Te quiero y lo siento, pero no me arrepiento

Autor: AinaCullen13
Género: Romance
Fecha Creación: 29/05/2012
Fecha Actualización: 27/03/2013
Finalizado: SI
Votos: 21
Comentarios: 77
Visitas: 58843
Capítulos: 28

Isabella Swan o Bella, como solían llamarla; Una chica sencilla de ultimo curso, dispuesta graduarse y a vivir su vida. 

Edward; un chico guapo, popular y adinerado, con una sola meta: conquistar a Isabella.

Ambos solo tenían algo en comun un accidente en su pasado, que en su momento había estropeado lo más importante que habían tenido.

Alcohol + Juego + Apuestas = la receta que aparentemenete arruinará la vida de Isabella Swan y le dará al pasado el pase para exigir las respuestas que en ese tiempo no se habían dado.

 


 

Hola chicas, este es mi primer fic, por eso les pido que no sean muy duras. Me he esforçado mucho y lo he hecho con mucho cariño para ustedes lindas. Espero que les guste.

Besos, desde España de vuestra amiga Aina :)

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Capítulo 25: Mi novia

Bella:

-¡Bella!- chilló toda emocionada.

Yo todavía seguía en shock. Esa mañana me había despertado con toda intención de tomar un tazón de cereales y pasar el día relajada viendo la televisión. Había sonado el timbre, yo había abierto y de repente había tenido a un duendecillo colgado del cuello.

Se me cristalizaron los ojos. Había pasado un año entero sin ver a mi duendecita favorita. Le correspondí al abrazo.

-Alice…-susurré.

-Wow…estas…estas….cambiada- dijo al separarnos. Me cogió la mano e hizo que girara, para verme mejor.

-¿Para mejor o para peor?- pregunté medio en broma.

-Para mejor, desde luego- la hice pasar.

-¿Quieres tomar algo?- pregunté.

-No, gracias-nos sentamos en el sofá.

-Bueno… ¿Qué hay de tu vida?- pregunté.

-Bien, con Jazz estamos genial y estoy segura que pronto me pedirá que me case con él. Estoy estudiando diseño de modas en Seattle, con Edward- la sola mención de su nombre hizo que mi corazón diera un vuelco. Creo que Alice había hecho eso a propósito, porque se quedó mirándome como esperando mi reacción.

Decidí cambiar de tema por la paz.

-Siempre fue tu sueño- afirmé.

En su cara se denotó la resignación.

-Si, siempre quise esto, aunque es un poco difícil, me las apaño bien. ¿Y tu?- preguntó.

Enseguida capté el doble sentido de sus palabras, no iba a caer en su juego.

-Bueno, el mundo de la televisión es duro, pero está bien- le sonreí.

Volví a ver desilusión en sus ojos.

Seguimos hablando de temas banales y de lo que habíamos hecho este último año, hasta que a Alice se le ocurrió la brillante idea de abordar el tema “pascua”.

Alice:

Era obvio que entre ellos algo andaba mal, sino mi hermano no hubiera cambiado tanto. Estaba intentando por todos los medios que ella me hablara de Edward y ver sus reacciones, pero no había manera. Creo que había captado mis intenciones y estaba a la defensiva, aunque por lo mismo estaba segura de que mis sospechas no eran infundadas.

Así que recurrí al último recurso que me quedó, para descubrir que demonios pasaba.

-¿Qué vais a hacer en pascua?- pregunté inocentemente.

-Bueno, una comida en familia- se encogió de hombros.

-¡Perfecto!- chillé haciendo que se sobresaltase- haremos una comida todos juntos.

-¿Quienes son “todos”?- preguntó otra vez alarmada.

-Todos son nuestros padres, tu, Edward, Jazz, Rose, sus padres y yo- dije enumerando.

Se atragantó en cuanto dije Edward.

-¿No lo dirás enserio, verdad?- preguntó perpleja.

-Claro que si. Haremos una comida como en los viejos tiempos- sonreí.

Vi una chispa de melancolía en sus ojos.

Decidí que ya era hora de irme, tenía que decirles a los demás lo de la comida y luego empezar a organizarla. Solo quedaba una semana para pascua.

Edward:

-¡¿Qué?!- esa fue mi primera reacción, al ser informado de los planes de mi hermana.

-Pues eso…una comida familiar ¿Qué os parece?- se giró a nuestros padres.

-A mi perfecto cariño- sonrió mamá.

-¡Mamá!- me quejé.

-¿Qué?- me miró confundida- ¿No quieres compartir una comida con tus suegros?- dijo en broma.

Bufé y rodé los ojos.

-¿Papi?- preguntó Alice.

-Por mi vale.

Volví a bufar. ¿Acaso todos se habían aliado contra mí? No estaba preparado para verla de nuevo.

Me levanté y me fui a mi cuarto a paso acelerado. Todos se quedaron viéndome extrañados, excepto Alice. Estaba empezando a pensar que la duende sabía más de lo que creía.

Cerré la puerta de un portazo.

Me sentía imponente.

Me tumbé bocarriba en mi cama.

¿Cómo iba a hacer para ver lo feliz que estaba sin mí, sin desmoronarme? La sola idea de tenerla cerca, me ponía ansioso y me daba miedo a la vez.

Y además…

Y si venía con Ian.

Estaba seguro que eso si que no lo podría soportar ni para tras.

De repente una idea fugaz cruzó mi mente.

¿Y si yo también llevara acompañante?

Desde luego me sería mucho más fácil soportarlo de esa manera.

Solo había una persona que estaría dispuesta a ayudarme sin pedir nada a cambio. Cogí mi móvil de la mesita de noche y marqué el número de Jessica.

______________

Sonó el timbre.

-Voy yo- anunció Alice.

Había llegado el día de pascua. Dado a los caprichos de Alice y su facilidad por convencer a todo el mundo, íbamos a tener la dichosa comida. Teníamos todo listo y estábamos esperando a que llegaran nuestros invitados.

-Hola Rose ¡Amor!- esos grititos de Alice significaban que los Hale habían llegado- pasad.

Y efectivamente Rose, Jasper, Diana y Marco entraron en el salón segundos después de los gritos de Alice.

-Hola Edward- saludó Rosalie con un beso en mi mejilla.

-Ed- Jasper me estrechó la mano.

-Bueno sentaos, que ahora llegaran Charlie y Reneé- dijo mi madre amablemente.

 Tomaron asiento en el salón y empezaron a conversar animadamente. Mis padres, Diana y Marco del clima y Alice y Rose de sus vestidos. Jasper se sentó a mi lado, mirándome en silencio.

El timbre volvió a sonar.

Un nudo se hizo en mi estomago.

-Voy yo- volvió a anunciar Alice- ¡Bells, estás hermosa! ¡Y no te he ayudado!

Mi pulso se aceleró y empecé a sudar frío.

Como una visión entró al salón. Llevaba un precioso vestido marrón que se adhería perfectamente a su hermosa figura, unos tacones negros que estilizaban sus piernas y un bolso a juego. Su pelo estaba recogido en una trenza de lado, dejando sueltos algunos mechones que caían suavemente a los costados. 

Estaba hermosa.

Lo único que estropeaba eso, era el pelele que llevaba colgado del brazo. Exactamente como supuse Ian, fiel a joderme la vida, venía con ella.

Y mi compañera aún no llegaba.

Nos sentamos a comer. En la mesa había una animada conversación, de la que no éramos participes ni ella ni yo. Bella comía en silencio y yo me dedicaba a mirar mi reloj cada cinco minutos, esperando que llegara pronto.

El sonido del timbre hizo que todo el mundo guardara silencio y que yo me levantara de la silla como si quemara.

Alice abrió la boca para volver a decir que iba ella, pero la corte.

-Voy yo- diciendo esto, y dejándolos a todos perplejos, me dirigí al recibidor.

Oí murmullos curiosos, pero no presté atención.

Cuando abrí la puerta mi mandíbula cayó al suelo. No fue porque estuviera guapa, al contrario. Vestía, sin exagerar, como una verdadera puta. El vestido a penas le tapaba los muslos.

-Hola Eddy ¿Qué tal?- me dio un beso en la comisura de los labios, que me sabio a vómito, pero me tuve que aguantar.

-Pasa- dije secamente.

Efectivamente en cuanto entró al comedor, se hizo un silencio de tal magnitud, que se hubiera oído una aguja caer al suelo. No sé si fue por lo que llevaba, por su presencia o por su presencia en esas pintas, pero todos me miraban expectantes ante una explicación.

-Familia…os presento a Jessica, mi…- en un principio pensé en presentarla como una amiga mía, pero al ver como Ian rodeaba con su brazo los hombros de Bella, cambié de opinión- novia.

Los ojos de mis padres, los de Bella y Alice casi se salen de sus orbitas brillando en confusión.

En cambio Bella clavó los suyos en los míos. En ellos vi dolor. Aunque ¿Dolor de qué? Si ella estaba con Ian.

Nos sentamos en la mesa para seguir con la comida, aunque de ese momento en adelante todo fue muy incomodo.

Mis padres a cada rato me miraban desaprobatoriamente. Los de Bella me miraban mal, no sabría decir el sentimiento concreto. Alice como si quisiera asesinarme. Jasper como si estuviera loco y Rose miraba con desprecio y asco a Jessica. Esta a su vez no paraba de coquetear conmigo, como si de verdad fuéramos pareja, pero exagerado. Me daba comida con su tenedor, que yo aceptaba resignado, me besaba en los labios, intentaba tocar mi entrepierna y que yo le tocara a ella.

De repente Bella se levantó de golpe.

Carraspeó.

-Permiso, no me siento muy bien, voy a tomar un poco el aire- dicho esto intentó rodear la mesa e irse, pero Ian la cogió de la muleca.

-¿Te acompaño?- preguntó.

-No…tranquilo, ahora vuelvo- aseguró y el sintió.

Apresuradamente cruzó la puerta.

No me pude resistir a la curiosidad y con la excusa de ir a ponerme más comida, salí por la puerta trasera de la cocina y la seguí.

Vestido de Bella

Vestido de Jessica


Hola chicas, espero que les haya gustado. Bueno solo falta el capi que viene para la reconciliación. Comenten, voten y si les gusta este fic recomiendenlo.Wink

Capítulo 24: ¿A que no sabes qué? Capítulo 26: Aquí empezó, aquí lo voy a terminar

 
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