De niñera a Mamá. (+18)

Autor: caro508
Género: + 18
Fecha Creación: 06/11/2010
Fecha Actualización: 08/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 22
Visitas: 77463
Capítulos: 21

La vida de Bella Swan cambia radicalmente. En busca de trabajo como niñera, encuentra algo más.... una pequeña necesitada de amor. Luego de algunos sucesos ella comprende que no puede dejarla sola... donde comienza un nuevo desafío; encontrar al padre.


Hola, es mi primera vez que hago esto, esta historia no es mía, le pertenece a Pam3.C.S., yo solo la subo con su autorización, es una de  mis favoritas espero les guste...

Dis: "Los personajes son propiedad de Sthep. Meyer, tan solo  la historia es de Pam3.C.S."


+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 17:

Bella  Pov

Apenas puse un pié en suelo Californiano, mi mente retrocedió seis a siete meses. La última vez que había visitado esta ciudad, estaba desesperada en la búsqueda del padre de mi pequeña. Y ahora, casi medio año después, iba al encuentro de él nuevamente… Pero ahora como su novia… Una sonrisa se extendió por mi rostro al pensar en él.

Hacía seis meses que estábamos juntos. Desde esa vez que me había pedido dejar de ser la niñera de Fifi, había pasado a ser milagrosamente, la secretaria de Alice. Así que las cosas no habían cambiado mucho… Me veía todos los días con Edward y con mi pequeña, que asistía al pequeño jardín que mantenían en el Hospital.

Las noches en que Edward debía cubrir un turno en el Hospital, me quedaba con mi princesa en su nueva casa. Y las noches que no, también ¡Si! Nunca conversamos de irnos a vivir juntos, pero sin palabras… cada día encontraba mas pertenencias mías en su casa que en mi departamento… Sin embargo, el hecho que no me lo pidiera abiertamente, en cierto modo me desilusionaba.

Prácticamente vivíamos juntos, pero tampoco lo había propuesto. Aquellas pequeñas, pero grandes cosas para mí, me hacían temer algunas veces por la solidez de nuestra relación. Pero cuando esos pensamientos negativos me azoraban, recordaba cada minuto a su lado o los momentos con mi pequeña, y sentía la calidez de su amor.

Lo amaba, lo amé desde la primera discusión o la primera vez que enfermé y no se apartó de mi lado en ningún momento. Lo amé desde la primera sonrisa, a la primera lágrima. Lo amaba desde un hola por la mañana y una despedida por la noche. Él era todo lo que yo quería, él y mi pequeño tesoro era mi mundo en este momento. Y esperaba que lo fueran hasta mi último latido.

Estefanía nunca habló de lo sucedido con esa mujer, nadie supo. Pero agradecí que no tuviera mayores efectos… Cuando Edward le comunicó que nunca más volvería a verla, ella dejó todo guardado en su mente de niña y siguió viviendo sin temores… Y Edward, cada día enamoraba más a su hija y a mí, obviamente de maneras diferentes. Me encantaba verlos juntos, reír, y hasta los primeros regaños de él a ella ejerciendo su papel de papá.

- ¿Por qué tan pensativa?.- preguntó Liz, la hermana de Edward que nos había recogido con Alice

- Sólo recordaba la última vez que había estado acá.- asintió mientras me observaba por el espejo retrovisor

- Han pasado muchas cosas.- comentó risueña.- Nunca había visto a mi hermano más enamorado.- sus palabras provocaron que mi corazón se acelerara.- Y no es el único.- agregó mirando a Alice

Ella y Jasper seguían siendo muy amigos. Era evidente para todos que sus sentimientos iban más allá de ese simple vínculo, pero ninguno era capaz de dar el siguiente paso. A Jasper le había costado unos meses interminables de turnos dobles y nocturnos, luego que Riley, el ex novio de Alice y supervisor de Jazz lo intentara apartar por todos los medios de ella.

Pero como buenos enamorados, ellos se las ingeniaban para ocupar cualquier espacio de tiempo libre para sus misteriosas salidas… Miré a Alice, las palabras de Liz le habían puesto el rostro de un rojo escarlata, sin embargo, no hubo mayores declaraciones por su parte.

