La era del vampiro

Autor: JennIb
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 14/07/2015
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 15
Visitas: 27519
Capítulos: 20

En este mítico mundo hay tres tipos de personas:

quienes juran que han precenciado una de esas manifestaciones, quienes se asocian con personas con necesidad de una hospitalizacion psiquiatrica. quienes creen en aqueyos mitos de alguna forma solo por que leyeron un libro que los conmovio con cada linea y los hizo creer de cierta forma que no eran un simple folclor. y quienes solo lo asocian con una explicacion a sucesos inexplicables; simple folclor.

yo, personalmente no me incluyo en niguna categoria. soy quien agrega la cuarta categoria, mezcla de las ultimas tres a las creencias del mundo mítico y, quien se reconoce como primer, y unico miembro. ¿lo que soy?, no estoy segura. ¿lo que fui?, se manifiesta confuso ante la revelacion de una simple mentira creada por mi madre para "protegerme". ¿lo que seré?, la pregunta mas tentadora a buscar una respuesta: una chica que buscara huir de la secta cuyo objetibo solo es  acecinarla e intenta buscar a su propio amor, huir con el y ser feliz. o quizas debo dejar que la lógica de la idea me haga refleccionar y entender que; aunque pueda elegir, no soy capaz de hacerlo.

"el destino esta escrito" una frase que solo habia leido una vez en esos libros que no me parecian mas que folclor y que siempre me habia parecido irrelebante ahora se convertia en el principio y el fin del todo... el destino estaba escrito, Bah, la eternidad esta escrita, y ¿quien es capaz de vivir una eternidad?, un vampiro, pero esa no es la cuestion; ¿que vampiro puede sobrevivir a la eternidad?: aquel que tiene una razon para aquello, aquel que es como steven...

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 7: Cameron Wonk

CAMERON WONK

el es cameron, no le presten atencion a esa miradita linda. esque no escontre una foto de logan donde se viera malbado, pero, supongo que tambien funciona por el asunto de su pantalla de chico lindo. si, asi es. es una pantalla. espero disfruten el capitulo.

 

 

Entre en la clase de inglés y me senté en mi asiento, unos segundos después Dan estaba frente a mí.

-¿Qué ocurre?- pregunto exigente.

-¿ah?- pregunte

-no te vi en deportes-

-me fui antes, no me sentía bien-

- y supongo que ya estas mejor ¿no?- parecía convencido

-aja-

-¿solo es eso?- pregunto asumiendo que no. Él asumía lo correcto.

-si- susurre

El se puso de pie y tomo mi mano entre las suyas.

-sabes que puedes contarme lo que te pasa ¿verdad?- susurro en mi oído con tono condescendiente.

Asentí.

-¿vas a contarme?-

-no tiene caso, son cosas de adolecentes… una mañana voy a despertar y ya no me afectara-

-¿el qué?-

-no tiene importancia, de verdad-

-si no quieres hablar está bien, no voy a insistir si te incomoda-

-gracias-

-ahhh…- dijo como si acabara de adivinar -ya sé de qué se trata…- Lo mire desconcertada

El soltó mi mano y me miro directamente a los ojos.

-se trata de él-

-Dani…- alargué – no puedo pedirle que no esté con ella para que este conmigo, él la quiere a ella-

-no la quiere, le gusta y su belleza lo tiene confundiendo la atracción con amor-

-¿dices que es más atractiva que yo?- trate de bromear para que dejara de hurgar en mi ánimo y en los motivos de este.

-solo digo que no la quiere-

-pero rústicamente traducido significa que ella lo atrae más que yo-

-¿Cómo lo sabes?-

-se que no siente lo que yo quisiera-

-Rachel, conozco la mentalidad masculina- le sonreí.

--seguro que si, Dani – el rodo los ojos.

-te digo que muchas veces no nos damos cuenta de lo que tenemos enfrente-  dijo mientras su tono condescendiente volvía

Una luz de esperanza me ilumino.

-¿lo crees?- le pregunte con una emoción apenas perceptible.

-estoy seguro-

Los músculos de mis mejillas se estiraron ensanchando mi sonrisa.

-puede que tengas razón. El repelente no siempre es tan eficiente, repele, no extermina- dije más para mis adentros.

-no sé qué tiene que ver con esto pero…-

-gracias, Dan-

-ni lo menciones-

Mi siguiente clase era literatura con Eloy Carlo, el joven profesor que también nos daba la clase de esa hora a Dan, Zac y a mí.

Scarlett solo quería molestarme, pero si no le dejaba ver lo que me ocasionaba sus acciones probablemente desistiría, solo no debía dejar que lo viera. Pensé

Dan decidió sentarse a mi lado ese día.

-hola- no hubiera pasado desapercibida esa voz para mí.

-hola- le devolví el saludo. Me alegraba verlo sonriendo, se veía muy animado.

-¿Qué paso ayer? Creí que te había pasado algo-

-mareo, estaba un poco mareada, solo eso-

-hola, Zac- escuché que mi amigo saludaba a su primo. En cuanto escuche su tono pícaro supe que quería evitar que hablara con Zac

-hola, Daniel-

-Rachel, ¿te enteraste de que Eloy y Helen están organizando la obra navideña de este año?- asentí. Claro que sabía que el profesor de literatura le ayudaría a la profesora de teatro para  escribir un guion con tema navideño- ¿y sabias que van a actuar la obra al final del baile?-

-eso no lo sabía, que bien por los chicos que actúen-

-quería mencionar que necesitan ayuda con la decoración y…-

-¿quieres que te ayude?-  trate de adivinar.

-sí, quiero que nos ayudes-

-vas a perderte el baile- dijo Zac tratando de llamar mi atención

-es este fin de semana, ella puede organizarse-

-estaba diciéndoselo a ella, Daniel- su voz se endureció de manera apenas perceptible.

-ya sé, pero es una respuesta burdamente obvia hablando de ella-

-Dan…- murmure. No sabía que pretendía haciendo molestar a Zac, pero no me gustaba.

-no te metas en la conversación, Daniel- pensé que trataba de pedirlo, pero no era más que una orden

-¿entre quienes?- Dani rio- ella y yo charlábamos desde ingles-

-de cualquier forma ¿Qué sigues haciendo aquí?-

-eso no es asunto tuyo, primo- la mirada de Zac se clavó en la de Dan y ambas se conectaron desafiantes.

-estas irritándome- enseguida identifique que era más una amenaza que una advertencia.

-Zac…-  murmure tratando de llamar su atención. Me aterraba lo que pudiera provocar, ya que ellos nunca se habían agradado mutuamente y siempre peleaban por cada mínimo detalle.

-que ironía, primo ¿Cuándo invertimos los papeles?-

-Dan, no quiero sonar grosera pero ¿Qué otro tema debes tratar conmigo?-

La mirada de mi amigo no se separo de la de su primo para hablar conmigo cuando hablo:

-varios, pero el más prometedor a comentarte es ese rumor en los pasillos sobre que hay algunos interesados en llevar a la chica nueva al baile, es una técnica de ellos para destacar, no les des el gusto. Hablamos en el almuerzo sobre ese chico que te gusta- dijo sonriendo.

-Dani… - murmure encogiéndome de hombros

Mire la puerta del aula, el profesor ya había entrado.

 

Zac no volvió a hablar conmigo en toda esa hora, si no hasta química un tiempo después de que me senté junto a él; pensé que probablemente quería evitar que Dan se entrometiera de nuevo.

-así que…-mencionó  para llamar mi atención

-¿Qué?-

-vas al baile con alguien-

-¿también tu? ¿Es que todos aquí son así de curiosos?-

-no, bueno es que… -suspiro y por fin lo acepto-sí, solo es curiosidad, quiero saber con quién vas- se encogió de hombros.

-no voy con nadie, aún no me lo piden-

-pero hay alguien con quien tu quieres ir- no pude evitar sonrojarme.

-si-

-¿vas con él?- me pregunto.

Solté el aire por la boca.

-de verdad no quiero sonar grosera si te digo esto, pero con quien yo salga no es asunto tuyo-

El sonrió.

-bueno, pero decir que no quieres sonar grosera no lo hace menos grosero-

-no lo pretendo, solo quiero que sepas que esa no es precisamente mi intención-

 La campana que daba aviso al siguiente modulo sonó.

-¿precisamente?- pregunto totalmente desconcertado mientras guardaba sus cosas en su mochila- ¿Cómo que precisamente?-

Tome mi mochila y emprendí una marcha hacia el aula de lengua.

-bueno… - la verdad es que me siento herida y, porque no decir que un poco molesta y me gustaría mucho ser un poco grosera contigo, pero por lo visto me pedirías una explicación y no quiero verme como una chica celosa, pero no pude evitarlo del todo, torpe- no es nada, es solo que el solo hecho de decir la dichosa frase así ya lo hace sonar grosero, por eso me pareció adecuado decir precisamente. Lo siento no tengo muy buenos preámbulos… - note su gesto desconcertado- formas de narrar.

-sé lo que son los preámbulos- dijo con brusquedad. Percibí que no era eso lo que provocaba su desconcierto.

 -estas… ¿molesto?- pregunte.

-no- se apresuro a decir. Parecía que no se había percatado de su tono de voz, ya era perfectamente claro que su desconcierto se debía a algo más, pero eso no lo note hasta después de haberle dado a entender que yo creía que era un chico torpe, por desgracia, eso tampoco lo note hasta después.- por supuesto que no-

Nos paramos justo en donde el corredor se dividía en dos.

-te veré luego-  de despidió.

No estaba segura de que acababa de ocurrir por qué no comprendía su comportamiento, pero no podía ser algo en término medio… o era muy malo, o era algo mucho peor.

 

Llegue por atrás de Dan y le di un zape en la cabeza.

-¡hey!- se quejo luego de llevarse la mano a la cabeza. Me senté junto a él.

-¿Por qué hiciste eso?-  el me miro desconcertado.

-¿hice qué?-

-eso. Lo que dijiste en literatura-

-¿sobre qué?-

-quiero respuestas- él se encogió de hombros.

-por nada-

-mentiroso-lo acuse

-solo fue… una… maniobra-

-¿para qué?-

-dime que no notaste que le molesto que los interrumpiera-

-sí, lo note… pero a cualquiera le hubiera molestado, a mi me hubiera molestado-

Los altavoces se encendieron y la voz de la secretaria del departamento de dirección se escucho dando aviso de que las clases se suspenderían por motivo de que la escuela recibiría bastantes paquetes para el baile de invierno y ya que la mayoría de los profesores y muchos alumnos preparaban algo para ese día no tenía mucho sentido mantener a todos los alumnos en la escuela.

La campana sonó y todos comenzaron a salir. Dan, Peny y yo nos dirigimos a las aulas donde se suponía que debíamos reunirnos para ayudar a preparar la decoración. Me encontré con la sorpresa de que Kimberley estaba ahí, ella también formaba parte del comité.

-hola- me saludo. Yo hice lo mismo.

-me encargo de los muérdagos, ¿quieres ayudarme? Necesito que alguien me pase los muérdagos mientras estoy en la escalera-

-sí, claro-

-así que… ¿ya comenzó el acoso de los chicos para llevar a la chica nueva al baile?-

-no, pero ya son dos personas que lo mencionan, no debe faltar mucho-

-créeme… no. Todos somos nuevos en algún momento, en cuanto sepan que vas con alguien se van a hacer a un lado-

 

Abrí la puerta del copiloto de mi auto para subir algunos de los volantes que pegaría mañana en las paredes de la escuela, la enorme grapadora negra con su respectiva caja de grapas, tape y mi mochila. Subí en el auto y encendí la calefacción,  mire el reloj de mi muñeca y me preocupe por que fuera tan tarde.

Baje del auto y colgué mi mochila en mi hombro derecho y  tome las cosas que puse en el asiento del copiloto.

Comencé a  buscar las llaves en mi mochila mientras caminaba. Un fuerte viento intento sacudirme los volantes, trate de sujetarlos para que no volaran, pero no lo logré; los volantes se agitaron y el peso de la grapadora y el tape no fueron suficiente para evitarlo. Inmediatamente me puse de rodillas para recoger los volantes y que el viento no los arrastrara demasiado lejos.

-deja que te ayude-

Rápidamente gire mi rostro para observar de donde venía aquella voz. La silueta masculina se arrodillo junto a mí y comenzó a ayudarme a recoger los volantes. La obscuridad no me permitía observar su rostro, pero lo que me preocupaba eran los volantes.

-gracias- murmure. A pesar de la obscuridad distinguí que sonreía.

El recogió más volantes que yo, eso era visiblemente notorio. Extendí las manos donde tenía cerca de treinta volantes para que me entregara los demás volantes y lo que yo pretendía usar para pegarlos mañana, pero los puso sobre mis manos y luego de juntarlo todo me lo quito de las manos.

-yo llevo esto por ti- ofreció amablemente

-ok. Es una suerte que estuvieras cerca-  comenté.

-mi madre me pidió sacar la basura, yo no lo llamaría suerte-

Asentí. Comencé a ponerme nerviosa, sin poder evitarlo me rasque la parte más amplia de mis ceja derecha. Señalé la puerta de mi casa con el pulgar.

-hace frio aquí afuera, ¿quieres entrar?-

-¿es una invitación a entrar?- pregunto mas como una afirmación.

-sí-

Saque las llaves de mi mochila, abrí las puertas de casa y puse mi mochila en el piso, el entro tras de mí y puso mis cosas en la mesa de la sala.

-así que… ¿te gusta vivir aquí?- pregunte tratando de ser amable.

-no llevo mucho viviendo aquí. Pero se ve que es un buen lugar- y sonrió.

El tenía un corto cabello claro y ojos azules, pero eso no llamaba mi atención, era muy lindo, no debía ser muy mayor.

-mi nombre es Cameron Wonk- extendió su mano para que  yo la estrechara, lo hice al instante.

-soy…- pegué un sobresalto cuando su mano toco la mía. Desvié la mirada de su mano a su rostro para comprobar que no lo hubiera notado, pero en cuanto nuestras miradas se encontraron toda la atención a los alrededores se fue, había algo en sus ojos; algo que era anormal e inhumano. No era normal que una mirada tuviera tal aire de misterio, que fuera tan atrapadora. Yo no hacía un buen trabajo identificando señales, es decir; Cuando ves una película cuya descripción ya habías escuchado o leído en las carteleras o en internet, sabes lo que hay que esperar de ello: si se habla de superhéroes, desde el momento en el que el chico es mordido por una araña sabes que es una señal de lo que ocurrirá, él va a adquirir súper poderes y defenderá la ciudad. Pero cuando se trata de la realidad, no es fácil saber identificar las señales de algo diferente, y aunque las posibilidades te rodearan las apariencias engañan como si el destino quisiera jugar.  Me alarmo que de pronto todo se volcara, de pronto deje de verlo como el hijo de la nueva vecina y, no supe que ver en él, no supe que esperar de él; es decir, era la mirada de un asesino, la mirada de un animal salvaje, pero no sentía el instinto de huir y gritar aterrorizada como la cordura lo dictaba, había peligro en aquella mirada, y la cercanía entre nosotros lo confirmaba, pero era una batalla entre cuerpo y mente. Su mirada parecía igualmente atenta, pero no parecía confundido como seguramente yo estaba, si no complacido.  Las comisuras de sus labios se alzaron, su mano rodeo completamente la mía y volví a ser consciente de mi alrededor- Rachel-

 

 

------------------------------

gracias por seguir leyendo la historia. estoy feliz de que a muchas personas le guste.

como siempre pueden enviarme un mensaje o dejar un comentario, por que siempre me gusta saber sus opiniones y obserbaciones.

http://www.facebook.com/mundomusic?sk=app_106878476015645#!/profile.php?id=100000336901979

o tambien en mi twitter

https://twitter.com/#!/Miqueilacarter

 

Capítulo 6: repelente para víboras Capítulo 8: deja vu

 
14437557 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios