La era del vampiro

Autor: JennIb
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 14/07/2015
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 15
Visitas: 27537
Capítulos: 20

En este mítico mundo hay tres tipos de personas:

quienes juran que han precenciado una de esas manifestaciones, quienes se asocian con personas con necesidad de una hospitalizacion psiquiatrica. quienes creen en aqueyos mitos de alguna forma solo por que leyeron un libro que los conmovio con cada linea y los hizo creer de cierta forma que no eran un simple folclor. y quienes solo lo asocian con una explicacion a sucesos inexplicables; simple folclor.

yo, personalmente no me incluyo en niguna categoria. soy quien agrega la cuarta categoria, mezcla de las ultimas tres a las creencias del mundo mítico y, quien se reconoce como primer, y unico miembro. ¿lo que soy?, no estoy segura. ¿lo que fui?, se manifiesta confuso ante la revelacion de una simple mentira creada por mi madre para "protegerme". ¿lo que seré?, la pregunta mas tentadora a buscar una respuesta: una chica que buscara huir de la secta cuyo objetibo solo es  acecinarla e intenta buscar a su propio amor, huir con el y ser feliz. o quizas debo dejar que la lógica de la idea me haga refleccionar y entender que; aunque pueda elegir, no soy capaz de hacerlo.

"el destino esta escrito" una frase que solo habia leido una vez en esos libros que no me parecian mas que folclor y que siempre me habia parecido irrelebante ahora se convertia en el principio y el fin del todo... el destino estaba escrito, Bah, la eternidad esta escrita, y ¿quien es capaz de vivir una eternidad?, un vampiro, pero esa no es la cuestion; ¿que vampiro puede sobrevivir a la eternidad?: aquel que tiene una razon para aquello, aquel que es como steven...

 

 

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Capítulo 4: ¿que demonios le pasa ahora al destino? ¿es que quiere jugar?

 

El sonrió, entonces me di cuenta de que también yo sonreía.

-no puedo creer esto, han pasado muchos años- se encogió de hombros.

-como seis-

-siete- me corrigió-, han pasado siete años desde la última vez que nos vimos.- sonrió de pronto

-¿que?- pregunte. No lograba desaparecer esa sensación de nerviosismo, pero ahora que sabía quien era sentía menos incomodidad con su presencia.

-nada, estaba pensando que…-

-¿Qué?- volví a inquirir. El se sonrojó.

-estaba preguntándome si… ¿dejarías que te diera un abrazo?- pude jurar que me sonroje.

El se aproximó a mí y me rodeo la cintura con timidez.

-es increíble que vuelva a verte-

Subí mis brazos hasta su cuello y lo rodee con ellos. Sentí como me estrechaba contra su pecho.

-te había extrañado mucho- murmure. El se separo de mí.

-lo siento- lo mire desconcertada

-¿Por qué?-

-acabo de manchar tu ropa con aceite-

-no importa- murmure.

-¿Por qué no me llamaste? ¿Hice algo malo? ¿Por qué no volví a saber de ti?-

-lo lamento, esa decisión no era mía. El trabajo de mis padres tomaba las decisiones-

-pudiste llamarme, habían pasado cerca de cinco años cuando yo te llame, ¿Por qué no me contestabas las llamadas?-

-no lo sabía-

-no lo sabías y no querías saberlo ¿no?- encontré cierto matiz molesto en su dulce voz.

-yo no tenía idea de que querías verme, te hubiera llamado o te hubiera buscado-

-pero no lo hiciste y cuando yo lo hice no me correspondiste- ahora había cierto toque de reproche.

-las decisiones no me correspondían, mis padres estaban muy ocupados como para llevarme de viaje-

-existen los teléfonos-

-gracias por el dato- murmure con sarcasmo.

-¿vas a decirme que no sabias usar uno?- ahora estaba completamente molesto.

-no es lo que estoy diciendo-

-entonces ¿Qué fue? Pase mucho tiempo pensando en ti y cuando trate de buscarte tu no me lo permitiste, ¿Qué debía pensar? Lo único que se me ocurre es que no querías verme-

-sabes que esa opción no es viable-

-el problema es que no lo sé. Volviste aquí y no trataste de buscarme ¿no prometiste que no íbamos a separarnos?-

-se que sí, pero…-

-no me digas de nuevo que no te correspondían las decisiones, no a menos que creas que soy idiota-

-pero eso es lo que pasó-

-bien, entiendo, tenias una edad muy temprana- se cruzo de brazos y su voz se endureció- pero sabes conducir y seguir direcciones, incluso usar el teléfono ¿Cuál es tu excusa ahora?-

-tú no sabes lo que he pasado-

-eso no es mi culpa, me hubiera gustado saberlo, pero probablemente tu no querías que lo supiera-

Aparte la mirada, no quería verlo a los ojos, era demasiado cobarde. Escuché su resoplar

-eso creí-

-no es que no quisiera verte…-

-¿Qué es entonces?-

-no puedo… decirte- y no podía.

El dejo de mirarme y miro a lo lejos.

-de verdad lo lamento, zac- me encogí de hombros y trate de esconder mi rostro entre una cortina de cabellos, ya no sabía que mas decirle para que me creyera, ni siquiera sabía si me había creído en algún momento.

-si- dijo sin mover los labios. El se enfoco de nuevo en mi auto. Me sentía de verdad incómoda por que podía percibir lo molesto que él estaba.

Luego de unos minutos de silencio  escuche como serraba el cofre de mi auto y emprendía una marcha hacia algunos de los autos que estaban un poco alejados de mí.

-gracias- murmure casi sin voz, pero seguramente no me había escuchado, porque no me miro.

 

Había llegado a casa y lo primero que había hecho era coger el teléfono y dirigirme a la agenda telefónica de mi madre. Ellos no estaban en casa debida  que mamá probablemente había ido a una junta de vecinos y papa seguía trabajando.

No logre encontrar el numero de zac, pero encontré el de Terry.

-¿sí?- respondió con una voz sorprendentemente amable.

-hola, Terry-

-¿Quién habla?-

-sí, probablemente no me recuerdes. Soy Rachel-

-¿Rachel? ¡Ah, claro! ¡Wow!, hace mucho tiempo que no hablábamos. ¿Cómo estás?-

-estoy muy bien, Terry, pero. Me da mucho gusto escuchar tu voz, un día iré a visitarte ¡me emociona mucho verte!- se entusiasmo -. Me gustaría mucho, pero… ¿puedo pedirte un favor?-

-el que tú quieras- en ese momento pude imaginarla sonreír, quizás no muy bien por qué hacían seis años desde la última vez que la había visto

-quisiera pedirte el teléfono de zac-

-¿para qu…? ¡Oh!, lo siento, pregunta estúpida, pero me refería al ¿Qué quieres tratar con él?-

-bueno… es que vamos en la misma escuela y necesito orientación, te la pediría a ti, pero sé que no estudias ahí porque te hubiera visto-

-sí, tienes razón. Mi novio no estudia ahí así que tampoco yo-

-maravilloso- murmure-, eso significa que eres feliz con él ¿no?- escuche su risa tras el teléfono-

-sí, mucho-

-me alegro-

-pero en fin. ¿Tienes donde anotar?-

Anote el número de zac en la agenda de mi madre y una vez que colgué el teléfono arranque la hoja en blanco.

Había estado intentando llamarlo, pero él no me respondía, la única vez en la que pude escuchar su voz fue en aquella en la que decidí dejarle un mensaje de voz, pero me acobarde y colgué.

Mi madre llego a casa después de un rato y luego papá. Tuve que dejar de insistir porque no quería que mis padres me interrogaran. Pero de cualquier forma lo habían hecho porque querían saber de mi primer día de escuela.

 

Me dirigí hasta mi primera clase. No lograba mantenerme atenta, solo lograba escuchar que hablaban sobre cierta guerra y en clase de inglés tampoco, pero a diferencia de la anterior, no sabía de lo que hablaban.

Cruce una puerta que ayer no había cruzado debido a que el profesor krishna, no había  asistido. Pero ahora estaba presente. Había tardado un poco, pero él no me reprocho nada.

-hacemos cambio de compañeros, hay chicos que faltan bastante y no avanzamos así, voy a asignarle un compañero, señorita- yo solo asentí -. Fila 1, mesa dos- murmuro. El no parecía muy agradable, no comparado con Teel.

Me dirigí a mi mesa, al instante comencé a temblar, si hacia frio porque estábamos iniciando el mes de diciembre, de hecho, a veces el frio no era tan fuerte. Pero eso no era lo que me había puesto a temblar, si no mirar el semblante distraído de mi compañero, no parecía percatarse de mi presencia, pero yo no hubiera dejado pasar la oportunidad de verlo. Me mordí el labio inferior y sujete con fuerza mi mochila.

Me dirigí a la mesa, coloqué mi mochila en el respaldo de la silla y me senté tratando de pasar desapercibida, pero no lo logre. El estaba inclinado en la mesa con el rostro hacia la derecha, y en cuanto sintió que alguien estaba a su lado giro su rostro para mirarme, afortunadamente solo lo hizo por medio segundo porque krishna había comenzado con la clase.

Un escalofrío recorrió mi espalda cuando escuche aquellas palabras de la boca del profesor cuyas marcas de un viejo vicio a fumar eran más que notorias en sus partidos labios: “trabajen en parejas”.

La típica chica que siempre se ofrecía para ayudar a repartir el material nos dejo una hoja con un ejercicio a completar sobre las propiedades físicas y químicas de metales y no metales.

-señorita, Connor- murmuro el profesor para llamar mi atención-. Si tiene algún problema hágamelo saber- asentí. Su gesto era muy amable, pero su tono de voz no lo era.

Frente a mí un chico de cabello rizado de color negro se dio la vuelta.

-¿chica nueva?- le pregunto a zac.

-date la vuelta- dijo con brusquedad. El chico emitió una risilla burlona.

-¿hacemos un cambio, Rasel?- zac bufó- ¿Qué dices tú, guapa? ¿Quieres cambiar?-  y me guiño un ojo para concluir. Me mordí el labio; si quería cambiar pero no quería que él fuera mi nueva pareja de laboratorio.

-¿Qué? Yo no quiero cambiar- dijo el chico al lado de aquel.

-cállate- le ordeno.

-¿Por qué no te callas tú también?, no quiero cambiar-

-aquí se hace lo que yo digo. ¿Vienes, guapa?-

-ya déjala- gire mi rostro. Esa voz que tanto me gustaba si había salido de él y no lo había imaginado.

-y el defensor de género hablo- se mofó aquel chico.

-ya cállate, Boris- dijo zac

-joven… - lo llamo el profesor- escucho cuando dije que trabajaran en parejas ¿verdad?-

-sí, señor-

-pues hágalo-ordenó el profesor.

-sí, señor- repitió. No pude evitar notar que zac se reía sordamente.

No quería míralo o hablar con él, pero tenía que hacerlo. De verdad quería arreglarlo todo con él.

-te llame ayer- murmure. El asintió sin prestarme atención y se enfoco en escribir en la hoja-. Sigues molesto ¿verdad?-

-¿te parece?- apreté los dientes por su tono cortante.

-si-

El no volvió a hablar y se dedico a responder el ejercicio con ayuda de su libro. Me encogí en mi asiento.

Unos minutos después el me acerco la hoja. Lo mire desconcertada.

-krishna hace preguntas sobre los ejercicios- dijo sin mirarme.

Tomé la hoja entre mis manos, ya había oído hablar de eso, incluso sabia de lo que se trataba todo.

-¿necesitas ayuda?-

-no quiero tu ayuda- traté de que mi tono de voz fuera cortante, pero más bien sonó entristecida. El me miro desconcertado, pero no correspondí a su mirada.

No quería preocuparme por tener que arreglar las cosas con él, aunque por dentro me moría de ganas de que volviera a abrasarme como la última vez, también quería seguir con el último paso de la rehabilitación, y aunque siguiera siendo una chica insegura ya no quería preocuparme por cualquier cosa.

La hora había terminado y era hora del almuerzo. Krishna no había tenido tiempo de hacer sus preguntas sobre los ejercicios, pero nos había avisado que mañana que la clase abarcaba dos horas seria seguro que trabajáramos con esas preguntas.

Me levanté de la silla y me dirigí a la cafetería, trate de no mirar a zac, y vaya que se me dificultó.

Durante el almuerzo una chica que yo conocía perfectamente se nos unió, Sarah se había sentado en su mesa de siempre, y Dani se sentó conmigo y con esa vecina mía, Penélope.

Ella era una chica amable y callada, antes habíamos sido buenas amigas pero en momentos, ya que tomaba clases extracurriculares. Era muy grato hablar con ella, por eso disfrutaba esas oportunidades.

 

 

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he aqui otro capítulo. me disculpo con mis amigos por haber dejado de lado mis deveres escolares y que hubieran interferido a mi favor ante los maestros, no hubiera funcionado y nos dieran esa regañiza hahahaha que momentos. y pensar que fue hace unos dias *W* gracias por su apoyo, nunca estare lo suficientemente agradecida por su amistad, y no estoy segura de que haya una medida tan grande de gratitud xD los quiero mucho.

gracias por seguir leyendo la historia, saben que siempre quiero saver sus opiniones, contactenme por el face o aqui mismo, siempre ando por ahi:

http://www.facebook.com/profile.php?id=100000336901979&ref=tn_tnmn

Capítulo 3: la bienvenida parte dos Capítulo 5: amenaza

 
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