- ¿Y Estefanía?.- preguntó para cambiar de tema. Con Liz nos sonreímos, pero lo dejamos pasar

- Ha estado preguntando casa cinco minutos a qué hora llegaba Bella.- se rió.- Esa niña te adora rayando en la locura

- Yo igual.- contesté con una amplia sonrisa

- Ayer tuvo a Edward vuelto loco.- se carcajeo.- Emmett, como siempre, hizo de las suyas.- podía imaginarme la escena

- ¿Y están nerviosos?.- consultó Alice, sacando las palabras de mi boca

- Lo cierto es que no. Rose y Tanya son las más histéricas. Emmett se lo toma como si fueran a darle una nota más. Jasper, mi novio y Fox actúan relajados. Y Edward, a él solamente lo tenía desesperado el hecho que Bella no llegara a tiempo

Hoy estábamos acá por una razón de peso. Era el día en que los ex residentes, serían nombrados oficialmente Médicos. Era su ceremonia de titulación, y veníamos a estar con ellos por ese gran acontecimiento. Edward, Jasper, Tanya y Fifi habían arribado hacia dos días, de ahí que no nos hubiéramos visto.

- Llegamos.- anunció Liz

Si la enorme casa que habitaban Edward y mi pequeña en Washington me había dejado sorprendida la primera vez. Esta-literalmente- me dejaba con la boca abierta de par en par. Nos bajamos del auto y yo seguía impresionada por la mansión que tenía frente a mí. No mentiría al decir que aquello no me abrumaba. Era totalmente cierto que Edward y yo veníamos de mundos diferentes, pero desde un principio había notado que el no se dejaba llevar por eso.

- ¡Bella!.- gritó esa personita tan especial

- ¡Corazón!.- abrí mis brazos para sostenerla. Corrió el pequeño tramo y se colgó de mí

- Te extrañé mucho.- pronunció perfectamente

- Yo también bebé.- la dejé en el piso y la hice dar vueltas para observarla con ese precioso vestido rosa que llevaba.- Eres toda una princesa.- la alabé

- Mi tía Liz me lo escogió.- tomó su vestido y daba vueltas para hacerlo.- Hola tía Allie

- Hola pequeña princesa.- la saludó ella y veía como mi tesoro se pavoneaba por los piropos

Pasamos a la gran casa donde Esme y Carlisle nos recibieron con un caluroso abrazo como siempre. Nos arreglamos lo más rápido que pudimos y nos dejamos transportar al lugar donde tendría cabida la ceremonia. Agradecía que Alice me hubiera acompañado a escoger mi vestido, definitivamente con mis gustos, hubiera estado totalmente fuera de lugar, al observar la elegancia de todo.

La ceremonia dio inicio y mi corazón reconoció de inmediato a su dueño, enfundado en un fino traje negro, que contrastaba con su cremosa piel. No le costó ubicarnos entre la multitud, ya que mi pequeña elevaba sus manos y gritaba a todo coro que él era su papá. Sobre todo cuando fue su turno de recibir su diploma. Lo mismo con Em, Tanya y Jasper… Ella era el centro de atención.

Entre la ceremonia observé las chicas que habían sido compañeras de Edward y me pregunté si alguna de ellas habría significado más para él. Pocas veces conversábamos sobre las relaciones pasadas, eso era algo que aun estaba pendiente. Edward lograba abrirse hacia mí, pero aun faltaba para que lo hiciera totalmente.

- Ve a saludar a tu papá.- alentó Liz a mi pequeña, quien se bajó de mis brazos y corrió el pasillo hasta llegar a él.

Pasó de unos a otros y vi como Edward presentaba orgulloso a su princesa a los demás que no sabían de ella. Muchos miraban extrañados, pero el no aminoró su orgullo. Caminó hacia nosotros y fue felicitado por todos. Esperé mi turno, pero veía como abrazaba a todos con sus ojos fijos en mí, hasta que llegó a mi lado

- Felicidades amor.- lo abracé y besé sintiendo un nudo en mi garganta por la emoción.- Felicidades por cumplir tu sueño. Serás el mejor Pediatra del mundo.- lo elogié

- Gracias por estar aquí conmigo.- juntó su frente con la mía.- Eres una de las personas más importantes de mi vida. Y estoy feliz de compartir esto contigo. Y sólo lograré ser el mejor, si te tengo conmigo para siempre.- susurró y sentí como mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho

- Te amo.- dije sin pensar, solo con sentir. Sus ojos brillaron aun más, y por primera vez no sentí temor de descubrirme hacia él

- Yo te amo mucho más. Creo que desde el primer momento Bella.- me correspondió

- ¿Lo dices en serio?.- pregunté con la emoción a flor de piel. Creía en sus palabras, pero de todas formas pensaba que quizás era un reflejo de las mías

- Esperaba este día para decírtelo, porque desde hoy puedo ofrecerte mucho mas amor. Todo lo que yo quiera

- No quiero nada más que tu amor.- expresé con mis ojos aguados

- Pero yo quiero darte mucho más

- Me imagino y se me pone la piel de gallina al pensar lo que quieres darle Eddie.- rompió el momento Emmett

Saludamos y felicitamos a todos los graduados. Liam, el ahora novio de Tanya, llegó justo en el momento que todo comenzaba a terminar, pero la cara de ambos reflejaba que sólo importaba que estuviera allí. El uno para el otro.

Nos dirigimos hacia un restaurante cercano, junto a la familia del novio de Liz. Los demás se fueron cada uno con sus respectivas familias. Carlisle, Esme y los padres de Steph les dirigieron unas palabras a los ahora profesionales y me emocioné al ver cómo Edward les agradecía de corazón a ellos por este logro. Para luego darnos un granito de ese a su hija y a mí.

Terminada la celebración familiar, volvimos a casa con una dormida Estefanía. Había jugado hasta cansarse con los demás niños que se encontraban en el local. Me embobada viendo como cada día la veía más feliz que antes.

- Bella. Esta noche iremos a celebrar. Así que te quiero lista y preparada en unas horas más.- apuntó Liz, sin derecho a réplica

- Iremos solo un momento amor.- se acercó Edward a mí.- Luego quiero enseñarte algo

- ¡Ew! Creo que me iré a casa.- contestó asqueado Steph, dándole un doble sentido a las palabras de Edward

- Ya, ya, ya… No molesten a mis niños.- terció una divertida Esme

- No tienen que preocuparse por nada. Nosotros cuidaremos de Estefanía.- tranquilizó de inmediato Carlisle al ver mi mirada dirigida a ella.

- ¿Y de quien es este local?.- pregunté cuando bajamos del auto

- Mi hermana trabaja aquí, y también lo hicieron Rose y Tanya durante un tiempo. Por eso decidieron venir aquí.- respondió Edward. Lo noté extraño

- ¿Pasa algo?.- inquirí mientras juntaba nuestras manos

- Nada.- me dio un beso rápido.- Es solo que hubiera preferido ir a otro sitio

- No le veo nada malo ¿O me equivoco?.- proseguí. Seguía sintiéndolo incómodo

- Estando contigo, cualquier lugar es bueno.- cortó la plática

Ingresamos al recinto y los chicos ya estaban todos allí. No me pasó desapercibido que todos miraron a Edward como disculpándose, excepto Alice y Liam, que estaban ajenos a esas miradas extrañas. Nos sentamos y a pesar de ser una actitud normal que él tomara mis manos, sentía que hoy había cierta aprehensión de su parte.

- Hola chicos.- saludó una joven a la que llamaron por el nombre de Irina

- ¿Qué quieres tomar?.- me consultó Edward sin voltearse a ella

- Algo suave.- observé como la chica no quitaba los ojos de nuestras manos unidas

Hicieron los pedidos y la chica se marchó. Edward me miró y sonrió, pero su sonrisa era con un toque de perturbación en ella. Trajeron los tragos y la chica volvió a centrar su atención en nuestras personas. Una vez que se hubo alejado nuevamente, seguimos conversando

- Tengo que hacer un anunció.- se puso de pié Jasper. Alice estaba totalmente colorada.- Antes que hagamos un brindis por nosotros, quiero anunciar que… Por fin, puedo anunciar que compartimos un beso pasional con mi querida Alice ¿Cierto?.- le consultó a ella quien se tapó la cara con sus manos

- Eres el ser más romántico que he visto.- dijo sarcásticamente Emmett.- Por poco y no anuncias que intercambiaron fluidos ¡Ouch! ¿Y qué hice ahora?.- miró a Rose que le había dado un golpe seco

- Que tu hiciste lo mismo querido.- lo regañó.- Con la diferencia que detallaste nuestro primer encuentro en la cama.- estallamos en risas. Definitivamente eran todos especiales

- Es que amor, eres una diosa en…- Rose levantó la mano nuevamente.- En el amor.- terminó ampliando una sonrisa de oreja a oreja

- Bueno. Yo quiero tomar la palabra en serio.- cortó Liz.- Quiero hacer un brindis por mi amor, mi hermano y mis amigos, que hoy comienzan un nuevo paso en esta vida ¡Salud por ellos!

- ¡Salud!.- coreamos todos

La noche siguió transcurriendo entre conversaciones, bromas y risas. Me percaté que otra de las chicas que atendían como camareras, miraba de forma más insistente hacia nuestra mesa. Saludó con un movimiento de cabeza a algunos, y cada vez que eso pasó, miraban con disimulo a Edward. Sabía que ahí había algo, pero no encontraba el momento para preguntarlo.

- Ok. Vamos a mover las curvas.- se levantó Emmett y comenzó su sensual, según él, movimiento de caderas

- ¿Vamos?.- invitó Edward, extendiendo su mano hacia mí

- Voy, pero te advierto que el baile no es mi fuerte.- me puse el parche antes de la herida

- No hay problema si es que caes en mis brazos cada vez que pierdas el equilibrio

Me besó y nos paramos a la pista. Sutilmente rodee su cuello con mis brazos y pegué todo lo que podía mi cuerpo al de él. Dirigí mi mirada hacia la chica morena y ahora ya no había duda alguna. Su furiosa mirada hacia mí posición, me dejó en evidencia que algo había habido con Edward

- ¿Quién es ella?.- pregunté y sentí como los músculos de su cuello se tensaban

- ¿Quién?.- se hizo el desentendido

- La chica morena tras la barra.- expliqué, aun sabiendo que estaba enterado de quien hablaba.- Aquella que te ha mirado en forma insistente toda la noche y quisiera arrancarme el cuello en este momento.- dije burlesca, pero el no sonrió ni un ápice

- Ella… es una vieja amiga.- murmuró incómodo y sin devolverme la mirada

- ¿Vieja amiga o vieja novia?.- fui directa

- Bella…- comenzó, dejando de bailar y haciendo una mueca

- Creí que habíamos quedado en hablar las cosas con la verdad.- me separé de él

- Lo sé.- afirmó.- Vámonos de aquí. No estoy cómodo.- propuso y asentí

Nos despedimos de todos y en silencio salimos del lugar. Sé que fue infantil, pero a pesar de sentirme algo molesta con Edward, tomé igualmente su mano para dejarle claro quien era la novia de él en este momento. Manejó en torno a una conversación trivial todo el trayecto. Llegamos a una hermosa casa, pero no la que de sus padres.

- ¿De quien es esta casa?.- pregunté una vez entrando en ella

- Es propiedad de mis padres.- explicó quitando su chaqueta y la mía

- ¡Wow! Es muy linda.

- Lo es.- musitó y me voltee a verlo, estaba algo serio y apesadumbrado

- ¿Qué pasa? ¿Es por esa chica? ¿Quieres hablarlo?.- ofrecí atropelladamente. Lo cierto era que ella había despertado en mí algo que creí no existía, mis celos

- No quiero que estés celosa de ella.- pidió como si leyera mi mente. Se acercó a mi y tomó mis manos.- Ella no es tema ahora

- Sea o no lo sea, creo que este tiempo hemos quedado en que hablaríamos las cosas. No te las guardarías para ti.- lo confronté con sus propias palabras

Se quedó pensativo un momento pasando la yema de sus dedos por el dorso de mi mano. Ella había tenido que significar algo importante para tener esa actitud que había adoptado, y mientras más segundos pasaban, más se incrementaban mis celos.

- Ella es mi ex.- contestó al fin.- Significó mucho en su momento, pero también terminó por no significar nada

- ¿Qué pasó?.- seguí intentando saber de ellos

- Se dejó guiar por consejos que acabaron con lo nuestro y con lo que sentía por ella.- explicó sin soltarme.- Intentaba por todos los medios retenerme, y terminó tocando fondo con sus ideas

- ¿Retenerte?

- Siempre tuve la idea de irme a trabajar fuera de esta ciudad. Cuando ella apareció en mi vida… Yo llegué un momento a replantearme ese sueño… Pero ahí vino su brillante plan a estropearlo todo.- sonrió en forma amarga.- La otra chica que nos atendió allí, la primera ¿Recuerdas?.- asentí.- Ella le aconsejó la forma más primitiva y vieja para evitar que me alejara de ella.- el entendimiento llegó de sopetón a mí

- Embarazarse.- lo dí por sentado

- Exacto.- confirmó.- No pasó y nosotros terminamos. En realidad fue en el orden inverso.- frunció los labios.- Y luego me fui a Washington. El resto es conocido

- ¿Tú… aún…?.- titubee al preguntarle

- Bella…- negó suavemente y me acercó a él.- Yo sentí algo por ella, pero… Nada de lo que haya sentido por otra persona antes, se compara por mis sentimientos por ti.

- Edward…- quise hablar, pero él me silenció con un beso

- Ven.- me guió al interior de la casa y vi como su semblante volvía a ser el mismo de antes

Abrió unas puertas francesas y mis ojos se ensancharon al ver una pequeña mesa adornaba exquisitamente. Había un variado cóctel para degustar. Una botella de champaña y sólo dos copas para servirla, lo que me recordaba que el había dicho durante la tarde algo de mostrarme algo… El tenía planeado este momento… Velas, flores e inciensos seguían al decorado del lugar, estaba precioso…

- ¿Y esto?.- mi sorpresa era evidente, y más aun mi admiración

- Bueno… Igualmente nos retiraríamos temprano de la celebración grupal.- me ayudó a acomodarme en los cojines que reposaban en el piso.- Porque tenía preparada una celebración íntima

- Aham.- murmuré

Algo me decía que debía proseguir con la conversación anterior, que según mi parecer, no estaba totalmente acabada. Pero viéndolo servir las copas y teniendo en cuenta su esfuerzo por hacer de hoy, una velada romántica, especial y por el motivo de su titulación… dejé que escurriera como el agua.

- Salud.- chocó su copa con la mía.- Por nosotros

- Por ti.- le corregí.- Hoy eres tú el festejado.- dejó su copa sobre la mesa luego de darle un sorbo y se acomodó junto a mí

- Amor… Lo que dije es lo que verdaderamente siento.- me tomó unos segundos comprender a qué se refería.- Yo quise a Kate, así se llama. Pero no se compara con el amor que siento por ti… Y quise que estuviéramos solos hoy porque…

- Dime.- lo alenté cuando lo vi quedarse en silencio, nervioso

- Tu sabes que gracias a Dios, ya tengo una propuesta de trabajo segura en el mismo Hospital, al igual que Jasper y Tanya.- asentí.

El padre de Alice se los había comunicado y ofrecido, el mismo día que terminaba la residencia de ellos en el lugar. Los tres, como era de esperar, habían aceptado inmediatamente. Por lo que sólo tendrían una semana de descanso, para luego integrarse a trabajar como Médicos de planta en el mismo centro.

- Bella, yo esperé este día para poder llevar a cabo todos los sueños que tengo en mente.- lo miré dándole a entender que continuara.- Quiero que nos vayamos a vivir juntos.- soltó de pronto sin anestesia

- ¿Qué…?.- dije en un hilo de voz

- Te propondría matrimonio de forma inmediata.- rió inquieto.- Pero sé que quieres terminar tu carrera primeramente… Sin embargo, no quiero darle la oportunidad a alguien más de hacerse espacio allí.- indicó mi corazón

- No hay más espacio en él Edward. Está totalmente ocupado para mi familia, amigos y lo mas importante, tu y Fifi

- Yo te amo Bella y quiero por fin hacer las cosas como corresponde.- indicó.- Sé que faltaba básicamente que lo propusiera, porque en la práctica es como si ya fuera asi...

- Lo sé.- reí con él.- ¿Y a qué te refieres con lo que corresponde?.- lo miré sin comprender

- Quiero que tu familia se entere en forma correcta que estamos juntos y los planes que tenemos a realizar.- lo miré anonadada

- ¿Te refieres a decirle a… Charlie y a Renée?...- hice una pausa donde el asintió.- ¿Decirles que vamos a vivir juntos?

- Me arriesgo a perder un brazo o una pierna con tus padres con tal de hacer las cosas bien.- bromeó, pero sabía que estaba asustado por mi padre. Se puso serio nuevamente.- Quería hacer esto cuando tuviera las bases para ofrecerte algo sólido… Por supuesto… Todo esto, sólo si tu quieres amor. Si sientes que te presiono…

Tomé su cara en mis manos y lo besé para darle a entender mi respuesta. Era un ¡Si!, un sí rotundo a todo lo que él quisiera. Porque sentía que cada paso que quisiera dar, lo quería hacer con él y Estefanía a mi lado…

- Si quiero ¡Por supuesto que quiero!.- chillé como una niña pequeña

- ¡Excelente! ¡Te adoro!.- ahora fue su turno de besarme

- ¿Cuándo quieres que vayamos donde mis padres? ¿O por donde quieres comenzar?

