Eres mía... por siempre (+18)

Autor: GabrielaCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 15/06/2011
Fecha Actualización: 29/01/2014
Finalizado: NO
Votos: 32
Comentarios: 149
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Capítulos: 27

 

"-Nuestro próximo objeto es una joven estudiante de bachillerato, como ven es un poco vieja, pero note su piel, blanca suave– dijo Felix uno de los perros, ella estaba desnuda en medio del escenario de subasta, con una cadena al cuello – Comenzamos con 50 millones"

La mafia, es un juego... muy peligroso en donde no debes de confiar en nadia... Eso lo aprenderas de muy mala gana, Bella Swan, te viste involucrada con el tipo mas, Agresivo, Malvado, Amoroso, atento y guapo del mundo.

*Traicion, Engaño, Amor y  Pasion*

"- La llevare a tal grado de locura, en donde no pueda confiar en nadie mas que en mi..."

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Capítulo 27: Cap 9. Oscura soledad.

Regrese antes de lo planeado...

*BELLAGRIGORI, gracias por seguir leyendo.

*MINELCULLEN, una confesión muy profunda ehh, gracias por leer :D

*NN, wooow,Si que eres persistente. Muchas gracias por tus palabras y tu aliento.

 Y todas aquellas que no pueden dejar algo o nada más no se les antoja. Muchas gracias siquiera por pasearse por mi historia, soportar mis demoras de años. Pero yo tengo un compromiso y lo voy a cumplor. 

 

 

 

 

 

 

 

 


9. Oscura soledad.

 

 

 

 

 

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El viento sigue golpeando las ventanas, un trueno se escucha caer y de repente el repiqueo de las gotas estrellándose contra el parabrisas y las ventanas. El aullido de un lobo y.... Y luego el ruido de armas detonándose, las máquinas de autos siendo forzadas a acelerar con brusquedad; gritos desesperados y luego el chirrido de unas llantas, el golpe seco de metal contra metal… movimientos bruscos, vidrios quebrándose , dolor en cada una de las partes de mi cuerpo, el olor a sangre, gasolina y arbustos quemándose. Y luego no volví a escuchar nada. Todo es tan oscuro y silencioso, no puedo hacer nada para dejarlo atrás.  Tomo el cuerpo me duele, mis entrañas arden… algo me han arrancado y se perfectamente que es. El ruido del agua chocando con las rocas, el olor a tierra mojada y la humedad están presentes. Estoy cerca de un riachuelo.

 

─ ¡Mamá! ¡Una mujer está aquí… y ¡Creo que está muerta! – las ramas rompiéndose por las pisadas, algunos jadeos y  suspiros desesperados.  Unas manos tocan mis mejillas  y el calor regresa.

─ Esta niña aun esta tibia… ¡Frank, ven ahora! ─ Un par de minutos después otros pasos se acercan a nosotras.

─ ¿Pero que son esos gritos muj…? ¡Santo Dios! ¿Y esta niña de dónde salió?

─ No lo sé, cariño. Cintia la encontró aquí.  ¿Crees que este bien?

─ Pues respira… anda con tu hija por una manta y traigan a Leo cuando regresen, necesitare ayuda.

 

Unas manos, grandes y fuertes me toman de la nunca y me incorporan un poco. De momento mi espada ya no siente la rudeza de la tierra. Más ruido, pasos, las aves, el susurro del viento sobre la hierba, más gorgoteos, el zumbido de una abeja y estoy demasiado cansada como para seguís esforzándome en escuchar algo, deseo descansar y por fin el silencio reina.

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─ Tiene fiebre…

─ ¡Santo cielo! Y ¿Eso es muy malo?

─ En su estado, sí. Leo, ven aquí con unas compresas de agua. Iré con tu madre a buscar ayuda. Cuida de ella y de tu hermana.

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Me duele el cuerpo, tengo sed. El ardor en mi cabeza es mucho más insoportable con forme pasa el tiempo. Algunas veces esta fría otras prácticamente arden.

 

─ Cindy, trae un poco más de agua. Ese corte que tiene el costado de su cabeza me preocupa.

─ ¿Estará bien?

─ No lo sé, pero confiemos en que sí. ─ Calor en mi mente y en mi cuerpo, frio en mi espíritu y corazón. Edward, mi amor… espero que no esté sufriendo por mí. Aguarda, que yo pronto regresare a ti. Solo necesito un poco de tiempo para escapar de todo esto. Mi amor espera…

─ Hey, niña… tienes que despertar que me estás pendiendo de nervios. – su suave aliento golpeo mi oído derecho creando un ligero cosquilleo.

─ ¿Qué hiciste? – Cindy, la chica hablo al otro de donde había provenido el susurro.

─ ¿Yo? Nada… solo le hable al oído.

─ Pues vuélvelo a hacer que movió los dedos.

─ Niña… sé que me escuchas, sino no estarías moviéndote, despierta.

─ No vuelvas… nunca me digas niña. ─ Susurre. Mi voz se escuchaba ronca. La garganta me dolía a cada bocado de aire que entraba. Entre abrí los ojos y lo primero que vi fue a un chico de no más de 20 años, cabello castaño claro además de que estaba un poco largo. Sus ojos de un azul cenizo me miraban alarmado.

─ ¡Cielos! Cindy… corre por papá, dile que esta niña ya despertó. ─ la chica era delgada y de unos 16 años aproximadamente, cabello largo y al igual que el chico, castaña clara y con el mismo color en los ojos. Mi vista se enfocaba desenfocaba a cada segundo. Mi cabeza dolía y me sentía muy extraña. ─ Hola.

─ ¿En dónde… - El aíre me raspa, dejo de hablar y solo lo miro. Sonríe solo un poco y deja caer un paño sobre mi frente con sus dedos cierra mis ojos, trato de abrirlos pero vuelve a dejar caer su palma, me rindo y los cierro por voluntad. En seguida siento sus dedos acariciando mi cabello.

─ Nadie te lastimara… Bella durmiente, descansa que ya mañana  podrás decirnos todo lo que desees.

Cierro mi mente y me abandono al dolor del recuerdo de lo que he perdido. Jure protegerlos siempre pero esa perra los arrebato de mi cuerpo.

 

 

Lo quiero a él… lo necesito de vuelta.

Mi cuerpo anhela su tacto, mis senos necesitan de sus labios

y mi sexo palpita ferviente por ser llenado, solo como él sabe hacerlo.

Tan fuerte es mi anhelo que he matado a un par de creaturas. Un pedazo de él. (Tanya)

 

 

 

 

Emmett

 

Si mi madre supiera que su puta moneda me había salvado la vida y ella respirara, puesto a que me la pedía de vuelta. Siempre la llevo en la bolsa de mi camisa. Suerte o destino sigo aquí. La maldita wera esa, pensó que estaba muerto y por un momento yo también lo creí, el dolor de la moneda enterrándose en mi piel aunado a los otros disparos, lograron hacerme perder la conciencia durante un par de minutos, el mismo par que me fue suficiente para despertar a causa del humo y el calor que me sofocaba. Le había prendido fuego al edifico. Tambaleante trate de salir, peor la entrada principal era como la recepción de mismísimo infierno, no me quedo más que subir los escalones hasta la azotea. El edificio más próximo no estaba a mas allá de 3 metros, con un buen salo lograría escapar. Y así fue.  

Aunque hubiera querido contactar a mi hermano me era imposible, aun mal herido logre seguir a uno de los tantos escoltas de Tanya y me entere que tenían las líneas intervenidas. Y si yo los alertaba de que aun seguía con vida no dudaba que terminaran por matar a Isabella, y eso era algo que no me podía permitir. Recibiendo atención esporádicamente y soportando el dolor les seguí. Descubrí que detrás de la muñeca de mierda estaba un pez mucho más gordo, un viejo enemigo. Billy Black. El muy hijo de puta no solo estaba poniendo con esto su vida en riesgo, sino también la de toda su familia.

Han pasado dos meses, la he visto. Se encuentra consiente en un cuarto oscuro, una chica de la cual he hecho mi chivo, la mantiene segura, si es que se puede decir así. ha palabras de ellas, no se mueve, no habla, no mira… tan solo respira.  He visto entrar a la mansión, en la que se encuentra, una serie de doctores; durante estos meses la han alimentado por sonda y además, de que mis sobrinas siguen con vida y en óptimas condiciones.

La rechazo… Billy no desea a Isabella en el estado en el que se encuentra, ella quiere eliminar a “los estorbos” y es algo que no le voy a permitir. 

 

 

 

 

 

 

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Espero regresar antes de que entre a la escuela...

y eso es dentro de un par de dias; sino, sera dentro de un fin de semana o tal vez dos.

Pero de ahi no pasa :D

 

JHG

Capítulo 26: Cap. 8 Encontrarte.

 
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