Words With Friends (+18)

Autor: nicoli
Género: + 18
Fecha Creación: 23/07/2013
Fecha Actualización: 04/11/2014
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 47
Visitas: 57880
Capítulos: 29

Bella Swan está enamorada de la estrella de cine Edward Cullen. Ambos comparten la misma pasión por un juego. Podrán conectarse a través de Words With Friends y ser más que amigos? El tiempo lo dirá.


Bueno aquí estoy con una nueva traducción y esta vez en conjunto ya que carlarobpatt4ever están traduciendo el punto de vista de Edward, ese fic se llama Words With Strangers, el link es este: Words With Strangers (+18). Os dejo el summary:

La estrella de cine Edward Cullen está harto de las mujeres y está concentrado en su carrera. Una extraña lo encuentra via WWF. ¿Podrán sus palabras cambiar su pensamiento?

Esta historia, al igual que primero y diez (+18), son de Nolebucgrl, la cual nos ha dado su permiso. La historia original la podéis encontrar aquí:

Words with Friends Chapter 1 Name, a twilight fanfic | FanFiction

…..............................................................

 También os invito a pasaros por mi otro fic Primero y Diez (+18). Un beso!!

Primero y Diez (+18)

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 21: Zit

Bella,

Creo que podré hacerme tiempo de aquí a dos semanas. Hablaremos más cuando llegue a casa y revise mi agenda para ver qué puedo hacer. No puedo esperar a hablar contigo y escuchar tu voz.

Voy a tomarme el avión en cinco minutos así que no tengo mucho tiempo, pero voy a decirlo de nuevo, me dejas con una notable evidencia que me has calentado. Chupar… sí, amo esa palabra. Y lo justo es justo. Creo que estamos muy bien combinados y espero con ansias ver cómo somos juntos. Tengo el presentimiento de que será mejor de lo que imagino.

Me encanta que seas posesiva conmigo también. Supongo que jamás tendremos que dejarnos ir.

Te hablaré tan pronto como pueda. Quiero que sepas que estás en mi mente y en mi corazón, siempre.

Con amor,

Edward

 

.

 

Hoy era el día. No podía dejar de mirar el reloj y calcular el número de horas que quedaban hasta las 20:00. Si, me tomaba unos segundos. No era una gran matemática y estaba emocionada. Y nerviosa. Muy nerviosa. La clase me proporcionaba un poco de distracción, muy poco, pero era algo. Que vibrase el móvil que el de atrás tenía encima de la mesa era algo que me asustó, pensé que podía haberme traído mi vibrador conmigo.

Estos últimos días habían sido espantosos. Edward había estado viajando, por lo que apenas habíamos hablado con excepción de pequeños correos cortos. Me sentía idiota escribiendo grandes correos, así que le escribí cortos y dulces. La mayoría de ellos eran acerca de cómo nos perdíamos en el otro y no podía esperar hasta que estuviera en casa. Hablamos sobre las vacaciones de primavera, lo que hacía que en mi estómago despegaran mariposas. Tenía menos de dos semanas para decirle a Edward que sabía quién era. Tenía la esperanza de que no cambiara de opinión sobre vernos después de decírselo. ¿En serio que había hecho algo malo? Las probabilidades de encontrarle eran astronómicas. Y me gustaba la persona con la que me encontré antes de saber a ciencia cierta que era él. Esperaba que lo entendiera.

Había considerado no decirle nada, pero Rose tenía razón. Habrían demasiadas incógnitas si no lo hacía. Si nos conocíamos y teníamos tan buena relación como en el ordenador, no quería que eso se interpusiera entre nosotros. Quería disfrutar y que me disfrutara. Ya había tenido en su momento una relación llena de mentiras y no quería empezar una nueva igual, si eso era lo que estábamos haciendo. Tenía que saberlo.

También Alice. Me hacía a la idea. Se lo diría esta noche. Estaba muy emocionada con Jasper y ya no tenía a Edward en la cabeza, así que tal vez ella se sintiera feliz por que yo le hubiera encontrado. Sabía que se enfadaría por ocultárselo, pero esperaba que me perdonara. No quería que nadie me amargara mi llamada con Edward de esta noche.

