De niñera a Mamá. (+18)

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 06/11/2010
Fecha Actualización: 08/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 22
Visitas: 77458
Capítulos: 21

La vida de Bella Swan cambia radicalmente. En busca de trabajo como niñera, encuentra algo más.... una pequeña necesitada de amor. Luego de algunos sucesos ella comprende que no puede dejarla sola... donde comienza un nuevo desafío; encontrar al padre.


Hola, es mi primera vez que hago esto, esta historia no es mía, le pertenece a Pam3.C.S., yo solo la subo con su autorización, es una de  mis favoritas espero les guste...

Dis: "Los personajes son propiedad de Sthep. Meyer, tan solo  la historia es de Pam3.C.S."


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Capítulo 3:

Chicas/os: Hay dos términos que quizás muchas que no son de mi país no los entiendan. Así que los he puesto al comienzo, para que cuando lleguen a esa parte, sepan a lo que se refieren los personajes.

* Cerrar la fábrica: No tener más hijos

* Metida de patas: Cometer un error

Bella Pov

Desperté con un horrible dolor de cabeza y cuerpo. No tuve que hacer esfuerzo para comprender porque me sentía así; era claro que la tensión que me había acompañado antes de dormirme me había pasado la cuenta. Miré al repollito que aún dormía en mis brazos y ese fue el incentivo para esbozar mi primera sonrisa de la mañana, a pesar de todo mi malestar.

Me levanté con cuidado de no despertar a mi pequeña. Me duché en su cuarto y cuando estuve lista, pegué la oreja a la puerta. Aparentemente no se oía ningún ruido, es decir, que aun no se levantaban o que el asqueroso tipo de anoche ya se había ido.

Bajé lo más despacio que pude las escaleras. Al llegar al primer piso y con la luz del día pude observar todo, la casa estaba en total desorden con varios objetos quebrados y esparcidos por el piso. Al girar mi cabeza hacia los sillones de la sala, un escalofrío recorrió mi cuerpo al rememorar las escenas de la noche anterior y el miedo que sentí cuando el papá de Fifi había invadido mi espacio personal con claras intensiones… sucias.

- ¡Dios! ¡Se me parte la cabeza!.- gimió la bruja (como había decidido llamarla desde anoche), haciéndome pegar un brinco

Dejé mis labores de lado y le serví un vaso de agua con una pastilla para la resaca. Observé nerviosa hacia las escaleras a la espera de que el asqueroso hombre irrumpiera en la habitación, pero seguían pasando los minutos y no había señas de él.

La bruja, tomó asiento y se dispuso a ver la TV. Esperé en forma paciente a que se dignara a preguntar por Fifi, pero la muy…mala madre, ni siquiera tuvo la decencia de a lo mucho averiguar si había preguntado por ella; teniendo en cuenta que a la mujercita delante de mí, le encantaba alardear sobre ella misma. Mucho menos se disculpó o insinuó algún tipo de remordimiento por el actuar de anoche…

- Hola mamá.- me di vuelta al escuchar a mi pequeñita hacer aparición

- Hola.- saludó la bruja, sin siquiera verle

Fifi siguió su camino al ver que su proyecto de madre no la tomaba en cuenta y caminó hasta mí. Me agaché y la cargué en brazos dándole un gran beso, que supliera en parte el que ella le había privado.

- Hola Bella.-

- Hola corazón ¿Quieres desayunar?.- le pregunté girándome hacia la nevera

- No Bella.- susurró en mi oído

- ¿Por qué no? Fifi, tienes que desayunar.- la reprendí.

Ella observó a su madre, que estaba segura no tenía idea que tanto su hija como nana seguían en el mismo lugar que ella; y se giró hacia mi haciendo un gesto para que me acercara más a ella. Puso sus manitos juntas alrededor de su boquita y entendí que quería compartir un secreto conmigo, así que acerqué mi cabeza a ella.

