POV Embry

Ahora si todo estaba perdido, sin ella mi vida no tenía sentido. Me había hablado hace unas horas para decirme adiós. No la volvería a ver nunca, lo había preferido a él, era de esperarse ya que llevaban años de conocerse mientras que yo la conocía de unos días, la había hecho sufrir y ella no se lo merecía.

En esos momentos mi cerebro no lo proceso bien, estaba completamente borracho, después de su partida me había refugiado en el alcohol, esa noche no fui a patrullar con los chicos, Sam y Emily me tenían en su casa, cuidando que no hiciera una estupidez, pero ¿Cómo querían que no hiciera nada cuando me tenían encerrado en el cuarto de la mujer que mas amaba? Donde se encontraba su olor, su deliciosa fragancia. Esa mujer que me había dejado para que muriera solo y de tristeza…

Ya había amanecido y yo ni siquiera había podido pegar el ojo, había visto su álbum de recuerdos con toda esa cantidad de fotos suyas una y otra vez, era un masoquista.

-Embry, te he traído algo para que desayunes- me dijo la dulce voz de Emily cuando entro a la habitación

-no tengo hambre, gracias- dejo la charola de comida en una de las mesitas de noche y avanzo hacia mí, estaba sentado en el piso con el lobo de Debbie entre mis manos

-se que te duele demasiado Embry, pero ella volverá- dijo acariciando mi cabello. Me abrace fuertemente a ella, necesitaba desahogarme con alguien

-la quiero Emily, la necesito aquí conmigo. Anoche que me hablo estaba llorando, no se la razón, pero ella lloraba-

-ella regresara Embry, ya lo veras. Lo que ambos sienten es muy fuerte, ella tampoco puede estar lejos de ti-

-pues ya lo hizo sin importarle si yo sufría, creo que lo mejor es tratar de olvidarla- dije limpiando mis lagrimas y poniéndome de pie –iré a casa-

-Jake, Sam, Seth y Quil están ahí abajo, no creo que te dejen ir solo- genial, ¿Qué seguía, un chip detector?

-estaré bien, solo iré a arreglarla un poco, la deje algo tirada después de la ultima tarde que estuve ahí, además quiero despejar mi mente-

-no sé si pueda detener a los chicos, lleva a Jake contigo, me sentiré mejor- me miro llena de ternura, Emily siempre había sido como una madre para mi, desde que mamá había muerto hace dos años ella me había cuidado, nunca me había dejado solo.

-está bien, solo porque tú me lo pides- la abrace a mi pecho, era mucho más baja que yo –no me moriré por esto, lo prometo, si su decisión fue alejarse de mi entonces la aceptare y viviré mi vida- Salí de la habitación directo a la sala, como Emily lo dijo, ellos estaban ahí, no me quitaron la mirada de encima hasta que hable

-Jake, ¿puedes acompañarme a casa? Emily no quiere que vaya solo- dije mirando como Sam y Emily se dirigían una mirada de complicidad

-claro hermano, regresamos más tarde- salimos de casa y caminamos por el bosque a paso humano, no quería transformarme, no quería que el supiera lo que sentía, en estos momentos me encontraba muy mal como para intentar proteger mi mente de él.

-¿a qué vamos a tu casa?- me pregunto después de ver que yo no abriría la boca

-puedes ir a hacer cualquier cosa, yo solo quiero estar solo- dije controlando mi voz

-escúchame Embry Call, no te dejare solo, eres mi hermano-

-es mi vida Jake, puedo hacer lo que se me plazca con ella, y lo que quiero en este instante es olvidarla de una buena vez, ella solo me ha hecho sufrir con su repentina partida-

-ella regresara Embry-

-¿Por qué todos dicen eso? ¿Acaso no entienden que se fue con él, que aun diciendo que me amaba lo prefirió al? ¿De qué manera quieren que les explique que ella no regresara?- grite, unas lagrimas luchaban por salir de mis ojos, un abrazo de Jacob me tomo por sorpresa, mis lagrimas comenzaron a caer sin cesar. ¿Por qué diablos la necesitaba tanto?

-todo estará bien hermano, ya lo veras. ¿Quieres ir a buscarla a Carolina del Norte? Te acompaño, podemos raptarla y después te la llevas al fin del mundo- dijo burlándose de mi estado, claro, lo hacía para levantarme el animo

-eso sería fácil- dije sonriendo ante la tentadora idea –pero es su decisión, ella merece ser feliz-

-si ella regresa, ¿la aceptaras de nuevo en tu vida?-  pregunta importante, ¿Qué haría si ella decidía regresar?

-le guardaría un poco de rencor por unos días, pero a la larga terminaría arrastrándome ante ella como el perro que soy- conteste limpiando mis lagrimas.

-vamos a Seattle, quiero ver a Nessie y mientras tú puedes ir buscando a alguien para sacar tu dolor- me dijo sonriendo

-¿hablas de una chica?- quise saber

-ese es mi cachorro, ahora vamos a que te pongas algo decente- me despeino y después entramos en fase para llegar rápido a casa.

Al llegar a Seattle le pedí a Jacob su auto, no quería llegar a la mansión Cullen y ver a Jasper, eso solo traería recuerdos a mi cabeza. Eran las 3 así que pensé en hacerle una visita a Marize, habíamos quedado como buenos amigos. Me invito un refresco y después salimos al parque a dar una vuelta, la deje en su casa cerca de las 5, aun quedaba tiempo suficiente para ir a conocer a una linda chica. Si otra chica es lo que me hacía falta.

-hola ¿cómo te llamas?- le pregunte a una chica que se encargaba de dar de comer a los patos en el estanque, cabello rubio, corto hasta los hombros, de buena figura. Muy diferente a ella, eso era bueno.

-¿me hablas a mi?- pregunto insegura

-sí, no has respondido a mi pregunta-

-Mellissa Turner- respondió mirándome con unos hipnotizantes ojos verdes

-hola Mellissa, soy Embry Call, pasaba por aquí y entonces te vi, eres una chica muy linda- sonrió tímidamente y se sonrojo, me recordó tanto a Debbie que por un instante creí que me iba a poner a llorar frente a ella.

-bien Embry, ¿Qué te parece si me invitas un helado y así nos conocemos mejor?-

-de acuerdo- platicamos durante un momento sentados en el pasto de aquel parque. Sobre sus aficiones, las mías, nuestras familias, los amigos, solo quise evitar esa parte que me hacía daño.

La noche casi había caído ya, eran cerca de las nueve y yo aun seguía ahí, con esa chica.

-tengo que ir a casa, ¿vienes?- dijo poniéndose de pie, la imite y me pare frente a ella

-¿no tienes algún problema con tus papas?-

-mis papas viven en Port Ángeles, puedes venir si quieres- dijo con una sexy sonrisa, ¿era mi imaginación o esta chica quería algo conmigo? Sea como sea la lleve en el auto de Jake hasta su departamento, al entrar y cerrar la puerta se colgó a mi cuello y comenzó a besarme.

-Mellissa, tengo que hablarle a mi hermano para que no me espere, aguarda un momento- dije retirándola de mi y sentándome en uno de sus cómodos sillones. Le marque a Jacob, Mellissa se monto en mis piernas y comenzó a besar mi cuello

-dime hermano- respondió en un suspiro

-¿interrumpí algo? Como sea, no me esperes, por…-sentí una leve mordida en el lóbulo de mi oreja, lo que me hizo estremecer

-¿todo bien Embry?- pregunto Jake algo preocupado

-todo, perfecto, por… por la, mañana te llevo el auto… te, te dejo, estoy en algo importante-

-bien cachorro- dijo con emoción, como si fuera una padre orgulloso de su hijo, colgué sin esperar a que dijera algo mas para después apoderarme del cuerpo de la belleza que ya estaba sobre mí.

Me desperté cerca de las 5 de la mañana, Mellissa aun dormía, así que le deje una nota en la sala con mi número de teléfono, sin duda teníamos que repetirlo. Conduje de nuevo hacia La Push, sin ninguna prisa y disfrutando del paisaje adornado por una ligera llovizna, deje el carro de Jake en su casa y después fui hacia la casa de Sam, Emily debía estar preocupada. Al llegar vi las luces encendidas, toda la manada estaba ahí incluyendo a Jasper y Renesmee.

-buenos días- dije al entrar, todos se veían un poco cansados. Jacob y Quil me lanzaron una mirada un poco picara, me conocían a la perfección, por eso eran mis mejores amigos

-¿sucede algo?- pregunte al ver sus rostros, no era normal que se reunieran a las 6 de la mañana

-recibí una llamada de Susan, la mamá de Debbie, ella…- Emily se detuvo un poco antes de soltar lo que tenía que decir, ¿Qué le había pasado? ¿Estaba herida, muerta? –Ella viene para acá- ¿Qué? ¿Acababa de tener sexo con una perfecta pero muy buena desconocida para que ahora ella se haya arrepentido de irse con su novio y haya decidido regresar? Ella en verdad me quería hacer sufrir, pero no lo conseguiría, no esta vez

-excelente noticia. Me voy a casa a dormir un poco, literalmente vengo muerto. Salúdenla de mi parte, no sé cuando pueda verla, ¿ya les conté que acabo de conocer a alguien? Se llama Mellissa, pero bueno, me voy-

-¿en verdad no la esperaras Embry?- pregunto Sam antes de que saliera

-no le veo el caso Sam, si ella no quiere verme es mejor que me valla- me gire decidido a salir de ahí, al abrir la puerta pude ver un Mercedes negro estacionarse frente a casa, y de pronto bajo ella, con sus hermosos bucles rodeando su cuello, unos jeans ajustados y solo un pequeño suéter, estaba temblando de frio, por un momento sentí la necesidad de abrazarla, olerla, besarla. Pero se fue a la basura al recordar que no me quería a su lado. Sus lentes oscuros llamaron mi atención, ¿para que los necesitara si no había sol? La mire durante unos segundos hasta que comenzó a caminar hacia mí y comprendí que era mejor alejarme de ella.

POV Debbie

-¡comienza de una vez!- presione a Jonathan para que hablara. Llevaba cerca de una hora esperando que me dijera algo acerca del.

-no soy un vampiro, soy  semivampiro, nací hace cerca de 100 años, mi padre era un vampiro y mi madre humana, ella murió cuando nací, así que  mi padre se hizo cargo de mí… hasta que lo mataron-

-ok, ¿Cómo supiste donde estaba? ¿Tienes un don o algo por el estilo?-

-te seguí, y sí, tengo un don-

-¿Por qué me seguiste?-

-deberías agradecerlo, gracias a eso estas viva- dijo sin responder a mi pregunta

-tienes razón, gracias. ¿Qué tipo de don tienes?-

-¿Qué?-

-conozco a otros vampiros, ellos tienen dones. Tal vez los conozcas, son los Cullen-

-sí, he odio de ellos y probablemente ellos me conocen, así que es mejor que no me vean junto a ti-

-¿Por qué?-

-ellos no permitirán que este cerca de una humana, menos de ti que tienes un olor tan particular- me dijo sonriendo, y de nuevo mi olor salía en el tema, comenzaba a odiarlo

-Alice, quiere conocerte, le dije que había conocido a un chico muy guapo-

-no creo que deba verla, ya te explique las razones-

-tío Sam querrá conocer al chico con el que salgo- dije mirándolo con una sonrisa, a la cual el no correspondió

-sabes que no puedo ofrecerte otra cosa más que mi amistad-

-y es todo lo que pido, pero sabes cómo son en Forks, los chismes comenzaran y tu y yo tendremos una linda relación

-conocer a Sam- dijo casi en un susurro, se quedo un momento pensativo, al igual que yo. Había sido una idiota, el era un vampiro o algo así, era enemigo de los lobos y tío Sam era uno de ellos.

-olvide por completo que eres enemigo de mi tío, lo siento. No tienes porque ir a conocerlo, se que para los vampiros es difícil oler a los lobos, ya sabes, su olor es fuerte según me han dicho. Además, no sé como reaccione tío Sam al saber que eres un semivampiro-

-no te preocupes, no temo a su reacción. ¿Recuerdas que hace un momento me preguntaste sobre mi don? Pues el mío es cambiar mi olor, puedo robarme el olor de un chico y ponérmelo yo, no sería problema el conocer a tu tío, pero a Embry no creo que le agrade-

-¿Cómo te robas el olor?- pregunte realmente asombrada, tanto que no me importo lo que Embry pensaría

-concentración- dijo respondiendo a mi pregunta, todo se resumía solo en eso, concentrarse –te confesare algo, la noche que saliste por la ventana molesta con Embry robe tu olor y lo lleve hacia el bosque, lo convine con el mío para que pensaran que te habías ido con un vampiro, corrí hasta Canadá con tu olor. Se merecía sufrir un poco- dijo sonriendo divertido, no tarde en soltar una carcajada

-¿Qué hiciste qué? Ahora entiendo porque estaban tan preocupados. Para que los lobos no detecten tu olor ¿tienes que robar otro?-

-no, simplemente lo escondo, no hay necesidad de dejar a alguien sin olor, solo lo uso para ocasiones importantes, como cuando te lleve a Port Ángeles o cuando te saque del mar-

-¿los Cullen conocen tu verdadero nombre?-

-sí, así que frente a ellos debes llamarme Christian-

-de hecho, le he dicho a Alice que así te llamabas-

-eres una chica muy lista- seguimos platicando hasta llegar a un restaurant a comer, me sorprendí al ver la gran cantidad de comida que pidió, mas tarde en el camino le pregunte como podía hacerlo a lo que me respondió que gracias a su condición de semivampiro podía ingerir las delicias de la comida humana. Se estaba haciendo tarde y mi vista humana no me dejaba ver lo suficiente.

-si quieres puedo conducir yo, veo mil veces mejor que tu- dijo con un tono presumido

-algún día seré vampiro y veré mejor que tu- dije sonriendo, me agradaba esa idea

-sí, algún día- dijo burlándose de mí –pero por ahora permíteme conducir, tu vista es mala y además estás golpeada, tal vez se te daño algún nervio óptico-

-¿ahora eres medico?-

-Grace, solo déjame conducir- gruño, orille el auto y baje para que el condujera, ya iban a dar las 10 de la noche y mis ojos se estaban cerrando –duérmete, puedo conducir hasta Forks-

-mejor lleguemos a descansar a un hotel, también tú necesitas descansar-

-al ser inmortal puedo quedarme mucho tiempo sin dormir. Ahora cierra los ojos y duerme, te despertare antes de entrar a La Push-

-¿Por qué?-

-soy un chico normal, no puedo llevar tu auto hasta tu casa y después regresar corriendo por el bosque a toda velocidad-

-eres un chico listo- dije repitiendo sus palabras y regalándole una sonrisa

-lo sé- y bastante modesto pensé para mí, lo obedecí y unos minutos después me había quedado completamente dormida, como siempre pensando en él, en su sonrisa, sus labios, su piel…

Pronto estaría con él y no tendría que extrañarlo nunca más. Me soñé en su casa, preparando algo para que comiera y esperando a que llegara de trabajar, nos veíamos felices. Cerca había dos niños, una niña y un niño. Ambos se parecían mucho a Embry

-Grace, llegamos- dijo la voz de Jonathan, abrí los ojos y sonreí, cada vez estaba más cerca de Embry. Bajo del auto y me ayudo a llegar al asiento piloto. –Dejé tu chamarra en el asiento trasero, tu celular está ahí, y compre algo para ti, está en la guantera- me agache hacia la guantera y saque unos lentes de sol

-gracias, pero estamos en Forks, el lugar donde nunca hay sol-

-tal vez, pero tus golpes son graves, debes ir a ver un medico-

-gracias-le dije antes de que me diera un beso en la frente

-no hay porque, nos vemos el lunes, eso espero-

-claro, trata de robar un olor que puedas conservar por mucho tiempo, aunque sea una parte-

-claro, buscare un chico guapo- dijo sonriendo con un poco de sarcasmo. Me puse los lentes y encendí el carro –y por cierto, estudie medicina mucho antes de que tu madre naciera- rodé los ojos y suspire

-wow señor tengo miles de años de vida y hago lo que quiero, espero que me ayudes a pasar mis exámenes entonces-

-claro, cuando quieras- le dije adiós con la mano y después hice avanzar el auto, conduje hacia la Push con mucho cuidado, la ligera lluvia se estaba convirtiendo en una gran tormenta y yo no quería accidentes en mi nuevo auto. Me detuve un poco más adelante para retocar mi maquillaje, mamá me había regalado todo un kit que tal vez terminaría regalándoselo a Claire o a Leah.

Me sentía un poco nerviosa, ¿Qué pasaría si Embry no quería verme ya? Si, lo sé, era una negativa, mamá siempre me lo dijo, nunca le encontraba el lado bueno de las cosas, pero la verdad prefería que las cosas buenas fueran las que me sorprendieran y no las malas.

Tuve que orillarme un poco más adelante, la tormenta no permitía que viera absolutamente nada, por lo que preferí estacionarme, y ahí estuve otra larguísima media hora esperando a que pasara todo.

Cuando estuve segura de que podía volver a conducir subí a la carretera, con suma precaución conduje a 50 kilómetros por hora, era algo realmente estúpido, pero necesario. Mis manos me dolían por apretar tan fuerte el volante, mire mi mano derecha por un segundo y vi que algunas heridas se habían abierto de nuevo. Ver mi sangre no me incomodaba, era normal, pero ver la de los demás si, era como si… como si hubiera nacido para ser un vampiro y la sangre me incomodara desde antes.

Al entrar a La Push, sentí esa paz interior que necesitaba desde aquella noche, como si todos mis miedos hubieran desaparecido, conduje lento hasta llegar a casa, quería disfrutar el paisaje que me regalaba mi hogar, si en eso se había convertido este lugar, en mi hogar.

Me estacione frente a la casa de mis tíos, mi casa, lo primero que vi fue la figura de Embry en la puerta, sonreí como una completa idiota, lo necesitaba más que nunca. Baje cuidadosamente del carro, mi espalda aun me dolía, mamá no sabía de ese golpe así que no me atendieron, después buscaría un doctor para que me diera algo para la infección, lo que realmente importaba ahora era verlo a él, besarlo, sentir su piel, su calor…

Lo mire incomodarse y después caminar hacia el bosque, no quería verme, como lo había supuesto el estaba molesto conmigo, pero ya tendría toda la tarde para arreglar las cosas. Mis tíos y los chicos salieron de la casa, se vieron impresionados, tal vez esperaban que estuviera muerta. Tío Sam corrió hacia mí y  me abrazo

-auch, con cuidado tío Sam- me queje al sentir presión en mi espalda

-dios mío, ¿Quién te ha hecho esto?- dijo quitándome los lentes de sol

-eso no importa tío, es parte de mi trabajo, o lo era- dije sonriendo con una mueca

-Jasper, ¿puedes llamar a Carlisle para que venga a revisarla?- grito sin mirar a otro lado, solo observaba el estúpido golpe en mi cara

-no es nada tío Sam, si te digo con que me golpee te vas a reír de mi-

-entra a casa, hace frio-

-traje otra maleta, ya sabes, mamá piensa más que yo- con mi llave abrí la cajuela del auto y tío Sam me ayudo con mi maleta, después ambos entramos. Tía Emily me llevo chocolate caliente y una manta. Me senté con mucho cuidado, mis piernas estaban realmente adoloridas por los golpes.

Me negué a hablar sobre lo que me había pasado, nadie debía enterarse que Toledo y Matt eran vampiros ya que preguntarían como es que había salido viva y yo no les diría que Jonathan que es semivampiro me había salvado.

-Carlisle vendrá en una hora, Edward viene con el- dijo Jasper entrando a la casa y sentándose a mi lado

-no quiero que Edward venga- dije seria, si el venia el secreto de Jonathan estaba descubierto

-¿Por qué?- pregunto Renesmee que para mi sorpresa estaba ahí

-quiero un poco de privacidad, si él viene entonces me voy a buscar otro doctor-

-está bien Debbie…- dijo Jasper acariciando mi cabello

-ya le marco a papá, sé que no le gustara ya que le encanta enterarse de todo el chisme completo- dijo Renesmee fingiendo molestia, me reí por lo bajo, era la primera vez que un comentario suyo me hacia sonreír

Me sentía mal por el hecho de que Embry estuviera molesto conmigo, estaba en todo su derecho pero de cualquier forma me dolía. Pensé en ir a verlo a su casa esta tarde, pero como sabia que mis tíos no me dejarían moverme preferí no decir nada.

El doctor Cullen llego antes de lo esperado, con él venía solo Alice. Me asegure de que no me hubieran mentido y hubieran traído a Edward, pero por si las dudas comencé a pensar en mi problema con Embry. ¿Cómo lo solucionaría? No iba a regalarle chocolates y pedirle perdón, tal vez podría invitarlo a caminar, claro, cuando mis piernas no dolieran tanto, podría invitarlo a ver una película al cine, eso sería divertido.

-Debbie, ¿te sientes bien?- pregunto el doctor al ver que no respondía ninguna de sus preguntas

-sí, lo siento, ¿Qué decía?-

-¿Dónde más te golpeaste?-

-solo las piernas, los brazos y la cara… a y también mi espalda-

-muéstrame tu espalda-

-¿aquí? Bueno, no me da pena pero…- deje a un lado mi vergüenza y me quite mi blusa, vi la cara de horror en los presentes, ¿en realidad estaba tan mal?-

-tenemos que desinfectar esas heridas Debbie, sube a tu habitación, iré rápido a buscar todo lo que necesito-

-¿me va a doler?-

-un poco- dijo sonriendo, me gustaba que me dijera la verdad. Busque en la sala a la persona indicada para acompañarme en mi dolor.

-Lobito, ¿me acompañas?- dije mirando a Seth, se puso de pie y tomo mi mano

-hasta el fin del mundo- me respondió sonriendo, di media vuelta para caminar hacia mi habitación, no llevaba mi blusa puesta, era inútil ya que todos me habían visto sin ella.

Mire a Embry parado en la puerta, su cara mostraba dolor, baje la mirada y apresure el paso hacia mi recamara, no quería que me viera en estas condiciones.

************************************************

hola, no se cuanto tarde en actualizar, espero que no mucho... la escuela me absorbe por completo...

espero que les guste en verdad, con cariño... Annaris...

P.D. les dejo un pequeño adelanto

***************************************************************************************

-vamos Seth, solo es una niña, no presiona tan fuerte- dijo Jared riéndose escandalosamente

-da las gracias por haberme ofrecido, ya que ella quería que fueras tu- le respondió mirándolo a los ojos

-déjame ver esa mano Seth- dijo el doctor acercándose a él –valla, ¿te duele mucho?-

-sí, un poco- dijo haciendo una mueca cuando el doctor presiono su mano

-déjame ver- camine hacia él y vi su mano morada, hinchada –Dios mío, ¿yo hice eso?-

-al parecer sí- dijo Jasper un poco serio

-lo siento Seth-

-si, como digas. En unas horas estaré bien, no te preocupes- dijo regalándome su hermosa sonrisa

-si te hace sentir mejor, me dolió mucho, solo que yo si soy fuerte y no me quejo por cualquier moretón- dije levantando una ceja, todos rieron

-claro, pero saltas del acantilado y te estás muriendo de miedo-

-cállate, el viernes por la noche tuve que brincar una ventana altísima, casi me mate pero lo conseguí-

-¿Cuánta altura tenia la ventana? ¿Un metro?-

-no me provoques Seth, sabes lo que puedo hacer- dije mirándolo a los ojos, el seguía sonriendo pero yo no, no me gustaba el tono que estaba usando conmigo

-haber, haber, ¿acantilado?-

-gracias Seth, ahora no dejara que llevemos a la princesita a los acantilados- dijo Paul levantándose de su asiento. Mi celular timbro, me altere un poco al pensar que era Matt, me alivie un poco al ver el nombre “Christian” en la pantalla

-hola Christian, ¿Qué ocurre?- dije alejándome de todos, camine de nuevo hacia mi habitación, quería descansar

**

-¿crees que me gusto alejarme de ti? ¿Ponerme en peligro esa misma noche con tal de regresar rápido? ¿Crees acaso que me gusto que me golpearan, que me gusto pelear contra…? Olvídalo, no tiene caso, venía a arreglar todo contigo pero la verdad es que eres…- di media vuelta y camine de regreso a casa, Embry corrió hacia mí y me tomo del brazo

-Debbie, yo…-

-¿tú qué? ¿Tú no irías a rescatar a uno de tus hermanos si ellos se encontraran en peligro?- grite, mis lagrimas cayeron por mis mejillas, las intento limpiar pero quite su mano –no me toques, no quiero que lo hagas- seguí llorando hasta llegar a casa