La lluvia caía  torrencial como de costumbre en aquel apartado lugar .Helen se sentía tan sola en ese sitio, por más intentos que Edward hacía para que ella se sintiera cómoda no lo lograba, sentía que no encajaba, Carlisle  intento hablar con ella  pero  estaba renuente , al verlo no podía creer que su amigo alguna vez fue un asesino despiadado, no podía creer que el destino  fuera tan jodido .

Sentía muy adentro que algo estaba a punto de cambiar , algo que sería para bien o mal.

Al volver de la cocina con una taza de café caliente , entro a su habitación y  diviso una nota sobre su cama . sonrió la pobre ingenua al leerla , era de Lucil , o al menos eso creía , su emoción fue tal que no se detuvo a examinar esa letra  perfectamente delineada y sin error alguno.

El plan de Lucil y Damon era simple .Lucil se encargaría de que Helen  fuera al bosque  y el resto del trabajo tendría que hacerlo el demonio, y así fue.

Helen  salió disparada por la ventana , con la esperanza de hacer entender a Lucil que Carlisle había cambiado , por fin podría  dialogar con su amiga  , Lucil se lo estaba pidiendo , era ella quien pedía charlar para llegar a un acuerdo

Los truenos cesaron cuando Helen se  adentró en el helado bosque , la lluvia  caía con menos intensidad y la noche era extraña , se notaba  al respirarla , al sentirla , el bosque  por un momento pareció encantado , enrarecido por algo misterioso , por algo enigmático que Helen  sintió al adentrarse más y más .Sus sentidos se lo advertía .”algo no anda bien” y razono   , por un minuto se detuvo  y como si su mente se iluminara de golpe  dijo “ es una trampa”

Era obvio , tantos años de amistad con Lucil no fueron en vano , la cazadora era terca como mula y cuando se le metía algo en la cabeza nadie se lo quitaba , jamás daba el primer paso para  pedir disculpas , era demasiado orgullosa como para dar su brazo a torcer , así era Lucil  , y Helen sabia eso.

Y sintió el olor al pecado , el olor  que despide ese ser que a ella le provoca escosor en sus partes más íntimas, era un aroma dulce , amaderado y a  su vez picante. Helen se relamió , con solo aspirar su perfume ella ya se había condenado.

-Damon-dijo en un susurro y giro lentamente sobre sus pies.

Efectivamente el demonio estaba unos metros más adelante observándola , como si él fuera un puma y ella su  presa.

-debí imagina que esto era una trampa-su corazón se encogió de tristeza al afirmar semejante traicion de parte de su amiga.

Damon camino lento sin quitarle los ojos de encima  hasta quedar frente a frente.

Su aroma a hembra lo torturaba , ella era tan hermosa ante sus ojos que Damon olvido a todas las mujeres con las que se había acostado, Helen sin tocarlo ya había hecho hervir sus sangre de deseo. la quería para él solamente , ella seria suya .

Damon no era solo el demonio más bello de todos sino que también uno de los más crueles y favoritos de  Luz bel, no era  el diablo pero si podía ocupar ese lugar dignamente . por primera vez en milenios se sintió vulnerable , esa cazadora podía destruirlo si así quisiera , él la amaba de una manera demencial que nadie ni el mismo Luz Bell pudo comprender.

Las gotas de lluvia resbalaban por el cabello mojado de ambos , sus ropas estaban empapadas  y no solo de agua sino de  deseo .Helen busco su cordura  por unos momentos , pero todo se fue a la mierda , su cordura , su lucidez , su coherencia cuando Damon acaricio su  blanco rostro.

Damon –dijo casi sin voz-sabes que esto no…

-shhhh-el demonio sello sus labios  con un dedo-no digas nada Helen , ahora somos tu y yo , el resto del mundo no existe , dime mi amor  … niégame que sientes lo mismo que yo.-Damon sabía que Helen aún se resistía a él por el maldito recuerdo de Sam-olvida el pasado mi amor, olvida lo que nos separa por una vez y dime  que es lo que sientes, que es lo que quieres de mí.

Sumisos absolutamente estaba el cruel demonio esperando la sentencia de su amada, mojado hasta los pies  con el cuerpo caliente , la noche era más oscura que de costumbre y  solo sus ojos destellaban en aquella oscuridad.

Helen acuno la mano del demonio entre las suyas , olvido porque  debía alejarse de él, el contrato, los cazadores y toda esa mierda le pareció algo mínimo , sin importancia. Su  lado primitivo  la domino y sin mas dijo

-Hazme tuya Damon.-esas tres simple palabras desataría un gran sufrimientos no solo para Helen sino para  los que estaba cerca suyo.

Lucil tarareaba una canción en la cocina , Gabriel la veía contenta  pero no era tonto sabía que esa mujer tramaba algo.

-que haces amor?-la abrazo  y deposito un pequeño beso en su cuello.

Ella se giró y le sonrió, estaba feliz por algo pero Gabriel sintió su piel erizarse , algo malo  sucedería , su risa era maléfica.

-que hiciste?-Lucil apago  su sonrisa y supo que a Gabriel no podía ocultarle nada, ellos dos eran uno solo.