Sin Medir las Consecuencias (+18)

Autor: Pampita
Género: + 18
Fecha Creación: 27/01/2012
Fecha Actualización: 07/03/2012
Finalizado: SI
Votos: 25
Comentarios: 66
Visitas: 89243
Capítulos: 18

"Sin medir las consecuencias" es una historia donde Edward y Bella estan juntos en una noche de Alcohol y festejos... Bella, sin recordar nada, termina odiando a Edward por sus actitudes machistas y orgullosas. Cada uno toma su lado creyendo no volverse a ver, pero las consecuencias de esa noche aparecen en sus vidas...

 

FINLIZADO!!!

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 1: Desconcertada BPOV

Bella POV

Me levante de la cama chocándome con absolutamente todo a mi paso. Me enrede en las colchas, caí como costal de papas al suelo. De repente me choque contra una pared, emitiendo un sonido sordo. Sentía dolor en todas las partes de mi cuerpo. Mi cabeza estallaría en cualquier momento. Recordé de repente que estaba en la habitación del hotel, asique tantee hasta donde recordaba que estaba el baño. Habíamos pagado una hermosa villa del hotel. En realidad Alice lo había hecho. Quería festejar su despedida de solteros de la mejor manera posible. Ella era así, organizando las fiestas, aunque se suponía que a esta teníamos que organizarla nosotras…

 

Me metí al baño tanteando las paredes. No me animaba a abrir los ojos porque sabia que la luz que venia desde afuera me taladraría el cerebro provocándome aun mas dolor… tome la tapa de la tasa del baño, la baje con claras intenciones de sentarme en ella. Lleve mis manos en ademan de buscar mis prendas para bajarlas, pero no tocaba nada. Estaba totalmente desnuda. La sorpresa hizo que abriera los ojos y mis sospechas fueron confirmadas. No solo que estaba totalmente desnuda, si no que la luz que ingresaba desde adentro taladro mi cerebro produciendo que me quejara por el dolor.

 

Tome la bata con las iniciales del hotel que estaban a un costado, y me la puse. Me acerque al espejo y pude ver como mi rostro había pasado una de las peores noches hasta el momento. Tenía el rímel corrido, mi cabello estaba totalmente anudado. Tome el peine a un costado de la mesada y cuando levante mi mano para peinar mi cabello, mire algo morado en mis muñecas. Extrañada me levante la bata, y pude comprobar que estaban moradas. Fruncí mi seño en señal de no comprender como había pasado eso. Pude ver que la forma era extraña. Era una línea recta, como si algo me hubiera aprisionado las manos, y hubiera dejado esa marca. Cuando me di cuenta, tenia no solo en la muñeca, También subía por mi brazo. Me desprendí la bata, y terrible fue mi sorpresa al darme cuenta que tenia círculos morados esparcidos por mi cuerpo. En mi cuello, en mi seno izquierdo, en mi ingle, en mi pierna…

 

-     Que carajos paso anoche? – me dije a mi misma en voz alta.

 

Termine de asearme, y Salí rumbo a mi habitación nuevamente, y pude ver el caos en el que se encontraba toda la habitación. Se ve que habíamos tenido una fiesta de lo más linda… Me metí a mi habitación nuevamente, y pude ver como estaba todo desordenado. Tenia ropa tirada por todo el piso, patee un par de cosas que por la penumbra de la habitación no pude ver que eran. Me fui a la ventana y corrí las cortinas mientras recorría el camino hacia mi cama nuevamente. Mis pies se chocaron con algo metálico, y cuando levante esto del piso, vi que eran unas esposas.

 

-     Sera esto lo que me dejo esta marca?

 

Extrañada me senté en la cama de golpe mientras pensaba si eso era posible, cuando la superficie sobre la cual me senté se removió y emitió un quejido de dolor.

 

-     Diablos! – Dijo una voz masculina.

 

Saque las colchas que cubrían a la persona que hablaba mientras estaba en un estado de total estupor, y un tipo, totalmente desnudo estaba tirado en mi cama. Sin pensarlo dos veces grite fuertemente a todo pulmón. Segundos después sentí otro grito, y luego un tercero. Salí corriendo de mi habitación, y me encontré con Alice y Rose, abrazadas a sus colchas totalmente desnudas, en situaciones iguales que yo.

 

-     Alice… tu también? – Pregunte extrañada.

 

La cara de ella era de puro horror. Aquí estaba ella, a punto de casarse con el amor de su vida, y acababa de despertarse con un hombre en su cama. Luego de unos segundos, la puerta de mi recamara se abrió, y este hombre que encontré en mi cama apareció cubierto con la sabana enrollada en su cintura. Debo decir que la imagen no era del todo mala, pero estaba más preocupada en saber como demonios había pasado esto. El hombre parado frente a nosotras, nos miraba extrañado, al igual que nosotras a el. De repente sentimos la puerta a nuestras espaldas, y un hombre grande, robusto salió de la habitación de Rose, seguido casi instantáneamente de la habitación de Alice salió un chico alto y rubio. Alice, Rose y yo estábamos en la sala de la villa tomadas de nuestras prendas fuertemente como si fueran a caerse de nuestros cuerpos. De repente, Entre estos extraños se miraron y se rieron entre ellos.

 

-     Emmet – Dijo el rubio que salió de la habitación de Alice asintiendo, para luego girarse hacia el que había salido de la mía y repetir la acción. – Edward…

-     Jasper – Dijeron juntos…

 

Los seis nos mirábamos las caras unos a otros sin saber que decir. Yo me sentía totalmente anonadada. No sabia que demonios había pasado anoche, y calculo que mis amigas tampoco.

 

-     Haber – Dijo el chico que salió de mi habitación – Alguno recuerda que paso anoche?

 

Todos nos quedamos mirándonos.

 

-     Partes – Dijo el grandote mirando a Rose con una sonrisa en el rostro.

-     Tu Jaz? – Dijo el cobrizo.

-     Algo – Dijo mirando a Alice

-     Chicas? – pregunto mirándonos que estábamos en el centro.

 

Las tres negamos con la cabeza.

 

-     Bueno, comencemos por lo primero – Dijo sereno – Porque no nos cambiamos, y nos vemos en unos minutos aquí para hablar y ver si podemos sacar que paso aquí?

 

Todos asentimos, y nos fuimos cada pareja a la habitación para cambiarnos.

 

Me metí a la habitación con este chico, Edward, y el tomo su bóxer que estaba tirado en el piso y se lo puso sin sacarse la sabana que tenia atada a su cuerpo. Yo tomo absolutamente toda mi ropa, pero no me cambie. Solo me quede mirando atónita como el tomaba cada una de sus prendas y se las ponía bajo mi mirada critica. Mi mente quería analizar que había pasado, pero no podía.

 

-     Vas a cambiarte? Me pone nervioso que me mires de esa manera – Dijo mirándome

-     Lo siento – Dije girándome.

-     Veo por tu expresión que esta es la primera vez que te pasa algo así. – Dijo

 

Me gire cuando dijo eso.

 

-     Si – Dije – A ti te paso antes? – pregunte.

-     Pues si… Pero no despertarme y no acordarme de nada. Algo siempre recuerdo – Dijo riendo de lado ladinamente.

 

Su sonrisa me había enojado. Que significaba?

 

-     Pues, me alegra que tus andanzas sean recordadas de manera picara – Dije enojada – Pero yo no soy de las chicas que se acuestan con cualquiera, sin conocer su nombre, si es que nos acostamos…

 

El rio cuando yo dije eso, y me enojo terriblemente.

 

-     Aunque dudo que haya pasado algo.

-     Y tú que quieres decir con eso? -  dijo enojado.

-     Pues no se si efectivamente paso algo – Dije mirándolo con desprecio – Aunque tan vez hayas sido tan malo que preferí olvidarlo…

 

El se acerco a mí, y tomándome de mi mentón dijo:

 

-     Créeme, si hubiéramos estado juntos, lo habrías recordado – Dijo altaneramente.

-     Lo mismo digo – Dije enojada

-     Lo dudo – Dije haciendo expresión de asco.

 

El extraño termino de vestirse ante mi mirada fija. Estudiaba cada uno de sus movimientos, y aprovechaba para estudiarlo. En mi vida solo había estado con un hombre, y la experiencia no había sido muy grata. El muy bastardo me dejo mas rápido de lo que se dice hola…

 

-     En que piensas? – Dijo enojado.

-     Nada – Dije sin querer revelarle que pensaba en mi poca experiencia sexual.

 

El me miro desconfiado. Seguramente pensando que fue lo que no quise decirle… La tensión dentro de la habitación era palpable. Obviamente éramos dos personas totalmente opuestas. El, un donjuán con las mujeres, yo una mujer con tan poca experiencia que no sabia que pensar ni hacer de lo recientemente ocurrido. Que debíamos hacer? Debíamos intercambiar teléfonos? Creo que noto que paso por mi cabeza, porque automáticamente hablo.

 

-     Mira niña… Si algo paso, no significa que nos pondremos de novios o algo – Dijo despectivamente haciéndome rabiar.

 

Que significaba eso?

 

-     Tú quisieras! – Dije – que más suerte tendrías tú!

 

El rio a carcajadas.

 

-     Suerte? – Dijo extrañado – Mira, no hay mujer que me haya atado, y créeme, no lo hará alguien como tu! – Dijo mirándome de arriba abajo.

 

Ese comentario había herido mis sentimientos, pero no lo demostraría. Este hombre inspiraba los peores deseos en mí…

 

-     Mujer? Mira que para que no haya pasado nada con una mujer inconsciente totalmente denuda, antes de mujer, pensaría que un hombre sea el que debería enderezarte…

 

Se ve que mi comentario daño su orgullo.

 

-     Mira querida… si no paso nada anoche seguro se debió a tu frigidez, y no a mi hombría… te reitero, te acordarías de mí de alguna manera – Dijo ladinamente.

-     Eres un estúpido! – Dije furiosa – Quien te enseño a tratar así a las mujeres?

 

Salí de la habitación con toda mi ropa azotando la puerta y me fui al baño a cambiarme. Me cambie entre lágrimas. Lo que ese estúpido había dicho, me había dolido, pero no lo demostraría.

 

Salí de mi habitación para encontrarme con Rose hablando acarameladamente con el grandote. Se ve que sin importar que había pasado, ellos estaban conformes con lo que paso. Segundos después, Alice salió con el rubio con una expresión extraña.

 

-     Todo bien? – Dije acercándome a ella.

 

Alice solo me miro y asintió, pero no era verdad. Yo la conocía. Mire al chico rubio al lado de ella y tenia la misma expresión.

 

-     Que le dijiste? – Dije enojada

-     Yo? – Dijo el rubio haciendo cara extraña

-     Si tu – Dije enojada

-     Bella – Dijo Alice – No dijo nada. Solo me siento culpable nada más…

-     Segura?  - Dije mirándola

 

Ella asintió.

 

-     Lo siento – Dije – Pero acabo de charlar con tu amigo, y tenia que dudar…

 

El rubio rio apenas perceptiblemente, pero se lo notaba triste…

 

-     Déjala Jaz – Dijo el cobrizo – No sabe lo que se pierde.

-     Mira… - Dije totalmente furiosa y queriéndome acordar de su nombre, aunque en realidad buscaba un adjetivo que doliera – Edwina…

 

Emmet soltó una carcajada a mis espaldas y Edward se enfureció.

 

-     Edward – Dijo enojado.

-     Seguro? Edward no es nombre de hombre?

 

Emmet volvió a soltar una carcajada haciendo que Rose, Alice y Jasper rieran también.

 

-     Mira Monjita – Dijo buscando algo que me haga enojar de igual manera – Que tu amiga se busque a otro a quien agarrar. Jasper no se dejara engatusar con una de tus amigotas.

-     Mira Nena – Dije mirándolo de arriba abajo – Mi amiga esta por casarse, y seguro que no quiere nada que ver con TU amigo – Dije pegándole con el dedo índice en el pecho.

-     Mira “Sor Isabella” que las de tu clase siempre buscan a chicos como mi amigo Jaz que les de seguridad.

 

Lo que había dicho me dejo helada, pero no fue lo que dijo, si no que sabía mi nombre… como lo supo?

 

-     Edward – Dijo Jasper tomándolo del brazo – No te pases.

-     Si Edwina… aprende a tratar a las mujeres antes de hablar – Dije totalmente ofendida.

Capítulo 2: Insoportable - BPOV

 
14437794 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios