La era del vampiro

Autor: JennIb
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 14/07/2015
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 15
Visitas: 27520
Capítulos: 20

En este mítico mundo hay tres tipos de personas:

quienes juran que han precenciado una de esas manifestaciones, quienes se asocian con personas con necesidad de una hospitalizacion psiquiatrica. quienes creen en aqueyos mitos de alguna forma solo por que leyeron un libro que los conmovio con cada linea y los hizo creer de cierta forma que no eran un simple folclor. y quienes solo lo asocian con una explicacion a sucesos inexplicables; simple folclor.

yo, personalmente no me incluyo en niguna categoria. soy quien agrega la cuarta categoria, mezcla de las ultimas tres a las creencias del mundo mítico y, quien se reconoce como primer, y unico miembro. ¿lo que soy?, no estoy segura. ¿lo que fui?, se manifiesta confuso ante la revelacion de una simple mentira creada por mi madre para "protegerme". ¿lo que seré?, la pregunta mas tentadora a buscar una respuesta: una chica que buscara huir de la secta cuyo objetibo solo es  acecinarla e intenta buscar a su propio amor, huir con el y ser feliz. o quizas debo dejar que la lógica de la idea me haga refleccionar y entender que; aunque pueda elegir, no soy capaz de hacerlo.

"el destino esta escrito" una frase que solo habia leido una vez en esos libros que no me parecian mas que folclor y que siempre me habia parecido irrelebante ahora se convertia en el principio y el fin del todo... el destino estaba escrito, Bah, la eternidad esta escrita, y ¿quien es capaz de vivir una eternidad?, un vampiro, pero esa no es la cuestion; ¿que vampiro puede sobrevivir a la eternidad?: aquel que tiene una razon para aquello, aquel que es como steven...

 

 

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Capítulo 15: ojos abiertos

trate muchas veces de actualizar pero mi compu no me dejaba, finalmente mi tio me dijo que debiamos formatear mi compu y ya esta bien. ={D gracias por su paciencia -jenn.

--dudas o inquietudes https://twitter.com/#!/Micailacarter fallow me http://www.facebook.com/#!/profile.php?id=100000336901979  http://jennybabylop.blogspot.mx/ cuando no pude actualizar en lnm actualice en mi blog... si buelvo a tener problemas aqui pueden ir a`´i. denle play a la lista de reproduccion... es genial leer con musica ;)

 

Escuche a Zac entrar a mi casa:

 -por favor déjame sola-

-¿vas a estar bien?-

-si- conteste con sequedad.

El no dijo anda más y salió. En ese momento no me importo la manera en que le hable; me importaba poco que lo hubiera ofendido o hubiera sido grosera; lo único que pasaba por mi cabeza era que estaba furiosa.

Rápidamente recogí la película y leí la contraportada.

La descripción no me sirvió de mucho, pero, sin notarlo, las piezas del rompecabezas fueron volteándose cara arriba.

Corrí a la sala, me arrodillé frente a la mesita de centro y encendí mi laptop.

Vampiros. Escribí en el buscador.

Las páginas encontradas rebasaban completamente mis expectativas.

Centenares de foros, decenas de chats online sobre vampiros, e incluso una página sobre personas que juraban ser un vampiro.

El chat estaba abierto, parecía que no necesitabas registrarte para entrar ahí. Encontré cierto comentario que me resulto interesante.

extraño el calor de mi cuero, no ciento frío, al igual que no siento nada, pero eso está bien, supongo. Mi corazón roto no duele ahora”

Deje la ventana de la pagina abierta y seguí buscando en otra ventana.

Características de un vampiro. Escribí en el buscador.

Piel fía…

Los vampiros no tienen calor en su cuerpo, puesto que están muertos.

En mi mente apareció la imagen de la primera vez que vi a Cameron, cuando su mano toco la mía y su piel se sentía como el hielo.

Piel pálida…

La imagen de su rostro se planto en mi mente…

Velocidad sobre humana…

Fuerza sobre humana….

Habilidad para hipnotizar o persuadir con mucha facilidad…

Sentidos supe desarrollados…

Bebedores de sangre…

 

Cerré de golpe la laptop.

Bebedores de sangre. Aquella frase se tatuó en mi mente. Los vampiros asesinaban para conseguir sangre… Cameron asesinaba para conseguir sangre.

 

Aquella noche no pude dormir. Estaba completamente segura de que Cameron era un vampiro, eso, principalmente lo hacía peligroso, pero a pesar de eso, guardaba la esperanza (quizás estúpidamente) de que el no fuera un cruel acecino despiadado.

