LA BODA DE MI MEJOR AMIGO (+18)

Autor: cary0605
Género: Romance
Fecha Creación: 05/04/2013
Fecha Actualización: 23/03/2014
Finalizado: NO
Votos: 32
Comentarios: 40
Visitas: 51380
Capítulos: 18

Edward y Bella han sido amigos desde hace años y prometieron casarse cuando ella cumpliera 25 años. Ellos se han distanciado por dos años y falta un mes para que se cumpla esa promesa, pero de repente Edward esta a dos semanas de casarse con Victoria. Con la ayuda de los chicos Bella planeará como detener la boda de su mejor amigo. ¿Logrará frenarla?

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 15: JACOB AL RESCATE

Aviso: Los personajes de esta historia no me pertenecen, son propiedad de Stephanie Meyer, las canciones aquí mencionadas y parte de ellas pertenecen a sus correspondientes autores, no me pertenecen. Si eres menor de edad lees bajo tu responsabilidad, este fic puede contener lenguaje y situaciones adultas, ya saben, la que avisa no traiciona.

**Gracias a mi beta Jime Cullen Salvatore por betear este capítulo (Betas FFTH)


-Lista de canciones para el karaoke:

** -Provócame (Chayanne) watch?v=lbXjPjxb16c

** -Barbie Girl (Aqua) watch?v=4em_mrI_VCU

** Girlfriend (Avril Lavigne) watch?v=SmhKvyB8Zzg

** -Rain over me watch?v=2zw_zoRQKhU

** -Girls just wanna have fun watch?v=PIb6AZdTr-A

** Big girls don't cry (Fergie) watch?v=bECVY2-FOBs

** Te dejo en libertad (Ha-Ash) watch?v=ZxvI1epOAWE

** -Te amo (Alexander Acha) watch?v=kpm6J8gyIrM

Capítulo 15: Jacob al rescate.

Aún seguía sin creer todo lo que había escuchado.

Esta boda no tenía sentido, por lo menos para los novios.

-¿Bella estas bien?- dijo Alice apareciendo de repente, ¿en qué momento había llegado?- Estas pálida.

-Sí, yo…- tartamudee pensando en alguna excusa.-Posar para fotografías no son lo mío.

-¿Segura?- sonaba preocupada

-Claro, ¿ya podemos irnos?

-Sí, Emmett dijo que nos esperaba en la recepción- sus ojos aún seguían escrutándome.

Preferí no decir nada mientras caminábamos de regreso, no podía quitarme de la cabeza la imagen de Victoria llorando desconsoladamente por James.

La había visto en varias facetas, desde ser una perra agresiva conmigo y luego ser una tierna enamorada de Edward, pero en todas había una gran parte de actuación.

Y ahora parecía tan…humana.

-Estas muy callada, ¿Qué ocurre?- pregunto Alice cuando salimos del ascensor rumbo a la recepción.

-Victoria realmente siente cosas por James- solté, porque esa era la verdad, o por lo menos lo que yo veía.

-Sí, también me di cuenta, creo que ella quería arrancarte los ojos cuando James te beso- dijo frunciendo el ceño, un gesto que la hacía parecer a Edward- y mi hermano no se queda atrás, él también estaba furioso por su pose de pasión.

Debería haberme sorprendido por la reacción de Edward, pero ciertamente no lo estaba, era típico de él celarme hasta con algún desconocido que pasara por ahí, y James no entraba en la categoría desconocidos.

-Ese matrimonio será un desastre- concluyó con una mueca.

Esa declaración si me tomo por sorpresa.

-¿Finalmente aceptaste que tu hermano va a casarse con otra?

-Es…- suspiro y enmudeció unos segundos- difícil saber que no pasará lo que esperaba durante muchos años, pero lo acepto.

Eso era un gran avance, me sentía feliz de saber que por lo menos Alice no gritaría en medio del pasillo "yo me opongo" en medio de la ceremonia.

-¿Y Emmett?

-Todavía esta reacio a la idea pero nada que unos buenos regaños de mamá no solucionen.- Parecía encantada con la idea de un Emmett siendo regañado- Ahora mismo deben estar hablando, mamá también se encargó de eso por partida doble.

Si eso era cierto ¡Hurra por el poder de Esme!

Seguimos caminando por el inmenso hotel hasta que llegamos a la recepción donde efectivamente estaba Edward y Emmett pero también se encontraba María.

-¿Es que siempre tenemos que verle la cara?- pregunto Alice retóricamente, pero aun así decidí responderle

-Es la organizadora de la boda, la veremos hasta el último día.

Para la dicha de Alice, María se fue apenas nos vio llegar.

-¿Por qué tardaron tanto?- refunfuño Emmett- Ya extraño a mi rubia y ustedes se dan el lujo de hacerme esperar más de lo necesario.

-Las mujeres son así- dijo Edward sumándose al reclamo de Emmett, aunque sonreía.

Su sonrisa me recordó lo de esta mañana, como aun estando en resaca y confundido se las arregló para escuchar mi conversación con Jacob y tergiversarlo todo para que su mente de primate creyera que yo estaba embarazada de Jake.

-¿Podemos irnos Emmett?- le pregunte ignorando a Edward.

Si él quería distancia, le daría su condenada distancia.

-Creo que el idiota quiere disculparse contigo- dijo sonriéndome y algo en esa sonrisa no me gusto, mostraba demasiados dientes- Vamos Alice, nuestros Hale nos esperan.

-¿Qué?- pregunte atónita.

-Le conté lo que paso anoche y esta mañana- contesto Edward apenado.

-¿Qué paso anoche?- pregunto Alice tan rápido que no sé cómo logramos entenderla- Creí que habías estado con James.

-No- gruño Edward fulminándola con la mirada- Ella estaba conmigo.

Y para demostrarlo cogió mi mano tironeándome para situarme a su lado, pero no se lo iba a poner tan fácil, como pude sacudí su mano para estar más alejada de él.

-Y ya le explique a Eddy que no estás embarazada de cachorros- aporto Emmett.

-Aún- grito Alice rápidamente- Ya sabes, Jacob puede esperar, además como mi abuela decía, boda primero bebes después.

¡Oh por Dios!

Si Leah la escuchaba la haría picadillo con lo hormonal que estaba, ¿que acaso nunca me dejarían decirle a Edward que Jacob ya estaba casado y a punto de ser padre?

A juzgar por la mirada ceñuda de Alice, ella había leído mis pensamientos porque su mirada fue tan enfurruñada que no dije nada.

Entre los tres nos observamos dejando fuera a Edward hasta que él se hizo notar.

-Quiero llevarte a un lugar- me dijo mirándome fijamente.

-¿Emmett?- pregunte dispuesta a salir corriendo al auto antes que hablar con Edward, había demasiada información suelta entre nosotros y me sería casi imposible ignorarla y no acribillarlo a preguntas.

Preguntas que él no me respondería y que por ende terminaríamos peleando. Francamente no sé porque de niños nos llevábamos tan bien, si como adultos nos enzarzamos en una pelea a penas hablamos.

-Bellita, cuando alguien quiere disculparse hay que darle la oportunidad- dijo poniendo sus manotas en mis hombros y empujándome hacia Edward como un paquete.

Edward le siguió la broma y envolvió un brazo anclándome a su lado.

En estos momentos preferiría que ellos dos estuvieran enojados y así Emmett estaría de mi lado manteniéndome alejada de Edward.-¿Entonces?- me pregunto, su rostro estaba tan cerca del mío que me era casi imposible mantener mi enojo.-Cada vez que tu necesitabas hablar con alguien yo estaba ahí para ti para llevarte al prado.

¡Auch! Golpe bajo, malditamente bajo.

Era verdad.

-No tenemos prado- dije suspirando, pero pude que ver que mientras estábamos en nuestra burbuja, Alice y Emmett se habían retirado disimuladamente.

-No hay nada mejor que nuestro prado, pero conseguí algo un poquito parecido- hizo un gesto de pequeño con sus dedos pulgar e índice.

-¿Qué tan parecido?- casi sonreí, casi.

-Es verde- fue su respuesta antes de tomar mi mano e intentar llevarme fuera, pero no lo dejé

-Estoy cansada- le dije tratando de tener algo de cordura por hoy, necesitaba enfriarme y hablar con él de manera civilizada sin peleas, y eso no sería posible hoy- Quizás mañana.

-Bella- suspiro revolviéndose el cabello.

-Nos vemos Edward- dije soltando su mano mientras huía hacia el auto, era una cobarde, pero no sabía si estaba lista para lo que quisiera decirme.

o-o-o-o-o-o-o

-No necesito un cambio de imagen- le repetí tanto a Tanya como a Alice que me remolcaban a un extraordinario salón de belleza.

La rubia que no me caía muy bien se había aparecido muy sonriente en mi puerta muy temprano, no es que yo no sea madrugadora, pero un viernes a la mañana suele ser apto para dormir y más con todo el estrés que acumulaba día a día.

-Toda mujer antes de una boda necesita una sesión de chapa y pintura- me contesto con una digna sonrisa de alguna marca prestigiosa de pasta de dientes.

-¿Repíteme porque estamos haciendo esto?- le pregunte a Rosalie con los dientes apretados apenas abriendo la boca.

-Porque necesitamos un tiempo de chicas- contesto Rose - aunque tengamos que compartirlo con ciertas personas.

Eso era lo bueno de mi amiga, nunca se callaba lo que pensaba.

-Cuidado rubia, no querrás perder tu color- sonrió Tanya.

