Bella POV

Salí del salón de literatura con Ángela y me acompañó a mi siguiente clase, pero en ésta estaba sola. Así que luego de que Áng se fuera, respiré tres veces profundamente y caminé al salón,  era mucho más espacioso que el salón de literatura y los puestos eran separados, agradecí el hecho que solo quedara un asiento al final del salón, eso les haría más difícil a los chicos voltear a verme… pero me equivoqué, siempre encontraba a alguien viéndome y luego dirigían nuevamente su vista al pizarrón.

La clase pasó relativamente rápido, tomé solo los apuntes necesarios y me dediqué a ver por la ventana, recordando al chico misterioso de ojos profundamente verdes al que, sin querer, le había sonreído. ¡Todavía no sé de donde salió aquella sonrisa!, pensé para mis adentros.

Al terminar la clase, tomé mis cosas y las puse en la cartera, cuando fui a revisar mi horario me di cuenta que ya no tendría más clases el día de hoy, solo por ser el primer día.

-Genial- dije con remarcado sarcasmo – ahora me toca irme caminando a casa

-Claro que no Bella- gritó Ángela, y no se de donde salió, pero me había escuchado- yo te puedo llevar a tu casa si quieres, ¡mis padres me prestaron el carro por hoy!

-¿En serio no es molestia?- Pregunté a la chica, en realidad no tenía ganas de caminar bajo la llovizna de Forks.

-¡Claro que no!, vamos.- concluyó Ángela y yo acepté feliz, era bueno haber hablado con ella, sentía como si l conociera de toda la vida

-Gracias Áng – dije de corazón – no se me antojaba ir caminando y llegar mojada.

-Tranquila Bella, para eso somos amigas- dijo mientras me miraba con una gran sonrisa, ésta chica no tenía problemas para hacer nuevas amistades y eso se podía notar a kilómetros de distancia.

Íbamos hablando tranquilas en el carro mientras le indicaba la dirección, como a los 15 minutos ya estábamos estacionadas en la entrada.

-¡Bella! ¿De verdad esta es tu casa?- preguntó mientras me miraba con los ojos llenos de curiosidad- Es bellísima y grande

-Ehhh… si, ésta es mi casa; creo que mamá la compró porque se parece mucho a nuestro antiguo hogar – dije mientras recordaba aquella gran casa en la que solía vivir.

-De verdad que tus padres tienen buen gusto Bella- dijo mientras seguía viendo la casa.

-¿Quieres pasar?- la invité al ver que no me estaba viendo a mí.

-En otro momento me encantaría, pero ahorita tengo que ir a recoger a mi hermano en el colegio; esa fue la condición para que me prestaran el carro.

Reí, casi grité de la risa, cuando Ángela hizo una mueca de fastidio luego de haber dicho eso.

-Ay Ángela, no sabes lo bueno que debe ser tener hermanos, yo no tengo hermanos.

-Eres afortunada- dijo riendo y yo ya iba bajando del carro-  nos vemos mañana Bella.

-Adiós- le grité agitando mi mano sobre mi cabeza.

Estaba entrando a la casa, esta vez completamente sola en aquella gran casa. Reneé estaba en el hospital y Charlie en la comisaría. No tenía ganas de hacer gran cosa para el almuerzo, por lo que solo agarré una manzana de la cestica de frutas y subí a mi cuarto. Al entrar dejé mi cartera sobre la mesa y me acosté en mi cama, comí la manzana y me quedé dormida casi al instante… Una canción apareció en mis sueños, solo escuchaba aquella voz que antes había aparecido en mis sueños, sentía la loca necesidad de ver de quien era esa voz y corría por un pasillo largo y en ese momento desperté sobresaltada…

-¡No puede ser que siga soñando con esa voz!, me debo estar volviendo loca- dije mientras me levantaba de la cama y me sentaba en la ventana. Ahí estaba mi guitarra, tenía muchísimo tiempo sin tocarla, así que la agarré y salí por la ventana, sentándome en el techo. No sé cuánto tiempo estuve sentada ahí, con mi barbilla en mis rodillas y viendo hacia el bosque, cuando la sonrisa de aquel chico y no supe cómo, pero en ese momento llegó a mí la primera oleada de inspiración que sentía en mucho tiempo. Con una sonrisa tonta agarré mi guitarra y comencé a tocar y cantar…

… You know this could be something

Because everything you do and words you say

You know everything takes my breath away

And now I’m left with nothing

So maybe it’s true, that I can’t live without you

And maybe two, is better than one…

(Two is better than one by Boys like Girls)

-Que tonta soy, ni siquiera he hablado con él y ya estoy creyendo que me enamoré con solo verlo- dije mientras volvía a mi cuarto. Fue hasta ese momento que me di cuenta que Reneé estaba en el cuarto y me veía con aquella sonrisa tierna que siempre suelen tener las madres cuando saben que nos pasa algo.

-Hija que canción tan linda, ya extrañaba escucharte con tu guitarra- dijo mi madre mientras me daba un gran abrazo sin dejar de sonreírme- ¿Qué tal tu primer día?, ya veo que alguien te inspiró, cuéntame todo…

-Mamá no hay mucho que contar- le dije mientras reía contra su hombro- creo que conseguí una nueva amiga, su nombre es Ángela, es muy amable y habla hasta por los codos, de resto solo me miraron como si fuera algún bicho raro de zoológico, era como “la especie en extinción ha renacido”- dije teatralmente

-Ay Bella- dijo- no seas así, eres una muchacha muy bonita, seguro todos notaron eso.

-No se- dije mientras bajaba la mirada y recordaba aquella sonrisa que me había dado mi primera inspiración- pero si habían chicos de muy buen lejos

-¿de buen lejos?-  preguntó mi mamá

-si mamá, de buen lejos, porque no hablé con ninguno- le dije y me regaló una gran sonrisa

-Hija , prométeme que mañana me vas a contar del que te dejó sin aliento, porque esa canción y lo que dijiste no se va a quedar así ¿ok?

¡OOOOOHHH NOOOOO!, ¿porqué a Reneé nunca se le escapaba una, de verdad quiere que le cuente que no sé ni siquiera el nombre del chico?

-Ok mamá, pero mañana –dije sin mirarle a la cara.

-Bueno hija, baja en un ratico para comer, Charlie no debe tardar en llegar.

-¿Qué hora es? Pregunte al darme cuenta que ya íbamos a cenar

-son las 6:30- dijo mientras veía su reloj y me veía de nuevo.

- ¡Oh por dios!, se me fue toda la tarde en el techo- aullé

-Tranquila, los primeros días se acepta-dijo mamá mientras salía de mi cuarto

Ahora si me estaba volviendo loca, pase toda la tarde sentada en el techo con una voz que no conocía en mi cabeza junto a una sonrisa que me dejaba sin aliento.

-Si- dije en voz baja- estos son principios de locura- concluí mientras bajaba a cenar y a prepararme para el día siguiente.