Además si nuestros Email habían sido esporádicos, WWF había estado en desuso. En primer lugar, el servidor estaba mal, que claro, no podía haber ocurrido cuando le mandé el mensaje sobre mi culo, gracias estúpido juego, y en segundo lugar Edward no tenía cobertura. Su frustración me había hecho reír. Le dije que así por lo menos la gente de Australia no se quejarían por la escasez de loción. No le había hecho gracia.

Loción... hmm, ¿habría esta noche? ¿Él quería? Nunca había tenido sexo telefónico, aunque mantuve con Tyler alguna que otra charla sexy durante el verano. No era bueno en eso y no iba a jugar con él por teléfono. ¿Eso significaba que estaba dispuesta ha hacerlo con Edward? Digo, Edward es super sexy y sus palabras me encendían.

Me detuve en Starbucks y cogí un café y un muffin para comer antes de ir a la biblioteca. Tenía que trabajar en la estúpida redacción que mi querido profesor me había mandado antes de las vacaciones de primavera. Saqué mi ordenador para enviarle un correo rápido a Edward. No me podrá llamar si no tenía mi número, ¿verdad?

Edward,

Espero que estés en tu casa sano y salvo y durmiendo. Tu cuerpo debe de haber estado desordenado debido al cambio de horario, ¿huh? Cuando fui a Florida me tomó unos días ajustarme y no fue al otro lado del mundo como tú.

Cambiando de tema, supuse que ya que hoy es la noche donde vamos a charlar, debería darte mi teléfono. ¿Estás nervioso? Yo lo estoy, lo que es raro, porque es tan fácil hablarte a ti ahora. Supongo que quiero que sea lo mismo cuando te escuche. ¿Entiendes lo que quiero decir?

Siento que esto sea corto pero tengo que ir a la biblioteca a terminar un ensayo antes de nuestra charla esta noche. Te extraño y espero con ansias tu llamado.

Mi número es 206-555-2382. Nos hablamos a las ocho. ¡No puedo esperar!

Con amor,

Bella

-¿Bella?- Aparté la vista de la pantalla para ver a Colin de pie junto a mi mesa.

Cerré el ordenador y traté de sonreír.

-Hola, Colin.

-Oye, ¿te importaría si me siento contigo?

Joder, Bella, ¿qué te ha dicho?

-Claro, pero un raro. Tengo que ir a empollar a la biblioteca en unos minutos.

Se deslizó en el asiento de enfrente y sonrió.

-Es curioso que nos encontremos dos veces en una semana cuando no nos hemos visto en meses. ¿Cómo has estado?

¿Cómo respondo a esta pregunta? Ya sabía lo que me pasó.

-Aparte de lo obvio, muy bien. Mirando hacia las vacaciones de primavera. ¿Qué te trae a la universidad?

Su sonrisa se atenuó un poco, pero la mantuvo en su cara.

-Escuela de derecho. En realidad tengo que ir también a la biblioteca. ¿Vamos juntos?

Joder. ¿Ahora quería caminar conmigo? ¿Por qué invadía mi espacio? ¿Por qué me comportaba como una zorra?

-Claro, supongo.- ¿Y ahora qué?

-Entonces, escuche lo de mi hermano y Rose.

Me reí.

-Si, anoche fue a casa para intentar verla. Rose no estaba muy contenta.

Negó con la cabeza. Era un chico guapo. No tan caliente como Edward, pero pocos lo eran. Aunque llevaba un traje, cosa que según pensaba hacían a los hombres más sexys. Tal vez Edward tuviera que hacer una película en la cual llevara siempre traje. Podría ser un abogado o un hombre de negocios sexy.

-A veces se toma a sí mismo demasiado enserio. Es una pena, sin embargo. Habían buena pareja. La echa de menos.

¿Era lo que pensaba? ¿Intentaba dejar bien a su hermano? Soy la persona equivocada, Colin.

-Rose tiene un padre que no quiere. No necesita a dos.- Sus padres eran médicos exitosos, que casi nunca la vieron de pequeña y ahora nunca la ven. Ella decía estar a favor de esto.

Se echó a reír y me mostró sus estupendos dientes blancos. ¿Quién era su dentista?

-A veces se comporta como si tuviera cuarenta y dos años en lugar de veintidós.

-Dice el hombre con traje-, señalé, riendo.

Levantó la taza de café hacia mí.

-Touche. Estoy trabajando en la oficina de abogados de mi padre, para conseguir un poco de experiencia. El traje es parte de eso, pero me siento como un idiota así por el campus. La gente piensa que soy un profesor.- Sus hoyuelos se marcaron cuando sonrió.

-No hay nada malo en los maestros-, le dije, algo irritada. Se estaba burlando de mi profesión, después de todo.

-Eso es cierto, vas a ser una, ¿no? Me hubiera gustado tener una profesora como tu.

No podía decir eso. Edward decía eso. Yo era la profesora de Edward, no de Colin.

-Um, gracias. Bueno, me tengo que ir.- Se puso a mi lado y se acercó a la puerta, manteniéndola abierta para mí.

-Vamos al mismo sitio, ¿recuerdas?

Mierda.

-¿No hay una biblioteca de derecho?

Se rió y se puso a caminar a mi lado.

-Si, pero nos permiten usar la biblioteca principal. No somos leprosos.

Volvía a ser una perra.

-Cierto.

Caminamos en silencio durante un par de minutos y esperaba que hubiera terminado de hablar conmigo. Y mejor que no se sentara a mi lado en la biblioteca. No me estaba distrayendo de la llamada de Edward. Estaba haciendo que lo echara más de menos.

-Así que, Bella, ¿Rose te dio mi número?

Salté por la sorpresa. Mierda.

-Si, lo hizo.- ¿Qué iba a decir ahora?

-Está bien, pensé que tal vez mi hermano se portó demasiado mal y no lo había hecho.

-No, lo hizo.- Joder. ¿Qué se suponía que iba a decir?

-Bien, bien. Sé que con lo que sucedió lo más probable es que odies a todo el mundo de la fraternidad, pero, bueno, yo ya no soy parte de ella y me gustaría invitarte a salir en algún momento, cuando estés lista.

Levanté la vista hacia él y estaba sonriendo, parecía nervioso.

-Gracias. Lo tengo. Es posible que... esté involucrada con alguien en este momento.

-¿Es posible?- preguntó, ya no sonreía.

Es muy complicado, Colin. Confía en mí.

-Todavía estamos viendo donde nos lleva esto.

-Bueno, cuando lo sepas, házmelo saber.- Estábamos en la biblioteca y me sostuvo la puesta otra vez.- Gracias por el café y el paseo, Bella. Ha sido agradable pasar un tiempo contigo.

¿Lo había sido? No había dicho casi nada.

-Igual te digo.

Sonrío y me hizo un torpe gesto con la mano.

-Espero hablar contigo pronto.

-¿Ok?- Ya se había ido cuando lo dije y dejé escapar un suspiro de alivio. No sabía hablar con chicos. Oh, Dios, ¿y si me pasaba lo mismo con Edward? No, no podía ser. Edward era diferente. Podía hacerlo. En ocho largas horas estaría hablando con él. Date prisa, estúpido día.

Me senté en la mesa del fondo de la biblioteca y saqué mi ordenador. Trabajaría y haría que el tiempo volara. Esta noche sería maravillosa. Tenía que serlo.

 

.

 

Miré hacia la sartén donde salteaba el pollo, los pimientos y cebolla. Esta noche había quesadillas. Sólo me faltaba una hora y media.

-Listo.

Alice trajo los platos con las tortillas y eché la mezcla en ellos. Pasó el plato a Rose quién lo roció con queso, tomate. Nos sentamos en la mesa, comíamos eso y arroz español. Tomé aliento. Rose me miró y me guiñó un ojo. Sabía que finalmente lo iba a hacer.

