De un momento a otro me tenia rodeada por sus brazos, había hecho unos movimientos tan rápidos como el aire, que fue imposible siquiera ver acercase a mí.

-y bien, ¿Qué tienes que decirme?- pregunto dejando su frio aliento sobre mí, olía a soledad… sí, eso era, soledad

-no tengo que decirte nada-

-¿no?- dijo presionando mi brazo, me estaba lastimando así que solo fui capaz de abrir la boca –podrías pedir una disculpa por haber preferido a ese estúpido perro en vez de a mí, por tu culpa soy lo que soy, aunque no me arrepiento- soltó mi brazo para después tomar un mechón de mi cabello y olerlo –Toledo dijo que olías bien, nunca dijo cuanto

-si quieres que te pida una disculpa entonces lo hare, pero déjame ir- le dije sin perder la calma en mi voz

-¿crees que será tan fácil? He sufrido mucho ¿sabes? Te contare la historia. Después de que termine contigo por ser una zorra me hundí en el alcohol, yo te amaba Grace y no quería aceptar que lo habías preferido a él, Toledo me encontró en mi departamento el día siguiente, me ofreció su ayuda, la cual acepte gustoso, me convirtió en vampiro y aquí estoy. Me dijo todo sobre tu mundo, se que sabes que tu novio es un licántropo al igual que sus amigos y tu tío Sam, se que conoces a los Cullen, pero la verdad no me interesa ya que no los volverás a ver- abrí mucho los ojos, ellos me vigilaban, Toledo y Matt eran vampiros y querían asesinarme, odiaba mi olor por ser tan llamativo, fresas y canela, gracias destino por regalarme tan singular olor, pensé con sarcasmo.

-no me harás daño Matt, somos amigos ¿lo recuerdas?-

-no, no somos nada, serás mi cena esta noche y no habrá manera de evitarlo- desapareció ante mi vista y las luces se apagaron, quede de nuevo encandilada, de pronto solo fui capaz de sentir el frio aliento de Matt sobre mi cuello, solo quedaba una sola cosa por hacer. Esperar mi muerte.

Al menos no me había ido sin despedirme de nadie, les había dicho a todos que los amaba, solo me dolía no poder reconciliarme con Embry, lo quería tanto que en estos momentos deseaba que él estuviera conmigo.

Intente como última opción tratar de golpearlo, aunque sería inútil ya que era un vampiro, con el mismo impulso de mi brazo hacia él me lanzo hacia el piso provocando que mi espalda se rasgara con el contacto

-tu sangre me está volviendo loco, ¿Qué te parece si jugamos a algo?-

-Matt, déjame ir- suplique conteniendo unas lagrimas

-a Bella Cullen le fascinaría ver esta historia, ¿no te conto que ella vivió algo similar cuando aún era humana?... bien, este es el juego- me tomo en brazos y me llevo a una de las esquinas que se encontraban alejadas de la pequeña puerta, vi abrirse la puerta y después el volvió a aparecer a mi lado –te daré un minuto para salir, si en ese minuto lo consigues estarás a salvo, no te matare… pero si no logras hacerlo entonces tendrás que llamar a toda tu familia y decirles el ultimo adiós-

-Matt…-

-cincuenta y nueve, cincuenta y ocho…- comenzó su cuenta regresiva, corrí a paso apresurado hacia la puerta, tropecé en varias ocasiones, las palmas de mis manos estaban llenas de sangre por tantas veces que me habían servido de apoyo para no caerme por completo

-diez, nueve, ocho…- su cuenta estaba terminando, confié en mi misma para no caer de nuevo y poder salir de ahí, pero no contaba con que antes de llegar a la puerta aparecería frente a mi –uno, cero- dijo sonriente, podía verlo con claridad, la luz de la luna era inmensa ahora que estaba la puerta abierta –lo siento, no lo lograste, te daría otra oportunidad, pero tu fragancia es exquisita- me ofreció su celular, el cual yo tome y comencé a marcar el numero de Embry, no me interesaba hablar con nadie más.

-diga- respondió su voz un poco irreconocible

-te amo- murmure al momento en que dejaba salir una lagrima –lamento haberme venido de esta manera, solo quería que lo supieras. Te amo y será así hasta el día en que me muera-

-Debbie…- me dijo su voz en un susurro

-permíteme terminar- dije interrumpiéndolo, un sollozo escapo de mi garganta y fue ahí cuando perdí la compostura –espero, en realidad espero que encuentres una buena chica, que te ame tanto o más de lo que yo te amo, que te haga feliz, que te de una linda familia, con quien compartas cada uno de tus días y tus noches. Tal vez…- dije esperando una ligera esperanza –esta será la última vez que me escuches, solo quería que supieras que nunca me arrepentiré de haber estado contigo, de haber sido tuya- termine mi llamada antes de que el respondiera, ahora si podía morir sabiendo que el sabia todo lo que sentía por él, le entregue el celular a Matt y el solo lo quebró a la mitad

-muy conmovedor de tu parte- dijo en un suspiro, se acerco mucho  mas a mí, de pronto solo fui testigo de cómo dos cuerpos chocaban contra la pared, si, uno de ellos era Matt, ¿y el otro? No podía ser Toledo, ese maldito no sería capaz de salvarme bajo ninguna circunstancia.

Se escuchaban golpes y gruñidos dentro de ese lugar, algo dentro de mi no permitía que me moviera, estaba totalmente en shock, ¿Qué diablos pasaba? Mis estúpidos ojos humanos no me permitían ver, tenía que encender la luz pero estaba retirada y en ese momento no podía moverme, tal vez era otro plan de Matt.

-corre Grace- me ordeno esa voz bastante familiar, debía estar soñando, el no estaba aquí. Corrí hacia afuera del almacén para encontrarme con una fogata en la parte trasera del edificio, el auto estaba un poco más alejado, me deje caer después de dar unos pasos, me sentía fatal, tal vez en ese momento era mejor morir. Sentí una fría brisa pasar a mí lado, mire hacia la fogata y vi como un cuerpo era echado para después arder en llamas, me levante para seguir corriendo esperando que Matt corriera tras de mí para matarme, camine solo unos pasos para después tenerlo frente a mí.

-tranquila, tranquila, soy yo… todo está bien ahora- me dijo su voz, no sabía si debía confiar en él, era un vampiro también. Intento abrazarme pero me aleje rápidamente de él.

-no me toques-

-no te hare daño, lo prometo- no mentía, era él, no podía mentirme. Me acerque a él y lo abrace, sentí su cálido cuerpo abrazarme tiernamente mientras yo dejaba miles de lagrimas en su pecho. –te llevare a casa de tu madre, debes atenderte esas heridas-

-estoy bien, en verdad-

-no lo estas, mírate, estas completamente fría- no lo había notado, el estaba mucho más caliente que yo. Camine a su lado hacia el coche que había manejado Toledo, pasamos frente a la fogata que había hecho con sus cuerpos, eran ellos, los vampiros que hace unos minutos habían querido terminar conmigo. Condujo de manera rápida a casa, sabía perfectamente donde vivía sin necesidad de preguntar. Baje del auto un poco adolorida unas cuadras antes

-iré a dejar el auto un poco alejado, es un auto rentado… le dirás a tu mamá que te han asaltado al llegar, vendré a verte mas noche- me dijo antes de girar

-Jonathan… gracias- dije antes de que se marchara, me devolvió una sonrisa sincera y después arranco el auto. Camine hacia la casa, la luz estaba encendida por lo que supuse que aun estaban despiertos. Se escuchaba una televisión en la planta alta, así como la respiración de alguien, en la planta baja podía escuchar a mamá lavar los platos y tararear una canción que no reconocí.

Toque el timbre y espere a que me abrieran, cuando me vio ahí frente a la puerta abrió mucho los ojos e intento decir unas palabras, pero no lo consiguió

-hola mamá, decidí hacerte una visita- dije con mis ojos llenos de lagrimas

-¿Qué te paso?- dijo halándome del brazo, su fuerza era como si me golpearan con algodón, nada sería igual después de recibir golpes de un vampiro. Entramos a casa y me llevo a un gran sofá que acababa de comprar supuse, ya que no lo recordaba. Dave bajo y al verme se sobresalto un poco

-¿Qué te ocurrió?- dijo corriendo al lado de mamá, se veía preocupado, como si en verdad le interesara mi bienestar

-al llegar aquí me han asaltado, intente defenderme, pero como verán no pude hacer mucho- dije sonriendo ante mi mentira

-iré por el botiquín, ve a darte un baño- me dijo Dave, había cambiado demasiado. Mamá me ayudo a ponerme de pie y a llegar al baño que se encontraba en mi habitación, me preparo la tina con agua caliente y después de buscar  mi pijama salió para que pudiera bañarme. Me relaje un poco, aunque mis lagrimas no dejaban de salir, estaba viva, necesitaba hablar con tío Sam, tía Emily… Embry. Si, Embry sería el primero al que debía llamar, el necesitaba saber que estaba viva y que no lo dejaría nunca más.

Salí de la tina y regrese a la habitación ya con la pijama puesta, Dave y mamá ya estaban ahí.

-al amanecer iremos a la delegación de policía para poner una demanda- dijo David, le sonreí un poco, no podíamos poner una demanda a alguien que ya estaba muerto

-necesito regresar mañana, además, no recuerdo la cara de esos chicos, no serviría de mucho. Pero gracias de cualquier manera. ¿Pueden mañana llevarme al aeropuerto?-

-he comprado un auto para ti querida, es bellísimo, Dave lo escogió, dice que es muy veloz, no sé porque te interesarían a ti los autos veloces, solo quiero que lo aceptes- dijo mamá un poco apenada, suspire, necesitaba en que volver a casa y definitivamente necesitaba hacerlo rápido. No sería buena idea ir en auto, quería estar con Embry lo más rápido posible, de cualquier manera no volvería a ver a Jonathan nunca más, el preferiría estar lejos después de todo lo que ocurrió esta tarde.

-no lo creo mamá, necesito regresar rápido-

-piénsalo Debbie. Tienes que cenar algo- dijo Dave antes de salir de mi habitación. Mamá y yo fuimos a la cocina y después de cenar un sándwich me fui a dormir, me dolía todo, los moretones en mis brazos, piernas y cara ya estaban apareciendo.

Me dormí pensando en el, era todo lo que podía hacer, mañana podría verlo de nuevo y podría decirle todo lo que le había dicho por teléfono, lo amaba y quería que él lo supiera. Era extraño, hasta hace unos días juraba amar a Mathew Rogers, y ahora me sentía completamente enamorada de Embry Call, ambas personas viviendo en un mundo completamente diferente al mío. Escuche tocar la puerta de mi habitación, por lo que me vi en la necesidad de despertar por completo.

-¿Quién?- grite antes de levantarme a abrir

-David, ¿podemos hablar?- me levante y fui a abrir, había tomado la estúpida costumbre de cerrar la puerta con seguro desde que mamá y Dave se habían casado

-pasa- dije regresando a la cama, cerró la puerta y se recargo en ella, me miro por unos minutos y después se decidió a hablar

-me da gusto que estés viva, no me gustaría ver sufrir a tu mamá, de nuevo-

-¿ella ha sufrido?- pregunte un poco confundida ahora

-cuando le dijiste que no merecía que le llamaras mamá, hace unos días… hoy está feliz por tenerte aquí, pensó que no te vería jamás y sinceramente también lo creí-

-querías deshacerte de mí-

-no es así, no me interesa si sabes quién soy, solo quiero que no estés cerca de ellos, mejor dicho… cerca de Richard-

-¿lo conoces?- avanzo hasta los pies de mi cama y se sentó ahí

-Richard quería quedarse con tu cargo o algo así, planeo lo de mi “trabajo”- dijo haciendo señas con sus manos –lo demás fue por mi causa. Los dos queríamos que te alejaras de tu trabajo, yo por tu bienestar y el por… el poder- no mentía, me estaba diciendo toda la verdad, su voz y su mirada me lo decían

-el… esta muerto ahora- le dije con un nudo en mi garganta, sus palabras me habían conmovido

-¿has peleado con el cierto?- dijo sonriendo

-sí, pero recibí ayuda- se acerco a mí y me abrazo, desde que había llegado a nuestras vidas jamás había recibido un abrazo de su parte

-me alegra que estés bien, ahora puedes quedarte. Mañana le hablare a Sam para que mande tus cosas, creo que podemos empezar nuestra relación de nuevo-

-podemos empezarla Dave, pero… me iré de nuevo a Washington, no puedo estar lejos de ellos-

-¿has encontrado a alguien?- dijo sonriendo y mirándome a los ojos

-sí, el es genial- le respondí sonrojándome

-tengo un yerno y ni siquiera lo sabia… tienes que presentarlo a tu familia-

-algún día vendré a visitarlos-

-eso espero- me dio un beso en la frente y después se puso de pie

-me voy a dormir, descansa- salió de mi habitación y después fui a cerrar con seguro, regrese a la cama y me quede ahí, en silencio, solo pensando en todo lo ocurrido en este día. Tal vez todo el plan hecho por Richard Toledo había fallado, no había podido deshacerse de mí, pero había logrado otra cosa, reunirme con mi familia, crear una relación con Dave, tal vez todo tenía un fin mejor al esperado.

Escuche unos pequeños ruidos en mi closet, quería pensar que se trataba de algún ratón o algo sin importancia, pero mis nervios me traicionaron, después de todo lo ocurrido hoy no podía quitarme el miedo de encima.

Me levante en silencio para abrir la puerta y salir de ahí, no quería imaginar que llegara de nuevo uno de ellos, Matt o Toledo. No alcance a llegar cuando las puertas del closet se abrieron y entonces sentí una mano cubrir mi nariz y mi boca, me moví para zafarme de su agarre que era demasiado fuerte, era inútil.

-tranquila, tranquila, soy yo, Jonathan- deje de moverme al escuchar su voz, ¿Cómo diablos había entrado? Quito su mano de mi rostro para girarme y verlo ahí, en mi habitación

-¿Qué haces aquí?-

-te dije que te vendría a ver, ¿Cómo te sientes?-

-¿Cómo crees que me siento?- dije caminando hacia mi cama, me acosté y él se quedo ahí de pie -¿Por qué no me dijiste que eras un…?-

-te lo digo mañana ok, es tarde, tienes que dormir-

-mañana me iré temprano, así que quiero toda la verdad ahora- pedí, o mejor dicho exigí.

-¿qué te parece si aceptas el carro que tu mamá compro para ti?-

-¿Cómo sabes eso?-

-llevo cerca de tres horas metido en el closet- dijo sonriendo de una manera tan divertida que me hizo sonreír

-¿me contaras todo?-

-sí, lo que quieras saber-

-está bien. ¿Quieres dormir aquí?- me miro y abrió los ojos para después esbozar una gran y hermosa sonrisa

-tu novio puede enojarse-

-Embry no está aquí, a solo que este escondido en el closet- soltó una pequeña carcajada

-no está ahí, créeme-

-entonces ven- me levante y lo tome de la mano para llevarlo a la cama. Mi sonrisa se fue cuando lo toque, no estaba frio como solía estar Jasper –eres un vampiro, no duermes-

-yo si duermo, no soy normal- me recosté en su pecho, era muy cómodo, un poco menos caliente que Seth o Embry. En unos minutos me quede dormida y no desperté hasta que alguien toco la puerta de mi habitación, Jonathan ya no estaba ahí y la ventana se encontraba abierta, espere a que el frio me sorprendiera pero no, no era La Push, sonreí y después fui a abrir la puerta.

-hija, ven a desayunar- dijo mi mamá al momento de acariciar mi mejilla, me dolía un poco –deberías maquillarte- sonreí y después hice una mueca de dolor, en verdad estaba lastimada

-bajo en 20 minutos- se retiro y después fui hacia el guardarropa a buscar que ponerme, fui hacia el baño a tomar una deliciosa ducha, peine mi cabello en una coleta y maquille los golpes.

-¿ya le has dicho a tu mamá?- dijo de pronto la voz de Jonathan

-vuelves  a hacer eso y te juro que contrato a alguien para que te  mate- dije girando y poniendo una mano sobre mi corazón

-lo siento, pensé que habías sentido que entre por la ventana-

-estaba pensando en otras cosas-

-¿en Embry?- dijo sonriendo pícaramente, me sonroje un poco, tenía razón

-no es de tu incumbencia, tengo que ir a desayunar, prepárate en una hora nos vamos-

-ok, te espero al salir de la ciudad- se acerco a mí y beso mi frente, salió de nuevo por la ventana. Fui al comedor, mamá y Dave ya estaban ahí.

-buenos días- dije al entrar

-buenos días, siéntate. ¿Qué pensaste?- dijo Dave sonriéndome, mamá se dio cuenta de eso y también sonrió, siempre quiso que Dave y yo nos lleváramos bien

-acepto el carro, quiero pensar antes de llegar, no quiero abrumar a mis tíos con mis cosas-

-creí que te quedarías- dijo mamá haciendo un puchero, David y yo reímos

-vendré a verte, lamento haber dicho que no merecías que te llamara mamá, estaba resentida-

-no hay problema- dijo después de dejar un beso en el tope de mi cabeza. Trajo fruta, hot cakes, huevos revueltos, café y jugo de naranja, en eso se parecía tanto a tía Emily, cocinaba delicioso.

Después de desayunar me despedí de David ya que tenía que ir a trabajar, me dio un beso en la mejilla y un fuerte abrazo. Mamá me preparo un poco mas de ropa de invierno para que lo llevara conmigo, me mostro mi carro y me entrego las llaves.

Nos sentamos unos momentos en la sala, ella quería pasar mucho tiempo conmigo, y también yo, la extrañaba demasiado.

-¿Cómo te va en la escuela?- dijo acariciando mi cabello, me encontraba recostada sobre sus piernas en el cómodo sillón de la sala

-bien, tengo algunos amigos ahí, pero la mayoría están ahí en La Push, son los mismos amigos de mi prima Claire y mi tío Sam-

-¿hay algún chico en especial?- la mire y me sonroje, ahora sería inevitable decirle sobre Embry

-¿Qué te ha dicho David?-

-me dijo que tenías a alguien por quien regresar-

-se llama Embry, tiene 21- le mentí, no podía decirle que tenía cerca de 30

-¿es un buen chico?-

-sí, es buen chico, me ama que es lo más importante-

-solo llevan unos días de conocerse-

-lo sé, lo nuestro fue algo así como amor a primera vista- dije sonriendo apenada

-no debes de apenarte hija, es normal, el amor a primera vista si existe. ¿Cuándo lo traerás para conocerlo?-

-no lo sé, está enojado porque me vine muy rápido, por eso tengo que ir a arreglar las cosas-

-¿Por qué decidiste venir?- esto no estaba bien, ¿Qué podría decirle?

-para serte sincera solo pensé en venir, estábamos en el aeropuerto esperando a mi tío Sam y tía Emily cuando me dieron ganas-

-¿tus tíos han salido?-

-fueron a una segunda luna de miel-

-¿y te has quedado solo con Claire?- me sonroje de nuevo y después solté una risita nerviosa

-la verdad es que tío Sam dejo a Embry cuidándome, ahí fue cuando caí perdidamente enamorada de él-

-¿se han cuidado?- sonreí y me levante de sus piernas

-¿Qué?-

-no quiero meterme en tu vida intima, solo quiero que seas precavida ok-

-mamá, tengo que irme- dije poniéndome de pie, sentía arder mis mejillas

-espero verte pronto- beso mis mejillas y después Salí.

Conduje por el centro de la ciudad cerca de 45 minutos, después tome camino hacia Washington, unos kilómetros más adelante estaba un hombre vestido con una playera blanca adherida al cuerpo, pantalones negros y unos lindos lentes de sol, se veía  muy bien con su cabello un poco desordenado y su piel no muy blanca.

-¿puedo llevarte a algún lado?- le pregunte cuando frene frente a el

-claro, a donde quieras- me respondió con una sexy sonrisa antes de subir al auto

-bien Jonathan, ahora si me dirás todo- advertí antes de arrancar de nuevo el auto

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Besitos... Annaris