En el cine Seth y Jonathan tuvieron la oportunidad de conocerse mejor, después de la pequeña confusión en mi casa comenzaron a platicar un poco más.

Seth solo había escuchado la última parte de la conversación, así que el secreto de Jonathan aún estaba seguro.

La semana se paso realmente rápido, Seth, mi hermano, Jonathan y yo, solíamos salir al parque, hacer días de campo, ver películas y todo lo que fuera posible para que los chicos no se aburrieran.

Seth se fue hacia la Push el viernes por la mañana, mi hermano lo haría al día siguiente, así que ese día habíamos decidido ir a pasear por la ciudad.

Compramos algunas cosas para que Nathan se las llevara a su madre.

Por la noche Jonathan fue a visitarme, esta noche dormiría conmigo después de muchos días.

-¿ya has comido?- le pregunte abrazándome a el

-si ya, tu sangre es demasiada tentación. Mañana temprano iremos a dejar a tu hermano al aeropuerto así que debes dormir-

-siempre me haces dormir temprano-

-¿temprano? Son las 12-

-está bien, por esta vez ganas, pero solo porque me estoy muriendo de sueño- cerré mis ojos y me deje caer en la profunda inconsciencia.

…

-ahí estas- dije al ver a Embry parado frente a la cuna del bebe –el, ¿está dormido?-

-sí, aléjate de él, no quiero que le hagas daño-

-Embry, no le hare daño, es mi hijo-

-eres una chupasangre, lo mataras-

-Embry, no me vez, soy simplemente yo, no le hare daño- repetí de nuevo, a mi lado había un espejo, me mire por una vez, no era yo. Mi piel era pálida como el mármol, pero lo que más me sorprendió fue ver mis ojos rojos, tan rojos como la sangre. Me gire para ver a Embry, ahí estaba el, sus ojos me mostraban miedo, inseguridad. Di un paso hacia él y lo vi desvanecerse como si se tratara de simple humo

-¡No!- grite sentándome en la cama, el sol ya entraba por mi ventana y Jonathan ya no estaba.

Papa Jonathan y yo llevamos a mi hermano al aeropuerto, después regresamos a casa un poco tristes la verdad, nos agradaba la compañía.

El resto de la tarde y todo el domingo nos estuvimos en casa viendo películas o simplemente en el patio con lobito, no teníamos ánimos de nada.

…

Me desperté con el estomago muy revuelto así que corrí hacia el baño, el acido estomacal quemo mi garganta de una manera insoportable. Baje a la sala, papa estaba arreglando algunos papeles

-hija, te vez realmente pálida- dijo acercándose a mi –estas muy fría, ¿quieres que te lleve al doctor?-

-estoy bien papa-

-claro que no- Jonathan toco el timbre y después de que Karina le dio el pase fue directo a la sala

-¿estás bien?-

-sí, no te preocupes-

-Jonathan, ¿podrías acompañarla al doctor? Me da miedo que sea algo realmente grave-

-claro, vamos-

-ya me siento mejor- dije fingiendo una sonrisa

-pues comunícaselo a tu cara- me tomo en brazos y me llevo hasta el auto, condujo rápidamente a un hospital en el centro de la ciudad. –tengo que quedarme a hacer un papeleo, entra a consulta y aquí te espero- una enfermera me tomo del brazo y me llevo hasta un consultorio, un doctor comenzó a hacerme preguntas, sobre lo que había comido, lo que había hecho en mi semana, mi periodo menstrual… y ahí fue donde todo se removió. Tenía 5 días de retraso y nunca en mi vida me había retrasado… solo era cuestión de hacerme unos análisis para comprobar mi teoría.

Pase a un laboratorio en el que me sacaron unas cuantas unidades de sangre. Me pasaron a una habitación y me dieron una bata blanca para que me la pusiera, me conectaron suero y me dieron algo asqueroso para comer. Jonathan entro unos minutos después al cuarto.

-debe ser grave lo que tienes, no a cualquiera lo pasan a una habitación- dijo sonriendo

-sé lo que tengo, y si es grave-

-dímelo, tal vez un poco de veneno vampírico puede resolver el problema- lo pensé unos minutos y después suspire… las lagrimas inundaron mis ojos

-estoy… embarazada-

-wow- dijo impresionado – ¿Embry?-

-si, Embry. Aun no traen los resultados, pero casi estoy segura de que eso es-

-¿Cuándo se lo dirás?-

-nunca, es mi hijo, yo puedo sacarlo adelante sola

-¿Cómo se lo diremos a papa?-

-¿diremos?- dije limpiando mis lágrimas

-para tu papa soy tu novio, el padre de tu hijo y único responsable de que tu estés aquí. Así que yo te ayudare a decírselo y saldremos adelante juntos ¿ok?-

-está bien- el doctor entro en la habitación, tenia los resultados de los análisis en sus manos

-buenas noticias… nada grave, solo un embarazo de 4 semanas- Jonathan sonrió y beso mi frente –podrá retirarse en media hora, si quiere puede vestirse ya- salió del cuarto y después de vestirme Salí con Jonathan a la sala de espera, ya traía los resultados en la mano, solo quedaba dar la sorpresa a papa.

Esperamos a papa en el cuarto de música, tenía que quitarme la tensión de encima así que comencé a tocar hasta que papa llego, Jonathan caminaba de aquí para allá, como si en realidad el fuera el del problema.

-me vas a marear- le dije sonriendo

-¿Cómo crees que lo tomará?-

-no lo sé, es papa…-

-ya llego- dijo interrumpiéndome, caminamos hacia la sala, papa venia entrando

-hola papa-

-Grace, ¿Cómo sigues? ¿Qué te ha dicho el doctor?-

-sobre eso, crees que podamos hablar en tu despacho-

-claro, ¿sucede algo?- dijo mirándonos a Jonathan y a mi

-todo está bien Robert, solo tenemos que hablar contigo-

-está bien, vamos- lo seguimos hasta su despacho, no sabía cómo iba a comenzar todo esto –tomen asiento chicos- nos sentamos y sentí como mis manos comenzaron a temblar

-mira Robert, sé que no hicimos esto de la manera correcta…-

-sin rodeos chicos-

-estoy embarazada- solté sin titubear, lo vi abrir la boca y tensarse un poco –como dijo Jonathan sabemos que no fue lo correcto, pero vamos a tener a este bebe-

-sí, así que yo quiero pedirte la mano de Grace, claro, si ella quiere-

-esto es… Genial, una alegría dentro de esta familia, un nuevo McGregor… también una boda, tenemos que ir preparando todo, tu madre se pondrá feliz por la boda, no sé que piense de lo del bebe, pero no me interesa, tenemos que ir consiguiendo ropa, biberones, pañales, y todo lo que un bebe necesita…- comenzó a hablar sin parar

-papa, papa… ¿no estás enojado?-

-princesa, eres grande, puedes tomar tus decisiones-

-gracias papa-

-respecto a la boda…-

-sí, quiero que nos casemos una vez que el bebe nazca, no me gustaría que Grace se estrese demasiado- respondió Jonathan con una sonrisa en su rostro

-tienes toda la razón, vamos a comer y después tú te vas a descansar- se puso de pie y camino hacia el comedor. Esto era realmente extraño, veníamos a darle la sorpresa a papa y los sorprendidos éramos nosotros. Después de la comida Jonathan me acompaño hasta mi habitación, no quería que estuviera mucho tiempo de pie

-solo tengo un mes- dije enfadada

-por eso es que debes descansar mas, no quiero perder a mi hijo- beso mi frente y salió de mi habitación, me quede dormida a los pocos minutos, en verdad estaba cansada.

…

El siguiente mes de mi embarazo fue de lo más lindo, Jonathan me consentía demasiado, en la escuela me cumplía cualquier antojo que se diera al momento, nadie en el colegio se daba cuenta de mi embarazo. Por las tardes me llevaba revistas para bordar, pero por más que Bianca y Karina trataran de enseñarnos no conseguíamos más que reír de nosotros mismos.

Compramos ropa para bebe, no sabíamos que sería ya que aun estaba muy pequeño según la doctora. Ni Jonathan ni yo queríamos saber en ningún momento el sexo del bebe, queríamos que fuera sorpresa. Jonathan disfrutaba de mi embarazo tanto como yo.

Papa había mandado acondicionar el cuarto que estaba siguiente al mio para cuando el bebe naciera, estaba pintado en color amarillo y tenía como adornos a winnie the pooh, y a tigger. Estaba lleno de peluches, una cuna blanca con un velo del mismo color, una andadera, un columpio y un portabebés, papa se había lucido con todo.

El día en que se lo dije a mama recuerdo que casi se murió de la impresión, tardo un poco en acostumbrarse a mi embarazo, pero David fue todo lo contrario, el quería que me fuera con ellos, quería ver crecer a su “nieto”, quería que fuera futbolista.

…

-¿Cómo están las princesas más bonitas de todo el mundo?- dijo Jonathan sentándose a mi lado en el balcón

-¿princesas?- dije sorprendida

-sí, mi hija y tú-

-wow, el primero que dice que será niña, David quiere que nos vayamos a vivir con ellos a Charlotte, quiere que su “nieto” sea futbolista-

-será niña, y será una gran pianista, como su madre- me dio un beso en la mejilla –el sol ya está por meterse, ¿quieres descansar?-

-sí, creo que si- me tomo en brazos y me llevo a la cama, me arropo con suma delicadeza para después dejarme descansar. Cerré mis ojos y cuando estaba a punto de dormirme una llamada entro en mi celular –bueno-

-Deborah Thompson, ¿Por qué no nos has marcado?- dijo la voz de mi tía Emily, y tenía razón, no hablaba con ellos desde que Seth se había marchado, ya estaba por cumplir  mi tercer mes de embarazo.

-lo siento tía, he estado algo ocupada, ya sabes, la graduación, los exámenes…-

-nos has tenido demasiado olvidados, tienes que prometer que vendrás en verano, aunque sea solo una semana-

-debo hablarlo con papa, y con mi novio, no sé si me den permiso de ir-

-nada de permisos, te quiero aquí- me quede en silencio unos segundos –Debbie, ¿aun sigues ahí?-

-si tía Emily, solo que tal vez no pueda ir. Como te dije tengo que pedir permisos, primero a mi papa y después a mi novio-

-entiendo lo de tu padre, ¿pero tu novio?-

-no lo conoces, y en el estado en que me encuentro ahora no creo que me deje viajar tan fácil-

-¿Qué estado?-

-bueno…- ¿se lo decía o no? –tengo un cuadro de anemia, me tienen en revisión y mi novio y papa me cuidan mucho-

-si aun estuvieras aquí no estarías enferma-

-sí, estuviera con ustedes no hubiera conocido a John. Pediré permiso esta noche, el próximo viernes es mi graduación y si me dejan tal vez me valla el sábado-

-está bien. Habla con tu papa- Jonathan entro a la habitación, traía un vaso de jugo en la mano

-¿Quién es?- me pregunto en un susurro

-tía Emily- respondí, dejo el vaso en la mesita de noche y después se acostó a mi lado

-¿es tu papa?- me pregunto tía Emily al escuchar la voz de Jonathan

-no, es mi novio, no se va hasta que me quedo dormida-

-espero que te duermas temprano- la escuche reír, Jonathan y yo también lo hicimos

-tía, tengo que colgar. Prometo que hoy pediré permiso, mañana te llamo para decirte que ocurrió, ¿ok?-

-ok, adiós Debbie-

-adiós tía- colgué –mi tía quiere que vaya a visitarlos ahora que salga de vacaciones- le dije a Jonathan

-¿piensas ir así, embarazada?-

-ya estoy por cumplir el tercer mes, ya no será riesgoso-

-háblalo con tu papa, yo tengo solo unas cuantas reglas-

-está bien, vamos con papa- me tomo en brazos y me llevo al despacho de papa, estaba revisando unos papeles de las empresas.

-Robert, Grace tiene algo que decirte- dijo Jonathan aun sin ponerme en el piso

-dime hija- dijo mirándome y haciendo a un lado sus papeles

-hable con tía Emily, ella quiere que vaya a pasar una semana con ellos en Washington-

-no creo que sea conveniente que vayas en tu estado- dijo con decisión firme

-solo será una semana, ya estoy por cumplir mi tercer mes de embarazo, así que dudo que me pase algo. Además prometo no hacer esfuerzos físicos- se escucho como una súplica, papa y Jonathan se miraron por un momento, eran unos sobre protectores, cuando me cansaron sus miradas aclare mi garganta -¿y bien?-

-solo una semana- sonreí encantada con la idea, vería de nuevo a mis amigos, a mi familia…

-yo tengo mis reglas- dijo Jonathan dejándome en un cómodo sillón

-empieza de una buena vez- dije mirando sus hermosos ojos

-tienes que cenar algo y después ir a descansar-

-no tengo hambre- le respondí segura

-tienes que comer bien, por ti  y por mi nieto, si no lo haces me veré en la necesidad de cancelar tu viaje- dijo papa poniéndose de pie –así que vamos- Jonathan me tomo en brazos de nuevo y me llevo al comedor, Karina me sirvió doble ración de cena, en realidad querían engordarme como pavo para navidad.

Al término de la cena Jonathan me llevo en brazos hasta mi habitación, como cada noche después de dejarme en la cama, se acomodo a mi lado

-bien, estas son mis reglas, no saltos de acantilados, no salir sin abrigarse, no dejar de comer, no auto medicarse, no hacer el mínimo esfuerzo…-

-bien, bien, ya entendí. En pocas palabras no quieres que me divierta- dije torciendo un poco mi boca

-no es eso amor, no me puedo imaginar perderte a ti, o a nuestra hija-

-prometo portarme bien- sonrió y dejo un beso en mi frente

-así que, ¿vas a ver a Embry?- golpee su pecho y el comenzó a reír

-cállate- siguió riendo por unos cuantos segundos más –tengo mucho sueño, creo que me dormiré ya-

-ok, duérmete, yo iré a buscar un animal para comer-

-lobito no está en el menú- le dije cuando se levanto de la cama

-lobito será el postre- dijo sonriendo, salió de mi habitación y minutos después me quede dormida.

Los siguientes días estuvieron muy cansados.

Martes y miércoles los dedicamos a buscar ropa para mi baile de graduación, Jonathan no me permitiría bailar, no veía el caso de comprarme un lindo vestido. En fin, compre un vestido de satén en color plata, strapless, escote corazón, estilo cola de sirena, con hermosa pedrería de fantasía bajo el busto. Compre también unos zapatos de tacón no muy altos en color negro. Jonathan compro un smoking gris y una camisa blanca, una corbata en una mezcla de grises y también unos zapatos negros de buena marca.

Ya estando en la tienda aproveche para ver vestidos de novia. Según Jonathan quería que nuestra boda fuera real, éramos los mejores amigos, aunque no fuéramos novios. Hace ya cerca de dos semanas Jonathan y yo estuvimos hablando acerca de mi transformación, me confesó que sentía miedo de perderme, era su familia y no quería que me alejara nunca de él, por eso fue que se decidió a aceptar mi transformación, claro seria después de que nos casáramos, hasta que un papel dijera que en verdad le pertenecía y podía acabar con mi vida. Y eso sería un mes después de que naciera mi hijo.

Vi unos realmente hermosos, con enormes faldas que bien podían ocupar toda una habitación, otros venían con su coordinado de guantes y tiara. Jonathan se rio de mi cuando me puse a hacer combinaciones de todos los vestidos.

-este vestido, es una réplica exacta de uno que mama tenia, fue su vestido de boda según me dijo papa- dijo tocando uno de los muchos vestidos que me habían gustado

-debe ser un modelo muy antiguo- dije sonriendo para calmar la tensión de su voz

-qué bueno que mama no está aquí para escuchar eso- dijo sonriendo

-¿te gustaría que me pusiera ese vestido para la boda?-

-no, tienes derecho a elegir uno que en verdad te guste-

-ese me gusta, demasiado-

-mejor sigue haciendo tus locas combinaciones, podemos mandar a hacer ese vestido- me tomo de la mano y salimos del local. Esa misma noche, después de que Jonathan se despidiera de mi le marque a mi tía Emily para decirle que si podría ir.

-Familia Uley- escuche la voz de Embry al otro lado del teléfono, mi corazón se estrujo un poco, pero al menos ya no se escuchaba triste

-hola, soy Debbie-

-hola Debbie, que milagro que llamas-

-ningún milagro, hable con tía Emily el lunes-

-hablaste con ella porque ella te marco- dijo soltando una risa -¿Cómo estás?-

-bien, hoy anduve recorriendo las tiendas de ropa, ya sabes, el baile de graduación- muchas explicaciones, pensé, no me había preguntado lo que había hecho en mi día

-aburrido, ¿lograste combinar a tu novio?- me pregunto con mucha facilidad, parecía que no le dolía, lo que significaba que estaba mejor, mucho mejor

-no fue nada fácil, en ocasiones no entiendo cómo es que no pueden encontrar un buen smoking, unos zapatos, camisa y corbata-

-es difícil, además, debiste cansarlo después de dar tantas vueltas buscando un vestido para terminar en la tienda por donde empezaron- comencé a reír

-no caminamos mucho, si acaso unas nueve o diez tiendas- ahora fue él quien se rio –Emily quiere que te comunique con ella, fue bueno escucharte Debbie-

-lo mismo digo Embry-

-adiós-

-adiós-

-hola querida, ¿Qué te han dicho?- di un pequeño suspiro para darle emoción a todo

-papa me ha dicho que tengo que decirte que prepares mi habitación, que me voy el sábado por tarde- la escuche aplaudir y después hablo emocionada

-bien, le diré a Sam y a los chicos que vallan por ti a Seattle, estoy tan emocionada-

-puedo escucharte. Tía, te dejo, me ha dado un poco de sueño y quiero descansar, mañana es mi graduación y no me siento muy bien que digamos-

-¿has comido bien?-

-con papa y John cuidándome la espalda no puedo dejar pasar ninguna comida-

-y créeme que cuando llegues aquí estarás igual. Te quiero cariño, adiós-

-adiós- corte la llamada y me acosté a dormir. Tenía que estar preparada para uno de los mejores días de mi vida.

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Holaa... hoy estoy un poquito ocupada, solo les dejare dos capitulos...

Bella_22 gracias hermosa, por leer... creo que te has confundido un poquito con el tema de Seth y Jonathan, pero como lo viste aqui mi querido Seth no se dio cuenta de que Jonathan es semi vampiro, gracias a su poderoso don... 

mil gracias por leer, besitos... Annaris...

P.D. Bella_22 me encanto que te pusiste en el lugar de todos los personajes... besoss