BELLA POV

-     Te amo – Dije besándolo con todas mis fuerzas

-     No tanto como yo a ti – Dijo riendo y acariciando mi rostro…

Nos dejamos caer en la cama. Sus manos acariciaban mi contorno, mis senos… su solo contacto en mi piel me hacia jadear…

-     Edward – Decía mientras sus manos viajaban por mis brazos y me acariciaban…

Sus manos levantaron mi pijama y capturo uno de mis pezones. Su lengua se paseo por ellos masajeándolos haciéndome gemir audiblemente. Sus manos descendieron hasta mis bragas y me las quito lentamente mientras besaba mi panza con una caricia… Sus labios se acercaron a mi intimidad, y comenzaron a succionar mis pliegues mientras mis gemidos se hacían más y más audibles… Su dedo se introdujo en mí mientras con su lengua masajeaba mi clítoris haciéndome ver las estrellas.

-     Edward, no aguanto mas – dije en jadeos.

-     Que quieres? – Dijo con voz ronca entre mis piernas.

-     Te quiero dentro de mi… - Dije jadeando

El se incorporo y posiciono en mi entrada manteniendo todo su peso en los brazos para no aplastar mi enorme panza…

-     Te amo tanto Bella – Dijo mientras entraba en mi…

-     También yo – Decía tomándolo de la espalda ayudando a su tarea…

El ingresaba en mi de manera certera, sus estocadas no eran duras, pero si definidas, y la fricción de su ingle en mi intimidad me hacia ver las estrellas… Sus arremetidas se hacían más y más fuertes, en señal de que estaba próximo a su liberación, como yo de la mía… En mi interior comenzó a crecer el fuego característico del orgasmo… Edward comenzó a hablarme entre estocadas…

-     Bella  - Gemido – cásate con migo – Gemido -

-     Si! – Grite llegando a mi orgasmo, seguido del suyo…

El se dejo caer a un costado de mi cuerpo mientras recuperábamos el aliento, entre caricias y besos…

-     Esta es una proposición que no podremos contarle a nuestros nietos – Dijo riendo

-     Fue perfecta, no podía imaginar algo mejor – Dije besándolo tiernamente…

Edward se levanto de la cama desnudo, y abrió el placard de la habitación, se subió a los escalones y saco de bien arriba una cajita azul con un moño blanco. Me la entrego en las manos, por lo que yo me incorpore en la cama aun desnuda y comencé a abrirla…

-     Quería hacerlo hace rato, pero no quería que pensaras que te lo pedía porque estas embarazada…

Abrí la caja y dentro estaba un anillo de compromiso hermoso…

-     Edward! – Dije en un jadeo sin poder contener mi aliento.

Como era de esperarse, lagrimas comenzaron a caer por mis ojos..

-     Es hermoso! – Dije riendo

-     Era de mi madre – Dijo agarrándolo entre sus dedos y comenzó a deslizarlo por mi dedo anular mientras me miraba a los ojos tiernamente – Te amo Isabella Swan…

-     Te amo Edward Cullen – Dije besándolo.

Nos quedamos unos minutos más en la cama, pero por supuesto no fueron muchos, porque su celular comenzó a sonar como loco. Me quede tirada en la cama, aun desnuda mirando mi anillo…

-     Te veo mas tarde?  -Dijo saliendo del baño ya vestido para trabajar…

-     Si – Dije con una sonrisa picara ya que verlo de traje me ponía loca…

-     Adiós – Dijo arrodillándose en la cama y buscando mis labios – Adiós a ti también – Dijo besando mi estomago.

Yo reí como siempre hacia cada vez que le hablaba a la panza…

Los dolores en mi espalda se hacían más y más fuertes. Ya estar en la cama me era incomodo, asique me pare y comencé a cambiarme. Cuando quise agacharme a ponerme los zapatos, un dolor punzante atravesó mi estomago, haciéndome gemir de dolor…  a partir de ese momento, los dolores se hicieron mas y mas intensos. No había duda, mi bebe quería nacer… marque el numero de Edward en el celular, pero me mando a casilla de voz directamente. Por lo que llame a Jane a la empresa.

-     Oficina de Edward Cullen – Dijo su voz.

-     Jane? – Dije en un grito pero solo porque me vino una contracción.

-     Bella? – Dijo ella preocupada.

-     Jane, estoy en trabajo de parto y Edward no me contesta. Podrías hacerme el favor de ubicarlo por mí? Yo me iré a la clínica porque las contracciones son muy seguidas! – Dije en otro grito ya que otra contracción recorrió mi espina.

-     Si, no te preocupes, ya mismo salgo a buscarlo! – Dijo en un grito nervioso.

Tome el bolso que estaba armado desde hace unos días por recomendación de Carlisle, y Salí hacia el ascensor… Las puertas se abrieron, pero no pare en los pisos de Alice y Rose ya que sabia que no estaban en casa. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, el portero me venia caminar en pausas debido a las contracciones…

-     Se encuentra bien Sra Cullen?  - Dijo

-     No! – Dije en un grito tomándome mi estomago

-     Que le sucede! – Dijo pálido.

-     Llámame un taxi, necesito ir al hospital. Mi bebe viene en camino!

El portero salió corriendo hacia la vereda, y silbó por un taxi en lo que yo me aproximaba a la puerta lentamente.

Me abrió la puerta del taxi y yo me subí rápidamente.

-     Al hospital general! – Dije gritando.

El taxista se asusto tanto que solo piso el acelerador y rápidamente salió hacia la dirección. Yo tome mi celular y llame a Carlisle…

-     Bella?  Dijo en cuanto atendió

-     Carlisle – Dije jadeando

-     Ya viene? – Pregunto

-     Si! – Dije en un grito de dolor un poco más fuerte que los que tuve hasta el momento…

-     Hace cuanto que estas así?

-     No se – dije

-     Los dolores fuertes hace cuanto empezaron?

-     Media hora, tal vez mas – Dije

-     Llega lo más rápido posible cariño. Te esperare en la puerta – Dijo

-     No cuelgues! – Dije en otro grito – No quiero estar sola!

-     De acuerdo – Dijo – Tu solo respira lentamente.

Otra contracción vino aun más fuerte y me hizo gritar. El taxista solo me decía que me contuviera que estábamos a unas cuadras, pero yo no podía responder…

-     Cálmese señora, ya llegamos – Dijo el taxista amablemente.

-     Que me calme? – Le grite fuertemente – como mierda me dices eso! Tú no sabes lo que se siente!!!

El taxista no volvió a hablar después de eso.

Dos minutos después llegamos al hospital, y Carlisle me estaba esperando en la puerta. Yo sentía que no daba más. No podía mover el cuerpo. Directamente me estaban esperando con una camilla allí ya que mi suegro calculo que no llegaría lejos y que directo me llevarían a la sala de partos..

Veía las luces en la medida que me metían al hospital, mientras agarraba mi vientre y gritaba de dolor.

-     Tranquila Bella – Me decía Carlisle

No le gritaría a mi suegro de la misma manera, pero me gustaría que se tragara sus palabras. Como quería que me tranquilice? Como alguien podía pedirme eso en este momento?

-     Esta totalmente dilatada – dijo la enfermera que estaba entre mis piernas

-     Vamos cariño – Dijo Carlisle tomándome los tobillos y poniéndolos en los estribos – Es hora

La enfermera comenzó a atarle la bata, el barbijo y el gorro mientras el levantaba mi pollera ya que no habían tenido tiempo de ni siquiera ponerme una bata.

-     Puja Bella – Dijo poniendo su mano en mi vientre.

Yo me incorpore como pude mientras las enfermeras levantaban mi respaldar, y hacia fuerza. Sentía que mi cuerpo se estaba partiendo en dos, y no podía dejar de gritar… me deje caer en mi espalda cuando la contracción paso.

-     Vamos Bella, ya viene otra! – Dijo Carlisle de nuevo.

Me incorpore nuevamente en la camilla, y si antes sentía que me estaban partiendo al medio, ahora sentía que ya lo habían hecho… Solo podía concentrarme en el dolor, y me costaba mucho direccionar mi fuerza.

-     No puedo! – Decía entre sollozos!

-     Si cariño, si puedes! – Dijo mi suegro.

Me incorpore de nuevo, y en cuanto lo hice, las puertas se abrieron rápidamente y Edward entro como loco.

-     Acá estoy cariño – Dijo besando mi frente y poniéndose en mi espalda.

-     No puedo – Decía yo entre sollozos.

-     Vamos mi amor… Si pierdes, yo se que puedes! – Dijo tomando fuertemente mi mano.

Me incorporé nuevamente y direccionando todas mis fuerzas hacia mi vientre, empuje, empuje y empuje con todas mis fuerzas gritando de dolor.

Llantos comenzaron a inundar la habitación, y en el momento que los sentí, el dolor dejo de pasar por mi cuerpo…

-     Felicidades hijo – Dijo Carlisle tomando ese hermoso bebe entre sus brazos.

Yo sonreí y entre jadeos mire por entre mis piernas y vi a Carlisle sosteniendo a mi bebe.

-     Quieres cortar el cordón? – Dijo mirando a Edward.

-     Si – Dijo el acercándose hacia el bebe.

En cuanto estuvo separado de mí, la enfermera lo tomo entre sus brazos con una manta y me lo puso en mi pecho. El bebe automáticamente dejo de llorar, abrió esos enormes ojos y me miro…

-     Hola bebe… soy mama – Dije llorando

Edward nos abrazo mientras le hablaba también al bebe, que me miraba directo a los ojos… No puedo explicar la conexión instantánea que hubo, y todo dejo de importar… Solo Edward, mi bebe y yo…

-     Antony Cullen – Dije acariciando sus deditos.

Edward me beso en los labios y pude ver que de sus ojos también se escaparon unas traicioneras lágrimas…

-     Te amo tanto! – dijo Edward.

-     También yo – Dije llorando.

Dos días habían pasado de que el pequeño Anthony llego a este mundo. Todos habían venido a visitarnos al hospital. Mis padres, las chicas, Jane… Estábamos todos en la habitación riendo, tenia al pequeño Tony en mi pecho, y en cuanto mi Esme entro me pidió cargarlo y se lo entregue.  En cuanto estire mi brazo para dárselo, Alice pego un grito ahogado. Todos nos quedamos mirándola sorprendidos, y ella se acerco a mi y me tomo de la mano mirando mi anillo. Yo me sonroje al instante y todos comenzaron a preguntar cuando había sido la propuesta y como había sido. Con Edward nos miramos a los ojos pícaramente con una sonrisa en los labios. No podríamos contar nunca la historia, pero era nuestro chiste personal…

Habíamos fijado la fecha de la boda para cuando nuestro pequeño tuviera un año de edad. No queríamos apurarnos, sabíamos que estábamos bien así. En cuanto nos dieron el alta del hospital, Edward se tomo unos días para estar con migo y con el pequeño Tony. Si bien el bebe tenia su habitación, paso los primeros días entre nosotros en nuestra cama… Con Edward nos quedábamos mirándolo dormir, y nos acariciábamos y besábamos tiernamente…

-     Todo lo que amo, esta aquí, en esta cama – Dijo Edward mirándome a los ojos y tomándome de la mano.

Yo solo reí y me acerque a el para besarlo…

-     Te amo – Dije

-     Como yo a ti.

Y juntos nos acercamos a nuestro bebe para besarlo mientras dormía….

No podía pedir más felicidad de la que ya sentía… Se podía ser más feliz?? No lo creo!!!