La obscura noche aguardaba a aquella criatura, en algún momento el tenía que salir de su casa a buscar más sangre, entonces estaría preparada para entrar ahí. Yo sabía que si él era el asesino de scarlett probablemente tendría que esperar a que ya no estuviera lo suficientemente alimentado para tener que salir a cazar algún otro humano inocente por ahí.

Aquella noche Cameron no salió de su casa, por la mañana imagine que podría verlo en la escuela y mantenerme alerta de lo que hacía. ¿Quién me aseguraba que todas las desapariciones y asesinatos no habían sido por obra suya?

En la escuela todavía muchas personas seguían tristes por la inesperada muerte de scarlett.

No logre ver a Cameron en todo el día, así como tampoco vi a su madre, pero eso no era extraño, supuestamente ella había tenido permiso y un profesor temporal la sustituía temporalmente.

Una  mañana, cuando entre al salón de clases, me di cuenta de que era diferente. El profesor Greene había colocado su placa en el escritorio, eso solo significaba una cosa: el ya era el profesor de matemáticas definitivo.

Toda la semana permanecí alerta; casi no dormía por la noche esperando ver a Cameron salir de su casa, tampoco estaba atenta en clases esperando poder ver algo de Cameron, pero jamás lo vi… ni a él ni a su madre.

Ryan había hablado con Saama  y ella le dijo que volvería el lunes por la noche.

De nuevo era lunes, estaba deseando poder volver a ver a Saama.

Las noches en vela surgieron efecto y una tarde, sin ser consciente de ello me quede dormida mientras hacia mi tarea.

Esa tarde tuve mi primera pesadilla en mucho tiempo, y como todo en mi última semana… era sobre Cameron. A diferencia de todo lo que había pensado, el no me hacía daño, de hecho, trataba de protegerme de mas vampiros a mi alrededor. Estaba muy confundida, ¿Cómo podía yo seguir pensando que Cameron no era una mala persona si todo apuntaba a que si?

Finalmente me di cuenta de que toda la ansiedad disminuiría si encontraba algún indicio de que Cameron no se había ido definitivamente de middletown y que solo se trataba de una ausencia temporal.

Me dirigí a su casa esperando poder encontrar algo que me reconfortara.

La puerta de la casa estaba cerrada, pero no la ventana de la sala.

Encendí las luces para tratar de buscar algo, cualquier cosa que me diera una pista de a donde se había ido, pero no encontré nada.

Registre todo en el primer piso, pero, incluso el refrigerador estaba vacío.

Subí a su habitación, y encontré una chaqueta en el suelo. La levanté y me di cuenta de que había un rastro de ropa hacia el armario. Seguí el rastro recogiendo la ropa a mi paso. Cameron era un desordenado, probablemente su armario estaba por todo el piso.

Recogí más de diez prendas por todo el piso hasta llegar al armario, deje la ropa en su cama y lo abrí.

Toda su ropa se derrumbo y una tarjeta salió de una de las chaquetas de cuero. La recogí y la examine, parecía ser una nota.

 

Josephine:               

Estoy bien, no te preocupes. Espero que entiendas que necesito despejarme un poco. Estaré fuera de middletown un tiempo, no sé cuánto, pero no te preocupes por mí. Cuídate, Jose y no te preocupes por mí, sigo alerta.

                                                                                              Jeremmy

Me desconcerté. La nota no era para dolores y Cameron no la había escrito.

Continúe buscando cosas por toda la casa, pero no encontraba nada que pudiera indicarme dónde encontrarlo, de hecho, no había encontrado nada.

Entré en esa casa buscando algo que me reconfortara, sin embargo, eso solo había servido para angustiarme más. Ahora lo sabía ellos si se habían mudado, quizás el que hubiera ropa suya en el suelo no era una señal de que no se iban, si no de que alguien más llegaba.

Si lo que yo especulaba era cierto y ellos se habían ido ya no tenía nada que temer, el peligro se había esfumado y todo estaba bien, nadie corría peligro ahora; el lobo se había ido y las ovejas por fin podían vivir seguras; sin embargo, no podía evitar sentirme triste. Tenía que ser sincera conmigo misma, lo extrañaba como loca.

 

Así que, ahí estaba yo; era de noche, casi no había luz en el lugar, hacía frío y me estaba muriendo de cansancio, pero no estaba tan mal. Ni siquiera sentía el frío, todo lo que sentía era ese pequeño hueco que Cameron había dejado en mi corazón.

