Bella POV

Cerca del medio día, salimos de su oficina bajo la atenta mirada de todos. Edward le dijo algo a Jane, su secretaria, y yo me acerque a ella y la salude con un beso en la mejilla.

-     Un gusto Jane – Dije con una sonrisa.

-     El placer es mio – Dijo ella.

Edward tomo mi mano entrelazando nuestros dedos y caminamos por el pasillo de la mano bajo la atenta mirada de todos… Debo decir que un poco me incomodo, pero estar al lado de el, que me mostrara orgulloso, me hizo sentir tan bien que deseche los pensamientos…

El segundo día que estuve con el, coordine mi primera cita con Carlisle para comenzar con las atenciones de mi embarazo. Edward pasó todo el día en la oficina, y me mandaba algún que otro mensaje diciéndome lo mucho que me amaba… Decidí sorprenderlo con la cena, por lo que prepare unos raviolis con zetas. Afortunadamente mis nauseas habían desaparecido, por lo que ya disfrutaba, tal vez demasiado, de la comida. Cuando la cena estuvo lista, me metí a la ducha y me refresque para esperarlo. Estaba secándome el pelo, cuando mi bata se abrió y dejo mi estomago descubierto… Mi panza estaba apenas inflada, pero a mis ojos se notaba el embarazo… Acaricie mi vientre, y me quede mirándome al espejo mientras lo hacia… sentí unos brazos a mi espalda, que tomaron la mano que me acariciaba, y me acariciaron también. Su aroma me llego a mis sentidos y solo pude cerrar mis ojos y disfrutar de su tacto… Se apoyo en mi trasero refregando su erección en mí, y mi temperatura se disparo por las nubes. Me gire hacia el para besarlo y colgarme a el rodeando mis piernas en su cintura.

-     Te amo tanto – Dije entre besos y caricias.

Yo estaba ya desnuda debajo de mi bata, pero el estaba queriendo desvestirse rápidamente, y su torpeza queriendo apurarse me causo gracia… Me sonreí levemente, y me dispuse a tentarlo aun mas, por lo que con la bata totalmente abierta, con mis piernas abiertas, apoye mi pie en su pecho. El me miro con ojos oscurecidos… Continuo desvistiéndose, dejando caer su camisa al suelo. Se saco sus zapatos y se desprendió el cinto sin dejar de mirarme, mientras yo aun tenia mi pie en su pecho y nuestras miradas conectadas… con el objeto de probar su autocontrol, abrí mis piernas dejándole ver mi húmedo sexo… Edward me ponía así con solo una mirada… De su pecho se escapo un gruñido, y dejando caer sus pantalones y sus bóxer por sus piernas, tomo mis piernas por los tobillos, y las abrió para quedar en medio de ellas, y se agacho hacia mi para besarme, pero puse mi mano en su pecho separándolo de mi. Me miro extrañado, pero cuando se alejo volví a poner mi pie en su pecho, y usando mis codos me incorpore apenas en la cama, y me gire dándole la espalda. Estaba arrodillada, y mi espalda busco su pecho desnudo… Sus manos tomaron mi cintura, y se elevaron hasta llegar a mis senos, los cuales fueron apretados por el. Mis pezones estaban en extremo sensibles, asique cada caricia, cada roce hacia que sintiera una dolorosa onda de placer… Restregó su erección en mi trasero nuevamente, y su mano descendió hasta mi sexo, donde acaricio mi clítoris… Instintivamente abrí mis piernas para darle acceso, y mientras que con una mano masajeaba mis senos, con la otra masajeaba mi clítoris haciéndome gemir su nombre…

Apoye mis manos sobre la cama, y deje mi trasero expuesto ante el sexo de Edward. El entendió mi pedido sin decir absolutamente nada, por lo que utilizando sus manos pasó la punta de su miembro por mis pliegues e introdujo la punta en mi cavidad… Luego tomo con ambas manos mis caderas, y comenzó a penetrarme lentamente… No alcanzo a introducirse por completo en mí, que ya sentía la necesidad de mi liberación… Comenzó un vaivén duro, certero… gemía audiblemente su nombre en cada estocada. Sus manos tocaban mis senos, y bajaban a mi clítoris, el cual masajeaban. Mordía ligeramente mi hombro, lo cual me hacia rogar por mas… Llegamos juntos al clímax entre jadeos, gemidos, gruñidos… Edward era mi complemento perfecto…

La primera consulta con Carlisle, estaba nerviosa, pero estar al lado de Edward, y saber que el me acompañaba en cada momento, me llenaban de felicidad. Me sentía bien que mi suegro llevara mi embarazo, y como estaba sin nauseas y sin mareos, estaba mas que contenta… Mientras Edward estaba trabajando, yo generalmente trabajaba en mi tesis, o me juntaba con Rose, cuando esta no estaba con Emmet. Muchas veces me juntaba con Esme, y generalmente pasábamos la tarde en la piscina de la casa de los padres de Edward… A veces, aunque no muchas porque no quería meterme en su vida, iba a visitar a Edward a su oficina, especialmente para invitarlo a almorzar… Siempre Jane me recibía de mil maravillas, y toda la oficina me miraba pasar, pero casi nunca me hablaban.

Una tarde, llevándome una enorme sorpresa, tocaron el timbre de mi casa, y Alice apareció allí luciendo como si un camión de piedras se le hubiera caído arriba…

-     Alice! – Dije abrazándola fuertemente.

-     Bella! – Dijo con cariño entre sollozos.

-     Que pasó Alice, dime por favor! – Dije preocupada.

-     Se termino todo. Jared y yo, terminamos…

-     Que paso? – Dije preocupada.

-     Pues que más podría pasar? Pospuso nuevamente la boda, y no lo soporte. Discutimos y shoqueada por sus palabras, solo Salí sin mirar atrás y me vine para aquí..

-     Hiciste bien amiga… espérame que le hablare a Rose para que venga.

Tome mi teléfono, hice la llamada y Rose no demoro mas de 10 minutos en llegar.

-     Tan rápido llegaste? – Dijo Alice sorprendida.

-     Pues vive solo dos  pisos más abajo! – dije riendo

-     De en serio? – Dijo sorprendida.

Con Rose solo nos reímos y escuchamos atentas como paso a paso nos relataba lo ocurrido con su ex prometido…

Pasamos la tarde juntas, y cuando Edward llego de la oficina, le pedí que se fuera por allí porque estábamos en charla de chicas. El comprendió sin problemas y solo se cambio para buscar a Emmet y Jasper.

-     Creo que se de alguien que se alegrara de saber que Alice esta aquí – Le dije a Edward en la habitación.

-     Si, también lo pensaba – Dijo Edward riendo.

-     Te juntaras con ellos? – Dije

-     Si. Tal vez pueda darle la noticia, seguro se alegrara…

Luego de que Edward se fue, me mando un mensaje minutos después diciéndome que Jasper estaba desesperado por verla… en el segundo que Alice se fue al baño para lavarse la cara y sacarse las lagrimas que tenia por el relato, le pregunte a Rose que le parecía si Jasper venia, y ella solo asintió por lo que le avise a Edward que podían venir y cenábamos todos juntos, si querían…

Debo decir que la conexión entre ellos en el segundo que abrió la puerta fue increíble, por lo que segundos después de la aparición de Jasper, Jared era historia… Por supuesto, no demoraron mucho en ponerse de novios, y mudarse al departamento de abajo que compartía con Jaz.

Mi embarazo ya era un poco más evidente. Mi estomago creció de golpe cuando entre en el quinto mes de embarazo, por lo que todos en la oficina me miraban extrañados… Yo solo los ignoraba, y me sentía feliz de la atención que Edward le daba a mi panza… Siempre le hablaba, siempre le decía cosas tiernas… Teníamos fecha para hacernos un cuarto ultrasonido para ver el sexo del bebe, ya que era demasiado escurridizo y no nos dejaba verlo… Esme siempre se presentaba en los controles, formando parte del embarazo. Mis padres también lo hacían a su manera, ya que la distancia era grande y el dinero para que viajen seguido no lo tenían…

El día del ultrasonido, pase a buscar a Edward por su oficina para irnos juntos al consultorio de Carlisle. Cuando llegue, Jane no se encontraba en su escritorio, por lo que tímidamente toque la puerta de Edward para entrar. No tuve respuesta, por lo que golpee de nuevo, pero seguí sin tener una respuesta. Abrí la puerta tímidamente, y me quede helada con lo que vi. Edward estaba en silla sentado, y una mujer estaba prácticamente arriba de el.

-     Edward – Dije con ojos llorosos

El me miro con sorpresa en sus ojos, y yo solo Salí de allí, lo mas rápido posible. Corrí alejándome de el. Tome el ascensor, y cuando las puertas se cerraron, pude ver como Edward venia corriendo en mi dirección, pero toque el botón de cerrar las puertas antes de que se acerque a mi. Dentro había solo una mujer, quien me miraba atenta, yo solo mire al piso mientras sollozos escapaban de mi cuerpo…

-     Estas bien? – Dijo tomando mi espalda.

Sollozos más fuertes se escaparon de mi pecho. No podía hablar…

-     Quieres que llame a alguien? – Decía la chica preocupada – no es bueno que en tu estado estés así!

Me seque las lagrimas, y en cuanto las puertas se abrieron, Salí dándole a esta chica las gracias y alejándome del lugar. Llame al primer taxi que apareció en la puerta, y lo tome.

-     A donde? – Dijo el taxista?

Me quede pensando… a donde iría? No tenia a donde ir! Al único lugar que se me ocurrió fue a buscar a Rose y Alice, por lo que me fui al departamento.

Tan mala era mi suerte, que ni Alice ni Rose estaban en el, por lo que me subí al ascensor, llegue al departamento y cargue en un bolso unas mudas de ropa, y Salí de allí. Tome otro taxi, y le pedí que me lleve a la estación de buses. Saque pasaje para Seattle ya que no llegaban hasta forks.

En el camino, saque mi teléfono para llamar a mis padres, y pude ver que tenia alrededor de 20 llamadas perdidas de Edward. Una lágrima comenzó a caer por mi mejilla. Cuando tenia el aparato en mi mano volvió a sonar y el nombre de Edward aparecía en la pantalla. No atendí por supuesto. Siguió sonando unos minutos después pero lo ignore. Logre dormirme unos minutos, después de todo era un viaje de aproximadamente 10 horas. Me despertó el sonido de mi celular, por lo que lo tome solo para ponerlo en silencio y vi que en la pantalla decía Rose. Atendí sin demoras.

-     Bella? – Se escucho la voz amable de Rose.

-     Oh Rose! – Dije con voz rota.

-     Donde estas?

Estaba por contestar cuando se escucho un ruido en el teléfono, y la voz de Edward resonó en mi aparato.

-     Bella? Cariño, déjame explicarte por favor, no es lo que parece! – Dijo apurado.

Me quede helada. No me salía la voz para decir nada, solo un sollozo se escapo.

-     No llores. Te juro que no he estado con nadie desde que estas en mi vida! – Dijo

Yo seguía sin decir nada. Escucharlo con la voz rota al igual que la mía me ponía mal porque lo quería… nuestras cosas no se dieron de la manera ideal, pero no podía negar cuanto lo quería, cuanto lo amaba… Sabia que estaba siendo irracional, infantil en irme, pero no puedo explicar porque me sentía tan quebrada, tan rota… era la ultima persona con la que quería hablar en ese momento, aunque no tenia las fuerzas para cortar la comunicación y dejar de escuchar su voz… era débil, muy débil…

-     No se que pensar – Dije en un susurro.

-     Escúchame, por favor – Dijo – Necesitamos hablar. No puedes irte sin dejarme explicarte!

-     Necesito pensar las cosas – Dije con un deje de enojo.

Me estaba exigiendo algo a caso? Me puse inclusive furiosa. Le debía explicaciones? Era yo la que estaba en falta? Corte la comunicación sin decir sin siquiera adiós y apague el teléfono para no recibir mas llamadas. Edward había logrado cabrearme. Había pasado de la desolación y tristeza de estar sin el, a la extrema furia por cuestionar una reacción. Enojada, me dormí profundamente y me desperté recién cuando llegamos a Seattle.