POV EMBRY

Ninguno de los dos habíamos dormido esa noche, por mi estaba bien, ya estaba impuesto, pero ella se veía algo cansada, tenía una sonrisa en su rostro pero aun así la veía bostezar.

-si quieres puedes quedarte- le dije cuanto termino de desayunar, se estaba dando prisa ya que tenía que ir a la escuela

-no, tengo examen de  matemáticas hoy, tal vez el  lunes me quede a dormir- sonreí de manera inconsciente, yo quería que se quedara hoy, conmigo. Podríamos repetir lo de la noche anterior.

-el lunes ya estarán aquí Sam y Emily… también Claire- le aclare

-lo sé, quiero pasar un tiempo con ellos- resople… “con ellos” ¿Por qué diablos no pedía estar solo conmigo?-

-está bien, vámonos ya- corrió por su mochila para después alcanzarme en el coche, la mantuve abrazada a mi durante el transcurso del camino, no quería apartarme de ella, además de que se estaba congelando. Al llegar, estacione el auto justo al lado del auto de Jake, Nessie y él estaban ahí, abrazados como si no existiera nada más para ellos. Bajaron del auto cuando escucharon apagarse el motor de mi automóvil, copie su gesto y Debbie lo hizo también.

-buenos días chicos, ¿Cómo pasaron la noche?- dijo Jake sonriendo con burla

-bien, creo- dijo Debbie, ¿dudaba? Bueno, el caso es que la abrace cuando comenzó a temblar, gesto que no pasó por alto para Jake y Nessie

-hoy llegaran Sam y Emily, ¿también tu iras a recogerlos a Seattle?- pregunto Renesmee dirigiéndose a mi chica, mi chica que bien se oía eso.

-no lo sé- respondió, pensé que después de integrarla a mi vida su actitud hacia mis amigos iba a cambiar, pero no fue así, ella seguía igual de distante.

-claro que iras, son tus tíos- le dije mirándola a los ojos, la vi sonreír un poco y después bajo su mirada

-tengo que entrar- dijo al momento de darme un beso en la mejilla, se alejo de nosotros sin ninguna despedida, la vi mover sus caderas de una manera tan seductora que me dieron ganas de ir por ella y llevarla de nuevo a casa. Los demás chicos tampoco pasaron eso por alto, los vi como miraban a mi chica pasar junto a ellos, en ese momento sentí una inmensa ola de celos que me provocaban a ir a quitarles sus ojos

-tranquilo hermano, todo está bien- dijo Jacob sonriendo

-me tengo que ir amor, te veo más tarde- dijo Nessie con una linda voz, le dio un beso en los labios y después camino hacia el edificio.

-siempre es lo mismo- dijo Jacob al ver a los chicos mirar a Renesmee, esta vez fue mi turno de sonreír

-no es fácil de asimilar, son hermosas- le dije afirmando lo que ya todos sabían

-lo sé… tú, ¿Dónde diablos te metiste anoche que te necesitamos?- dijo regañándome, como si fuera mi papá

-depende, ¿a qué hora?-

-yo que sé, las 10 creo- sonreí al recordar lo que hacia esa hora, Debbie estaba en mi habitación hablando conmigo mientras yo aspiraba su delicioso aroma natural -¿y bien?- dijo Jacob sacándome de mis pensamientos

-Debbie estaba en la habitación- le dije aun con mi sonrisa de idiota

-eso lo explica- dijo rodando los ojos tal como lo hacía Edward, habían tomado las mismas costumbres ahora que Jake estaba con Nessie

-¿ocurrió algo anoche?- le pregunte al recordar que Seth ya no estaba en la habitación de Debbie cuando fui a…

-vamos al taller, ahí te cuento- me subí en mi auto y Jake hizo lo mismo, lo seguí camino a La Push hasta el taller, Quil y Seth no estaban ahí.

-¿y bien?-

-un vampiro esta rondando la casa de Sam-

-¿Qué?- grite, no podía permitir que ellos se acercaran a Debbie, a Claire, a Emily

-como lo escuchas, Seth y Quil están vigilando ahora mismo, es muy rápido-

-¿Por qué no me dijeron nada?-

-¿no te diste cuenta? Estuvimos aullando toda la noche esperando a que aparecieras-

-lo siento, estaba un poco ocupado- dije sonrojándome, sonrió pícaramente para después lanzarme con una llave justo en mi hombro

-así que… ¿estabas con tu chica no?-

-sí, ni como negarlo- dije cerrando los ojos y dando un profundo suspiro

-dime, ¿ella es buena?-

-¿Qué?- pregunte incrédulo, ¿desde cuándo le interesaba mi vida privada?-

-¿es buena en la cama? Bueno, ella tiene un cuerpo de infarto hermano-

-aleja tus pensamientos de ella- dije marcando mi territorio –ella es genial, es todo lo que te diré-

-ya me la imagino…- dijo cerrando los ojos, me moleste un poco y le avente con la llave con la que me había golpeado, yo si logre darle en la cabeza –Hey eso dolió- dijo poniendo su mano en el golpe – ¿ahora no puedo pensar en Renesmee?-

-¿te puedo hacer la misma pregunta?- dije sonriendo aun mas

-puedes hacerla, pero yo no puedo decirte absolutamente nada-

-¿Nessie y tu no…?-

-intenta hacer el amor con tu novia teniendo como suegro a un lector de mentes- dijo resoplando, eso sí que era un lio

-ok, no más preguntas… ¿crees que pueda ir con los chicos a vigilar? No quiero que ese vampiro esté cerca.-

-claro, recuerda que iremos por Sam y Emily a las 12 cuando salgan las chicas, díselo a Quil- corrí fuera del taller hacia el bosque, me transforme y después comencé a correr hacia los chicos. Según ellos no había novedades, el olor se había ido hacia Seattle, territorio de los Cullen, así que solo quedaba que ellos lo detuvieran ahí.

Fuimos a descansar a eso de las 10, me di un ligero baño y después me reuní con los chicos en el taller, Seth no iría ya que ayudaría a Jared en su viejo auto, así que solo íbamos Claire, Quil, Jacob, Renesmee, Debbie y yo. Pasamos por las chicas a la escuela en Forks en una mini van que Jake había comprado hace tiempo, solo para que Edward no le dijera nada por tener que llevar a su princesita en su motocicleta, tomamos camino hacia Seattle justo después de eso. Debbie texteo todo el camino con alguien, debía ser Jasper o Seth. Al llegar al aeropuerto solo esperamos unos minutos para que Sam y Emily aparecieran.

-chicos- dijo Sam al vernos a todos ahí, Claire corrió a abrazarlos, eran sus padres prácticamente

-¿tú no nos saludaras Debbie?- pregunto Sam al verla estática, ni siquiera parpadeaba

-claro- respondió para después caminar hacia él, le dio un beso en la mejilla y después lo abrazo

-¿Cómo te portaste princesa?- le pregunto

-bien, yo siempre me porto bien- vi a Jake sonreír un poco, también yo lo hice

-¿Cómo estas mi vida?- dijo Emily al momento de abrazarla

-bien gracias tía Emily, ¿disfrutaron de su viaje?-

-mucho, estuvo increíble- después de muchos abrazos y saludos fue tiempo de irnos, las nubes avisaban una gran tormenta.

-Thompson- dijo Debbie al momento de poner su celular en su oído -¿Qué pasa?... no, no lo creo Toledo… no, el y yo no somos nada ahora… ¿Qué? No puedo creerlo, ¿Qué rayos pasa con ustedes?... no lo sé… no me interesa el mando y lo sabes… está bien, estaré ahí en un par de horas- dijo apartándose de nosotros –tengo que irme-

-¿A dónde vas?- pregunto Sam

-me necesitan en Carolina, tengo que ir en apoyo… si no llego a regresar quiero que sepan que los amo, que son unos grandes amigos y la mejor familia que pude tener- camino hacia el edificio, corrí hacia ella y la tome de la mano

-¿Por qué tienes que ir?- dije deteniéndola

-Matt está en problemas- respondió seria, su voz se notaba preocupada

-entonces, ¿me dejas a mí para arriesgarte por él?- pregunte un poco furioso

-no lo veas de esa manera, es mi deber-

-no, si mal no  recuerdo tu y el no son nada- le grite… por dios, le había gritado, unas lagrimas salieron de sus ojos

-Embry, solo déjame ir- dijo al momento de soltar mi mano

-está bien, veo que el siempre estará sobre mi- di media vuelta y la deje ahí, me dolía                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     más que a ella, era mi razón de vivir. Cuando entre a la camioneta la vi entrar al edificio, no lo había dudado ni un segundo para correr tras él, tal vez la magia en mi se había equivocado y ella no era mi imprimación.

POV Debbie

Cuando lo vi dar media vuelta pensé en abrazarlo, irme con el de nuevo, pero Matt me necesitaba ahora, no sé porque diablos se le había ocurrido meterse en problemas justo ahora. Camine rápido hacia las oficinas para comprar un boleto hacia Charlotte, recibí un mensaje de Richard Toledo, me esperaría en el aeropuerto ya que no quería que nos ligaran en ningún momento, y en verdad se lo agradecía, no sería agradable que personas que me conocían dijeran que salía con un adulto de cerca de 40 años.

Espere un poco impaciente a que mi vuelo saliera, unas lagrimas corrieron por mis mejillas al recordar la expresión de Embry cuando le dije que iba a buscar a Matt. ¿Pero qué podía hacer? Matt era aun importante, tenía que ayudar a buscarlo donde quiera que se encontrara. Según Toledo él lo había mandado a vigilar a no sé qué estúpido, pero las cosas se salieron de control para Matt y ahora se encontraba desaparecido.

Antes de subir al avión llame a Embry, tenía que saber cómo estaba. Pero no respondió, la llamada una y otra vez se iba al buzón. Durante el vuelo permití que unas lagrimas salieran, si las guardaba podrían hacerme daño cuando menos las necesitara.

-por aquí- me dijo un hombre que me tomo del brazo para llevarme a un auto color plata que se encontraba algo retirado del aeropuerto, lo reconocí unos segundos después –me alegra que hayas venido-

-¿Dónde diablos lo mandaste?-

-solo tenía que ir al sur de la ciudad, dijo que iría solo que no necesitaba la ayuda de Sophia-

-¿y acaso no eres su jefe para imponer algo? Yo en tu lugar no le hubiera permitido ir solo

-el es muy inteligente, lo sabes-

-algo muy malo debió haber pasado- dije mas para mi que para el,

arranco el auto y comenzó a conducir por la ciudad, el sol estaba a punto de ocultarse, ya tenía más de 24 horas que no dormía y aun así no me sentía cansada.

-deberíamos de esperar hasta mañana, te vez algo cansada- dijo compadeciéndose de mí, que va, como si yo necesitara algo de el

-no lo estoy, además necesito regresar a Washington-

-¿quieres cenar algo?- tal parecía que quisiera esperar para ir a rescatar a Matt donde quiera que estuviera.

-no, ¿ya sabes dónde está Matt?- pregunte mirándolo a la cara, no lo había hecho desde que llegamos

-según me han informado esta en un almacén como a una hora de la ciudad, por eso te digo que es mejor que vallamos mañana-

-tal vez por la mañana tengan vigilancia-

-¿no quieres ir a saludar a tu mamá?-

-no quiero- dije molestándome un poco, ya estaba harta de su paciencia -¿Qué diablos estas ocultándome?-

-No es nada, si quieres ir ya entonces eso haremos, de una vez te advierto te he dejado al mando- ¿Qué? Regresar al mando de mi tropa era lo último que esperaba de Richard Toledo, el sí que debía estar desesperado por encontrar a Matt, el era un gran elemento para la tropa.

El camino hacia el gran almacén se torno algo incomodo, solo había silencio entre nosotros, cuando él quería comenzar una plática yo la convertía en una discusión. Simplemente nunca nos llevaríamos bien, teníamos notables diferencias en carácter.

Mis pensamientos fueron a parar a Embry de nuevo, lo extrañaba tanto y haberlo dejado molesto me hacía sentir peor. Quería regresar lo antes posible, arreglar las cosas con él, no me gustaba estar de esta manera, por fin había descubierto que lo amaba y no quería estar ni un minuto más sin él. Recordé la primera vez que estuve en su casa, las cosas que me gustaban de él, su sonrisa, su mirada, su cabello, sus caricias, sus besos, sus irremediables celos, su olor, todo en el me volvía loca.

-¿Cómo va tu vida en Washington?- me pregunto para una vez mas tener una conversación

-algo lluviosa, no puedo quejarme, literalmente, no cuando mi mamá me ha enviado a vivir ahí. Me agradan mis amigos, la escuela es un poco aburrida, tanto como aquí. Lo que no me gusta es el clima, la mayor parte de los días es lluvioso, solo 3 días he tenido la satisfacción de ver la luz del sol-

-eso es algo interesante, no sabía de ningún lugar donde no saliera el sol- dijo impresionado, al parecer habíamos tenido una conversación sin gritar o enfurecernos

-bienvenido a Forks, Washington- dije antes de dar un suspiro. Forks, Washington, el lugar donde había conocido al que esperaba fuera el amor de mi vida, con el que esperaba pasar increíbles días y maravillosas noches

-¿me podrías contar más acerca de ese lugar? Me gustaría visitarlo alguna vez, creo que a mi familia y a mí nos gustaría conocer el lugar sin sol-

-no sabía que tuvieras familia- dije ahora siendo yo la impresionada. En los años que llevaba conociendo a Richard Toledo siempre lo considere un hombre solo, imaginaba que de ahí era que había sacado su mal carácter ya que no tenía a nadie que le levantara el animo

-bueno, solo a mi esposa y a mi hija-

-¿Cómo se llama tu hija?- sonrió un poco ante mi curiosidad

-Maya, iba a la misma escuela que tu- busque un poco en mis recuerdos, debía haberla conocido, mamá siempre me había mandado a escuelas particulares, ya saben, tenían una mejor calidad educativa, profesores calificados, además de que convivía con chicos de la misma posición económica que yo. Basura, como si me interesara algo de eso. Por fin pude localizarla entre mis polvorientos recuerdos, si, no tenía buena memoria, pero ahí estaba ella, capitana de porristas y presidenta estudiantil, la señorita perfección frente a todos, la diva del plantel, la princesa dentro del país, ¿debo decir que nunca nos llevamos bien? No creo que no, ella siempre me miraba hacia abajo, era como uno de los demás, siempre intentaba meterme en problemas y yo como siempre la ignoraba, no era bueno para mí después de tener un alto cargo en la tropa. Mi tropa.

-ya, la recuerdo-

-creo que te hacia sufrir demasiado- dijo sonriendo apenado

-solo un poco, yo la hacía sufrir más con el solo hecho de ignorarla-

-lamento los malos ratos que te hizo pasar, su madre la tiene demasiado consentida, es una malcriada, no puedo gritarle un poco ya que de inmediato se me vienen encima todos los alacranes que tengo como familia política- dijo antes de soltar una sonora carcajada. De nuevo me sorprendí, habíamos llevado esta plática mucho más allá de lo que pudiéramos esperar, ahora hablábamos de su familia, algo que pensé jamás llegaría a ocurrir -¿Qué me dices de tu familia?- decidí abrirme solo un poco, no quería que se enterara de toda mi lamentable historia familiar

-mis papas se divorciaron cuando tenía 7 años, dure algunos años para ver a papá, mamá se caso y después yo entre a la tropa, ya sabes lo que paso después- dije sin darle mayor importancia a mis palabras, en realidad mi pasado ya no me interesaba, solo el presente y el futuro al lado de Embry.

-¿y tus nuevos amigos?- perfecto, Matt le había contado también de mis amigos

-son buenos chicos, hace unos días conocí a una chica, a ella también le gusta la pintura como a mí, me cayó de maravilla, es tía de una de mis compañeras del colegio, también conocí a los amigos de mi tío Sam, ellos me han tratado bien, he hecho muy buena amistado con dos chicos en especial, Leah y Seth Clearwater. Ellos tienen una historia familiar difícil, así que son muy unidos-

-que bien, me alegra que hayas hecho amigos ahí, supongo que no querrás regresar- lo pensé un minuto, regresar con mamá, no creo que no, después de todo podía seguir viviendo con tío Sam y tía Emily, salir con los chicos a divertirme de vez en cuando, pasear con Embry y tal vez formar una vida con él, todo sin la necesidad de regresar a Carolina del Norte.

-no quiero regresar, me he encariñado con todos ahí- recibí una llamada de tío Sam, tuve que contestarle, tal vez estaba desesperado –dime tío Sam-

-Debbie, ¿Cómo estás?- pregunto alterado

-estoy bien tío, cálmate-

-Embry esta que se muere, ha llegado aquí preguntando por ti, viene completamente ebrio-

-tío Sam, ¿crees que puedas cuidarlo? Yo estaré bien, con un poco de suerte regresare mañana por la tarde, no permitas que haga algo peligroso en mi ausencia-

-lo intentare, los chicos están con él en tu habitación, está llorando porque te fuiste- sonreí al imaginarlo

-ya quiero regresar y aclarar todo con él, dile que lo quiero que nunca lo olvide, también a ti, a tía Emily, a Seth, a Leah, Jasper, Alice, Esme… los quiero- vi una gran bodega a lo lejos, mire a Toledo para que me confirmara que ahí era el lugar

-no me dijiste que conocías a los Cullen-

-también se su secreto, y el tuyo. Tío Sam, tengo que colgar ok, espero verlos pronto- no deje que contestara, colgué para después apagar el celular. Lo guarde en mi chamarra que estaba en el asiento trasero del auto, era sorprendente el cambio de clima, con suerte obtendría un resfriado.

-espérame aquí, iré a ver si no tienen vigilancia- camino hacia la parte trasera de la gran bodega y lo vi desaparecer entre las sombras. Espere unos minutos en el asiento copiloto, me sentía desesperada, quería ir por Matt y regresar al lado de Embry tan rápido como fuera posible, me asuste un poco cuando Toledo abrió la puerta del auto

-solo había un tipo, lo he golpeado en la cabeza por lo que ha perdido el conocimiento, andando- ordeno, Salí del auto con un poco de dificultad

-no se supone que estoy al mando, yo decido cuando entrar- dije mirándolo a los ojos

-tienes razón, lo siento-

-ok, andando- repetí sus palabras y después comencé a caminar hacia la entrada de la bodega, estaba cerrada con candado, busque la forma de entrar y solo me encontré con una ventana en la parte superior

-trae el auto- le dije sin dejar de mirar mi objetivo, corrió por el auto y después lo estaciono donde le dije, subí sobre él para entrar por la ventana, aun estaba algo alto así que tuve que dar un pequeño salto para poder subir. Se veía completamente obscuro, solo podía escuchar la lenta respiración de alguien que supuse era Matt.

-bien Deborah Thompson, saltaste de un acantilado así que no debes de temer para saltar esta ventana- me dije a mi misma, al caer al piso sentí un ardor en mi brazo, genial, me había cortado con uno de los vidrios que estaban rotos. Odiaba esa oscuridad, en estos momentos deseaba haber traído el celular conmigo, mis ojos tardaron unos minutos para adaptarse por lo tanto tropecé algunas veces y me hice ligeros golpes en mis piernas.

Seguí la respiración de Matt hacia uno de los rincones más oscuros de la gran bodega, golpee mi cara con un gran fierro que sobresalía de un viejo tractor que estaba ahí, eso se vería mal para el amanecer.

No encontré a nadie en ese lugar, estaba completamente vacío, ya no había más respiraciones ahí, definitivamente mi sentido del oído me había hecho una mala jugada al tener mis nervios al límite.

-¿sucede algo Thompson?- grito Toledo desde afuera, no había necesidad de yo también guardar silencio

-no hay nadie aquí- respondí en el mismo tono de voz

-revisa bien, yo tratare de tirar la puerta con el auto- escuche que el auto encendía, no podía creer que Richard Toledo y yo estuviéramos trabajando en equipo para un solo objetivo, era algo que jamás imagine.

El silencio se hizo huésped en aquella inmensidad de edificio, ahora ya no podía escuchar su respiración, ni la de Toledo, valla ni siquiera la mía. Lograba escuchar el caminar de alguna rata, porque de seguro que había ratas ahí, escuchaba algunos moscos que debían estar escondiéndose para dormir, el canto de los grillos en las afueras de la bodega, pero solo eso, no podía escuchar nada más.

Decidí esperar un momento para que Toledo tirara la puerta, me senté en una de las llantas del viejo tractor, podía ver un montón de paja seca en uno de los rincones más alejados, junto a él estaba una puerta pequeña por donde bien podía entra una persona de pie, había algunas sillas para caballos así como otras cosas que un buen vaquero usaba.

Pasaron cerca de 5 minutos y Toledo no estaba ahí, era como si se lo hubiera tragado la tierra, tal vez me había traído aquí para dejarme morir de sed y hambre, tal vez le había pasado algo.

Pensé en la primera opción, eran planes no muy alejados a la mentalidad de Toledo, yo aun representaba un riesgo para él, no sé en qué forma pero aun lo era. No me di cuenta de si mentía o no durante todo el trayecto hasta aquí, no me dio tiempo siquiera de pensar que era uno de sus malvados planes, en todo lo que podía pensar era en Embry que en esos momentos lo odiaba por quitarme mi facultad de pensar en otras cosas que no fueran él.

Me levante decidida a salir por la pequeña puerta, intentando no caer o golpearme con algo logre alcanzarla pero para mi mala suerte estaba atascada, mire a mi alrededor por una escalera para salir por donde entre, logre visualizar una muy vieja ubicada al otro extremo del gran almacén. Camine de nuevo con mucho cuidado, la tome entre mis manos y la hale para llevarla hacia la ventana, al llegar vi encenderse la luz, gire para ver quién era el causante de que viera mejor, una sonrisa llego a mi rostro en el momento en que mire a Matt.

Ahí estaba el, llevaba una camisa negra y unos pantalones azules, llevaba una gorra, algo no muy común en el, lo veía distinto, mas pálido de lo que en realidad era, sus ojos… estaba cubiertos por unos estúpidos lentes de sol, si, extraño. ¿Quién usaba lentes de sol por la noche?

-Matt, ¿Por qué diablos no saliste antes?- pregunte al verlo inmóvil, parecía que había dejado de respirar

-no pensé que fueras tu- me dijo su voz, sonaba diferente. Camine hacia el después de soltar la escalera, pero él seguía ahí, sin ninguna emoción en su rostro

-¿estás bien?-

-¿Cómo va tu relación con Embry? Supongo que va de maravilla-

-Matt…-

-dímelo, no me molestare- dijo interrumpiéndome

-no quiero hablar de eso-

-yo quiero hablar, ¿Cómo te trata tu nueva familia?-

-sabes que me llevo bien con mis tíos, con Claire-

-nunca me dijiste porque no vivías ya con Embry, ¿me lo dirás ahora?-

-son problemas entre Embry y yo… tu dime, ¿Qué diablos haces aquí? No pareces un secuestrado-

-es que no estoy secuestrado, Toledo hace bien su trabajo, dijo que te traería sin ninguna complicación, y mírate, aquí estas- y como lo sospeche, todo era un plan para traerme de nuevo, en un pasado hubiera estado feliz por estar cerca de Matt de nuevo, pero ahora no, no cuando tenía a Embry esperándome en casa

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Hola de nuevo... mil gracias por leer y sorry por actualizar tan tarde, hoy es mi ultimo dia de vacaciones y queria disfrutarlo...

les dejare dos capitulos mas aparte de este... me diverti mucho al escribirlos, espero que les gusten...

con cariño... Annaris