DESEOS PROHIBIDOS?TERMINADO

Autor: rake
Género: + 18
Fecha Creación: 16/11/2010
Fecha Actualización: 31/05/2011
Finalizado: SI
Votos: 32
Comentarios: 89
Visitas: 197700
Capítulos: 56

 

TERMINADO

FIC RECOMENDADO POR LNM CON 4 VOTOS!!!

 Si eres perseverante,los deseos se hacen realidad y aqui está la prueba que lo confirma.

Leer este fic que os aseguro que acabará por encantaros.

VOTAR Y COMENTAR MUCHAS GRACIAS.

 

 

                      

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Capítulo 20: Borrachera

Tumbada en su cama,Bella contemplaba el baile de las sombras en el techo.Ojalá Edward no la hubiera besado y ojalá no hubiera dejado de hacerlo.No era una jovencita de las que se enamoran de una cara hermosa o unos hombros fuertes,sin embargo debía admitir que el conde tenía un físico estupendo.Nunca había experimentado verdadero placer con las caricias de un hombre,pero tenía la sensación de que Edward podía ofrecérselo.

Poseía un dominio del beso que superaba toda expectativa.La había besado tres veces,todas ellas con una excelencia que la había atrapado y le había hecho perder el juicio momentáneamente.

Por la ventana entreabierta,oyó una especie de maullidos.Salió despacio de la cama,atravesó la habitación,corrió la cortina ondulante y se asomó.A lo lejos,con la ayuda de la luna,pudo ver el contorno de dos hombres bamboleándose de un lado al otro del camino,como si no lograran ponerse de acuerdo sobre qué dirección tomar.Reconoció inmediatamente a uno de ellos:Edward.

Corrió hacia la puerta,tomando el chal de los pies de la cama al pasar.Bajó precipitadamente la escalera,atravesó la casa y llegó a la cocina en el preciso momento en que Edward y su hermano entraban en ella tambaleándose.Había una lámpara encendida en la mesa,como si su madre esperara su llegada a aquellas horas.

Edward se había quitado el corbatín,llevaba la camisa desabrochada hasta medio pecho y la chaqueta desarreglada.

—¡Lord Forks!—espetó.

El conde echó la cabeza bruscamente hacia atrás y luego hacia adelante y frunció los ojos como si le costara enfocar.De pronto,se le iluminó la mirada y su boca se transformó en lo que Bella sólo podría describir como una sonrisa de idiota.

—¡Bells!Me has esperado levantada.¡Qué encanto!

—¿Bells?

—Bella es demasiado formal y estoy harto de formalidades—aclaró agitando un dedo.

Arrastraba las palabras y apenas vocalizaba.

—Estás borracho—respondió ella.

Él negó con la cabeza,después asintió,luego volvió a sonreír.

—Sí,creo que sí.Tenemos que hablar.Emmett ha tenido una idea genial.

Horrorizada ante la escena,miró a Emmett,que parecía a punto de perder el equilibrio en cualquier momento.También él sonreía como un bobo.

—Si me disculpáis,creo que me llama mamá.

Chocó con la mesa,atravesó la estancia bamboleándose y se estampó contra la pared.Después se volvió para mirarla,sin perder la sonrisa y se desplomó en el suelo.

Bella,tentada de patearlo por segunda vez,se volvió hacia Edward.

—Voy a buscar a tu criado.

—No,no—intervino él negando también con la cabeza.Rodeó la mesa con tiento,apoyándose en las sillas—.No he bebido tanto como Emmett.

Se acercó a ella tambaleándose y le echó el brazo por los hombros.Su peso estuvo a punto de tirarla al suelo.Lo sujetó por la cintura con un brazo y apoyó el otro en su costado,por el equilibrio de ambos.

—¿Puedes subir la escalera?

—Por supuesto—contestó él.

Fue un ascenso costoso y en varias ocasiones Bella dudó de que lograran llegar hasta arriba.Pero continuaron,a pesar de que Edward,apoyado en la condesa,cada vez le pesaba más y apenas levantaba los pies para pasar de un peldaño a otro,como si,igual que su hermano,deseara sucumbir a los efectos del alcohol y tumbarse en la escalera.

Por fin llegaron al rellano.Ella lo condujo por el pasillo hasta la habitación donde había visto que dejaban su equipaje.También allí había una lámpara encendida y se preguntó si la señora Cullen estaba acostumbrada a ese comportamiento de sus hijos.

Consiguieron llegar hasta la cama,donde Edward perdió la verticalidad definitivamente.Como estaba abrazado a ella,ambos se desplomaron sobre el lecho.

—Edward,déjame levantarme—le ordenó mientras lo apartaba empujándolo por los hombros.

—Chissss—susurró él con voz arrastrada—.Quiero contarte la genial idea de Emmett.

