La era del vampiro

Autor: JennIb
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 14/07/2015
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 15
Visitas: 27530
Capítulos: 20

En este mítico mundo hay tres tipos de personas:

quienes juran que han precenciado una de esas manifestaciones, quienes se asocian con personas con necesidad de una hospitalizacion psiquiatrica. quienes creen en aqueyos mitos de alguna forma solo por que leyeron un libro que los conmovio con cada linea y los hizo creer de cierta forma que no eran un simple folclor. y quienes solo lo asocian con una explicacion a sucesos inexplicables; simple folclor.

yo, personalmente no me incluyo en niguna categoria. soy quien agrega la cuarta categoria, mezcla de las ultimas tres a las creencias del mundo mítico y, quien se reconoce como primer, y unico miembro. ¿lo que soy?, no estoy segura. ¿lo que fui?, se manifiesta confuso ante la revelacion de una simple mentira creada por mi madre para "protegerme". ¿lo que seré?, la pregunta mas tentadora a buscar una respuesta: una chica que buscara huir de la secta cuyo objetibo solo es  acecinarla e intenta buscar a su propio amor, huir con el y ser feliz. o quizas debo dejar que la lógica de la idea me haga refleccionar y entender que; aunque pueda elegir, no soy capaz de hacerlo.

"el destino esta escrito" una frase que solo habia leido una vez en esos libros que no me parecian mas que folclor y que siempre me habia parecido irrelebante ahora se convertia en el principio y el fin del todo... el destino estaba escrito, Bah, la eternidad esta escrita, y ¿quien es capaz de vivir una eternidad?, un vampiro, pero esa no es la cuestion; ¿que vampiro puede sobrevivir a la eternidad?: aquel que tiene una razon para aquello, aquel que es como steven...

 

 

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Capítulo 9: el motivo, ¡el estúpido motivo!

  Daniel Simons

 

-¡izquierda! ¡Izquierda!-

-debe de ser el velador-murmuro. Me tomo de la mano y trato de remolcarme  hacia allá, pero me resistí –vamos- dijo mientras me jalaba.

No pude evitar que me remolcara porque él era más fuerte que yo.

Sentí que estaba en una película de terror  cuando comprobamos que no había nada, era definitivo, todo estaba siendo igual que en mis pesadillas, aquellas en las que siempre salía perdiendo. Algo había sido diferente, no sentía el miedo y el pánico que en aquellas pesadillas, y quizás no era lógico porque sabía que esto era real, y que si algo de lo que ocurría en mis pesadillas ocurría  en ese momento no me salvaría abrir los ojos y despertar. Pero no podía evitarlo, no sentía temor, si me sentía muy nerviosa porque estaba acostumbrada a aquellas pesadillas, pero pensar que pudieran ser reales me provocaba mas nervios que miedo, y eso quizás se debía a que Zac estaba conmigo; siempre me había sentido reconfortada cuando él estaba conmigo, pero ahora era algo diferente, porque ahora que ya no era una niña de siete años no era solo confortabilidad. A su lado no sentía el peligro, sus sola presencia cercana a la mía representaba un alivio inimaginable e impensable, ni en mis peores sueños había deseado un alivio tan grande como el que él me daba.

Seguimos avanzando hasta llegar a una ventana por donde se colaba la luz de la luna, el lugar se ilumino un poco.

Zac soltó mi mano pero no se paro frente a mí.

-creo que deberíamos separarnos y buscar al velador-

-¿Qué?- pregunte casi en un grito.

El inmediatamente cambio su posición para que quedáramos frente a frente.

-es un chiste- Solté el aire que tenia contenido en los pulmones, hasta ese momento no me había dado cuenta de que había dejado de respirar. Por primera vez en todo ese tiempo había empezado a sentir temor, y era porque por fin lo había comprendido y no quería separarme de él.

-¿Qué es eso? ¿Una nueva forma de asustarme?- Zac rio – voy a darte algo para que te rías Zacary Rasel- amenace divertida.

El extendió las palmas frente a mí haciendo un gesto de inocencia.

Por el corredor que acabábamos de cruzar se escucharon los ruidos de unas pesadas botas contra el piso.

