-No puedo creer que me hayas convencido para esto-, dije a Rose mientras caminábamos por el sendero hacia la casa Sigma Epsilon.

-Vamos, Bella. Es viernes por la noche. Incluso los profesores se desmelenan de vez en cuando.- Tiró de mi pelo y caminó hacia la puerta principal. Rose parecía demasiado sexy con el vestido rojo en forma de sirena que se aferraba a cada centímetro de su cuerpo y sus tacones de aguja que haría que sus pies estuvieran muertos antes de acabar la noche. Tal vez debería especializarse en podología si los iba a torturar así.

Alice me tomó del brazo y le dio un apretón.

-Será divertido, Bella. ¡Es justo lo que necesitamos!- Llevaba un vestido verde oscuro con vuelo en la falda, lo que ella utilizó mucho en el corto paseo desde el apartamento. Yo llevaba unos vaqueros negros y una camiseta que me dejó Rose sin mangas púrpura que hacía que pareciera sexy y accesible. No me sentía como lo primero, y no es que me sintiera a gusto con lo segundo.-¡Anímate, mujer! ¿Por qué estás tan enfadada?- No podría decirle que no había recibido ninguna contestación de mi Edward. Había estado ridícula con esas palabras y Edward era una estrella de cine en mitad de una gira para promocionar una película y no podía esperar que estuviera todo el día pegado a su teléfono. Ni siquiera yo estaba pegada al mío. Sentí que mentía, desde el bolsillo de los vaqueros. Bueno, quizás si que estaba pegada a el, pero yo tenía 22 años y era mujer. ¡Era parte de la genética!

-No estoy de mal humor.- Rose ya estaba dentro y me armé de valor para entrar a la fiesta. Alice apartó un mechón de pelo de mis ojos.

-Si lo estas. Escucha, Bella, no se tratará de Edward, ¿verdad?- Me estremecí. ¿Cómo coño lo sabía?

-¿Qué?

-Mira, sé que he estado un poco ida por él, pero ya sabes que tu siempre irás antes, ¿no?- Sus ojos grises se declararon y volví a respirar con normalidad.

-Alice, estás loca, pero aún así te quiero.

Hizo un mohín.

-¿Crees que es una locura que podría estar jugando y hablando con él?

¿Pensaba que estaba loca? No, porque yo estaba haciendo lo mismo, pero esperaba que el mio si que fuera real.

-No, todo es posible.

Sonrió.

-¡Exactamente! No hay nada malo en eso. Y ahora, es el momento de entrar allí y demostrar a los Sig Ep que ¡Bella Swan está de vuelta!- Negué con la cabeza, pero dejé que me arrastrara hacia dentro.

Era una casa de locos y no había cambiado mucho desde el año pasado cuando había pisado por última vez la hermandad. Varios chicos de la hermandad me saludaron y yo les devolví los saludos, sonriendo, mientras me abría camino hacia el barril. Ya que estaba aquí, ¿por qué no beber? Me dieron un vaso de plástico rojo brillante y esperé en la fila con Alice. Ella se rió y me dio un codazo al ver quién estaba llenando los vasos. Me tragué un gemido de frustración. Mike Newton. Bueno, sabía que le tendría que ver en la fiesta. Pues mejor ahora para acabar antes.

Caminamos hacia el barril y Mike me sonrió ampliamente.

-Hola, Bella, ¿cómo estás? ¡Cuánto tiempo sin verte!

Te refieres a “cuanto tiempo que no te veo desnuda”, ¿verdad, Mike? Juro que tenía un radar y que cuando estaba en su habitación en alguna fase de desnudez, se las arreglaba para entrar en cualquier momento. Apuesto a que tenía cámaras apuntando a la cama de Tyler. Pervertido.

-Estoy bien, Mike. ¿Cómo estás?- Le pregunté secamente. Alice buscó por toda la habitación a Jared, con el tío que se liaba de vez en cuando. Me miró para ver si estaba bien y yo asentí. No iba ha hacer que se quedara pegada a mí toda la noche, a pesar de que me hubiera torturado durante toda la semana. Por otra parte, si lo hacía, lo más probable era que hablara de Edward. Estar atrapada con Mike era mucho mejor que eso.

-Estoy bien, ahora que estás aquí.- Abandonó el barril, tomando su cerveza y de alguna manera me dirigió hacia un lado de la sala, donde la música no era tan ensordecedora. Miré a mi alrededor, pero Alice no estaba por ningún lado y Rose estaba ligando con Harrison Brandy, el presidente de la fraternidad. Había estado con él en el pasado y parecía que estaba dispuesta a darle una segunda oportunidad esta noche. Me miró y me guiñó un ojo y luego hizo una mueca cuando me vio con Mike. Me encogí de hombros y me derrumbé en uno de los sofás.

En una hora me iría. Rose y Alice lo más probable es que estuvieran ocupadas toda la noche.

-Así que, Bella, ¿cómo estás?- Mike puso su mano sobre mi rodilla y miré hacia mi rodilla unos cuantos segundos antes de volver a mirarlo con una ceja levantada. Parecía un poco avergonzado y retiró la mano. Bueno. Se mira pero no se toca.

-Creo que ya te había dicho que estaba bien.- Bueno, mi voz tenía un toque de perra, pero me había tocado sin mi permiso así que estaba justificado.

-Quiero decir, con Ty y todo eso...- se interrumpió al ver la expresión de mi cara, la cual, estaba segura, no era agradable.

-Ha pasado tiempo y le he olvidado, siguió su camino y yo el mío.

-Oh, bueno, eso está bien.- Tomó un sorbo de su cerveza y se removió nerviosamente a mi lado. Me concentré en un agujero que tenía en los vaqueros en la zona de la rodilla para no mirarle a la cara. No era que no fuera guapo. Era bastante agradable en general, pero no era feo o tenía unos kilos de más. Sólo que no quería lo mismo que él. Una imagen de una mandíbula firme, ojos verdes y una sonrisa torcida pasaron por mi mente. Joder.-Así que, escucha, Bella, tal vez tú y yo podríamos...

-¡Necesito más cerveza!- interrumpí desesperadamente después de beber lo que quedaba en mi vaso. Mike se quedó perplejo, pero cogió mi vaso vacío y se levantó para ir a buscarme otra. Mentalmente me reprendí por ser tan zorra, pero no sabía que hacer cuando un hombre me invitaba a salir y yo no quería. Había tenido una relación la mayor parte de mi estancia en la universidad y mis años en la secundaria no eran largos de describir. Había estado con Eric durante casi tres años y luego con Tyler en la universidad. Tal vez me deba de ir. No es como si Edward Cullen me fuera a invitar a salir a través de mensajes, e incluso si lo hiciera, vivíamos en diferentes estados, así que era un poco exagerado, incluso para mis fantasías. Aunque a Alice no parecía suponer ningún problema. Si Edward la invitara a salir, lo más probable es que se pusiera a saltar y a gritar por todo el campus.

Edward. Suspiré y cogí mi móvil del bolsillo, lo desbloqueé y abro la aplicación de WWF. Alice, Jess, User113213, Ángela y ¡si! Skeletor17 había jugado y ¡tenía un mensaje de él! Empecé a abrir la partida cuando la voz de Mike me sorprendieron.

-¿Te interesan esos juegos? ¿Cual es tu nick? Deberíamos jugar alguna vez.- ¡Qué inoportuno! Fruncí el ceño y apagué mi teléfono. Tendría que leer lo que me mandó Edward en cuanto estuviera a solas, y no iba a tardar en quedarme a solas.

-Um, sí. Soy Bluebell22.

Sonrió y me dio mi vaso.

-Muy bonito. ¿Te gustan los arándanos o algo así?

¿Era estúpido? Al parecer no tenía buen gusto por las buenas cosas de la vida, como el queso Blubell.

-Están bien-, respondí secamente. Que pensara lo que quisiera. Estaba claro que no me entendía, no como mi Edward lo hacía.

-Son mis favoritas.- Sonrió de una manera absurda que supuse que debía de ser sexy, pero solo me pareció un bebé que estaba con gases. Pasó el dedo índice por mi hombro y hasta ahí llegué.

-Bueno, escucha, Mike, me tengo que ir. Gracias por la cerveza.- Me bebí el resto de mi vaso y lo puse sobre la mesa mientras me ponía de pies.

-¡Pero si acabas de llegar!- protestó, agarrándome la mano. Me alejé de él y del sofá.

-Tengo otros planes. He quedado para ver a unos amigos. Nos vemos, Mike.

-Pero si te iba a preguntar si querías...

-Claro, jugaré contigo a WWF, envíame una invitación.- Me di la vuelta y me abrí paso entre la multitud de cuerpos hasta la puerta principal. Le oí llamarme, pero no estaba de humor para enfrentarle de nuevo, así que me fui tan rápido como pude, atravesando la universidad para volver a asa. Una parte de mí se moría de ganas por parar y mirar lo que Edward había dicho pero decidí esperar hasta llegar a mi apartamento. No necesitaba que me asaltaran y robaran el móvil, por no esperar unos minutos.

Nada más entrar en el apartamento, cerré la puerta con llave y cogí mi teléfono del bolsillo. Abrí la aplicación y me metí en la partida con Skeletor17. Había jugado con la palabra Toxic. Eso era raro. Primero phage y ahora toxic. ¿Tenía Edward Cullen alguna afición por los gérmenes? Tal vez junto a sus nutricionistas tenía un equipo de médicos. O tal vez estaba jugando con un tipo raro como ese tal Bill Murray que no podía tocar nada al ser maniático de la limpieza. Me reí ante la imagen de Edward usando guantes blancos y pequeñas bolsas para caminar. No, creo que la prensa hubiera capturado eso.

Abrí su mensaje, ansiosa por ver lo que había puesto.

Skeletor17: Peso una esbelta cantidad de 80kg y no estoy inmovilizado en la cama, muchas gracias. Hay que pesar al menos 200 kg para tener que llevarte en helicóptero. Pero estoy seguro de que si te doy un bocado para probarte ganaría un poco más de peso, pero estaría muy cerca de la gloria.

Oh, Edward, ganarías mucho más si me dieras un bocado. Pero no lo sabes.

Skeletor17: Tienes que saber que conozco a gente con nutricionistas y ninguno está glandularmente deficiente, ni siquiera yo. No se si esa palabra se aceptada en WWF pero me gusta y mantiene mi punto de vista.

¡Edward Cullen se inventa sus propias palabras, igual que yo! Entre el queso y la composición de palabras nuevas... Tal vez deberíamos tener un reality show en el cual comeremos queso e inventaremos nuevas palabras. O follamos como conejos. Este último me gustaba más.

Skeletor17: Eres tu la que ama el queso, lo amas tanto que te llamas a ti misma como un tipo de queso, así que tal vez debería enviar helicópteros para ti. ¿Donde los debo enviar? Por supuesto si fuera el He-Man original te podría levantar yo mismo, aunque Battle Cat me tendrá que ayudar si no dejas el queso. Tu turno, She-Ra.

Hice un baile ridículo por el salón. Me contestó y tenía un gran sentido del humor. Pero eso yo ya lo sabía de las revistas y de verlo en la tele. Me dejé caer en el sofá y me reí. Edward era impresionante, tal y como decía el falso Edward de Alice. Y quería saber donde vivía. Bueno, así se lo preguntaba yo a él también.

Bluebell22: ¿Tienes helicópteros en marcación rápida? Eso más los nutricionista y debes de ser multimillonario o algo así. ¿Eres Donald Trump? Porque si es así, me temo que voy a tener que poner fin a esta partida ahora mismo. Lo que tiene en la cabeza puede atravesar el teléfono y atacarme. No podemos permitirlo. ¡Yo también me invento palabras!

Bluebell22: Controlo mi consumo de queso, aunque sea difícil. Sin embargo, si me probaras, ganarías mucho más, aunque sólo en los lugares correctos.

Mierda, ¿era demasiado? Me gustaba, aunque eso implicara que su polla se agrande, especialmente si hacemos ese reality show. ¿Qué cojones? Lo mandé y seguí escribiendo.

Bluebell22: Puedes enviar tus helicópteros y tigres al estado de Washington, señor Trump, pero deja el pelo en New York o California, donde los nutricionistas estén reunidos en esos momentos. Si fuera una chica que apostara diría que en Cali. ¿Qué dices, Donald?

Eso estuvo impresionante. Espero que me confirme que es de California para tener otra prueba de que era Edward. Quienquiera que fuera, era ingenioso y divertido. No se podía pedir más.

Volví al juego y me reí cuando vi que Edward había dejado espacio para mí. Puse peeked con triple palabra y conseguí 83 puntos. Jugaba para ganar y, tal vez, ganaría algo mas con esta partida. Envié un mensaje rápido a Alice y a Rose para decirles que estaba en casa y apagué el móvil. La primera película de Steven Steele se estaba emitiendo en esos momentos en la televisión y pensé que era una buena forma de pasar la noche. Hard as Steele. Tal vez mucho más que eso.

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Peeked: palmada.

Toxic: tóxico.

Hard as Steele: Duro como Steele.

Donald Trump: promotor inmobiliario que presentó, narro y juzgó el reality show The apprendice.