De niñera a Mamá. (+18)

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 06/11/2010
Fecha Actualización: 08/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 22
Visitas: 77460
Capítulos: 21

La vida de Bella Swan cambia radicalmente. En busca de trabajo como niñera, encuentra algo más.... una pequeña necesitada de amor. Luego de algunos sucesos ella comprende que no puede dejarla sola... donde comienza un nuevo desafío; encontrar al padre.


Hola, es mi primera vez que hago esto, esta historia no es mía, le pertenece a Pam3.C.S., yo solo la subo con su autorización, es una de  mis favoritas espero les guste...

Dis: "Los personajes son propiedad de Sthep. Meyer, tan solo  la historia es de Pam3.C.S."


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Capítulo 6:

Bella Pov

Habíamos pasado dos semanas desde que la bruja nos había dejado tranquilas y en paz. Sí, aunque sonara inescrupuloso de mi parte, por pensar así referente al hecho que una madre abandonara a su hija…podía decir que la casa estaba en paz y nosotros viviendo en el paraíso. Una forma breve y concisa de describir cada cosa que habíamos hecho con mi pequeña revoltosa.

Hacíamos los deberes de la casa juntas y cada vez nos disfrazábamos para hacerlo más entretenido. Nuestros paseos diarios a juegos infantiles nos dejaban totalmente agotadas. En tres ocasiones habíamos ido al cine, una experiencia fascinante al verla asombrada con todo…había sido su primera vez.

Lucy "su muñeca" ahora tenía una amiga, que era mía y a la cual Fifi había bautizado como Matilda, luego de ver la película donde salía una niña con ese nombre y era un remolino andante con sus travesuras. Cientos de telas estaban esparcidas en un cajón que habíamos nombrado como "el armario de las chicas", es decir, de las muñecas, las cuales tenían más ropa juntas que la mía.

Samantha Wilson había llamado un par de ocasiones, en la cual solo una había atendido y su recado seguía siendo el mismo, a la vez que yo siguiendo algún tipo de intuición continuaba dando mi segundo nombre para todo aquel que llamaba o venía a casa, que eran situaciones contadas con los dedos de una mano.

Hoy era el día tan esperado y por el cual, junto a Angie y Ben habíamos corrido maratones para que todo resultara. Se llevaría a cabo en el departamento de Ángela que era más amplio que comparado con el mío, además que no queríamos por nada del mundo que nuestra sorpresa se viera arruinada.

Fifi no había hecho ninguna alusión a que hoy era el día de su cumpleaños y yo tampoco había querido decirle nada, quería que desde el inicio a fin fuera un día que mi princesa encantada recordara siempre, incluso si el día de mañana yo ya no estaba con ella. Pensamiento que rondaba a menudo mi cabeza y cambiaba mi semblante en un abrir y cerrar de ojos.

El sonido del timbre nos hizo dejar nuestro arreglo de equipaje a medias, el cual llevaríamos a mi departamento…para una supuesta noche de chicas. Corrimos escaleras abajo con mucho cuidado, eso sí.

- Buenas tardes.- saludó un joven con un pequeño paquete en sus manos.- ¿Será esta la casa de la señora Victoria Harrison?

- Si, es esta.- respondí, observando el bulto en sus manos

- Bien, este es un envío para la señora o señorita Estefanía Harrison

Miré a mi pequeña que cubrió su boquita con sus manos, demasiado emocionada para contestar al chico que esperaba alguna seña.

- Es ella y es señorita.- indiqué a Fifi con tono formal

- ¡Oh!.- exclamó él, quien parecía aun no entender que yo no era Fifi, pues su mirada era atosigante en mi dirección.- Esto es para usted señorita

- ¿Pada mí?.- salió de su asombro para tomar el envoltorio

- Así es.- dijo el y luego se giró a mi.- Puede darme su nombre, por favor

- ¿Para qué sería?.- crucé mis brazos a la altura de mi pecho, desafiante

- Necesito confirmar la entrega.- respondió entre cohibido y divertido

- ¡C-claro!.- dije rápido

Mi cara debió parecer un gran incendio en su punto, porque sentía hasta los pelos de la nuca hervir por la vergüenza de haber creído que el chico se estaba haciendo estaba coqueteando conmigo. Cerré la puerta más que apresurada cuando todo estuvo listo y me volví hacia Fifi que desenvolvía a duras penas el ¿Regalo? ¡Era un regalo! Sonreí abiertamente y me acuclille para ayudarle, mis rezos y plegarias habían sido escuchadas ¡La bruja lo había recordado!