-¿Qué fue eso?- pregunté

-creo que son… pasos-

El se aproximó al inicio del corredor.

-espera…- lo frene.

-¿Qué?-

-¿Qué es eso?- señale una luz en la pared.

-es… una linterna-

El se inclino para asomar solo la cabeza, en ese preciso instante la luz se apago.

El caminó hacia el corredor, yo lo seguí, no quería quedarme sola.

La luz volvió a encenderse y un rostro anciano apareció entre la obscuridad.

Un grito de pánico se escapo de mi garganta, luego sentí que él chico a mi lado se estremeció.

El fantasma también grito asustado, eso no parecía muy lógico.

 

Serré la ventana de mi habitación para que no entrara el frío viento. Mamá se había reído a más no poder cuando le había contado que el supuesto fantasma era el velador, pero a mí no me parecía gracioso en absoluto.

Destendí mi cama y me recosté para dormir. Esa noche fue la primera en muchísimo tiempo en la que una pesadilla no me había dado miedo. No sabía exactamente a qué se debía, pero me gustaba mucho.

 

Me emocionaba mucho entrar en una clase que compartiera con Zac, quería hablar con él, decirle que aunque hubiera sentido un poco de miedo, me había reído de aquello esa noche. Aún no tenía clases con él, pero el partido casi comenzaba y quería estar en primera fila; a él siempre le había gustado mucho él futbol, pero nunca había tenido la oportunidad de verlo jugar. Me hacía mucha ilusión verlo por fin, y estaba segura de que a él le sorprendería mucho verme.

Vi a Cameron en la salida, me dijo que vería a su madre y que luego me vería a mí en el campo de futbol.

Estaba llegando a las gradas cuando unos dedos rodearon mi brazo y me obligaron a frenar mi marcha. Mi vista panorámica de los jugadores calentando se perdió, entonces solo quedo uno frente a mí del otro lado, y no era precisamente el que más me hubiera gustado encontrarme.

-hey…-

Me solté de su mano discretamente.

-hola, Boris-

-estaba pensando que, bueno este partido no es de los importantes, es un juego por diversión, pero puedes ir a verlo-

-de hecho, iba exactamente para allá-

-bien, te dedicare mis anotaciones-

-wow… gracias- murmure apenada.

-luego podemos… salir- lo mire desconcertada.

-¿Qué?-

-ir al baile-

-¿Qué?- repetí.

-como una pareja- me sonrojé

-Boris, creí que ya todos sabían que iba a ir con alguien-

-pero puedes cancelarlo-

-si lo hago más chicos me lo pedirían-

-no lo harán si saben que vas conmigo- me mordí el labio tratando de buscar una respuesta cortés.

-no, lo siento- me di media vuelta para irme, pero Boris volvió a tomarme del brazo y a obligarme a mirarlo.

El rio disimuladamente molesto.

-ninguna chica me ha dicho que no a mi-

-puedes ir con alguien más-

-todos esperan que vaya contigo-

-no tienes que actuar conforme a lo que los demás esperan de ti- su rostro mostro una molestia más notoria.

-no lo hago- dijo con la voz ya sin la amabilidad fingida.

-bien- mi voz se fue a la mitad de la palabra por lo que deduje que leyó mis labios. Camine en dirección a las personas en el campo. No confiaba en Boris en absoluto, el era bastante inestable, así que aproveche para acercarme a las personas pensando que en público estaría segura de él, estaba cerca del campo, ya antes me sentía un poco segura, pero no quería tentar a la suerte.

No di ni tres pasos cuando Boris repitió sus antiguas acciones, esta vez con más rudeza.

-¡hey!, aún no terminamos de hablar-

-suéltame-  le pedí.

-no, tú vas al baile conmigo-

-no, no quiero- dije intentando sonar firme

-no te lo estaba pidiendo esta vez-

Trate de soltarme de sus manos, pero me apretó con más fuerza.

-Boris, suéltame- esta vez no se lo pedí. Comencé a forcejear con él.

-basta, deja de forcejear, no ganas nada con eso, vamos a ir al baile- la última parte sonó a una orden.

