La canción de un sueño

Autor: AxiisDaniiela
Género: General
Fecha Creación: 24/12/2009
Fecha Actualización: 28/03/2010
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 117
Visitas: 110645
Capítulos: 46

Una canción, una voz fue suficiente para que su corazón comenzara a latir tan rápido que pareciera que se saliera de su pecho, como nunca lo había sentido. Eso fue lo que sintió Bella cuando escuchó la voz de su sueño.

 

Mi primer fic...

Me gustaría saber que les parece... comenten y voten.

Gracias (k)

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 10: Pijamada (parte II)

-Tranquila, yo estoy contigo- me dijo Edward mientras me tenía abrazada. No pude contener el impulso ver su rostro, sus ojos me miraban con ternura y comenzó a acercar su rostro al mío, no podía creer lo que iba a pasar, Edward iba a besarme y ahí entraba mi cobardía en acción, giré mi rostro centímetros antes que nuestros labios se encontraran. Me sentía una tonta, ¿qué pensaría él de eso? Capaz que creería que no me gusta, ¡cuando me vuelve loca! Tenía que hacer algo.

 

-Lo siento, tengo que subir- dije mientras contenía unas lágrimas que amenazaban con salir, pero algo me detuvo, Edward agarraba mi brazo para que no subiera.

 

-Discúlpame, no te vayas- me dijo mientras me volvía a abrazar. ¿Cómo podía pedir disculpas él si la tonta fui yo?-¿Bella que tal si te muestro algo? -Dijo mientras me llevaba de la mano al gran piano de la sala- te voy a enseñar como toco el piano.

 

Solamente asentí con la cabeza mientras me sentaba con él en el piano. Al sentarnos, Edward me miró de una manera que hizo que el pecho me saltara de alegría, la cual se manifestó con una sonrisa en mi cara.

 

-¿Sabes? Me encanta cuando sonríes- dijo mientras sus manos comenzaban a tocar las teclas del piano- Ésta canción me recuerda a ti- dijo y comenzó a cantar

Buenas noches, mucho gusto

Eras una chica más

Después de cinco minutos, ya eras alguien especial

Sin hablarme, sin tocarme

Algo adentro se encendió

En tus ojos se hacía tarde y me olvidaba del reloj

Estos días, a tu lado me enseñaron que en verdad

No hay tiempo de terminar

Para comenzar a amar

Siento algo tan profundo, que no tiene explicación

No hay razón ni lógica en mi corazón

Entra en mi vida, te abro la puerta

Sé que en tus brazos ya no habrá noches desiertas

Entra en mi vida, yo te lo ruego

Te comencé a extrañar, pero empecé a necesitarte luego…

 

No podía creer lo que escuchaba, era la voz de Edward con la que había soñado hacía tantas noches atrás y hoy lo tenía frente a mí cantando una de mis canciones favoritas. Su voz era perfecta, la melodía era hermosa…

 

-Gracias Edward, de verdad es hermosa la canción- le dije con lágrimas en mis ojos, había sido simplemente perfecta la canción y él había dicho que le recordaba a mí. Lloraba de alegría, lloraba porque al fin me daba cuenta que estaba completa e irrevocablemente enamorada de Edward Cullen y lloraba porque era una tonta, solamente pude decir un “gracias” cuando lo que quería decir era “te amo”.

 

-Bella no llores, sé que soy mal cantante, pero pensé que te gustaría- dijo en broma.

 

-que tonto Edward- dije secando mis lagrimas con mis manos, hasta que una de sus manos se posó en mi mejilla

 

-Bella, eres la chica más especial en mi vida. Solamente con mirarme una vez fue suficiente para que mi corazón saltara en  mi pecho como nunca lo había hecho- dijo viéndome a los ojos.

 

-Vaya- dije casi en susurro- nunca me habían dicho eso.- Y era verdad, nunca un chico me había dicho eso, nunca había tenido novio ni nada parecido, no me habían dado mi primer beso y era una tonta en el amor.

 

-Bella, gracias por escucharme- me dijo- no te voy a presionar para que me digas tus sentimientos, cuando estés lista, te escucharé- finalizó y vi como sus ojos se volvían cristalinos, ¿cómo decirle que lo amaba con locura? ¿Qué incluso hubo noches en las que soñé con su voz?...

 

-No te vayas- dije y Edward volteó a verme, sus ojos ya estaban calmados, pero sabía que estaba triste y todo era por mi culpa- ¿Quieres una merengada?- pregunté lo primero que se vino a la cabeza, solo quería que volviera a sonreír.

 

-¿No me vas a intoxicar si acepto verdad?- dijo y logré mi cometido, una sonrisa se extendió por su rostro.

 

-claro que no- dije y tomé su mano, si no sabía cómo decirle lo que sentía, por lo menos se lo iba a demostrar. Nos dirigimos tomados de manos a la cocina donde busqué todo lo necesario para preparar dos merengadas de oreo.

 

-Bella, ¿de verdad no tienes frío? Te puedo prestar un suéter- me preguntó Edward, quién se había sentado encima de la mesa de la cocina. En ese momento recordé que apenas llevaba un mini short de algodón y una franelita de tiritas, me puse roja al instante porque Edward se me había quedando viendo.

 

-No tranquilo- dije volteando mi rostro para que él no notara que me había puesto como un tomate- así estoy bien- mentí, porque ya estaba comenzando a sentir frío de nuevo- Están listas la merengadas- avisé para poder cambiar el tema de conversación. Le dí una a Edward quien todavía decía que lo iba a envenenar con la bendita merengada.

 

-Si no la quieres no importa- dije con fingida indiferencia- me la tomo yo también- le dije mientras levantaba una ceja para ver que decía.

 

-Está bien, me la tomo- dijo dándole el primer sorbo como un niño chiquito, un muy lindo niño chiquito- ¡Bella, está buenísima!- dijo y yo reí ante su comentario- ¿Dónde aprendiste a hacerla?

 

-Inventando en la cocina- dije sinceramente- no soy buena haciendo comidas saladas, solamente me quedan bien los dulces- concluí levantando mis hombros para restarle importancia a la situación, no era importante.

 

-¡Eres excelente!- dijo y se acercó para darme un abrazo, en ese momento nuestros rostros volvieron a quedar a pocos centímetros, esta vez era él quien iba a girar el rostro, pero no se lo permití, puse mis manos en sus mejilla y sus manos viajaron a mi cintura, estrechándome más a él.- Bella, no quiero que hagas algo que no quieras- dijo en susurro, su aliento me llegó moviendo cada una de mis terminaciones nerviosas.

 

-Esto es lo que te quería decir hace rato- susurré y me levanté en puntitas para poder llegar a sus labios, él comprendió lo que quería e inclinó su cuerpo para que nuestros labios se juntaran.

 

Fue un beso tierno al principio, mis manos seguían en sus mejillas, pero Edward me abrazaba con más fuerza, haciendo que mis manos viajaran a su cuello, sus hombros y su cabello, intentando grabarme cada uno de sus músculos, cada parte que mis manos tocaba. Sus manos fueron a mi espalda para poder acercarme más a su cuerpo, su lengua pidió permiso para entrar en mi boca y se lo concedí, era mi primer beso, y sin duda alguna, el mejor beso de mi vida. No me importaba el hecho que me encontrara en pijama y en una cocina, era simplemente perfecto.

Nuestros labios se separaron pero el puso su frente en la mía. Nuestras respiraciones estaban agitadas pero se iban acompasando. Así nos quedamos hasta que ya estábamos completamente calmados.

 

-Bella- dijo en susurro sin soltarme- te amo…- ¡AL FIN ALGUIEN ME DECÍA ESAS DOS PALABRAS QUE ESTABA LOCA POR ESCUCHAR, Y NO ERA CUALQUIER PERSONA, ERA EDWARD CULLEN!, el chico por el que estaba loca.

Capítulo 9: Pijamada (Parte I) Capítulo 11: Pijamada (Parte III)

 


Capítulos

Capitulo 1: Llegando Capitulo 2: El Instituto Capitulo 3: Primera clase, primera mirada... Capitulo 4: La chica nueva Capitulo 5: Primera Inspiración Capitulo 6: Presentaciones Capitulo 7: Conociéndola Capitulo 8: Sentimientos Capitulo 9: Pijamada (Parte I) Capitulo 10: Pijamada (parte II) Capitulo 11: Pijamada (Parte III) Capitulo 12: Pijamada (Parte IV) Capitulo 13: Jugando con los chicos Capitulo 14: Preparativos Capitulo 15: La mejor cena de mi vida Capitulo 16: La vida pasa rápido cuando eres feliz Capitulo 17: ¡Sorpresa! Capitulo 18: Una linda propuesta Capitulo 19: ¡Los cuentos de hadas apestan! Capitulo 20: ¿Porqué dejé que esto pasara? Capitulo 21: Necesito tiempo Capitulo 22: Recuperando la sonrisa con una mano rota Capitulo 23: El hospital Capitulo 24: ¡Se inundó el Instituto! Capitulo 25: Lecciones de Piano Capitulo 26: Un consejo de mamá Capitulo 27: Reto de Karaoke (Parte I) Capitulo 28: Reto de Karaoke (Parte II) Capitulo 29: Reto de Karaoke (Parte III) Capitulo 30: Mi "Melosiplan" en acción Capitulo 31: El Prado Capitulo 32: El partido Capitulo 33: Cantan los chicos Capitulo 34: comprando con Alice Capitulo 35: Noche de Chicas!!! Capitulo 36: Preparándome Para El Baile Capitulo 37: Te Ves Preciosa Capitulo 38: El Baile (Parte I) Capitulo 39: El Baile (parte II) Capitulo 40: Adios a los grandes... Capitulo 41: El paso del buen tiempo (Parte I) Capitulo 42: El paso del Tiempo (Parte II) Capitulo 43: El paso del Tiempo 3 Capitulo 44: El paso del tiempo (Parte IV) (La propuesta) Capitulo 45: El paso del tiempo (Parte V) Capitulo 46: ¡AL FIN! (Capítulo Final)

 


 
14442749 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10759 usuarios