Edward POV
Me había despedido de Bella en la puerta de su casa sin darle ninguna pista de lo que íbamos a hacer el día siguiente, me monté en el carro y manejé directo hacia la casa.
-Te ves muy feliz hermanito- dijo Alice pasando una de sus pequeñas manos por mi cabello- ¿Puedo preguntar qué es lo que vas a hacer mañana con Bella?
-Te lo digo si me juras por todo tu armario que no vas a decirle nada a Bella- le dije mientras la miraba por el espejo retrovisor.
-Te lo juro- dijo y me miró muy atenta
-La voy a llevar de Picnic- dije sonriendo
-QUE CURSI HERMANITO- gritó Emmett en el asiento del copiloto.
-No es cursi Emmett- dijo Alice defendiéndome- solo es muuuy meloso- terminó Alice riendo
-Gracias por el apoyo, pero no me han dejado terminar de hablar- dije enfurruñándome en el volante.
-Bueno, termina de decirnos el “melosiplan”- dijo Emmett
-La llevo de picnic a La Push y luego la llevo de caminata al Prado… ¿Recuerdan el prado al que nos llevaba papá cuando estábamos más pequeños?- les pregunté al recordar nuestros viajes de fin de semana a aquel hermoso prado.
-CLARO, COMO OLVIDARLOS- gritó Emmett- ¡Alice llevaba una maleta como si se fuera del país y llevaba secadora de cabello y todo!- terminó y no pude evitar reír con él, esos viajes siempre fueron los mejores.
-¡Es que mi cabello se esponjaba horriblemente!- dijo Alice levantando un poco sus brazos en una mueca teatral- No saben lo que significa que mi cabello se vea mal…- dijo Alice haciendo puchero.
-¡TENÍAS 6 AÑOS!, ¿cómo se puede ver tu cabello mal a los 6?- le dije riendo
-Eso es lo malo de no tener hermanas.- dijo Alice bajándose del Volvo, ya habíamos llegado a casa y no me había dado cuenta.- ¿Qué vas a llevar para que coman?-preguntó
-Esperaba que me ayudaras en esa parte enana- dije mientras les abría a amos la puerta de la casa.
-Bueno vamos, no quiero que mi mejor amiga y mi hermano mueran hambre- dijo pasando directo a la cocina
No sé que tanto hizo Alice, pero a las 10 de la noche ya estaban muchas cosas listas para el día siguiente. Así que recogimos la cocina y me fui a dormir. Esa noche solo soñé con Bella, pero fue diferente… soñé que ella me dedicaba una canción que había estado escribiendo desde el primer día que nos vimos y… me desperté.
Me paré de la cama y me metí a bañar, me vestí y bajé a desayunar a eso de las 9 de la mañana, Alice estaba en pijama con Esme en la cocina.
-Hijo no quiero que a Bella le dé un coma diabético por culpa de todos los dulces que hicieron anoche tú y Alice, por lo que les estoy preparando unos sanduchitos- dijo mamá sin quitar la vista del pan.
-Ah, gracias mamá- dije mientras la ayudaba a guardar las cosas.
-Deberías desayunar algo Eddy- dijo Alice con una sonrisa que la delató
-¡LE DIJISTE ALGO A BELLA!- la acusé
-Te juro que no le dije nada de a dónde iban o que iban a hacer, solo la ayudé a escoger su ropa.- dijo nerviosa, pero sincera- ¿te gusta como se ve en azul verdad?- preguntó levantando una ceja.
-Ehhh… sí, creo, no bueno, si me gusta como el azul hace contraste con su piel- dije sin evitar ponerme rojo, creo que es algo que se me pegó de Bella.
-Relájate hermanito- Dijo Alice sonriendo- solo quiero que la pasen bien ustedes dos- terminó y subió corriendo las escaleras.
-Hijo no se me hubiese ocurrido nada más romántico- dijo mamá sentándose conmigo en la mesa.
-Gracias mamá- le dije mientras comía mi desayuno- ¡esto te quedó buenísimo mamá!
-Hijo ya es hora que vayas saliendo a casa de Bella- dijo mientras se levantaba de la mesa y pasaba una mano por mi cabello.
-¡SE ME HACE TARDE!- grité mientras tomaba todo y lo llevaba al volvo
Cuando terminé de acomodar todo para que nada se cayera, arranqué el motor en seco y salí directo a casa de Bella, el reloj marcaba las 10:05 am y yo iba a 130 km por hora en una carretera completamente mojada.
Cuando llegué a casa de Bella, ella estaba jugando con Orión en el patio delantero de la casa, llevaba puesta una camisa azul de cuadros con unos jeans y en su cabello había una cinta con una flor blanca de lado. Se veía completamente hermosa, parecía un ángel, le tenía que agradecer a Alice que ella se viera de esa manera.