- Es que mamá no quede que yo coma eso.- fruncí el seño por sus palabras, pero recordé cuando ella había dicho "cuidar su figura"

- Ok, haremos lo siguiente.- me acerqué a su oído y al igual que ella, le hablé bajito.- Irás arriba y esperarás ahí. Yo te llevaré todo a tu cuarto ¿Ok?

- Oki doki.

Fifi corrió hacia su cuarto, está demás decir que la bruja no le dedicó ni media mirada, menos preguntó por qué su hija no tomaba desayuno ¡Linda madre!

Tomé todas las cosas que había comprado el día anterior con sigilo y cuidadosamente las coloqué en una bolsa. Tomé todo un servicio completo de cubiertos y lo metí ahí. Salí de la cocina presurosa hacia la habitación de Fifi, quien me esperaba sentada tranquilamente en su cama.

Le serví abundante leche con cereal y varias cosillas más para un saludable, pero a la vez contundente desayuno y bajé a echar andar un plan que se formaba en mi cabeza.

- Señora Victoria.- la llamé, siendo respondida con un "Mmhm".- Ayer ha llamado Samantha Wilson

- ¿Qué quería esa perra nuevamente?.- escupió las palabras

- Recordarle que estaban al pendiente de usted.- abrevié el recado

- Bien. Se puede ir a la mierda ella y sus recados ¿Supongo que haz dicho todo lo que dije?.- por primera vez me miró

- En realidad no alcancé a contestar su llamado.- evité informarle que no estaba en casa.- Así que ha dejado el recado en la grabadora

- Mejor así.- volvió su atención a la TV

Miré hacia el cielo y rogué en silencio que mi próximo paso fuera aceptado sin problemas.

- También llamó María y pide que le recuerde sobre su dinero.-

- No tengo tiempo de ir a dejárselo. Si ella puede aún moverse, teniendo esa panza. Entonces que venga por él.- sonreí, era justo la respuesta que necesitaba

- Si usted me da una dirección, yo podría ir a dejárselo personalmente.- apreté mis labios esperando una respuesta afirmativa

- ¿Acaso me crees interesada en la dirección de una empleada doméstica?.- rió fríamente.- No tengo idea donde quedará su mazmorra

Me mordí la lengua para tragarme el veneno que amenazaba por salir y gritarle unas cuantas verdades, empezando por el descuido en el que tenía sumida a su hija y terminando por el desprecio en que trataba a la gente con la que debería estar agradecida besándole los pies por asegurar que su propia sangre el día de hoy estuviera con vida. En lugar de eso respiré hondo y conté hasta cien, para lanzar mi plan B.

- Si usted está de acuerdo, yo podría ubicar su dirección. Usted me hace entrega del dinero y yo se lo hago llegar.- crucé hasta mis dedos de los pies para la buena suerte

- No suena mal.- dijo después de unos segundos.- La verdad es que estoy harta de tener a mendigos en mi casa, pidiendo la limosna del día

Sentí la sangre agolparse en mis mejillas y orejas de la rabia contenida, pero me forcé a sonreír. Mi plan había resultado.

Dos horas más tarde y luego de haber hablado por teléfono con María al número que había obtenido de la grabadora y tener la dirección de su casa, estaba con Fifi a las afueras de mi departamento. La bruja catalogaba de mendigos a sus empleados y mazmorras sus hogares, pero en cuanto le había pedido permiso para ir con su hija hacia tan desagradables lugares, no había dudado un segundo en aceptarlo.

- Hola Angie.- saludé a mi amiga al entrar en su negocio

- Hola Bella. Hola señorita naranja.- saludó a Fifi. Reí por el saludo, en relación al color de su ropa

- Hola niña de los cocholates dicos.- saludó mi niña, saboreando sus labios

- Ok, eso ha sido una indirecta algo directa.- respondió mi amiga, acercándose al mostrador de los chocolates y sacando uno para Fifi

- Gacias, no tenías que molestadte

Estallamos en unas fuertes carcajadas con Angie por las palabras adultas que había utilizado mi pequeña bribona.

- ¿Qué cuentas Bella?

