Capítulo 8: Leech

Último capítulo del día

Me desperté muy temprano el domingo por la mañana, estaba ansiosa por ver si Skeletor me había respondido a los mensajes. Por desgracia, mi borrosa visión me mostró que no había jugado, así que bloqueé el teléfono y salí de la cama, tropezando hacia la cocina para tomar un café. Una taza de café y una ducha más tarde, me sentí más despierta.

Los domingos por la mañana eran bastante tranquilos, así que volví a mi habitación y encendí la televisión. ¿Por qué los dibujos de ahora son tan estúpidos? ¿Dónde quedaron Scooby Doo o He-Mans? No sabía que eran esos robots tan extraños que salían ahora en la tele. Fruncí el ceño y me dirigí a mis DVDs. Si no podía hablar esta mañana con Edward, por lo menos podría verle. Puse la primera película de Steele en el reproductor de DVD y me acomodé en mi cama. Debería estar trabajando en el trabajo sobre Chaucer, pero no estaba de humor.

Dios, Edward salía fenomenal en esta película. Su camiseta negra cubría su duro pecho y se notaba como estaban flexionados. Quería tocarlo. Sólo una vez. ¿Era mucho pedir? Había sido una persona decente en la vida. Quiero decir, no he ido a ayudar a un refugio de animales ni nada parecido, pero no era una mala persona.

Está bien, lo fui con Mike en el cine, pero no le había pegado por joderme la noche, ¿verdad? Y me merecía que me sucediera algo bueno después de todo lo que pasé por culpa de Tyler. Solo tocarle una vez y sería feliz. Tocarle mientras está desnudo. Y yo también. Sin embargo, un toque sería como un insulto hacia él, ¿no? Y yo no quería ofenderle, por lo que tal vez tocaría más, mucho más. Y entonces...

-Deja de masturbarte ya con Edward Cullen y vuelve a la vida real conmigo.- Rose se arrojó a mi cama y yo salí, asustada, de mi ensoñación. Joder, ¿me estaba tocando? Miré a ver y no, no lo estaba haciendo. Aunque había estado cerca.

-Vete a la mierda, pervertida, no me estaba masturbando. Yo no soy como vosotras, no tengo motivos para masturbarme.

Se rió y se sentó a mi lado derecho, apoyando la espalda en la almohada. Llevaba pantalones cortos y una camiseta de los Sig Ep.

-Podrías hacer algo más que masturbarte, si quisieras. Oí que Mike Newton fue al cine ayer.- Sus ojos brillaban por la diversión.

Me quejé.

-No me lo recuerdes. Se sentó a mi lado y me invitó a salir, me dijo que no le podía decir que no y que pensara en ello, y luego ¡se quedó dormido! ¡Durante la película de Edward Cullen! Eso debería ser ilegal.

Rose resopló y cruzó sus largas y bronceadas piernas.

-Es idiota. ¿Sabía que llamó a Brandy para que le llevara a casa? Como le abandonaron sus amigos y vosotras, estaba solo.

Sentí una punzada de culpabilidad.

-¿Se arruinó vuestra noche?

Rose sacudió la cabeza, su cabello dorado caía sobre sus hombros.

-No. No fuimos a por él. Brandy hizo que un estudiante de primero fuera. Es lo bueno de ser el presidente de la fraternidad.

Eso no era tan malo, según parece. Tal vez debería sentirme como una zorra por haber abandonado a Mike, pero no le había invitado a que se quedara con nosotras, ¿verdad?

-¿Cómo estuvo tu cita?

Rose sonrió.

-Estuvo genial. Me llevó a Luc y luego fuimos a dar una vuelta.

-¿Y ahí fue donde os metisteis mano?- Pregunté riendo.

Me dio un codazo.

-No, en realidad, nos besamos un par de veces, pero fue más como una primera cita. Fue el perfecto caballero. Dijo que me quería tratar de la forma que me merecía desde el principio.

Levanté una ceja.

-¿Y eso te parece bien?

Rose se rió entre dientes.

-Por ahora. Estoy segura de que voy a salir de nuevo con él, pero espero que no me mime demasiado. Aunque siempre puedo ponerle una película de Edward Cullen para dormirle.- La miré y se empezó a reír a carcajadas.- Dios, ¡es tan fácil hacerte rabiar! Entonces, ¿Cómo es Romeo?

¿Es como Papá Pitufo? ¿Cómo se llama?

Suspiré y cogí el teléfono.

-Sabes perfectamente que es Skeletor17. Y es increíble. Puedes leerlo por ti misma.- La pasé el teléfono y ella esperó a que se abriera la aplicación para abrir la partida con Edward.

-¡Isabella Swan! ¡Esto es increíble! ¿Le has amenazado con esposarle e interrogarle? ¿Y te ha dicho que le gustaría? Has dejado salir a tu dominatrix interior, ¡me encanta!

Sentí que mis mejillas empezaban a arder, pero ninguna parte de mí dejaba de estar orgullosa por su reacción.

-Bueno, me pareció apropiado.

Rose se echó a reír.

-Estoy viendo un nuevo lado de ti, nena, y me encanta. Tenemos que sacar ese lado más a menudo, ¿o solo un misterioso hombre puede hacerlo?

Me encogí de hombros.

-Él es diferente. Es fácil hablar con él. Supongo que nunca me juzgará.

Rose sacudió la cabeza con vehemencia.

-No hay hombre en su sano juicio que te juzgaría por dejar salir ese lado a jugar un rato, Bella. Eres divertida, inteligente, alegre y caliente, tal y como muestran esos mensajes. Si este tío no está loco por ti, pronto lo estará. Joder, me cambiaría de equipo si te pusieras tipo bibliotecaria.

Era una locura, ¡una locura!, pero era impresionante.

-Yo no me cambiaría de equipo,- dije con una sonrisa.

-No sé, estaríamos muy calientes, Bella.- Puso una mano en mi pierna y se rió cuando la aparté de un golpe.- Me puedo imaginar las excusas que te daría Mike Newton.

Rodé los ojos.

-Pensaría que es mu caliente y seguramente, nos pediría que le dejáramos mirar.

-Cierto, muy cierto. Sería muy difícil disuadirlo. Tiene que estar demasiado loco por ti, si fue a ver una película de chicas en una no-cita. Imagínate lo que haría si salieras con él. Te apuesto a que se pondría tu ropa interior.

-¡Ew! ¡Rose! No me quiero imaginar a Mike con mi ropa interior.

Arrugó la cara.

-Ni yo. Olvida que lo he dicho.

-¿Olvidarlo? Seguramente que tendré pesadillas esta noche.

-No, no lo harás.- Me sonrió con confianza.

La miré boquiabierta.

-¿Cómo sabes lo que voy o no voy a soñar?

-Fácil. Te llevaré a ver esta noche Wild at Heart para compensarte por no haber ido anoche. Si alguien puede quitar de la cabeza esa imagen, es Edward Cullen.

Eso era cierto.

-¿De verdad quieres ir esta noche?

-Por supuesto. Sólo tú y yo. Alice tiene un compromiso con su grupo de estudio esta noche, si no, la mentiremos sobre donde vamos. ¿Cómo se portó anoche?

Sonreí.

-No estuvo mal, pero me senté lo más lejos que pude de ella. Aunque Dios me castigó con Newton al lado, aunque no sé que hubiera sido peor. Me hizo leer sus mensajes con Edward... Uh.

-Es un chaval.- Rose dijo.

-Si, quiero decir, ¿cómo no lo ha notado ya? No hay forma de que sea un hombre de 25 años, al menos no uno con cerebro.

-Sabes cómo es Ali. Sólo ve lo que quiere ver. Traté de decírselo, pero se cabreó. Ya se dará cuenta, con el tiempo.

-Eso o será arrestada por corrupción a un menor.- Añadí.

-Llamando al Jefe Swan, llamando al Jefe Swan.- Rose se echó a reír.- Tal vez la podríamos sacar, aunque podría pasar por una persona con menos edad.

Solté un bufido.

-Vale la pena un tiro. Mientras no seamos cómplices, estoy bien.

-Bueno, sabemos que no está jugando con Edward, ya que parece ser que lo estás haciendo tú.- Rose me estudió detenidamente.- ¿Crees que te dirá su nombre?

Me encogí de hombros y tiré de mi edredón.

-No lo sé. Quiero decir, no tendría ninguna razón para no hacerlo, la verdad. No es que no hubiera más Edwards en el mundo. Pero tal vez tiene miedo a que se a una acosadora psicópata y no quiera que sepa quién es.

-Bueno, ya se verá con el tiempo. Sea quién sea, me gusta-, dijo Rose, acariciándome la mano.- Es bueno para ti y te hace feliz. Incluso si no es Edward Cullen, es alguien digno de conocer.

Eso era verdad. No estaba segura por haberle preguntado el nombre. ¿Y si no era Edward Cullen? ¿Dejaría de hablar con él? ¿Dejaría de ser sexy, inteligente y divertido si su nombre fuera Myron? Bueno, si, si su nombre fuera Myron automáticamente no es sexy, es una norma. ¿Pero y si se llamaba Josh? ¿O David? ¿Importaba?

-¿Eso crees?- Pregunté en voz baja.

Rose me apretó la mano.

-Lo sé. Lo veo en tu mirada cada vez que hablas de él. Y te diré algo, Bella.

-¿Qué?- La miré con nerviosismo.

-Nunca estabas así cuando hablabas de Tyler. Tus ojos brillan cuando hablas de este tipo. Necesitas saber su nombre, su número y luego tener su cuerpo.

Me eché a reír.

-Hay dos estados de distancia, Rose. Dudo mucho que nos unamos a ti y a Brandy el próximo fin de semana.

Negó con la cabeza.

-Uno nunca sabe. Si es Edward, tiene dinero. Podría venir volando para cenar.

Solté un bufido.

-Estoy segura de que no podría hacer hueco entre las películas y las entrevistas?

-¿Con mensajes como estos?- Hizo un gesto hacia el teléfono.- No tengo ni la menor duda de que lo haría.

Me sonrojé y cogí el teléfono.

-Es fácil soltarse con él.

-Eso ya lo veo. Me ha encantado que le dijeras que puede ser él mismo contigo. Nunca había pensado lo difícil que debe de ser para un famoso. No es como normalmente se piensa, con chicas calientes por todas partes, ¿eh?

La imagen de Edward con chicas sexys me enfermaba, pero asentí con la cabeza.

-Uno siempre tiene que estar privado, supongo. Lo odiaría.

Rose se echó a reír.

-Yo fallaría en eso.

Sonreí ante la idea de Rosalie Hale, estrella de cine.

-Hablarías sobre lo mal que besa tu co-estrella. Y lo zorra que eres en la película.

Rose adoptó una pose con la mano sobre la frente.

-Sería una estrella épica. Dile a Movie Boy que me dé un papel. Hollywood no sabe lo que se pierde.

Reí y le dí un golpe con el pie.

-Serías de lo más refrescante, eso es seguro.

Sonrió y bajó de la cama.

-Ya lo sabes. Tengo que estudiar un rato para mi examen de anatomía. Película a las siete, ¿vale?- Asentí con la cabeza y sonrió.- Está bien, ya puedes reanudar lo que estabas haciendo cuando llegué. Fingiré que lo que vibra es el cepillo de diente.

Tiré mi almohada mientras ella se reía y se escabullía de mi habitación. Pervertida. No iba a jugar, al menos ahora no. Tal vez más tarde, después de ver a Edward con sombrero otra vez. Eso, junto a sus palabras, serían lo mejor de la noche, después de todo.

.

Me pasé al tarde haciendo el trabajo sobre Chaucer. Alice asomó la cabeza para decir hola y adiós cuando se fue con su grupo de estudio, por lo que Rose y yo no tuvimos que mentir acerca de nuestros planes. Me di una ducha y me vestí, y luego me senté en el sofá a esperar a Rose. Podía oír la ducha, por lo que, al menos, ya se estaba preparando.

Abrí la aplicación de WWF por décima vez esta tarde. Bueno, quizá fuera un poco obsesivo, pero me moría de ganas por saber si había respondido a mi pregunta. Esta vez, por fin, había jugado. Rápidamente abrí la partida y encontré que había jugado Mean en mi Berry. ¿Me lo ponía por haber puesto Queer en mi jugada anterior? Esperaba que no me tomara por una homófoba. Eso sería terrible. Rápidamente leí sus mensajes.

Skeleton17: Bueno, hola, Bella. Es un gusto conocerte oficialmente.

¿Por qué me latía tan fuerte el corazón cuando solamente había escrito mi nombre? Eso era ridículo. ¿Cómo sería si me lo dijera en voz alta? Probablemente tendría un ataque al corazón y me muriera, lo que sería todo terrible.

Skeleton17: Creo que es algo bueno que conozca el nombre de la mujer con quien estoy jugando. Nunca fui de engancharme con alguien sin saber su nombre, especialmente no con hermosas morenas de ojos marrones que me permiten vivir la fantasía de la bibliotecaria. No voy a mentir, para eso tuvo que intervenir la loción. Tú sí vas a los lugares correctos, Cheese Girl.

Oh, Dios mío, se había tocado pensando en mi imagen. Bueno, en teoría, en la imagen que se había creado de mí. Eso era jodidamente sexy.

Skeleton17: Y no solo me tiraste lo de la bibliotecaria, ¿pero también lo de las esposas? ¿Quieres causarme dolor físico? ¿Qué harás para ayudarme a aliviarlo? Nada más que provocarme más, supongo. Qué bueno que lo ame.

Yo también lo amo. Y te quiero. Al menos como podía. Dios, eres increíble.

Skeleton17: Me puedes interrogar cuando quieras y prometo decirte la verdad. No tendrás que torturarme, aunque, si tu quieres, estaría más que dispuesto a soportarlo, mientras sea una dulce y sexy tortura. S&M es una buena canción pero no me va ese estilo de vida.

Me reí. No te preocupes, Edward. Mi lado dominatrix es muy manso, eso te lo aseguro.

Skeleton17: Eres muy talentosa con tus palabras, en el juego y fuera de el. Es muy extraño que una chica me afecte de la manera que tú lo haces, y de verdad espero que seas una mujer y no un tipo jugando conmigo, pero voy a confiar que eres exactamente quien dices ser, mi Bella.

¿Su Bella? Si, por supuesto. Esa soy yo. Yo soy ella. Puedes detenerme.

Skeleton17: Gracias por dejarme ser yo. Y si voy a ser yo, supongo que deberías saber quién soy yo, ¿huh? Justo es justo. Mi nombre es Edward. Tu turno, Bella. Ya te mostré lo mío, ¿Qué me mostrarás ahora?

¡Joder! ¡Mierda! ¡Santo cielo! ¡Era Edward! Quiero decir, probablemente había más de un Edward en el mundo, ¿pero un Edward que se ajustara a todas las características de Edward Cullen y que se pusiera el nombre pensando en su personaje de dibujos favorito y en su número favorito? ¿Cuáles eras las probabilidades? Dejé escapar un pequeño grito y Rose apareció por la puerta.

-¿Qué coño te pasa?- Dijo saliendo del baño con sólo una toalla que parecía que se la iba a caer en cualquier momento, para ver quién me había hecho gritar.

-No, no hay... Oh, Dios mío, ¡lee esto!- Empujé mi teléfono hacia ella.

Lo cogió y dejó escapar un grito cuando terminó de leer.

-¡Es él! ¡Tiene que serlo! ¡Mierda, Bella, lo conseguiste! ¡Estás hablando con Edward Cullen!

Empezó a dar saltos.

-Rose, en estos momentos te pareces a Alice, además, si no tienes cuidado, vamos a probar mi lesbianismo de un momento a otro.

Sonrió y aseguró su toalla.

-Podría hacerte olvidar a Edward Cullen.

Negué con la cabeza y cogí mi teléfono.

-No, no creo que sea posible.

-¡Cierto! ¿Qué le vas a decir?

Me eché a reír.

-No lo sé. ¿Encantada de conocerte a ti también, Edward? No puedo llegar y decir, hey, eres Edward Cullen, ¿verdad?

-Bueno, puedes, pero vas a tener que ser más sutil. Dile que vas a ir a ver Wild at Heart esta noche. Y así sabes lo que te dirá sobre ello. Seguramente que le encante que vallas a ver su película, pensando que estas hablando con un Edward aleatorio que no es él.

Eso era buena idea.

-Bueno, ves a prepararte. No puedo hablar con él mientras me estás mirando.

Se echó a reír y sacudió la cabeza.

-Eso no tiene sentido, pero lo que sea. No quiero joder la magia de tus mensajes. Aunque me lo vayas a enseñar ahora en un momento.

-No lo dudes.- La despedí con la mano y me senté en el sofá. Estaba temblando. Increíble. Era Edward. Probablemente el Edward. Esto era increíble.

Vale, allá vamos.

BluBell22: Bueno, es lindo tener un nombre para escribir, especialmente si estoy causando que el pequeño Edward se levante y preste atención. Encantada de conocerte, Edward. ¿Tienes alguna marca preferida de loción? Estaría más que feliz de comprarte un bote. Es lo menos que podría hacer.

Si, le acababa de ofrecer mi ayuda para masturbarse. El hombre tenía problemas.

BluBell22: Nunca fui una de esas que se hiciera feliz a sí misma y la única vez que lo hice, bueno, digamos que indudablemente el no-tan-pequeño Edward se estaría riendo de ese momento. Mmm, ¿estuve mal en compartir eso contigo? No se siente mal, pero tú dime.

No quería hablar sobre sus romances, pero de nuevo, quería oir que no estuviera con nadie en este momento. Lo cual era ridículo, porque estaba en California y yo estaba en Washington y él era Edward Cullen y yo Bella Swan y seguramente que no pasara nada entre nosotros. Pero no quería que saliera con nadie. Era irracional, lo sé, pero era así.

BluBell22: No voy a mentir, disfruto provocándote y sé que lo disfrutas también. Pero nunca querría causarte dolor físico. ¿Cómo podría ayudarte a aliviarlo? Te ofrezco ayudarte después de clases para levantarte las notas, ¿u otras cosas quizás?

BluBell22: Supongo que si no te gusta S&M no puedo blandirte mi dura vara a ti. ¿Qué tal si tú me blandes la tuya?

No puedo creerme que acabara de decir eso. Pero quería verlo, en serio. Y tocarlo. Y lamerlo. Y montarlo tal y como él cabalgaba ese caballo en su nueva película. Suspiré.

BluBell22: Mantendré mi tortura dulce y sexy. Te prometo que no tendrás de que quejarte.

BluBell22:Te aseguro, Edward, que soy una chica. Te enviaría una foto si pudiera. Tal vez algún día cuando nos conozcamos mejor podríamos intercambiar e-mails o algo. No que eso probara algo, supongo, ya que podría enviarte una foto de cualquier chica, pero te prometí que podrías ser real conmigo y yo seré real contigo. La verdadera yo es un poco más tímida que esta yo, pero te digo cosas que raramente le diría a alguien más. Así que supongo que soy más libre contigo que con nadie más. Eso nos hace iguales, ¿verdad?

BluBell22: Me voy a ver otro Edward en la gran pantalla esta noche, pero estaré pensando en ti cuando lo vea. ¿En qué estás pensando ahora? Hablamos mañana, espero.

Jugué la palabra Leech en la palabra Chug. Tenía una ventaja de 50 puntos. Ya veré cual será su siguiente paso.

Rose salió de su habitación y extendió su mano hacia mí. Le dí mi teléfono y ella leyó mis respuestas con una sonrisa.

-Muy bien, Bella. Vas a tener sexo con una estrella de cine en poco tiempo. Vamos a ver con quién te estás metiendo.- Dios, eso esperaba. Deslicé mi móvil en mi bolsillo. Tal vez me gustaría ver que me decía Edward mientras le veía en la película. Era algo surrealista, pero había funcionado.

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Leech: sanguijuela.

Mean: significado.

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Chicas aquí tres nuevos capítulo. ¿Qué os ha parecido?

Os tengo que avisar de que en WWF subiré 3 capítulos cada miércoles para ir a la par con WWS. Así que cada miércoles tenéis una cita conmigo, si queréis claro jaja.

Me alegra la bienvenida que ha tenido el fic en LNM, gracias a las que habéis votado y dejado vuestro comentario, significa mucho para mí. A las que no lo habéis hecho aún, os pido que lo hagáis si os está gustando la historia o tenéis alguna queja o cualquier cosa, estaría muy agradecida si fuera así.

Por último os invito a pasaros por Primero y Diez (+18), el link os lo he dejado arriba por si os queréis pasar :)

Un beso a tod@s. Espero vuestros comentarios y votitos.