-te equivocas- dijo una voz femenina tras nosotros, miramos en la misma dirección para encontrarnos con la esbelta figura de Alice Cullen  -me encantaría tener una hija como tú, imagínate Jasper, cada fin de semana podríamos ir de compras-

-Alice, ustedes dos están completamente locas-

-lo sé, también me agradaría salir de compras con Alice, tu puedes ayudar cargando las bolsas- dije bromeando

-no, ni lo sueñen, suficiente tengo con las bolsas de Alice como para también cargar las tuyas- Alice se sentó al lado de Jasper y este la abrazo –además, Debbie te apoya porque… quiere ser vampiro-

-¿Qué? ¿Acaso estás loca?- grito Alice incrédula

-¿Por qué diablos todos creen que estoy loca?-

-ser vampiro no es la mejor idea que se te ha ocurrido… definitivamente necesitas una buena platica con Rosalie-

-¿Rosalie? ¿Tu hermana?- pregunte mirando a Jasper, sonrió un poco

-hermana adoptiva, gracias al cielo no llevamos la misma sangre- dijo soltando una carcajada

-no seas grosero Jasper Cullen- dijo Alice fingiendo molestia –sabes que ella nos quiere como sus hermanos-

-lo sé, pero no me vas a negar que todos le huimos a sus cambios de humor-

-bueno, eso sí. Jasper, ve por una chamarra para Debbie, iremos a casa de Sam y comenzara a hacer frio- dijo de pronto mirando a la nada

-¿debo darme prisa?-

-en 10 minutos comenzara a hacer frio-

-ok. No te asustes Debbie, Alice al igual que yo y otros miembros de mi familia tiene un don-

-de acuerdo- se levanto y camino a paso humano hacia la casa de Seth, Alice lo siguió con la mirada hasta que entro a casa.

-“vengo por una chamarra para Debbie, Alice y yo la llevaremos a casa de Sam”- escuche la voz de Jasper a lo lejos, fruncí el ceño, como diablos podía hacer eso

-¿sucede algo?- me pregunto Alice tomando mi mano

-no lo escuchas-

-escucho muchas cosas, tengo el sentido del oído muy desarrollado-

-al parecer también yo, puedo escuchar a Jasper-

-¿Qué? ¿No me estas mintiendo?-

-no, no sé como lo hago, no entiendo, tal vez si me estoy volviendo loca-

-Debbie, eres especial ¿no te habías dado cuenta?-

-¿especial?-

-sí, puedes oír a Jasper, y tienes una gran fuerza… naciste para ser una de nosotros. Estaría encantada de que te unieras a mi familia, que fueras como yo. No podía decírtelo frente a Jasper, el no sabe guardar sus pensamientos con Edward-

-¿me explicaras que tipo de “dones” tiene tu familia?-

-am, yo puedo ver el futuro, Jasper controla tus emociones, por eso te has controlado hace rato, Renesmee transmite sus pensamientos por el tacto, Edward puede leer tus pensamientos y bella puede hacer que Edward no los lea- me reí un poco, ¿sería posible hacer todo eso? –tratare de convencerlos, no te preocupes. ¿Qué tal te tratan los lobos?-

-la mayoría se han portado muy bien, Seth y Leah son como mis hermanos. Me gusta como huelen-

-¿es en serio? Debbie, ellos apestan-

-claro que no, huelen bien, como a tierra húmeda-

-no, ellos apestan a perro mojado- me reí por el gesto que hizo –cuando dices la mayoría, ¿Embry no entra ahí cierto?-

-¿Por qué lo dices?-

-Jasper me dijo que no vivías en casa de Sam por un problema con Embry, no supo decirme cual problema. ¿Crees que pueda saberlo?-

-Alice, eso es algo muy duro para mí. Yo quiero a Embry, me gusta, pensé que era un buen chico, que podía confiar en él, pero sus acciones, me han hecho darme cuenta de muchas cosas-

-¿Cómo cuales?-

-Seth me ha dicho que… Embry está enamorado de mí, pero la verdad es que yo no lo creo. Seth me trata mucho mejor que él, todos me tratan mejor que él-

-no sé si Seth te lo ha dicho, entre los lobos, existe cierto tipo de magia, algo así como el amor a primera vista. Es por eso que Embry y tu no pueden estar lejos-

-yo puedo estar lejos de Embry fácilmente, él es quien me busca solo para hacer mi vida más miserable-

-no te ates a Embry solo por una estúpida magia lobuna, busca a alguien que en verdad te guste-

-es que, no necesito buscar- dije apenada y mintiendo de nuevo, quería dejar ese tema –hay un chico que me gusta- sonrió y comenzó a aplaudir.

-puedes contarme lo que quieras, puedo ser tu mejor amiga si así lo quieres-

-bueno, el es muy guapo, demasiado diría yo. Con piel bronceada, tan alto como Jasper creo, tiene una sonrisa encantadora, caballeroso…-

-¿Cómo se llama?- dijo un poco más seria

-Christian- había tomado la costumbre de llamarlo así, aunque sabía perfectamente su nombre –lo conocí la noche de mi cumpleaños, en un bar-

-¿el es… un chico normal?-

-sí, creo… bueno, hasta el momento no se ha transformado en un gigantesco lobo ni ha intentado beberse mi sangre- la vi sonreír tímidamente

-hablas de nosotros como si hablaras sobre tu examen de matemáticas-

-demonios, lo había olvidado, tengo que estudiar para mi examen de mañana-

-no te preocupes, pasaras con diez. Ahorita que mencionaste todas las características del súper modelo del que estas enamorada, describiste a un vampiro-

-Jasper ya viene- dije mirando hacia la casa

-no menciones nada de esto, son temas de chicas- Jasper llego unos minutos después, nos ayudo a levantarnos para después caminar hacia la casa de mis tíos. Estuvimos unas horas en la sala, Embry llego después con mis cosas, Seth iba junto con él.

-¿creíste que te escaparías tan fácil de mi?- dijo Seth mientras se sentaba a mi lado

-¿te quedaras a dormir?- le pregunte sonriendo, me agradaba la idea de dormir calientita

-si quieres-

-obvio que quiero, hoy hará frio-

-nosotros tenemos que irnos, Debbie, recuerda que mañana tienes que ir a Seattle a pintar de nuevo con Esme, podemos pedirle permiso a Sam para que pases el fin de semana con nosotros- dijo Jasper recordando los planes que a decir verdad ya había olvidado por completo

-eso sería fabuloso, podemos irnos de compras todo el fin de semana- Jasper, Seth y yo reímos

-Alice, recuerda que para poder salir con Debbie tienes que hacer cita desde un mes atrás- dijo Jasper aun sonriendo

-claro, uno tiene que hacer cita, pero si es otra persona cancela todos los compromisos que tiene para estar con él- abrí los ojos y sentí la sangre subir a mis mejillas

-¿de qué hablas?- dijo Seth

-Alice…- empecé a suplicar para que no dijera nada

-¿Qué? ¿Te molesta que hable del chico con el que empezaras a salir a partir del lunes? Es un lindo chico, huele demasiado bien para ser un mortal-

-Alice, por favor-

-¿de qué chico hablan? ¿Estás saliendo con alguien?- pregunto Seth mirando mis sonrojadas mejillas

-Seth, acaso no me escuchaste, empezaran a salir el lunes- grito Alice emocionada

-no me gusta la idea de que mi hija tenga novio- dijo Jasper, sonreí un poco, Alice estaba completamente loca

-pues acostúmbrate. Nos vamos, Debbie, tienes que presentarnos a ese chico lo antes posible-

-está bien Alice, el lunes que lo vea le digo que vallamos a verlos- se acerco a mí y me abrazo, después Jasper se acerco y beso mis mejillas sonrojadas

-fresas con canela. El bosque no está muy lejos- dijo sonriendo divertido, le devolví la sonrisa

-ya te dije cual es la condición-

-y yo ya te dije que no-  Seth y yo salimos a despedirlos, los vimos desaparecer en la oscuridad del bosque. Mire mi reloj, eran las 9, hora de dormir.

-vamos a acostarnos, mañana tienes escuela-

-¿y si no voy a la escuela?- le pregunte haciendo un puchero

-has faltado demasiado, así que tienes que ir. Y si no vas entonces no me quedare a dormir aquí-

-está bien, vamos adentro- entramos a la casa, Seth fue a tomar asiento junto a Embry en la sala mientras yo iba por un vaso de agua

-¿me dirás quien es ese chico?- tosí un poco ya que me había sorprendido con su pregunta y el agua había provocado que me ahogara un poco

-¿para qué quieres saber?-

-eres mi hermana, tengo que saber a quién golpeare cada vez que te vea llorando-

-el no me hará llorar. Es un chico muy guapo, amable… es el chico que me llevo a Port Ángeles a hacer las compras-

-¿hace tiempo que se conocen?-

-lo conocí cuando llegue aquí-

-¿y el te gusta?- Embry volteo a verme esperando por mi respuesta a la pregunta de Seth, baje la mirada un poco apenada

-sí, me gusta- era guapo y amable, pero ¿en realidad me gustaba?

-wow, bueno, vamos a dormir ya- me halo de la mano y me llevo a la habitación. Ni siquiera me dio tiempo de decirle a Embry buenas noches. Al llegar a la habitación fui a ponerme mi pijama para después acostarme junto a Seth.

-así que… ¿ya conociste a los vampiros?- dijo una vez que estuvimos en la cama

-am, si-

-te dije que eran amables-

-Alice y Jasper… me adoptaran, me transformaran en vampiro-

-¿Qué, acaso estás loca?- grito poniéndose de pie –jamás dejare que te conviertas en una de ellos- se veía muy molesto, me puse de pie y camine hacia él.

-calma Seth, estaba bromeando, Jasper ha actuado de la misma forma que tu- me abrazo a él y respiro profundo

-no tengo nada en contra de los vampiros, me caen bien, solo que… no puedo imaginarte sin ese olor a…-

-fresas y canela, lo sé-lo interrumpi

-¿Quién te ha dicho eso?- dijo sonriéndome con una mueca y mirándome a los ojos fijamente

-Jasper me ha dicho algunas cosas-

-después me contaras, ahora  vamos a dormir ya señorita Thompson, mañana tendrás un largo día-

-¿Por qué lo dices?- pregunte, algo me estaba ocultando.

-mañana lo veras, ahora vamos- me tomo del brazo y me llevo a la cama, era agradable dormir con él, dormir calientita toda la noche.

-sabes Seth, Alice me ha dicho algo sobre ti-

-¿Qué te ha dicho de mí?-

-que apestas, y creo que tiene razón-

-no apesto, ella me tiene envidia ya que no es dos en uno- dijo presumiendo –además, el hecho de que huelas deliciosamente bien no te da derecho a decirme que apesto-

-¿así que para ti también huelo bien?-

-claro, tengo un súper olfato, nunca lo olvides- escuchamos unos pequeños golpes en la puerta

-pasa Embry, está abierto- grite, sabía que no era necesario pero vaya, era la costumbre. Entro lentamente a la habitación, Seth y yo solo lo miramos

-am, solo venía a decirles buenas noches- dijo en voz baja, sonreí un poco

-que descanses Embry- le dije con una sonrisa amable. Salió de la habitación para dejarnos a Seth y a mí en total silencio –wow, se ve mal-

-te ama Debbie, se siente incomodo al verme aquí contigo- sonreí mientras negaba con mi cabeza

-iré a hablar un momento con él, regreso enseguida- le dije levantándome de la cama. Salí de mi habitación y me dirigí a la habitación de mis tíos, ahí es donde Embry estaba durmiendo. Golpee despacio la puerta

-pasa Debbie- dijo en voz apenas audible, entre y cerré la puerta

-¿Cómo supiste que era yo?- le pregunte

-tu olor, es inigualable- sonreí apenada, este día muchas personas me habían dicho que olía bien

-¿Qué sucede Embry?- le pregunte antes de sentarme a los pies de su cama, también se sentó y se acerco un poco a mi

-nada, ¿Qué iba a suceder?-

-te noto triste-

-no es nada, creo. Bueno, además de que después de hacer el amor conmigo quieres quedar como amigos y que estas por salir con alguien más que no soy yo, creo que nada- me incline un poco hacia adelante para acariciar su mejilla, lo vi cerrar los ojos y sonreír

-Embry, es lo mejor-

-no, lo mejor sería que estuvieras a mi lado por toda la eternidad- suspire y retire mi mano de su mejilla

-sabes que eso jamás sucederá, tal vez tú puedas vivir una eternidad pero yo no, yo soy una simple humana-

-puedo envejecer, solo si es a tu lado- me abrace a él, era como si todo se resumiera en eso, permanecer el uno al lado del otro, sin nada que se interpusiera

-yo solo tengo una forma para dejar de envejecer… transformarme en vampiro- se aparto repentinamente de mí y me miro directamente a los ojos, en ellos se podía ver una pizca de dolor y molestia

-no, no tienes que hacer eso. No tienes que pertenecer a su mundo- dijo como queriendo explicar algo, pero yo no lo comprendí

-nunca podremos estar juntos Embry, no cuando yo envejeceré y moriré algún día mientras tú eres joven, o cuando me convierta en vampiro y seamos enemigos- siguió mirándome durante unos minutos más, en los cuales solo se produjo un estremecedor silencio. Podía escuchar el tic tac del reloj, las olas del mar, algunas gotas golpear la ventana pero no podía escuchar su voz –Embry- le dije antes de abrazarlo, me recibió calurosamente entre sus brazos como si mis palabras no hubieran existido jamás –siempre te voy a querer Embry, no se la razón, tal vez porque eres un gran amigo que de vez en cuando comete estupideces- bese su mejilla un par de veces

-no es por eso Debbie, eso es algo de lo que, tenemos que hablar- se dejo caer en la cama provocando que cayera sobre él, beso mis ardientes mejillas en algunas ocasiones, paso minutos oliendo mi cabello y nos perdimos infinidad de veces en nuestras miradas que sin querer decir nada decían todo.

-¿iras por mí a la escuela mañana?- le pregunte para poder salir de mi estado de trance

-no lo creo, las chicas han planeado algo y piensan invitarte-

-Sam y tía Emily llegaran mañana, quiero pasar con ellos un tiempo. Tal vez tenga que regresarme a Carolina del Norte muy pronto-

-¿Por qué? ¿Has hablado con tu mamá?-

-hace días que no hablamos-

-hablo ayer aquí a la casa, pregunto dónde estabas, tuve que decirle que habías salido con Claire a hacer una tarea-

-¿tarea? Dios mío, no sé como mamá pudo creer eso-

-es estúpido lo sé, ¿pero que querías que dijera? “Hey señora, Debbie está durmiendo ahora en la casa de los Clearwater, más específicamente en la cama de Seth”- rodee los ojos y sonreí, se veía celoso, tierno pero celoso.

-no he dormido con Seth- le respondí entrecerrando los ojos ahora

-¿no? ¿Y…?-

-si lo dices por la vez en que fueron a comer a casa, esa vez no dormí con él, bueno, como 4 horas, ese día fue cuando descubrí que era un lobo-

-bueno, eso me tranquiliza un poco-

-tengo que ir a dormir, son pasadas de media noche y tengo que ir a la escuela- le dije poniéndome de pie, se incorporo junto conmigo para después tomarme por la cintura

-descansa- me dijo en un susurro, sonreí un poco y después deje un beso en su mejilla, el contacto era algo realmente placentero, no quería separarme de él, algo dentro, muy dentro de mi me decía que no lo hiciera, que mi lugar era ahí, junto a él, a su lado. Que no había necesidad de estar sufriendo sin darme cuenta al no sentir su presencia conmigo, que podía disfrutar cada día de estar junto a él, de disfrutar su aroma que hasta ahora me daba cuenta que era como a madera, tener su cuerpo unido al mío y no sentir frio ni físico ni psicológico. Lo único que tenía que hacer era quedarme con él, a su lado.

Sentí como lentamente ladeaba su cabeza para encontrar mis labios, fue un beso tierno, un sencillo rozón de labios pero lo era todo.

-lo siento- dijo cerrando los ojos, sin esperármelo siquiera mis labios tomaron su labio superior y comenzaron a jugar con él para después unirnos en un beso que podría cambiar cada una de las moléculas que conformaban mi cuerpo.

Minutos después me dispuse a ir a descansar, me encontré con una habitación fría, vacía y una ventana abierta. Seth se había ido y me había dejado sola. Tal vez se había cansado de esperar.

Me acosté en mi fría cama, no había calor humano ahí, hice fricción conmigo misma para obtener un poco de calor que después de mucho logre conseguir.

Al cerrar mis ojos solo venían a mi mente imágenes de Embry y mías, en las cuales podíamos compartir lindos años juntos, ¿pero quién era yo para quitarle su inmortalidad? El merecía ser feliz, vivir miles de años para vigilar a toda su gente, seguir al lado de sus hermanos lobos y no a mi lado envejeciendo cada momento de su vida.

-¿tienes frio mi vida?- me pregunto Embry abriendo la puerta de mi habitación

-¿Cómo lo sabes?-

-escucho el castañear de tus dientes hasta la habitación- dijo sonriendo divertido

-ven a dormir conmigo- camino hacia la cama y se acostó a mi lado, puse mis manos en su pecho para que se calentaran mientras sus labios buscaban los míos. No me negué a aceptarlos, era algo inútil de mi parte. Los besos fueron subiendo de tono hasta encontrarnos desnudos bajo las sabanas de mi cama haciendo el amor por segunda vez, con la misma paciencia y ternura que el demostraba para mi, sin tomar en cuenta el tiempo que transcurría a nuestro alrededor, no nos importaba si estaba por amanecer, si la lluvia había parado, si el cielo se encontraba completamente despejado dejando ver toda esa inmensidad de estrellas. No nos importaba nada, simplemente éramos conscientes de ser nosotros dos, de que estábamos unidos en uno solo, en más de un sentido.

-una vida es poco para demostrarte todo lo que eres para mi Debbie, eres más que una simple humana, eres mi mundo, mi sol, mi centro de gravedad. Te quiero por ser tu, no te quiero simplemente por esto- dijo acariciando mi abdomen con su mano caliente –te quiero porque eres mi amiga, mi hermana, mi cómplice…- selle sus labios con un beso, no me importaban sus razones, solo importaba que me quería.

Vimos por la ventana los primeros rayos de luz, fue ahí cuando nos dimos cuenta de que comenzaríamos un nuevo día así, juntos. Uno al lado del otro.

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ultimo capitulo del dia... les ha gustado? espero que si...

mil gracias por leer

besitos... Annaris