Logre soltarme de sus manos, pero inmediatamente volvió a sujetarme, esta vez del antebrazo.

-suéltame, estas lastimándome- me quejé.

-¡ya basta!- dos manos fuertes sujetaron las manos de Boris y me las quitaron de encima con rapidez- ¿Qué estás haciendo?- pude ver de quien se trataba.

-no te metas- vociferó.

-¡por supuesto que voy a meterme! ¿Qué rayos te pasa? ¿Por qué estabas forcejeando con ella?-

-no es asunto tuyo, ve con papi, Rasel y déjanos solos- Boris trato de acercarse a mí, pero Zac se puso frente a mí.

-sí, voy con mi padre, pero ella viene conmigo- Boris le dedico una mirada envenenada.

-trata de llevártela-

-obsérvame-

Zac me tomo la mano y trato de llevarme con él. Me dedico una mirada para ver si estaba bien, pero en esa décima de segundo Boris hizo que el girara su rostro, entonces vi todo de forma bastante lenta, algo que generalmente ocurría cuando tenía miedo: Boris lo golpeo en el rostro y el rostro de Zac solo se volteo unos centímetros, el  soltó mi mano y se llevo ambas manos al rostro. Entonces todo fue sorprendentemente más rápido.

Mi corazón se estrujo y mi primer instinto fue tomar su rostro en mis manos para cerciorarme de que estuviera bien, pero Boris me tomo de la muñeca. En ese instante Zac me quito la  mano de Boris de encima, lo golpeo en el estómago y luego en el rostro, este cayó al suelo quejándose.

-no voy a pelear contigo, pero te lo advierto, no vuelvas a tocarla-

Boris le dedico una mirada envenenada y se puso de pie listo para taclear a Zac El me empujo con sutileza hacia atrás para alejarme. Estaba preocupada por lo que pudiera ocurrir.

Boris corrió hacia Zac, a centímetros de él Math y Johnny  sujetaron a Boris de los brazos mientras Tremaine se interponía entre ellos dos para evitar que se provocara un enfrentamiento si Boris escapaba del agarre de Math y Johnny. Boris se enfado aún más.

-a tu novia no le gustara que te lleves tan bien con ella – vociferó

-¿vas a decirle a scarlett? Bien-

-vamos, Boris, ven con nosotros- con fuerza lograron llevarse a Boris, pero él se resistía

-llévatelo y asegúrate de que se calme-

-claro, amigo-  acepto Tremaine

Me sorprendió que de pronto no le importara scarlett, pero luego pensé que seguramente quería despistarlo. A mi si me importaba que le dijera a scarlett.

 

El se paro frente a mí y me tomo de la mano y me recorrió el rostro con sus dedos al igual que los brazos buscando señal de daños

-¿estás bien?- me pregunto.

-sí, ¿y tú?-

-estoy bien- hice que el volteara su rostro de perfil para ver el golpe que Boris le había dado- ¿Qué quería?- yo me encogí de hombros -¿Qué quería?- insistió.

-quería que fuera con él al baile-

-¿Qué le dijiste? ¿Por qué se puso tan agresivo?-

-que no-

El frunció el ceño sorprendido.

-¿así? ¿Sin más?- pregunto

-sí, solo le dije que no-

-¿Qué? ¿Por qué?-

-bueno, no iba a decirle que sí. El me da… miedo, no me gusta tenerlo cerca, parece loco-

-no debes hablarle tan drásticamente. Tiene problemas mentales y es muy agresivo-

-ojala alguien me lo hubiera dicho antes-

-hay muchas cosas que nadie me dijo y que tuve que averiguar cuando llegue aquí-

-¿fue duro?- pregunté

-sí, mucho. Tu sabes que cuando hay alguien nuevo les gusta jugar con él… o ella-

-¿Cuándo se volvió sencillo para ti?-

-cuando alguien me sustituyo como chico nuevo- identifique que hablaba de mí.

-eso definitivamente me hace sentir mejor- Zac soltó una carcajada, supuse que se reía de mi, pero prefería pensar que era conmigo. Emitió un quejido de dolor en un volumen apenas audible y trato de restarle importancia cuando le preste atención.

-¿Qué fue eso?- pregunté

-¿Qué?-

-eso, ¿te duele la quijada?-

-no-

-¿seguro?-

-sí, estoy bien –

-no tienes que parecer fuerte ante mí – de hecho, estaba bien si yo veía vulnerabilidad en él, porque probablemente el ya la había visto en mi.

-de verdad estoy bien- asentí, pero no estaba convencida.

Zac miro por detrás de mí, me llene de curiosidad y decidí mirar atrás. Parecía que el partido iba a empezar.

-ya debo irme. ¿de verdad estas bien? Me puedo quedar contigo- mencionó

-sí. Adelante-

-¿de verdad estas bien?

-sí, mamá- el rio.

-no te desaparezcas de mi vista ¿de acuerdo?-

-¿Quieres que me quede durante el juego?-

-preferiblemente-

-hummm… - adopte una pose desinteresada- no me gusta el fut bol y tengo cosas que hacer. Mejor te veo luego- a Zac se le desvaneció la sonrisa.

-¿hablas enserio?- sonreí ampliamente

-¡ja! Te convencí, no soy tan mala actriz- Zac rodo los ojos -. Es la mentira más tonta que he dicho en toda mi vida, por supuesto que me quedo a verte jugar. No me lo voy a perder por nada del mundo-

-eso fue algo cruel, pensé que de verdad no te interesaba-

-¿bromeas? Claro que me interesa- le di una palmada en el brazo- estaré en las gradas y seré quien más fuerte grite tu nombre- el sonrió.

-suerte con eso porque kim va a estar ahí- simule estar pensando.

-entonces solo estaré ahí-

-quizás no sea bueno para mí que si sepas mentir-

-no era una mentira enserio, solo payaseaba, fue algo  repentino, no pensé que fuera una mentira, estaba jugando-

-quizá por eso me engañaste-

-procurare que la próxima vez que vaya a mentir sea repentino para hacerlo bien- Zac  avanzo unos pasos al frente y paro justo enseguida de mi

-suerte con eso- dijo simulando estar de acuerdo

-inmaduro- dije mientras le daba un codazo en las costillas. Apenas lo golpe  me tomo del brazo y me puso de frente a él.

-a sí, yo soy el inmaduro- jalo de mi brazo con delicadeza, solo para acercarme a él.

Apreté los labios fingiendo estar molesta.

-ya vete a jugar, Zac-

Me abrazo con una mano y me estrecho contra él. Estaba dispuesta a responder a su abrazo pero fue tan  rápido que no me dio tiempo.

 

Me acerque a las gradas buscando un lugar en las primeras filas, encontré atrás  de Kimberley. Decidí ir ahí. Conforme avance las animadoras llamaron mi atención por sari. Un uniforme de animadora llamo mi atención tras las gradas, era scarlett. Cuando descubrí quien era su acompañante un escalofrío recorrió mi espalda. Ella hablaba con él y su rostro no era de lo más alegre, de hecho, parecía furiosa.

Preferí no prestarle atención porque iba a comenzar algo que de verdad me importaba, ya después trataría de lidiar con scarlett. Sabía que no podría, pero al menos lo intentaría.

 

El partido comenzó. Kim estaba muy emocionada y captaba la atención de Zac para gritar cosas como “¡eres el mejor!” “¡te quiero!” “¡vamos!”. Yo me incline hacia kim para charlar con ella, fue cuando Zac se dio cuenta de donde estaba y me sonrió.

Estaba comenzando el tercer cuarto cuando una chica subió por las gradas y se sentó junto a mi… scarlett.

 

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como siempre espero que les aya gustado. aún no he podido completar el diez, pero puedo darles un adelanto del nombre: burdamente culpable. es un poco intenso, personalmente me gusto ;). igual que siempre les voy a dejar sitios para encontrarme, decirme que piensan de la hisstoria o lo que sea :P mi blog, facebook, twitter :D tambien pueden dejarme un comentario aqui, siempre los leo y aprecio mucho su interes :D MICAAILA

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besos :D

Capítulo 8: deja vu Capítulo 10: burdamente culpable

 
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