Deseaba poder hablar una vez más con él, sabía que eso era una mala idea, pero quería verlo una última vez; estaba mal para todos los demás desear tenerlo cerca cuando él era un asesino que había matado a muchas personas por que no podía pedirle que dejara de ser quien era para que yo volviera a tenerlo conmigo.

Por otra parte él era un vampiro, probablemente no era mi amigo si no un simple asesino sin escrúpulos que solo buscaba una cuartada: ir a la escuela, tener amigos, quizás una novia, presentársela a sus padres y luego casarse con ella, todo para poder mantener su cuartada: un vampiro no era tan diferente a un hombre después de todo, ¿Qué asesino no era un poco parecido a un vampiro? ¿Acaso no había asesinos que se casaban y tenían hijos solo como cuartada ante la sociedad?

Me di cuenta de que estaba justificando un asesinato por obra de un vampiro, y eso no era correcto, pero lo que tampoco era correcto era culparlo a él:

Él era un vampiro; asesinaba para beber sangre, pero había mas asesinos rondando el mundo, quizás no eran vampiros, pero eran igualmente despiadados.

Seguía dudando sobre si Cameron era el culpable; todo apuntaba a que si: su actitud rencorosa hacia scarlett, su extraña desaparición por la noche, el que estuviera en el funeral con esa extraña expresión de remordimiento…

Debía ser lógica y entender que era su culpa; sin embargo, una parte de mi me advertía que me estaba equivocando, que mi amigo no era capaz de hacer todo lo que yo le adjudicaba, quizás yo era demasiado injusta y había causado que se fuera; lo había herido que su mejor amiga lo acusara de esa manera de ser un asesino. Pero luego volvía a pensar en la lógica: “es un vampiro, pudo haberlo fingido todo para perfeccionar su cuartada” y el círculo en el que estaba volvía a empezar… quizás si había sido mejor para todos que él se fuera, pero no lo había sido para mí.

Un inesperado Crac me saco de mis pensamientos y me forzó a volver a la realidad.

De inmediato mire hacia atrás. Mis ojos divisaron de entre las sombras una figura femenina entre los árboles que parecía mirar la casa de Cameron.

-¿Cameron?- lo llame. Pareció que sonrió pero no logre divisarlo completamente.

El muchacho me miro y pareció arrepentirse de avanzar. Miro hacia el bosque y se echo a correr adentrándose en él. No quería dejarlo irse sin que habláramos: tenía que pedirle que me perdonara.

-Cameron, espera- me puse de pie para seguirlo:

Hice a un lado las ramas del árbol y trate de saltar los arbustos, una vez que lo logre comencé a correr atrás de él.

-Cameron, espera, lo lamento, lo siento mucho, no te vayas- intente llamarlo pero él no se detuvo.

Una rama me golpeo la cara. Maldije por lo bajo y aparte la rama de mi rostro.

-Cameron quiero hablar contigo, solo dame un momento-

Pero Cameron no se detuvo. Seguí corriendo hasta que tropecé con la raíz de un árbol y casi caigo al suelo. Me detuve en medio de un pequeñísimo prado redondo de tamaño poco considerable. Entonces me di cuenta de que me había adentrado demasiado en el bosque y ahora no sabía cómo volver.

Sentí una especie de pánico al pensar que estaba perdida; no comprendía porque me sentía tan asustada si el pánico era demasiado pequeño como para considerarlo. Trate de guardar la calma para poder encontrar la manera de volver.

Camine tratando de seguir las huellas de mis pisada, pero eso solo sirvió para que me perdiera mas. Volví a escuchar un crac  y me di media vuelta para ver si se trataba de alguien que anduviera cerca y que supiera como volver al pueblo.

-¿hola?- no obtuve respuesta.

Un nuevo crac se escucho, pero esta vez delante de mí.

 -¿hola?- insistí. Pero al igual que en el último intento nadie respondió.

Apure mi paso y comencé a hacer a un lado las ramas de los árboles para abrirme paso, al menos esta vez no me había golpeado ninguna rama.

Empuje un enorme arbusto y me dispuse a pasar al otro lado, pero esa disposición se fue en cuanto mire al frente.

-¿Cameron?- el chico frente a mi rugió.

Abrí los ojos como planos; entonces entendí que estaba en peligro. Di un paso para retroceder, en cuanto mi suela toco el piso el chico no identificado se aproximo a mí en lo que pareció un borrón negro y tenebroso, un instante después sus congeladas manos ya me estaban envolviendo el cuello y mi espalda ya estaba contra un árbol. Emití un gemido de dolor.

-¿Dónde está él?- pregunto con una voz increíblemente grave- ¿Dónde está, Jeremmy?- comencé a hiperventilar.

Jeremmy…

Era el mismo nombre que había visto en la nota que había encontrado en la chaqueta de Cameron. Estaba llena de miedo, incluso temblaba por ello.

El muchacho jalo de mi cuello haciéndome ir hacia adelante y volvió a estamparme contra el árbol.

-¡¿Dónde está?!- exigió con ferocidad. Su aliento frío como hielo me golpeo la cara y sus dientes apretados me advirtieron que no debía jugar con él.

-no conozco a ningún Jeremmy- logre articular con la voz cortada por la respiración.

-¡tienes su olor impregnado en ti! ¡Dime donde esta!-

-no lo sé- supuse que había leído mis labios porque de estos no salió el suficiente sonido. El me rugió y me mostro sus colmillos. Cerré los ojos con miedo a ver su rostro salvaje y no me di cuenta cuando comencé a llorar, quería evitarlo pero todo lo que pasaba por mi mente era “voy a morir, voy a morir”. Eso no me ayudaba a controlar el pánico.

Me tomo del cabello y me arrojo al suelo. Rodé un par de veces hasta que mi cabeza choco con un árbol y este sirvió como un obstáculo para pararme.

- ¡maldición!- escuché que bramaba. Puse mis manos en el suelo para levantarme, pero apenas me levanté un poco un mareo tomo posesión de mi y volví a caer.

Mire hacia atrás para asegurarme de que ese chico no me miraba y pudiera escapar; él se sujetaba la cabeza.

Me apoye en los codos y trate de avanzar un poco, apenas lo intente él se dio cuenta.

Camino con tranquilidad hacia mí y me sujeto de la playera, me puso de pie y luego me arrojo a los pies de un árbol. En ese momento a una pequeña parte de mi le daba igual lo que pasara después por que ya no podía tener más miedo, pero a lo demás le aterraba lo que pudiera pasar.

-se que sabes donde esta Jeremmy- intento contener el grito apretando los dientes y hablando entre ellos, pero luego no lo hizo:- ¡dímelo!- bramó otra vez.

Mis dientes comenzaron a castañar por los temblores pero no del frío, si no del miedo.

-es suficiente, no voy a jugar- él tiro de la manga de mi chaqueta y me obligo a ponerme de pie, luego volvió a ponerme las manos en el cuello.

Volví a ver su rostro, pero esta vez no parecía iracundo: sus ojos se cerraron e inhalo profundamente disfrutando de un olor que yo no pude captar. Me pregunte si sería capaz de oler el miedo. Me mantuve lo más atenta que pude a su rostro para que ninguno de sus movimientos me tomara por sorpresa, hasta que mi visión comenzó a distorsionarse, pensé que me desmayaría pero luche cintra la sensación de mareo para que eso no pasara.

-no me sirves. Te romperé el cuello, niño lista-

Pegue mi cabeza lo más que pude al tronco del árbol tratando de apartarme de él, pero me di cuenta de que no podía apartarme por mucho que quisiera. Cerré los ojos deseando que acabara ya.

-¡no! ¡shawn!-

Las manos del misterioso hombre desaparecieron de mi cuello, pero aquello me dio igual que cualquier otra cosa que pudiera pasar en ese momento.

-aquí estoy- el eco volvió a distorsionarse –ven a buscarme-

-Jeremmy…- murmuro el primer hombre.

Jeremmy…

Era el nombre del sujeto que había mencionado shawn (según lo escuchado)…

Era el nombre con el que estaba firmada la nota en casa de Cameron…

Era el nombre del sujeto que ahora estaba ahí.

Tenía miedo de abrir los ojos, pero los ruidos me hicieron imposible resistir y los abrí.

Lo siguiente de lo que fui consiente fue de que había una pelea entrando en su clímax. La bomba había explotado y el fuego casi incendio los arboles.

Ambos seres se movían una rapidez descomunal; sabía que tenía sentido, sabía que no era anormal que pudieran hacerlo pero mi mente no me dijo el por qué… no hasta después.

 

 

 

Capítulo 14: el funeral Capítulo 16: 3... 2... 1

 
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