-Hola- dije cuando me bajé del carro y corrí hacia ella. Bella se lanzó a mis brazos y me abrazó por el cuello, pensé que por fin iba a volver a sentir sus labios contra los míos, pero sus labios se desviaron a mi cuello, no pude evitar estremecerme ante su contacto, era tan cálido.
-Hola- dijo mirándome a los ojos- creo que hoy tenemos un acompañante extra- dijo soltándome y llamando a Orión- mamá me dijo que ella y Charlie van a arreglar el jardín hoy y necesitan que me lleve un rato a Orión- dijo y volteó su mirada-¿Puede ir con nosotros?- preguntó e inmediatamente la cara de Bella fue igual a la de Orión, los dos ponían cara de corderito con un extra de pucherito al cual es imposible resistirse.
-Como negarme- le dije mientras la abrazaba y saludaba a Orión, que bueno que Bella era hija única.
-Aquí están las llaves del Bugatti- dijo Bella mientras me entregaba las llaves.
-Gracias, voy a meter algunas cosas a tu carro; busca algo para Orión, volvemos al final de la tarde- le dije y en los ojos de Bella apareció una chispa de… ¿entusiasmo?, no sé, pero era hermosa de todas maneras. Estuvimos viéndonos un rato y luego Bella entró corriendo a su casa, aproveché el tiempo y pasé las cosas para el picnic a la maleta del Bugatti y las tapé con una manta para que Bella no tuviera idea de nada. Al poco tiempo Bella volvió con una mini canastica para Orión y con la correa de Orión, todo en su mano buena, parecía que en cualquier momento algo se iba a caer, por lo que corrí a ayudarla.
-Tranquilo Edward, yo puedo- dijo. Siempre era así de testaruda, pero no podía dejar que abriera la maleta.
-Yo se que puedes, pero igual quiero ayudarte, le dije y le quité las cosas de las manos, metí la correa de Orión en el asiento del piloto y corría meter la canastica en la maleta, todo antes que Bella llegara.
-Si que eres rápido ¿no?- dijo levantando una ceja.
-Señorita, le recuerdo que hoy me toca manejar su carro a mí- dije haciendo una reverencia y ella no aguantó la risa. Su risa era música para mis oídos.
-No se me ha olvidado- dijo sin dejar de reírse.
-Ven- tomé su mano y la corriente eléctrica fue inmediata, ¡AMABA ESA CORRIENTE!. La llevé a la puerta del copiloto y la abrí para ella- Pase adelante mi linda señorita- le dije de nuevo con una reverencia.
-Gracias caballero- dijo Bella Riendo.
Caminé, casi corrí, hasta la puerta del copiloto.
-Pase adelante joven Orión- dije mientras Orión se montaba en el carro y Bella no dejaba de reír. Me senté al volante y prendí el carro, definitivamente éste tenía mejor motor que mi Volvo, pero nunca lo iba a admitir, miré a Bella y en su cara comenzaba a aparecer la duda- No voy a dejar que te pase nada, yo manejo mejor que Emmett- le dije riendo y poniendo el Bugatti y mi “melosiplan”, como lo había llamado Emmett, en marcha.
-No es eso lo que me preocupa- dijo sonriendo- lo que me preocupa es a donde me vas a llevar- dijo nerviosa
-No te preocupes, creo que te a gustar- le dije y aceleré mas el carro
En éste momento no había nada mejor que pasar por las calles de Forks, acompañado por el amor de mi vida, su mascota y uno de los mejores carros del mundo.
Iba manejando y me acordé de algo.
-Bella, ¿dónde está el CD que te regalé?- le pregunté y ella inmediatamente s arrodilló sobre el asiendo del copiloto y se inclinó a buscar algo en el asiento de atrás-¿lo tiraste allá atrás?- pregunté sorprendido, pensaba que le había gustado
-lo siento, pero tengo que decir a mi favor que estaba llorando en ese momento- dijo mientras seguía buscando, pero Orión no cooperaba con ella- Lo encontré- dijo triunfal mientras se volvía a sentar derecha en el asiento. Preferí no preguntarle por qué estaba llorando, ya que sabía la razón.- ¿quieres que lo ponga?- preguntó con brillo en los ojos.
-Mejor conectamos tu Ipod, Alice dice que tienen música muy buena- le dije mientras le daba mi sonrisa torcida, la cual parecía que hacía que Bella dejara de respirar por un momento, lo cual me preocupaba, pero me encantaba.
Bella conectó el Ipod, pero no prestamos atención a la música, ella iba viendo por la ventana y yo la iba viendo a ella…
-Conozco éste lugar- dijo mientras se enderezaba en el asiento- ¿Es La Push verdad?- preguntó con una sonrisa en los labios.
-Si- dije mientras estacionaba cerca del camino que daba para la playa- te traje para que diéramos un paseo, y bueno, ahora que está Orión, para que juguemos con é- le dije mientras sacaba de la canastica de Orión algunos juguetes de cachorro y tomaba la correa.
-Qué lindo Edward, gracias… nunca había tenido la oportunidad de acercarme a esta playa- dijo mientras caminábamos tomados de la mano y el cachorro corría delante de nosotros…
-Pensé que ya habías venido- le dije sonriéndole.
-Si había venido, pero no bajé, solamente me estacioné allá arriba y me senté en el capó a ver el atardecer- dijo y su mirada se puso triste por un momento, pero luego me vio a los ojos y solamente podía ver alegría.
Llegamos a la arena y Orión se puso como loquito, Bella y yo jugamos con él un buen rato, lanzábamos pelotas, palos, huesos de goma, de nuevo pelotas y parecía que éste cachorrito tenía una batería muy buena, pero Bella y yo ya estábamos cansados, por lo que nos sentamos en las ramas de un árbol que sobresalían del suelo.
-Dios- dijo Bella- no sabía que Orión era capaz de jugar tanto tiempo y no cansarse.
-Creo que ya se cansó el cachorrito-dije mientras abrazaba a Bella y señalaba una esquina de las ramas, donde Orión se había quedado completamente dormido.
-Ayyyy que lindo se ve- dijo Bella sonriendo
-No se ve tan lindo como tú- dije viéndola a los ojos- Bella quiero probar algo, nunca he sido muy buen cantante acapella, pero quiero cantarte algo- Bella solo asintió con su cabeza mientras sonreía, hacía tiempo que quería cantarle algo a Bella y ahora que tenía la oportunidad, no se me ocurría nada. Estuve un rato viendo sus hermosos ojos grises y se me ocurrió una canción perfecta…
Quizá no fue coincidencia encontrarme contigo,
Tal vez esto lo hizo el destino.
Quiero dormirme de nuevo en tu pecho
Y después me despierten tus besos.
Tu sexto sentido sueña conmigo
Se que pronto estaremos unidos.
Esa sonrisa traviesa que vive conmigo
Se que pronto estaré en tu camino.
Sabes q estoy colgando en tus manos
Así q no me dejes caer
Sabes que estoy colgando en tus manos.
Te envió poemas de mi puño y letra
Te envió canciones de 4.40
Te envió las fotos cenando en marbella
Y cuando estuvimos por Venezuela
Y así me recuerdes y tengas presente
Que mi corazón esta colgando en tus manos
Cuidado, cuidado que mi corazón esta colgando en tus manos.
No perderé la esperanza de hablar contigo,
No me importa que dice el destino.
Quiero tener tu fragancia conmigo,
Y beberme de ti lo prohibido.
Sabes q estoy colgando en tus manos
Así q no me dejes caer
Sabes que estoy colgando en tus manos.
Te envió poemas de mi puño y letra
Te envió canciones de 4.40
Te envió las fotos cenando en marbella
Y cuando estuvimos por Venezuela
Y así me recuerdes y tengas presente
Que mi corazón esta colgando en tus manos
Cuidado, cuidado que mi corazón esta colgando en tus manos.
Cuidado, cuidado mucho cuidado, cuidado
No perdere la esperanza de estar contigo
Cuidado mucho cuidado
Quiero beberme de ti todo lo prohibido
Cuidado mucho cuidado
Quiero amanecer besando toda…
Toda tu ternura mi niña mi vida te necesito
Te envió poemas de mi puño y letra
Te envió canciones de 4.40
Te envió las fotos cenando en marbella
Y cuando estuvimos por Venezuela
Y así me recuerdes y tengas presente
Que mi corazón esta colgando en tus manos
Cuidado, cuidado que mi corazón esta colgando en tus manos.
(Carlos Baute- Colgando en tus manos (acústica))
La canción la canté desde mi corazón, en ese momento no existía más nadie que no fuera mi Bella, la persona más importante en mi vida, y con la que quería pasar el resto de mi vida.
-Es hermosa Edward- dijo Bella con lágrimas en sus ojos- no sé por qué te empeñas en decir que eres mal cantante, eres asombroso- dijo y me abrazó por la cintura, instintivamente pasé mi brazos por sus hombros y la apreté.
-Ojalá pudiera quedarme aquí contigo toda mi vida- le dije y besé sus cabellos- me alegra que te haya gustado la canción, acuérdate que ahora tú tienes mi corazón en tus manos- le dije mientras ella levantaba su rostro para verme.
-Y tú tienes el mío- dijo sin dejar de verme. Me moría por besar en éste preciso momento aquellos hermosos labios, pero no lo iba a hacer… todavía.
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