antes de que lean el capítulo me disculpo por no haber publicado antes.como saben, los que me siguen por twitter (https://twitter.com/#!/Micailacarter) tuve un problema con el disco duro de mi compu. por suerte no fue grave o hubiera perdido las muchas historias que tengo. gracias por su paciencia. el capitulo numero 14 estara disponible este fin de semana. dejo mi facebook tambienhttp://www.facebook.com/photo.php?fbid=371008319583587&set=a.369358203081932.91459.221706591180428&type=1&permPage=1#!/profile.php?id=100000336901979.

si son seguidores de la historia deven decirmelo o tardare en aceptarlos.... algunos ya saben eso :P.

sin mas que decir he aqui por lo que esperaron...micaila.

Ryan me dejo ir a rentar un par de películas en el videoclub. No estaba segura de que quería rentar exactamente, pero supongo que películas de miedo sonaban bien.

Recorrí los estantes buscando alguna película que llamara mi atención, pero ninguna me convencía.

Escuché a un par de chicos que (al igual que yo) no buscaban algo en especial, asi que habían elegido las primeras que vieron. Finalmente opte por lo mismo y renté tres películas al azar.

Me dirigí a la caja registradora para pagar. El chico de anteojos conto el dinero y abrió la caja registradora para darme el dinero sobrante.

Recorrí el lugar con la vista buscando una distracción mientras esperaba que el chico de anteojos me diera el dinero. Detuve mi recorrido visual en las ventanas, donde un automóvil llamo mi atención: era el mismo auto que había visto por la mañana con Ryan.

El automóvil gris, al otro lado de la carretera permanecía inmóvil.

Quizás era una casualidad… o probablemente algo previsto.

Todo el camino estuve alerta por si el automóvil me seguía; mantenía los ojos abiertos concentrándome en conducir, pero, por mas alerta que estaba, nunca vi absolutamente nada sospechoso.

Gire el volante hacia la derecha y me mantuve alerta de nuevo para ver si el auto de Cameron estaba en su lugar: así era.

Me sentí confundida por un segundo hasta que las posibilidades me hicieron dudar: si había estado siguiéndome, pero se había dado cuenta de que yo sospechaba y estaba teniendo más cuidado.

La voz ingenua fue silenciada por una voz de cuyo origen dude; sabía cómo identificar esa voz, conocía las sensaciones que la hacían hablar y conocía perfectamente que la hacía hablar, sin embargo, estando consciente de que podía tratarse de la voz de instinto de supervivencia, la astuta y una parte de la ingenua se entremezclaron haciéndome dudar; él y yo éramos amigos, el no me dañaría jamás, así como yo tampoco a él, pero me sentía insegura, y él no poder entender por que me hacia confundirme aún más.

Quizás yo estaba pensando mal, debía existir alguna explicación que no fuera mala.

Mas tarde me exprimí el cerebro tratando de encontrar una forma de averiguarlo, pero no encontraba ninguna.

Por fin era lunes, no me gustaban mucho los lunes, pero agradecía poder tener una distracción.

Para nada me importaba la clase de lengua, pero me gustaba química por qué era una de las clases que tenía con Zac.

Me senté en mi lugar de siempre esperando ver a Zac, pero no apareció. Estaba desconcertada; Zac nunca se perdía las clases de química por qué era su clase favorita (después de deportes).

Lo llame a su móvil, pero no atendió la llamada, ahora estaba preocupada.

Me dirigí a los vestidores para cambiarme para la clase de deportes. Confiada como siempre, me puse los tenis. Al ponerme el tenis izquierdo sentí una especie de sustancia espesa en mi pie. Hice un gesto de asco.

-¿Qué sucede, Rach?- me pregunto Sarah.

-no es nada, mostaza en el tenis-

Me quite el tenis y lo limpie con toallitas clínex.

Como en las otras muchas veces, la risa de la chica rubia destaco de entre todas las demás. La fulminé con la mirada.

No le di importancia, tenía otras cosas en las que pensar.

-¿no dirás nada? Por favor, no sé cómo esto no te molesta-

-si me molesta, sari. Lo que sucede es que no tengo tiempo para preocuparme por esto- sari negó con la cabeza.  Pensándolo bien, con lo que estaba lidiando no era algo como para dejarlo pasar, pero en la cabeza tenía el extraño pensamiento de que mi mejor amigo estaba espiándome y además me sentía amenazada, eso sí era importante para mí.

Durante mi última hora con el señor barush vi a kim entrar seguida de Cameron. También me había preocupado por cameron, pero ahora ya no.

Espere a que la hora terminara para poder hablar con kim y preguntarle sobre Zac, ella tenía que saber algo.  Guarde rápidamente mis cosas para seguir a kim, quien había salido apurada del aula.

-¿mostaza en el tenis?- gire mi rostro para mirar al dueño de esa voz.

-hola, Cameron- su ceño estaba ligeramente arrugado y su mirada permanecía atenta a mí. Mire sus ojos, algo había de diferente en ellos,  eran sólidos, parecían sacados de un boceto de un demonio para una novela gráfica de fantasmas. Mi pulso se acelero y sentí como inconscientemente me ponía alerta.

-¿Quién lo hizo?-

-no lo sé- farfullé.

-¿sigues pensando que no se trata de scarlett?-

-sigo pensándolo-

-nos vendría bien que desapareciera por un tiempo- abrí los ojos como platos; sabía identificar cuando Cameron o cualquier otra persona bromeaba, pero las palabras en su voz adquirieron una dosis de sinceridad en la medida suficiente para considerar que algo planeaba.

Mire a los alrededores para ver si alguien lo había escuchado. El aula ya estaba vacía.

-Cameron- murmure desaprobando su comentario.

-¿Qué?-

-hablas como si verdaderamente quisieras que pasara- el me miro desconcertado.

-verdaderamente quiero que pase-

Verdaderamente quiero que pase. Aquella frase se quedo goteando en mi mente. Negué con la cabeza; Cameron no era una mala persona, ¿o sí? ¿Podía ser un acecino o un delincuente? ¿Podía ser capaz de lastimar a alguien? Deseaba que la misma seguridad con la que anteriormente respondía fuera la misma para que pudiera responder ahora un no.

De todas formas si Cameron era peligroso ¿se atrevería a lastimarme? Deseé con toda el alma que la respuesta fuera no, pero  dudaba, y aquello me confundía.

Últimamente tenía muchas cosas de que preocuparme: estaba Cameron, tenía que resolver ese misterio, ¿era o no era peligroso mi amigo?. Luego, estaba Zac; últimamente no lo veía mucho, y el no verlo en química me preocupaba enormemente. Zac no se perdería una hora de química, él siempre atendía mis llamadas, aunque estuviera ocupado de la peor manera. Después estaba ese supuesto bromista que, si bien no me molestaba como se suponía, si me molestaba.

Volví a llamar a Zac, pero no respondió el móvil. Llena de preocupación llamé a Terry y a Erick, pero tampoco me atendieron.

No quise preocupar a papá hablándole de lo que ocurría, por eso decidí esperar.

Casi no había dormido de noche, tantas cosas en que pensar me habían robado el sueño.

Antes de irme llamé de nuevo a Zac, pero como antes, el no contestó.

A pesar de que tuve insomnio desde las cuatro de la mañana y no volví a dormir, no llegué temprano a la escuela.

Me mantuve mirando por la ventana hacia la obscuridad pensando, observé y observé, hasta que cierto momento Cameron salió de su casa con expresión molesta. Me escondí tras las cortinas temiendo que me viera, por suerte no me vio. Escuche su automóvil arrancar y desaparecer al fondo de la calle. Estaba intrigada, pero podía silenciar la intriga cuando lo viera en la escuela, no quería hablar con el si estaba (como siempre últimamente) de mal humor. Sentía miedo de él, tenía que admitirlo.

Pase por los pasillos pensativa, hasta que un murmullo de tantos en el pasillo llamo mi atención.

-entonces desapareció- hice más lento mi paso para escuchar.

-¿no saben nada de cómo paso?- esta voz era femenina.

-nadie se lo esperaba, simplemente ayer ya nadie supo nada de la víctima-

-¿vino a la escuela ayer?- la voz femenina sufrió un quiebre en su voz.

-así es, pero se fue antes de la ultima hora y nadie más supo algo de cómo murió-

Mi corazón se estrujo.

-¿entonces murió?-

-así es. Todos están tristes por aquí. Se le extrañara-

Espere desesperadamente por algo que me negara que se tratara de Zac.

-pobres de sus amigos- la voz femenina comenzó a sollozar.

-sí. No toda la escuela lo sabe por qué encontraron el cadáver por la mañana cerca de las seis de la mañana. Se especulaba que tuviera solo unos minutos de muerte-

-¿Dónde encontraron el cadáver?-

-en su casa, su hermana escucho ruidos en su habitación y cuando llegaron ya era tarde, había muerto. Su padre llamo a la policía y ahora investigan el crimen-

El pulso se me acelero. Estaba rogando a dios porque esa voz femenina me confirmara que no se trataba de Zac.

-¿también tu te pondrás triste?-

-¿Cómo no hacerlo? ¿no has visto a sus amigas? Están llorando, en especial su mejor amiga, Kimberley-

Mis rodillas temblaron y creí que caería al suelo, pero lo único que cayó al suelo fue una lagrima recorriendo mi mejilla.

Si se trataba de él.

Mis labios temblaron y sentí que me desmayaría. No podía tratarse de él, yo lo sabría, Terry o Erick…. Incluso papá me lo hubiera hecho saber.

-dicen que no quieren que nadie se entere de lo ocurrido-

El miedo volvió con más intensidad, entonces solo pensé en una cosa. Tenía que buscar a kim o a Tremaine para que me lo desmintieran.

Casi corrí a la clase de kim.

Parecía que ella llegaba tarde a economía doméstica.

-¡Kimberley!- la llame. Ella me miro, sus ojos rojos e hinchados la delataban de haber estado llorando –por favor dime que no murió- le rogué.

-¿te enteraste?- dijo con la voz quebrada.

-no, no puede haber muerto, por favor Kimberley dime que no pasó-

-Rachel, lo siento. Quisiera que fuera mentira, pero… murió-

En ese momento sentí como si todo a mí alrededor girara, me sentía mareada. El temblor de mis rodillas se hizo más fuerte, de pronto ya no pude controlarlo, de pronto ya no dependió de mi mantenerme de pie, y como era deducible, caí al suelo inconsciente.