Te quiero y lo siento, pero no me arrepiento

Autor: AinaCullen13
Género: Romance
Fecha Creación: 29/05/2012
Fecha Actualización: 27/03/2013
Finalizado: SI
Votos: 21
Comentarios: 77
Visitas: 58841
Capítulos: 28

Isabella Swan o Bella, como solían llamarla; Una chica sencilla de ultimo curso, dispuesta graduarse y a vivir su vida. 

Edward; un chico guapo, popular y adinerado, con una sola meta: conquistar a Isabella.

Ambos solo tenían algo en comun un accidente en su pasado, que en su momento había estropeado lo más importante que habían tenido.

Alcohol + Juego + Apuestas = la receta que aparentemenete arruinará la vida de Isabella Swan y le dará al pasado el pase para exigir las respuestas que en ese tiempo no se habían dado.

 


 

Hola chicas, este es mi primer fic, por eso les pido que no sean muy duras. Me he esforçado mucho y lo he hecho con mucho cariño para ustedes lindas. Espero que les guste.

Besos, desde España de vuestra amiga Aina :)

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Capítulo 13: ¡Bendita cremallera!

Bella:

Señora Cullen. A partir de ahora así me llamaba. Se me hacia raro. Por más que lo repetía internamente no me acostumbraba.

Íbamos de camino a nuestra luna de miel.

¿Cómo me sentía? Nerviosa, ansiosa, feliz, asustada…y casi todas por la misma razón. Lo que se suponía que íbamos a hacer esta noche.

-Llegamos- anunció Edward.

Había sido un recorrido muy largo que habíamos hecho entre avión, taxi y por ultimo un barco.

Lo aparcó en el muelle, se bajó y me ayudó a mí a hacer lo mismo.

-¿Dónde estamos, Edward?- pregunté con curiosidad. La verdad era una isla preciosa.

-En Isla Esme, se la compró Carlisle como regalo de bodas- me explicó.

-Es…muy bonita, hermosa- comenté.

Se giró y me sonrió.

Empezó a caminar y le seguí. Menos mal que me he quitado el cacho vestido pensé.

Cuando nos adentramos un poco dentro de la Isla vislumbre una casa, por no decir mansión. No la había podido ver antes porque estaba rodeada de vegetación y árboles.

Nos acercamos hasta estar en el enorme porche. Dejó las maletas en el suelo y rebuscó en sus bolsillos. Sacó una pequeña llave plateada y la metió en la cerradura, un par de vueltas y la puerta se abrió.

Me quedé fascinada solo por el recibidor. Era elegante, pero sin pasar a ser ostentoso, se notaba que la había decorado Esme.

Cuando estaba a punto de entrar, me sorprendió cargándome al estilo novia.

-¡Eh! ¿Qué haces?- chillé.

-Bueno…puede que este matrimonio, hasta ahora no ha sido muy convencional, pero de todos modos pienso hacerlo lo más real posible- me regaló una sonrisa y se adentró a la casa conmigo.

Ojala lo fuera pensé.

Si por fuera me había gustado, ahora me encontraba en un palacio. Todo era absolutamente perfecto y creaba un ambiente romántico.

Me dejó delicadamente en el suelo.

-Voy a buscar las maletas, si quieres puedes dar un paseo- me dijo saliendo otra vez.

Le hice caso y empecé a curiosear.

A parte del súper salón, tenía una cocina/comedor, un baño con jacuzzi, una terraza exterior, que te daba la sensación de que estabas en la playa pero cómodamente sentado en un banquito, y…nuestra habitación. Era sencilla, consistía en una enorme cama blanca con dos mesitas de noche, una a cada lado, un armario empotrado gigante y un ventanal enorme, que también era una puerta para salir a la playa.

Se me encendían las mejillas con solo pensar para qué fin estaba esa cama.

-¿Te gusta?

Me sobresalté al oír la voz de Edward.

-Si, se nota que lo ha hecho Esme, tiene su sello- nos reímos.

-Ya…esto es lo suyo- se hizo un silencio incomodo por un par de minutos mientras yo seguía admirando la habitación- ¿Quieres tomar algo?- preguntó amablemente para romper la tensión del momento.

-Ehhh…si, si hay, agua por favor.

Salió de la habitación dejándome sola otra vez. En un par de minutos estuvo de vuelta.

-Toma- me tendió un vaso de agua.

-Gracias- me la bebí a sorbitos mientras el me observaba- ¿Dónde me cambio?- pregunté. Me miró extrañado- para dormir, ¿Dónde me pongo el pijama?- aclaré.

-Ah…pues, donde prefieras ¿Quieres el baño o la habitación?

-El baño, si no te importa.

-No, tranquila, no me importa.

-De acuerdo.

Me metí en el lujoso baño a quitarme el vestido. Era ajustado, de color ocre, con una cinta negra un poco más arriba de la cintura. ¿Mi problema? La cremallera que estaba detrás en la espalda y a la que no llegaba. De esto me di cuenta en cuanto estiré mi mano para bajar el zipper. Me estiré de todas las maneras humanamente posibles, pero no había manera. Ahora entendía porque estaba en la tienda de vestidos de novia, porque te lo tenía que quitar el novio.

Así que como no tenía otras opciones, resignada y sonrojada asomé la cabeza por la puerta entreabierta del baño.

Él estaba de espaldas, sin camisa, con el pantalón del pijama buscando algo en el armario.

-Edward- le llamé.

Enseguida se giró a verme.

-Podrías…esto….ayudarme con la cremallera, no llego- pedí.

Solo asintió.

Se acercó despacio a mí, mientras yo salía del baño.

En cuanto estuvo delante mio, me giré para darle acceso al zipper. Deslizó su dedo desde mi cuello hasta el comienzo de la cremallera, haciendo que temblase. Lo cogió y lo deslizó con suma lentitud. Cuando la cremallera estuvo bajada se acercó un poco más a mí, creando una proximidad reamente peligrosa y haciendo que sintiera el calor de su cuerpo. Llevó una de sus manos a mis caderas reduciendo el espacio existente entre nosotros a 0, dejándome sentir un bulto duro en mi trasero. Empezó a restregarse contra mí.

-Ed-w-ar-d- gemí.

-¿Si?- preguntó entrecortadamente.

Me giró en un rápido movimiento, haciendo uso de su mano en mi cadera, quedando los dos, cara a cara. Me volvió a estrechar contra si. Mis pezones estaban duros, y él lo notó cuando me apretó a su pecho.

-Puede que le ames a él- dijo, Si tu supieras pensé- pero, estoy seguro que él no te hace sentir así.

Se fue acercando lentamente a mis labios. Cuando estuvo a milímetros, volvió a hablar.

-Di no, si quieres que pare.

Obviamente no pensaba pararlo, quería ser suya. Sonrió ante mi silencio.

-Te amo- y me besó, sin darme si quiera tiempo para contestar.

Me fue bajando el vestido por los hombros, hasta que cayó al suelo. Me quedé en una muy sexy ropa interior de encaje color azul cielo. Fue entonces que recordé quien era la culpable de que llevara eso.

Flashback

-Levántese por favor Señora Cullen- escuchaba que alguien me llamaba, pero mis parpados estaban pegados, tenía mucho sueño- Bella…- y ahí seguía la molesta voz. Me cubrí la cara con una almohada para tratar de no escucharla- ¡Isabella Swan, como no muevas tu culo ahora mismo y salgas de la cama, te juro que te voy a llevar de compras cada día y voy a rayar tu camioneta!- al escuchar eso salté de la cama como si tuviera un resorte en el culo. Ante mis ojos se encontraba una Alice muy sonriente.

-¿No serías capaz, no?- pregunté aterrada

-Pruébame- dijo retándome- Te espero abajo en cinco minutos para desayunar- me dijo, para a continuación salir de mi habitación.

Alice se había quedado a dormir en mi casa para ayudarme a prepararme para la boda. Aunque sinceramente no había pensado que quisiera ayudar desde tan temprano.

De mala gana y bufando me tuve que levantar y bajar a desayunar.

_______________

Después de desayunar Alice y yo subimos a mi cuarto para que me “arreglara y preparara”, aunque yo no entendiera el significado de eso. ¿Tan mal estaba que hacia falta “arreglarme”?

-Bueno amiga, estoy segura que sabes de donde vienen los niños- comenzó a explicar y me sonrojé a más no poder- pero para que le guste mas a tu chico, puedes depilarte- dijo como explicándole algo a un niño de 5 años.

-Alice, me depilé las piernas ayer mismo- le dije como recordándole algo obvio, bufé.

-¿Quién te ha dicho que te depilaremos las piernas?- preguntó arqueando una ceja.

-¿Entonces el que?- pregunté confundida.

En sus finos labios se dibujó una sonrisa maliciosa.

Ay dios mio, ¿Qué habrá pensado este duende malvado ahora? Pensé.

_______________

Una hora más tarde sabía perfectamente a lo que se refería.

Estaba delante del espejo probadme mi “traje de luna de miel” totalmente depilada y con una Alice chillando barbaridades, como que a su hermano se le iba a caer la baba. Yo me limitaba a sonrojarme, bufar y rodar los ojos.

Fin de Flashback

Me miró de arriba abajo con una sonrisa torcida en sus labios. Torpemente le fui desabrochando los botones de la camisa, para luego deslizarla por sus hombros, dejando su pecho al descubierto. Le acaricié ganándome un delicioso gemido.

Esa noche entre besos, gemidos y caricias me amó por primera vez, corroborando un hecho ya real, yo era suya.


Lo siento chicas no puedo poner lemon porque mis padres pueden verlo y si lo ven me matan y os quedais sin saber que pasó con Bella y Edward. Asi que para evitar desastres de momento no pondre, aunque más adelante a lo mejor cuelgo los capitulos en los que hacen el amor modificados ;) les diria a mis padres que se ha a acabado la historia para que no lean.

Espero que la historia les esté gustando.

Como siempre les digo voten, comenten y sigan leyendo lindas.

Un enorme abrazo para todas mis lectoras :) =)

 

Capítulo 12: Si, acepto. Capítulo 14: Luna de sirope de chocolate

 
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