-Soy rubia natural, ¿puedes decir lo mismo?- pregunto ella inocentemente- Después de todo tu hermanita es pelirroja.

-Una dama nunca rebela sus secretos- dijo abriendo la gran puerta de vidrio que tenía plasmada en ella la palabra RIZOS.

El lugar era muy elegante y blanco, con pisos pulidos de madera que podrían competir con un espejo.

Adentro ya se encontraban Kate, Irina y por supuesto Victoria con su cara de pocos amigos aunque repitió un desganado "Buenos días" cuando sus hermanas nos saludaron a coro.

-Bienvenidas a Rizos- dijo una mujer alta y rubia que nos evaluó con la mirada, su acento era español.- Mi nombre es Sasha y seré la encargada de dejarlas como nuevas, acompáñenme por favor.

Mire tanto a Alice como Rosalie alzando las cejas, era una mujer muy rara.

Las hermanas Denali no nos dirigieron ninguna mirada y quedaron junto a dos chicas de nuestra edad que utilizaban unos atuendos blancos listas para lo que sea que fuera que nos iban a hacer en este lugar.

Seguimos a Sasha hasta otra habitación donde nos lavaron y masajearon el cabello a conciencia, hasta ahora iba todo bien.

Después de todo era bueno poder relajarse en un ambiente normal, Alice me tenía acostumbrada a este tipo de cosas.

Cuando las asistentes terminaron con nosotras apareció de nuevo la rubia.

-Siéntense- nos ordenó Sasha llevándonos a otra sala cubierta por tres espejos y tres sillas individuales.- ¿Se han teñido alguna vez el cabello?

-No- respondimos al unisonó, era una pregunta extraña.

-Ya veo- nos sonrió amablemente- Con razón su cabello está bien mantenido.

Luego se giró e hizo entrar a dos chicas que estaban en la puerta.

-Para ellas quiero el tratamiento numero 15 más mascarilla facial completa- ellas asintieron y se fueron.

Sasha volvió hacia nosotras e hizo girar cada silla para que estuviéramos de espaldas al espejo.-No creo que quieran verse con la cara violeta debido a la mascarilla, ¿verdad?

-¿Violeta?- pregunto Alice haciendo una mueca, lo cual era raro, ya que ella vivía para usar esas mascarillas.

-Es de remolacha- contesto Sasha mientras se ponía guantes y se recogía el cabello.

Al poco rato entraron las dos chicas, trayendo bandejas con cuencos, una llevaba tres y la otra cuatro, en una podía ver rodajas de pepinos asomándose.

Sin poder evitarlo reí recordando a Jessica y su olor a pepino, y ahora yo misma iba a oler así.

-Sienna tú encárgate de Alice, y Brenna tú vas con Rosalie, yo me encargare de Isabella.

Fue extraño que supiera nuestros nombres, no recordaba que nos hayamos presentado, pero lo deje pasar, ¿Qué podría salir mal?

Primero nos embadurnaron la cara con la dichosa crema de remolacha.

-Realmente no creo que esto sea necesario- dije cuando vi que estaríamos a ciegas cuando nos taparon los ojos con las rodajas de pepinos.

-Chst- me chisto Sasha- Si hablas mientras te pongo la mascarilla se te caerá la cara.

-No gracias- dijo Alice a mi lado que tenía toda la pinta de ser una paleta violeta.

-Entre más rápido mejor- concluyo Rosalie.

-Agradecería que se mantuvieran en silencio- nos regañó Sasha mirándome fijamente antes de poner esos pepinos en mis ojos.

Todo se mantuvo en silencio mientras ellas trabajaban en nuestro cabello aplicando una especie de crema que según Sasha tenía queratina y no sé qué más, yo no sabía mucho sobre estos tratamientos pero el aroma era algo fuerte que escocían mis fosas nasales.

Paso un largo tiempo donde podía sentir mi rostro endurecido.

-Ya pasaron 30 minutos- dijo una de las asistentes.

-Bien, quítenles las mascarillas.

Quise gritar ¡Aleluya!, no era nada fácil fingir que dormías estando quieta y con los ojos cerrados.

Poco a poco lavaron nuestros rostros, y para mi sorpresa cuando pase una mano por mi mejilla podía sentirla más suave de lo normal, ahora sí podía relajarme, antes había estado un poco paranoica pensando que se trataba de una treta de Victoria por lo del beso con James.

Quise tocar mi cabello, pero estaba cubierto por una especie de gorra de aluminio.

-No toques- Sienna golpeo la mano de Alice cuando intento sacársela- Dentro de quince minutos podrás sacártela.

Las tres mujeres comenzaron a recoger cada artículo que había sido usado en nosotras y desaparecieron por la puerta.

Estaba concentrada viéndolas que me sobresalto el grito de Rosalie.

-¡Santa mierda!- enseguida me di vuelta para ver que se estaba observando en el espejo mientras apenas y levantaba el gorro de aluminio.

-¿Qué pasa?- pregunto Alice que se acercó para verla.

-¡Esas malditas perras!- vocifero para sí misma sin dejarnos ver cuál era el problema.

-¿Rose?- pregunte asustada mientras Alice imitaba la acción de Rosalie observando apenas un poco de su cabello.

-¡Oh por dios!- el grito de Alice fue ahogado, las palabras habían huido de su boca por primera vez.

Después de dos ataques de pánico por parte de mis amigas decidí hacer lo mismo y observar mi cabello apenas quitando el gorro…

Vi en el reflejo del espejo como mis ojos querían salir de sus cuencas, con poca delicadeza me quite el gorro y observe que mi cabellera había dejado de ser de una linda caoba a un negro azabache.

-Mi cabello es negro- gemí tocándolo y viendo que mis dedos quedaban ligeramente oscuros a casusa de la tintura.

-Esto no se quedará así- juro Rosalie acomodándose el gorro sin dejarnos ver lo que ella había visto- Tranquilícense y cúbranme, digan que fui al baño.

Y se fue.

-¿Alice?- pregunte- ¿Qué color?

-Rojo- gimoteo cubriéndose más con el gorro si era posible, parecía que quería desaparecer.

¿Rojo? ¿Qué color tenía Rosalie?

¿Qué había pasado? ¿Por qué nos habían tenido el cabello?

Y lo peor es que fue sin nuestro consentimiento.

Aunque Sasha nos había preguntado si nos habíamos tenido el cabello alguna vez, ¿Se suponía que esa era la señal de que nos teñirían el cabello?

-No quiero ser pelirroja- sollozo Alice.

-¿Esto tiene solución?- pregunte asustada por ella, dentro de todo, mi color no era tan malo.

-Nunca me ha interesado colorearme el cabello- dijo angustiada- No sé qué hacer.

Este era un momento épico, Alice no sabía algo con respecto a la belleza.

El regreso de Rose corto mis pensamientos, venía muy sonriente- Fue demasiado fácil.

-¿Qué hiciste?

-Digamos que Victoria será una rubia teñida, mientras que Irina y yo estaremos iguales, y Kate recibirá una gran sorpresa.

-¿De qué color te tiñeron?- pregunté casi temerosa, ¿Y si era un verde, o un azul?

-Chocolate.

-¿Por qué solo a mí me dieron este color tan horroroso?- gimoteo Alice.

-Quizás por lo de las invitaciones- aporte con pena al ver su labio temblar- Ya sabes, María pudo habérselo sonsacado a Maggie.

-Eres nuestra duende de la moda- la consoló Rose pasando un brazo por sus hombros frotándole la espalda- Le sacaras el lado positivo a tu nuevo color.

-¿A dónde fuiste?- pregunto Alice después de un rato.

-Fui a cambiar los tintes de las hermanitas- sonrió sarcásticamente- Fue fácil, ellas aún están siendo atendidas en las secciones de masajes.

-¿Y Tanya?- pregunte recordando que Rose no la había mencionado en su venganza.

-Ella no planeaba teñirse, realmente quería un cambio de imagen- hizo una mueca- Me hubiera gustado verla teñida de violeta y borrarle esa sonrisa de suficiencia que portó toda la mañana.

-¿Cómo averiguaste todas esas cosas en menos de diez minutos?

Cuando Rosalie quería podía ser peor que él FBI, la CIA, y los hombres de negro.

-Las damas nunca rebelan sus secretos- fingió la voz de Tanya.- Quiero que se vean felices con sus nuevos colores, sobre todo tu Alice, esas perras no pueden saber que nos afectaron.

Alice asintió cabizbaja suspirando tratando de serenarse.

Al poco rato vinieron Sasha y sus dos asistentes- ¿Listas?

Rosalie y yo asentimos sonriendo, la verdad es que ella tenía razón, no quería darle la satisfacción a las Denali por su "travesura".

Giraron nuestros asientos para quedar de frente a los espejos, quitaron los gorros metálicos, nos aplicaron otra crema y con el secador de pelo terminaron su cometido.

Si era sincera, no estaba nada mal, el negro me sentaba bien.

-Es diferente- murmuro Alice mientras acariciaba su melena que no era el rojo chillón que me había imaginado, sino un rubí oscuro muy bonito a mi parecer.

-Quizás deberíamos agradecer a las que organizaron esta sorpresa- dijo Rose que observaba su cabello como si fuera una cucaracha- ¿Ya están listas las demás?

-Todavía no- dijo Sasha que acariciaba mi cabello como si estuviera complacida con el resultado.- Pueden esperarlas en los sillones del otro salón.

