De niñera a Mamá. (+18)

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 06/11/2010
Fecha Actualización: 08/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 22
Visitas: 77462
Capítulos: 21

La vida de Bella Swan cambia radicalmente. En busca de trabajo como niñera, encuentra algo más.... una pequeña necesitada de amor. Luego de algunos sucesos ella comprende que no puede dejarla sola... donde comienza un nuevo desafío; encontrar al padre.


Hola, es mi primera vez que hago esto, esta historia no es mía, le pertenece a Pam3.C.S., yo solo la subo con su autorización, es una de  mis favoritas espero les guste...

Dis: "Los personajes son propiedad de Sthep. Meyer, tan solo  la historia es de Pam3.C.S."


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Capítulo 13:

Edward  Pov

- Es que tendrías que haberlos visto Jasper.- Tanya seguía riendo como loca.- La cara de Bella era un poema, y la de Edward…- tomé el cojín más cercano y se lo lancé con fuerza, dándole de lleno en el brazo.- ¡Ey! Agradece que era yo y no tu doctorcita

- En eso tiene razón.- apoyó Jasper.- Si hubiera sido la otra loca, a esta altura Bella está calva y tú desmembrado

- No tendría por qué. Yo no tengo nada con ella…- indiqué por Amanda y luego razoné algo más.- Y con Bella tampoco

- Por ganas no te quedas.- comenzó Tanya nuevamente

- ¿Puedes dejarlo?.- pedí perdiendo la paciencia

Hacía más de media hora que estaba siendo el blanco de las burlas, de los que se decían mis grandes amigos. Tanya, había estallado en carcajadas luego de su singular broma, y Bella prácticamente se había atorado con el aire y había salido a trompicones de la habitación.

- Hermano.- habló Jasper nuevamente.- Si yo fuera tú, también estaría baboso por Swan.- sonrió y reprimí un gruñido por sus palabras.- De hecho… Si no hubiera conocido al amor de mi vida, Bella estaría en mis listas

- Por suerte no es así.- prácticamente bramé

- ¡Ves! Tu mismo lo reconoces ¡Te gusta!.- puntualizó Tanya

- Me atrae.- le corregí. Los dos sonrieron como si hubieran descubierto la luna.- Par de idiotas.- mascullé entre dientes.- Bueno, he venido a conversar algo serio con ustedes ¿Será que es posible?

- Por supuesto. Soy la seriedad en persona.- respondió Jazz ¡Si, claro!

- Me ahorraré comentario.- balbucee.- Debemos cambiarnos de residencia.- anuncié ante sus caras de asombro.- En poco tiempo más deberé hacerme cargo de Fifi, y un departamento que la única parte al aire libre que posee da hacia la avenida donde transitan cientos de vehículos a máxima velocidad, no es opción.

- Creo que tienes toda la razón, pero ¿Dónde?.- consultó Tanya

- Mis padres se encargarán de buscarla. Creo que ellos pueden hacer mejor elección que nosotros.- expliqué, a lo que ellos estuvieron de acuerdo

- ¿Cuándo nos cambiaremos?.- inquirió Jasper

- Nosotros cuanto antes. Fifi deberá esperar la resolución de todo

- ¿Cuántos seremos?.- fue el turno de Tanya esta vez y su sonrisa maliciosa me parecía sospechosa

- Cuatro.- me encogí de hombros, era obvio

- ¿Seguro?.- contrapuso Jasper, acompañando a Tanya

- Seguro.- afirmé captando el hilo de sus miraditas

- Bien Edward. Con tu padre hemos conversado largamente sobre lo que se vendrá para ti y para Fifi.- asentí a las palabras de Alice

- Hijo. Tendrás que estar presente en el juicio que se lleve a cabo contra la madre de tu hija.- volví asentir

- Si es que hay juicio.- exclamé, recordando que las pruebas no eran contundentes

- Habrá.- aseguró Alice.- Tengo pruebas en mi poder y tengo a varios testigos que pueden atestiguar en contra de ella y el otro hombre

- ¿De donde las haz sacado?- cuestioné asombrado

- En mi poder tengo las fotos y papeleo que se encontraban en la casa de ella, al momento que la tomaron detenida.- comentó.- Y los testigos. Pues digamos que he utilizado métodos poco ortodoxos para aliárnoslos, pero el fin justifica los medios.- sonrió inocentemente

La puerta del despacho de Alice se abrió luego de unos suaves golpes. Miré en dirección allí y Bella entró despacio. La seguí observando hasta que tomó asiento alejada de mí, y jamás cruzó su mirada con la mía. Además de mostrar un nerviosismo y tonalidad rosácea en su rostro ¡Mataría a Tanya! Era definitivo.

- Que bueno que ya estás aquí Bella.- Alice con disimulo intercambió miradas entre ella y yo.- Le comentaba a Edward lo que acontecerá ahora en adelante

- Ok.- musitó sin apartar la vista de Alice

- Tú eres una pieza clave en esto.- la indicó.- Seré totalmente sincera. Quiero a esa mujer en la cárcel y a kilómetros de distancia de la niña

- Quiero lo mismo.- afirmó Bella y me hizo sonreír. En cada palabra o gesto suyo, me demostraba aun más lo importante que era Fifi para ella

- Lo sé.- le sonrió cálida Alice.- No puedo asegurar cuanto durará el juicio, pero no será sencillo y ustedes tienen que estar allí. Luego de eso, entras con poder tú Edward.

- No entiendo.- expresé

- Vas a reconocer a Fifi como tu hija, pero sólo podrás pelear por la custodia legal de ella, una vez que el juicio por el que se les inculpa a Victoria y James esté resuelto.- estuve de acuerdo.- Tengo fe que todo salga bien, así que consideraremos que obtendrás la custodia total

- Sin embargo, estarás siendo monitoreado de cierta forma por una Asistente Social.- informó mi padre.- La finalidad de esto, es que cuando todo esté resuelto y tu presentes una demanda por tu hija… Todo sea más expedito y tu ya tengas antecedentes que ameriten una evaluación positiva de tu actuar

- Entiendo.- acoté.- Mientras dure el juicio, ella no podrá salir de acá ¿Verdad?

- No.- ratificó Alice.- Sin embargo… Deberás explicarle las cosas.- me quedé petrificado

- ¿C-cómo…?

- Estefanía debe saber que tu eres su padre.- indicó.- La persona que siga tu caso, querrá saber a ciencia cierta tus intensiones, interacción y reacciones derivadas de esta, tanto por tu lado…como por el de ella

- ¿Entonces…?.- dejé la frase abierta

- Tienes que hacerlo prontamente.- terminó mi padre

- ¿Estás realmente seguro de todo esto Edward?.- preguntó Alice, observándome fijamente, como buscando alguna duda de mi parte

- Totalmente.- contesté firme y miré a Bella, para dejarle en claro mi punto. Además de sentir por primera vez su mirada en mí

- Perfecto.- proclamó Alice.- Eso era todo lo que tenía que conversar con ustedes. Ahora pondré todo en marcha

Mis padres habían regresado a California, no sin antes dejarme en claro que viajarían continuamente, lo cual agradecía demasiado. Desde el día en que Alice me había dicho que debía afrontar la realidad con Estefanía, sentía que las manos me sudaban y comenzaba poco menos con un ataque de pánico seguido.

Miré nuevamente el papel en mis manos, se sentía a pesar de ser un simple papel, algo grande. Estefanía Cullen, rezaba en letras claras y significativas. Ella ya era una Cullen y aun estaba totalmente ajena a esta realidad. Tanya y Jasper me habían dado ánimo para hablarlo hoy mismo y se habían ofrecido para apoyarme si era necesario, pero yo estaba claro. Era un tema que debía afrontar solo…y con una sola compañía.

- ¿Estefanía Cullen?.- preguntó alguien detrás de mí, haciendo que me levantara de un salto de mi asiento. Amanda observaba atenta el papel entre mis manos.- ¿Acaso la niña que está en ese cuarto privado es algo tuyo?

- Sí.- decidí hablar con la verdad.- Es mi hija.- su cara fue de total sorpresa

- ¿Tu hija?.- repitió incrédula

- Así es.- volví a afirmar

- Pero…- dejó inconclusa su frase

- Es una historia larga.- expliqué.- Y personal.- zanjé al mismo tiempo

- Lo entiendo.- respondió seca.- Pero estamos trabajando juntos y somos amigos. Creo que podrías habérmelo hecho saber

- ¿Con qué objeto?.- inquirí sin ocultar mi molestia por sus palabras

- Se le habría dado un trato especial.- aclaró

- Alice y todos mis amigos.- recalqué la palabra, dejando claro que ella no lo era.- Lo han hecho

- Me hubiera encargado personalmente de ella.- expuso con tono mas meloso.- Tú te haz convertido en alguien importante para mí.

- Gracias por tu consideración Amanda.- agradecí.- Pero te repito. Mi familia y amigos han estado al pendiente de ella y de mí

- Podríamos hacer algo juntos.- propuso. Respiré hondamente, ella no se daba por vencida y sus constantes acosos no me estaban sentando bien

- Tengo planes ya definidos.- tajé.- Con ella y con Bella

- Bella.- repitió como si fuera un insulto.- Ella es la niñera. Creo que Estefanía debería tener más contacto con personas a su nivel

- ¿Cuál sería según tú su nivel?.- pregunté tratando de controlar mi molestia por su insinuación

- Conocí a tus padres, son gente de bien. Ella sólo es una empleada Edward. Nunca es bueno que los hijos se inmiscuyan tanto con la gente de servicio.

- No lo veo así. Y de hecho, prefiero mil veces la compañía de ella para Fifi, mi hija. Que cualquier otra persona.- dejando en claro que ella estaba incluida en esa calificación.- Permiso. Tengo cosas que hacer

No le di tiempo de volver a pronunciar palabra. Estaba harto de tener que lidiar con sus directos coqueteos. Ella no me llamaba la atención, y se lo había dejado claro desde el primer momento, pero la mujer era terca y obstinada… Caminé a la habitación de mi hija. Tenía que hablar con ella, aunque no tenía idea como abordar el tema… ¿Cómo le dices que tu eres su padre? Ni idea… Abrí la puerta y saludé a ella y a Bella que estaban tiradas en el suelo, coloreando libros que mi madre le había regalado.

- ¿Quiedes pintad?.- me preguntó Fifi

- Luego.- musité y sentí los nervios en mi voz. Bella me observó atenta y comenzó a recoger las cosas

- Fifi. Edward quiere hablar contigo.- mi miró para buscar la confirmación a sus palabras y asentí.- Yo iré a comprar algo y vuelvo

- ¡No!.- grité, haciendo saltar a las dos por mi arranque adrenalínico.- Quiero decir… ¿Podrías quedarte?.- pedí moderando el tono de mi voz

- ¿Estas seguro?.- cuestiono y creo que mi cara le dijo todo.- Bien, me quedaré

- ¿Qué vamos a hablad?.- cuestionó mi hija, sentándose al estilo indio y afirmando su cabecita en sus manos

- Fifi… este… yo…- ¡Mierda!

Me refregué la cara con mis manos en forma brusca. No podía encontrar las palabras para decirle que yo era su padre… Me recordé en la novelas que veía Esme, cuando daban una noticia así y era tan fácil ¡Claro! Ellos no estaban en la vida real, y para mi infortunio… la vida real no era tan sencilla como en las novelas… Miré a Fifi, me observaba con su pequeño entrecejo fruncido, debía pensar que estaba loco. Luego miré a Bella, y sus ojos brillaban de una forma especial. Infundiéndome el valor que necesitaba…

- Pequeña.- habló Bella mirándome cautelosa. Le demostré con mi rostro que estaba de acuerdo con lo que fuera que quería decir.- ¿Recuerdas cuando te conté de Charlie, Renée, Phil y mamá Sue?

- Sip.- contestó ella.- Tu papá y mamá se casadon y después se sepadadon y ahoda están con mamá Sue y con Phil. Y tienes más hedmanos que son Leah, Jacob y Seth. Y Helena.- Bella la miró sonriente

- Exacto.- afirmó.- Pues bien. Hay ocasiones en que los papás no se casan y de igual forma tienen hijos.- mi pequeña estaba atenta.- Y hay otras ocasiones, en que la mamá se queda sola con sus hijos, y el papá no sabe que tiene un bebé

- ¿Siiii?.- cuestionó ella impresionada

- Así es.- fue mi turno de interceder.- Hace un tiempo atrás, una mamá tuvo a su pequeña hija. El papá de ella no sabía que la bebé existía. Por eso nunca estuvo con ella

- Que pena pod ella. Mi mamá viaja mucho, pedo igual tenía a mis papas

Sentí la rabia acumularse en cada poro de mi ser. Ellos no eran sus padres, y menos tenían el derecho de ser llamados así por ella, cuando tenía en cuenta la clase de ratas que eran, al menos el tal James. Una cálida mano se posó en la mía y la tomé con fuerza… Miré a Bella que me sonreía para apaciguar mi estado de ánimo, que al parecer había sido notorio.

- Fifi, esas personas a las que tu llamabas papá…no lo eran.- ella abrió de par en par sus expresivos ojos

- ¿No? ¿Y pod qué?

- Ellos… Ellos eran amigos de tu mamá.- expliqué.- Y como buenos amigos de tu mamá, ellos se decían ser tus papás. Como una forma de cariño ¿Entiendes?.- me tragué todas las palabras que querían salir de mi boca en vez de cariño

- Como Bella le dice a Sue, mamá Sue.- ejemplificó

- Muy parecido a eso, pero haz captado la idea bebé.- al parecer Bella no estaba mejor que yo, intentando dejar de lado los insultos

- ¿Y entonces quien es mi papá? ¿O no tengo como Tiger?.- preguntó ella. Su amigo tampoco tenía papá por lo que sabía, pero al menos no había tenido que lidiar con los imbéciles que había tenido que hacerlo mi hija ¡Mi hija!

- Claro que tienes princesita.- Bella me miró esperando mi intervención inmediata

- Fifi… Yo….- carraspee con el intento de aclarar mi garganta.- Yo… soy tu… papá.- terminé con un nudo en la garganta.

El silencio se extendió en la habitación. Sentí que hasta los diversos ritmos de los corazones en el sitio, podían oírse… No quité la mirada de Fifi, tratando de captar algún movimiento que me indicara algo, alguna reacción… Pero no había nada, ella simplemente estaba allí, saltando su vista desde Bella a mí y al revés… De pronto Estefanía se removió y mi estomago dio un vuelco anticipando algo… pero me quedé inmóvil al verla…

Estefanía volvió a tomar el libro que coloreaba junto a sus lápices y se acomodó de la misma manera en que la había visto al llegar. Estaba ahora estirada, coloreando como si nada hubiera cambiado… Nos miró una vez más, nos regaló una sonrisa y siguió en lo suyo… Quedé atónito… Un leve apretón en mi mano, me hizo reaccionar y darme cuenta que aun sostenía la mano de Bella y que lo que creía no había sucedido, en realidad sí había pasado…

- ¿Fifi?.- llamó Bella, ya que yo aun no volvía al presente

- ¿Si?.- preguntó ella naturalmente, dejando de lado lo que estaba haciendo

- ¿Haz… escuchado lo que Edward te dijo?.- utilizó una voz suave

- Ajá.- confirmó ella

- ¿Y qué…? Fifi, di algo.- le pidió con el mismo tono

- Gacias.- respondió. Se puso de pié y me dio un pequeño beso para volver a su puesto

- ¿Gracias?.- repetí, intentando adecuar esa palabra a lo que acababa de decirle

- Si.- fue su respuesta

- Fifi ¿Tu viste como saludé yo a mi papa?.- inquirió Bella.- No creo que sea la mejor forma como lo haz hecho bebé ¿No tienes nada que decir?

- No te enojes Bella.- pidió bajito Fifi. Y su carita se adornó con un rosa exquisito

- Princesa. No estoy enojada.- Bella se acercó a ella y Fifi se lanzó a sus brazos escondiendo su carita en su cuello. Nos miramos intentando entender qué pasaba.- Estefanía ¿Qué pasa?.- preguntó Bella y comenzó a sobar su espaldita

- No se enojen conmigo.- volvió a pedir, pero esta vez su voz mostró un claro llanto.

Bella y yo volvimos a mirarnos, esta vez preocupados por ella. Me acerqué hasta su lugar y comencé a acariciar su cabeza y brazos. No entendía qué estaba ocurriendo, pero el nudo en mi garganta y la opresión en mi pecho cada vez se hacía más insoportable. La única conclusión que sacaba de todo esto, era que lamentablemente…ella no quería un papá, y menos a mí… Y aunque intentara relevarlo, me dolía…

- ¿Fifi?.- la llamé captando la mirada de Bella en seguida sobre mí. Mi voz demostraba sin quererlo, mi sentimiento.- Fifi. Mírame.- pedí

Poco a poco fue descubriendo su carita. Sus ojos estaban totalmente aguados y de ellos corrían sin cesar silenciosas lágrimas. Su nariz y mejillas estaban totalmente sonrojadas y su pequeño labio temblaba casi imperceptiblemente. Acerqué con temor a su rechazo mi mano a su carita, y fui secando el río de lágrimas que la surcaban. Ella no se apartó y me miraba bajo sus pestañas, como con temor… Me partía el alma verla así…

- ¿Me quieres?.- pregunté de la misma forma que lo había hecho otras veces

- Sí.- susurró. Sonreí ante su respuesta y ella lo hizo en forma pequeña

- Entonces ¿Qué pasa preciosa?.- le pregunté. Y me di un impulso para preguntar lo que más temía.- ¿No quieres que… sea tu papá?.- consulté con temor impregnado en mi voz

- Si quiedo.- pronunció quedito. Expulsé todo el aire retenido de golpe

- ¿Y por qué haz reaccionado así bebé?.- le consultó Bella y sus ojitos volvieron a aguarse

- Podque yo pensé que estaba bien.- terminó hipando

- ¿Estaba bien que no le dieras un beso o un abrazo princesa?.- volvió a preguntar Bella, a lo que ella asintió

- A pa…- cortó de inmediato la frase. Y algo me decía que sabía mas menos lo que oiría.- A James y Félix, no les gustaba que yo me juntada con ellos y menos que los abdazada.- rompió a llorar y no pude mas que seguirla

¿Cómo mierda era posible que una mujer dejase pasar eso? Ni siquiera podía llamarla perra, porque ofendía a ese animal. Hasta ella era más madre que esa bruja. Se me nubló la vista y pasé el dorso de mi mano por mis ojos y mi cara. Bella no estaba mejor que yo y lloraba en forma silenciosa aferrando a mi hija en sus brazos…ella era tan…tan madre, sin siquiera experimentarlo… Me acerqué más a ella y tomé suave los brazos de Fifi, no fue necesario usar fuera… Se soltó de Bella y me quedó mirando con sus ojos como un cachorrito…

- Yo si… quiero un abrazo.- logré decir.- ¿Me lo darías?

- Sí.- sonrió y se acercó despacio a mí

Una vez que su pequeño cuerpecito estuvo en contacto el mío, enterré mi cara en sus cabellos y solté todo lo que tenía. Ella se aferró de igual forma a mí y parecía no querer soltarse nunca, así mismo como yo lo hacía con ella… Mi mente rememoró cada uno de los abrazos que mis padres me habían dado a lo largo de mi vida, y quise volver el tiempo atrás para darle cada uno de los mismos a mi hija…

Nunca me plantee ser padre a esta edad, y tampoco me aventuraba a conseguir un patrón para el futuro… Pero ese pedacito de carne en mis brazos me había cambiado mi perspectiva, me había hecho empezar a sentir con fuerza… Mis padres siempre me decían que el amor a los hijos era un sentimiento sin fronteras y sin dimensiones, y hoy yo lo podía experimentar… Era un amor infinito…

No sé cuanto tiempo estuvimos así, pero cuando levanté mi vista hacia esa otra persona que comenzaba a ganarse un cariño enorme, ella ya no estaba. Busqué por la habitación y entendí que había querido darme este espacio sólo a mí. Sonreí y tomé la carita de Fifi entre mis manos… Ella me observaba con una sonrisa… La llené de besos por todos los lugares que era posible, y con cada risa de ella, hacía que mi corazón se ensanchara cada vez más…

- Edes mi papá y te gusta que yo este contigo.- pronunció entre risas

- Siempre Estefanía.- contesté serio.- Quiero que siempre estés conmigo, que siempre me abraces y me beses y juguemos juntos… y mucho más.- expresé desde el fondo de mi ser

- Yo también te quiedo siempe.- expresó

- Fifi.- le hablé.- ¿Tú extrañas a tu mamá?

- No.- dijo firme, y a pesar de sentir un pequeño tirón dentro de mí, la entendí.- Bella es mi mamá ahoda.- afirmó sin titubeos, dejándome pasmado

- ¿Ella… tu mamá?

- Aham.- asintió.- Cuando estuvimos donde mamá Sue, ella me dijo que nunca me iba a dejad y yo le dije que buscadamos un papá. Y tu edes mi papá, así que ya no tenemos que buscad más, estamos todos

- Estamos todos.- corroboré con ella, y algo dentro de mí volvió a sacudirse, pero esta vez de mayor fuerza y más potente…

- ¿Y tendemos una casa?.- gritó Fifi cuando Jasper habló de ello

- Por supuesto que sí.- sonreí ante su entusiasmo

- Y yo quedo un animalito.- pidió inmediatamente. Tanya y Jasper ocultaron sus sonrisas en una fingida tos

- Muy bien ¿Qué dices el papi? ¿Podrá tener Fifiona un animalito?.- se burló Tanya, ella sabía que los animales no iban conmigo

- Tendremos que verlo.- dije un tanto contrariado por eso

- Yo creo que deberías pedírselo ya.- acució Jasper con su cara maliciosa

- ¡Pod favod!.- pidió mi pequeña juntando sus manitas frente a su rostro y con carita de niña buena

- Está bien.- me derretí y acepté

- Oki doki.- gritó Fifi y se lanzó a mi cuello nuevamente.- Tengo que contadselo a Bella ¿Dónde está?

- Su hermano debía volverse hoy a Forks, así que lo fue a dejar.- explicó Jasper, pero hubo algo en su mirada que me alertó de algo más

- ¿Y a que hoda vuelve?.- volvió a preguntar Fifi

- Vuelve luego.- mentí y la dejé con sus juguetes para acercarme a Jasper.- ¿Qué pasó?

- Ella dijo que prefería quedarse esta noche en su casa.- musitó bajo mi amigo.- Me dio a entender que era un momento de ustedes dos y ella prefería regresar mañana

- ¡No va a venid!.- nos giramos inmediatamente a Fifi. Tanya se paró rápido y fue hasta donde ella

- Claro que va a venir.- la trató de tranquilizar, pero la mirada de mi pequeña era de incredulidad

Eran las once de la noche y Fifi aun no lograba dormirse, esperando a que Bella volviera. Tanya se había marchado a casa y Jasper se había quedado conmigo por si necesitaba algo. Mi estómago era un mar de revueltitos, ya no encontraba más excusas que decirle a Estefanía para explicar la ausencia de Bella y ella no tenía intenciones de dormirse sin verla llegar. Había llamado a su móvil reiteradas veces, pero todas y cada una eran ignoradas en forma total… Estaba comenzando a desesperarme…

- No debió irse así.- alegué.- Ella debió al menos hablarle a Estefanía y darle sus razones

- Perdón hermano, pero creo que estás actuando un tanto posesivo con ella

- ¡¿Posesivo? ¡¿Me dices posesivo?.- exploté

- Posesivo y neurótico. Bájale a tus dosis de cafeína.- bromeó, pero no estaba para sus juegos

- La he llamado mil veces y no pasa nada. Estefanía no se dormirá mientras ella no esté aquí.- volví a jalarme el pelo. En una hora más estaría calvo

- ¿A que hoda vuelve Bella?.- volvió a preguntar mi pequeña por décima vez un una hora

- ¡Ahora mismo!.- rugí

- ¿Qué jodida estupidez vas a hacer?.- me interceptó Jasper

- ¿Quieres que venga Bella para poder dormir Fifi?.- ella asintió alegre.- Entonces ella vendrá

- Espera Edward.- Jasper tomó mi hombro.- Estefanía es tú responsabilidad, no la de ella. Ella sólo ha estado trabajando para cuidarla a falta de familia que se haga cargo de ella

- ¡Pues ella seguirá a cargo de Estefanía!.- rebatí.- ¡Y es su deber estar con ella aquí!

- Alice estuvo de acuerdo en que ella se fuera para que tu tuvieras tiempo con Fifi.- volvió a explicar Jazz.- Ella sólo lo creyó mejor así

- ¡Pues se le olvidó un gran punto.- expuse rabioso!.- ¡Se le olvidó preguntar si Fifi y yo la queríamos lejos. Quédate con ella, vuelvo en menos de una hora. Empieza a contar!

Lo último que oí fue el "" de Fifi y salí a la fría noche de Washington, buscando el calor de ella… De quien no quería un segundo lejos de mi hija….y de mí…

...


Be.-

- ¿Qué pasó Bella?.- Alice rodeó su escritorio y estuvo pronto frente a mí

- N-nada.- hipé.- Es que… Edward le dijo a Fifi que era su.- hipé.- Papá

- ¿Y por eso lloras?.- sonrió amigable, tomando mi brazo y jalándome al asiento

- Es que… es que me dio pena.- admití llorando más fuerte.- Creí que ella no lo quería, porque no se inmutó cuando supo.- volví a hipar.- Pero era porque ella pensaba que Edward no quería un abrazo de ella

- Entiendo.- acarició mi pelo.- Fifi tenía miedo de la reacción de Edward. Pensaba que quizás actuaría como los otros dos imbéciles a los que debía llamar papá.- asentí secando mi cara

- Ella nunca debió pasar por algo así.- susurré con dolor

- Nunca Bella, pero ahora será distinto.- volví a asentir

- Voy a ir a mi casa.- Alice me miró extraña

- ¿No pretenderás alejarte de ella? Bella, esa niña te adora. Sería un golpe inmenso el que la dejaras de un día para otro. Además Edward me ha dicho que quiere…

- Seguiré a su cuidado, es sólo que Jacob, mi hermano se regresa a Forks y lo iré a despedir

- Está bien.- admitió ella.- Necesitas un espacio para ti igualmente ¿Verdad?

- Mucho.- concordé con su suposición

La puerta del despacho de Alice se abrió, por la que entraron Jasper y Tanya. Se acercaron en dos pasos hasta donde estaba, creyendo que había pasado algo malo, pero Alice les comentó los nuevos sucesos. Ambos se mostraron alegres por lo sucedido, así que tomé mis cosas y me marché de allí… Había algo que iba mal conmigo y no quería que nadie me preguntara más allá de lo que podía decir y lo que era lógico.

- De verdad puedo ir a dejarte.- exclamé nuevamente a Jacob

- No es necesario Bella. Intenta descansar.- volvió a rehusarse

- Yo lo llevaré.- habló Ben.- Tengo que ir por unas cosas y aprovecho para dejarlo

- Puedo hacerlo.- intenté ponerme de pié, pero Ángela me sentó de un empuje

- Tu y yo vamos a conversar. Deja que Ben se encargue.- me ordenó

Me despedí de Jacob, dándole las gracias por haber estado conmigo todos estos días. Lo único que me pidió él era que me cuidara y que cuidara de la pequeña pelotita. Ángela preparó dos tazas de humeante chocolate caliente y nos sentamos a conversar los últimos sucesos. No pude evitar que nuevas lágrimas se agolparan en mis ojos…

- Me alegro que todo saliera bien.- expresó sonriente mi amiga

- Yo también.- me colé a sus palabras

- Sin embargo…- me miró con cautela.- ¿Por qué si estás tan contenta sigues llorando?

- De alegría...- en parte verdad y en parte mentira

- Hay algo más.- aseguró. Rehuí sus ojos inquisitivos.- Tu lloras porque sientes celos

- ¡Claro que no! ¡Estoy feliz por él y mi pequeña!.- declaré tajante

- No digo que estés celosa de Edward o de Fifi. Sientes que te hubiera gustado ser más parte de ese momento

- Lo fui.- rebatí

- No como quisieras.- me contradijo.- Tú amas a esa pequeña como si fueras su verdadera madre. Y estás comenzando a sentir por Edward más que un simple cariño o gratitud por cómo es con Fifi

- N-no…eso no.- balbucee nerviosa

- No me mientas y no trates de corregirme, porque sabes que estoy en lo cierto. Y mi único consejo es que sigas lo que te dicta tu corazón.

- ¿A que te refieres?.- pregunté

- Edward es un hombre soltero. Tu también lo eres. Y Fifi es un lazo demasiado fuerte que ambos comparten. No cierres tus ojos a la realidad cuando se presente clara ante ti.- la miré atenta.- Hay algo que crece entre ustedes, que es totalmente independiente de esa pequeña. No lo dejen pasar

- Pero… Yo no estoy enamorada de él, y el… tampoco de mí

- Yo no hablo de enamoramiento propiamente tal, pero todo sentimiento comienza con un paso… Ustedes están en el primero…

- Quizás…

- Ahora acuéstate y trata de dormir. Mañana te quiero en pié al alba para ir a ver a esas dos personas que están calando hondo en tu corazón ¿O quieres que me quede contigo?

- No es necesario Ange. Estaré bien.- aseguré

- Cualquier cosa me llamas.- asentí

Observé a mí alrededor luego que mi amiga se fuera y me sentí sola. Quería tomar un taxi nuevamente e ir hasta allí, pero mi lado menos egoísta me señalo que estaba bien. Que ellos necesitaban ese espacio padre e hija que se daba por primera vez… Y así seguí llorando… ¡Patético e ilógico! Pero yo estaba así…

Miré una vez más la cama, a pesar que mi cuerpo me llamaba a dejarme caer en ella, pero mi mente y mi corazón anhelaban a alguien más allí… Me levanté y rebusqué algo que hacer nuevamente para despejar mi mente, pero todo allí me recordaba a ella, era como si su presencia estuviera impregnada en esas cuatro paredes… Solamente ahora me daba cuenta de cuanta falta me hacía, y cuanto había llegado a amar a esa personita. Iba más allá de la razón y más allá del entendimiento para cualquiera que estuviera ajena a la burbuja que habíamos creado.

Cuando ya no tuve más excusas para prolongar mi inminente recorrido hacia mi cama, me dejé caer en el piso apoyando mi espalda en la puerta de mi cuarto. El reloj marcaba la una de la mañana y al parecer no se adelantaría como esperaba… Llevé mi mano hacia mi cara y empañé las lágrimas que no dejaban de caer desde el mismo momento que había abandonado ese lugar. Era ilógico y lo sabía, sólo faltaban 6 horas, 45 minutos y algunos segundos para volvernos a reencontrar…pero parecían una eternidad.

Sentí la melodía de mi móvil sonar y me levanté con pereza de mi lugar, quizás era Ángela para preguntarme cómo estaba, así que simplemente rechazaría la llamada y volvería a hundirme en mi tristeza… Cuando estaba por llegar a él, un golpeteo incesante aporreó la puerta de mi casa… Alcancé mi móvil y me encaminé con él a la puerta, un número desconocido titilaba en la pantalla. Lo contesté en el mismo momento que habría la puerta.

- Hola.- saludé

- ¡Bella. Necesito que vengas conmigo inmediatamente!.-

Habló al mismo tiempo mi móvil y la persona frente a mí. Mi corazón comenzó a latir furiosamente. Su cara no era la mejor y peor aún… Algo me presagiaba que las cosas fuera de mi casa, no estaban mejor de la situación en que me encontraba.

- ¡¿Qué ha pasado?.- grité con un gran terror en mi cara y mi cuerpo.

- ¿En que mierda estabas pensando cuando te fuiste sin decirme o a Fifi?.- siseó Edward con cara de no muy buenos amigos

- ¡¿Le pasó algo?.- inquirí frenética

- Pasa que no se logra dormir y se niega a hacerlo, mientras tú no estés con ella.- dijo seco

- Yo…pensé…- tartamudee sorprendida por su reacción

- Tú no pensaste Bella. Simplemente hiciste lo que según tú correspondía, pero no consultaste mi parecer

En ese momento caí en cuenta. El estaba reprochando mi falta de respeto e irresponsabilidad por haber dejado botado lo que era mi trabajo. Era lo único que nos concernía juntos, el cuidado de mi pequeña. La única que no había entendido el manejo de la dinámica jefe y empleada era yo… Aquí no había sentimientos desde dos ángulos, era sólo unilateral…y ese lado estaba conmigo ¡No con él!

Intenté no relucir mi decepción y mi rabia. Lo dejé en la puerta de mi departamento y me adentré en mi cuarto para buscar mis cosas… Tomé varias respiraciones para no seguir llorando como lo había hecho, y para lograr calmar la pena que iba consumiendo cada fibra de mi ser… El era el papá de la pequeña que tanto amaba, y era mi jefe en todos sus aspectos… Debía grabarme a fuego ese detalle… ¡Esa señal! Como había dicho Ángela… y era clara…

- Vamos.- hice un gesto para que saliera de mi departamento

- ¿Qué pasa? Bella lo que yo quería….

- He entendido Doctor Cullen.- intenté que mi voz no saliera filosa, pero sucumbí a la ira

- ¿Doctor Cullen? Bella por favor, siempre me haz dicho Edward ¿Por qué-?

- Usted es mi jefe. Lamento haber sido imprudente y haber venido a mi casa, no se volverá a repetir.- le corté

- Bella creo que no nos estamos entendien-

- Por supuesto que lo hacemos ¿Vamos donde Estefanía o nos quedaremos toda la noche aquí?.- volví a interrumpirlo

- Iremos, pero quiero que entiendas que estas equivocada. Yo nunca he queri-

- Me voy.- lo empujé levemente y bajé corriendo las escaleras

- Bella.- llamó, y lo sentí cerca de mí. Tomó mi brazo y me volteó.- ¿Quieres escucharme?

- Mira Edward, si quieres que siga siendo la niñera de Estefanía las cosas quedarán claras.- me solté de su agarre.- Soy Isabella y quiero que mantengamos una relación laboral como debe ser.- necesitaba eso para seguir, no quería seguirme confundiendo como lo había hecho. No era sano para mí

- Está bien Be- Isabella.- pronunció y se alejó para llamar un taxi…

Era lo mejor…

...

Continuará...

 

Capítulo 12: Capítulo 14:

 
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