POV JONATHAN

No me costó mucho trabajo poder acercarme a ella, Derek era mi amigo y milagrosamente era el dueño del bar en el que ella planeaba entrar. Entre primero que ella y camine hacia donde Derek se encontraba.

-necesito un favor- dije en cuanto llegué

-dime- respondió Derek poniéndose de pie

-hay una chica ahí afuera, quiere entrar aquí y yo…-

-comprendo, ¿quieres que te deje atender a esa chica?- sonreí, lo único que quería era poder estar cerca de ella.

-nada me gustaría más- respondí

-adelante, la barra es tuya- camine tras de la barra y Derek se fue a jugar un partido de dominó.

Cuando piso el local la vi mirar hacia todos lados, se veía curiosa, como si nunca hubiera entrado a un bar.

-¿Qué deseas tomar?- pregunte un poco nervioso, era la viva imagen de mi Grace.

-Dame un coñac- dijo queriendo sonar como una experta en vinos, pero eso no me lo creía ni yo

-¿tienes edad suficiente para estar en un lugar como este?- pregunte, tal vez aún era menor de edad y yo debía protegerla

-bueno, estoy celebrando mi cumpleaños número 18- dijo sonriendo, tenía la sonrisa de Betty, la hermana de Grace.

-muéstrame tu credencial- pedí un poco serio, no quería que ella viera que era débil ante ella

-aun no la tengo, pero… puedo mostrarte mi permiso de conducir- saco su permiso y lo tome

-Grace Deborah Thompson- dije en voz alta. ¿Por qué Thompson? ¿Acaso Grace le puso ese apellido a mi hijo?

-sí, esa soy yo-

-¿y cómo prefieres que te digan?- pregunte sonriendo, al menos era mayor de edad

-la verdad me da igual, mama me dice Debbie, al igual que mis familiares cercanos y amigos, su esposo me dice Deborah y papa me dice princesa-

-¿crees que yo pueda llamarte princesa?- pregunte, pero mi voz salió extraña.

-Am, no lo creo- dijo molestándose un poco

-bueno, tal vez aun no pueda llamarte así, pero después… ¿puedo llamarte Grace?- dije tratando de remediar todo

-claro, así me llamaban en mi… trabajo- dudo al mencionar su trabajo, ¿en que trabajaba?

-¿en qué trabajabas?-

-en un restaurant- ella estaba mintiendo, sí que lo hacía.

-soy un mal educado, aun no te he dicho mi nombre, soy Christian Copperfield- fue el primer nombre que se me vino a la mente.

-¿familiar de David Copperfield?- pregunto bromeando, quise seguirle el juego

-es mi abuelo- respondí serio –es broma- dije esta vez.

La plática estuvo algo divertida, me entere que sí era una McGregor pero usaba el apellido de soltera de su madre, me platico acerca de su vida en Carolina del norte, sus amigos y en especial sobre un chico, al parecer le gustaba ya que cuando hablaba de él sus ojos se iluminaban. Su nombre, Mathew Rogers.

Su celular comenzó a timbrar, ella ya se veía bastante ebria.

-¿Qué hora es?- me pregunto, ni siquiera podía ver la hora en su celular

-las 10:30- respondí viendo mi reloj

-bien, es hora de irme- dijo poniéndose de pie

-conduce con cuidado, espero que vengas a verme pronto-

-lo prometo- pago su cuenta y la vi salir. Camine de nuevo hacia Derek para entregarle su negocio y después salí, no quería que tuviera un accidente.

La seguí escondiéndome entre los árboles, manejaba a una velocidad considerable y lo agradecía ya que no estaba dispuesto a perder a mi casi única familia y mucho menos a transformarla.

La vi llegar sana y salva a su casa, tuve que guardar mi olor ya que los apestosos esos podrían detectarme y entonces seria hombre muerto.

Los días siguientes me estuve mirándola desde lejos, parecía un poco aburrida mientras tomaba su bebida caliente acompañada de algunos amigos.

Uno de esos perros vino a traerla, ella se veía bastante molesta por ello, el era como su chofer-guardaespaldas. No había duda de que llevaba mi sangre, también yo era un rebelde en mi poca adolescencia.

Falto a la escuela un día, pero al día siguiente llego acompañada de otro de los perros, era alto, fácilmente más alto que yo. Me sorprendí cuando la tomo por la cintura y dejo sus frentes pegadas. Ese chico traía algo con Grace… eso no era bueno.

Cuando Grace entro al edificio, el perro se quedo hablando con la más pequeña de los Cullen, Renesmee, esa niña sí que era un demonio con cara de ángel. Ambos subieron a un auto increíble, típico en la familia Cullen, y tomaron camino. No me importaba lo que hicieran, yo solo quería que ella estuviera bien.

Llegaron horas después, Grace salió de la escuela y él, con gran posesión tomo su mano, se acercaron a Renesmee y al perro que la acompañaba. El estúpido cortó su dedo y ¡oh sorpresa! Grace sentía un impulso hacia la sangre, tanto que tuvo que entrar al auto, era extraño.

Me desaparecí algunos días, tenía que ir a ver también al padre de Grace, también a él tenía que cuidarlo.

Cuando regrese me interne en el bosque para buscar a Grace. Ahí estaba ella, divirtiéndose con sus amigos en el acantilado.

Baje de lo alto de la montaña y fui a la playa, cualquier humano estaba ahí y a mí se me facilitaba colarme gracias al color de mis ojos y mi estupendo don.

Mire hacia el acantilado y de pronto solo vi a Grace lanzarse, ¿acaso estaba loca? No lo pensé dos veces y entre al agua congelada para sacarla de ahí una vez que estuviera dentro.

La tome del brazo y la lleve a una cueva interna, ella debía respirar lo más rápido posible

-Christian- dijo en un susurro cuando me miro

-disculpa, creí que no saldrías sola así que decidí ayudarte-

-gracias, ¿Cómo supiste donde estaba?- ¿Qué cosa podría responderle? “te seguí porque no quiero perder a mi familia”

-casualidad, Grace hay cosas que quisiera decirte, en las cuales te he estado mintiendo-

-se que no trabajas en ese bar-

-si, además de eso mi nombre no es Christian, es Jonathan Benzon- dije tomando el apellido de su bisabuela

-no me interesa quien seas, me caes bien, gracias por salvarme la vida-

-sí, de nada. Ahora regresa, tus amigos no tardan en venir a buscarte- beso mi mejilla y entro al mar.

Escuche su plática con uno de sus amigos y después salí hacia la superficie. Espere en un árbol a que mi ropa secara, ella fue a su casa con un chico más pequeño que los demás, estuvieron ahí hasta después de que anocheció, lo vi salir por la ventana casi a las ocho y media.

Llego el tipo que la estaba cuidando, se enfureció al sentir el olor de su amigo ahí.

Escuche gritos en la habitación que ocupaba Debbie, quise entrar pero ella no debía darse cuenta de que la vigilaba. Los gritos cesaron y después la vi saltar desde el segundo piso, era increíble que no se haya lastimado. En cuanto la escuche llorar tome su olor, el tipo ese la había lastimado y yo necesitaba vengarme de él.

Junte su olor con el mio y lo lleve casi hasta Canadá, los estúpidos lobos debían sufrir por haberla lastimado.

Estuvieron buscándola por mucho tiempo, organizaron grupos para hacerlo, pero era imposible que la encontraran, ya que solo su olor se encontraba en Canadá.

Regresaron a su casa casi a las 6 de la mañana, había dos humanas ahí, también Renesmee.

Lucían desesperados así que decidí regresarle el olor a Debbie.

Ella apareció en la casa a medio día. Iba acompañado del chico de anoche y de Jasper Cullen.

Estuvieron unos minutos ahí dentro y cuando salieron ella iba llorando, quise ir a consolarla, pero no podía ya que la presencia de Jasper estaba ahí.

Esa noche fui hacia el bar de Derek, estaba atendiendo a dos ebrios cuando me vio entrar

-Hey Jonathan, que gusto… ¿Qué te sirvo?- pregunto. Sí, era un idiota, sabía perfectamente que no bebía

-una botella por favor- dije sentándome en uno de los bancos

-¿en serio?-

-no- bufe –me siento estresado, ¿recuerdas a la chica a la que atendí hace días?-

-sí, la que vino a buscarte hace poco- me sorprendí, ella había venido a buscarme y yo no estaba

-¿ella estuvo aquí?- pregunte curioso

-sí, aunque pregunto por un tal Christian, al principio no supe quien era, pero después deduje que se trataba de ti. ¿Qué pasa con ella?-

-se ha salido de su casa, el tipo con el que vive intento abusar de ella- dije recordando los gritos de Grace.

-eso está mal-

-lo sé, mañana iré a buscarla a la escuela, tal vez pueda hablar con ella- me puse de pie –me voy, tengo que descansar-

-cuídate- salí del bar y me fui a mi departamento, no había dormido casi nada por estar al pendiente de Grace.

Esta vez fui en mi auto a buscarla, ya casi era hora de que saliera. Me quede en el estacionamiento ya que Jasper llego a buscarla, estuvieron jugando hasta que llegaron Renesmee y dos de los perros.

Grace se alejo de ellos y comenzó a caminar por la acera, era mi oportunidad para estar cerca de ella

Casi detuve mi auto a su lado, ella no me miro hasta que le hable

-hola dulzura, ¿te llevo a algún lado?- pregunte sonriendo

-hola, no, no lo creo, esto puede costarme la vida- miro a sus amigos, también yo los mire por el retrovisor

-no mientras yo esté aquí, sube- de eso no había duda, yo la protegería de todo

-de acuerdo, vámonos- corrió hacia el asiento copiloto y por el retrovisor vi a uno de los perros acercarse. Acelere a fondo para perderlos de vista.

En el camino me conto que vivía con su tío Sam y su tía Emily, pero ahora estaba al cuidado de Embry, el perro que nos había seguido. No me conto nada acerca de los sucedido aquella noche, aún le dolía.

La lleve al súper mercado en Port Ángeles, la lleve a un cajero y después a comer. Regresamos a su casa casi a las cuatro de la tarde.

-tendré que apresurarme a salir de aquí si no quiero que tus amigos me maten- dije bromeando

-no te preocupes, yo los distraigo- me dio un beso en la mejilla y luego bajo–cuídate fugitivo y huye lo más rápido que puedas- arranque rápidamente, no podía estar mucho tiempo en este territorio.

Al siguiente día no fue a la escuela, parecía que no le gustaba mucho. Regrese a mi departamento, y estuve ahí encerrado hasta que el sueño me venció.

Fui a esperarla de nuevo en la escuela, cuando salió estuvo platicando un poco con Jasper y después se fue con Embry, parecía molesta por algo.

Regrese a mi departamento, estaba muy aburrido así que busque en una cómoda una botella, tenia décadas sin probar una gota de alcohol.

La destape y pude sentir ese olor a Ron añejo.

Me desperté a la mañana siguiente con un fuerte dolor de cabeza, sí, a los vampiros también nos daba resaca.

Estuve fuera de la escuela y cuando vi que Grace subía a una camioneta con sus amigos decidí seguirlos, su seguridad ante todo y estando con lobos ella no estaba segura.

Los seguí hasta el aeropuerto, recibieron a dos personas que supuse eran Sam y su esposa, Grace recibió una llamada y después camino hasta el edificio, Embry la detuvo y hablaron un minuto, después la dejo partir.

Camine tras ella siendo cuidadoso, necesitaba saber hacia dónde se dirigía.

Compro un boleto a Carolina del norte, también yo lo hice.

Al llegar pude ver como un tipo se la llevaba, era un vampiro. Temí lo peor. Los seguí escondiéndome en donde podía hasta que llegaron a una bodega, ella entro dejando al tipo atrás. Cuando el tipo subió al carro abrí la puerta y lo tome del cuello para después hacer un poco de presión y arrancarle la cabeza, le prendí fuego y después corrí hacia la bodega, entre despacio por la ventana después de que encendieron y apagaron la luz.

Una pequeña puerta estaba abierta y Grace quería salir por ahí, antes de que lo hiciera un estúpido vampiro se paro frente a ella terminando una cuenta regresiva.

-lo siento, no lo lograste, te daría otra oportunidad, pero tu fragancia es exquisita- dijo ofreciéndole su celular, ¿Qué planeaba hacer?

-te amo- dijo un poco triste –lamento haberme venido de esta manera, solo quería que lo supieras. Te amo y será así hasta el día en que me muera… permíteme terminar- sollozó -espero, en realidad espero que encuentres una buena chica, que te ame tanto o más de lo que yo te amo, que te haga feliz, que te de una linda familia, con quien compartas cada uno de tus días y tus noches. Tal vez… esta será la última vez que me escuches, solo quería que supieras que nunca me arrepentiré de haber estado contigo, de haber sido tuya- ¿la ultima vez? No, sí ella lo amaba no tenía que dejarlo, ella debía ser feliz.

-muy conmovedor de tu parte- el estúpido quebró el celular y después se acerco a ella, no lo pensé más, ella debía estar a salvo. Me arroje sobre él y comenzamos a forcejear

-corre Grace- ordene, ella lo hizo y después yo me encargue de matar al estúpido neófito, no sabía nada sobre como pelear. Lo descuarticé y lo lleve hacia la fogata que ya había encendido, mire a Grace, había corrido, tenía miedo.

-tranquila, tranquila, soy yo… todo está bien ahora- dije parándome frente a ella, intente abrazarla para que se tranquilizara

-no me toques- dijo alejándose

-no te hare daño, lo prometo- me miro y después me abrazo, continuo llorando mientras yo la consolaba–te llevare a casa de tu madre, debes atenderte esas heridas-

-estoy bien, en verdad-

-no lo estas, mírate, estas completamente fría- la lleve hasta el auto y de ahí conduje hacia la casa de su madre, aún recordaba la dirección de su casa, a pesar de que la había venido a ver cuando tenía tres años

-iré a dejar el auto un poco alejado, es un auto rentado… le dirás a tu mamá que te han asaltado al llegar, vendré a verte mas noche- dije antes de entrar en su cuadra

-Jonathan… gracias- bajo del auto y después yo conduje hacia una orilla de la ciudad, ya ahí saque un poco de gasolina del auto y roseé en los asientos, encendí fuego y corrí a toda velocidad hasta la casa de Grace nuevamente.

Entre a la habitación de Grace y me tuve que meter al closet procurando que no me vieran ahí. Grace busco su pijama y por un momento temí que me viera, pero no fue así.

Fue a bañarse y cuando regreso, su mama y su nuevo esposo ya estaban ahí esperándola.

-al amanecer iremos a la delegación de policía para poner una demanda- hablo el hombre

-necesito regresar mañana, además, no recuerdo la cara de esos chicos, no serviría de mucho. Pero gracias de cualquier manera. ¿Pueden mañana llevarme al aeropuerto?- dijo ella más tranquila ya

-he comprado un auto para ti querida, es bellísimo, Dave lo escogió, dice que es muy veloz, no sé porque te interesarían a ti los autos veloces, solo quiero que lo aceptes- eso sería genial, irnos en coche, así tendríamos más tiempo de platicar.

-no lo creo mamá, necesito regresar rápido- dijo ella

-piénsalo Debbie. Tienes que cenar algo- salieron de la habitación y yo decidí salir a tomar aire fresco, cuando escuche los pasos de Debbie volví a entrar en el closet.

Ella se quedo dormida, se veía tan tierna… era aún una niña, claro, ya había estado con el estúpido perro, pero ella seguía siendo pura. Alguien toco la puerta por lo que ella despertó

-¿Quién?- grito antes de levantarse

-David, ¿podemos hablar?- fue a abrir la puerta y después regreso a la cama

-pasa-

-me da gusto que estés viva, no me gustaría ver sufrir a tu mamá, de nuevo-

-¿ella ha sufrido?- pregunto ella un poco curiosa

-cuando le dijiste que no merecía que le llamaras mamá, hace unos días… hoy está feliz por tenerte aquí, pensó que no te vería jamás y sinceramente también lo creí-

-querías deshacerte de mí-

-no es así, no me interesa si sabes quién soy, solo quiero que no estés cerca de ellos, mejor dicho… cerca de Richard-

-¿lo conoces?- el tipo se sentó en la cama

-Richard quería quedarse con tu cargo o algo así, planeo lo de mi “trabajo”- dijo haciendo señas con sus manos –lo demás fue por mi causa. Los dos queríamos que te alejaras de tu trabajo, yo por tu bienestar y el por… el poder-

-el… esta muerto ahora- dijo ella esforzándose porque las palabras salieran de su boca

-¿has peleado con el cierto?-

-sí, pero recibí ayuda- se abrazaron tiernamente

-me alegra que estés bien, ahora puedes quedarte. Mañana le hablare a Sam para que mande tus cosas, creo que podemos empezar nuestra relación de nuevo-

-podemos empezarla Dave, pero… me iré de nuevo a Washington, no puedo estar lejos de ellos-

-¿has encontrado a alguien?-

-sí, el es genial- se sonrojo

-tengo un yerno y ni siquiera lo sabia… tienes que presentarlo a tu familia-

-algún día vendré a visitarlos-

-eso espero- beso su frente con dulzura

-me voy a dormir, descansa- salió de la habitación y yo me moví solo un poco haciendo un pequeño ruido, tenía que salir antes de que ella se asustara.

Se disponía a salir cuando la alcance y cubrí su nariz y boca para que no hiciera ruido, ella no paraba de moverse.

-tranquila, tranquila, soy yo, Jonathan- se quedo quieta y entonces la solté, se giro hacia mí.

-¿Qué haces aquí?-

-te dije que te vendría a ver, ¿Cómo te sientes?-

-¿Cómo crees que me siento?-fue a su cama para acostarse -¿Por qué no me dijiste que eras un…?-

-te lo digo mañana ok, es tarde, tienes que dormir- dije interrumpiéndola, no quería que se inquietara más de la cuenta

-mañana me iré temprano, así que quiero toda la verdad ahora- dijo ordenándome

-¿qué te parece si aceptas el carro que tu mamá compro para ti?-

-¿Cómo sabes eso?-

-llevo cerca de tres horas metido en el closet- respondí sonriendo, ella también lo hizo

-¿me contaras todo?-

-sí, lo que quieras saber-

-está bien. ¿Quieres dormir aquí?- sonreí, me sentía cansado

-tu novio puede enojarse- dije recordándole a Embry.

-Embry no está aquí, a solo que este escondido en el closet- me reí

-no está ahí, créeme- dije asegurándole

-entonces ven- fue por mí y me llevo de la mano hacia su cama –eres un vampiro, no duermes- dijo haciendo una mueca

-yo si duermo, no soy normal- se recostó en mi pecho y se quedo dormida. La paz inundaba su rostro, se veía feliz. Acaricie su cabello, recordando aquella vez en la que estuve con mi Grace, despertamos así, abrazados, ella sobre mi pecho y yo acariciando su espalda.

La deje en su cama y salí de ahí, comenzaba a darme sed y tenía que ir a buscar un animal.

Regrese unas horas después, con sangre de león en todo mi organismo.

-¿ya le has dicho a tu mamá?- dije entrando a su habitación, se estaba maquillando frente al espejo, se asusto un poco

-vuelves  a hacer eso y te juro que contrato a alguien para que te  mate- giro y dramáticamente puso una mano en su corazón

-lo siento, pensé que habías sentido que entre por la ventana-

-estaba pensando en otras cosas-

-¿en Embry?- pregunte sonriendo, se sonrojo, era obvio.

-no es de tu incumbencia, tengo que ir a desayunar, prepárate en una hora nos vamos-

-ok, te espero al salir de la ciudad- salí de nuevo por la ventana y fui a comprar un poco de ropa, rente la habitación de un hotel y me di un baño ahí, mi ropa sucia la avente en un bote de basura. Pague mi cuenta en el hotel, no era mucho.

Camine por las calles para esperar a Grace a las afueras de la ciudad.

Durante el camino le tuve que contar todo, bueno, casi todo… evite decirle que llevaba mi sangre.

Conduje después de que nos detuvimos a cenar, ella se veía realmente agotada. La desperté cuando llegamos al lugar donde la iba a dejar y después de despedirme me fui.

Llegue a mi departamento y espere una hora y media para llamarla, había robado su número y grabado el mio en su celular. Me dijo que ya estaba bien y que Carlisle ya había ido a verla, eso me dejaba mejor.

A la mañana siguiente le envié un mensaje para que viniera más temprano a la escuela, quería ver como seguía.

Cuando llego se estacionó frente a mí y caballerosamente fui a abrir la puerta.

-¿Cómo amaneciste?- pregunte y bese su frente, me gustaba esta nueva cercanía con ella

-bien, ya casi no me duelen los golpes, lo único que me preocupa en verdad es que este golpe que tengo en la cara no quiere irse-

-dale tiempo. Y hablando de tiempo, ¿Cómo vas con Embry?-

-fatal, no me habla, huye de mí, me evita y yo me siento pésimo por esto, pero yo no tengo la culpa. Bueno tal vez si por ser una estúpida y querer ayudar a…-

-tranquila, eso ya paso. Ya se le pasaran sus celos, porque eso es lo que tiene, esta celoso y tiene miedo a perderte- dije acariciando su mejilla

-pues si sigue con sus caprichos lo va a conseguir muy pronto-

-¿Qué harás hoy en la tarde?- dije cambiando de tema

-no lo sé, el doctor Cullen irá a revisarme más tarde, mis heridas están cicatrizando rápido y eso me gusta-

-si puedes esta tarde te invito al cine a Port Ángeles, iría por ti hasta tu casa pero sabes que hoy está nublado y corro el riesgo de que se presenten los Cullen ahí-

-yo te avisare si puedo salir-

-ahí viene el amigo de Embry- escondí mi rostro en su cabello, olía perfectamente delicioso, nunca olvidaría su olor. –será mejor que me valla. Recuérdame la próxima vez no esconder mi cara en tu cabello, hueles delicioso-

-eres un tonto, platicamos más tarde- subí a mi auto y me fui de ahí, estuve en mi departamento, comiendo helado, palomitas, viendo películas. Pensé en acostarme a dormir cuando recibí una llamada de Debbie. Apenas apreté el botón de contestar ella habló.

-Christian, voy para allá, tendremos que irnos en tu auto a Port Ángeles-

-claro, no hay problema- dije caminando a mi habitación para cambiarme ya que me había puesto mi pijama.

-escucha, los chicos me seguirán, así que tenemos que ser algo cuidadosos, Renesmee Cullen viene con ellos-

-claro, no te preocupes, se pasar desapercibido- dije lanzando unos pantalones a la cama

-te veo luego- corto y yo me puse a vestirme. Conduje hacia afuera de la escuela, ella no sabía mi dirección.

Espere cerca de 10 minutos a que ella llegara, bajo de su auto y yo casi volé para abrirle la puerta del copiloto del mio.

Fuimos al cine, a la feria y después pasamos por algo para cenar. Me divertí mucho a su lado a pesar de que los chicos siempre nos estuvieron siguiendo.

Regresamos a donde se encontraba su auto para despedirnos, lo que fue algo difícil ya que tuve que fingir besarla para que Embry se diera cuenta de lo mucho que perdería sí la dejaba ir.

Estuvimos enviándonos mensajes toda la mañana, no podría ir a verla hoy a la escuela ya que tenía que ir a sacar dinero del cajero, el helado en mi refrigerador ya se había terminado.

Por la mañana me despertó una llamada, era Debbie, algo debía de estar sucediendo para que me hablara tan temprano.

-Christian, ¿crees que podamos vernos antes de la escuela?- dijo en cuanto respondí

-claro princesa, en unos minutos estaré ahí ok, ¿sucede algo?- dije poniéndome de pie

-después te cuento- corto la llamada y a velocidad vampírica me bañe, vestí, acomode la cama y salí hacia la escuela. Ella aún no llegaba así que decidí esperarla en el auto, mi olor estaba sustituido con el de mi vecino, de esa manera sí venían los perros no se darían cuenta. Cuando llego baje para encontrarla. Corrió a abrazarme, estaba llorando muchísimo.

-¿Qué te sucede mi vida?- pregunte, era mi bisnieta, me dolía verla así.

-de todo, me he dado cuenta de que a nadie le importo, todos me hacen sufrir- ¿Qué cosas decía? A mí me importaba, a sus tíos, sus papas…

-¿quieres que hablemos cuando salgas de clases? Ya tienes que entrar- limpie sus lagrimas delicadamente

-no entrare a clases, ¿podemos ir a otro lugar?- vi a los dos perros bajar de los autos que acababan de pasar.

-claro, a donde quieras-

-vamos a tu casa- bese su frente

-sígueme- le dije, corrió hacia su auto y yo entre al mio, me siguió hasta mi departamento y cuando nos estacionamos la ayude a bajar. Sentí la necesidad de abrazarla –ahí dentro esta mi pequeño y humilde hogar- dije en un suspiro –Los chicos nos siguen de nuevo, es mejor que nos demos prisa en entrar, Embry luce furioso hoy- dije sonriendo

-me da igual como este-

-pero si está furioso querrá matarme- me hizo una mueca

-no lo hará, eres inteligente, y guapo- sonreí para ella y bese su nariz

-exacto, así que entremos de una vez- entramos y ella observaba todo minuciosamente, comenzaba a ponerme nervioso –ponte cómoda, iré por unas películas a mi habitación- fui por películas y prepare palomitas en el microondas, estuvimos viendo películas cómicas tirados en el piso, al menos ahora estaba riendo.

Una llamada entro en su celular, respondió y era su padre, pidiendo que fuera a vivir con él, ella acepto encantada y quiso que la acompañara. Era genial, ahora también podría estar junto a su padre… mi nieto.

Fui a poner gasolina y la espere a la salida de Forks, la seguí hasta llegar a Aspen, haciendo paradas para cenar y descansar.

Fui a verla al día siguiente, me presente ante su papa como su novio y él me recibió muy bien, estuvimos la mayor parte de la tarde en el patio tomando el sol y sacando algunas fotografías.

En el instituto éramos “la sensación” por ser nuevos teníamos todas las miradas sobre nosotros.

Unos días después conocí a su medio hermano Robert Jonathan McGregor tercero, aunque a decir verdad era el cuarto ya que también yo me llamaba así. Seth también fue a ver a Debbie, eran buenos amigos, así que tuve que vivir con un olor que no era el mio, además de que no podía ir a verla dormir en las noches como lo hacía regularmente.

Ese día prácticamente se convirtió en el mejor de mi existencia. Llegue como de costumbre a la casa de Grace, iríamos a pasear. Cuando la vi pálida temí lo peor, la tome en brazos y la lleve al hospital tal y como Robert lo pedía.

-debe ser grave lo que tienes, no a cualquiera lo pasan a una habitación- dije sonriendo cuando entre a la habitación.

-sé lo que tengo, y si es grave-

-dímelo, tal vez un poco de veneno vampírico puede resolver el problema- sus ojos se llenaron de lagrimas

-estoy… embarazada-

-wow- en verdad me tomo por sorpresa – ¿Embry?-

-si, Embry. Aun no traen los resultados, pero casi estoy segura de que eso es-

-¿Cuándo se lo dirás?-

-nunca, es mi hijo, yo puedo sacarlo adelante sola-

-¿Cómo se lo diremos a papa?- pregunte, me sentía nervioso

-¿diremos?- limpio sus lágrimas

-para tu papa soy tu novio, el padre de tu hijo y único responsable de que tu estés aquí. Así que yo te ayudare a decírselo y saldremos adelante juntos ¿ok?-

-está bien- el doctor entro en la habitación, tenia los resultados de los análisis en sus manos

-buenas noticias… nada grave, solo un embarazo de 4 semanas- bese su frente por la emoción –podrá retirarse en media hora, si quiere puede vestirse ya- salimos tiempo después y fuimos a su casa, teníamos que hablar con Robert lo más rápido posible

Ambos estábamos nerviosos mientras esperábamos, ella comenzó a tocar y yo a dar vueltas por toda la habitación

-me vas a marear- dijo sonriendo

-¿Cómo crees que lo tomará?-

-no lo sé, es papa…-

-ya llego- dije cuando escuche la puerta, caminamos hacia el

-hola papa-

-Grace, ¿Cómo sigues? ¿Qué te ha dicho el doctor?-

-sobre eso, crees que podamos hablar en tu despacho-

-claro, ¿sucede algo?- nos miro sospechoso

-todo está bien Robert, solo tenemos que hablar contigo- dije intentando tranquilizarme

-está bien, vamos- caminamos tras él hacia su despacho –tomen asiento chicos-

-mira Robert, sé que no hicimos esto de la manera correcta…- comencé

-sin rodeos chicos-

-estoy embarazada- lo dijo así sin anestesia, creí que me daría un infarto –como dijo Jonathan sabemos que no fue lo correcto, pero vamos a tener a este bebe- dijo segura, y yo la apoyaba

-sí, así que yo quiero pedirte la mano de Grace, claro, si ella quiere- eso no lo habíamos hablado, pero podríamos hacerlo

-esto es… Genial, una alegría dentro de esta familia, un nuevo McGregor… también una boda, tenemos que ir preparando todo, tu madre se pondrá feliz por la boda, no sé que piense de lo del bebe, pero no me interesa, tenemos que ir consiguiendo ropa, biberones, pañales, y todo lo que un bebe necesita…- dijo Robert muy animado

-papa, papa… ¿no estás enojado?-

-princesa, eres grande, puedes tomar tus decisiones-

-gracias papa-

-respecto a la boda…- comenzó Robert, pero lo interrumpí

-sí, quiero que nos casemos una vez que el bebe nazca, no me gustaría que Grace se estrese demasiado-

-tienes toda la razón, vamos a comer y después tú te vas a descansar-

.

.

.

-solo tengo un mes- dijo enfadada cuando la lleve en brazos hacia su habitación

-por eso es que debes descansar mas, no quiero perder a mi hijo- bese su frente y salí de su habitación, me despedí de Robert y fui a mi casa.

…

Los meses pasaron, entre Robert y yo consentíamos a Grace, pero aún así teníamos nuestras reglas también.

Debbie fue a visitar a sus tíos cuando termino la escuela, esperaba que se reconciliara con Embry, aunque una parte de mi no quería que alejara de mi a ese pequeñín que crecía en su vientre.

Tuvimos un problemita y cuando regreso tuve que ir a disculparme, no quería alejarme de ellos. Le conté lo que pasaba conmigo, mis antojos y esa comida rara que comía, ella me mostro su pequeña barriguita, se veía hermosa, rápidamente fuimos a darle la noticia a su papa.

Dos meses después de eso cayo la gran tragedia sobre mi familia, Robert falleció no sin antes llamarme a solas para decirme que sabía que era su abuelo, que lo supo por una foto que fue pasando en generaciones por la familia. También me dijo que sabía que el bebe que Grace esperaba no era mio, que la hiciera recapacitar para que no lo separara de su padre, que él había sufrido mucho al no poder verla cuando era pequeña. Le prometí que así lo haría y que no le diría nunca nada a Grace.

Seguimos con nuestros planes de boda, mandamos a hacer su vestido, las invitaciones, todo sería perfecto. La transformaría después de la boda, tal y como se lo había prometido a Robert, él no quería que ella sufriera por tener que morir.

Cuando llegaron las invitaciones se las mostré a Grace, le propuse el ir a llevarlas hasta Forks con el pretexto de tener que recoger unos papeles, pero yo lo único que quería era que ella se reconciliara con Embry, claro y que no me alejara de mi bebe.

La envié a ver a sus tíos a sabiendas de que Embry estaría por ahí. La estuve cuidando para que no fuera a tropezar o algo, pero cuando vi que Embry la tomaba fuertemente del brazo no pude resistirme y fui a ayudarla.

-aléjate de ella- lo amenacé

-no, tu aléjate de ella- grito Embry

-Hey, Jonathan- dijo Grace tomándome por el brazo –tranquilízate amor-

-¿estás bien, no te lastimo?- acaricie su mejilla, no quería pensar en lo que sucedería sí perdía a mi bebe y a ella.

-yo jamás le haría daño- dijo Embry molesto

-pues si mal no lo recuerdo ya la has lastimado bastante. Escúchame perro, que exista esa estúpida magia no quiere decir que Grace sea tuya, ella ya eligió vivir su vida conmigo así que te pido que respetes su decisión-

-no, tú tomaste la decisión de llevártela contigo, porque ella es mía, ella debe quedarse aquí-

-Jonathan, basta de esto vámonos a casa- ella quería llorar

-vamos- subimos al auto y conduje hacia Forks, había sido una idea errada esto de traerla para una reconciliación con Embry. Ella me daría a mi hijo no había vuelta atrás para esa idea por parte de ella

-párate- me ordeno, me orille y apague el auto. -¿Por qué no me dijiste que eras un Cullen?-

-no tenia caso Grace-

-Jonathan, ¡son tu familia!- grito

-no, ellos no son nada mío. Hace cerca de 5 años que ya no vivo con ellos-

-para mí era importante saber todo sobre ti. Tú sabes mucho sobre mí, ¿acaso no tengo el mismo derecho?-

-ya te he contado lo de mis padres Grace, lo de los Cullen es algo sin importancia-

-pero me ocultas mas, no sé si lo recuerdes pero puedo saber cuándo mientes y ocultas algo- bajo del auto y la seguí al instante

-solo confía en mi Grace, quiero cuidarte por el resto de la eternidad- me miro curiosa

-¿quieres cuidarme por toda la eternidad?-

-solo eso quiero- asentí, mordió su dedo y dejo un poco de sangre sobre mis labios

-Grace, no me hagas esto, hemos quedado en que lo haría después de que nuestro hijo naciera- dije cerrando los ojos

-si quieres estar conmigo tendrá que ser en este momento. No quiero que nada nos separe jamás, y quiero saber todo sobre ti-

-Aléjate de ella Jonathan- grito Jasper

-no lo haré, lo saben- abrí mis ojos y la mire fijamente

-hazlo ahora Jonathan- suplicó

-quedamos en que esperaríamos a que nazca nuestro hijo, después te transformare, lo prometo-

-Jonathan, solo queremos hablar. Debbie merece la verdad- podía escuchar que Edward avanzaba hacia nosotros

-¿la verdad sobre qué?- pregunto Grace

-a la verdadera razón por la que Jonathan esta a tu lado-

-explícate- dijo ella

-Jonathan, dile a Debbie tu nombre- pidió el

-Jonathan Cullen- dije mirando los ojos de Grace

-tu verdadero nombre- retire la sangre de mi labio, demonios, sabia deliciosa

-Jonathan Benzon- dije concentrándome en no lanzarme a su cuello

-Jonathan…- dijo con voz de suplica

-Grace… soy Jonathan McGregor, abuelo de tu padre- le solté así, como si estuviera diciendo el clima

-pero… prometiste que nada nos separaría Jonathan, nada- me grito

-¿eres su bisabuelo? Lo sabías ¿y aun así te atreviste a tocarla?- grito Embry desde donde estaba

-Jonathan, explícale a Embry todo- pidió Edward pero no lo obedecí, yo me ocupaba en limpiar las lágrimas que caían por las mejillas de Grace

-te dije que nada nos separaría y así será Grace, nada nos separará, se lo prometí a tu padre ¿lo recuerdas?- asintió con la cabeza

-Jonathan…- dijo Edward, pero un quejido de Grace lo interrumpió. ‘por favor dios, que no sea lo que estoy pensando’ dije en mi interior

-¿Qué ocurre?- grito Embry

-el parto se adelanto- dijo Edward –Carlisle, ¿aun tienes todo en la casa de Forks?-

-sí, llévala, ahí los espero- Sam tomo a Grace en brazos

-todo estará bien princesa, Embry, ve y dile a Emily donde estaremos-

-no, yo voy con ustedes, ve tu Quil- dijo Embry sin apartarse de Sam

-claro, claro- respondió el tal Quil

-Sam, es mejor llevarla en auto, no es bueno que se maltrate- dijo Edward

-maneja tu Cullen, yo iré con ella atrás- dije tomando a Grace en brazos y subiendo al asiento trasero, Embry se subió al otro extremo

-Jonathan, tengo miedo- me dijo en medio de una contracción

-tranquila, ya hemos hablado sobre esto, estaré a tu lado pase lo que pase-

-¿y si…?- la calle poniendo un dedo en sus labios

-todo saldrá bien. En cuanto nazca le llamaremos a tu mama, a Nathan…-

-y a las chicas-

-si, a las chicas también y en cuanto te encuentres mejor regresaremos a Aspen y seguiremos con nuestra vida. Seguirás estudiando, Nathan se irá a vivir con nosotros… conseguiré que Dave entre a trabajar en la oficina junto conmigo, será fantástico- dije para tranquilizarla.

Mientras el parto ocurría decidí hablar con Embry, contarle toda la verdad. Edward nos llamo cuando mi bebe nació, antes de permitirme entrar a verlos me dijeron lo que sucedía, Grace era inmortal, y había tenido dos bebes, sonreí como idiota, solo esperaba no tener que pagarle el dinero de la apuesta a Nathan. Fueron un niño y una niña, así que fue empate, ellos también eran inmortales ya que pues eran hijos de Embry.

La niña era hermosa, tenía los ojos de mi Grace, verdes como la profundidad del mar. El pequeño Jonathan era una réplica de Embry, claro, con algunos toques de Grace, ambos eran hermosos.

Tuvimos que partir a Phoenix ya que el cambio de Nathan sería muy pronto, durante el camino estuve analizando las posibilidades del porque Grace no había perdido a los bebes mientras peleaba con aquellos vampiros, ella era fuerte de alguna manera, los bebes también lo eran, por eso no murieron a pesar de tantos golpes.

Toque la puerta de la casa de Nathan, su mama se sorprendió al verme.

-¿se encuentra Nathan?-

-sí, ¿Quién lo busca?- pregunto dudando

-dígale que soy John, el novio de su hermana- entro y me dejo ahí en la puerta, Nathan llego después, venia sonriendo

-John, ¿Qué cuentas?- pregunto dándome un abrazo

-¿podemos hablar?-

Salimos hacia un parque, el sol ya se estaba metiendo así que los Cullen podrían venir a ayudarme.

-mira Nathan, sé que esto te sonara estúpido, pero quiero que me escuches ok-

-sí, claro, ¿Cómo están mis sobrinos?-

-están bien, pero déjame hablar, después podrás verlos-

-está bien-

-mira… yo tuve una novia a la cual ame con toda mi alma, aún la amo…un día ella me dijo que estaba embarazada y…-

-y ahora tienen dos lindos bebes, sí, ya sé que se comieron la torta antes del recreo-

-no hablo de tú hermana, déjame terminar… bueno, pues ella me lo dijo, y yo me iba a hacer cargo de él, quería vivir con ella y con mi hijo por siempre, pero sus padres nos separaron y ya no supe mas de ella. Mi hijo creció sin conocerme, tuvo hijos y ese hijo hasta hace unos meses me conoció. Me presente ante él como el novio de su hija menor, aunque en realidad ella fuera mi bisnieta… luego ella tuvo dos hermosos bebes que aunque no sean míos yo los amo como tal… Nathan, soy tú bisabuelo. Soy un semivampiro y a lo que vengo es a decirte que eres inmortal al igual que tú hermana y tus sobrinos- se quedo en silencio por un momento, mirando hacia la nada.

-¿me estás jodiendo cierto?- dijo mirándome fijamente, no hice más que reír –Jonathan, eso no es gracioso, no puedes venir a decirme que eres un vampiro, que eres mi bisabuelo y que soy inmortal-

-es la verdad Nathan, no te miento-

-quiero pruebas- dijo poniéndose de pie, mire a mi alrededor, ya no había nadie en el parque, solo podía oler a los Cullen. Bella apareció de pronto, tan rápido que logro que Nathan cayera al piso

-lo siento- dijo ella ayudándole a ponerse de pie

-wow, estás fría- dijo Nathan frunciendo el ceño, Carlisle y Edward llegaron también

-sí, por lo regular todos somos fríos, solo el extraño de tú bisabuelo no- dijo Edward riendo

-cállate Cullen, tú hija es igual a mi- contraataque.

-vale, son vampiros… ¿y yo que tengo que ver con eso?- dijo Nathan cruzándose de brazos

-eres heredero del linaje de semivampiro, serás inmortal en unos días. ¿Quieres venir con nosotros?- pregunte

-no lo sé, tengo que terminar la escuela y…-

-Grace te necesita, mucho- dije para convencerlo.

-tengo que hablarlo con mama- camino hacia su casa, estuvo hablando con su mama por horas explicándole que tenía que ir a apoyar a Grace, me sorprendió que no dijera nada sobre los vampiros.

Esperamos quince días para que sucediera el cambio, cuando por fin paso pudimos regresar a La Push.

Nathan estaba feliz con sus sobrinos, aunque ni a él ni a mí nos había gustado la idea de que Grace se fuera a casar con Embry. Él tenía unos cambios de humor medios extraños, Alice me explico que así eran los lobos.

La pequeña April se “imprimo” en Seth, o algo así me dijeron, la verdad solo pude comprender que estaban destinados a estar juntos, tal como Grace y Embry.

Lleno de felicidad entregue a Grace en el altar, ella era feliz así que yo también debía serlo. No había roto la promesa que le hice a Robert, Grace y Embry vivirían felices al lado de sus pequeños, esos pequeños que eran la alegría de todos. Me sentía bien conmigo mismo, tendría a mi familia sin necesidad de transformarlos, ellos estarían conmigo siempre, por toda la eternidad sí Dios así lo quería.

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capitulo extra, pensamientos de Jonathan McGregor...

¿les gusto? espero que si...

muchisimos besos y abrazos

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