Despierta…

Escuché que murmuraban. Quise abrir los ojos, pero me pesaban como si estuvieran hechos de plomo.

Con mucha fuerza de voluntad logre abrir los ojos, todo a mi alrededor era negro. Logre identificar el lugar, estaba en mi habitación pero nadie mas estaba conmigo.

Me puse de pie algo aturdida. Trate de recordar como había llegado ahí, pero tenía la mente en blanco, lo último que recordaba era haberme despedido de papá por la mañana.

Papá…

Seguramente él sabía que había pasado. Baje las escaleras con mucho cuidado, a pocos escalones de la planta baja mis ojos captaron una figura masculina. De repente todo se acomodo de golpe, el golpe fue tan fuerte e impredecible que pensé que se trato de una patada de chuck norris.

-¡Zac!- exclame. El no estaba muerto, mis especulaciones eran incorrectas, benditamente incorrectas. El me miro con una mescla de sorpresa, emoción, alegría y alivio.

Se aproximo a mí y me abrazo con fuerza.

-estas bien…- pensé que lo había dicho en mi mente, pero luego me di cuenta de que se lo había dicho con voz porque me respondió.

-no sé de qué me hablas-

-no supe nada de ti ayer y esta mañana escuche decir en el pasillo que habías muerto-

El enarco una ceja.

-¿Qué yo había muerto?- forcé la memoria para poder recordar lo que había escuchado.

-escuche que decían que te habían visto en la escuela, pero que habías desaparecido y que esta mañana encontraron el cadáver a las seis justo cuando vi salir de su casa a….- una alarma se encendió en mi cabeza, pero lo guarde en mi mente para después- no importa. Lo que importa es que estas bien-

Volví a abrazarlo, el me devolvió el abrazo.

-Rachel… quizás la muerte de la que escuchaste hablar fue la de scarlett-

Me quede helada.

-¿scarlett está… muerta?-

-esta mañana murió, alguien entro a su habitación, ahora tienen una teoría, parece que la muerte ocurrió entre las cinco diez y cinco y media de la mañana- mi mente recordó a Cameron, pero todas esas especulaciones las guarde para otro momento en el que Zac no estuviera presente-. El entierro tendrá lugar mañana por la tarde-

-te juro que no puedo creer que esté muerta-

-tampoco yo, Zac-

Zac me acaricio la mejilla.

-¿te pusiste mal esta mañana por qué pensaste que se trataba de mí?-

Acerque su rostro al mío.

-por supuesto que sí- murmure-. ¿Tienes idea de cuánto te quiero?-

Zac sonrió ampliamente y traslado su mano a mi cintura.

-pues, si es una mínima parte de lo que yo te quiero a ti es suficiente-

Sonreí del mismo modo que Zac

-¿puedo pedirte un favor?-

-el que quieras-

-atiende tú móvil-

-oh. Es que no sé donde esta-

-¿lo perdiste?-

El se encogió de hombros.

-a decir verdad no sé como ocurrió-

Asentí.

-hay algo más que te preocupa ¿no es así?-

En mi mente apareció Cameron, pero volví a disimularlo.

-no, es que estoy cansada-

-tu padre salió un momento, pero ya vuelve. ¿Quieres que te deje sola para que descanses?-

-supongo-

Zac me beso la frente y se dirigió a la puerta para salir.

-te veré mañana-

-Zac…- él se detuvo y me prestó atención de nuevo- de hecho, estaba pensando que podríamos ir al funeral de scarlett-

-¿segura?-

-completamente-

-si quieres-

Zac se marchó. Me quede sola en casa por un tiempo, tiempo en el que saqué todo lo que había archivado. Las piezas de lo que parecía un rompecabezas estaban volteadas con el dibujo hacia abajo y se me dificulto voltearlas para verlo.

Primer punto de lo archivado: Cameron había salido de su casa con prisa y había corrido adentrándose en el pequeño bosque frente a nuestras casas. Curiosamente, aquello había ocurrido alrededor de las cinco de la mañana.

Segundo punto de lo archivado: Cameron me había dicho lo mucho que le gustaría que scarlett desapareciera.

Tercer punto de lo archivado: últimamente me sentía en peligro con Cameron.

Sin importar cuánto quisiera estar equivocada no podía llegar a un pensamiento que me ayudara.

No me gustaba pensar que Cameron había sido el culpable, pero el mismo me había dicho que le gustaría que la próxima en desaparecer fuera ella, incluso, de un tiempo hacia acá yo me sentía insegura con él, me sentía alerta, como si debiera cuidarme de él, y no solo en la escuela o en casa, ahora también cada vez que salía.

Decidí que debía armar mi versión para tratar de entenderlo; si todas mis especulaciones resultaban ciertas, entonces sabría lo que debía hacer, y si estaba equivocada, entonces no había que temer.

-este espacio queda abierto para cualquiera que quiera expresar sus condolencias-

Las personas amigos y familiares de scarlett comenzaron a hablar. No paso desapercibido el llanto de kim, entonces Zac fue con ella para tratar de tranquilizarla, también quería ir con kim, pero ver a Cameron en ese lugar encendió mi curiosidad.

¿Estaba él ahí por puro remordimiento?-

-Cameron – trate de llamar su atención.

-¿Qué?- exigió con rudeza.

-¿Qué haces aquí?- no quería parecer detective. Trate de sonar casual.

-es un funeral- su tono de voz me molesto.

-lo sé, pero no creí que te vería aquí- Cameron junto sus cejas formando una “v”

-¿Por qué no?- volvió a exigir con rudeza. Estaba comenzando a enfadarme por su actitud.

-por lo que dijiste sobre scarlett- de inmediato capto a lo que me refería.

-¿y eso qué? La gente viene aquí para expresar sus condolencias y para despedirse de su ser amado ¿sabes?-

-¿y para que estas tu aquí?- note como mi voz adquiría cierta rudeza que no fui consciente de administrar.

-ya te lo dije- cruce los brazos sobre mi pecho.

-¿A expresar tus condolencias? Porque me queda claro que no viniste para despedir a un ser querido-

-así es- mustió.

-¿no será por que sientes remordimiento?- Cameron dejo de contener su molestia.

-¿remordimiento de que, Rachel?-  su voz se endureció y avanzo hacia mí de manera desafiante.

-no lo sé, tú dímelo-

-¿tú crees que yo…?-

-te vi salir ayer de tu casa hacia el bosque-

-¿Qué rayos te hace pensar que fui a su casa?-

-tú la odiabas-

-no por eso iba a matarla-

-¿y por qué si?-

Cameron apretó los puños.

-¿Cómo te atreves a culparme de esto? Es todo, yo renuncio. Lo que sea ahora es problema de otros- en ese momento mi desconcierto aumento.

-¿de qué estás hablando?-

-no sabes nada de lo que está ocurriendo, piensas que tu estúpido don es la respuesta a todo, pero no lo es. Estas olvidando algo. No son dos bandos, son tres-

Me quede helada.

-¿Quién te dijo de mi don?-

Era cierto, en un principio, después del accidente había sido capaz de ver gente muerta. pero ahora eso ya no funcionaba. No conocía los motivos, pero de hecho me agradaba mas así porque los encuentros eran a veces demasiado traumantes… por eso había estado en rehabilitación.

-¿Qué tan difícil es averiguar que una persona puede ver a los muertos? ¿Te digo? Nada. Yo lo supe desde un principio-

-¿Cómo lo supiste?-

-eso nunca te lo voy a decir- se dio media vuelta para irse, pero lo tome del brazo para pararlo.

-¡hey! No hemos terminado de hablar-

-esto es todo lo que tengo que decir. Renuncio, no voy a seguir haciendo esto. Puedes cuidarte de los vivos, y gracias a tu estúpido don, también de los muertos. Pero ¿Cómo te protegerás del tercer bando? –

-¿Cuál tercer bando?-

Me sonrió con cinismo, se deshizo de mi agarre con rudeza y se fue.

Zac puso su mano en mi hombro.

-¿Qué pasa?-

-nada-

-¿discutieron?-

-si- me di la vuelta para subir al auto de Zac Esperaba que entendiera el mensaje y me siguiera. Así lo hizo; me siguió, pero continúo haciendo preguntas.

-¿Qué fue lo que te dijo?-

No conteste.

-¿Rachel?-

Seguí sin contestar. Zac me tomo con delicadeza del brazo para obligarme a mirarlo.

-¡hey!- me solté con brusquedad.

-por favor, Zacary. Solo llévame a casa y déjame en paz- Zac frunció el ceño sorprendido, yo jamás le hablaba así. No dijo nada más. Me abrió la puerta de su auto para que subiera, después de eso no dijo nada más.

El parecía incómodo en el auto durante todo el viaje, pero no preste atención porque estaba furiosa.

¿Cómo se había enterado el de mi don? ¿Por qué no me había dicho que lo sabía? ¿De qué tercer bando hablaba?

En cuanto Zac  estaciono el auto baje lo más rápido que pude para entrar en casa. Ryan no estaba ahí, por lo que tuve que abrir con mis llaves.

-¿Rachel?- escuche que me llamaba Zac, pero no me volví para mirarlo.

Entre a casa y arroje mi chaqueta al perchero, lo hice con tal rudeza que este se tambaleo y cayó sobre el pequeño mueble junto al perchero y algunos objetos cayeron al suelo.

Maldije en mis adentros. Mire hacia abajo para ver qué era lo que había caído al suelo.

Entonces sentí un clic en mi interior cuando vi una de las películas que había rentado.

Vampiros…