Eres mía... por siempre (+18)

Autor: GabrielaCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 15/06/2011
Fecha Actualización: 29/01/2014
Finalizado: NO
Votos: 32
Comentarios: 149
Visitas: 88418
Capítulos: 27

 

"-Nuestro próximo objeto es una joven estudiante de bachillerato, como ven es un poco vieja, pero note su piel, blanca suave– dijo Felix uno de los perros, ella estaba desnuda en medio del escenario de subasta, con una cadena al cuello – Comenzamos con 50 millones"

La mafia, es un juego... muy peligroso en donde no debes de confiar en nadia... Eso lo aprenderas de muy mala gana, Bella Swan, te viste involucrada con el tipo mas, Agresivo, Malvado, Amoroso, atento y guapo del mundo.

*Traicion, Engaño, Amor y  Pasion*

"- La llevare a tal grado de locura, en donde no pueda confiar en nadie mas que en mi..."

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Capítulo 26: Cap. 8 Encontrarte.

:D Matenme lentamente y con agua hirviendo :D

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Cap. 8  Encontrarte.

 

Bella

Mierda. Todo es tan confuso aquí, sé que estoy vivo o quizás la muerte es tan parecida a la vida, puedo escuchar, oler y sentir. El frio pegaba en mi rostro haciéndome desear algún refugio, el agua mojaba mis piernas y el ardor que recorría mi vientre me hacía recordar que no estaba sola.

─ Trae consigo estorbos pero pronto se deshará de ellos. Ahora la tienes. Quiero a Edward solo para mí.

Su maldita voz mimada me hacía recordar todo lo ocurrido aquella noche, Tania... Tania. Emmett. Esa mala mujer lo asesino, él... El dolor de mi corazón era mucho mayor al saber que él se había sacrificado para mantenerme con vida. Él lo dio todo por mí

─ Tendrás que disculparme dulzura. Así no me sirve. Habrás que llevártela  y deshacerte de esas cosas por mí. Jamás pensé que viniera preñada.

─ ¡Black! Ese no fue el trato… yo no tenía previsto este tipo de eventualidades. No puedes hacerlo.

─ Claro que puedo y ya lo hice querida. ¡Sáquenlos!

─ ¡Te vas a arrepentir estudio, te vas a arrepentir!

Siento como soy sacudida con rudeza por más que me esfuerzo en abrir los ojos no lo logro. No puedo hacer nada más que escuchar el viento entrando por las ventanas o el rugir de sus motores.

─ Perdí tanto por sacar a esta perra de ahí… todo para nada. ─ Mi mentón es sacudido por un puño y comienza a arderme. ─ Hija de puta, tenías que embarazarte… tenías que hacerlo. Si este estúpido de Black la quiere sin mierda dentro, tendré que sacarse si es que quiero mi dinero y a Edward.

No, por favor no.

 

 

Edward

Ya no soportaba la soledad de mi casa, el antiguo había quedado demasiado dañado, decidí vender y poco después me entere que fue derrumbado. Todos pensaban que me había vuelto loco, había adquirido un gran terreno, en el cual obligue prácticamente a una empresa de construcción privada, edificara en un tiempo record. Tenía que verla a su regreso, que era tal y como ella la quería.  Instale todo lo que alguna vez ella soñó  para nuestro hogar, para criar a nuestros hijos.  Todos me decían que ya la dejara ir, y a ellos también, pero yo seguía empeñado en que ella estaba viva.

Recorrí los pasillos de la casa, las paredes pintadas de un beige con acabados café oscuro daban un aire de serenidad y elegancia, los pequeños taburetes se repartían estratégicamente por los pasillos. Mi madre, a pesar de que pensaba que era una locura lo que hacía... más bien el motivo por lo que hacía, me ayudo a decorarla. Yo quería que mi Bella fuera la que decidiera sobre lo nuestro, pero a dar las circunstancias, sabía que ella lo entendería. Cuando regresara, ella tendría un hermoso hogar en donde  se sentiría amada, protegida y la haría cada día de mi vida inmensamente feliz. Cuando llegue a una de las habitaciones más importantes, respire  profundamente, tome el pestillo y lo gire muy lentamente.

El olor a cítricos llego a mis fosas nasales y los suaves destellos provenientes de la blancura de sus paredes fue lo primero que capto mi atención, en una de las esquinas estaba una cuna de madera; era la madera más exquisita y refinada que pude encontrar, sus colores oscuros destacaban sobre el ambiente, y del lado opuesto se encontraba una idéntica. El closet de la parte centrar de la pared que me quedaba enfrente estaba llena de distintas prendas para bebé, que iban desde un recién nacido hasta una niño de 5 años aproximadamente, todos de colores, amarillos y blancos. Pase mis dedos por el taburete que estaba al frente de la primera cuna, suave y pulcro en limpieza, siempre estaría así.

Mis pasos resonaban por los pasillos y cuartos de las habitaciones, todo estaba muy solo. Llegue hasta mi estudio, abrí la puerta doble y mire la inmensidad del lugar. Sentía un gran vacío al no tenerla. Un par de días más y regreso a la oficina.

Llevo ya varios días tratando de cazar a a esa maldita zorra; hasta por  debajo de las piedras la he buscado y no aparece.  Tengo que matarla, tengo que matarla… la voy a matar. No es tan inteligente como para haber ideado todo esto ella sola, lo sé. Ella y su puto cómplice son en estos momentos mi asunto principal, los demás pueden esperar. Jazper* entro en la oficina al igual que yo aún se mantenía al pie de la investigación. En las manos traía un caja de cartón envuelta en un patético papel con dibujos de biberones, lo dejo sobre mi escritorio se replegó un poco y se cruzó de brazos.

─ ¿Qué eso? – deje los papeles y lo mire a él.

─ Hace media hora, unos tipos salieron de un auto negro y lo dejaron afuera del edificio. Lo han revisado con el sensor anti bombas y  nada. Por eso decidí traerlo ante ti

─ Ve por la cinta en lo que averiguo que es esto. ─ Mi hermano salió de mi oficina y comencé a rasgar el papel. Llegue a la tapa y la abrí.

En mi vida había experimentado tal horror, esto no era comparable con ver la sangre o la materia interna de un ser estar regaba por todos lados a causa del impacto de una de mis balas. Esto era mucho peor, esos eran mis enemigo a los cuales si no eliminaba ellos lo harían conmigo. Una y mil veces peor. No podía hacer nada. La poca de cordura que queda en mí se agotó.

Tome uno de aquellos cuerpecitos y lo pegue a mi pecho mientas no podía parar de llorar. Tome el otro y los abrace.  Es espantoso… es terror. Esa hija de puta no merece estar viva. Llenos de sangre y completamente fríos. Mis estúpidos alaridos de dolor atrajeron la atención de Jasper* y Alice. Ambos me miraban desde el umbral de la puerta. No en que momento me deje caer en el piso. Los abrazaba cada vez más fuerte esperando que mi calor pudiera reanimar sus pequeños corazones.

─ Malditos asquerosos. ─ alcance a escuchar decir a Jazper. Alice llevo sus manos a sus labios ocultando el terror, se acercó de a poco a mí y se sentó a mi lado. Las lágrimas también se escurrían por sus mejillas

─ ¿Por qué me hacen eso, Ali? Tan mierda he sido en la vida. – Intento  separarme de uno de mis pequeños.  Con mi codo hice un lado su mano. Es que son tan pequeños. Su cuerpecito aún no estaba listo para la vida externa. Los obligaron a nacer. Sus pequeñas caritas y sus manitas en puñitos, dos hermosas princesas.

─ Edward tranquilo…

─ ¿Y CÓMO MIERDA QUIERES QUEME TRANQUILICE SI MI HIJAS ESTÁN ENTRE MIS BRAZOS, MUERTOS TAN SOLO PORQUE UNA PUTA ZORRA SE LE OCURRIÓ SEGUIR FASTIDIÁNDOME LA VIDA? ¿CÓMO QUIERES? EXPLÍCAME  – era tan difícil si quiera pensarlo y ahora que por fin lo había dicho todo era mucho peor.

─ Lo sé… perdón Edward. ─ Sus lágrimas seguían surgiendo pero ahora con mucha más intensidad. ─ Dámelas, ya nada puede hacer por ellas; ya están tranquilas  descansando, sea cual sea la manera en las que las… no puedo si quiera decirlo, dámelas y busca a su madre; a esa puta  hazle pagar de la peor manera.

─ No las toques.

 

 

Alice

Esto es espantoso. Van 14 horas desde que aquel paquete llego y Edward aun no las suelta. Sentada frente a él, observo como las abraza con ternura y tararea algunas tonadas.  Las arrulla y luego habla con ellas.

─ Que hermosa sonrisa tienes mi amor. ─ le murmura a una de ellas y  toca su nariz con la suya. ─ Cuando estén más grande mamá y yo las llevaremos al parque.

Cualquier cosa que dañe a mi familia me hace sufrir pero esta escena es la peor de todas, él ya no está con nosotros. Dentro de su burbuja sueña que ellas aun respiran, se los dice.

─ ¿Alice? ─ me mira sonriente y mi corazón se estruja aún más. ─ Verdad que les compraras miles de vestidos, zapatos y accesorios y cuando crezcan las llevaras al centro comercial.

─ Edward yo… ─ la lagrimas no me permitían hablar esto era más de lo que podía soportar. Si hace un par de días pensé que mi hermano de alguna manera había regresado con esto me daba por bien entendida de que estaba muy equivocada.

─ Alice… por favor ─ sus ojos hinchados y rojos de tantas lágrimas, su cabello revuelto y su semblante destruido no me permitían nada más que sufrir con él. ─ Díselos por favor… para que sepan de la estupenda vida que hubieran tenido. Díselos.

─ Si, las llevaría a todas las tiendas de Nueva York por mucha ropa ─ acaricie la cabecita de una de ellas y él no me lo negó. Seguí hablando sobre todo lo que hubiera hecho y poco a poco le quite una de las manos.

─ ¡Edward! ─ Los gritos del pasillo rápidamente desaparecieron cuando la puerta se abrió de golpe, nuestra madre rápidamente se acuclillo a lado de Edward. ─ Mi amor. ¿Qué te han hecho? Dime.

─ Mamá… ya no están. Nunca estarán. ─ Esme toco sus mejillas ensangrentadas y beso su frente para después acurrucaron en su pecho. Ella era la última que en esto momentos lo podría hacer entrar un poco en razón. ─ ¿Por qué?

─ No se cariño, son muy crueles involucrando a muchos inocentes. ─ Me miro y después a la bebe que el aun mantenía entre su brazos ─ dámela

─ No ─ Y la pego más a él.

─ Edward, Alice tiene que hacerlas para cuando traigas a su madre. Para que ellas las encuentra más dulces y encantadoras. Dámela. ─ extendió los brazos otra vez

─ ¿Eso es verdad madre?

─ Si mi amor, ¿Verdad que si Ali?

─ Si hermano, yo las pondré primorosas para cuando traigas a Bella. ─ le entrego la bebe a Esme y ella me las dio a mí. Le sonreí conciliadoramente y me puse de pie y camine  con ellas en mis brazos a la salida. Tenía que esperar a que mi madre saliera  para preguntarle qué era lo que haríamos con las bebés.

 

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Regresare pronto... ya me amenazaron :D

Capítulo 25: Cap. 7 Alma Capítulo 27: Cap 9. Oscura soledad.

 
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