esta es la segunda parte del capitulo anterior... espero que la disfruten tanto como disfrute al escribirlo...

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Nos tomamos algunas fotos divertidas que después llevaría a revelar. Al llegar todos estaban comiendo, Embry tenía abrazada a Marize, lo que me provoco un poco de celos pero logre controlarme. Embry nos veía con cara de odio a Seth y a mí.

-llegamos- grito Seth todos sonrieron menos Embry y Marize, nos sentamos junto a Leah y su novio

-pensé que no llegarían nunca, ¿quieren una hamburguesa?- dijo Leah sonriente, no sé como Seth podía decir que teníamos el mismo carácter

-claro, muero de hambre- le respondió Seth

-yo no, gracias- no tenía hambre, aunque no había cenado tampoco

-tienes que comer algo, eso no le hace bien al bebe- sentí muchas miradas que se dirigían de Seth a mí y viceversa, la que más me dolió… la de Embry.

-es broma chicos, no se preocupen. En todo caso no sería mío- respondió dirigiendo su mirada a Embry, por fortuna mi celular comenzó a timbrar, pensé que era Matt y sonreí, pero al ver la llamada mi sonrisa se fue.

-¿Qué quieres?- dije levantándome de mi lugar y caminando hacia el acantilado

-saber como estas, no me has llamado desde que te fuiste- dijo su voz chillona

-Susan estoy bien, un poco ocupada ahora-

-soy tu mamá Debbie-

-¿en verdad mereces que te llame así?-

-dejemos la plática así. ¿Has hablado con Robert?-

-papá me hablo un día después de mi cumpleaños-

-tu cumpleaños, lo siento hija lo olvide. ¿Qué quieres que te regale? ¿Un carro, un viaje?- dijo emocionada, acto que yo no podía copiar

-no quiero tus regalos Susan, nunca me interesaron. Desde pequeña siempre me llenabas de juguetes, ropa, viajes, ¡incluso en una navidad me diste una tarjeta de crédito! ¿Todo para qué? Para tratar de cubrir el tiempo que no estabas conmigo. ¿Sabes? Yo lo único que quería era estar contigo en mis momentos especiales, en los festivales del colegio, mi cumpleaños, navidad- mis lagrimas comenzaron a caer, vi a Seth y a Embry levantarse pero solo Seth se acerco a mí.

-lo siento mi vida-

-no, no lo sientas, solo limítate a no llamarme. No regresare a Carolina. Ahora no tienes porque sentirte amarrada a algo Susan, eres libre para viajar por el mundo- corte la llamada y abrace a Seth quien ya había llegado hasta mí.

-llora todo lo que quieras, desahógate- comencé a apretar el celular hasta que lo hice pedazos. Limpie mis lágrimas, no debía llorar por ella.

-vamos a sentarnos, todos están terminando de comer y estoy segura de que después harán algo divertido-

-así es, y créeme que seremos los primeros- tomamos asiento de nuevo, tome algunas fotos que después me servirían como recuerdo.

-¿Quiénes serán los primeros?- dijo Paul sonriendo y poniéndose de pie

-nosotros- dijo Renesmee brincando

-no, dejemos a las novatas- hablo Jacob esta vez –Debbie, Marize, ustedes inician ¿Quién será la primera?- dijo sonriente

-¿Qué se supone que quiere que hagamos?- le pregunte a Seth en el oído

-saltar del acantilado, vamos es divertido-

-tu primero Marize- me dirigí a ella sonriendo ampliamente

-no puedo mojar mi mano, hazlo tu- ella sabía de lo que se trataba y hablo hacia mí en forma de reto

-no, no lo hare- dije mirando a Jacob ahora, seguía sonriendo, eso me molestaba

-¿acaso tienes miedo?- pregunto Seth, le di un golpe en el brazo

-sabes perfectamente que odio las alturas-

-pues, no dijiste eso ahorita que salimos por la ventana de tu habitación- Embry nos miro de nuevo con una mirada furiosa

-cállate Seth, ¿si yo lo hago, prometes hacer lo mismo?- le dije en voz baja

-claro, yo te acompaño- respire profundo y después me puse de pie

-está bien, vamos- tome a Seth de la mano para que me acompañara

-¿no dejaras tu cámara?- me dijo sonriendo, estaba tan nerviosa que olvidaba todo

-claro, claro. Leah, ¿puedes cuidarla?-

-claro, en unos minutos me voy, puedo llevarla a casa y Seth puede llevártela después-

-claro- le entregue la cámara y después Seth y yo caminamos hacia el acantilado, los demás caminaron hacia nosotros

-no tienes que hacerlo si no quieres- me dijo Seth en voz baja

-lo voy a hacer Seth, si no quieres hacerlo tu, puedes dejarme hacerlo sola-

-lo he hecho cientos de veces, yo lo digo por ti- casi al llegar a la orilla me pare frente a Seth.

-¿te sigo o me sigues?- le pregunte

-Debbie…-

-Seth, hablo en serio- cerro los ojos y suspiro, después los abrió para verme a los ojos

-bien, te sigo- me acerque a la orilla y mire hacia abajo, si que estaba alto. Di media vuelta pero sin moverme de ese lugar.

-te espero abajo Seth- me tire de espalda al mar, era mejor si no veía con que iba a morir, alcance a ver a todos acercarse a la orilla a ver antes de entrar al agua.

El agua estaba completamente congelada, de pronto sentí una mano tibia llevarme hacia la superficie de una especie de cueva, cuando vi la cara de la persona que me había sacado no hice más que sonreír.

-Christian- dije su nombre en un susurro, mi voz no podía salir

-disculpa, creí que no saldrías sola así que decidí ayudarte-

-gracias, ¿Cómo supiste donde estaba?-

-casualidad, Grace hay cosas que quisiera decirte, en las cuales te he estado mintiendo-

-se que no trabajas en ese bar-

-si, además de eso mi nombre no es Christian, es Jonathan Benzon-

-no me interesa quien seas, me caes bien, gracias por salvarme la vida-

-sí, de nada. Ahora regresa, tus amigos no tardan en venir a buscarte- le di un beso en la mejilla y entre de nuevo al mar. Nade hacia la orilla, mis pies ya casi no respondían por la hipotermia. En la superficie hacia mucho frio así que comencé a temblar como gelatina, Seth llego unos segundos después y me abrazo

-wow, nadie había hecho eso que tú hiciste-

-¿Qué, congelarme?- sonrió ante mi respuesta

-vamos por tu cámara y después vamos a casa, te puedes resfriar- me ayudo a levantarme y luego me abrazo por la espalda. Su temperatura me agradaba, era como traer una gran chamarra de piel

-¿ya te dije que me gusta tu temperatura?-

-¿te gusta que esté caliente? En el buen sentido de la palabra- dijo antes de reír

-sí, me gusta-

-a mí me gusta servir como cobertor- reímos un poco, llegamos hasta donde estaban los chicos, solo quedaban Quil, Claire, Jared, Kim, Embry y Marize. Leah ya se había ido, y se había llevado mi cámara

-el agua está muy fría- dijo Seth, todos rieron incluso Embry

-¿acaso esperabas un baño de espuma o a alguien de brazos tibios esperándote en el agua?- pregunto Quil, me quede pensando en Christian, o Jonathan o quien quiera que fuera, la voz de Seth me saco de mis pensamientos

-¿estás bien?-

-sí, creo que el agua me congelo mi cerebro-

-iré a llevar a Marize a Seattle, Debbie, te quiero en casa a las ocho- dijo Embry poniéndose de pie y ayudando a su novia a hacer lo mismo

-claro, lo prometo- ambos se retiraron y poco a poco se fueron yendo los demás hasta que solo quedamos Seth y yo.

-¿quieres ir a cambiarte de ropa? Pronto comenzara a hacer frio-

-¿y acaso no te tengo a ti?- le pregunte sonriendo esperando una de sus sonrisas

-la verdad, ya me canse de abrazarte- me dijo mucho más serio que de costumbre

-ok- le dije quitando sus brazos de mi alrededor –me voy- camine hacia el bosque para ir a casa, me alcanzo en pocos segundos

-espera, estaba bromeando, me gusta abrazarte- dijo sonriendo esta vez

-ya sé que suelo hartar a todos Seth-

-Hey- dijo tomándome por la cintura haciéndome girar para que quedara frente a él –no me molesta abrazarte, me gusta tu fría temperatura, no podrías hartarme, ya te dije que eres como mi hermanita- dijo acariciando mi mejilla –lo siento si te hice sentir mal-

-no importa, tengo que ir a casa-

-yo te llevo- me giro de nuevo y me abrazo por la espalda –de nuevo discúlpame, suelo ser muy idiota-

-ya te dije que no importa-

-mañana después de clases ¿quieres hacer algo?-

-claro, podemos ir a Seattle de compras-

-sí, esta vez se le diremos a Embry, no queremos que se moleste de nuevo- sonreí y después seguimos caminando. Me asuste cuando Jacob y Renesmee aparecieron frente a nosotros, iba tan concentrada en mis pensamientos que no los vi llegar.

-¿A dónde van?- pregunto Jacob un poco curioso

-vamos a casa de Sam, Debbie necesita cambiarse, además de que le hemos prometido a Embry que llegaríamos temprano-

-vayan con cuidado Seth- dijo Jacob, sus palabras se escucharon frías

-claro, claro- Seth y yo seguimos caminando en silencio, hacia ya un poco de frio pero en los brazos de Seth apenas podía sentirlo.

Después de tomar un baño de agua caliente baje con Seth a ver un poco de televisión, pasamos cerca de dos horas ahí entre platicas y risas.

-me tengo que ir- dijo poniéndose de pie, vi mi reloj, apenas eran las 7 y media

-¿Por qué?-

-tengo que descansar, te veo mañana-

-¿no puedes quedarte un poco más? Solo hasta que llegue Embry-

-¿Por qué?-

-tengo miedo- aclare un poco apenada, hacia mucho que no sentía miedo

-¿miedo, a qué?-

-no lo sé, tengo un mal presentimiento

-te acompaño hasta que te duermas- me tomo de la mano y me llevo hasta mi habitación. Fui a ponerme mi pijama y después me acosté en el pecho de Seth.

No sé a qué hora me quede dormida, me desperté al escuchar la puerta de mi cuarto chocar contra la pared

-Embry, me asustaste- dije sentándome en la cama, su mirada se veía furiosa, no parecía el Embry que yo conocía. Se acerco a mí así que me levante de la cama.

-¿hace cuanto que se fue Clearwater?- quiso saber, su manos estaban vueltas puños, me dio un poco mas de miedo del que ya tenia

-¿Seth?- pregunte. Una pregunta estúpida, ¿Qué otro Clearwater podría venir?

-sí, dímelo- dijo respirando profundo, mire mi reloj, eran las 11.

-no lo sé, como a las ocho creo, ¿Por qué?-

-¿Por qué?, toda la casa huele a él, la sala, la cocina… tu hueles a él- me grito

-Embry, cálmate, paso la tarde conmigo ¿lo recuerdas? Por eso su olor está en todas partes- me sentía extraña hablando sobre el olor de alguien.

-¿en tu recamara?- se acerco a mí y me aprisiono entre la pared y sus brazos –dime, ¿Qué ha hecho el para ganarse tu tiempo?-

-Embry, bajemos a la sala a hablar como la gente normal- le dije empujándolo, pero solo logre que me abrazara fuertemente junto a su cuerpo

-odio que huelas a él, ¿sabes porque? Porque en tu cuerpo no puede haber otro olor más que el tuyo y el mío- tomo mi barbilla y me beso, correspondí a su beso, era imposible resistirse, comenzó a bajar sus labio hacia mi cuello, cuando menos lo pensé me arrojo a la cama –le demostrare a Seth que tu eres solo mía, puedes darle todos los detalles si quieres- se acerco a mí y con solo un tirón rompió mi blusa.

-Embry, ¿Qué haces? Basta Embry- comencé a gritar y a mover mis manos intentando quitarlo de encima de mí, pero era inútil. Tomo mis manos y las coloco a los lados impidiendo su movilidad. Mordió mis labios lastimándolos, hizo lo mismo con mi cuello y mi pecho semidesnudo

-Embry, por favor no hagas esto…- grite y llore por no poder hacer otra cosa, de pronto separo sus labios de mi cuello y me miro a los ojos, pude ver la razón llegar a ellos, se aparto de mi y se recargo en la pared.

-Debbie, por favor perdóname, no fue mi intención…-

-cállate- grite interrumpiéndolo, corrí hacia la puerta pero el logro cerrarla antes de que saliera

-Debbie, por favor princesa- me di vuelta, vi la ventana abierta, Seth debió haber salido por ahí. Corrí y sin pensarlo salte, no me importaba si me lastimaba un pie, si caía mal y me mataba. No me importaba nada. Corrí por las calles desoladas, no había nadie que pudiera ayudarme, me sentía demasiado mal.

De pronto sin querer, reconocí un olor, un olor con el que estaba muy familiarizada… Seth.

Seguí el olor, me guio hacia una casa blanca ubicada cerca del bosque.

-Seth…- comencé a gritar en medio de mi llanto, lo vi salir de su casa unos segundos después, llevaba puesto solo un short que servía como pijama, su hermana Leah salió tras él.

-Debbie, ¿Qué ocurre?- pregunto preocupado, me abrace a él y seguí llorando

-tráela a la sala Seth- grito Leah con un tono preocupado. Seth me tomo en brazos y me llevo dentro de su casa...

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y bien?? aqui la segunda parte...

besitos... Annaris...

por cierto, busquenme en Facebook, estoy como Annaris Klish