Sentí unas calientes manos acariciar mis mejillas, sonreí y las tome con mis manos sin abrir mis ojos.

-basta Embry, déjame dormir-

-no soy Embry así que no te dejare dormir- me dijo la voz de Seth, abrí los ojos y lo vi sonreír

-¿Qué haces aquí?- le pregunte sentándome en la cama.

-Jacob me ha enviado a arreglar todo para un día de campo que tendremos en los acantilados y quería ver si querías ayudarme- me dijo en un susurro

-ok, déjame darme un baño rápido- corrí al baño y en menos de 5 minutos ya me había bañado. Fui hacia el closet a buscar algo que ponerme

-te traje otro regalo- lo mire y sonreí

-¿otro más? Si sigues haciendo eso me vas a malacostumbrar-

-será el último- dijo poniendo cara de perrito regañado.

-ok- traje conmigo un pantalón y después fui a ver el regalo de Seth. Era una blusa rosa con un poco de pedrería, manga larga y cuello en “V”. Era realmente linda –es linda, gracias-

-no hay porque, vístete rápido, tenemos que irnos- camine hacia el baño para vestirme, cepille mi cabello y después regrese a la habitación, camine hacia la puerta y gire la perilla -¿A dónde vas?-

-vamos a salir ¿no?-

-¿acaso quieres que Embry nos mate? Estoy secuestrándote- hablábamos en susurros.

-¿entonces como saldremos?-

-por la ventana

-¿saltaremos?-

-sí, vamos ya, Embry no tarda en despertar- lo vi saltar por la ventana, me asome estaba un poco alto. –ven aquí te atrapo- confié en él y salte, me atrapo y después me dejo en el suelo, me tomo de la mano y salimos corriendo. Si algún día quería estar castigada de por vida debía llamar a Seth Clearwater.

-el color rosa te queda bien-

-gracias, es un color de personas débiles-

-no, claro que no, el color rosa en una mujer demuestra que es bonita- miró nuestras manos, aun veníamos tomados de la mano

-lo siento- dije soltándome, mi mano comenzó a enfriarse

-no- le dije para tomar de nuevo su mano y entrelazar  nuestros dedos –me gusta-

-¿Qué te gusta?-

-tu temperatura, ha de ser cómodo tener tu temperatura siempre-

-lo es, ahora entiendo porque ibas tomada de la mano de Embry sin ser nada- sonreí tontamente –esta mañana, cuando acaricie tu mejilla ¿Por qué pensaste que era Embry?-

-Embry es el único que está en casa a esa hora en estos últimos días, jamás pensé encontrarte espiando en mi habitación-

-recuerda que estas secuestrada-

-¿tengo que gritar como loca?- se rio un poco

-no, despertaras a todos- reí junto con él, caminamos por el bosque hasta llegar a los acantilados, ahí encontramos algunas lonas y unos troncos. Seth acomodo los troncos en círculo, era fuerte, yo lo ayude amarrando las lonas en los arboles para crear un tipo de techo. Eran cerca de las 9 de la mañana, ya habíamos terminado así que nos sentamos a la orilla del acantilado.

-¿te gustan las alturas?- me pregunto viendo hacia el mar

-dude para saltar por la ventana-

-entonces, no te gustan-

-en lo más mínimo, soy un poco miedosa-

-¿Por qué? Eres fuerte-

-no lo sé, creo que es mi lado más femenino- se recostó en mis piernas y cerró los ojos

-te llevaras bien con Leah, cuando se conozcan mejor, tienen el mismo carácter-

-¿en serio? Cuando la conocí parecía… feliz-

-¿tú no lo eres?-

-lo era hasta los siete años, cuando mis padres se separaron, sufrí mucho primero porque no podía ver a papá y después porque mamá se caso de nuevo. Dave siempre me trato mal-

-no te preocupes por eso, no tienes que regresar-

-a donde si tengo que regresar es a casa de tío Sam, Embry me matara si se da cuenta de que no estoy-

-Hey tortolos, tienen que regresar a casa- era la voz de una chica, Seth se sentó y la miro

-ya vamos. Leah, ¿ya conoces  a Debbie?- dijo Seth sonriendo

-sí, la conocí en su fiesta de cumpleaños. Dense prisa, Embry está furioso- corrió hacia el bosque y nos dejo solos de nuevo.

-vamos- dijo Seth, me ayudo a levantarme y caminamos tomados de la mano -¿Por qué no me dijiste que tu cumpleaños ya había pasado? Estaba pensando en comprarte algo para cuando llegara tu cumpleaños.

-¿Qué?-

-mañana buscare un buen regalo para ti-

-Seth, no necesito regalos-

-de cualquier manera te daré uno-

-con una condición- se detuvo y me observo por unos segundos

-¿Cuál?-

-que permitas que también yo te haga regalos-

-no, no me parece-

-Seth-

-ok, por el momento pensemos en Embry ¿quieres?-

-¿se enfurece demasiado?-

-casi nunca lo vez así, algo en verdad debe molestarle para lograr que se descontrole- seguimos caminando en silencio, su mano tomaba la mía fuertemente pero no tanto como para lastimarme. Cuando pudimos ver la casa notamos que había tres carros ahí, el de Paul, el de Jared y uno que supuse era de algún pariente de Renesmee, también había una linda moto parecida a la de Seth.

-¿lista para el gran sermón?- pregunto Seth sonriente, parecía tan tranquilo. Tal vez solo sabia disimular gracias a esa bella sonrisa que era lo que más me gustaba de él, o quizás no tenía miedo a nada.

-la verdad no, ¿y si mejor nos vamos a otro lado?- dije deteniéndome antes de llegar

-no, al mal paso darle prisa, además no permitiré que Embry te trate mal- dijo halándome de la mano

-¿porque hay tantos autos en casa?-

-tal vez para buscarte o solo se reunieron para ir al día de campo-

-esperemos que sea lo segundo- llegamos en silencio hasta el porche de la casa –si Embry no me permite ir al picnic, ¿te quedaras conmigo?-

-claro, podemos divertirnos- le sonreí y tome valor para entrar, recorrí la habitación con la mirada. Paul, Rachel, Jared, Kim, Quil, Claire, Jacob, Renesmee, Leah, John Brandon, Zac, Collin, Miranda, Edward, Bella, Jasper, Alice, Marize y Embry. Todos ellos estaban ahí, esperándome. Embry se puso de pie cuando me vio entrar de la mano de Seth.

-¿Dónde estabas Deborah?- wow, había usado mi nombre completo, eso sí que sonaba mal.

-Lo siento Embry, yo…- dijo Seth tratando de disculparse por haberme llevado con el

-cállate, hablo con ella y después contigo, ¿está bien?- dijo Embry, Seth asintió con la cabeza, cruzamos miradas y sonreí.

-fui con Seth a preparar todo para un picnic en los acantilados- le dije aun sonriendo

-¿Por qué no avisaste? ¿Creíste que no iba a preocuparme si entro a tu habitación y no estás ahí? ¿Qué explicación crees que le daría a Sam si algo te pasa?- me grito, Seth se molesto un poco, apreté su mano para que me mirara

-tranquilo- le dije en un susurro

-Embry, no le levantes la voz, por favor- dijo Seth más tranquilo

-cállate Seth, tu eres el culpable en todo esto. Debbie ve a tu habitación, lo siento pero, no iras a los acantilados-

-pero…- intente defenderme, pero él me interrumpió

-es mi última palabra-

-ok, vamos Seth- hale a Seth para que me siguiera

-¿Qué? No, Seth no irá contigo- dijo Embry parándose frente a nosotros e impidiéndonos el paso. Seth se paro frente a él para encararlo, estaban del mismo alto.

-no la dejare sola, y me vale una mierda si te gusta o no Embry- ambos se veían demasiado furiosos

-déjalos Embry- hablo de pronto Jacob, Embry se hizo a un lado, tome de nuevo la mano de Seth y caminamos hacia mi habitación. Se sentó recargado en el cabezal de la cama y yo me recargue en su pecho

-y bien, ¿Qué vamos a hacer?- me pregunto Seth sonriendo de nuevo

-dormir, ¿te parece?-

-claro- me levante para que pudiera acostarse, después me acosté a su lado, paso uno de sus brazos por debajo de mi cuello y me abrace a él.

-gracias- le dije en un suspiro

-¿Por qué?- me pregunto en un leve susurro

-por estar aquí conmigo-

-eres como mi hermana, tenía que estar contigo- la puerta se abrió lentamente, ambos volteamos para ver quién era

-chicos, pueden venir con nosotros, disculpen a Embry, se preocupo al pensar que te había pasado algo-  dijo Jacob un poco apenado

-gracias Jake, nos quedaremos aquí, no queremos ir a que nos maltraten- dijo Seth

-Ya reprendí a Embry por eso, vamos, son importantes ahí- Seth me miro a los ojos un momento

-los alcanzamos luego- le dije a Jacob, este sonrió y Salió de la habitación, nos quedamos acostados cerca de una hora más, hasta que el estomago de Seth comenzó a hacer ruidos que me hicieron reír

-wow, me dio hambre- dijo sonriendo al oír su estomago

-¿quieres que te cocine algo?-

-no, vamos a los acantilados, ahí sí que tienen comida-

-está bien, vamos. Solo espera a que me ponga un poco de perfume- me levante y fui hacia el tocador, Seth me siguió de inmediato

-¿perfume? Es más rico tu olor natural-

-ok, entonces déjame ir por la cámara, quiero algunas fotos- trataba de hacer tiempo y no estar mucho cerca de Embry. Corrí hacia el closet y saque mi cámara, después salimos tomados de la mano hacia los acantilados.

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se que este capitulo esta un poco corto... no me ha llegado suficiente inspiracion... pero subire otros dos hoy mismo. Quiero terminar el Fic antes de mayo...

bien... gracias por leer

besitos... Annaris