-¡Venga, vamos! ¡Qué ya va ha empezar!- mi mejor amiga y compañera de piso Alice chilló desde la sala de estar. Miré el reloj y salté fuera de la cama, yendo hacia la sala de estar. Alice y Rose ya estaban acurrucadas en el sofá, así que me hundí en el sillón y me incliné hacia delante con entusiasmo.

-Va después del anuncio,- dijo Rose. Alice, vestida con su camisón rosa favorito de Victoria´s secret, estaba vibrando de la emoción. Rose trató de parecer aburrida, pero la vi tamborilear los dedos contra su rodilla.

El anuncio de un ridículo pañal terminó y todas nos inclinamos hacia adelante cuando David Letterman anunció:

-El primer invitado de esta noche es la gran estrella de cine, protagonista de la trilogía Steele, que ha venido para hablar de su nueva película Wild al Heart. Damas y caballeros, ¡Edward Cullen!- La multitud aplaudió y allí estaba él, guapísimo, esta noche llevaba unos vaqueros negros y una camiseta verde oscuro que hacía que sus ojos resaltaran. Su pelo estaba, como siempre, despeinado, se veía como si se acabara de despertar y eso no era posible, ya que es el actor mas sexy de Hollywood en estos momentos.

Sonrió, era su marca, una sonrisa torcida, el tipo de sonrisa que un hombre ponía cuando sabía que las mujeres quieren estar con las piernas abiertas y desnuda debajo de él tan pronto como fuera posible. Mi corazón latía con fuerza en el pecho le miraba a los ojos. Era demasiado guapo como para ser real.

-Bella se nos ha ido,- Rose anunció, chasqueando los dedos delante de mis ojos. Quité su mano con impaciencia y me concentré en el glorioso hombre al que estaba viendo. Tenía 25 años pero ya había protagonizado cinco películas de gran éxito: la trilogía de Steele, y dos comedias románticas,Wild al Heart era su primer drama romántico y no podía esperar para ir a verla y ver lo bien que actúa. Hubo rumores en torno a esta película, tanto por su actuación, como por haber tenido una relación romántica con su co-estrella, Irina Ivanov, una rusa con el pelo negro azabache, ojos azul cielo y pómulos que podrían cortar vidrio. Habían sido una pareja impresionante pero habían roto de repente poco después de terminar la película. Gracias a Dios, ya que parecía que era una zorra y el rumor decía que le había engañado. ¿Cómo alguien puede ser tan estúpido como para engañar a Edward Cullen? No lo entendía, si fuera mío, no volvería a mirar a otro hombre.

-En esta película, haces de un jinete de rodeo que está mal herido y tiene que someterse a terapia, ¿correcto?- Preguntó David.

Edward asintió con la cabeza.

-Matt Walker es un jinete de rodeo famoso y no cree que pueda hacer nada en la vida después de sufrir una parálisis al caerse de su caballo. Su enfermera, Sarah Millings, y él pelean todo el tiempo y al final se enamoran. Era un papel muy desafiante.

-Y su ex novia, Irina Ivanov, ¿interpreta a Sarah?

Edward hizo una pausa para tomar un sorbo de agua. Para la mayoría de gente solo estaba bebiendo un poco de agua, pero me di cuenta que estaba irritado. Hubo un destello de ira en sus ojos verdes que fue difícil de ver a menos que lo hubieras estado buscando.

-Si, ella hace un buen trabajo. Hay que ser dura, pero a la vez simpática y saber sobrepasar la línea entre abrazarlo y desafiarlo. Irina lo hizo.

-¿Es difícil veros a los dos juntos en la pantalla grande?

Edward negó con la cabeza.

-Es como cualquier personaje. Recuerdas al personaje, pero ya está. Me estoy preparando para grabar la próxima película de Steele, así que ahora solo pienso en Steven Steele.

-No podemos esperar.- Letterman se volvió hacia el público.- Estaremos de vuelta con Edward Cullen después de la publicidad.

-Idiota-, murmuré cuando aparecieron los anuncios.

-¿Edward? ¡Pero si lo ha hecho muy bien!- Alice defendió con vehemencia. Su enamoramiento era casi tan malo como el mío, aunque no creo que hubiera pensado en él tan vergonzosamente a menudo en él, como yo.

-¡Edward no! Él estuvo perfecto, como siempre. Letterman. Por preguntarle sobre Irina.

-Puta,- entonó Rose a la vez que Alice dijo:

-Gilipollas

-Exactamente. Es una putada que le pregunten sobre ella todo el tiempo. ¡Cortaron hace seis meses!- Me hacía enfadar, sabía que era algo estúpido, pero me sentía bien defendiéndolo. Por lo menos alguien lo hacía. Su ex salía en las revistas con un tío diferente cada semana, mientras que Edward estaba solo o con amigos. Él no estaba saliendo con nadie, y si era así, no se sabía. Esperaba que no. Quiero decir, era feliz cuando él lo era, pero me gustaba fingir que estaba soltero y que tenía una oportunidad aunque eso era casi imposible.

Los anuncios acabaron y Edward le contó a Dave sobre un reciente viaje a Chicago.

-Dejé mi móvil en el Lago Michigan cuando una ola lo mojó. Menos mal que había una tienda Apple a la vuelta de la esquina de la casa de mi padre.

-Ahh, así que eres usuario de iPhone, ¿eh?

Edward sonrió.

-En realidad no, pero me he vuelto adicto a Words With Friends. No puede pasar ni un día sin que juegue.- Me senté un poco más erguida y miré a Alice y Rose. Alice se fue corriendo a su habitación a coger su iPhone.

-¡Voy a jugar a Words With Friends con Edward Cullen!- anunció. En la televisión, estaban poniendo el trailer de la película de Edward. Estaba discutiendo con Irina acerca de la terapia, estaba muy sexy, incluso con la horrible bata de hospital.

-No te sabes el nombre de su usuario.- Alice estaba escribiendo algo en el teléfono y haciendo caso omiso a Rose.

-¡StevenSteele! Le acabo de mandar una solicitud.- Alice abrazó al teléfono en su pecho.

-¿De verdad crees que usaría el nombre de su personaje?- La pregunté, mirándola con incredulidad.

-Bueno, ¿cual usaría si no?- Preguntó Alice, apagando la tele, ya que la parte del programa de Edward había terminado.

Abrí la boca para decirla exactamente el nombre que usaría, pero luego la cerré. ¿Por qué no? ¿Por qué no intentar jugar con él? Hmmm, jugar con Edward Cullen, no podía dejarlo pasar. Me encogí de hombros.

-¡Espera y verás! Me responderá.- Alice anunció mientras se iba bailando de nuevo a su habitación. Me levanté del sillón, le di las buenas noches a Rose y me fui a mi habitación. Tenía clase de literatura a las 8 de la mañana y era hora de dormir un poco.

Me metí en la cama y apagué la lámpara. Mi iPhone estaba en la mesilla. Lo cogí y lo encendí, abriendo la aplicación de Words With Friends. BlueBel22 tenía cinco partidas, pero las ignoré y pulsé al símbolo de más verde de la esquina superior derecha. Me pedía el nombre de usuario y puse Skeletor. Edward había hablado muchas veces que amaba los dibujos animados de He-Man cuando era niño y que le divertía el esqueleto. Tenía una mínima oportunidad para que fuera él, no perdía nada, ¿verdad? Bueno, quizás eso no era suficiente. Su número favorito era el 17, lo había dicho en su primera entrevista con Entertainment Weekly.

Skeletor17 existía, así que empecé una partida. Me reí cuando vi mis letras. ¿PEEN? No iba a empezar a jugar con Edward Cullen la palabra pene. ¿Name? Eh. Nombre... era algo bueno. Tenía sentido, podía creer mal que conocía su nombre, si Skeletor17 era Edward Cullen. Jugué mis míseros 8 puntos y cerré la aplicación antes de apagar el teléfono.

Me tumbé en la cama para no parecer al día siguiente un zombi. Tal vez al despertarme Edward me había contestado. Una chica puede soñar.

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Hola! Aquí estoy de nuevo, esta vez con otra traducción de la misma autora que Primero y Diez. Esperamos que os guste!

Nota: Las conversaciones a través del juego WWF se harán con el nombre del usuario al principio y en cursiva, para que sea más fácil comprender quién habla.