=Capitulo 23 *VAMPIROS*=

(Narrador)

Una hora más tarde llegaron los demás Masen, Alice, Jasper, Emmett y Rosalie. Todos ellos tan alegres, sonriendo y abrazando efusivamente a Bella. Incluso Rosalie le mostro afecto,  pues casi no tuvo contacto con ella en ocasiones anteriores.

-Hola, un gusto volver a verlos- Alice siempre tan amigable. Abrazo a cada uno de los Denali, dándole un beso en la mejilla a cada uno.

Pero se mostro un poco incomoda cuando se acerco a Tanya, como si sintiera la corriente de odio, envidia, rencor, dolor,…venganza.  Los muros de hierro; aquellos que las personas más dolidas construyen como una barrera de protección, como un medio de escudo, que si se permite dejar que la gran masa se cuartee, poco a poco la grita crecerá y crecerá hasta que se derrumbe desde sus simientes. De eso se sostenía Edward Cullen en su tiempo de venganza, en eso se refugiaba Victoria de niña, a eso se aferraba en este momento Tanya  buscando algún tipo de consuelo.

Por que Tanya era otra Victoria Anderson; aquella loba que se disfrazaba de cordero, aquella luz que muy al contrario de iluminar, se encargaba de llevar a las sombras todo lo bueno de su entorno. Ella quiso ganar, siempre ganar. Desde que conoció a Isabella, su intención no fue hacerse su amiga, si no acercarse a los padres de ella, ser la hija que ellos hubiesen querido que fuera.

A la rubia se le daba por escuchar conversaciones privadas; y gracias a ello, se entero de muchas cosas, y una de ellas era que, Isabella Swan, era la hija no deseada. Renee prefería no tener hijos, y Charlie deseaba un heredero, un hombre fuerte, astuto, pero lo único que obtuvo fue una niña, torpe, ingenua y tímida. Su esposa nunca acepto darle otro mocoso el cual criar, que se conformara con lo que tuvo.

De ahí Tanya trato de acercarse a la estúpida mujer. Y claro está que, como compartían varios ideales, se fue ganando su cariño incluso mas que le dé su propia hija, por otro lado Charlie; que veía como la jovencita se desenvolvía con astucia entre la sociedad, claramente una hija digna. Ella podía saborear la fortuna Swan, pues ellos tenían mucho más dinero que su propia familia, y así, podía verse en un futuro de la mano de su amor: Edward Cullen.

Varios mundos, varias cabezas sobre un objetivo, todos ellos liados por ese deseo de poder y algunos por amor, y ahora estos mismos, unidos por el rencor, la miseria interna, la sed de venganza, destruir como los destruyeron a ellos. Una destrucción que ellos mismos se buscaron; cavaron sus propias tumbas, deterioraron su destino, jalaron el gatillo, se asesinaron a si mismos.

Tanya…

Victoria…

James…

Todo por el todo.

Solo se saben tres cosas, tres últimos juegos, tres últimos disparos, tres únicos objetivos de aquellas mentes vacías:

El reino Masen…

Las damiselas Swan…

Y el rey de Italia…

………

………

-Bella!! Es hora de alistarnos. En una hora estarán los invitados aquí y tu apenas saliendo del baño- la pequeña vidente, presionaba y presionaba a su cuñada. Ella ya estaba vestida y preparada para la gran fiesta; vestía un vestido azul marino, joyería fina de oro, unas zapatillas a corde.

Si antes todo mundo estaba estresado por el gran evento, ahora, casi toda la extensión Masen templaba de solo pensar en la gran multitud de personas que se reuniría ahí mismo en el gran salón de fiestas.

Bella se moría de ansiedad de solo imaginar en cómo lidiar con todas esas personas desconocidas. Tenía que ser una reina ante todos, algo de lo que nunca se preocupo durante sus cinco años de Lady Cullen. Alice no le decía nada y eso la ponía cada vez más nerviosa. Este solo sonreía a cualquier pregunta respecto al tema.

-¿Alice que debo hacer?, ¿Cómo me debo comportar?, ¿Qué discurso tengo que dar?...- la pequeña demonio soltó una risilla despreocupada.

-ooh Bella, relájate, todo saldrá bien, incluso ocurrirán cosas que ni te imaginas-

-¿Por qué lo dices?-pregunto la castaña con cierto tono de pánico.

Alice volvió a reír- por nada. En las fiestas reales siempre pasan cosas extrañas. Además ya está todo cubierto, tú no te preocupes por nada, no debes cargar el peso de lo que le corresponde hacer a otro - justo cuando  Isabella iba a preguntar a que se refería Rosalie entro hecha un torbellino a la habitación sin pedir permiso ni nada.

-Espero que ya estén arregladas, porque es hora de que bajemos a recibir a los estirados esos- dijo Rose con una mueca – la verdad no sé con qué objeto se hizo esta estupidez. ¿De casualidad Alice no sabrías decirnos algo al respecto?- pregunto con un tono que Bella no pudo identificar.  

-No- dijo simplemente – ahora bajemos…-

………

………

  -My Lady…- se inclinaron en reverencia los condes Newton de Florencia.

- Espero y disfruten su estadía esta noche- les dijo cortésmente Isabella.

El hijo mayor de Arthur Newton, Mike Newton, contesto – estoy seguro que será un placer- y una sonrisa se formo en el rostro de aquel chico rubio de ojos azules, que para nada agrado a Bella, incluso la hizo sentir incomoda…

Así se paso bastante tiempo recibiendo muestras de afecto y respeto por parte de cada individuo. Cuando la fila de invitados finalizo entro al palacio…

Se detuvo a observar la estancia. Sintió algo de fobia y temor al ver a todos vestidos demasiados extravagantes, con sus antifaces n mano, caracterizando el personaje…

Condesas con alas de un hada, de ángeles, de mariposas…de hecho le parecían tiernos y agradables, pero también había otras personas con sus atuendos de hombres lobos, brujas, hechiceros, y…vampiros.

Sinceramente no podría reconocer la verdadera identidad de quienes se encontraban detrás de sus mascaras. Ni siquiera se acordaba del nombre de la decima parte de las personas que asistían en ese momento. El salón estaba repleto, casi no había espacio.

Todo estaba tenso, pero soportable hasta que…

-My Lady…- la saludo una bruja con su gran sombrero de pico - ¿en qué momento bajara su alteza Anthony? – Bella no supo cómo responder a eso, hasta que sintió como unas manos pasaban por su cintura desde atrás, y una voz masculina y viril respondía con otra pregunta cerca de su oído.

-¿he escuchado que solicitan mi presencia?- su tono ronco e imponente. El corazón de Isabella quedo paralizado por unos instantes en los que se tardaba en regresar a la realidad. Los dedos de sus fuertes manos se entrelazaron en su vientre mientras la juntaba a su cuerpo.

La pequeña brujilla estupefacta por la sorpresa, se inclino en reverencia torpemente, ya que perfectamente sabia que el rey nunca se mostraba personalmente ante los demás, y solo hizo la pregunta para tratar de molestar a la joven e ingenua reina que aparentaba ser Bella – Mi Amo-

Enseguida la muchacha se retiro por la mirada fría y terrorífica que le dedico Edward. Claramente él sabía el mal rato que trataba de hacerle pasar a su cónyuge.

Edward bajo la cabeza hasta que su boca quedo muy cerca de su oído – espero que estés disfrutando la noche- le susurro.

Bella con el nudo en la garganta no supo hacer más que asentir con la cabeza. Deposito un húmedo beso en su cuello, cerca la vena de la vida, donde fluía aquel liquido que lo enloquecía; podía sentir la zona palpitar.  

La volteo para que quedara de frente. Nadie se había percatado de su presencia debido a su atuendo; un vampiro. Una larga capa negra hasta el suelo, con la parte interior de color rojo sangre. El cuello levantado cubriendo la parte de atrás de la cabeza. Llevaba un antifaz que le cubría casi todo el rostro. Solo dejaba a la vista sus verdes ojos, sus carnosos labios rojos y su barbilla. Era algo así como un antifaz de murciélago.  

Diablos!! Era increíblemente hermoso; y eso que no podía verle el rostro, solo con aquellas facciones minúsculas que le permitía ver la poca iluminación.

Pero al parecer la mujercilla vestida de bruja corrió la voz de la presencia del supremo señor de Italia. Todos de un segundo a otro se encontraban con sus ojos posados en la reina y la persona masculina que se encontraba muy pegado a ella. Hubo jadeos, susurros,…todo eso hasta que de pronto se inclinaron casi en un mismo instante, como si recordaran delante de quien estaba parados.

Edward levanto su mano en señal de que se levantaran – continúen con la celebración-

Tomo la mano de Isabella y la llevo hasta una terraza solitaria, retirada de los ruidos y la música…

La junto contra el muro, aprisionándola entre este y su cuerpo. Ella aun en estado de shock, parpadeo y no vio venir su ataque:

Sus manos se colaron por debajo de la falda acariciando vigorosamente sus muslos cubiertos por las medias y el sexy liguero. Su aliento entrando por sus labios entreabiertos; solo unos milímetros y obtendría ese tacto que estuvo anhelando desde aquel encuentro un su alcoba.

No la beso, acaricio con su aliento desde su sonrosada mejilla hasta su delicioso cuello, bajando hasta su clavícula, y volviendo subir para detenerse justo detrás de su oreja; ahí en una parte sensible que él perfectamente conocía. De entre sus labios saco su lengua, y con la punta de esta roso aquella zona en una sensual caricia; ella se estremeció, y lo hizo aun mas cuando el soplo esa parte húmeda.  

Los dedos de Edward persistían en esa tarea de tortura en sus piernas, tomando el liguero entre ellos, para después volverlo a soltar. Ella gimió de frustración. A lo que el sonrió.

Y sin más preámbulos ataco sus labios invadiendo su boca…al momento que sus manos apretaron sus muslos casi de manera dolorosa…                 

 de aki en adelante se ponen las cosas buenas ,,,,........ustedes que creen??? LEMMON O NO LEMMON?????....

EL CAPITULO YA ESTA ESCRITO...SOLO KIERO SABER KIEN ADIVINA JEJEJEJE

BESOS SANGRIENTOS...

TWILIGHTTCULLEN...