Bella POV

Estaba dormida en mi cama, soñando con Edward. Se sentía tan bien… soñé que se recostaba a mi lado y me abrazaba… Fue la noche más placentera que pase en mi vida…

Me desperté a la mañana exaltada con los gritos de mi padre.

-     Te matare! – Dijo.

Mi cama se movilizo toda, y allí estaba mi padre agarrando a un despeinado Edward de la remera y teniéndolo contra el placar de mi habitación…

-     Papa! – Dije en un reto.

-     Sr. Swan! – Dijo Edward medio atragantado.

-     Jefe Swan para ti! – Dijo totalmente enojado.

-     Charlie! – Dijo mi madre entrando a la habitación retándolo igual que yo lo había hecho.

-     Mama! – Dije saliendo de mi cama y abrazándola…

-     Cariño!! Como se te ocurre hacerme abuela tan pronto?? Si soy muy joven!! – Dijo con una sonrisa maternal…

-     Lo siento mama – Dije con los ojos rojos…

-     Esta bien cariño… te entiendo – Dijo mirando a Edward cariñosamente.

Mi madre me entendía, lo sabia, pero en este preciso momento temía por Edward…

-     Charlie, deja en paz a ese chico… no querrás que tu nieto crezca sin padre no es así? – Dijo mama

Papa miro amenazadoramente a Edward y lo soltó lentamente dejando que sus pies toquen el suelo y este suspiro audiblemente.

-     Vengan, vamos a desayunar – Dijo mama.

Tome la bata de la punta de mi cama y me la puse para salir de mi habitación. Edward camino detrás de mis padres sigilosamente. Solo se giro para verme y sonreírme…

-     Bueno – Dijo mi padre de manera severa – que piensan hacer?

Edward y yo nos miramos antes de mirara a mi padre.

-     Mire Sr. Swan, lamento que nos conozcamos de esta manera, me hubiera gustado hacer una mejor presentación, pero las cosas se dieron así…

-     Y me lo dices así? – Dijo levantando la voz nuevamente.

-     Charlie – Dijo René desde la cocina.

Apreté la mano de Edward por debajo de la mesa, tenia miedo de que pudiera decir ya que no quería que les contara a mis padres que mi embarazo había sido producto de una borrachera… El me miro serio, y se quedo callado mirando a mis padres.

-     Te educamos mejor! – Dijo Charlie enojado.

La verdad me estaban cansando sus enojos y su manera de tratar a Edward. Ya había soportado demasiado el día de ayer cuando me sorprendió viniendo de la nada.

-     Eres un poco hipócrita no crees?

Mi padre me miro exaltado.

-     Que acaso creías que no sabia que tu y mama se casaron cuando mama estaba embarazada de mi?

-     Exacto – dijo mi padre – nos casamos porque estábamos embarazados. Ustedes imagino que harán lo mismo no es así?

Me puse tan nerviosa, pero Edward parecía totalmente calmado. Yo no quería que el pensara que quería agarrarlo o engañarlo para que se case con migo, pero el estaba tranquilo…

-     Mire jefe Swan… Si bien el embarazo de Bella es producto de un descuido y algo que no debimos dejar de lado, soy una persona responsable y estoy aquí para Bella y para lo que ella me necesite. No dejare de lado mis responsabilidades como padre, como tampoco las que tengo con Bella… El casarnos… es algo que tenemos que discutir entre nosotros, que aun no hemos hecho por cuestiones de tiempo…

-     Y porque no han hablado? – Dijo

-     Pues mi casa y mi trabajo están en L.A., y nos es complicado vernos. He intentado estar con Bella desde que me entere de esto, pero casualmente he tenido que volver a mi casa por unas cuestiones con mi trabajo…

-     Y no planeas mudarte? O harás que Bella se mude para allá?

-     Pues hare lo que consideremos conveniente con Bella… no puedo trasladar mi negocio hasta aquí, por lo que seguiría teniendo que estar en L.A. Planeaba hablarlo con Bella cuando fuera a visitar a mis padres que quieren conocerla…

-     Tus padres están enterados? – Dijo mama con total asombro.

-     Su padre me atendió luego de un control con un medico poco experimentado. Voló desde L.A. solo para verme. Su padre es medico.

-     Y porque no nos avisaste? Podríamos habernos conocido aunque más no sea..

-     Si lo desean, están invitados a L.A con nosotros. – Dijo Edward mirándonos.

-     No tendrías que hablarlo con tus padres?

-     Pues yo no vivo con mis padres. Los estaría invitando a mi casa – Dijo

Mi madre estaba maravillada. Estaba totalmente feliz de Edward, pero mi padre era otro cantar… lo miraba con una desconfianza terrible… Pasamos la mañana juntos. Mi madre se mostro muy amena y quedamos en que irían a L.A. a conocer a los padres de Edward… Se fueron de casa para volver a Forks, ya que tenían unas horas de viaje.

-     Gracias – dije una vez que se fueron

-     Porque?

-     Por ayudarme…

-     No tienes nada que agradecerme – Dijo con una sonrisa…

Estábamos en la sala ambos sentados en mi sillón.

-     Quería hablar de esto mas adelante – Dijo – pero estaba pensando en la posibilidad de que te mudes a L.A. con migo – Dijo Edward mirando al piso…

-     A L.A.? dije

-     Si… no es para presionarte, es solo que me agradaría la idea de que mi padre sea tu medico, así como también no tener que dejar tanto de lado mis negocios…

-     Porque no me dejas pensarlo? – Dije con una sonrisa.

-     De acuerdo – Dijo el riendo en respuesta.

Pasamos la tarde en el sillón hablando de nuestra vida. El me conto de sus negocios, me conto de sus padres y yo le cote de los míos, de mi carrera, de mi empleo…

Edward me preparo de cenar algo liviano. Si bien había pasado dos días sin vómitos y nauseas, no quería tentar a mi suerte… En medio de la cena, Alice y Rose llegaron a mi departamento. Alice había fijado fecha de casamiento para dentro de un mes, y esta vez era definitivo… Rose estaba emocionada con la idea de ir a conocer a los padres de Emmet, y de paso estaría también con el…

La búsqueda de médicos se había puesto en espera desde el ultimo incidente… cada vez que sentía un malestar o incomodidad, llamaba al padre de Edward, y me despejaba mis dudas… me daba cuenta que la idea de ir a L.A. era muy buena, ya que para una persona sin seguro medico y sin nada como yo, la idea de un medico que cubriera todos los gastos era mas que llamativo…

Estábamos en casa preparando todo para irnos. Rose llego a casa junto con Alice…

-     No vienes Alice? – Dijo Edward

-     No, solo vengo a llevarlos al aeropuerto – Dijo con media sonrisa.

-     Estas bien? – pregunte

-     Muy bien – Dijo riendo, pero sabia que no era así.

Salimos los 4 rumbo al aeropuerto, y nos despedimos de Alice para subir a nuestro vuelo… no sabia que le pasaba, pero tendría que llamarla para ver como se encontraba…

Luego de dos horas de viaje, llegamos a L.A. y Emmet y Carlisle nos esperaban en el aeropuerto. Nos saludamos con un abrazo, salvo Emmet y Rose que fueron algo mas efusivos…

-     Como esta mi nieto? – Dijo Carlisle con una sonrisa.

-     Muy bien, gracias por preguntar – Dije riéndome igual.

Llegamos a la casa de los padres de Edward, ya que Esme nos estaba esperando para almorzar. La casa era enorme y muy hermosa… era toda una mansión con rejas y portero en la entrada… Cuando llegamos, pude ver muchos autos estacionados.

-     De quien son todos esos autos? – pregunte.

-     Nuestros- Dijo Emmet.

Por mi mente pasaba una y otra vez la idea de que Edward era un poco más adinerado de lo que yo había creído… de hecho, bastante más…

Entramos a la casa y Esme vino a recibirnos y nos abrazo a todos y nos saludo muy amenamente. Se presento con todos y nos hizo pasar al comedor donde comenzamos a charlar de nuestras cosas en lo que estaba lista la comida. Una señora de unos 50 años se acercó hacia nosotros y saludo a Edward con un abrazo. Según me presentaron era Sue, la ama de llaves de los cullen desde que los chicos eran pequeños…

Pasamos una muy buena tarde, y Edward les aviso a sus padres que mis padres querían conocerlos. Ellos estuvieron más que de acuerdo, y ofrecieron recibirlos en su casa ya que era más grande que la casa de Edward, la que aun no conocía…

Esme era una mujer muy maternal, muy atenta. En ningún momento pregunto nada de mí, ni nada de lo que había pasado, pero según Edward ella conocía toda la historia. Luego de una hermosa velada con los Cullen, Edward, Emmet, Rose y yo nos fuimos hacia el edificio de los chicos para instalarnos y descansar, ya que no dejaba de bostezar…

Rose y Emmet nos saludaron y se quedaron en el piso de Emmet. Con Edward seguimos subiendo hasta el último piso, donde estaba su departamento. Cuando entramos no podía creer el lujo del lugar… tenia muchas habitaciones, pero una sola con una cama. Tenía un estudio de música lleno de guitarras colgadas en la pared y varios instrumentos más, y un piano hermoso en el medio.

-     Tocas? – pregunte.

-     Si – Dijo – en mis ratos libres…

Me acerque al piano, y me senté en el banquillo. Mis dedos se pasearon por las teclas del piano, y a mi mente vinieron las lecciones cuando era pequeña y comencé a tocar la única melodía que recordaba… Edward se sentó a mi lado, y comenzó a acompañarme tocando algunos acordes, y cuando terminamos de tocar la canción, nos quedamos mirándonos con una sonrisa…

-     Hace tanto que no tocaba! – Dije riendo.

-     Lo haces muy bien – Dijo

-     Gracias – Dije apoyando mi cabeza en su hombro tiernamente.

Mi cuerpo sentía el cansancio, y mientras Edward comenzó a tocar otra canción, yo deje mi cabeza en ese lugar y cerré mis ojos absorbiendo la música… era tan relajante, tan llena de emoción que me sumergí en un profundo sueño…

Desperté desorientada porque no sabia donde estaba, y podía sentir el peso de alguien a mis espaldas. Me gire y vi a Edward durmiendo a mi lado, con su brazo sobre el mio en un abrazo… me sonreí por dentro, y solo me quede allí, observándolo… Edward era una persona muy atractiva. Sus facciones, sus labios… levante mi mano para tocar apenas sus labios con mis dedos en una caricia y el los entreabrió como invitándome a besarlo… No podía creer lo que mi cabeza pensaba, pero había una atracción que sentía hacia el que no podía negar… lo único que lamentaba era haber tenido a este hombre en mi cama, entre mis sabanas y no recordar nada de ello. Habré sido buena? Por supuesto que no, si no lo habría recordado! Pensé para mis adentros…

Me acurruque entre sus brazos apoyando mi rostro en su pecho, y me sentí tan a salvo, tan feliz que no quería que se despertara nunca… Minutos más tarde Edward se aferro más a mi cuerpo y paso sus brazos por mi espalda y beso mi coronilla… Se sentía de maravillas…

-     Como dormiste? – Pregunte en su pecho.

-     De maravillas – Dijo sin soltar mi abrazo.

-     No te molesto que durmiera en tu cama?

-     Para nada. Es mas, iba a dejarte durmiendo aquí, pero te veías tan tranquila que me recosté a tu lado y me dormí enseguida… te molesto que duerma a tu lado?

-     Para nada – Dije imitando sus palabras, pero esta vez separándome de el para mirarlo a los ojos…

Ambos estábamos recostados en la cama, apoyando la cabeza en la almohada, y con una sonrisa en el rostro. Mi estomago gruño de repente y ambos reímos en sorpresa…

-     Vamos, tenemos que comer algo – Dijo sentándose en la cama