—Por la mañana.

—No,ahora.

—Al menos deja que te meta en la cama.

—Soy yo el que quiere meterte en la cama…aunque esté mal visto—intervino él con una sonrisa perversa aunque juguetona.

—Edward…—dijo ella empujándolo más fuerte.

—Deja que te lo explique y después te puedes ir,que ya me meto yo en la cama.

Bella dejó ir un suspiro de hastío.

—Muy bien,explícame esa idea genial,qué sin duda será absurda si se le ha ocurrido a Emmett esta noche,con todo lo que habéis bebido.

—Deberíamos ser amantes.

A Bella le dio un vuelco el corazón y se le hizo un nudo en el estómago.

—No lo creo.

—Escúchame—suplicó él sellándole los labios con el dedo—.Es genial.Te lo prometo.Dijiste que no te casarías conmigo porque eres estéril y yo necesito un heredero.Pero¿y si el estéril fuera el viejo Forks y no tú?

—Imposible.Como ya te he contado,tuvo un hijo con su anterior esposa.

—¿Estás segura?

—Completamente.

Aunque estaba tumbado,consiguió ladear la cabeza de forma que parecía que estaba elucubrando.

—Quizá su semilla se había debilitado demasiado para prender en ti.—Negó con la cabeza—.Da igual:seremos amantes y lo haremos como conejos—dijo acariciándole la mejilla—.Si te quedas embarazada,me caso contigo.Si no,me casaré con la mujer que tú elijas.

¡Qué proposición tan injusta!¿No se daba cuenta de que ella podría llegar a encariñarse más con él durante su aventura?Después de intimar con ella,¿podría Edward cambiarla por otra tan fácilmente?¿Sería Bella capaz de apartarse de él?

—No eres duque—le recordó ella—y yo quiero ser duquesa.

—Como ya te he dicho,puedo ayudarte en eso.Si realmente eres estéril,como ambos sabemos,te casarás con un viejo duque que no necesite heredero,pero tú y yo podremos seguir siendo amantes.Es perfecto,Bells.

Salvo que se quedara embarazada,en cuyo caso se casaría con un conde,ese conde.Aunque la idea tenía su encanto:ser suya y la madre de sus hijos.

—¿Qué te parece,Bells?

Cuando la llamaba así,le costaba mucho mantener en pie su coraza.

Edward cerró los ojos y continuó acariciándole la mejilla con el pulgar distraídamente.

—Haríamos el amor todas las noches.Te llenaría de besos…y te calentaría…con mis caricias.Quiero estar…dentro de ti.

A Bella se le paralizaron todos los órganos.Ningún hombre le había hablado nunca de cosas tan íntimas,ni de forma tan explícita;ninguno le había revelado lo que quería hacer con su cuerpo.Se acaloró,de pronto bombardeada por imágenes de él haciendo exactamente lo que le había dicho.La fusión de los deseos de ambos,la unión de sus cuerpos.

Dejó de acariciarle la mejilla y su respiración se hizo profunda y uniforme.

—¿Edward?—le susurró ella.

Al ver que no se movía,se acercó y le tocó el pelo,la sien,la mejilla hasta que llegó a la barbilla y le puso el pulgar en los labios.

—Mereces algo mejor que yo,Edward,incluso como amante.No tienes ni idea de lo que me cuesta rechazarte.Pero debo hacerlo.Me asustas,mi bello conde.

Se zafó de él y se levantó de la cama.Luego le quitó los zapatos.No tenía fuerza para meterlo en el cama,así que lo tapó un poco con la colcha sobre la que estaba tumbado.

Con cautela,se sentó en el borde de la cama para poder volver a acariciarle el pelo.Dormido parecía tan inofensivo…¿Quién iba a decir que tenía en su mano la posibilidad de destruirla?

—No tengas miedo—dijo él de pronto,casi logrando que a ella se le saliera el corazón del pecho.

Se levantó de la cama y retrocedió un paso sin dejar de mirarlo.Él no se movió ni abrió los ojos.Cuando Bella logró tranquilizarse,apagó la lámpara y dejó que las sombras la envolvieran.

¡Qué distintas eran las cosas allí!¡Qué distinto era él!Nunca lo había visto ebrio.Su difunto marido era un borracho mezquino,pero en Edward no había ni un gramo de crueldad,ni siquiera cuando bebía.

Se acercó a la cama y se arrodilló en el suelo.

—La idea de Emmett es verdaderamente genial—susurró mientras le acariciaba el pelo—,pero creo que al final terminaría rompiéndonos el corazón.

De pie,se inclinó sobre él,le besó la frente y procuró olvidar que el suyo ya estaba roto.

Capítulo 19: Amantes? Capítulo 21: Intereses

 


 


 
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