaste una conquista pasada. ¿Está mal que me haya sentido un poco celoso? Probablemente lo esté, pero siento que eres demasiado especial para compartir. Lo que es una locura, ya que eres una chica universitaria, no hay duda de que seas perseguida por incontables hombres. Sí, tal vez no deberíamos tocar ese tema.

Bueno, el sexy de Edward Cullen estaba celoso del mini pene de Sam. ¡Si supieras! Sin embargo, me encantó y más celos tenía yo. Habían más mujeres detrás de él que hombres. o en el caso de Mike Newton, muchachos, detrás de mí. Tonto y dulce Edward.

Skeleton17:¿Quieres ver mi dura vara? ¿Crees que puedes con el trabajo? Imagino que puedo reponer lo que has mencionado, ¡pero no quiero asustarte!

¡Por supuesto que la quería ver!

Skeleton17: Tal vez no me gusta S&M todavía, pero toda esta charla de esposas y blandir duras varas puede que me hagan cambiar de opinión. ¿Cómo haces para que todo eso suene tan caliente?

Un talento que tengo, Edward.

Skeleton17: Trae la sexy tortura, Bella. Estoy dispuesto a ser tu prisionero.

Oh, si, por favor.

Skeleton17: No puedo decirte lo mucho que me encanta que me digas cosas que no les dices a otras personas. Tú siendo tímida y yo siendo… limitado en lo que puedo decir, no somos tan diferentes después de todo. Puedes ser abierta conmigo Bella, de cada manera posible.

Abierta de par en par, Edward. En cualquier lugar. Jesús, me estaba poniendo muy caliente.

Skeleton17: Aunque me encantaría una foto tuya algún día, no tengo apuro. Ahora sólo estoy disfrutando conocer a una persona increíble que me hace reír y estimula mi mente y otras partes de mí equitativamente. Espero que yo te haga lo mismo.

No lo dudes, Edward. Voy a tener que comprar pilas más duraderas para mi vibrador.

Skeleton17: Así que, ¿el instante que descubriste mi nombre, fuiste a buscar a un Edward más interesante para pasar el tiempo? No sabía que Ed Harris tenía una nueva película. Tendré que mirarla. Es un gran actor. Supongo que tendré que irme a llorar con mi almohada mientras tú miras a un Edward mejor. Espero que vuelvas a mí.

Siempre volveré a ti, Edward. Y ambos sabemos que no he ido a ver a Ed Harris, aunque también tiene talento. Pero no eres tú. Bien jugado. Ahora estoy con la duda de si estoy equivocada de nuevo. Eso está bien. Me gusta.

BluBell22: Apuesto a que hueles genial. Sólo es una corazonada que tengo. Pero me alegra que no uses loción con olor. Algunas cosas no deberían de oler a flores, especialmente las partes masculinas.

BluBell22: Me encanta que te hayas puesto celoso cuando mencioné un incidente desafortunado en mi pasado. ¿Está bien admitirte que una amiga y yo estábamos hablando esta noche sobre lo ridículo que sería para mí asumir que tú estás sentado en tu casa queriendo hablar conmigo? Me molesta, aunque sé que es verdad. Ella sólo está tratando de hacerme salir y vivir un poco. Supongo que estoy feliz en esta pequeña burbuja. Te dejo entrar, así no estoy más sola.

Pensamientos profundos, con Bella Swan. Sin embargo, era cierto. Sentí que quería hablar con Edward sea Edward Cullen o Edward Rothstein.

BluBell22: No incontables tipos, lo que es algo bueno. Una plaga molesta que no entiende las indirectas, pero eventualmente lo entenderá. ¿Cuántas veces tienes que rechazar a un tipo para que se vaya? Te pido tu opinión experta esta vez. Y no, no te lo estoy diciendo para hacerte sentir celoso, aunque amo que pueda hacerlo. De verdad quiero saber.

BluBell22: Estoy bastante segura que nunca podrías asustarme, aunque estuvieras dotado de una dura vara. Eso te haría más un reto, y soy bastante competitiva, como has podido ver.

BluBell22: Te puedo prometer que serás la persona más feliz del mundo. Te mantendré bien complacido y ni siquiera necesitarás tu loción masculina sin olor. Todos ganamos.

No, no necesitábamos loción. Había otras formas más interesantes de lubricación.

BluBell22: Tú me estimulas por igual, y hasta mucho más de lo que te estimulo a ti. Justo estaba pensando que necesito ir a comprarme un gran paquete de pilas para utilizar durante nuestro juego. Las compraré cuando vaya a comprar tu loción.

BluBell22: Lamento decirte que Ed Harris no tiene ninguna película nueva, que yo sepa. Fui a ver una película de chicas. Estoy segura que no es tu tema, pero a mis amigas y a mí nos encantó. Y mientras ese Edward estuvo fantástico y sí, caliente, fue por ti por quien me apuré a regresar a casa. Eso cuenta, ¿verdad? Siempre volveré a ti. Conversaciones estimulantes siempre le ganan a una cara bonita, por lo menos para mí.

Bueno, si era Edward Cullen, sabría que me había encantado la película y que pensaba que era sexy. Si no, entonces sabría que estaba ansiosa por llegar a casa para hablar con él de nuevo. Lo que tenía con Edward, no lo quería perder.

Sonreí cuando vi mis letras y el movimiento que había hecho. Jugué la palabra Heart en la primera T de su Tooth consiguiendo triple palabra. Corazón. Esa palabra decía mucho. Se estaba ganando un lugar en el mío y no estaba asustada.

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Tooth: Dientes.

Heart: Corazón.