No habían pasado ni quince minutos en los que ojeábamos revistas cuando algo sonó a gloria, unos gritos de sorpresa provenían de algún lado.

-Música para mis oídos- dijo Rosalie sonriente mientras ojeaba distraída la siguiente revista.

-Muero por verlas- se carcajeo Alice que ya no parecía preocupada por su cabello.

La única que no sonreía era yo, ¿Cómo repercutiría esto en mi "relación" con Victoria?

¿Era mucho pedir que no se vengara?

-¡Esto es horrible!- se quejó una voz acercándose.

-Es tu culpa- dijo otra- Yo estaba en paz, me abstuve de esta estúpida rivalidad, y mira como termine, ¿Qué va a decir Laurent?

-No sean melodramáticas- se quejó otra- No están tan mal, yo estoy feliz con mi nuevo color.

-Eso es porque eres rara igual que tu marido- siguió quejándose la voz anterior que pude deducir era Irina ya que había mencionado a Laurent.

-Basta las dos- grito Tanya, esta vez estaban más cerca, por lo que las tres estábamos expectantes esperando su entrada.

-Voy a casarme el martes, no puedo ir así- dijo Victoria.-Tengo que teñirme de nuevo, me rehusó a parecer una rubia descerebrada.

-Hey- se quejaron tres voces a la vez finalmente dejándose ver en la sala.

-¡Vaya, vaya!- se rio Rosalie- Las trillizas rubias, ups, quise decir, las hermanitas multicolor.

-Fuiste tú- grito Victoria acercándose como si quisiera golpearla.

-Hola rubia- la saludo inocentemente mi amiga- ¿Sabes? No te queda bien ese color, deberías volver al rojo pimiento.

-¡Eres una…!

-Victoria- la reprendieron sus hermanas mayores, y me sorprendí por el cambio, Kate seguía rubia, pero solo a la mitad, la otra mitad era rosa, Irina ahora tenía el mismo color que Rosalie: Chocolate, mientras que Tanya no se había teñido, sino que su larga cabellera había desaparecido.

¡Santa mierda! ¿Rosalie había hecho eso?, debería anotar en algún lado nunca meterme con una rubia porque su venganza sería monumental.

Victoria se adelantó dejando a sus hermanas atrás, me miró fijamente dejándome sentir que estaba furiosa.

-Mañana tenemos la última prueba de vestidos, y espero que no faltes- me apunto con su dedo para luego salir con su rubia cabellera teñida al viento.

Después de eso volvimos al hotel para hacerle frente a los chicos, Emmett aún estaba boquiabierto por ya no poder decirle "mi rubia" a Rosalie, aunque él le aseguro que si quería podía empezar a llamarla "mi chocolatito", y Jasper se desvivió en halagos al nuevo cabello pelirrojo de Alice, lo que funciono ya que la alegría volvió a ella después de unas cuantas declaraciones de amor que su esposo le prodigó a su nueva imagen.

Y ahora me tocaba a mí hacerle frente a otro cambio, pero esta vez sería interno, sabía que lo que hablaría con Edward sería decisivo para lo que viniera, era por eso que estaba nerviosa en mi habitación dejando surcos en el piso mientras caminaba de un lado al otro esperándolo.

De pronto unos nudillos golpearon la puerta.

En cuanto la abrí supe que Edward estaba sorprendido ya que su saludo quedo atrapado en su boca.

-¡Wow!

-¿Te gusta?- no pude evitar preguntar, toda la tarde había presenciado muestras de afectos a los nuevos colores de mis amigas.

-Gustarme es quedarme corto- dijo tomando mi mano y haciéndome girar- Te ves más que bien, el negro resalta tu piel, me gusta.

-Gracias- me sonroje un poco.

-¿Por qué decidiste teñirte?

-Nosotras no decidimos nada, tu futura cuñada quiso jugar con nosotras pero con Rosalie nadie se mete- él hizo una mueca imaginando los resultados desastrosos que podría haber causado la ex rubia- ¿Ya viste como quedo tu noviecita?

-En realidad no, pero no estamos para hablar de ella, no hoy.

-¿Entonces?- pregunte un poco encantada con poder dejar el nombre de Victoria en un aparte.

Él aun me observaba.

-Vamos- dijo finalmente tomando mi mano.

Edward me prohibió hacer preguntas en el auto mientras conducía hacia quién sabe dónde.

Al bajar me pidió que cerrara los ojos, pero negué, no iba a estar nunca más a ciegas, hoy solo tuve tapados los ojos por treinta minutos y termine teñida.

Soltando un suspiro me guío por varios senderos, recorriendo las calles de concreto que estaban rodeadas por numerosos árboles.

Caminamos unos minutos más, hasta que nos detuvimos exactamente frente a una banca y a una farola que emitía una luz anaranjada.

-Es verde y hace frío- concluí observando la sección del Central Park a la que Edward me había traído.

-Es otoño- contesto mientras me ponía una manta a cuadros sobre los hombros.

Cuando nos habíamos bajado del auto me sorprendió ver que tomaba dos mantas del asiento trasero para luego ponernos a caminar por el gran Central Park.

-¿Planeaste esto?

-Por supuesto, necesitaba disculparme adecuadamente- él seguía sosteniendo mi mano, aunque era complicado porque yo agarraba mi manta mientras caminábamos.

Me sentía un poco ridícula caminado envuelta en una manta simulando ser un taco humano, pero para mi suerte casi no había gente ya que era de noche y Edward parecía haber escogido una zona dónde no había ni un ser vivo.

-Aquí está bien- dijo sentándose detrás de la banca, yo lo imite y me sentí en el frio césped- Si observas bien y obvias la farola, veras que los árboles se asemejan a los del prado, y el cielo es completamente igual.

-¿Este sería tu prado Neoyorkino?-

-Así es- contesto sonriendo- Y lo mejor es que en primavera crecen las mismas florecillas que te gustaban de nuestro prado.

Sus palabras me enmudecieron, ¿Cómo conseguía ese efecto en mí? Quería seguir enojada con él pero ese nunca había sido mi fuerte.

-¿Vienes mucho a este lugar?- suspirando y rindiéndome un poco me recosté aun envuelta en la manta, él imito mi gesto quedando así uno al lado del otro.

-Solo cuando necesito pensar o cuando me encuentro melancólico.

-¿Y qué necesitas ahora?

-Ya te lo dije, quiero disculparme- poniéndose de lado aun recostado puso una mano en mi mejilla- No es que quiera justificarme, pero el tema Jacob Black es mi debilidad.

-Es eso lo que no entiendo.

-Shh- puso un dedo en mis labios- Déjame terminar, desde esa vez que te fuiste con él al parque de diversiones siento que compito con él.

-Pero eso fue hace mucho- farfulle sobre su dedo, lo que Edward decía no tenía sentido.

-Antes pasábamos todo nuestro tiempo juntos y luego llego él y todo se arruino- dijo con voz resentida.

Estaba francamente sorprendida, no sabía que Edward podía ser tan rencoroso.

-Si él no hubiera metido su hocico quizás nosotros habríamos terminado juntos

Mis ojos se abrieron al máximo, si Edward estaba bromeando lo golpearía muy fuerte al igual que mi corazón hacía con mi pecho.

-No puedes decirme esas cosas- dije apartando mi rostro y contemplando el cielo, no se veía ni una estrella, fácilmente reflejaba mi cara en este momento.

-Lo siento- suspiro cansinamente- Intento disculparme y solo consigo decir cosas que hacen que deba disculparme otra vez.

-Deberías pensar antes de hablar- le dije ácidamente.-Nos ahorrarías muchos problemas.

-Lo siento- dijo una vez más.

-A veces un lo siento no es suficiente.

Se quedó en silencio, podía sentir su mirada en mí.

-¿Podemos ser sinceros el uno con el otro?

-¿Vas a decirme porque tú y Victoria van a casarse en realidad?

Una vez más se quedó en silencio, esa fue toda la respuesta que necesite.

-Detesto a Jacob Black- dijo sorprendiéndome por volver al tema anterior, esta parecía la noche de las sorpresas.- Desde que me mentiste con respecto a él no has vuelto a ser sincera conmigo.

Mi ira bullía dentro de mí, pero no la dejaría salir, no quería seguir peleando, estaba cansada.

-Deja de echarle la culpa a Jake, sigo sin entender tu fijación con él.

-Puede que no sea sincero en algunas cosas, pero sí en lo demás- se sentó rígidamente- Si él no hubiera aparecido nosotros estaríamos juntos Bella, ¿no lo entiendes?

-No- también me senté y explote- ¿Por qué sería diferente Edward? ¿Qué es lo tan grave que hizo él para que ni siquiera quieras escuchar su nombre?

-Te alejo de mí, yo te quería desde pequeño, luego te amé como un loco cuando crecimos, solo esperaba el momento oportuno para confesártelo, solo necesitaba una oportunidad para saber si sentías aunque sea algo por mí- ahora él respiraba fuertemente como si se hubiera sacado esa confesión desde muy adentro.- Solo quería una oportunidad contigo.

-¿Y por qué no seguiste intentando?- farfulle incoherentemente, la respiración también parecía fallarme, había esperado tanto para esta verdad, pero llegaba tarde, Edward me había amado en el pasado, los demás tenían razón, y por mi idiotez no me di cuenta y perdí lo que siempre había querido aunque en ese momento no lo supiera.

-Contéstame algo, antes cuando estábamos juntos, ¿Sentías algo por mí?- dijo mirándome a los ojos- Se sincera.

Quería desesperadamente decirle que sí, que siempre lo había amado, pero no era cierto, y sus ojos estaban tan tristes y apagados pidiéndome sinceridad. no podía mentirle.

-No, antes solo eras mi amigo- dije siendo consciente de la verdad que plasmaba en mis palabras- Pero estoy segura que mi amor estaba latente desde mucho antes, solo que no me daba cuenta.

-Esa es la respuesta de porque no soporto a Black- sus dientes parecían querer rechinar en medio de la noche, era bueno que no hubiera nadie cerca.-Si él no se hubiera fijado en ti, tus sentimientos por mi hubieran despertado antes, estoy seguro, y ahora los dos nos corresponderíamos sin terceros que interfirieran, por su culpa nuestro futuro se torció.

Cuando acabo sentí que solo una lágrima descendía por mi mejilla, quizás había llorado bastante antes, porque las lágrimas no acudían a mí.

Podía entender lo que él decía y sentía lo mismo pero no era suficiente.

-Los hubieras no existen- repetí lo que una vez le había dicho limpiando la solitaria lagrima.-Si no hubiera sido Jacob, hubiera sido otro, no puedes echarle la culpa cuando él verdadero culpable eres tú, solo tú y tu cobardía.

-Estas siendo cruel.

-Tú eres cruel al decirme estas cosas cuando sabes que te amo y daría todo porque sintieras lo mismo por mí- cuando vi que iba a replicar lo frene- Y ni se te ocurra cuestionar mis sentimientos.

-No los iba a cuestionar, te creo- dijo colocando una mano en mi mejilla- Es por eso que estaba tan de mal humor cuando escuché lo de Jacob, pensé que me habías mentido de nuevo.

No sabía cómo sentirme ahora que el realmente me creía.

Pasaron unos segundos interminables y asfixiantes en los que el corazón me golpeaba el pecho con estruendo, otra vez le había confesado mis sentimientos y seguía sin obtener una respuesta de su parte.

-¿Tienes una técnica para desenamorarte?- le pregunte intentando salir de este nudo que quería cerrar mi garganta.

Su mirada era cautelosa pero tenía un matiz acerado como si lo hubiera insultado.

-¿Tú quieres eso?

-Sí- le dije con convicción- No está en mis planes seguir amando a alguien que no siente nada por mí.

-¿Así que te desharás de mí así de fácil?

-¿No es eso lo que hiciste?

Él se quedó mudo y aparto su mirada.

-¿Por qué Edward? Si tanto me querías, ¿Por qué darte por vencido y no esperar un poco más por mí?- las palabras salían sin control, era como si estuviera poseída. -¿Por qué te fuiste de un día para otro dejándome sola? ¿Hice algo que te enojara y salieras corriendo detrás de Victoria la última noche? Acepto que nuestra amistad era algo más, pero en el fondo éramos verdaderos amigos, y me abandonaste sin explicación alguna, porque en ese momento me dijiste que te habías enamorado de ella, y ahora sé que es una mentira.

-Eres muy injusta, te recuerdo que tú misma me repetías una y otra vez que éramos amigos, cada vez que te decía te amo pensabas que solo lo decía por decir- su voz se elevaba con cada reclamo que hacía- ¡Solo me veías como un hombre cuando alguna chica se me acercaba, y que casualidad que ahora que estoy por casarme dices que me amas, disculpa por dudar tanto de ti!

Nos miramos mutuamente sabiendo que cada palabra era cierta, que cada reclamo era verdadero y que estaba entre nosotros como un monstruo que amenazaba con destruir los retazos de la amistad que aún quedaba.

Imitando uno de sus clásicos gesto, pase una mano por mi cabello desordenando mi trenza, ¿Qué pasaría ahora? ¿En dónde nos dejaba este callejón sin salida?

-¿Y ahora?- pregunto él leyendo mis pensamientos.

-Yo te amo, y tú no me amas, tú vas a casarte con otra pero no quieres que yo te olvide- deje en claro y al ver que no me negaba nada proseguí- Solo queda un factor común, pero intentarlo de verdad, solo ser amigos.

-Ya no podemos ser solo amigos Bella- dijo negando frustrado.

-Antes de que siquiera lo sugieras, no pienso estar contigo mientras estés en planes de casarte y menos aun cuando te cases.

-Solo te pido que me esperes, yo espere mucho por ti, ¿no podrías hacer lo mismo por mí?- pregunto ladeando la cabeza observándome.

-¿Qué sentido tiene si ya no me amas?- dije exasperada.- ¿Volveremos a lo de antes? Solo uno de nosotros amando al otro, es como un círculo sin fin.

Él parecía un poco incómodo con mi declaración, parecía querer decir algo, pero no se animaba.

Abrió y cerró los puños compulsivamente, sabía que eso era un signo cuando quería tomar valor y decir algo.

-Yo aún siento cosas por ti Bella- dijo mirando a otro lado, podía ver como la luz de la farola se reflejaba en su mejilla dándole un matiz especial a sus palabras- Quizás no sea amor, quizás sí, no lo sé, pase demasiado tiempo negando mis sentimientos por ti, exterminándolos hasta que no quedara nada, pero él solo pensar que estarías con alguien más es como si me faltara el aire, mi corazón falla, y eso solo puede ser que aun estas aquí.- finalizo apretando una mano en su pecho, más específicamente donde está su corazón.

Sus palabras eran demasiado hermosas como para creerlas, y a la vez eran demasiado egoístas como para aceptarlas.

¿Pero cómo podía juzgarlo en egoísmo, cuando yo encabezaba la lista de egoístas en el país?

Quería creer que lo que aun sentía por mí era amor, ese amor que creció durante tantos años y que se había negado a morir cuando él quiso matarlo, pero una parte de mí, la más pesimista me decía que solo era confusión ahora que por fin yo le había confesado mis sentimientos.

Después de todo, ¿Qué persona no desea ser amado?

Y lo peor era ¿Podría yo esperarlo mientras él estuviera casado? ¿Cuánto tendría que esperar? ¿Esta era la venganza del destino por hacerlo esperar tanto a él? ¿Qué pasaría si él nunca se divorciaba? ¿Y cómo me sentiría en un futuro esperando por un hombre casado?

-Di algo- me suplico, sus ojos estaban tristes como si supiera que iba a negarme.

-¿Qué quieres que te diga Edward?- me mordí el labio no sabiendo que decir, todo era tan complicado entre nosotros.

-Promete que vas a esperarme- sus mirada era suplicante.

-No puedo prometer eso.

-Yo espere por ti- contrarresto.

-Pero te rendiste Edward- volví a enojarme- no puedes pedirme algo tan egoísta.

-Soy egoísta, pero no puedo evitarlo, se me acaba el tiempo.

Volví a recostarme evitando su mirada, necesitaba pensar.

-Si yo esperara por ti- dije después de un rato.- Y luego lo nuestro no funcionara, ¿Seguiríamos siendo amigos?

-Nuestra amistad ha sobrevivido a muchas cosas, podrá con esto también- contesto más animado.

-No puedo prometerte que voy a esperar por siempre- dije cuidadosamente y pensando cada palabra que quería decir, lo que diría marcaría nuestro futuro- Pero guardare un lugar en mi corazón, solo para ti, pero si alguien más quiere ocuparlo lo permitiré.

-¿Dónde queda tu promesa entonces?

-No hay promesa Edward- cogí su mano obligándolo a recostarse a mi lado- Dejémoslo al azar, no sabes cuánto va a durar tu matrimonio y yo no sé cuándo mi corazón estará listo para recibir a alguien más, lo que deba ser, será.

-Pero yo…

-Tú quieres asegurarte que yo no busque a alguien más.- lo interrumpí- Pero, ¿Cómo podría correr a buscar a otra persona cuando mi corazón aún te reclama?

-¿Entonces?

-Ya te lo dije, volvamos al camino original, tú y yo siendo amigos- deje de mirar al cielo para fijar mi mirada en él.

-¿Y si no puedo?

-Estas empecinado en no poder Edward- lo mire ceñuda- He estado tratando de ser solo una amiga en estos días pero tú no me lo pones fácil, o es que acaso ¿Ya no eres mi amigo?

-Sí lo soy.

-Incluso ahora, vine contigo porque necesitabas un amigo, en mi caso una amiga- sonreí- Somos amigos y podemos ser solo amigos hasta que sea nuestro momento, si es que ese momento existe, entonces llegará.

-De los dos siempre fuiste la más sensata- concluyo agarrando mi mano mientras volvíamos a contemplar el cielo vacío.- Excepto con Charlie, siempre le hacías preguntas que lo ponían en aprietos.

Sabía que estaba tratando de cambiar de tema apropósito recordando nuestro pasado.

Flash Back

-Ya llegue esposa- dijo mi marido entrando a la casa dándome un abrazo y tomando a nuestra niña en sus abrazos- ¿Cómo está Esme?

-Se llama Renee- le dije enojada quitándole mi muñeca.

-Yo soy su padre- Edward refunfuño enojado- Quiero que se llame Esme.

-Y yo quiero que se llame como mi mamá- conteste acunando a Renee.

Edward estaba enojado, pero no me importaba, quería que mi hija se llamara como mi mamá.

-Si no me dejas elegir el nombre no jugaré más contigo a la mamá y el papá.

-Deja de hablar- susurré- Vas a despertar a nuestra hija.

Oí que suspiraba fuertemente quitándose la corbata que le habíamos robado a Carlisle para jugar.

-¿Y si le ponemos otro nombre?

-¿Cómo cuál?- pregunte recelosa.

-Esmeralda es muy bonito.

-Se parece mucho a Esme- lo mire mal mientras seguía meciendo mi muñeca.- Podemos combinar los nombres.

-¿Esmerene?- hizo una mueca porque sonaba mal.

-Renesmee- alcé un puño en alegría, y casi se me cae la niña- Lo siento Renesmee, mamá está un poco distraída hoy.

-¿Renesmee?- Edward parecía confundido- ¿Le pondremos así a nuestra hija de verdad o solo a la muñeca?

-A la de verdad tonto- dije riendo- ¿Dónde conseguimos una?

-En el hospital hay muchos bebes, podríamos pedir una.

-Pero esos ya tienen padres- a veces Edward era bastante distraído ¿Cómo íbamos a robar bebes a otros padres?- Necesitamos una que sea solo nuestra.

-¿Cómo podemos tener una hija entonces?- pregunto sentándose apoyando su cabeza en sus puños.

-Charlie- dije como respuesta- ¡Papiiiiiiiii!

Al poco rato Charlie llego corriendo asustado.

-¿Qué pasa? ¿Están bien?

-Edward y yo queremos una bebe ¿Dónde conseguimos una?

Papá inmediatamente se puso rojo- Bells, tienen siete años, ¿Para qué quieren un bebe?

-No queremos un bebe- refuto Edward antes de que yo lo hiciera- Queremos que sea niña.

-Bien- dijo riéndose, no sé porque, esto no era para reírse, era un tema serio, los bebes eran tema serio- ¿Qué saben de la reproducción?

-Nada- conteste encogiéndome de hombros.

-Una vez mi primo Walter me conto un chiste sobre la reproducción de la enzima- dijo pensando un poco- ¿Quieren escucharlo?

-Sí- dije yo.

-No- contesto papa- Verán… ¿Cómo les explico?

-Empezaba así- dijo mirándome solo a mí, ya que parecía que Charlie no quería escuchar- ¿Cómo se reproducen las enzimas?

-Pues no sé, por eso le preguntamos a Charlie- conteste molesta, el chiste era aburrido, ni siquiera me reí.

-Espera a que termine- se quejó, me cruce de brazos esperando el famoso chiste.

-Niños- dijo mi papá- Creo que Carlisle…

-Se reproducen así- dijo mostrándome un dedo encima de otro- Cuando papá enzima y mamá enzima se quieren mucho se suben encima.

-¿Y luego?- seguía sin reírme, y Charlie parecía querer llorar por la cara que tenía.

-Pues tienen un bebe supongo, mis otros primos se rieron pero yo no entendí- ¿Se supone que debemos subirnos uno arriba del otro para tener una hija?

-¡No!- grito Charlie más morado que rojo- Quiero decir que no es así.

-¿Entonces?- preguntamos los dos.

-Deben escribir una carta a la cigüeña pidiendo una niña y luego mandarla a Bebelandia- Charlie parecía muy convencido.

-¿Solo una carta?- pregunto Edward.

-¿No debemos subirnos encima como las enzimas?- pregunte por si las dudas.

-¡No!- volvió a gritar- No debes subirte en nadie, quiero decir, los bebes no se hacen así, solo tienes que escribir una carta y ya.

-¡Que fácil!- chille de alegría- Vamos marido, tenemos que encargar nuestro bebé.

-Dije que nada de subirse encima del otro- nos regañó Charlie.

-Ya sabemos- rodé los ojos- Vamos a escribirle a la cigüeña.

Dejamos a papá refunfuñando algo sobre los bebes enzimas.

Fin del Flash Back

-Al final nunca llego nuestra Renesmee de Bebelandia- dije haciéndole partícipe de mis recuerdos.

Edward reprimió una risa sin mirarme aún.

-Creo que a Charlie casi le da un aneurisma cuando sugerí que nos subamos uno encima del otro.

-¡Pobre Charlie! – me carcajee recordando todas las cosas que le habíamos hecho pasar.

-¿Crees que Renesmee llegará?

-Déjalo al destino Edward- me queje porque había cortado nuestro buen momento- Amigos, ¿recuerdas?

-Amigos- repitió tomando mi mano una vez más.

o-o-o-o-o-o-o-o

El sábado fue de mal en peor porque no encontraba mi celular por ninguna parte, luego empeoro catastróficamente cuando junto a Alice y a Emmett fuimos a la última prueba de vestuario para la boda.

Una Victoria aún rubia me había llevado con ella para que viera como se probaba su vestido.

Era francamente hermoso, un blanco inmaculado con detalles en rojo que harían juego con su anterior cabellera.

-¿Puedes pasarme el velo?- pregunto Victoria amablemente, lo que me sorprendió.

Ella se lo coloco desganada, luego se lo saco y por ultimo volvió a ponérselo.

-Eres mi dama de honor principal, ¿Con velo o sin velo?

-¿No puedes preguntarle a tus hermanas?- dije con fastidio apenas soportando la visión de verla vestida de blanco con un vestido que usaría para casarse con mi amigo.

-Podrías ser amable, después de todo, he decidió dejarte pasar la broma del tinte para cabello.

-Tu hermana fue la que inicio- me defendí- Y yo también fui teñida.

-Como sea- hizo una mueca terminando la discusión.

Esta no era la Viczorra que conocía, sino una versión desdibujada que no atacaba.

Luego volvió a jugar con el velo poniéndoselo nuevamente, por ultimo soltó un largo suspiro, lo enrollo y lo arrojo lo más lejos posible.

-¿Estás bien?- pregunte más por costumbre que por preocupación, ella se veía tan rara.

Al parecer también se sorprendió por mi pregunta ya que me miro un rato- Estoy bien, solo que no es un buen día, solo eso, ve a probarte tu vestido, ya termine aquí.

-Pero falta probar la otra capa del vestido- dije, era la dama de honor después de todo, y por lo menos haría bien mi trabajo, no solo se casaba ella, sino también Edward.

Pero luego recordé que él quería que lo esperara, estaba a punto de casarse y sin embargo ya pensaba en su divorcio.

¿Por qué no hablaban y solucionaban sus problemas?

-Dije que ya termine- bueno, la Victoria tolerable se había ido dejando a Viczorra en su lugar.

-Bien- levante las manos en señal de rendición y me marche a donde Alice me había dicho que estaría esperándome con mi vestido.

-Estamos en el hotel plaza- dijo Alice al teléfono mientras se observaba en el espejo alisando arruguitas al vestido de dama de honor- Toma un taxi y ven aquí, va a ser una gran sorpresa.

-¿Con quién hablas?- pregunte susurrando.

-Vienes y punto- y luego colgó.

-Es una sorpresa- dijo radiante- Nuestro refuerzo ha llegado.

-¿Quién?- pregunte extrañada.

-Ya lo entenderás- dijo rodando los ojos- Tu vestido ya está listo, pruébatelo.

Hoy era el día de dar órdenes a Bella.

El vestido me quedaba perfectamente, me observe en el espejo.

Este era el vestido con él que presenciaría la boda, yo llevaría el ramo de rosas de Victoria, le alcanzaría los anillos cuando los necesitará, solo faltaba que me pidieran que los casara yo misma.

Dándole la espalda al espejo, me quite el vestido sin vacilar pese a las quejas de Alice que decía que quería verme un rato más.

No podía seguir estando aquí, en este hotel sería la boda, prefería permanecer lejos de él hasta el martes a la hora del evento, no estaría ni un minuto más ni un minuto menos.

-Los esperare en el hotel- le avise a Alice, decidida a tomar un taxi, casi salí corriendo, sentí que me asfixiaría sino tomaba aire fresco.

Pero no contaba con que una cabellera cobriza apareciera al girar y que me estamparía en un pecho musculoso.

-¿A dónde vas con tanta prisa?- me pregunto sonriendo, él también ya había terminado de probarse su traje porque vestía casualmente un jean y una camiseta, saber que su traje ya estaba listo me dio un retorcijón en el estómago.

-Yo debo ir afuera- le dije intentando pasar por él, pase por debajo de su brazo y camine rápidamente con el siguiéndome el paso.

-Hey pequeña- dijo preocupado- Espera, quería proponerte algo.

-No acepto nada- conteste casi a la carrera ya que la salida estaba a unos pocos metros- Y menos bajo el mismo techo donde vas a casarte en tres días.

-Bella- tomo mi mano deteniéndome, lucia muy preocupado, me acaricio una mejilla ligeramente- ¿Podrás con esto? ¿Te estoy exigiendo demasiado al querer que seas mi dama de honor?

-Es demasiado- confesé mirando a otro lado- No puedo ayudar a que te cases con otra, tenías razón, no podemos ser amigos mientras uno ame al otro, es una locura.

-¿Entonces?- sonaba asustado esperando mi respuesta.

-Yo necesito…

-A mí- dijo una voz en la puerta, demasiado conocida, demasiado querida, una voz que desde hace mucho se hacía convertido en mí puerto seguro.

Girando mi cabeza lentamente vi que alguien estaba poyado en la puerta.

-¿Jake?- pregunte temerosa de que no fuera real.

-¿No vas a abrazarme, besarme y aprovecharte de mi pobre cuerpo hasta dejarme en la inconsciencia?

Sí era Jacob, solo el diría algo así.

Él estaba aquí.

Zafándome de Edward que aún estaba atónito observándolo fui a su encuentro.

Jacob me abrazo levantándome del suelo y estrujándome a su antojo.

-Viniste- solloce en su cuello, podía sentir mis ojos picando por la emoción, lo había extrañado tanto, y ahora él había dejado a su esposa embarazada para apoyar a una amiga.

Sin poder evitarlo unas lágrimas descendieron.

-Tranquila Bells- dijo revolviendo mi cabello.- Las lágrimas son para los cobardes que han perdido, y tú no eres una cobarde, ¿O acaso si lo eres?

-Si lo soy- respondí, el chasqueo la lengua frustrado.

-No lo eres- se separó de mí para limpiar mis mejillas- En la montaña rusa yo gritaba como una nena mientras tu reías, eso demuestra mucha valentía.

Solo Jacob podía hacerme reír cuando momentos antes había estado al borde de la histeria.

-¿Cómo está Leah?

-Ella está en su casa- dijo riéndose mientras me guiñaba el ojo- Hace mucho que no lo veo.

-¿Qué?-

¿Él venía a representar una pantomima? ¿Por qué? ¿Es que acaso Leah no podía mantener controlado a su marido? Tendría unas palabritas con ella.

-¿No vas a saludarme Black?- pregunto Edward que ahora estaba a lado nuestro.

-Diría que es un gusto verte, pero en realidad no lo es- dijo Jacob sonriendo sarcásticamente- Siempre sabes cómo interrumpir mis momentos con Bella.

Eso se ganó una mira feroz por parte de Edward.

-¿Qué haces aquí?

-No es de tu incumbencia- dijo Jacob con voz dura.

-Chicos, por favor- no llevaban ni cinco minutos en una habitación y las chispas saltaban por doquier.

Jacob se giró para responderme pero mi cabello le llamo la atención, tomando un mechón lo examino.

-¿Qué te hiciste?- pregunto haciendo una mueca.

-Larga historia- suspire.

Puedes contármela, tenemos toda la noche- sonrió levantando las cejas sugestivamente pasando un brazo por mis hombros.

-En realidad Bella iba a cenar conmigo, ¿Verdad?- pregunto Edward rogándome con la mirada que no me fuera con Jacob.

¿Qué cena? Quise preguntarle pero luego recordé que él quería hacerme una proposición.

Teniendo en cuenta mi reacción a todo esto de la inminente boda, solo quería salir corriendo y eso sin contar que sería una falta de consideración si dejaba a Jacob solo cuando él había venido por mí.

-Quizás podríamos cenar los tres.

-Sería como en los viejos tiempos- dijo Jacob sonriendo irónicamente- Bella y yo, y bueno, tu interrumpiendo cada vez que quiera besarla.

-Jacob- le di un codazo en el estómago pero ni se inmutó.

-Te lo voy a demostrar- tomo mis mejillas y acerco su rostro al mío petrificándome en el acto, ¿Estaba loco? ¿Quería que Leah me matara? ¿Qué estaba pensando?

Pero no llego ni siquiera a estar a menos de diez centímetros cuando Edward lo empujo tomándome en sus brazos en una cárcel de la que no podía salir.

Jacob se desternillaba de la risa frente a nosotros.

-Sip, como en los viejos tiempos, ¿Nunca vas a cambiar Cullen?- pregunto negando con la cabeza- Quizás deba besarla cuando estés de luna de miel, no creo que puedas interferir estando lejos.

-Una palabra más y romperé todos tus huesos- dijo Edward totalmente furioso apretando más sus brazos en torno a mí.

-Bueno, bueno, bueno- dijo Emmett que aprecio de la nada- Me distraigo un rato y los lobos descienden.

-Emmett- lo regaño Alice que venía a su lado.

-Rosalie asegura que eres un chucho disfrazado de humano- dijo muy convencido.

-Y coincido con ella- Edward no quitaba la mirada de Jacob.

-¿Ya terminaron el concurso de meadas?- me sacudí los brazos de Edward.

-¿Quién meo a quién?- pregunto James también apareciendo, aunque ahora que lo veía, estábamos en la puerta, por lo tanto nos encontraríamos con todos los que quisieran salir.

-Vámonos- le dije a Jacob.

-Tú no iras a ninguna parte con él- contesto Edward para sorpresa de nuestro público.

-Entonces ven con nosotros- dije encogiéndome de hombros- ¿Vienes James?

-Parece que Cullen ya tendrá su plato lleno con Jacob, paso- dijo riendo y saliendo.

La cena fue todo lo que auguraba ser.

¡Un desastre total!

Edward y Jacob no pararon de lanzarse amenazas directas.

Me hacían sentir como si volviéramos a tener quince años y estuviéramos en una cita triple, sola que esta vez teníamos más invitados, Emmett y Alice ya estaban con nosotros mientras que Rosalie y Jasper recién habían llegado.

Las bromas de Jacob hacia Rosalie eran imparables debido a que ya no era rubia.

-Ex rubia- dijo antes de darle un mordisco a su hamburguesa doble- Ya no podrás jactarte de ser rubia natural.

-Mi cabello se puede arreglar, pero hasta donde yo sé, las pulgas son un caso serio- contesto mi amiga.

-Siempre es bueno pelear contigo- fue su rendición- Aún no termino de entender cómo es que terminaron así de coloridas.

Alice rodo los ojos- Fue una venganza de Tanya.

-¿Tanya?- pregunto Edward extrañado que no sabía nada.

-Cosas de chicas- le respondió ella- Pero tienes que ver como quedo ella, no les quedarán ganas de meterse con las integrantes del Team Bella.

-Yo soy Team Bella- dijo Jacob haciendo chocar su botellín de cerveza con el mío.- ¿Entonces donde dormiré preciosa?

-En algún lugar muy lejos de ella- lo amenazo Edward haciéndome rodar los ojos. –Lo digo en serio, es más, puedes ir a mi departamento, allí estarás mejor, no queremos que te pierdas en la ciudad.

-No compartiría tu techo ni en miles de años- fue la respuesta de Jake.

-Te hospedas en nuestro hotel y fin del problema- sugerí antes de que hicieran una escena.

-Esa idea me gusta, podría ser tu vecino de habitación- dijo meneando las cejas.

-Alguien está con ganas de desaparecer- farfullo Edward amenazándolo con un tenedor.

-Ya me imagino pegando carteles de "¿Ha visto a este chico?"- se carcajeo Jasper- Edward se aseguraría que fuera un accidente.

-Jasper- Jacob parecía indignado- Creí que éramos amigos.

-¿Con quién piensan que están tratando?- pregunto Alice- Yo reserve para Jacob una habitación esta mañana, y antes de que se cometa un asesinato, está en otro piso del nuestro.

-Creí que me apoyabas enana- se mofo Jacob.

-Sorry Jake-su sonrisa era brillante, no lo sentía para nada- Soy Team Edward.

-Te perdono porque eres su hermana, sería ilegal que no lo apoyaras, y ahora que lo pienso, ¿Cuándo es la despedida de soltero? Me imagino que estoy invitado.

-En realidad no- sonrió Edward a la vez que Emmett decía- Claro que sí.

-Emmett- le gruño su hermano.

-Ayer María me aviso que seré el presentador, después de todo soy el hermano y el padrino del novio- luego se aclaró la garganta ruidosamente- Sera una fiesta mixta.

-¿Mixta?- preguntamos a coro.

-Es la nueva moda y no sé qué más- hizo una mueca- Así que nada de strippers y sexo de última hora, ambos novios celebraran su despedida de soltero juntos.

-Y yo que me moría por bailarle a mi Bella- se quejó Jacob haciendo bolitas las servilletas y tirándoselas a Edward.

-Ella no es tuya- Edward le devolvió las bolitas de servilleta con más fuerza.- Su noviazgo duro dos semanas y yo le pedí que terminará contigo y lo hizo, con eso quedo claro a quien prefería.

Se hizo un silencio sepulcral, ¿Qué estaba mal con Edward? No sabía ni porque me lo preguntaba, se volvía más idiota de lo normal cuando hablaba de Jacob, pero cuando este estaba presente su cerebro se anulaba.

-En eso tienes razón, pero…- le concedió sonriente y luego levanto un dedo señalándolo- estas por casarte, ya no eres una opción para ella, creo que podríamos revivir nuestros días de pasión.

¿Qué días de pasión? Si ni quiera nos habíamos besado, estaba por quejarme cuando recibí un puntapié por parte de Alice y Rosalie.

¿Y ahora qué?

-Antes de ser tan groseramente interrumpido estaba hablando de la planificación de la despedida de soltero del año- dijo Emmett ceñudo mirando mal tanto a Edward como a Jacob- Va a ser una noche de Karaoke.

Su expresión era tan feliz que daba pena decir algo negativo, fue Rosalie la que hablo primero.

-¿Karaoke osito?-

-Siempre hay alguien que utiliza las canciones para decir lo que no se anima- dijo emocionado con el asunto- ¿Qué mejor en una despedida de soltero que despedirse de cualquiera?

-¿Una noche de despedidas?- pregunté- ¿No es eso deprimente?

-No es que esta boda sea de pura felicidad- concluyo Emmett golpeando el hombro de Edward- Hermano, yo te apoyo en esta locura, pero ¿Has visto a Vicky? Tiene toda la pinta de poder desollar vivo a cualquiera, es mejor que te despidamos cuando aún podemos.

-A mí me parece bien- Jake se trono los dedos- Soy un buen cantante.

-Esa es la actitud que quería- Emmett volvió a emocionarse- Damas y no damas es hora de afinar las gargantas para mañana.

o-o-o-o-o-o-o-o

Domingo.

Hoy era domingo.

En realidad él domingo ya estaba acabando.

Quedaban solo dos días y medio para la boda.

¿Por qué seguía en Nueva York? Debería volver a Forks e ir a pescar con mi padre.

No podía.

Charlie y toda la familia de Edward llegaban mañana por la tarde para la cena de ensayo.

Había pensado disfrutar hoy mis últimos momentos con Edward como amigos, pero él solo se mantuvo a mi lado para ahuyentar a Jacob.

Había llamado a Leah para que controlara a su marido, pero ella solo se había reído diciendo que él solo estaba haciendo lo correcto, y si ella fuera hombre también me ayudaría, no la entendí, pero me causo gracia.

Y así había pasado el día.

Edward y Jacob peleando.

Jacob y Edward peleando.

Y así sucesivamente.

Me preguntaba si la solución sería que se agarraran a golpes, ambos parecían tener ganas, pero se limitaban a peleas verbales.

Nunca agradecí tanto que Alice me secuestrara para vestirme e ir a la despedida de solteros, las chicas iríamos por separado de los chicos.

Jacob y Edward irían juntos en el mismo auto, eso no auguraba nada bueno.

-¿Vas a cantar?- me pregunto Alice cuando entrabamos al bar-karaoke.

El lugar estaba lleno de personas que no conocía, divise a las hermanas Denali cada cual con su pareja, incluso Edward estaba con Victoria.

Jacob y Jasper nos esperaban en la barra.

-No- ni loca haría tal cosa- Además no creo que esté lista para despedirme.

Alice no contesto, y Rosalie menos.

-¡Damas y caballeros!- dijo Emmett en el micrófono resonando por todo el local- Esta noche estamos todos aquí para despedirnos de los solteros Edward y Victoria, ¡Aplausos por favor!

Una ronda de aplausos coreo en todo el lugar.

-Así me gusta- Emmett también aplaudía- A partir del martes ellos pasaran a ser el matrimonio Cullen, así que damas, despídanse del soltero más codiciado de Phoenix, caballeros despídanse de la ex pelirroja y actual rubia más codiciada de Nueva York.

Otra ola de aplausos.

Me sentía un poco traicionada, Emmett parecía muy feliz con todo esto.

Pero en ese momento despedí ese pensamiento, era su hermano, tenía que estar feliz por él, era lo correcto.

-Algo fuerte- le dije al bar man, esta noche no podría sobrevivir sobria.

-¿Estás segura Bella?- Jacob al rescate.

-Soy mayorcita- me queje.

-Les explico cómo será la noche- dijo Emmett robándose mi atención- Yo sacare el nombre de una canción de esta esfera y elegiré a algún voluntario o no voluntario para que cante.

Algunos abucheos se escucharon, personas que no querían cantar.

-Nada de quejas, en los juegos del hambre nadie se queja, ¿Qué no leyeron los libros? ¡Puff hungers!- zanjó Emmett- Es la despedida de mi hermano y su prometida, así que compórtense, vamos con el primero.

Revolvió la esfera con canciones hasta que saco un papelito, lo leyó y parecía que su sonrisa crecería aún más.

-Necesito a tres hombres- dijo tronándose los dedos mientras activaba el karaoke para la canción elegida, no había ni un voluntario- Bien, será a la fuerza, los futuros cuñados de mi hermano a la pista.

Las caras de Garrett, Laurent y Riley eran todo un poema, parecían querer que la tierra los trague, pero convencidos por sus esposas pasaron al escenario.

-La canción es "Provócame" - grito Emmett en el micrófono causando gritos en el público femenino- ¡A cantar!

Los tres primero susurraban mirándose avergonzados unos a otros.

-¡Vamos Garrett!- grito Kate entusiasmada, ella aún lucía mechas rosas.

-Te mire y te hice sonreír, desde aquel día, tu eres mi obsesión,-Garrett empezó a cantar con emoción mientras señalaba a Kate- Sé que me sigues por donde voy, y me espías en cada rincón.

-¡Laurent!- Chillo Irina animándolo al igual que Tanya no paraba de gritar el nombre de Riley.

-Te noto tras mis pasos,te escondes en mi sombray no comprendo la razón- cantó Laurent.
- Provócame, mujer, provócame,provócame, a ver, atrévete,provócame, a mí, acércate,provócame, aquí, de piel a pielProvócame, libérate de una vez,ten valor, enfréntate,provócamey conquista mi amor. –finalmente ´para el estribillo cantaron los tres juntos causando gritos, incluso yo me sume.

-¿Quieres provocarme mujer? – me susurro Jacob riéndose, pero me di cuenta que lo hizo adrede porque Edward no le quitaba el ojo de encima.

-Provócame, a ver, atrévete, provócame, a mí, acércate, provócame, aquí, de piel a piel- cante junto a los chicos mirando a Edward, quizás él solo leería mis labios, pero la canción resonaba así que entendería.

La canción siguió su curso pero no mire a Edward, es más incluso James vino a hacernos compañía, el pobre tenía mala cara, no estaba sobrellevando bien la cuenta regresiva para la boda.

-Démosles un fuerte aplauso a los chicos- aplaudí con entusiasmo, había sido una gran canción, mientras Emmett saco otro papelito- Necesito una dama que quiera al novio de otra persona.

Emmett me miro sonriente como diciendo "Ven, diles a todos que quieres robarte al novio"

-Yo quiero- dijo María subiéndose al escenario.

-La canción es Girlfriend- grito nuevamente dándole el micrófono- ¡A cantar!

Hey hey

You you,

I don´t like your girlfriend,

Hey hey

You you ,

I think you need a new one,

Hey hey

You you,

I could be your girlfriend

La desgraciada cantaba bien; si no fuera porque miraba fijamente a Jasper, los ojos de Alice parecían querer echar chispas.

Y por si fuera poco, ella se bajó del escenario acercándose a nosotros, más específicamente a Jasper que uso a Alice de escudo

You´re so fine

I want you mine

You´re so delicious

I think about you all the time,

Quizás tuvo miedo de Alice, o quizás supo que era demasiado parecer tan zorra frente a tanta gente, pero María dio media vuelta haciendo girar su cabello con gracia para volver al escenario y seguir cantando.

-Es una perra- grito Alice mientras bebía su vaso de un solo golpe mientras Jasper le murmuraba al oído.

-Desvergonzada- la apoye también al beber.

-Zorra- Rose se unió a nosotras.

-Una interpretación interesante- dijo Emmett de nuevo en el micrófono- Pero, te agradecería que dejaras de intentar meterte por los ojos a mi cuñado.

Emmett recibió un coreo efusivo agradecidos, nosotras fuimos las que gritamos más.

-¿Por qué no cantaste esa canción?- me pregunto James.

-No pienso cantar.

-Yo sí- dijo bebiendo su cerveza- Pero más tarde, tú deberías hacer lo mismo, será nuestra despedida.

-Quizás.

-¡Oh por dios!- dijo Emmett sacando otro papelito- Rose sube conmigo, la cantaremos juntos.

-¿Se volvió loco?- susurro Rosalie

-¡Rose!- volvió a gritar Emmett, cuando ella subió al escenario le dio un micrófono rosa- ¡Quiero muchos aplausos eh!

Cuando la música empezó a sonar me carcajee, pero la risa de Jacob resonó más.

-¡Vamos ex rubia!- grito señalando a mi amiga recibiendo un dedo medio por parte de Rose, lo que solo causo una risa general.

-Hola Barbie- canto Emmett.

-Hola Ken- contesto Rosalie.

-¿Quieres dar un paseo?- las mímicas de Emmett eran demasiado buenas como para ser improvisadas.

-Claro Ken- dijo Rosalie acercándose a Emmett

-Ven aquí.- Emmett le ofreció su espalda y ella salto sobre él.

¡Oh por dios!

Ellos ya habían cantado esta canción, tenía que grabar esto, pero aún seguía sin encontrar mi celular.

-Leah adorara esto- dijo Jacob acercándose para grabarlos.

Edward aprovechó ese momento para acercarme.

-¿Qué fue ese numerito de provocación?

-Solo estaba cantando- dije riéndome como Emmett cargaba a Rosalie mientras ambos cantaban divertidos.

-¿Por qué estás tan pegada al chucho?- pregunto en un tono raro que no supe identificar- ¿Ya te lo pidió?

-¿Qué cosa?- dije mirándolo fijamente, como el no contesto proseguí- Edward estoy pegada a mi amigo porque no quiero estar sola hoy ¿De acuerdo?

-Podemos irnos- me sugirió- No necesito de toso esto.

Era muy tentador, pero no.

-Ve con tu prometida que yo me quedaré con Jake.

-Oh, te amo Ken.- dijo Rosalie finalizando la canción para luego besar a Emmett de forma bastante pecaminosa para un lugar público.

El salón estalló en aplausos.

-Esos dos están locos- dijo Jacob apenas regreso a mi lado, luego miro a Edward divertido- ¿Y a ti que se te perdió?

Edward ni siquiera le contesto sino que se fue con… nadie, ya que Victoria no estaba en su lugar y por lo que podía ver James tampoco.

¿Estarían juntos?

Emmett siguió haciendo de presentador, cada vez las personas estaban más compenetrados, ya no obligaba a ninguno, sobraban los voluntarios.

Canciones como Rain over me cantada por Jasper y otro tipo arrasaron con el público femenino, mientras que Girls just wanna have fue cantado por las trillizas multicolor Denali.

Y así muchos temas más donde Edward se negó rotundamente a cantar, no importaban los ruegos cómicos de Emmett o sus órdenes marciales, él no cantó.

Gracias a Jacob, estaba sobreviviendo, a cada canción que pasaba, me imaginaba que pronto terminaría la fiesta y luego volvería al hotel a dormir para dar paso al gran lunes, día de la cena de ensayo y el martes la gran boda.

Si no dejaba de pensar, pronto estallaría.

-Este tema tiene que cantarlo la novia- dijo Emmett leyendo el papelito- Estas un poco achicopalada, así que vamos Vicky, el temas es ¡Big Girls don´t cry!

¿Victoria?

¿A qué horas regreso?

¿Y James?

-¿A quién buscas?- pregunto Jacob.

-A James.

-¿Y para que quieres a ese?- pregunto Edward, en serio, la gente debería dejar de aparecer de la nada.

-Ve a alentar a tu novia Cullen- dijo Jacob haciéndoles gestos para que se fuera.

-The path that I´m walking, I must go alone. I must take the baby steps til I´m full grown- cantaba Victoria de fondo, podía ver que buscaba a alguien con la mirada, sus ojos estaban rojos, había estado llorando- Fairy tales don´t always have a happy ending do they…

Cuánta razón tenía, nuestro cuento de hadas estaba marcado con un final infeliz en el que ninguno de los cuatro se atrevía a desafiar.

Termino su canción suspirando porque James volvió a aparecer captando su atención.

-Shu! Shu!- le dijo Jacob -Ve a consolar a tu novia, que yo me ocupo de Bella.

-Tengo un pedido especial de mi gran amigo James- dijo Emmett entregándole el micrófono de repuesto- Con ustedes, ¡Adiós mi amor!

¡Auch!

Yo sabía que James ya se había rendido, pero hoy parecía definitivo si iba a cantar esa canción.

-Quiero dedicarle esta canción a mi gran y único amor- dijo James suspirando mientras unos acordes de piano se escuchaban en el sistema de audio y las luces bajaron dándole al lugar un toque místico.

¿Te decepcioné o te defraudé?¿Debería estar sintiéndome culpableo dejar que los jueces me enjuicien? – James empezó a cantar sin mirar a nadie en particular- El amor es ciego y eso lo supe cuandomi corazón fue cegado por ti.He besado tus labios y sostenido tu cabeza,compartido tus sueños y compartido tu cama,
te conozco bien, conozco tu olor,he sido adicto a ti.

Las estrofas eran demasiado tristes y hermosas, James cantaba con el corazón y te daban ganas de llorarbueno, no daban ganas de llorar, varias ya lloraban de emoción.

Victoria estaba cerca, mientras que yo ya tenía las mejillas húmedas.

Jacob me paso un pañuelo -Pobre hombre.

-Adiós mi amante,adiós mi amiga,has sido especial,has sido la única para mí.- cantó esta vez mirando a Victoria, ella no pudo más y empezó a lagrimear siendo consolada por sus hermanas.- Recuérdanos a nosotros y todo lo que solíamos ser,te he visto llorar, te he visto sonreír,te he visto dormir durante un rato,
sería el padre de tu hijo,habría pasado una vida contigo,conozco tus miedos y tú conoces los míos,hemos tenido nuestras dudas pero ahora estamos bien,y te quiero, te juro que es verdad,no puedo vivir sin ti.

-Pobre James- lloraba Alice al igual que muchas, él había cantado con el corazón.

-Joder James- dijo Emmett palmeándole la espalda en señal de apoyo- Has hecho llorar a la mitad de los invitados, te aseguro que la chica que te dejo ir es una idiota.

-Si- gritaron algunas, al igual que Rosalie, Alice y yo.

James tenía razón, debía despedirme.

Quizás se me habían subido las copas, o quizás el entendimiento había llegado a mí, pero debía hacerlo.

-Emmett, quiero esta canción- le dije el nombre en su oído- Por favor.

Él estaba sorprendido.

-Como soy muy generoso- dijo en el micrófono- Le concedo a mi amiga Bella una canción a su elección.

Mis amigos corearon en apoyo.

-Con ustedes "Te dejo en libertad" por Bella Swan- me presento Emmett con pompa.

Desde el escenario podía ver a Edward que me miraba asuntado.

-Siento que me desconoces, siento que tocarme ahorate da igual, te da igualcante recordando como parecía que lo único que quería de mi era algo físico-Es momento de afrontar la realidad, tú me quieres pero yo te amo, esa es la verdad.

No apartaba la mirada de sus ojos, quería que me escuchara.

-Tu presencia aquí me está matando, sentirte a la mitad, me he cansado de intentar y no lograrque te vuelva a enamorar, sé que no me quieres lastimar– era la verdad, Edward solo me había dado falsas esperanzas pidiéndome que lo esperara, pero solo era para no lastimarme

Pero tengo que soltarteeeeee- esperaba no desafinar, porque el nudo en mi garganta me dificultaba las cosas pero quería despedirme- Hoy te dejo en libertad.

Edward estaba totalmente estupefacto, sus puños estaban cerrados con fuerza, parecía que quería venir a mí.

Esperaba que no lo hiciera, sino todo se iría al garete.

-Un fuerte aplauso para nuestra Bella- dijo Emmett e inmediatamente los aplausos se alzaron haciéndome perder a Edward, pero en cambio Jacob se acercó y no me dejo bajar del escenario.

-Yo también quiero cantar- le dijo a Emmett entregándome su celular, ¿Para qué? ¿Quería que lo grabara?

-Una última canción para cerrar esta noche- Emmett parecía ya cansado de tantos pedidos- Con ustedes Jacob alias el "chucho Black".

-¿Hola? ¿Bella?- dijo una voz en el teléfono de Jacob- Si eres tú no hables, levanta el celular así puedo escuchar a mi marido.

¡Oh que romántico!

Jacob le iba a dedicar una canción a Leah a distancia.

Levante el celular para que Leah escuchara "Te amo" cantada por Jacob, y me importaba tres pepinos si Edward tenía mala cara por estar tan cerca de Jacob mientras el cantaba.

-Te amo, más que a un nuevo mundo, más que a un día perfecto, más que a un suave vino, más que a un largo sueño, más que a la balada de un niño cantando, más que a mi música, más que a mis años, más que a mis tristezas, más que a mis quehaceres, más que a mis impulsos, más que a mis placeres , más que a nuestro juego preferido, más aun que esto te amo- Jacob me sonreía, o por lo menos al celular, supongo que se imaginaba a una Leah diminuta en el celular.

Era lo más romántico que había presenciado en mi vida.

La cara de Edward parecía querer explotar, supongo que pensaba que Jacob me cantaba a mí, pues estaba equivocado, no permitiría que hiciera una escena, si es posible gritaría que Jacob estaba casado para que dejara de hacer el idiota.

Una vez terminada la canción, todas las mujeres se levantaron para aplaudirle, pero él hizo algo que me sorprendió, se puso de rodillas y saco una cajita negra de terciopelo abriéndola donde se podía preciar un anillo plateado de compromiso.

¿Qué mierdas pensaba hacer? ¿Iba a proponerme matrimonio?

Lo que sea que fuera, no lo averigüé, Edward se acercó rápidamente y me cargo al estilo bomberos en emergencia mortal y me saco fugazmente del local cargándome hasta el auto.

-Edward- me queje- ¿Qué estás haciendo?

-Cállate- me gruño enojado- Maldito chucho, si siquiera pienses en defenderlo, no hables, o te juro que tendremos las madres de las peleas en medio de la calle.

Eso basto para callarme, estaba hasta el tope de peleas en público.

Me di cuenta que me había llevado a su departamento cuando bajamos del auto.

-Pued…

-No abras la boca- él respiraba agitado maldiciendo por lo bajo.

Una vez dentro de su apartamento, estalle furiosa ¿Quién carajos se creía?

-¿Cuál es tu problema?- le grite sin el mínimo decoro

-¿Cuál es el tuyo? ¿Dónde quedó lo de que ibas a esperarme? ¿Ah?- su dedo apuñalaba el aire- Ayer hablamos y hoy me cantas no sé qué mierdas de dejarme en libertad y el maldito chucho aprovecha para pedirte que te cases con él.

¿De qué mierda hablaba? ¿Estaba loco?

-Te dejo en libertad porque te amo maldito idiota.- agarre un cojín del sofá y se lo rebolee, pero lo esquivo para acercarme más y tomarme en sus brazos, sus ojos refulgían de furia.

-Y yo no quiero ninguna libertad porque también te amo.- me grito de vuelta dejándome sin aire para atrapar mi boca en un beso apasionado.


Espero sus reviews si les gusto el capítulo, y si no les gusto, también espero sus reviews ;D

El final esta muyyy cerca.

¿Qué tal les pareció? Fue muy malo? Bueno? Buenísimo? Jajajjajaja

Ah y otra cosa más, para las que todavía no se unieron al grupo Cary0605 . Fics en Facebook, las espero en www . Facebook . con / groups / 498971040191241 / 557911370963874 / ? notif _ t = group _ comment (Todo sin espacios)

Eso es todo por hoy, espero sus comentarios ;)

Saludos

Cary0605

Capítulo 14: ESPERANZA, AMISTAD, PASIÓN Y FELICIDAD Capítulo 16: NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO PIERDE.

 
14445363 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios