POV EMBRY

Estábamos ahí los dos, besándonos como si nunca hubiera cometido ese error. Ahora me daba cuenta, la amaba. La ame desde el primer día en que Sam la presento. Amaba sus labios, su piel que estaba lastimada por mi arrebato de la última noche que estuvo en casa de Sam. Simplemente la amaba y no permitiría que se alejara de mí una vez más.

-¿estás lista para hacer el amor conmigo?- le pregunte mirando sus ojos que se encontraban llenos de lágrimas.

-¿tú qué crees?- dijo besándome esta vez ella, la levante del piso y la recosté delicadamente en la cama matrimonial que estaba dentro de la habitación, no quería lastimarla más de lo que estaba.

-perdón por esto- dije besando las mordidas que había dejado en su cuello. Me odiaba a mi mismo por eso. Quite su blusa y mire su pecho, también había mordidas ahí, no lo recordaba pero según Seth solo yo la había tocado.

Escucharla decir mi nombre entre gemidos era lo más especial que había vivido hasta entonces, más especial aun que descubrir que era un lobo.

Se encontraba dándome la espalda mientras yo acariciaba cada centímetro de su piel.

-te amo- susurre en su oído, la sentí tensarse, se levanto y comenzó a vestirse -¿Qué haces?-

-tengo que ir a casa, no te preocupes, se cómo llegar- me dijo con voz seria

-¿Por qué?- quise saber

-tengo que estar ahí para cuando Seth regrese. ¿Podrías abrir la puerta?- me puse mi bóxer que se encontraba en el piso y fui a abrir la puerta, no quería que se molestara ahora que estábamos bien

-recuerda que mañana tienes que regresar a casa, Sam y Emily llegaran el viernes-

-lo sé. Embry, ni una sola palabra sobre esto- la tome por la cintura y la bese de nuevo, era horrible tener que dejarla ir. La vi caminar por el bosque hasta desaparecer, sentí un deseo incontrolable de seguirla pero me arrepentí, tal vez ella quería estar sola así que le daría tiempo.

Regrese a la cama, su olor aun estaba ahí, sonreí al recordar lo que había pasado una hora antes, ahora estaba seguro de que ella me amaba y me necesitaba tanto como yo a ella. Me quede dormido, estaba realmente cansado, soñé con ella como lo había hecho noches anteriores. Me despertó el horrible timbre de un celular que no era el mío. Mire hacia la mesita de noche, Debbie había olvidado su celular. Revise la llamada, era su novio así que no me tome la molestia de contestar. Cuando dejo de timbrar volví a cerrar los ojos y cuando estaba por quedarme dormido volvió a timbrar. Maldije al estúpido por arruinarme mi sueño.

-¿Qué diablos quieres?- respondí molesto

-¿Por qué me contestas tú y no Grace?-

-ha olvidado su celular en mi casa, así que no la llames, mañana vendrá por él, no te preocupes-

-escúchame bien Embry Call, ella es solo mía. Conozco a tú familia, y créeme que no me gustaría hacerles daño-

-escúchame tu a mí. Debbie es y seguirá siendo mía. Puedes preguntarle de que manera gimió entre mis brazos esta tarde- corte la llamada y apague el celular, no quería que me molestara.

Al amanecer después de desayunar fui al taller, Quil y Seth ya estaban ahí.

-buen día chicos- les dije sonriendo, hace días que no estaba de tan buen humor. Ellos lo notaron al instante

-Hey Embry, ¿Cómo estás?- pregunto Seth sonriendo –me dijo Debbie anoche que habían solucionado sus problemas y que habían quedado como amigos. Me alegro en verdad hermano- ¿amigos? Después de hacer el amor ¿quería que quedáramos como amigos?

-¿crees que pueda ir por ella a la escuela?-

-claro, si eso quieres- empezamos a trabajar en uno de los carros que habían llevado esa mañana, Jacob llego después con unas cervezas, estaba feliz pues lo habían aceptado en la universidad junto con Renesmee. Casi a las doce fui por mi carro a casa de Sam, tenía que ir por Debbie a la escuela. Me estacione un poco retirado al edificio, me baje del auto y espere a que ella saliera. El volvo plateado de los Cullen pasó frente a mí y se estaciono casi en la puerta del edificio. Vi bajar a Jasper Cullen, cosa que no me agradó ya que últimamente estaba muy cerca de Debbie.

Debbie salió acompañada por una chica un poco más baja que ella. Vi como Debbie abrazaba a Jasper cuando su amiga los dejo solos, sentí hervir la sangre, ahora sabía lo que sentía Jake cada vez que un Cullen se acercaba a su chica. Camine hacia ellos tranquilizándome lo más que pude.

-tenemos que hablar sobre eso Jasper- le dijo Debbie un poco seria

-claro, ¿te llevo a casa?-

-de hecho Jasper, vine por Debbie, hoy se regresara a la casa de Sam y tenemos que llevar sus cosas- explique tranquilo

-entonces dejaremos la plática para otro día- dijo Jasper mirando detenidamente a Debbie

-la plática será hoy, te espero en casa de Seth en un momento- dijo Debbie muy seria, al parecer tenían un problema

-está bien, te veo ahorita- subió a su auto y salió de ahí.

-¿nos vamos?- pregunte sonriendo, pero ella no sonrió como espere que lo hiciera

-claro- camino hacia mi carro, di media vuelta y la seguí, a lo lejos vi a Jacob y a Renesmee, ambos nos observaban y sonreían.

-¿de qué quieres hablar con Jasper?- pregunte curioso ya en el camino

-asuntos personales. Nada que te importe- me respondió con voz fría, su vista estaba fija al frente. Orille el auto y después baje para abrir su puerta.

-¿no me lo dirás?- pregunte sonriendo

-te digo que no te interesa-

-me interesas tú y lo sabes-

-pues tu a mi no, así que deja de meterte en mi vida- dijo mirándome a los ojos como para demostrar que no mentía. Tome su mano y la hale para que saliera del auto, cerré la puerta para recargarla ahí.

-a mi no me engañas, no puedes decir que no te intereso cuando correspondes a mis besos, cuando haces el amor conmigo, cuando mi nombre sale de tus labios entre suspiros- dije tomando sus labios con fuerza pero delicadamente. Ella no respondió, la sentí incomodarse cuando acaricie su cadera, abrí los ojos lentamente, que para el momento estaban cerrados. Ella observaba a la nada

-¿Qué ocurre?- quise saber

-ya te he dicho que no me interesas, llévame a casa-

-¿Por qué? ¿Por qué aceptaste hacer el amor conmigo entonces?- grite exasperado

-porque me necesitabas, no me gusta ver triste a alguien cuando yo puedo hacerlos felices- respondió sin mirarme aun

-¿esa es la forma de resolver los problemas? ¿Dándole a los demás lo que quieren sin importar si tu quieres hacerlo?-

-llévame a casa Embry-

-está bien, te llevare para que esperes a Jasper, tal vez te revuelques con él para resolver sus problemas- dije molesto, camine para entrar al auto, ella lo hizo también.

Viajamos en silencio hasta la casa de Seth, antes de entrar le entregue su celular

-lo olvidaste en casa- explique, tomo el celular evitando el menor contacto conmigo, entro a casa y yo la seguí.

Saludo a todos los chicos que se encontraban ahí: Jared, Kim, Paul, Rachel, Quil, Claire, Leah y Seth.

-chicos- dije en forma de saludo. Debbie camino hacia el pasillo, recibió una llamada que supuse era de su novio.

-¿viene molesta?- pregunto Jared

-no le agrada la idea de regresar a casa de Sam- les dije, era una total mentira, tal vez si le molestaba regresar, pero más le había molestado la forma en que la trate

-supongo que no- dijo Leah poniéndose de pie, ¿ella también sabía lo que había pasado?

Todos volvieron a sus antiguas conversaciones, tome asiento junto a Seth

-si me doy cuenta de que la has lastimado de nuevo créeme que vas a terminar muerto- dijo en un susurro amenazante que claramente todos pudieron escuchar. Debbie entro de nuevo a la sala.

-“si, ¿y ahora que dirás? ¿Hay una explicación? no hay excusa, no trates de mentirme porque créeme que también se cuando lo haces”- respondió hablo una voz tras el teléfono

 -es que no tengo ninguna explicación, sé que me equivoque y en verdad lo lamento-

-“¿querías terminar conmigo? Lo hubieras dicho, no era necesario que hicieras eso, no te preocupes Thompson, eres libre para revolcarte con quien se te dé la gana”- la llamada se corto, vi caer su celular al igual que una lagrima.

Ahí fue cuando me di cuenta de que Matt y yo la habíamos herido de la misma forma, tratándola como una cualquiera. Ella había aceptado que yo se lo dijera ya que no significaba nada para ella, pero que su novio se lo dijera… eso había sido un golpe bajo.

POV DEBBIE

Llegue a casa tras una larga caminata, me sentía sin emoción alguna. En algún momento me encontré feliz al recordarme haciendo el amor con Embry. Fue algo especial, fue mi primera vez y fue con él. El me gustaba, debía admitirlo, pero ese sentimiento se veía bloqueado por la culpa de haber engañado a Matt.

Matt me gustaba desde los 14, era ese tipo de hombres que les interesan a todas, habían pasado tantos años antes de que él se fijara en mí y ahora que estábamos juntos cometía el grandísimo error de entregarme a Embry.

Prepare la cena para Leah y Seth, no sabía si ella era loba también, así que no prepare mucha comida.

Después de una larga cena Leah nos dijo que iría a dormir con una amiga, cuando se marcho Seth me explico que era su turno de vigilar los alrededores de la reserva. Me acosté con Seth en su habitación, esa noche era demasiado fría.

-¿Cómo estás?- dijo mientras me abrazaba a su pecho

-un poco cansada, camine mucho mientras arreglaba la situación con Embry-

-¿y qué ha sucedido?- pensé en decirle la verdad, en fin, era mi hermano. Pero me arrepentí como la cobarde que era

-hemos quedado como amigos-

-me alegra, duérmete ya, mañana tienes escuela-

-lo sé… te quiero lobito-

-y yo a ti princesa- cerré los ojos para intentar dormir, pero una pregunta llego a mi mente

-lobito…-

-dime-

-¿Quiénes son los vampiros?- abrió los ojos y sonrió

-los vampiros son seres que sobreviven bebiendo sangre, que no pueden salir a la luz del sol y nuestros enemigos naturales-

-no me refiero a eso, ¿Quiénes son los vampiros que me rodean?-

-no te lo puedo decir, no es mi secreto… pensé que lo habías olvidado-

-jamás. Dame pistas- dije haciendo un puchero, por lo que rio un poco

-ok, ellos son fríos y pálidos… amables y cariñosos, huelen como algo acido, hermosos… ¿tienes algún prospecto?- todas las señas me guiaban a él, Jasper Cullen. Claro a él y a su familia. Era extremadamente hermoso, amable, cariñoso. Tenía su piel fría, eso lo recordaba a pesar del poco contacto que habíamos tenido hasta entonces.

-no- mentí, primero debía hablar con Jasper  -soy distraída, creo que me dormiré ahora. Buenas noches Seth- cerré los ojos y minutos después me quede dormida.

Jared se ofreció a llevarme a la escuela ya que Jasper no podría ir hoy, mi celular lo había olvidado en casa de Embry así que no tenía manera de hablar con Jasper para que fuera por mí.

Al salir de clases me fui platicando con Ximena, una compañera

-¡¿Quién rayos es ese rubio tan sexy?!- dijo de pronto, alce la mirada para encontrarme con la mirada de Jasper Cullen.

-un amigo, se llama Jasper-

-deberías presentármelo-

-no, el tiene chica- me dejo cuando llegamos frente a Jasper, lo abrace y respire profundamente pero su olor era como cualquier otro

-hola, ¿Cómo estás?- me pregunto sonriendo

-bien creo, ¿Cómo estas tu?-

-bien, vengo a invitarte a comer-

-¿yo seré la comida?- le pregunte mirándolo a los ojos, quería ver su reacción la cual no me impresiono demasiado, sabía que se iba a sorprender. Sus ojos se veían más oscuros de lo normal

-¿de qué hablas?- dijo en un susurro

-sé lo que eres-

-¿Qué?-

-tenemos que hablar sobre eso Jasper- le dije un poco más seria, solo suspiro

-claro, ¿te llevo a casa?-

-de hecho Jasper, vine por Debbie, hoy se regresara a la casa de Sam y tenemos que llevar sus cosas- dijo Embry, a quien ni siquiera había visto llegar

-entonces dejaremos la plática para otro día- me dijo Jasper un poco serio, sin quitar su mirada de la mía

-la plática será hoy, te espero en casa de Seth en un momento- dije en el mismo tono de voz

-está bien, te veo ahorita- se marcho casi al instante, su cara se veía descompuesta

-¿nos vamos?- me pregunto Embry sonriendo

-claro- camine rápidamente hacia su carro, también quería llegar a casa lo antes posible y alejarme de Embry.

-¿de qué quieres hablar con Jasper?- me preguntó en el camino

-asuntos personales. Nada que te importe- le respondí, ¿Cómo decirle que era sobre los vampiros cuando él ni siquiera sabía que estaba enterada de la existencia de los hombres lobo? Orillo el auto y bajo para ir a abrirme la puerta del copiloto

-¿no me lo dirás?-

-te digo que no te interesa-

-me interesas tú y lo sabes-

-pues tu a mi no, así que deja de meterte en mi vida- dije mirando fijamente a los ojos. Era experta mintiendo, sabía perfectamente los comportamientos de las personas cuando mentían y me era fácil evitarlos para hacer todo más creíble. Me halo del brazo y me hizo bajar.

-a mi no me engañas, no puedes decir que no te intereso cuando correspondes a mis besos, cuando haces el amor conmigo, cuando mi nombre sale de tus labios entre suspiros- me beso con demasiada fuerza, sentí ese impulso por responder, pero mi fuerza de voluntad era mayor. Acaricio mi cadera y me incomode un poco, no es que no me gustara su contacto, sino que, me sentía culpable.

-¿Qué ocurre?- me pregunto

-ya te he dicho que no me interesas, llévame a casa-

-¿Por qué? ¿Por qué aceptaste hacer el amor conmigo entonces?- grito

-porque me necesitabas, no me gusta ver triste a alguien cuando yo puedo hacerlos felices- respondí mirando a la nada, mi tono de voz era tranquilo, lo que hacia que se desesperara mas

-¿esa es la forma de resolver los problemas? ¿Dándole a los demás lo que quieren sin importar si tu quieres hacerlo?-

-llévame a casa Embry-

-está bien, te llevare para que esperes a Jasper, tal vez te revuelques con él para resolver sus problemas- subió al auto molesto, yo estaba dolida por lo que me había dicho, me había tratado como una zorra que se acostaba con el primero que se le ponía en frente.

-lo olvidaste en casa- dijo dándome mi celular. Lo tome rápidamente para evitar cualquier tipo de contacto, ahora que sabía que él me veía como una prostituta tenía que alejarme de él.

Salude a los chicos en la sala para después caminar hacia el pasillo, mi teléfono comenzó a timbrar, era Matt, esta vez la sonrisa no llego a mi rostro.

-hola- respondí

-hola, ¿fuiste ayer a casa de Embry?- me dijo su voz seria, estaba molesto por algo

-sí, ¿Cómo lo supiste?-

-ayer te hable, Embry me dijo que habías olvidado tu celular en su casa-

-sí, lo lamento-

-¿Qué lamentas? ¿Haber hecho el amor con Embry?-

-Matt yo… lo siento, en verdad- dije saliendo nuevamente del cuarto

-si, ¿y ahora que dirás? ¿Hay una explicación? no hay excusa, no trates de mentirme porque créeme que también se cuando lo haces- me respondió aún molesto y además un poco decepcionado

-es que no tengo ninguna explicación, sé que me equivoque y en verdad lo lamento-

-¿querías terminar conmigo? Lo hubieras dicho, no era necesario que hicieras eso, no te preocupes Thompson, eres libre para revolcarte con quien se te dé la gana- termino la llamada, no supe cuando mi celular cayo, solo pude darme cuenta de que había terminado con el de la manera más horriblemente posible. El me había tratado como una cualquiera, tal como Embry lo había hecho. Tal vez lo era y si en verdad lo era, ninguno de los dos se merecía a alguien como yo. Lo agradecí por un instante hasta que mis lágrimas comenzaron a caer.

Me quede inmóvil, mi cerebro no estaba conectado en ese momento, nadie hacia ruido por lo que me era difícil salir de mi estado de shock.

-Debbie, ¿Qué pasa?- dijo Seth

-¿estás bien Debbie?- pregunto Embry acercándose a mí, fue sustituido por Seth que llego hasta mi e intento abrazarme

-no me toques por favor Seth, no estoy bien-

-vamos a que descanses-

-no quiero descansar, necesito salir de aquí-

-Debbie- dijo poniendo su mano en mi hombro

-no me toques- puso su otra mano en mi mejilla

-no estás bien Debbie, debes relajarte-

-te dije que no me toques- dije dándole un golpe en las costillas y lanzándolo hacia la pared que estaba frente a mí. Era lo que había tratado de evitar. Desde hace algunos meses mi fuerza había aumentado sobrenaturalmente y cuando llegaba a molestarme o a explotar con algo no la podía controlar.

Vi a Seth tirado, reaccione casi al instante y corrí hacia él, tenía los ojos cerrados, por un momento temí lo peor. Si hubiera hecho algo que afectara la vida de Seth no me lo perdonaría nunca.

-Seth, ¿estás bien? Háblame lobito por favor- lo vi sonreír un poco

-¿así que a esto te referías cuando decías que ibas a explotar? Tienes una fuerza increíble princesa- abrió los ojos, mis lagrimas aun caían por mis mejillas, lo abrace con cuidado para no lastimarlo. –Estoy bien Debbie, en serio- me abrazo mas a él, mis sollozos escapaban sin que yo pudiera evitarlo

-yo… lo siento tanto Seth, en serio-

-estoy bien Debbie, cálmate-

-no, no estás bien, no cuando yo esté cerca de ti- escuche un auto a lo lejos, podía escuchar la velocidad a la que venía así que supuse que era Jasper –Jasper no tarda en llegar. Saldré con él, vengo más tarde por mis cosas- me levante de donde estaba, y lo ayude a levantarse, había un poco de sangre en su cabeza así que comencé a incomodarme

-lo siento- dije antes de salir, Jasper ya había llegado, camine hacia él para que me siguiera a la playa

-¿ocurre algo?-

-pase lo que pase no entres a esa casa, hay sangre ahí- le dije sin voltear a verlo

-¿Qué paso?-

-he lanzado a Seth contra la pared, se ha quebrado un poco la cabeza creo-

-¿Qué has hecho que?-

-me descontrole un momento ok, se que hice mal no tienes que reprocharme nada- le grite, me sentía furiosa conmigo misma

-no te estoy reprochando nada, solo cuenta que pasó-

-tengo una fuerza extraña, me moleste un poco y Seth estaba junto a mi-

-igual a los lobos, incontrolables- dijo sonriendo, llegamos a la playa, no había nadie ahí

-no estamos aquí para hablar de mí, quiero que me cuentes como es que eres un vampiro-

-bueno, me convirtieron hace algunos años-

-¿tu familia es igual a ti?- se sentó en la arena y me hizo señas para que hiciera lo mismo

-sí, claro, a excepción de Renesmee-

-¿Por qué?-

-Renesmee es hija de Edward y Bella-

-¿no se supone que los vampiros no tienen hijos?-

-pues, cuando Edward y Bella se casaron, ella aun era humana, ya te imaginaras que paso y de ahí nació Renesmee, ella es semivampiro-

-¿Qué necesito para ser un vampiro?-

-¿Qué? ¿Por qué quieres ser un vampiro?- pregunto algo confundido

-ustedes tienen una vida fácil, no sufren-

-claro que sufrimos, hemos sufrido demasiado-

-Jasper… ¿Por qué eres mi amigo?-

-me caes bien-

-no me refiero a eso, también me caes bien, es solo que… desde que nos conocimos te has portado muy bien conmigo-

-me recuerdas a mi hermana, eres muy parecida a ella- dijo sonriendo ampliamente

-Seth me ha dicho que los vampiros son los enemigos naturales de los hombres lobo-

-¿así que Seth es quien te lo dijo?-

-Seth no me ha dicho nada. Una noche por casualidad lo vi convertirse en lobo, después me dijo que se dedicaban a matar vampiros y que yo estaba rodeada de ellos, me dio algunas señas porque no podía decirme quienes eran. Yo averigüe lo demás-

-pues si somos enemigos, bueno, mi especie es su enemiga, mi familia no lo es. Tenemos un pacto que nos permite convivir con tu especie, también podemos entrar a su territorio, antes no podíamos hacerlo-

-¿antes cuando?-

-antes de que naciera Renesmee, ella vino a cambiar todo el tratado. Bueno no todo, la regla principal aun está vigente-

-¿Cuál es la regla principal?- murmure mirándolo al rostro

-no podemos morder a ningún humano-

-¿Por qué?-

-se supone que los Cullen protegemos la vida humana, por eso tenemos una dieta diferente-

-¿dieta diferente?-

-sí, nos alimentamos solo de animales-

-entonces, ¿no puedo ser un vampiro?-

-ser un vampiro solo te trae más problemas Debbie, primero enfrentarte a la idea de que eres un neófito que necesita sangre a todas horas, si eres vegetariano como nosotros tienes que acostumbrarte desde un principio a beber sangre de animales, después viene el socializar con humanos, es muy difícil, en ocasiones aun me cuesta trabajo estar cerca de ti. ¿Te han dicho que hueles demasiado bien?-

-sí, algunas veces- admití sonriendo, Seth y Embry me lo habían dicho un par de veces.

-¿quieres saber cómo hueles?-

-si- asentí muy animada, mis lagrimas se habían ido ya, Jasper lograba tranquilizarme

-bueno, ¿has olido la mermelada de fresa?-

-sí, algunas veces-

-bueno, pues a eso agrégale un poco de canela y ese es tu olor, es delicioso-

-¿Por qué huelo así?-

-no lo sé, en ocasiones me dan ganas de llevarte al bosque y comerte de una buena vez, no es justo que me tortures diariamente- dijo sonriendo divertido

-eso se escucho como una amenaza de muerte-

-en este momento sería muy fácil morderte y dejarte sin vida, puedo fingir que estoy besándote y nadie se dará cuenta- dijo guiñándome un ojo

-si morderás mi piel que sea para transformarme-

-no lo haré, ya pase mucho tiempo transformando personas, no quiero a una más en mi lista, aunque tu olor sea inconteniblemente delicioso. Tienes que regresar a casa de Seth, está a punto de caer la noche-

-¿Quién te ha dicho que regresare a casa de Seth?-

-nadie pero yo te estoy ordenando- dijo serio pero divertido

-no puedes hacerlo, no eres mi papá-

-puedo adoptarte señorita Thompson-

-no creo que a Alice le guste tener una hija problema como yo-

***************************************************

Besitos... Annaris