SIN BUSCARLO

Autor: Annaris
Género: Romance
Fecha Creación: 26/03/2013
Fecha Actualización: 21/02/2015
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 14
Visitas: 25151
Capítulos: 27

"Las mejores cosas de la vida llegan cuando menos te lo esperas"

¿Cuántas veces no habia escuchado ya eso?

Una mala jugada por parte de mi padrastro David me había enviado al lugar donde a pesar del poco tiempo que pase ahi, pude encontrar lo que jamas imaginé.

 

 

By: Annaris*

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 1: NUEVA CASA, NUEVA VIDA... O ESO CREO

 

 Y bien, aquí estaba yo, castigada, por algo que realmente yo no había hecho y lo peor de todo es que ni siquiera estaba en mi propia casa. David, el nuevo esposo de mi mama la había convencido para enviarme un tiempo con tío Sam y tía Emily, “al menos hasta que sepa comportarse de una manera correcta”, estas habían sido las palabras que el muy idiota había utilizado para deshacerse de mí.

 

-Dormirás con Claire en su habitación- me dijo tía Emily. Claire al igual que yo, era sobrina de Emily, ella llevaba algunos años viviendo ahí por su propia voluntad, mis tíos no tenían hijos así que amaban a Claire con toda el alma. –hemos puesto una cama ahí, ¿no te molesta cierto?-

 

-claro que no Emily, necesito descansar, ¿podrías decirme donde dejar mis maletas?-

 

-claro, sígueme- me ayudo a subir una de mis maletas a la planta alta de la casa, me dirigió a un cuarto al final del pasillo, justo frente a él había otra puerta donde se escuchaban algunas risas y ruidos de martillos, sierras y otras cosas más. –Disculpa el ruido, los chicos están terminando de arreglar tu cuarto, para el fin de semana tendrás tu propia habitación-

 

-gracias- entramos a la habitación, Claire y su novio, creo que eso era, estaban sentados en la cama viendo un álbum de fotografías

 

-chicos, ella es Debbie Thompson, vivirá un tiempo con nosotros- dijo tía Emily dejando mi maleta en el piso

 

-sí, Sam lo comento, mucho gusto soy Quil Ateara- dijo el chico moreno estirándome su mano, la tome y medio sonreí.

 

-Deborah Thompson- respondí, después deje caer mi mano –tu eres Claire ¿no?, ¿la sobrina de Emily?- le pregunte a la chica de cabello castaño oscuro que se hallaba junto a él.

 

-sí, mucho gusto Debbie, será increíble compartir cuarto-

 

-Claro- respondí seria

 

-Debbie, esta es tu cama- dijo Emily sentándose en ella. Era una cama matrimonial con un cubrecama color rosa, era más que obvio que no me conocían, el rosa era un color que jamás entraría dentro de mi vida.

 

Emily salió de la habitación, los chicos hicieron lo mismo, tal vez para dejarme un momento a solas. Cerré los ojos, quería poder acostumbrarme a vivir ahí, a convivir con mi nueva familia.

 

Baje a cenar después de darme un baño de agua caliente, en verdad lo necesitaba, el clima aquí era muy distinto al de Carolina del Norte, afuera estaba cayendo una gran tormenta lo que provoco que la sangre en mis venas comenzara a congelarse.

 

-¿en donde quieres estudiar?- me pregunto tío Sam durante la cena, no había tenido oportunidad de hablar con el

 

-wow, tengo donde elegir- dije con un poco de sarcasmo y fingiendo alegría, claro que él no lo noto.

 

-claro, puedes ir al colegio aquí o puedes ir en Forks. Creo que Forks te agradaría mas, es más grande además de que estarías acompañada de chicos como tu- ¿chicos como yo?, perfecto, ahora estaba dentro de alguna de las categorías con las que tío Sam diferenciaba a los chicos buenos de los malos, ¿en qué categoría estaría yo?, ¡ya se!, ¡en la de chicos rebeldes que al cumplir 18 se irán de casa porque prefieren drogarse!

 

-¿Cómo yo? ¿A qué te refieres con eso Sam?-

 

-soy tu tío Sam, Deborah, recuérdalo-

 

-sí, ok, lo siento-

 

-quiero decir que son chicos de ciudad- se explico el ya más tranquilo, le había molestado que le dijera Sam, pero ¿como quería que lo llamara “tío Sam” cuando lo había visto solo un par de veces cuando yo tenía eso de 3 años?

 

-¿tu asistes en Forks Claire?- le pregunte a mi prima, esa niña sí que era extraña, era como si la señorita perfección estuviera sentada frente a mí, con sus estúpidos buenos modales.

 

-no, yo voy a la escuela aquí- me contesto en voz baja

 

-Demonios, me voy a Forks- les conteste, era una buena idea para separarme aunque fuera un poco de todo este rollo de la reservación, me sentía incomoda al no ser de aquí -¿crees que puedas prestarme tu auto?- le pregunte a Sam, pensé que se negaría, pero lo vi alegrarse un poco.

 

-claro, mañana antes de irte llenare el tanque de combustible-

 

-¿me puedo retirar?- pregunté, cuando me lo proponía también yo tenía modales

 

-claro, que descanses- dijo Emily con una sonrisa en sus labios. Camine hacia la recamara y después de ponerme un camisón azul rey me acosté a dormir.

 

Me desperté a las 6 de la mañana y después de darme un baño de agua caliente baje a la cocina para prepararme algo de desayunar, me lleve una gran sorpresa al encontrarme a Emily preparando huevos revueltos.

 

-hola, buenos días cariño, ¿Cómo dormiste?- me dijo en un tono maternal, le sonreí con cariño, mi madre no se había levantado a prepararme el desayuno ni me había demostrado su cariño desde que se separo de papa.

 

-Dormí bien, gracias Emily, huele delicioso- le dije aun sonriendo, Emily lograba cambiar mi humor de una manera sorprendente

 

-siéntate a desayunar, Sam no tarda en llegar con el auto- me senté, minutos después Claire bajo y tomo asiento junto a la mesa del comedor. Tío Sam llego acompañado con un chico alto y musculoso, tenían cierto parecido.

 

-¿Cómo amanecieron las mujeres más lindas del mundo?- pregunto con un tono un poco cursi diría yo, pero a mi tía y a Claire les encantaba esto –mira Debbie, el es Embry, un amigo- dijo tío Sam

 

-Hola, mucho gusto, Embry Call- me dijo sonriendo, le sonreí de vuelta y mastique mi comida para poder tragarla.

 

-hola, Deborah Thompson-

 

-siéntate a desayunar Embry- interrumpió Emily, el chico tomo asiento a mi lado, mire mi reloj y me di cuenta de que se hacia un poco tarde

 

-tengo que irme- dije antes de dar el último bocado, me levante y corrí hacia la habitación, al regresar Sam me esperaba junto a la puerta.

 

-¿necesitas dinero Deb?- me pregunto

 

-no gracias tío Sam, papa me ha dado una tarjeta- le respondí sonriendo

 

-cariño, con una tarjeta no puedes comprar tu almuerzo- me dijo sonriendo también. Saco su billetera y me dio un par de billetes, los tome pues tenía razón, no creí que en la escuela tuvieran terminal. Le di un beso en la mejilla y lo vi sonreír aun más.

 

-te quiero- le grite antes de subir al auto, lo arranque y prendí la calefacción, me estaba muriendo de frio.

 

Llegue a la escuela más temprano de lo que esperaba, solo había algunos autos ahí, pero solo uno me llamo la atención. Era el auto más lujoso de toda la escuela, tal vez de toda la ciudad. Me baje del Nissan que conducía y camine hacia el edificio, una chica se detuvo frente a mí y me observo por un momento.

 

-hola, Soy Renesmee Cullen- me dijo estirando su mano

 

-hola, Deborah Thompson- le respondí sin tomar en cuenta que su mano estaba más caliente que la mía, debía ser porque yo estaba congelada de pies a cabeza.

 

-Eres la sobrina de Sam y Emily, ¿no?- esta chica sabia sobre mí, eso no me gustaba

 

-sí-

 

-Claire es mi mejor amiga y me conto que vendrías a vivir con ellos, me alegro de que vengas al instituto aquí en Forks- dijo sonriente

 

-tengo que irme, aun no se mi horario- la rodee y avance hasta la oficina de la secretaria, no quería encariñarme con mas personas, de alguna forma conseguiría regresar lo antes posible a casa y volvería a tener a mis antiguos amigos.

 

Era miércoles, en unos cuantos días cumplirá mis 18 años, y los pasaría alejada de mi papa, como siempre, pero ya encontraría la manera de divertirme aunque fuera un poco.

 

Los días pasaron rápido, y el viernes, día de mi cumpleaños, decidí hacer algo diferente para no pasarlo tan mal. Al Salir de clases me fui de compras, no me hacía falta ropa, pero quería distraerme, después de salir del centro comercial decidí entrar a un bar, ya era una adulta legal, mi permiso de conducir lo decía.

 

-¿Qué deseas tomar?- me pregunto el bar tender, era un chico muy guapo, unos 19 años diría yo, cabello castaño y con unos penetrantes ojos grises.

 

-Dame un coñac- respondí como una experta conocedora de vinos, miró hacia donde tenía gran cantidad de botellas, después me miro de nuevo a mí.

 

-¿tienes edad suficiente para estar en un lugar como este?- me pregunto entrecerrando los ojos

 

-bueno, estoy celebrando mi cumpleaños número 18- le dije con una coqueta sonrisa

 

-muéstrame tu credencial- me pidió un poco serio.

 

-aun no la tengo, pero… puedo mostrarte mi permiso de conducir- estire mi mano con mi permiso en ella, me sonrió y después lo tomo.

 

-Grace Deborah Thompson-

 

-sí, esa soy yo- le dije sonriendo

 

-¿y cómo prefieres que te digan?- dijo con una divertida sonrisa mientras me devolvía mi permiso

 

-la verdad me da igual, mama me dice Debbie, al igual que mis familiares cercanos y amigos, su esposo me dice Deborah y papa me dice princesa-

 

-¿crees que yo pueda llamarte princesa?- pregunto con un tono muy sexy

 

-Am, no lo creo- le dije fingiendo molestia

 

-bueno, tal vez aun no pueda llamarte así, pero después… no se ¿puedo llamarte Grace?-

 

-claro, así me llamaban en mi… trabajo- respondí tratando de ocultar la última palabra.

 

-¿en qué trabajabas?-

 

-en un restaurant- conteste rápidamente, el se dio cuenta de que no me gustaba hablar de eso.

 

-soy un mal educado, aun no te he dicho mi nombre, soy Christian Copperfield-

 

-¿familiar de David Copperfield?- pregunte en broma, levante una ceja.

 

-es mi abuelo- dijo serio, la sonrisa que tenía en su rostro se había ido y eso me disgustaba –es broma- dijo de nuevo sonriendo. Seguimos platicando mientras yo tomaba unos tragos más, y pensaba seguir haciéndolo pero mi celular comenzó a timbrar.

 

“Sam”

 

Decía en la pantalla del celular, lo deje timbrar hasta que se canso de hacerlo

 

-¿Qué hora es?- le pregunte a Christian

 

-las 10:30-

 

-bien, es hora de irme-

 

-conduce con cuidado, espero que vengas a verme pronto-

 

-lo prometo- pague mi cuenta y Salí de ahí, estaba lloviendo demasiado así que fue inevitable que me mojara. Llegue a casa media hora después, me baje del auto con mucho cuidado para no resbalar o tropezar con algo, me di cuenta de que en casa la luz estaba encendida y había algunas personas en la sala, “genial” pensé para mí misma, gire la perilla y entre lentamente para que nadie notara el alto grado de ebriedad que traía.

 

-¿Por qué a esta hora Debbie?- pregunto Sam en un tono serio y preocupado.

 

-lo siento tío Sam, saliendo de la escuela fui al centro comercial a festejar mi cumpleaños, fui al cine y se me hizo tarde-

 

-¿centro comercial? ¿Cine? No intentes mentirme Deborah- me dijo elevando su voz, algo que en realidad me molestaba. Daba igual donde había estado, lo importante es que había regresado bien. Hasta ese momento no me había dado cuenta de quienes estaban ahí, los observe por un minuto, de esos chicos solo conseguía identificar a Quil y a Embry.

 

-¿Qué quieres que te diga entonces?, si, estuve bebiendo, después de lo del centro comercial, conocí a un chico y después regresé, es todo- le dije tranquilizándome, no quería explotar frente a ellos.

 

-¿y porque no avisaste?-

 

-quería estar sola como en mis cumpleaños pasados, creo que ya me acostumbre a pasarlos sola. No merezco una familia como ustedes, soy una chica mala que rompe las reglas y no se comporta como una señorita decente- Grité repitiendo las frases que Dave usaba diariamente para referirse a mi –en verdad lamento ser así tío Sam, no te preocupes ya no te daré más problemas, mañana me voy de aquí-

 

-no puedes hacerlo Debbie, nos necesitas- Dijo tía Emily que se encontraba justo al lado de tío Sam.

 

-no necesito a nadie, soy mayor de edad y sé lo que hago-

 

-no, no lo sabes- dijo esta vez la imponente voz de tío Sam, mis lagrimas cayeron, otra de las cosas que odiaba, llorar frente a alguien. Camine por las escaleras hacia la habitación, pero me detuvo la voz de Emily.

 

-Debbie, tu habitación esta lista- no conteste y fui hacia ahí, seguía llorando, no me importo si mojaba la cama con mi ropa humeda, necesitaba desahogarme. Lo más horrible de esto no era el estar llorando, sino el por qué lo hacía. No era por las duras palabras de tío Sam al llamarme mentirosa, no, era porque odiaba ser quien era. Desde pequeña siempre había tenido un gran don para descubrir quien mentía y quien no, este “problema” en mi mente era lo que me había traído hasta aquí.

 

Escuche la puerta de mi habitación abrirse y cerrarse lentamente.

 

-quiero estar sola- dije sin saber quién era

 

-no molestaré, lo prometo- me respondió la voz de Embry, alce mi cara y lo mire ahí, parado a los pies de mi cama sin quitarme la vista de encima.

 

-¿Qué haces aquí?- le pregunte una vez que pude articular palabra.

 

-vengo a ver si puedo ayudar en algo-

 

-no, no lo creo- mire por la ventana para evitar su mirada, afuera aun estaba cayendo la terrible tormenta. Me estremecí un poco al escuchar un rayo que provoco que la luz se fuera por completo en todo el pueblo. Me senté en la cama como por instinto, de pronto sentí sus cálidas manos tomarme por los hombros, mi corazón comenzó a acelerarse como si fuera una ridícula quinceañera en su primer beso.

 

-¿te molesta si te hago compañía?- me pregunto en voz baja

 

-no- le respondí, pero yo no sabía a qué diablos le había dicho que no, si al hecho de que no me molestaba su compañía o a que no quería que estuviera ahí. Soltó mis hombros y se acostó en mi cama, después me halo un poco para que quedara recostada en su pecho, su corazón estaba tan agitado como el mío.

 

-hueles bien, me gusta tu olor mezclado con alcohol- me dijo, no respondí, medio sonreí y me levante de donde estaba, en una mesita de noche estaba mi pijama favorita, color azul rey adornada con pequeñas mariposas blancas. Me quite la blusa para ponerme la de pijama, no me sentí incomoda ya que no había luz y no había manera de que Embry pudiera verme. Me quite mi pantalón y me puse el de pijama, levante el cobertor y el cubre cama y me acosté bajo ellos, estaban demasiado helados así que comencé a hacer fricción conmigo misma para obtener un poco de calor.

 

-¿tienes frio?- me pregunto Embry en la oscuridad de mi habitación

 

-¿acaso no es obvio?- le pregunte en respuesta, sentí su caliente mano acariciar mi mejilla

 

-yo no tengo frio- en ese instante comprendí lo que él quería. Embry no tenia frio y yo me estaba congelando, el podía darme su calor al menos hasta que pudiera conseguir el propio.

 

-vale, dame un poco de tu calor- le dije, lo escuche reír un poco

 

-sabes, es incomodo dormir con un pantalón, ¿crees que pueda…?- sonreí un poco ante la propuesta

 

-Embry, me estoy muriendo de frio, haz lo que tengas que hacer- le dije dándole la espalda. Cuando se acostó sentí uno de sus brazos rodearme por la cintura.

 

-sí que estas fría- de nuevo era capaz de percibir el acelerar de su corazón, y el mío no se quedaba atrás. Me di media vuelta y coloque mis manos en su pecho desnudo, estaban muy congeladas. Pasó su brazo derecho por debajo de mi cuello y con el que estaba en mi cintura comenzó a hacer fricción en ella.

 

-¿aun estas pensando en irte?- me dijo en un susurro

 

-si, como ya lo dije antes, no merezco que Sam y Emily cuiden de mí- dije en el mismo tono de voz

 

-no eres una mala persona por salir a divertirte- me acerque más a su pecho y mis lagrimas comenzaron a caer -¿estás llorando?- dijo cuando un sollozo escapo de mi garganta, me aleje un poco de él y seque mis lagrimas, su mano izquierda subió hasta mi cuello e hizo que girara mi cabeza para que lo mirara, algo que me resultaba casi imposible por falta de luz. – una hermosa mujer no debe llorar en su cumpleaños- me dijo de nuevo en un susurro, se acerco a mí y beso lentamente mi frente –Feliz Cumpleaños- me abrace a su pecho y sin quererlo me quede dormida.

 

Annaris

Capítulo 2: CELOS, CELOS Y MAS CELOS... ALGO INESPERADO

 


Capítulos

Capitulo 1: NUEVA CASA, NUEVA VIDA... O ESO CREO Capitulo 2: CELOS, CELOS Y MAS CELOS... ALGO INESPERADO Capitulo 3: UN DIA DE FELICIDAD... GENIAL, AL MENOS CONOCI EL SIGNIFICADO DE ESA PALABRA Capitulo 4: SECRETOS POR DESCUBRIR? SI NINGUNO DE LOS DOS ES NORMAL Capitulo 5: ¿QUE DIABLOS ES LO QUE SIENTO?... CONFUSIÓN Capitulo 6: TODO ES PERFECTO HASTA QUE ELLA APARECE ES... AAAAAAHH Capitulo 7: LOS MEJORES Y PEORES DIAS Y NOCHES; TODOS OCASIONADOS POR EL Capitulo 8: LOS MEJORES Y PEORES DIAS Y NOCHES? TODOS OCASIONADOS POR EL PARTE 2 Capitulo 9: MI NUEVO HOGAR Y MI NUEVA FAMILIA? SOLO POR UNOS DIAS Capitulo 10: SECRETOS QUE ME DEJAN SIN PALABRAS? Y SIN RESPIRACION Capitulo 11: UN SECRETO MAS EN LA LISTA? ¿ALGUNA VEZ SE DETENDRIAN? Capitulo 12: Y MI LUGAR ES? ¿A SU LADO? Capitulo 13: LA FELICIDAD DE ESA NOCHE, SE FUE AL INSTANTE? TÍPICO Capitulo 14: SOLO QUEDA ESPERAR LA MUERTE? TRISTE REALIDAD Capitulo 15: REGRESAR POR AMOR? ENCONTRAR UNA CRUEL VENGANZA Capitulo 16: REGRESAR POR AMOR? ENCONTRAR UNA CRUEL VENGANZA PARTE 2 Capitulo 17: ESTOS CELOS ME ESTAN MATANDO? ESTUPIDA VENGANZA Capitulo 18: COMENZAR DE NUEVO? LEJOS DE TI Capitulo 19: FIN DE SEMANA? VEN YA Capitulo 20: VACACIONES? COMIENZAN LAS SORPRESAS Capitulo 21: ¿AMIGOS?... SI, CREO QUE SI Capitulo 22: IRREMEDIABLE? UN GIRO DE 180° Capitulo 23: ESTO ES ALGO? INCREIBLE Capitulo 24: UNA SORPRESA? DOBLE FELICIDAD Capitulo 25: A TU LADO? POR TODA LA ETERNIDAD Capitulo 26: EPÍLOGO? TODOS MERECEMOS UN FINAL FELIZ Capitulo 27: CAPITULO EXTRA: MI FAMILIA

 


 
14441082 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10758 usuarios