La era del vampiro

Autor: JennIb
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 14/07/2015
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 15
Visitas: 27538
Capítulos: 20

En este mítico mundo hay tres tipos de personas:

quienes juran que han precenciado una de esas manifestaciones, quienes se asocian con personas con necesidad de una hospitalizacion psiquiatrica. quienes creen en aqueyos mitos de alguna forma solo por que leyeron un libro que los conmovio con cada linea y los hizo creer de cierta forma que no eran un simple folclor. y quienes solo lo asocian con una explicacion a sucesos inexplicables; simple folclor.

yo, personalmente no me incluyo en niguna categoria. soy quien agrega la cuarta categoria, mezcla de las ultimas tres a las creencias del mundo mítico y, quien se reconoce como primer, y unico miembro. ¿lo que soy?, no estoy segura. ¿lo que fui?, se manifiesta confuso ante la revelacion de una simple mentira creada por mi madre para "protegerme". ¿lo que seré?, la pregunta mas tentadora a buscar una respuesta: una chica que buscara huir de la secta cuyo objetibo solo es  acecinarla e intenta buscar a su propio amor, huir con el y ser feliz. o quizas debo dejar que la lógica de la idea me haga refleccionar y entender que; aunque pueda elegir, no soy capaz de hacerlo.

"el destino esta escrito" una frase que solo habia leido una vez en esos libros que no me parecian mas que folclor y que siempre me habia parecido irrelebante ahora se convertia en el principio y el fin del todo... el destino estaba escrito, Bah, la eternidad esta escrita, y ¿quien es capaz de vivir una eternidad?, un vampiro, pero esa no es la cuestion; ¿que vampiro puede sobrevivir a la eternidad?: aquel que tiene una razon para aquello, aquel que es como steven...

 

 

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Capítulo 6: repelente para víboras

saama connor love.

me han estado preguntadndo por que saama se llama sama, el nombre es en honor a una chica genial que conozco y quiero mucho, se pronuncia sa-ama con un espacio entre el sa y ama. sa-ama. es un nombre que me encanto de hecho. lo siento saama el que el perssonaje se llame asi no es exactamente por que te aprecio mucho, amo tu nombre hehe :D no es cierto y lo sabes

 

Entonces una nueva idea llego a mi cabeza, había encontrado la manera perfecta de repeler la amenaza de scarlett, si ella me había amenazado haciendo uso del cariño que zac le tenía yo podía usar la confianza que zac me tenía para luego pedirle que no creyera en lo que ella le dijera. Si sentía que estaba mal engañarlo sobre ese tema y pedirle que no creyera en la verdad (si scarlett le decía que yo había estado en rehabilitación y los motivos), pero eso ya se lo explicaría si el momento llegaba.

Sonreí.

-confía en mí-

-confío en ti- dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

-no. Tienes que hacerlo ciegamente,  yo no te doy razones para que dudes de hacerlo- el descruzo sus brazos.

-confío en ti- repitió ahora más lentamente, entendí que ese era el significado  que principalmente le había dado a esas tres palabras.

-entonces estoy de acuerdo, te perdono esa mala reacción- el sonrió.

-¡genial!- exclamo.

-¿Qué es genial, joven Rasel? ¿Acaso termino ya su ejercicio?- nos sorprendió el profesor Krishna.

-no, solo la felicitaba, es… lista-

El profesor asintió y se fue. Zac suspiro.

-vaya carácter- murmuro mas para el mismo. Yo sonreí.

 

La primera semana de escuela había sido más que maravillosa, scarlett de pronto me dedicaba miradas que matan, pero no llegaban a más que eso, a miradas. En los almuerzos raramente había hablado con zac o Sarah, por que habían tenido entrenamiento, pero Peny y Dani se quedaban conmigo. Extrañamente dan había decidido que no me dejaría sola mientras él pudiera hacerme compañía, pero esa idea me gustaba, el últimamente había adoptado más un papel de guardaespaldas, pero igual seguía siendo el mismo fiel y cariñoso hermano que siempre había sido para mí.

Mis padres seguían siendo igual de cariñosos. Mamá me pidió ayuda para  decorar la casa con el pretexto de la decoración navideña, pero yo sabía que lo que realmente quería era decorar, si a algo era aficionada mamá, era a la decoración,  y yo había apreciado mucho que me hubiera esperado hasta salir de rehabilitación para decorar, porque siempre lo hacíamos juntas.Mamá me dejo colocando las últimas esferas del enorme árbol que casi ocupaba la cuarta parte de la sala y fue a la cocina a preparar la cena, ella incluso había sacado sus herramientas de cocina con decoración navideña.

Papá y mamá habían sido muy amables, no había notado lo mucho que me  hacían falta hasta que pensé en un momento volver a necesitar alejarme de ellos, ahora que los tenia conmigo disfrutándolos no quería que por mi mente pasaran ideas de tener que volver a vivir sin ellos y mucho menos si ahora estaba disfrutándolos tanto.

Igual eso no era lo único digno de contar de mi fin de semana. El domingo por la noche había escuchado unos ruidos extraños, mi habitación estaba del lado más cercano a la casa vecina, que por cierto había llevado deshabitada casi toda mi vida. La casa era grande y la caracterizaba (según yo sabía gracias a lo que mamá me había contado), un ático, cuatro habitaciones, dos pisos y dos baños. Me levanté de mi cama y mire por la ventana, eran dos personas quienes hacían los ruidos y trataban de entrar. Me escondí en las cortinas de mi ventana y seguí mirando, eran una mujer y un chico,. No pude mirar bien a la mujer, pero el chico probablemente tenía dieciocho años. Él dirigió su mirada hacia mi ventana y me aparte de ella, seguramente el se había percatado de que lo observaba.

 

Me sorprendió mucho llegar el lunes a la escuela y verlo todo decorado con el espíritu navideño. No olvidaba que esa fiesta había sido la principal razón de que saliera del hospital; mis padres habían estado tratando de que estuviera con ellos en la fiesta del día de gracias, pero por una u otra razón claris no lo había considerado prudente hasta unos días después, ese maravilloso domingo en el que por fin volvía a mi vida.

Nieve sintética en las ventanas y escarcha en las ventanas además de coronas en las puertas caracterizaban la decoración de la escuela.

Entre en el salón de lengua, y lo que capto mi atención definitivamente fue mirar a mi amigo tan extrañamente pensativo, dan estaba muy extraño.

-¿no te parece extraño?- me pregunto

-¿Qué?-

-todo lo que ocurre, dos maestros desaparecieron y no nos dan informes de nada, casualmente al día siguiente hay nuevos maestros que no parecen ser suplentes-

-yo no estaba enterada de que otro maestro había desaparecido- murmure.

-pues… es extraño- susurro pensativo.

-si se tratara de algo malo probablemente ya lo sabríamos ¿no crees?-

Dan adopto un gesto pensativo,  yo trate de no prestarle atención y él hizo lo mismo porque al instante cambio su postura y gesto.

-pero quiero hablarte de algo- dijo de pronto

-claro, lo que quieras- me acerque a él a paso rápido.

-pues… es que te he notado diferente, estas desconectada cuando se acerca- preste más atención-, lo miras de una forma tan atenta, como si no pudieras creer lo que ves…-  me sorprendí y me sonroje al mismo tiempo. Mi amigo lo sabía.

-Daniel…- murmure.

-no, solo estoy hablando, no quiero juzgar u opinar ni nada de eso, si te incomoda solo confírmamelo, me siento extraño sin saber lo que ocurre, seré una tumba- hablo con las frases atropelladas.

-Daniel… eres mi mejor amigo, me conoces más que cualquier persona en el mundo-

-él te gusta ¿no es así?-

-si…- murmure encogiéndome de hombros.

-¿quieres un consejo?-

-sería muy amable-

-díselo-

-si voy a hacerlo- me apresure a decir-… pero en el momento adecuado-

El me analizo con la mirada, y se dio cuenta de que eran palabras que iban más allá de eso… era un plan a futuro.

-eso está bien… supongo- le sonreí.

 

Camine por el edificio hacia la clase de química, estaba llegando tarde, pero no me preocupaba la posibilidad latente de que aquel profesor me privara de las clases y enviara un aviso a mis padres, si no que podía pasar menos tiempo con él. Dan me conocía mejor que nadie, y de hecho, me sorprendía que no me lo hubiera comentado tanto, pero quizás solo quería que yo se lo dijera por miedo a incomodarme.

Siempre me sorprendía la forma en la que siempre sentía que jamás estaba lo suficientemente cerca de él o la manera en la que la respiración se me cortaba cuando él me miraba con tanta autenticidad, como si cada mirada fuera especialmente dedicada a algo, como si de pronto el mundo y sus componentes se convirtieran mas en el fondo de una escena entre ambos.

La puerta se entreabrió producto del fresco viento. Aproveché para entrar en el aula, para mi sorpresa krishna aún no entraba, era extremadamente extraño no verlo ahí recitando su habitual composición de instrucciones y órdenes, pero no lo lamentaba, un día escolar sin krishna no era exactamente lamentable.

Sonreí internamente y me dirigí a mi habitual mesa tratando de abrirme paso entre los adolecentes que gozaban del momento sin el profesor, pero en los siguientes momentos no recordaba cuando había lamentado tanto mirar a zac que cuando lo vi en ese momento, y es que quizás se debía precisamente a eso… que jamás lo lamentaba.

Scarlett rodeaba su cuello y el su cintura, él decía que estaba feliz, y ella solo sonreía, esa sonrisa inocente que caracterizaba su máscara de hierro sólido.

Mi corazón sintió una punzada de dolor cuando ella se acerco a sus labios y lo beso. Aparé la mirada y presioné los labios tratando de ocultar todas esas expresiones que no tardaban en hacer presencia en mi rostro.

Escuche como scarlett murmuraba que debía irse. Una parte de mi se alegro cuando ella se marcho, pero las demás contrastaban esa alegría, porque tanto por dentro como por fuera la desilusión y la frustración se apoderaban de mi. No podía luchar contra eso, no era fuerte, y a pesar de que tampoco débil, parte de mi no le veía caso a intentarlo, y la otra parte se desmoronaba en silencio tan débil como indefensa.

Mi debilidad me recorría de adentro hacia afuera… y quería evitarlo, no quería que nadie mirara mi rostro descompuesto.

Él se percató de mi presencia, no podía creer que sonriera por ella, pero lo hacía, era una sonrisa sencilla, no era de mis favoritas, solo había curveado las comisuras de sus labios.

Deje de presionar mis labios en cuanto note que me observaba, forcé una sonrisa, pero sabía que no lograría  convencerlo de que era una sonrisa sincera. Su rostro cambio y adopto un gesto preocupado.

De pronto todo a mi alrededor se movía fuera de órbita; mi estómago estaba lleno de sensaciones desagradables… lleno de sentimientos revueltos que me subían por la garganta, la sensación se expandió y me sentí mareada, pero esto era muy fuerte, no podía ser solo esa desagradable sorpresa; sentí como comenzaba a perder el equilibrio y la cabeza comenzó a punzarme.

Me di media vuelta, aproveché la ausencia de krishna y corrí al baño.

Dejé mi mochila en el piso y me incline en el lavabo. Levanté la cabeza y me mire al espejo; mi piel estaba  pálida.

Abrí la llave del agua fría, ahuequé las palmas de las manos y las metí en el chorro para llevar el agua hasta mi cara.

La re confortación que normalmente proporcionaba aquello no fue la misma. Saqué el teléfono de mi mochila y marque el número de mamá para avisarle que iba en camino.

Ella estaba preocupada, pero yo solo me sentía agotada, le dije que estaría bien si solo dormía.

 

Era sorprendente, había pasado más de siete días sin una sola pesadilla, con sueños limpios y agradables, y de pronto, como si se tratara de la atracción entre polos opuestos, volvieron.

Esta vez estaba en completa obscuridad, de pronto todo se llenaba de neblina…

Inicie una marcha para tratar de ubicarme, pero no había nada, ni árboles, ni sol, ni nada. Seguí avanzando hasta que tropecé con una roca, caí al piso siendo muy poco capaz de meter las manos para no golpearme la cara, la mitad de mis manos estaban en el aire.  Tomé la roca en mis manos y la arroje, no escuché el sonido de la roca al caer; me puse de pie y me incliné para observar, pero no vi nada, la neblina me impedía ver con claridad, por lo que tuve que inclinarme aún más.

Fue entonces cuando sentí unas manos en mi espalda empujándome, entonces sentí

La caída y automáticamente me desperté de golpe.

Mi respiración estaba agitada, pero todo estaba bien, solo debía convencerme de que había terminado.

Mire a mi alrededor y me di cuenta de que había amanecido. Muy dentro de mi deseé que la pesadilla continuara, porque, prefería aquella pesadilla de la que me podía librar abriendo los ojos a aquella que me enfrentaba cuando lo hacía, Sabia que debía asistir a la escuela y enfrentar esa pesadilla que era real, no podía escapar de aquella, por mucho que lo deseara algo nuevo siempre iba a perseguirme bloqueando mis oportunidades de avanzar.

Muchas veces en mi vida había deseado ser uno de esos personajes valientes y fuertes que protagonizaban las historias que leía, deseaba ser como uno de aquellos dioses que habitaban en el Olimpo; porque estando en el lugar donde pertenecían nada podía dañarlos. Quizás ese era mi problema, no encajaba… por eso me sentía insegura, vulnerable y débil.

Estaba cansada de ser el antes de un héroe, quería ser el después, y quería serlo ahora.

saben que siempre quiero saber sus opiniones... siempre en facebook o por aqui :D

http://www.facebook.com/#!/profile.php?id=100000336901979

proccimamente el cap numero 7... que todavia no tiene nombre pero lo tenfra hahaha. no sera ingenioso porsupuesto por que si no se me ocurrio uno al principio no se me ocurrira uno luego y terminare poniendolo al azar :P

-jenn

Capítulo 5: amenaza Capítulo 7: Cameron Wonk

 
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