- Necesito pedirte un gran favor amiga.- me mordí el labio nerviosa, dándole una mirada a Fifi

- No sé porque me da la impresión que tiene algo que ver con la señorita totalmente manchada de chocolate.- entrecerró los ojos hacia mí. Asentí tímida.- Bien. Suéltalo

Volví a mirar a mi pequeña, pero ella estaba demasiado entusiasmada con su chocolate como para captar nuestra conversación. Le conté absolutamente toda la historia de lo que había vivido en esos tres días en casa de la bruja, pareciendo una novela de años. Mi amiga abría sus ojos como platos con cada parte de mi relato, enrojecía de rabia en otras y ponía carita de perrito degollado en otras tantas.

- ¡¿Estás segura que no te hizo nada?.- preguntó alterada con la parte del tipo de la noche anterior

- No amiga, tranquila. Es como te digo, justo en ese momento bajó ese angelito.- indiqué a mi pequeña.- y nada pasó

- ¡Dios mío Bella!.- se tapó su cara con sus manos.- ¿En qué sucio y descontrolado mundo crece esa pobre niña?.-

Miré con tristeza a mi pequeña, quien se percató de mi interés por ella y sonrió mostrando su boca y pocos dientes embarrados de chocolate y agitó su manito hacia mí.

- No lo sé amiga.- contesté al voltearme hacia Angie.- Y eso es lo que quiero averiguar ahora. Por eso te pido si puedes quedarte con ella por un par de horas

- No hay problema Bella, pero ten cuidado por favor. Ese barrio queda a las afueras de la cuidad y no me fío de él

- Lo tendré Angie. Tan solo cuida mucho a mi pequeña naranja

- Eso no tienes ni que pedirlo. Además Ben, vendrá dentro de poco tiempo y tu sabes como es con los niños.- sonreí al recordarlo como un crío más cuando salía con su pequeñas sobrinas.- Eso sí, llévate mi coche. Me sentiré más segura que vayas en auto y no a pié

Le expliqué a Fifi que debía hacer unos trámites y que no aceptaban niñas pequeñas ahí, pero la verdad es que el lugar al que iba no era muy bien mirado y prefería arriesgarme yo sola que ponerla en peligro a ella. Quedó feliz al saber que podría ayudar a Angie a atender el local, fingiendo que jugaban a las vendedoras.

...

Agradecía haber traído el auto de mi amiga, pues me había llevado mas de media hora dar con la dichosa casa de María. Y como bien lo imaginé, su casa estaba rodeada de locales no aptos para menores.

Bajé temerosa del auto, pero pedí a Dios que me protegiera en todo momento, mal que mal estaba haciendo esto por el bien de un angelito. Luego de varios golpes de llamado, una mujer joven con un abultado vientre me recibió

- ¿María?.- consulté, aun estando casi segura que era ella

- Si, soy yo ¿Usted es?.- me miró achicando sus ojos

- Marie.-

Desde el momento que había hablado con ella, me había identificado como Marie, que era mi segundo nombre. Las razones de mi casi verdad/casi mentira no las tenía a ciencia cierta, pero tan solo lo había hecho siguiendo un dictamen de mi cabeza

Me hizo pasar a su casa, ya que ella no podía mantenerse mucho de pié. Nos sentamos en una pequeña salita que disponía sólo lo básico, nada de extravagancias o cosas lujosas. Le hice entrega de mi encargo y me encomendé a los ángeles de los niños en el cielo para que me ayudaran a lograr mi cometido

- Aparte de entregarle eso.- indiqué el dinero.- Me gustaría conversar un poco con usted

- ¿Sobre qué sería?.- cuestionó suspicaz

- Necesito hablar sobre Estefania. Yo soy su nueva niñera.- expliqué un detalle que no había nombrado anteriormente

- ¿Cómo está ella?.- noté un brillo especial en sus ojos al nombrar a mi pequeña

- Ella está bien. No quise traerla por…bueno…diversas razones, pero la dejé al cuidado de una muy buena amiga.- me adelanté cuando vi que me miró reprobatoriamente

- Me alegro mucho que esté bien. Yo la cuidé cuando era muy pequeñita, luego me casé y comenzaron a llegar los niños.- apuntó con su barbilla una foto con tres niños. Mi boca se abrió de par en par

- ¿Tendrás dentro de poco cuatro hijos?.- ok, lo curiosa era algo nato en mí

- Así es, pero con este bebé ya se da por cerrada la fábrica*

Me comentó mas cosas de su familia, así mismo que ella cuidaba en forma esporádica a Fifi desde hacia un par de años. La mayoría de las veces, la niña se quedaba a cargo de personas que la bruja contrataba por horas y de forma alocada; como a mí. El rato comenzó a pasar y de todo lo que me contaba, ciertamente no estaba hallando nada nuevo o provechoso…la mayoría de las cosas, las había vivido en estos tres días y las que no, eran aquellas que había intuido.

.

- Dicen que los hijos son el reflejo de lo que hacen los padres, espero que Estefanía rompa ese mito.- expresó y eso llamó mi atención ¿Acaso ella conocía a la bruja de antes?

- ¿Usted conoce a los abuelos de Estefanía?.- pregunté apresuradamente. Asintió

- Mi madre trabajó muchos años para los papas de la señora Victoria y como era viuda, debía llevarme a mí a su trabajo.- relató, mientras yo la oía atenta.- La forma en que se comporta ella con la niña, es un claro espejo de cómo sus padres fueron con ella

- ¿No la tomaban en cuenta?.-

- Su madre y padre creían que con tenerla en una cuna de oro, era suficiente.- suspiró nostálgica.- La mamá de ella no quería tener hijos y cuando se enteró de que esperaba un bebé, intentó por todos los medios deshacerse de él. La mamá de la señora Victoria, tenía catorce años cuando la tuvo

Dejé de respirar por un par de minutos ¡Catorce años! Yo a los catorce años aún en mis momentos de aburrimiento tomaba mis muñecas y les confeccionaba ropa, coleccionaba hojas con estampados de diversos diseños…aún era una niña en muchas cosas.

- Resumiendo la historia, los abuelos de la señora Victoria se casaron en las típicas costumbres de antaño, en donde los dos eran unos niños y sus matrimonios eran arreglados. Ellos quisieron hacer lo mismo con la madre de la Señora, claro que la emparejaron con un viejo a punto de morirse, pero con plata hasta en los calzoncillos que usaba

- ¿Y donde están ellos ahora?.- ahondé en el tema

- Su padre murió cuando la señora Victoria tenía veintitrés años y su madre, la abandono poco después. Mi madre me contaba que se dijo que ella había muerto tiempo después de una extraña enfermedad, pero lo único relevante es que nunca más se supo de ella

- ¿Y con quien quedó la bruja? ¡Perdón!.- tapé mi boca con un certero golpe, al darme cuenta de la metida de patas* que acababa de hacer

- No te preocupes.- sonrió en complicidad.- yo la he llamado de formas irreproducibles.- se tomó su vientre al soltar una risotada.- Ella, la bruja, quedó sola viviendo en la enorme casa. Mi madre siguió bajo sus servicios, así que básicamente ella fue quien la crió

- ¿Y no tenía mas hermanos o familia?.-

- Y si los tenía, nunca supimos de ellos.- lo cual me dejaba en zona muerta nuevamente

- ¿Usted conoce al padre de Fifi?.- intenté averiguar lo clave, luego de algunos minutos en silencio

- No, no sé quien será

Su respuesta me dejó aturdida. Si ella sabía la vida de la bruja desde hacia años ¿Cómo podía ser que no conociera al tipo degenerado o al tal Félix?

- Pero usted ha trabajado años allí, o su madre debió conocerlos.- afirmé

- ¿Te refieres a los que Fifi nombra como sus papás?.- asentí dejándola continuar.- Ninguno de ellos es el verdadero padre de Estefanía.- me dejó en shock la nueva revelación ante mis ojos

- P-pero…Fifi… Ella los llama papá.- dije anonadada

- Si tu madre mete a hombres a la casa y alguna persona le pregunta que quienes son ¿Será mas fácil para todos instruir a una pequeña niña para que repita que son sus padres?

- No lo puedo creer.- susurré en un hilo de voz

- Cuando la madre de la señora Victoria se fue, mi mamá me contaba y lo que yo veía cuando iba a su casa, era un alma en pena. Le costó mucho superar que estaba sola en el mundo, a pesar que ya era mayor y que sus padres nunca prestaron atención de ella.- se quedó pensando perdida en sus recuerdos

- ¿Qué pasó luego?.- interrumpí su rememorar

- El dinero de las cuentas que su padre poseía, se fue agotando. Para seis años atrás ya no quedaba absolutamente nada y las deudas normales de una casa la comenzaron a atosigar.- explicó.- Mi madre enfermó y yo comencé a ir mas que nada para hacer la limpieza una vez por semana

- ¿Ella aún estaba deprimida por quedarse huérfana?

- ¡No! Ese estado de muerta en vida, si bien duró algún tiempo…terminó abruptamente con el inicio de una nueva amistad con una tal Heidi Volterra. Se hicieron grandes amigas y la señora Victoria empezó a convertirse en la fría mujer que es hoy.-

- ¿Eso hace cuanto fue?.- indagué

- Luego de lo de sus padres ella estuvo por unos dos años viviendo en las sombras de esa casa, sin salir más que para visitar la tumba de su padre y terminar con su carrera de Fotografía, que fue lo que estudió. Luego conoció a la tal Heidi, de eso hace unos seis años, cuando las deudas se hicieron presentes y su cambio fue radical, además de retomar su situación económica sustentable

Mentalmente y en forma rápida calculé la edad de la bruja, había tenido a Fifi hacía cuatro años, es decir, a sus ¿Veintisiete años? ¡Dios! Esa mujer tenía pacto con el diablo, si parecía de mi misma edad. Y ahora debería tener ¿Treinta y dos o algo así?

- ¿En qué sentido?.- retomé la conversación, luego de mi análisis mental

- En todos. Su vestimenta, apariencia, forma de ser, su círculo social de haber sido nulo, pasó a coparse todos los días con llamadas e invitaciones a todas partes.- respondió detalladamente.

- Entonces en ese tiempo ella conoció al padre de Fifi.- dije más para mí, que para ella

- Yo no sé a que se dedicaba en esos tiempo la señora, pero sí su ritmo de vida. Salía toda la noche maquillada como para ir a un circo con vestimenta que apenas podía cubrirla.- una idea se formaba en mi cabeza.- Dormía todo el día y sus llamadas eran recurrentes de hombres

- Ella…- mi voz se quedó en algún lugar lejano

- El dinero empezó a llegar como si lloviera dinero del cielo.- me siguió aclarando.- Hoy puedo darme cuenta que mis sospechas no iban a caminos equivocados…

- ¿Cuáles eran sus sospechas?.- la insté a que prosiguiera, mis pensamientos quizás no eran muy objetivos a esta altura

- ¿Tu sabes a que se dedica la señora Victoria?

- Ella es…es modelo.- dije dubitativa

María rió tristemente y yo estaba en blanco. Mi cabeza no procesaba o no quería procesar lo que el corazón o alguna otra parte de mi cuerpo estaba entendiendo de todo esto.

- Victoria o la señora Victoria.- ironizó.- Es modelo, actriz…de películas para adultos

Mi cara enrojeció y mi quijada bajó y subió a su lugar ¿Ella era actriz pornográfica? Tu misma la viste y lo señalaste anoche, me dijo un pequeña vocecita dentro de mi cabeza

- ¿Ella aun lleva hombres a la casa?.- asentí en forma ausente.- ¿La Asistente Social aun está detrás de ella?

- No se quien es ella.- mi voz salía estrangulada

- Samantha Wilson.- explicó

- Ella, si…si, ella ha llamado y ha dicho…- el puzzle en mi cabeza comenzó a hacer clic

- Que está pendiente de su caso.- terminó por mi.- Hay cosas turbias en todo esto Marie. Que sea o no una actriz de lo que sea, no es lo mas importante ¿Me entiendes?

- C-creo…que si.- musité

- Yo vi cosas ahí, ella lleva a hombres que se emborrachan y se drogan ¿Es eso un ambiente para una niña?

- ¡No!.- casi grité, el sentido de protección con mi pequeña afloró como si fuera una leona

- La señora Victoria no ama a su hija.- un nudo se formó en mi garganta.- La niña fue lo mismo que ella significo para su madre "un error" y ella no se deshizo de Fifi en su momento porque fue una forma de sacar todo el rencor.- pestañee para alejar las lágrimas de mis ojos.- Ella ha hecho lo mismo con su hija, que lo que hicieron con ella cuando pequeña…

Ni siquiera me preocupé por el lugar donde estaba y la hora en que salí de esa casa. Fue como ser un muerto en vida con todo lo que había logrado descubrir de mi charla con María. Mientras manejaba de vuelta, la carita de mi pequeña se instauró en mi retina.

Ella no merecía esto, ella no tenía la culpa de lo que sus padres habían hecho con su madre cuando era una niña aún. Fifi no podía convertirse en un fiel reflejo de su madre, llena de amargura y rencor…ella era un alma pura y sin daño…y yo no dejaría que eso pasara.

Bajé corriendo del auto de mi amiga cuando estacioné frente al negocio. Corrí dentro del negocio para encontrar a mi bebé riendo de forma exquisita con Ben y Ángela. Cuando nuestras miradas se cruzaron, avancé rápidamente y la tomé en mis brazos como tratando de quitar todo aquello retorcido, sucio, frío y horrible que podía alcanzarla.

Ángela y Ben me observaban con una mezcla de extrañeza y alegría…

- Te estañé Bella.- me dijo mi pequeñita

- Yo también te extrañe.- susurré mirándola con tanta adoración

Era increíble como en tres días un pequeño ángel podía dar vuelta tu mundo y ganarse mi corazón en forma total.

- Hey ¿Tan mal lo pasaste conmigo?.- se hizo en ofendido Ben, haciendo que mi bebé sonriera

- No tío Ben, pedo es mi Bella.- sus bracitos me apresaron mas aun

- Tienes que traerla más seguido.- me pidió Ben.- Es una niña extraordinaria

- Lo sé.- respondí mirándola fijamente

- ¿Pod qué llodas Bella?.- toqué mi cara y me di cuenta que mi cara estaba surcada por lágrimas

- Porque…- me quedé muda

- Porque Bella también quería jugar con nosotros a los vendedores, pero no pudo y tiene pena por eso.- aseguró mi amiga. Le agradecí con la mirada

Conversamos un rato mas, mientras Ben entretenía a Fifi por un momento más. Le relaté todo a mi amiga, quien no daba crédito a lo que escuchaba y sus ojos se le llenaban de lágrimas cuando miraba a mi chiquitita ajena a toda la basura que estaba expuesta.

A las ocho de la tarde decidimos retornar a casa. Aunque la bruja no había pedido mi número de teléfono, se lo había dejado igualmente junto al teléfono, pero como era de esperarse no estaba ni preocupada que podía estar pasando con su hija en estos momentos.

- Toma Bella.- me extendió un papel Ángela

- ¿Y esto?.- lo miré raro

- Léelo en casa Bella y luego nos dices que te parece.- me explicó Ben y miró a Fifi de reojo

- Ok.-

- Adiós Fifi y ya sabes, siempre puedes venir.- la invitó Ángie

- Bella ¿Me taedas?.- pidió en su vocablo

- Claro que sí bebé

- Adiós chicos.- me despedí

- Hasta pronto Bella. Adiós Fifi.- gritaron los dos, a lo que mi bebé agitaba su manito a ellos

La casa estaba en total obscuridad, pensé que la bruja podría estar dormida o de plano no se encontraba y rogaba internamente porque así fuera. Antes de entrar dejé a Fifi en la puerta en caso de que alguna escena no apta para ella se estuviera desarrollando al interior, pero había solo silencio y negrura en la estancia.

Miré el papel donde había dejado mi número en el suelo, ni tal se había dado cuenta que el único medio para llamar a su hija y saber de ella estaba pisado y olvidado en el piso. Sin embargo otro papel se encontraba en el teléfono, dejé a Fifi en el piso y lo tomé

.

"Niñera: He tenido que salir por un nuevo trabajo. Esta vez mi viaje durará mucho mas tiempo del anterior, estaré de vuelta en un mes aproximadamente, así que he dejado tu paga por adelantado en el cheque"

.

¡¿Niñera? Bueno, era para lo que estaba contratada, pero… ¡¿Un mes fuera? ¡¿Ni un recado para su hija? ¡Esta mujer haría que mis instintos asesinos cobraran vida cuando ella regresara! Al menos, había dejado algo dicho... ¡Grrrr! ¡Maldita bruja!

- ¿Es de mamá?.- preguntó Fifi

- Si corazón, su trabajo la ha requerido otra vez.- expliqué dejando a un lado mi rabia

- ¿Estadá aquí en dos semanas?.- consultó mirándome con sus ojitos expectantes

- No Fifi, esta vez estará fuera por un mes.- no sabía si lograba entender el tiempo, pero prefería dejarlo así

- Ah…oki doki.- pero esta vez esas palabras aprendidas de mí, fueron dichas con pena

- Bien ¡A bañarnos, comer y a la cama!.- recompuse mi cara para alegrarla a ella

Agradecía poder haber quitado esa carita de tristeza que había adquirido luego de saber que su madre la abandonaba por un largo mes ¿Qué hubiese pasado si yo fuera otra y la hubiera abandonado? ¿Si no pudiera estar por un mes con ella? ¡¿Un mes? ¡Es que ni la persona menos cuerda se iría por tanto tiempo dejando una niña a su suerte! Bueno, ella no era lo más cuerda que existía

Fifi se durmió como un tronco al tocar su cabecita en la almohada y yo me acomodé a su lado. Sería un largo mes, pero haríamos que fuese un entretenido mes. De pronto recordé lo que me había pasado Ángela antes de salir de su negocio y me levanté como un resorte de la cama en busca del papel

Lo hallé en mi bolso y me dispuse a leerlo

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"Bells: Tenemos una misión en poco tiempo. He decidido escribirte esto para que sea una sorpresa. Luego de todo lo que me haz contado, no puedo evitar sentir pena por Fifi, pero me alegra saber en las manos que está. Dios por algo hace las cosas y tu haz caído como un ángel para la pequeña naranjita (por hoy)" reí por sus apodos "Ben le ha sonsacado una información importante. Su cumpleaños es en dos semanas, ahí cumplirá sus cuatro añitos y me gustaría que le hiciéramos algo ¿Qué opinas? Nos ponemos en contacto mas adelante y obvio, Ben a dispuesto a sus sobrinitas para la celebración, ya que ella ha dicho que no tiene amiguitos pequeños y le gustaría celebrarlo así como ha visto en la TV. Llámame"

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Recién ahí entendí la tristeza de Fifi. Ella esperaba que su mamá estuviera con ella para una fecha tan importante como su cumpleaños ¡Y la muy perra ni lo había mencionado! Tan solo esperaba que tuviera la decencia de enviarle algo y llamarla por lo menos.

Una idea se formaba en mi loca cabecita, ya sabía de donde podíamos sacar niños o al menos algo parecido a ellos… Tomé el cheque que me había dejado la bruja y era por lo menos cuatro veces lo que me había pagado la primera vez. Había el dinero, conocía a algunas personas.. ¡El cumpleaños se haría, se haría para recordar y habría niños! ¡Oh, si! ¡Habría muchos niños!...

Continuará…

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Sé que quizás ha sido tedioso leer el capítulo, porque se ha quedado en sí estancado en la plática con Matía, pero era importante entender todo ¿Verdad?

Ahora sabemos mucho más de Victoria "La mamá del año"

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Capítulo 2: Capítulo 4:

 
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