- Viajaremos mañana mismo aprovechando que tengo días libres. Y prefiero empezar por tu padre… Si voy a perder una extremidad, me arriesgo a que el dolor sea ya…


Edward Pov

Estar sentado en la sala de la casa del padre de Bella, es decir, mi suegro. Podría decir que era como ir contando los segundos que le faltaban a un condenado a muerte para su ejecución. Mi hija corría fascinada con los hermanos de Bella, y ella intentaba darme miradas alentadoras mientras esperábamos a su padre. La esposa de él, Sue, era una mujer cálida y corría de un lado a otro preparando la comida…

- ¿Estás nervioso?.- susurró Bella a mi lado

- No puedo mentirte, juro que me haré en los pantalones.- reconocí dejando mi orgullo de lado

- No pasará nada ¡Escúchame!.- pidió. Captó toda mi atención.- Mi padre puede parecer un hombre mañoso, pero en el fondo es…

Su frase quedó a medias cuando sentimos que la puerta se abría poco a poco. Bella inmediatamente quitó su mano de sobre la mía y quise ponerme a llorar… Sue me envió una sonrisa alentadora desde su posición y en menos de un suspiro, el Jefe de Policía estaba frente a mí. Me examinó de pies a cabeza, en cambio mi mirada solo estaba posada en su arma ¡Jesús!

- Buenas tardes.- saludó sin una fracción de alegría

- Bue…-

- ¡Charlie!.- gritó mi hija, apareciendo como un bólido por las escaleras

- ¿Pelusa?.- inquirió sin estar seguro. Miré a Bella preguntando si estaba confundiendo a mi hija, pero cuando ella se lanzó a sus brazos, todo encajó.- ¡Pelusita!.- me sorprendí por su cambio de expresión drástico

- Hola.- un sonoro beso fue el que plantó mi hija en la mejilla de él.- Él es mi papá.- me apuntó

- ¡Oh!.- su rostro pasó nuevamente a otra expresión. Una de arrepentimiento.- Lo siento mucho, no sabía quien era usted.- extendió su mano hacia mi

- No se preocupe Jefe Swan. El gusto es mío

- Hola papá.- salió Bella como si fuese una ratona oculta en su escondite

- Hija, pero que alegría tenerlos aquí.- señaló, aunque estaba seguro por su rostro que se preguntaba ¿Qué cojones pintaba yo en este reencuentro?

- ¡Eh, sí! Hemos venido a visitarlos.- añadió ella

- Mi papá ahora es un Médico.- contó mi hija y rogué porque fuera sólo eso lo que hablara

- ¿Si? Entonces felicidades a tu papá.- sonrió Charlie.- Y felicidades a ti también, veo que te haz hecho amiga de la letra "R".- apuntó riendo a la par con mi hija

- Mi amiga Tiger me enseñó.- exclamó orgullosa. Rodé mis ojos y recibí un disimulado codazo de Bella

Había pasado horas y horas intentando que por fin se conciliara con ella y la pudiera pronunciar, pero todo era en vano. Había incluso preguntado si sería conveniente llevarla a algún especialista, hecho por el cual me tacharon de exagerado, todos e incluida Bella… Hasta que un día sin más comenzó a relatar su día de escuela y me quedé pasmado al oírla hablar sin ninguna dificultad. Y así mismo como ahora, vanaglorió a su amigo Tiger…

No pude hacer ni decir nada, menos ahora que Ángela y Ben, estaban encaminados con el proceso de adopción de ese niño. Era un encanto de chico, y me alegraba por él y por ellos. Sólo lamentaba que parecía como si mi bebé fuera su luz y él un insecto encandilado con ella… No quería ni imaginarme las cosas ya de más grandes. Enviaría a mi hija a la China para que nadie le rompiera el corazón

- ¿Por qué no pasamos a la mesa?.- sugirió Sue y pasamos todos a sentarnos

- ¿Y a qué se debe la visita?.- rompió el silencio el Jefe Swan, sentí la carne masticada como piedra

- