Te quiero y lo siento, pero no me arrepiento

Autor: AinaCullen13
Género: Romance
Fecha Creación: 29/05/2012
Fecha Actualización: 27/03/2013
Finalizado: SI
Votos: 21
Comentarios: 77
Visitas: 58828
Capítulos: 28

Isabella Swan o Bella, como solían llamarla; Una chica sencilla de ultimo curso, dispuesta graduarse y a vivir su vida. 

Edward; un chico guapo, popular y adinerado, con una sola meta: conquistar a Isabella.

Ambos solo tenían algo en comun un accidente en su pasado, que en su momento había estropeado lo más importante que habían tenido.

Alcohol + Juego + Apuestas = la receta que aparentemenete arruinará la vida de Isabella Swan y le dará al pasado el pase para exigir las respuestas que en ese tiempo no se habían dado.

 


 

Hola chicas, este es mi primer fic, por eso les pido que no sean muy duras. Me he esforçado mucho y lo he hecho con mucho cariño para ustedes lindas. Espero que les guste.

Besos, desde España de vuestra amiga Aina :)

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Capítulo 11: Pelear conmigo misma es inútil

Bella:

Los días fueron pasando rápidamente.

Edward y yo ya éramos “novios”.

Alice y Jasper habían empezado una relación también. Cuando Alice me contó como se habían hecho novios casi me derrito. Era tan bonito y romántico. Y yo aquí condenada a vivir con el patán de Edward pensé ese día.

Ian por su parte aun no se animaba a hablarle a Lydia, aunque yo estaba segura que ella sentía lo mismo y se lo había hecho saber a Ian.

Todo lo de la boda ya estaba listo y obviamente Alice había tenido mucho que ver. Cuando le dijimos que queríamos que nos organizara la boda a espaldas de nuestros padres y que se lo diríamos a ellos más tarde, se quedó muy sorprendida aunque al final accedió.

Yo por mi parte había llevado a cabo mi plan.

Edward al enterarse se había enfurecido tanto que creí que se cargaría la mesa de la cafetería en la que estábamos los 3. Aunque por alguna extraña razón no disfrute de ese momento tal y como había pensado que lo haría, es más me dolió verlo así.

Flashback

Había quedado con Edward en la misma cafetería que la vez en la que le aclaré todo, según él para hablar de la boda, pero yo tenía otros planes. Había llevado a Bruno conmigo, porque hoy daría el golpe definitivo. También le había tenido que explicar, un poco superficialmente, la propuesta de Edward y mi propósito, aunque no le había dicho el porqué.

Hacía apenas unos minutos que habíamos llegado, cuando divisé la silueta de Edward en la entrada.

-Hola- saludó algo receloso, mirando extrañado a Bruno- creí que íbamos a estar solos, no te voy a violar, no hace falta que te traigas guardaespaldas- dijo sentándose.

Eso me enfadó.

-Bruno no es mi guardaespaldas- dije mirándolo furibunda.

En eso llegó la camarera, muy guapa debo añadir.

-¿Puedo ofrecerte algo?- preguntó enroscándose el cabello en el dedo e ignorándonos a Bruno y a mi. De repente sentí unas ganas incontrolables de cogerla del pelo y arrancarle esa melena rubia de bote.

-Si, un café por favor- dijo, mirándome aún a mi a los ojos, haciéndole caso omiso al coqueteo de la chica, la cual se fue frustrada a por su pedido.

-¿Y entonces quien es?- preguntó algo burlón.

-Es… él es mi…- la camarera regresó interrumpiéndome.

-Que lo disfrutes- dijo dejando el café en la mesa, para después darse la vuelta e irse.

-¿Decías?- me animó a seguir, tomando un sorbo de su café.

-Novio- acabó Bruno, al ver que yo estaba un poco atascada- soy su novio.

De repente levantó la vista del café y pegó su mirada a la mía. En sus ojos se mezclaban varios sentimientos: tristeza, furia, rabia, amor, pena y sobre todo, celos.

No pude hacer más que apartar mi mirada, me estaba abrumando.

-¿Qué?- preguntó mirando con rabia a Bruno.

-Lo que oyes, ella y yo estamos saliendo- dijo pasando un brazo por mis hombros.

-¿Se puede saber de que va esto?- preguntó confundido y encolerizado.

-Pues que aunque se case contigo, es porque eres un chantajista. Ella me ama a mi, yo a ella y estamos juntos- explicó.

-¿Eso es verdad?- preguntó intentando que yo desmintiese eso. Asentí.

En su mirada se volvieron a plasmar esos sentimientos, solo que más intensos. De repente hizo algo que hasta a mi, que ya había visto casi de todo, me sorprendió.

-Bien, pues lo siento mucho tortolos, pero tú- dijo señalándome- te vas a casar conmigo, después de todo cuando estemos casados nos mudaremos y dará igual- y se levantó, dejando un billete de 20$ en la mesa y se fue.

Fin de Flashback

Hoy era la famosa comida de mis padres. Habían estado preparándola desde el principio del año escolar. Habían alquilado un precioso barco con el que daríamos un paseo y comeríamos. Les emocionaba mucho que su niña se fuera a graduar. Como mis “suegros” y “cuñada” Esme, Carlisle y Alice también estaba invitados, sobra decir que Edward también.

Tendría que ir en el coche de mi “prometido-novio” para poder seguir con el teatro en el que se había convertido mi vida.

Me había puesto un vestido largo rosa pálido.

Tocaron el timbre.

-Genial-murmuré- bueno que le vamos a hacer, acción.

_______________

Dos horas más tarde me encontraba en el dichoso barco comiendo lasaña. Parece increíble, desde que mis padres organizaron esta celebración siempre me imagine disfrutando de mi lasaña feliz maquinando ya en mi mente mis planes para el futuro. Pero des de luego, este no era el caso.

En la mesa había un silencio bastante incomodo.

Cuando terminamos y mis padres pidieron los postres, Edward carraspeó.

Ay no por Dios, por favor, por favor. Dios últimamente con lo que me esta pasando estoy empezando a dejar de creer en ti, pero si de verdad existes mándame una señal, no sé…algo, un tiburón que salté por encima del barco y me tragué, un rayo que me electrocute, algo pensé.

-Me gustaría decir algo- pidió levantándose de su asiento.

Se arrodilló frente a mí y sacó de su bolsillo una pequeña cajita de terciopelo.

-Isabella Swan- para ese entonces nuestras madres y Alice estaban echas un mar de lagrimas en anticipación- te he amado desde que te conocí, te amo como no puedes imaginarte en este instante y te amaré hasta el fin de mis días. Eres la mujer más maravillosa que he tenido el honor de conocer. Quiero compartir mi vida contigo, quiero que seas la madre de mis hijos. ¿Isabella Swan me harías el honor de ser mi esposa?- buscó mi mirada, en sus ojos solo vi amor y sinceridad. Me miraba tan intensamente que me recordaba a la mirada de mi pequeño príncipe.

Abrió la cajita mostrando un delicado anillo de oro y diamantes.

Solo pude asentir y pronunciar un débil “Si”. Por suerte nadie notaba lo que estaba sintiendo ya que muchas mujeres se paralizaban cuando les pedían matrimonio.

Cogió mi mano delicadamente y puso el anillo en mi dedo.

Acortó la distancia que había entre nosotros, y…me besó. Se levantó obligándome a mí a hacer lo mismo.

Difícil e imposible seria describir todo lo que sentí. Fue como si volara, como si mis pies dejaran de pisar el suelo para elevarse y flotar en una nube. Mariposas en mi estomago revolotearon inquietas y hasta creo haber oído fuegos artificiales.

A mi mente vinieron recuerdos de hace 10 años…

Flashback

Estaba sentada en el jardín de los Cullen. Hacía un día realmente agradable de primavera. Había un cielo azul despejado y los pajaritos cantaban.

De repente sentí que alguien se acercaba.

Me giré y sonreí como tonta al percatarme de quien se trataba.

-Hola Bella- me saludó mi príncipe. Noté que escondía algo en su espalda, pero no dije nada.

-Hola Ed- se sentó a mi lado.

-¿Qué hacías?- preguntó curioso.

-Nada, solo estaba escuchando a los pajaritos.

Se quedó en silencio un momento escuchándolos y sonrió.

-Yo…- se puso nervioso y se sonrojó- te he traído esto- me tendió tímidamente lo que tenia en su espalda.

Era una rosa amarilla hermosa.

-Gracias, Ed me encanta. Es hermosa- le dije mirándolo sonrojada.

-Lo es, pero no más que tú- se acercó a mí y dejó un suave y tierno beso en mi mejilla. Me sentí volar- Te quiero.

Esas dos palabras me hicieron la persona más feliz sobre la faz de la Tierra.

-Yo también- contesté devolviéndole el beso en la mejilla.

Nos abrazamos y nos quedamos así hasta que Esme nos llamó para merendar.

Fin de flashback

Flashback

Estaba tranquilamente sentada en un banco en el cumpleaños de Jessica Stanley. No éramos las mejores amigas, pero cada año me invitaba a su cumpleaños por cortesía. Una de las razones por las que nos llevábamos tan mal, era porque ella me quería quitar a mi príncipe.

En ese momento todos estaban jugando en los columpios y la estúpida de Jessica estaba enseñándole a Edward sus regalos nuevos. Tonta, niñita malcriada pensé.

Entonces vi que alguien se me acercaba.

-Hola Bella- saludó alegremente el pesado de Mike, estaba hastiada de decirle que no quería que fuéramos novios, yo ya tenia a mi príncipe.

-Hola Mike- saludé amablemente. A pesar de que me cayera mal, mi mami me había enseñado que tenía que ser amable y cortés.

-Estás muy guapa- me elogió.

-Gracias- contesté secamente.

-Oye ¿Quieres dar un paseo?- preguntó.

-No gracias, Mike- se quedó pensativo mirándome unos minutos.

De repente sentí que se acercaba a mí.

Oh dios mio, ¿No ira a besarme, no? Pensé.

Y definitivamente si iba a hacerlo se acercaba peligrosamente cada vez más a mi rostro. Intenté empujarlo, pero era más fuerte que yo, intenté apartarme pero me había acorralado entre un rincón del banco y su brazo.

Me sentía asustada y perdida.

-Mike, apártate- le grité- ¡ayuda!- pedí, pero todos estaban demasiado lejos para oírme.

Él estaba a milímetros de mi rostro, estaba perdida. Mi primer beso…

Pero se alejó bruscamente de mí. Cuando miré alrededor para saber porque, me di cuenta de que mi príncipe lo había apartado.

-¡No te vuelvas a acercar a Mi chica! ¿Te quedó claro, idiota?- le gritaba sujetándole de la solapa de la camisa.

Mike asintió. Edward le soltó empujándole haciendo que se cayera al suelo y empezara a llorar.

Mi príncipe corrió y me abrazó llevándome al otro lado del jardín.

-Tranquila mi princesa, él o se volverá a acercar a ti, te lo prometo. Siempre te protegeré- me aseguraba acariciando mis cabellos mientras yo derrama silenciosas lagrimas.

Fin de Flashback

Por un instante me olvidé de todo. Olvide el donde estábamos, olvide a sus padres, a los míos, olvidé a mi “cuñada”, olvide a mi hermano, olvidé el accidente, olvide porque hacia esto, olvide mi venganza…y le correspondí al beso con todo el…, seria totalmente inútil seguir negándomelo a mi misma, amor que sentía por mi “prometido”.

Vestido de Bella


 

Gracias por sus lindos comentarios y votitos lindas estoy muy feliz de que les guste la historia. Aqui empieza lo bueno, a mi me encanta este capi es uno de mis favoritos.

Me gustaria tambien comentar que proximamente mi linda Yari y yo escribiremos un fic juntas que se llamara "indestructible amor" porfavor leanlo chicas, seguro que les gustara mucho.

Sigan comentando, votando y leyendo porfis.

Besos de Aina la peque ;)


Capítulo 10: ¿Quieres ser mi novio? Capítulo 12: Si, acepto.

 
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