- ¡Es una agenda de Disney!.- gritó feliz cuando la vio

- Es hermosa Fifi ¿Y quien te la envía?.- pregunté

- Aquí está.- encontró un papel.- Es de Madía.- susurró bajito

- ¡Bien!.- traté de quitarle esa carita.- ¿Y por qué te ha enviado ese regalo?

Ella solamente se encogió de hombros, recogió sus cosas y subió nuevamente las escaleras. Me apresuré a seguirla y la encontré poniendo su ropa en nuestro bolso como le había estado enseñando, delicadamente… Me perdí mirando todos sus movimientos ¡Era una niña tan hermosa! ¿Cómo podía ser que su madre no le tomara importancia?

- ¿Estás lista?.- pregunté cuando vi que cerraba su pequeño maletín

- Lista Bella.-

Acaricié su cabello y le di un sonoro beso…todo sin palabras ¿Qué podías decirle a una bebé en este caso? Además se suponía que yo no estaba enterada de la gran fecha que caía el día de hoy…y por otro lado, yo solo era la niñera y sería muy fácil quedarme de patitas en la calle por insultar a la madre delante de la pequeña hija.

Cerré la puerta tras nuestro y nos dirigimos por el caminito de salida. Cuando Fifi quedó petrificada en su lugar y con sus enormes ojos me miró fijamente.

- ¡Se nos queda Lucy y Matilda!.- gritó. Sonreí ante su exageración

- Ok. Espérame aquí, yo iré por ella

Me devolví, subí las escaleras y tomé a "las chicas". Cuando comencé a bajar las escaleras, el teléfono hizo acto de presencia. Me apresuré a contestar

- ¿Diga?

- Soy Victoria.- se identificó la bruja

Sentí un cosquilleo en el estómago al pensar en la felicidad de mi pequeña al ver que su madre con prontuario de madrastra seguramente había recordado el día del nacimiento de su hija. Me acerqué a la puerta para hacerle señas a Fifi que se acercara, cuando su madre me volvió a hablar.

- ¡Necesito que me hagas un favor!.- pidió alterada

- Usted dirá.- fruncí el seño, su comportamiento era como si estuviera asustada

- ¡Tu paga será el doble luego de esto!.- incitó.- En mi cuarto hay una carpeta azul dentro del closet, en el comportamiento de los zapatos y dentro de la última caja. La carpeta está dentro de un sobre de papel colorido

Repetí en menos de diez segundos las indicaciones más parecidas a un trabalenguas que me estaba dando. Al parecer era algo importante por la urgencia que me pedía aquello.

- ¿Lo tienes?.- urgió

- Eh…sí.- afirmé mientras volvía a repetir mentalmente.- La buscaré enseguida ¿Qué hago con ella?

- ¡Quémala!.- cortó tajante

- O-ok.- obedecí su indicación extrañada

- Eso es todo, ahora debo irme.- la interrumpí antes que colgara

- Sra. Victoria.- me mordí la lengua por tener que decirle "señora"

- No te preocupes por tu paga. Te la enviaré en cuanto pueda.-

- ¡No!.- negué deprisa.- Es sobre Fifi. Ella está cumpliendo años hoy ¿Lo recuerda?

- ¡Cierto!.- exclamó con fastidio. Miré a mi pequeña y cuando iba a indicarle que se acercara, su madre volvió a ser una maldita perra.- En mi cuarto. Ya que deberás buscar la carpeta ¡Es lo mas importante!.- volvió a recordar.- Hay una caja, dentro hay dinero efectivo. Ve y cómprale algo. Debo irme ¡No olvides la carpeta!.- volvió a enfatizar y sentí el "tu-tu-tu" al segundo siguiente.

Sabiendo que quizás debería pagar todos los daños que hiciera ¡Tiré lejos el teléfono! ¡Si tuviera a esa mujer frente a mí, no dudaría en convertirme en asesina! Me obligué a respirar profundo y calmarme, sobre todo cuando sentí pequeños pasitos acercarse a la puerta

- ¿Bella?.- hice inspiraciones cortas y repetidas y me giré a ella

- ¡Estoy lista!.- me animé.- Y aquí están las chicas. Así que podemos irnos

Mi curiosita observó con detenimiento las cosas esparcidas por el piso. No había sido solo el teléfono quien había pagado mi furia repentina… Aparté la vista de ellos e hice mi camino fuera nuevamente.

- Me enredé con los cables.- mentí apuntando las cosas esparcidas.

- Debes tened mas cuidado Bella.- me regañó con su pequeño dedito.

- ¡Si, mi capitana!.- hice un saludo militar hacia ella

- ¡Ay, Bella! No tomas nada en sedio.- negó con su cabecita y salió

Cerré la puerta tras de mí intentando ocultar mi risa por sus palabras adultas, parecía mi madre dándome un regaño. Esta bebé me hacia olvidar cualquier amargura en un solo segundo.

Al llegar al edificio, observé a ambos lados, al parecer no había indicio visible de la sorpresa, pero de igual modo entramos raudas a mi departamento, dando excusas falsas cuando Fifi propuso pasar a visitar a la tía Ángela. Sabía que mi amiga el día de hoy no estaría en su negocio y de ese modo mi pequeña ofrecería su presencia en el departamento de la misma, lugar que a esta hora debería estar ambientado al estilo "Disney", conociendo a mi amiga.

Fifi aceptó mis excusas sin chistar y ocupó su lugar habitual sobre el sofá. Me pidió un lápiz y comenzó a garabatear su agenda nueva, mientras yo arreglaba algunos detalles en mi cuarto. Tomé mi disfraz y el de mi pequeña y al mirar la hora, me di cuenta que ya era tiempo.

- ¿Fifi?.- la llamé desde mi cuarto

Sentí su conversación con las chicas, y pronto sus pasitos apresurados hacia donde estaba.

- Aquí estoy Bella.- pero sus ojitos se fijaron en las prendas sobre mi cama

- Bien mi pequeña. Ahora nos vestiremos con estas ropitas que tengo aquí

- ¿Po qué Bella?.- amaba a esta pequeña, pero su curiosidad me ponía en graves aprietos

- Ehm…¡Siempre lo hacemos Fifi!...Y…hoy…ehm…limpiaremos mi casa…¡Así!.- mostré todos mis dientes para verme menos culpable por la mentira

- Es Blancanieves Bella.- se asombró al verlo de cerca y paso por alto mi mala mentira.- ¿Y tu serás Bella de la Bestia?

Asentí sonriendo. Ángela había escogido nuestros disfraces, luego de un trabajo exhaustivo de investigación con mi bebé. Mi pequeña amaba a ese personaje, añadiendo que esa princesa tenía ángeles guardianes "los enanos". Y yo, porque según mi amiga me faltaba mi "Bestia", teniendo en cuenta que mis ex –novios no eran muy bien parecidos ¡Gran amiga!

Estuvimos listas y arregladas en menos tiempo del que pensé, debido a la ansiedad de Fifi. Modelamos repetidas veces frente al espejo y la verdad era que los resultados me hacían sonreír como tonta… Mi pequeña tomó los útiles de aseo y me ofreció algunos a mí, así que obligadamente comencé a limpiar por aquí y allá, llevando a cabo mi farsa…y observando mi móvil como si mi vida dependiera de su vibrar…ésa sería la señal para dirigirnos a la estancia de mi amiga.

Diez minutos más tarde…mi móvil cobró vida.

- ¡Yupiiii!.- grité saltando como posesa

- Bella.- se rió Fifi de mis dotes de pelotita saltarina

- Debemos bajar pequeña. Ángela nos necesita en su casa.- la tomé de la mano y la guié a la puerta

- ¿Idemos así Bella?.- indicó nuestros atuendos

- ¡Oh!.- le guiñé un ojo.- ¡Seremos el último grito de la moda!.- no tenía idea de lo que eso significaba, pero debía ser algo bueno

Bajamos las escaleras y parecía que era yo la niña pequeña en todo esto, porque estaba a punto de sacar mis zapatos y correr desesperada a la puerta de mi amiga. Frente a ella me agaché a la altura de mi bebé y le di sus últimos retoques, seguidos de los míos y golpee tres veces la puerta de Ángela.

- Buenas tardes Princesitas.- saludaron Lilo y Stitch, haciendo estallar en risa a mi pequeña

- ¿Tía Ángela?.- cuestionó aun riendo

- ¡Oh no!.- se irguió mi amiga.- Soy Lilo y él.- destapó la capucha de Ben.- Es Stitch

- Te queda bien ese disfraz amigo.- lo felicité poniéndole la máscara.- Pero así está mejor

- Grashiosha.- se oyó la voz de Ben amortiguada por la capucha

- ¿Lista?.- me susurró Angie sólo a mí

- Aja.-

No pudimos evitar unas risitas tontas al ver como la pequeña Blancanieves se elevaba en la puntita de sus pies para observar dentro del departamento de mi amiga o simplemente intentaba a su altura por entremedio de las piernas de Ben.

- Bien.- dijo Ben.- Invitamos cordialmente a las princesas de Disney a pasar a nuestro pequeño mundo animado.

Se hicieron a un lado y tapé los ojos de mi pequeña. La adentré a la sala y quedé maravillada de lo hecho por mi amiga. Mi percepción de cómo estaría ambientado su departamento, se quedaba corto a mi imaginación. Mi amiga indicó con su dedo sobre sus labios que guardaran silencio a los presentes, mientras Ben me indicaba con su mano a la cuenta de tres. Coordinados totalmente al número tres, destapé los pequeños luceros de mi bebé

- ¡Feliz Cumpleaños Fifi!.- fue el grito de recibimiento

Mi pequeña no lograba salir de su asombro al ver por cada rincón algún diseño de los diversos cuentos y películas que seguramente había visto en TV. Mickey Mouse, Minnie, Peter Pan, el jorobado de Notre Dam, el Rey León, Mulán, Tribilin, Winnie de Poh y el Pato Donald eran algunos de los concurrentes a la fiesta sorpresa de Fifi.

- ¿Bella?.- sentí un jalón en mi vestido y observé a mi pequeña mas chiquitita aun, bajo mis faldas

- ¿Qué paso bebé?.- me agaché a su altura

- Yo….- sus ojitos de a poco se fueron llegando de agüita

- Mi amor…- no alcancé a terminar cuando sus bracitos rodearon mi cuello

La tomé y apreté su cuerpito junto a mí. Hice una seña a mi amiga y Ben para que aguardaran un momento cuando los vi preocupados y con intención de acercarse. Tracé círculos en la pequeña espalda de mi bebé y la dejé desahogar su pena o susto, ya que no entendía muy bien su reacción.

- ¿Qué pasa corazón?.- susurré bajito para ella.- ¿Te dio miedo?.- negó con su cabecita aun hundida en mi cuello.- ¿Entonces que pasó bebé?

Sacó su cabecita de su escondite y sequé con mis pulgares sus lágrimas que surcaban su carita. Observó a su alrededor y le regaló una pequeña sonrisa a mi amiga para luego mirarme y regalarme esa sonrisa hermosa que mostraba su ratoncitos faltantes.

- Estoy feliz Bella.- me dio un rico beso en la cara.- Yo nunca había tenido una fiesta como en la TV.- sació mi curiosidad

- ¡Feliz Cumpleaños mi amor!.- la tomé en brazos y di vueltas con ella, escuchando su musical risa

- Mira Fifi.- le habló Ben.- Ellas son mis sobrinas.- dos pequeñas vestidas de Ariel y Dálmatas estaban a su lado

- Hola.- susurró Fifi

- Feliz Cumpleaños Fifi.- dijeron las dos y la más grande extendió su mano a ella

- ¡Ve a disfrutar de tu cumpleaños Fifi!.- la alentó mi amiga al ver que la pequeña me miraba expectante. Asentí sonriendo y ella corrió donde sus nuevas amigas

- ¿Apareció siquiera hoy la bruja con la manzana?.- preguntó mi amiga

- Llamó por teléfono.- suspiré con pena.- Pero ni recordó el cumpleaños. Yo tuve que hacer de neurona pensante y comentarle el hecho. Su única respuesta fue "saca dinero y cómprale algo".- imité la horrible voz de la mujer esa

- ¿Ni siquiera pidió hablar con ella?.- la cara de espanto de Ben era gigante

- No.-

Nos acercamos a los niños y no tan niños sentados a la mesa. Ben ayudaba a algunos personajes a comer, ya que presentaban algunos problemas… Mi bebé estaba feliz, observaba hacia todos lados emocionada y cada tanto sus ojitos se posaban en mí y me obsequiaba mi mejor regalo, su sonrisa… La fiesta continuó pasando y nos tenía atentos a Ben, Ángela y a mí; ya que los personajes al parecer estaban algo incómodos con sus vestimentas y sus manos se dirigían a cada rato a los bordes de las máscaras para quitarlas de su rostro. Por suerte llegábamos a tiempo.

...

- Bien chicas y chicos.- anunció Ángela.- Es hora de cantarle el cumpleaños feliz a Fifi, alias Blancanieves

Stitch apareció con una inmensa torta desde la cocina. Me puse al lado de mi pequeña y comencé a cantar a todo pulmón, junto a los demás comensales que se desviaban a veces del tema y aparecían versiones extrañas o de años en que mi abuela cumplía años… Al terminar el tema con la garganta adolorida, Ben dejó la torta delante de mi niña para que pidiera sus deseos y soplara sus velas.

- Tienes que pedir un deseo Fifi.- saltó alegre Ángela

-Pero tiene que ser en silencio para que se cumpla.- le explicó Ben

- ¿Bella?.- se volteo hacia mí

- Dime amor.- me acerqué más a ella

- ¿Puedo pedid algo que ya tenga, cambie?.- asentí sin entender mucho sus palabras

- C-claro bebé.- dije titubeante

Puso su dedito en su mentón con la vista en el techo. Sonreí al verla concentrada pensando en su deseo. De pronto se enderezó en su silla y se acercó a la torta. Quizás ella pensó que su susurro no sería escuchado por nadie, pero al estar tan cerca fui participe del sentimiento mas maravilloso del mundo…

- Quiedo que Bella sea mi mamá.- bisbiseo bajito y sopló sus velas

La sala estalló en aplausos, gritos y vítores. Sin embargo, yo estaba en shock. Ella no había dicho "quiero que mi mamá sea como Bella" o "deseo tener conmigo a Bella", teniendo también a su mamá, obviamente ¡No! Ella había dicho ¡Quiero que Bella sea mi mamá!

- Baja del cielo. Ella lo ha dicho, no ha sido tu imaginación.- musitó en mi oído Ángela.

- ¿La haz oído?.- dije emocionada con la voz quebrada

- Claro que sí. Al parecer mi Stitch no es muy bueno explicando lo que es silencio.- rió al mirar la mueca hecha por Ben

- Pues me alegro que ella no haya entendido.- se defendió Ben.- Pagaría por ver esa felicidad en tu cara más seguido.- me indicó

Siguieron miles de fotos, juegos que inventaba Ben para mantener entretenidos a los niños y por último la piñata ¡Fue un caos! Algunos niños quedaron doblados literalmente en el suelo al ir a recoger dulces donde hubo que enderezarlos, otros tuvieron problemas con los masticables y las chicas que eran unas verdaderas niñas, empujaban a nuestros endebles personajes a lo que había que estabilizarlos para que no terminaran en el piso.

- ¿Bella?.- llamó mi ángel.- Tengo peguntas

- Dime.- insté y vi como su mirada viajaba por varios invitados

- ¿Pod qué Winnie anda con bastón? ¿Mickey…no puede comel esas pastillas y se ve extaño su boca? ¿Pluto tiene su mano moviéndose todo el dato? Y ¿La jodoba del jodobado es de vedad?

Observé a los que me había dicho y no pude contener mi risa ¿Cómo le explicaba a ella que los niños, no eran tan niños? Habíamos hecho una labor maratónica con Ángela para sacar a todos nuestros vecinos y disfrazarlos y teniendo en cuenta que todos ellos nos superaban en a lo menos cuarenta años, era lógico que tuvieran algunos problemas motores o… derivados de la edad. Como la joroba del Señor Thurn, que había trabajado más de cincuenta años como barrendero o el Señor Morthing que ahora tenía dientes postizos y por eso las pastillas quedaban pegadas en ellos…soltándolos un poquito.

- Mmm pasa que…- no encontraba ideas en mi cabeza para inventar

- Han viajado desde lejos para estar contigo Fifi y los viajes largos agotan a la gente o…- Ben quedó a medias

- Se les hacen caer los dientes y mover sus manos rápido.- completo Ángela, ante la mirada atónita de Ben y mía

- Entonces yo nunca voy a viajad tanto.- declaró firme mi pequeña

- ¿No te ha gustado la sorpresa Fifi?.- pregunté

- Sí me ha gustado. Estoy feliz de tened a todos aquí y haced mi fiesta, pedo me da pena que pod viajad tanto estén así.- indicó a los aludidos quienes ya estaban casi durmiendo en los sillones

La tarde pasó rápido. Enviamos a las chicas al cuarto de Ángela a ver dibujos animados para devolver cada personaje a su cuento. Nos costó llevar a algunos que estaban como peso muerto en las sillas y otros que no recordaban mucho la fiesta y preguntaban en forma repetida si la fiesta aun no comenzaba. Agradecí su disposición para ayudarnos a pesar de sus complicaciones a llevar a cabo la sorpresa.

- ¡Estoy agotada!.- se tiró en el sillón Ángie

- Y eso que tu no haz tenido que cargar literalmente con todos.- le recriminó Ben

- ¡Te ves muy sexy de Stitch!.- comenzó a ponerse melosa mi amiga

- ¡Hora de irme!.- anuncie. Pero mi huida quedó en nada al oír gritos desde la habitación

Corrimos los tres y abrimos la puerta de par en par. Las tres chicas estaban saltando y gritando algo que no lográbamos comprender. Hasta que mi pequeña al verme en la puerta corrió a mi encuentro.

- ¡Bella! ¡Bella! ¡Mamá está saliendo en la TV!.-

- ¡¿Qué?.- dije perpleja y me acerqué donde ella decía

- Chicas vayan a comer torta.- las sacó Ben de la pieza con psicología

- ¡Mierda!.- solté al ver la escena frente a mí

"El famoso empresario y actualmente representante de actrices dedicadas al cine adulto James Smith, ha sido detenido hace pocos minutos junto a su cliente y reconocida actriz del mundo cinematográfico triple x Victoria Harrison. Los cargos que se le imputan hasta este momento se enmarcan en: lavado de dinero, consumo y tráfico de drogas y lo más delicado; Trata de blancas…" "Los dos imputados están siendo deportados esta misma tarde a su país de origen para ser procesados por los delitos anteriormente expuestos y puestos a disposición de la justicia…"

Dejé de escuchar cuando sentí un alboroto detrás de mí, producido por las chicas que seguían saltando felices, ajenas a todo lo que pasaba

- Tu mama si se acoldó.- pronunció la sobrina menor de Ben

- ¡Si!.- gritó Fifi.- ¡Bella, ella dijo mi disfaz! ¡Dijo Blancanieves!.-

Miré a Ben y Ángela, pidiendo una explicación a las palabras de Fifi. Pero al parecer los dos estaban tan perdidos como yo

- Creo que escuchó la palabra "Blancas".- susurró Ben a mi lado

- ¡Bella! ¿Me escuchaste?.- seguía gritando mi pequeña

- S-si.- fui solamente capaz de decir

- ¡¿Dónde estás ahoda?.- se giró hacia sus amigas.- ¡Mi mama nunca se había acodado de mi cumpleaños!

...

¡Dios! Esto era mucho para mí y con una inclinación de cabeza e intercambio de miradas Ángela entendió mis palabras sin sonido ¡Tenía que salir de ahí!. Tome mis llaves y bajé corriendo las escaleras sin importar siquiera que en el intento hubiera rodado por las mismas. Cuando alcancé el primer peldaño me senté y prendí un cigarro… Odiaba llorar, pero era una mezcla de rabia, pena y sobre todo…impotencia…

- Bella.- escuché a Ben a mis espaldas, más no me giré.- Creo que quizás sería bueno ir al aeropuerto a ver que pasa.- sugirió

- No se que hacer.- admití

- Lo primero es hablar con ella. Yo tengo un amigo que es abogado y puede aportarnos datos, además de averiguar de la fuente primaria los hechos. Quizás es sólo una equivocación…

Cerré mis ojos y odié…aborrecí a esa mujer que se hacía llamar madre. A esa bruja del demonio que tenía a una niña unos pisos arriba creyendo con su inocencia que su madre había recordado el único día que debía estar grabado a fuego en su memoria… Cuando en realidad esa mujer estaba cavando no sólo la tumba de ella, que sería lo menos relevante…sino la de su pequeña hija, mi Fifi…

-…o puede que el tipo la haya metido en esto y ella por muy mala madre que pueda ser…no creo realmente que.-

- ¡Me importa una mierda esa mujer!.- solté de repente, dejando mudo a Ben.- ¡A mi la que me importa es Estefanía!

- Bella.- intentó serenarme.- A mi también, adoro a esa niña con tan solo conocerla poco tiempo, pero su madre.-

- ¡¿Qué no te das cuenta?.- le espeté, desahogando mi rabia con él.- ¡Si ella está presa! ¡Si a esa maldita mujer la condenan... ¡Fifi quedará sola!.-grité fuera de mí.

Ben no se me acercó y se lo agradecí. Con la rabia que tenía, creo que hubiera sido capaz de abofetearlo si me nombraba nuevamente a la detestable piraña que en estos momentos estaba segura…no albergaba ni un solo pensamiento para lo que sería el futuro de su hija si en realidad ella era culpable de lo que se decía en TV

Intenté calmarme. Ben no tenía la culpa de nada y no era justo que me descargara con él, menos cuando mis energías debían estar puestas en otra cosa y en otra personita…

- A veces las cosas pasan por algo.- comenzó Ben observándome con cuidado.- ¿No crees quizás que…Fifi estaría mejor en otra parte que con su verdadera mamá?

- Por supuesto que esta mejor con otra persona que con su madre ¡Conmigo está bien!

- Bella, sé realista. Sé que le haz tomado un gran cariño a esa niña…Ángela y yo también, pero…tu no puedes pretender hacerte cargo de ella…- me miró de reojo y agregó.- Tu no eres nada de ella…sólo su niñera

Si mis ojos hubieran lanzado llamas en las miradas que le propiné a Ben…Ángela lo hubiera encontrado calcinado en la puerta de su edificio… Estaba conciente de eso, pero si esa mujer era encarcelada…mi niña iría a parar a un hogar, orfanato u otra parte similar, estaría sola y yo…yo sentía que esa niña ya era parte de mí, aunque era cierto que por su cuerpecito y el mío no corría una sola gota de la misma sangre…pero podía jurar que por su corazoncito y el mío corría el mismo sentimiento.

- ¡Ella es parte de mi corazón!...Y con eso me basta y me sobra.- declaré y pasé por su lado decidida

- ¡Bella!.- llamó, pero seguí mi camino.- ¡Bella! ¿Dónde vas?.- me alcanzó, tomó mi brazo y me hizo voltear

- Voy al aeropuerto.- le informé seca.- Necesito hablar con esa mujer

Ben aceptó acompañarme. Llegamos al estacionamiento del aeropuerto y no esperé a mi amigo. Bajé del auto y casi corrí dentro esquivando a todas las personas que se interponían en mi camino y fulminando a quienes me observaban de pié a cabeza por la vestimenta que llevaba. Dentro era una locura, gráficos y periodistas estaban apostados por todos lados esperando la llegada de los delincuentes que aterrizarían en poco tiempo más por lo que Ángela había informado al llamarle para avisarle nuestro plan.

- Vamos por acá.- me guió Ben.- De este lado no podremos hacer nada con tantas personas

- Necesito hablar con ella.-

- Bella, lo más seguro es que apenas podamos verla, pero al menos podemos obtener información de donde la llevarán

Caminamos por unos pasillos atochados de personas y llegamos a una zona donde Ben pudo hablar con un guardia y sin entender cómo, nos dejaron acceder. Por lo que veía era la zona de desembarque, donde entraban todos los pasajeros de los vuelos entrantes y ahí nos ubicamos. Estaba nerviosa, no sabía bien que quería decirle a esa mujer…si oía a mi corazón; la respuesta era buscar soluciones a todo esto y si escuchaba mi cabeza…definitivamente la policía me llevaría detenida junto a la bruja esa, porque la única respuesta que me daba era golpearla hasta sacarle todos y cada uno de los pelos.

Un alboroto junto a la llegada de un avión, nos alertó que era el momento que habíamos esperado. Muchas personas comenzaron a pasar por la puerta de acceso y no me dejaban observar bien…aunque sabía que tardaría en aparecer, mi ansiedad me pasaba la cuenta hasta que trastabillé con la alfombra y mis tacos. Creí llegar al piso, pero una mano en mi brazo evitó mi aterrizaje…

- ¿Qué no Cenicienta?.- dijo el tipo cuando me sujetaba

- Es Bella de la Bestia.- lo corregí gruñendo y sintiéndome tonta por mi comentario

- ¡Wow! Entonces haz llegado al lugar correcto. Desde un lugar lejano ha llegado tu bestia.- sonrió coqueteando, pero no estaba para esto

- ¿Me puedes soltar?.- inquirí jalando mi brazo

- Creo que estás perdiendo el toque amigo.- lo palmeó una chica a su lado

- En el cuento las cosas son complicadas. Así que en la vida real también Tanya.- explicó el tipo a la chica y se giró hacia mí.- Jasper Whitlock, a tu servicio Bella

- ¿Bella? ¿Lo conoces?.- cuestionó Ben al llegar a nuestro lado, al creer que el tipo me llamaba por mi nombre

- Soy la Bella de la Bestia ¿Recuerdas? Y claro que no lo conozco.- espeté airada

- Pero podemos conocernos.- siguió con su flirteo

- Estoy acá por algo más importante que conocer a mi Bestia personal.- pasé por su lado y chocando en el instante con otro más.- ¡Auch!.- exclamé sobando mi brazo

- Lo siento, no te vi.- se excusó

- ¡Que extraño! Creo que soy la única loca vestida así.- me señalé.- El otro imbécil lo notó enseguida y como buen imbécil…- me callé al ver por primera vez a mi receptor

- Éste imbécil es el mejor amigo de éste otro imbécil que acaba de golpearte.- señaló riendo el tal Jasper.- Te lo presento, aunque el único disponible de los dos soy yo..- me guiñó, pero yo seguía mirando al imbécil de esos ojos a su lado.- Este es mi gran amigo Edward…

De pronto una gran y estruendosa bataola se expandió por el lugar. Corté contacto visual con el hombre frente a mi cuando vi que el primer imbécil tenía sus ojos clavados tras de mí. Ahí estaba un centenar de policías y periodistas que habían llegado por arte de magia a esta zona. Debí haber recordado mi cometido aquí en este lugar, pero volví a clavar mis ojos en ese chico…Edward. No tuve que esperar mucho para que esos verdes ojos estuvieran en la misma dirección que la mía…pero el momento duró un suspiro…

- Edward…¡Edward!.- gritó el tipo delante de mí, haciendo que nuestra atención estuviera en él.- Edward…¡Mira hacia delante!.- lo zarandeó e hizo que dirigiera su vista hacia otro lado

- ¿Quiénes son? ¿Por qué traen a esa mujer y ese hombre esposados?.- alerta a lo dicho por la chica quité mi vista de ellos y me enfoqué en los aludidos…eran la bruja y el otro tipo. Iba a encaminarme, cuando un detalle llamó mi atención

- ¡Hombre! ¿La recuerdas?.- cuestionó el tal Jasper a Edward.- ¡Mírala bien! ¡Es la mujer de hace cinco años!

- ¿La conocen?.- la mujer quitó las palabras de mi boca

- Si la conozco.- susurró Edward, y a duras penas lo oí.- Jasper…ella es la misma...-

- ¡Vamos Bella!.- Ben tomó mi brazo y me comenzó a arrastrar, impidiendo que oyera lo último dicho.

Intenté decirle que me soltara, pero con el ruido ni yo escuchaba lo que el decía y lo mismo él conmigo. Giré mi cuerpo entre los atropellos y empuje de Ben, hacia los personajes con los que había estado y los vi con la mirada fija hacia la bruja…entonces caí en cuenta bien de sus palabras.. ¡Cinco años atrás! ¡Fifi cumplía cuatro! ¡Pero nueve meses había estado en el vientre de ella… Por ende, ellos debían saber… ellos la conocían de antes…

...

Continuará...

 


¡Uf! ¿Qué opinan?

A quien no le dio lástima a fifi, pobre bebé que nunca tuvo una fiesta de cumpleaños.

Mmm...¿Les gustó el destino de nuestro Ed?

Comentarios? Votos? Se los agradecería mucho.. Besos

Capítulo 5: Capítulo 7:

 
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