-Alice, hay algo que te tengo que contar.

Levantó la vista de su plato, su sonrisa era resplandeciente.

-Ya lo sé y estoy muy emocionada por ti.

Parpadeé sorprendida.

-¿En serio? ¿He sido tan obvia?

-¡Por supuesto! ¡Es perfecto para ti, Bella! Entiendo por qué no me lo dijiste, pero es una tontería. Estoy feliz con Jasper.

Rose parecía tan sorprendida como yo.

-¿En serio? Quiero decir, me alegro que seas feliz, pero pensé...

-Bella, escucha, porque todas tuviéramos malas experiencias con la Eps Sig no significa que te vuelva a pasar. Colin ni siquiera es ya de esa hermandad. Nunca está en sus fiestas. No te preocupes.- Mordió su quesadilla.- Esto está tan bueno...- Murmuró, con la comida en la boca.

Mierda. Claro, pensaba que estaba hablando de Colin. Espera, ¿por qué pensaba eso?

-¿Cómo sabes lo de Colin?

Tragó saliva.

-Te vi caminando con él por el campus hoy. ¡Parecías tan nerviosa! No te preocupes, os veis bien juntos. ¡Ese chico sabe llenar un traje! Y es mucho más maduro que Brady. Lo siento, Rose, pero es verdad.

Rose soltó un bufido.

-No sé, ya que Brady me dio la impresión de que era un hombre de mediana edad la última vez que le vi.

-Bueno, si, pero ya sabes lo que quiero decir. Está en la facultad de derecho, tiene trabajo, tiene dinero, es super sexy... me alegro por ti, Bella.

-No sabía que había visto hoy a Colin.- Rose me miró antes de que pudiera decir nada y corregir a Alice.

-Si, se presentó en el Starbucks y como íbamos a la biblioteca los dos, me acompañó. No estamos saliendo-, le dije a Alice.

-Pero el quiere, ¿no? Vi cómo te miraba.- Alice asintió a sabiendas.- Conozco esa mirada.

Suspiré.

-Si, lo hace, pero...

-¡No hay peros, Bella! Has estado fuera del mundo de las citas mucho tiempo y Colin es un gran tipo para volver a ese mundo. Te trata bien y no se emborrachará y babeará sobre ti.

Probablemente era un buen hombre, pero no era Edward.

-No lo voy a intentar con él. No es...

-¿Cómo sabes que no lo es? Un día, Bella, ¿sería tan malo?- Jesús, ¿la había pagado? ¿Por qué era tan agresiva?

-Espera, ¿dijo algo de Brady?- Preguntó Rose. Mierda, se suponía que ella me tenía que ayudar, no sacarme información. Aunque, debí haberla dicho que me había encontrado con el hermano de Brady.

-Me dijo que te echaba de menos y que se tomaba la vida demasiado en serio.

Sollozó.

-Le creo. Si un abogado está de acuerdo, eso quiere decir algo.

Me eché a reír.

-Dijo que era un hombre de cuarenta y dos años atrapado en el cuerpo de uno de veintidós años.

Rose suspiró.

-Y qué cuerpo tiene. Bueno, eso se terminó.

-¿No vas a darle una segunda oportunidad?- Preguntó Alice con curiosidad.

-Por supuesto que no. No doy segundas oportunidades. Nadie me controla. Nadie-, declaró Rose, con los ojos abiertos y con carácter.

-Tengo que ser más así-, Alice decidió, antes de volverse de nuevo hacia mí.- De todos modos, él ve en qué se ha equivocado su hermano, y eso es bueno. Deberías salir con él.

-No puedo.- Iba a hacerlo. Ahora.- He estado hablando...- Me interrumpí cuando el bolso de Alice empezó a cantar.

“I'm a Cowboy... on a steel horse I ride. I'm wanted, waaaanted, dead or alive!

Lanzo un chillido y se fue a la mesa para cogerlo.

-Por Dios, ¡me está llamando!

Sólo una persona podía tener ese tono.

-¿Jasper?

-¡Si! ¡Oh, por Dios, estoy tan entusiasmada!- Cogió el teléfono, que volvía a sonar. Tenía que ver de nuevo Young Guns. Esa película está genial.

-Hola-, sopló al teléfono. Levanté una ceja a Rose. Su voz era sexy y animaba al sexo. Alice debería de ser una operadora de sexo telefónico. Debería intentar sonar como ella cuando Edward me llame en... mierda, una hora.

-Lo siento, ¿qué?- dijo con su voz normal. “Mujer” nos articuló con los labios.

¿Jasper era una mujer? ¿Qué cojones...?

Se encogió de hombros y puso el teléfono en altavoz, probablemente con la esperanza de que si se trataba de una esposa o novia vayamos a su rescate.

-Ya lo he dicho, ¿quién es?

Alice miró al teléfono.

-Tu has sido la persona que ha llamado, ¿quién eres?

-Soy la persona que paga por este teléfono y quiere saber por qué mi hijo se ha estado mensajeando contigo. ¿Por qué este número aparece miles de veces en la factura?

Mierda. Tenía doce años. O era un perdedor que vivía en el sótano de su madre y la hacía pagar todas sus cuentas. Ew. Rose y yo intercambiamos miradas nerviosas. Alice estaba muy pálida.

-Um, ¿soy una amiga de Jasper?- preguntó.

-¿Cómo es que tiene una amiga en Seattle? ¿Has ido a la escuela con él?- preguntó ella.

-Uh, ¿si?- Alice preguntó de nuevo. Se dejó caer en su silla y parecía que estaba enferma. Me di cuenta de que finalmente pensaba que podía tener doce años.

-¿Eres su novia? No me ha contado nada sobre ti.- La voz que sonó en el otro extremo era más tranquila.

-Um, ¿sólo estamos hablando?- Alice preguntó de nuevo.

-Bueno, carió, hablar está muy bien, pero tal vez podéis dejar de enviaros tantos mensajes. ¿Vas a venir a casa a tiempo para el baile de promoción? ¿Te lo ha preguntado?

Alice se puso blanca y sus ojos grises parecían que se iban a salir de su cabeza.

-¿Baile de promoción?

-Si, la promoción de los Junior. ¡Es el 15 de abril! Y había renunciado a todas las esperanzas de que fuera. No me cuenta nada, está claro. ¿Debo conseguir un esmoquin?- Alice parecía tener convulsiones. Estaba agarrando la mesa con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos, lo que hizo que coincidieran con su rostro.- Lo siento, que grosera soy, no me he presentado. Soy Jeannie Whitlock, la mamá de Jasper. ¿Cómo te llamas?

-Alice-, apenas se las arregló para hablar.

-Bueno, qué nombre más bonito. ¿Así que vas a estar en casa para la fiesta de graduación, cariño?- Su acento sureño se hizo más pronunciado cuando dijo la palabra cariño.

-Yo... yo...- Estaba claro que Alice no iba a ser capaz de decir nada coherente, así que la cogí el teléfono.

-Hola, soy la mamá de Ali, Celia. Está enferma, querida.- Querida quedaba como madre, ¿no?

-Oh, ¡siento escuchar eso! Espero que se recupere pronto. Me preguntaba si vais a estar pronto en la ciudad para el baile.

Por Dios.

-Me temo que no. Nos acabamos de instalar y no nos podemos dar el lujo de...

-Oh, ¡por el dinero no os preocupeis! Nosotros os enviamos los pasajes si ella quiere venir.- Por Dios, debían de estar muy desesperados. ¿Cómo era de perdedor su hijo si tenían que comprarle una cita?

-Oh, es muy amable, pero no podríamos...

-¡No seas tonta! Me muero por conocer a la novia de Jasper.

Mujer dominante.

-Su padre no le deja tener citas, me temo.- Traté de sonar dura.- No éramos conscientes de que estaba hablando con su hijo. Todavía me tiene que llegar la factura de teléfono.

La mujer, Jeannie, se echó a reír.

-Oh, ¡se va a encontrar una sorpresa! Espero que no moleste demasiado.

-No, me encargaré de que no se enfade mucho. Ya sabes cómo son a esta edad.- Rose estaba intentando confortar a Alice y reía en silencio por mis mentiras desesperadas.

-¡Diecisiete es una edad terrible! Jasper me contaba todo cuando era pequeño, pero ahora se ha cerrado en él mismo. Te doy mi palabra de que no sabía nada de lo que este chico estaba haciendo, aunque me alegro de que por fin se haya interesado en alguien. ¡Me decía que todas las chicas eran demasiado inmaduras! Supongo que tu Alice es una alma vieja.

Alice soltó una carcajada sollozando y seguí a lo mío.

-Si, lo es. Ahora tengo que ver cómo se encuentra, Jeannie.

-Buen, bien, ya me dirás si viene al baile. Estaremos encantados de cuidar de ella.

-Lo haré, gracias.- Colgué y me quedé mirando a Alice y Rose.

-¡Baile de promoción!- Gritó.- ¡¿Un estúpido baile de graduación?!

No sabía qué hacer, así que solté lo primero que me vino a la cabeza.

-Bueno, al menos ella cree que tienes su edad y no presentará cargos.

-¡¡Diecisiete!! ¿Mi alma gemela tiene diecisiete años? ¡Jesús!- Estaba dando saltos al rededor de Rose, el rostro le había pasado del blanco al rojo. Alice enfadada era un espectáculo digno de ver.

-¡Teníais razón, todo este tiempo! Le envié... ¡Oh Dios!- Dio una patada a una silla.- ¡Le dije todo eso a un adolescente!

-Bueno,- dijo Rose.- Casi es legal. Y cuando tengas treinta el tendrá veinticinco. Eso podría ser muy sexy. Eres un puma.

-¡No voy a esperar ocho años hasta que tenga veinticinco!- gritó.- ¡Es un niño! ¡Le dije que quería volar! Bella tiene razón, voy a ir a la cárcel.

-No vas a ir a la cárcel. Su madre cree que tienes su edad, gracias a Bella. Buen trabajo, por cierto-, Rose me felicitó.

-Gracias. Ha sido difícil mentirla.

-Si, gracias, Bella, por salvarme el culo. Uf. Nunca más, nunca, conoceré a un chico a través del ordenador, teléfono o en persona sin pedirle el permiso de conducir y tal vez el certificado de nacimiento.- Respiró hondo y volvió a sentarse.

Se estaba pasando un poco, aunque la entendía.

-Bueno, eso sería un poco extremo, pero...

-¡No sabes nada de lo que le dije, Bella! ¡Le dije que quería que me follara en una alfombra de piel de oso! ¡Qué asco!

-Bueno, quiero decir, que tiene diecisiete, no doce. Probablemente tenga un cuerpo decente y...- Me callé, porque siendo sinceros, ¿qué podía decir?

-¡Seguramente se parece a ese chico de dos hombre y medio!- gritó.- Su madre, ¿no estaba tirando el dinero para que fuera a visitarle? ¡Intentó comprarme para él! Es un perdedor. ¡Y yo también por caer en un adolescente! Dios.- Se apartó el plato.- Creo que si estoy enferma.

-Ali, todo irá bien. Sólo tienes que...

-Unirme a un convento, convertirme en lesbiana, llamar a Jared y dejar que me folle con tanta fuerza que olvide mi nombre y el de Jasper-, terminó.- Créeme, ya estoy barajando todas las opciones.

-Será mejor que no uses la última opción o te pateo el culo aquí mismo-, le dijo Rose. Alice la miró pero Rose la devolvió la mirada.- El gilipollas de Jared no es una opción o una respuesta. Te quedaste con este n... Jasper porque no es como Jared. Sólo porque no es exactamente como tu pensabas que sería no tienes que volver a caer en él. Yo no voy a volver con Brady, tu no vas a volver con Jared y eso es todo.

Los hombros de Alice se desplomaron.

-Lo sé, tienes razón. Estoy enloqueciendo. Pensé que era él, mi pareja perfecta.

-No hay alguien perfecto-, le dijo Rose. Quería discutir cuando Edward me vino a la mente, pero Alice no lo necesitaba en este momento.- Sin embargo él es joven y te ha enseñado lo que quieres. No tienes que conformarte con menos. Estate sola con nosotras un tiempo.

-Bueno, tal vez tu y yo. Bella tiene que salir con Colin.- Ugh, ahí estaba de nuevo.

Rose negó con la cabeza.

-Eso depende de ella, cuando esté lista. Mientras tanto, vamos a ser sólo nosotras tres. Eso siempre ha estado bien.

-Si.- Alice sonrió temblorosamente y se limpió las lágrimas, no me había dado cuenta de que estaba llorando.- Gracias, me alegro de teneros.- Se puso de pie y abrazó a Rose y luego a mí.- Voy a acostarme un rato. No me siento bien.

-No te culpo-, la dije.- Duerme un poco y nos vemos mañana.

-Si.- Entró en su habitación, dejando su teléfono sobre la mesa. Pensé en decírselo, pero tal vez era mejor mantenerlo fuera de su alcance esta noche. Rose lo vio y se lo guardó en el bolsillo. Nos leíamos la mente.

-Bueno-, dijo Rose, volviendo a sentarse a mi lado.- Eso ha sido una locura.

-Y que lo digas.

-No puedo creer que tenga diecisiete. Quiero decir, es mejor que el niño que me imaginaba, pero aún así.

-Lo sé-. Suspiré.- Y no le conté lo de Edward.

-Lo sé. Eso no va a ayudar ahora, aunque se lo hubieras dicho antes.

Tenía razón. Había esperado demasiado tiempo.

-Esto apesta.

-Hey.- Rose me tocó el brazo.- No dejes que esto te quite el entusiasmo de esta noche. Habla con él. Espera a ver cómo os va. Si realmente quiere venir a verte, vas a tener que contárselo. No tiene que ser hoy. Vamos a esperar a que su estado de ánimo mejore antes de tener que lidiar con eso.

-De acuerdo.- Cerré los ojos y sentí que mis mariposas regresaban. Bueno. Edward me llamaría pronto.

-Ves a tu habitación, ponte sexy y asegúrate de tener tu juguete cerca-, aconsejó.

-Por Dios, Rose, no sé si lo vamos ha hacer.- Qué vergüenza.- No te acerques a mi puerta.

Echó la cabeza hacia atrás y se rió.

-Bella, no soy tan pervertida. Quiero los detalles mañana.

Me levanté y puse mi plato en el fregadero.

-Venga ves.

-Está bien.- Tomé una respiración profunda.- Puedo hacerlo.

-Si que puedes. ¡Haz que me sienta orgullosa! Me golpeó el culo mientras caminaba junto a ella y la saqué el dedo.- Sólo te ponía en situación-, se rió.

-Si, si.

Fui a mi habitación y miré mi teléfono. Estaba enchufado y había comprobado la batería. Completo. Todavía tenía treinta minutos. Decidí que podía revisar WWF por si por fin había jugado. Aunque primero lo haría en el correo.

Bella,

Estoy vivo y bien. En realidad más que bien, ahora que tengo tu número. Estoy sonriendo como un tonto en la cocina. Estoy muy entusiasmado por llamarte, pero sí, también nervioso. Sólo se tú y yo seré yo y así estaremos bien, ¿okey? ¡Eso no nos ha resultado mal para nosotros!

No puedo esperar a escuchar tu voz. La he imaginado incontables veces en mi cabeza pero no hay manera de que pueda adivinar como es, ni siquiera sabiendo como luces.

Termina tu ensayo como una buena chica así no tendré que castigarte, a menos que tú quieras, por supuesto. Te hablaré en unas pocas horas.

Con amor,

Edward

¿Sancionar? Mierda. Ya estaba mojada. Ahora iba a mirar WWF.

Skeleton17: ¿Un caballero? Lo admito, intento lo mejor que puedo. Tienes razón, tal vez algún día llegaremos a ese punto, pero por ahora nos quedaremos con las duchas y los escritorios y las profesoras calientes, ¿okey? Eso ya es suficiente para matarme, de todas maneras. ¡No necesitamos agregar más nada!

Skeleton17:Voy a hablar contigo en unas pocas horas, lo que parece una vida ahora. Supongo que puedes planear sexo telefónico, ¿pero dónde está la gracia? Si sucede, sucede. Si no, estoy seguro de que disfrutaré de escucharte hablar, Bella. Siento que he querido eso por años, en vez de días. ¡Las 8:00 PM pueden apurarse en llegar!

Skeleton17:La ducha está en la lista sin dudas. Ha protagonizado mis fantasías desde que pongo un pie en el agua. Tú no sabes lo que me haces, ¿verdad? O tal vez lo sabes y te divierte torturarme. Esa es otra ofensa castigable, sabes.

Skeleton17:Pronto, Bella. No puedo esperar

Dios, de nuevo me hablaba de castigos. Pero gracias a Dios ya no hablábamos del sexo anal. Podríamos volver a tocar ese tema en un par de meses, o años.

Por lo menos le iba a contestar al mensaje de WWF.

Bluebell22: Me vas a llamar en treinta minutos y estoy matando el tiempo leyendo tus mensajes. Cortos, sucios y sexys. ¿Y dices que yo te voy a matar?

Bluebell22: Estoy nerviosa, muy nerviosa, pero también emocionada. Espero que cuando leas esto, ya hayamos hablado y todo haya ido bien. Espero no sonar como una idiota balbuceante, aunque después de lo del correo borracha aún te gusto... ¿Cómo puedo ser tan afortunada?

Bluebell22: Todo eso sobre el castigo hace que me entre un hormigueo en la tripa, Edward. Tengo la sensación de que cuando hable contigo pasará lo mismo. No puedo esperar para ver qué sentimientos me trae. Apuesto a que van a ser muy buenos.

Bluebell22: Hasta pronto. Tu Bella.

Ya está. Ese era un final seguro y sexy, después de que me hubiera llamado idiota balbuceante a mi misma, claro. Bueno, esa era yo, una mezcla de todo. Él lo sabía.

Había jugado hourses, lo cual no era muy sexy. Espero que no sea como un caballo. Un pene de tamaño normal estaría muy bien, pero no como la de un caballo. Si era así, no se iba a acercar a mi culo nunca.

Mis letras apestaban. No creía que tuviera nada sexy esta vez, a menos que jugara de nuevo Tit, pero eso no me iba a dar ningún punto. Zit, me daba doble puntuación en palabra. Zit. ¿Cómo me podía volver tan poco sexy, ahora que íbamos a hablar? Eso estaba bien, mis palabras de WWF no tenían por que ser sexys, mis palabras a través del teléfono sí. Por favor hazme sonar como la alumna universitaria semi-inteligente que soy y no como una adolescente. ¿Qué iba a hacer cuando le dijera lo de Edward?

Cada cosa a su momento. Sólo tengo que tomarme mi tiempo y todo saldrá bien, ¿verdad?

 

 

 

….......................

 

Horses: Caballos.

Zit: Acné de la adolescencia.

 

…........................

Esta semana a tiempo os lo hemos podido traer jaja.

Espero que os haya gustado y por favor dejarme vuestros votitos o comentarios para ver si os va gustando, ya veis que saco tiempo de donde puedo para poder tenerlo a tiempo, unas veces se puede, otras no, pero hoy parece ser que se ha podido.

Siento no haber podido tener el de la semana pasada, pero como comprenderéis tengo mil cosas que hacer y no puedo estar todo el día traduciendo, por más que yo quiera jaja.

Un beso a todas!!

 

¿Me merezco mi sueldo a base de votos y comentarios? Os lo dejo a vuestra elección.

Capítulo 20: Laved Capítulo 22: La llamada

 
14438046 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios