Habitación trece (+18)

Autor: Twilighttcullen
Género: Misterio
Fecha Creación: 02/11/2013
Fecha Actualización: 20/07/2014
Finalizado: NO
Votos: 46
Comentarios: 445
Visitas: 67344
Capítulos: 37

Isabella,  joven reina del castillo Cullen, viuda, madre de dos niños-Reneesme y Ethan- se ve obligada a casarse con el imponente y misterioso rey de Italia, señor de Masen. LEMMONS...

 

LOS PERSONAJES NO SON MIOS, SI NO DE LA ESCRITORA STEPHENIE MEYER...LA HISTORIA DE MI CABEZA

 

 

 

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Capítulo 31: RUPTURA...

=Capitulo 22 * RUPTURA *=

(Narrador)

Con una mirada confiada, con un porte seguro, parada enfrente de un finísimo espejo de una de las habitaciones que estaba arreglando, Victoria esperaba esa grandiosa fiesta una oportunidad para iniciar la primera fase del plan que tenía en contra de Isabella.

Ella se veía a sí misma envuelta en un hermoso y costoso vestido de seda, bordado a mano con decoraciones de puro cristal cortado. Ya tenía su traje, sería una fantasma, así que iría de blanco. Se ordeno que la fiesta fuera informal, y la temática oficial seria de mounstros o criaturas de la noche y con un antifaz. Era algo extraño ya que no era hallowen, pero ¿al rey quien lo cuestiona? Pues NADIE.

Al igual que no se sabía el motivo de ese baile que tenia a todo el reino de pies a cabeza.

-Maldita- sonrió con malicia – si mi amo sale de su guarida, el primer paso será un éxito. Nadie puede resistirse a mí…a Victoria Anderson-

Después de un largo trabajo en pensar como meterse en la cama de Anthony, para ella el dichoso baile era como un regalo del destino, como una señal que le decía que esa era su oportunidad para conseguirlo. Una oportunidad que ella no pensaba desaprovechar para nada.

-Maldita- volvió a repetir- todo esto será mío. Si todo sale como espero, veré rodar tu cabeza muy pronto Isabella mosca muerta Swan. Lo único que lamento es que no podre matarte yo con mis propias manos, pero me conformare con verlo-

Si, lo dicho; ella era una pobre ilusa, poniendo sus ojos en lo alto, en aquella cúspide inalcanzable. Ella una persona terca, suena mejor…” avariciosa”, y caprichosa, pues para ella Anthony era otro de sus caprichos. No lo conocía, no lo amaba, pero si lo deseaba. Sabía que era joven, pues aquella vez que piso por primera vez el castillo, hace dos años, no le vio el rostro, pero si escucho esa voz; tan varonil, tan ronca y excitante; tan parecida a la de él, su “joven hermoso”.

Era aquel tono de voz grave, muy característica de un hombre, pero no de cualquier hombre; era solo el toque de voz de él, que emanaban poder, imperio, sexualidad, pasión, potencial, virilidad. Todo cuanta mujer, dama o doncella desearía tener a su lado, en su espacio, en su cama.

 Solo pensar en aquel recuerdo, se le erizaron los vellos de la nuca a la insípida pelirroja.

Sintió deseo…

Sintió calor…

Sintió excitación…

Nada, absolutamente nada podía cambiar de ahora en adelante. la decisión estaba tomada, el plan estaba escrito, el deseo de venganza cada vez se alimentaba mas y crecía constante, el veneno recorría su cuerpo, sus días eran oscuros, el destino le dio una maldita mala vida, iría por el premio grande, costara lo que costara , el todo por el todo, y que sea lo que dios quiera. Porque en esta batalla se rodaría cabezas, se derramaría sangre y se pagarían deudas.

Noche tras noche llorando su pérdida; pero no la de su familia, sino la pérdida de lo que fue, y de lo que pudo haber sido.  Estuvo desde sus doce cortos años de edad buscando una forma de venganza…pero justo cuando vio a esa perra de Isabella Swan cruzar el umbral de la puerta principal como futura reina de Masen, supo cual sería su principal propósito, incluso mas allá de hacer pagar a James: Destruirla a ella, su enemiga, la que le quito lo que le “pertenecía”.

Continuo limpiando el polvo y suciedad de  los abandonados muebles, mientras maldecía a Isabella por rechazar sus servicios de doncella, por su culpa tendría que seguir fregando pisos, y otros deber de limpieza, prefería verle en todo momento la cara a esa estúpida y servirle de comer o traerle un té, a estar de un lado para otro sobándose el lomo por el cansancio de los deberes.

Sus manos maltratadas se estaban curando poco a poco debido a los productos que tomo de la alcoba de Isabella en un descuido de esta misma…

Estaba entrando el atardecer, cuando la habitación de Bella se encontraba vacía y no se escuchaba ni un solo ruido en los pasillo, era la hora de la cena.

Entro a hurtadillas y se coló en el baño, su rostro era todo un poema al ver como todo lo que ella tenia se encontraba en ese cuarto, incluso había muchas cosas de mas que ella en su repugnante vida nunca supo de su existencia.

Se metió dentro de la tina con todo y ropas, ahora se encontraba vacía, pero casi se podía imaginar ella bañándose algún día con esa agua tibia, con esas esencias florales, con Anthony lavándole la espalda, recibiendo sus caricias, cerro sus ojos, y ella misma con sus propias manos comenzó a imitar los movimientos en su cuello y hombros.  

Pero de pronto una voz lejana de grito – ¡¡EL ES MIO!! – abrió los ojos de golpe.

Burlona Victoria dijo a la nada- Pero pronto será mío…- su locura no tenía límites, por ello, ella misma figuraba sus propias fantasías, rivales y fantasmas.

-Esta vez Isabella Swan, no me vencerás, no me lo quitaras, el es mi “joven hermoso”…- inconscientemente Victoria retrocedió a aquel tiempo en el cual ella deseaba a su Edward, el chico de aquella imagen…

-NO…no Victoria, te equivocas, el me perteneció desde hace mucho, tú en su vida no existes, no eres nada…-

-cállate maldita- siseo molesta la pelirroja- sal de mi mente- demando.

-siempre estaré en tu mente recordándote cuál es tu lugar….- se rio triunfante esa voz en la mente de la criada.

-mi lugar es en un trono al lado de él, de mi amado-  afirmo.

-No Vicky, tu lugar es en la pocilga. Tu mundo es el dolor, la humillación, el abandono y la desesperanza-

-No me llames Vicky…yo no soy Vicky…- susurraba desesperadamente. Elevo sus manos en puchos y las puso a los lados de sus sienes negando frenéticamente con la cabeza….

“Vicky”

“Victoria”

“Vicky…Vicky….”

-¡¡Déjame en paz!!- grito.

“estás loca Victoria”

-¡¡NO!!- se puso de pie y salió de la tina. Iba a salir corriendo cuando de pronto algo llamo su atención. Eran unas lociones para hidratación de las manos y cuerpo. Había de varios olores y colores, pero ella tomo las de aroma a fresias, abrió el tarro y lo olio aspirando el olor delicioso; disfrutando el proceso dijo:

-yo no soy Victoria- sonrió inconscientemente y su loca alucinada mente hablo- YO SOY Isabella Swan…

………

………

Solo faltaba unas horas para que los invitados comenzaran a llegar. Los huéspedes de Denali estarían ahí antes de la fiesta, debido a que se le daría un recorrido y se le asignaría una habitación. Quizá solo era cuestión de minutos para que la familia del conde Denali llegara.

Isabella no los conocía, pero si había llegado a tratar con Tanya ya hace casi diez años. Era su amiga después de lo de Lauren, durante sus vacaciones que ella vivió en la mansión Swan, los Condes eran amigos de sus padres, pero por razones desconocidas nunca conoció al resto de la familia…solo a su amiga rubia.

Tanya tenía catorce mientras ella  solo diez casi once; prácticamente Bella era la muñequita de la heredera Denali, siempre le podía esponjados vestidos, le hacía hermosas coletas y peinados. Lamentablemente una tarde, un día antes de que ella se marchara, la noto diferente, distante…

Sintió cierto rechazo por parte de Tanya, emanaba rencor… ¿o seria envidia?

Lo que nunca supo Isabella es que su amiga, escucho la conversación que tuvo Edward, Carlisle y Charlie; escucho aquel acuerdo que rompió toda esperanza de poder acercase a el príncipe Cullen, su primer amor, el primer hombre del que ella se enamoro. Bella, se casaría en un futuro no muy lejano con su  Edward Cullen.

………

………

-My lady- se inclino Beca – Los condes de Roma han llegado. El corazón de Isabella se disparo, sintió una opresión en su pecho porque pronto vería a Tanya.

-¿están todas la habitaciones preparadas?-

- está todo listo mi señora-

 -Vamos- la doncella siguió a su reina.

Tantos sentimientos encontrados, tantas casualidades de la vida, como el mundo era tan pequeño. Aunque no debería sorprenderle, los Denali vivían en paz con todos, a demás de que pertenecían al reino de Masen. 

Esa tarde Bella portaba un hermoso vestido  color verde jade. No tenia manga larga, era solo un encaje que cruzaba por sus hombros, la falda era muy esponjada, y el corset estaba bordado con colores dorados y algunos brillantes. Sus zapatos no eran altos pero si muy lindos, del color del vestido.

Bajaron las escaleras, y cada vez el momento se acercaba mas y mas, por más que tratara de demorarse con su andar despacio y sus cortos pasos.

Último escalón y, el umbral de la puerta lo cruzo, paso por el pasillo del jardín y ahí…delante de ella, cinco refinadas personas se encontraban afuera del carruaje jalado por seis caballos.

Al momento que Isabella detuvo su caminata, la familia se inclino en una muestra de respeto.

-My Lady…Eleazar IIII Denali- hablo el patriarca- permítame presentarle a mi familia- ella, es mi esposa  la condesa Carmen II, mis hijas, Irina- señalo a una bonita mujer de ojos grises, cabello castaño claro, y por supuesto era muy alta, su expresión era serena- Kate- ella era rubia completamente, su cabello lacio y largo hasta la cintura, ojos dorados y tenía una simpática sonrisa- y Tanya –casi sintió un dolor al girar su cuello para ver a esa chiquilla de la cual se gano su enemistad sin saber porque. Hermosa igual que hace nueve años, sus hipnóticos ojos azules, esa melena rizada y rubia, pero también esa mirada de odio.

………

………


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BESOS SANGRIENTOS...

 

Capítulo 30: EL BAILE Capítulo 32: VAMPIROS...

 
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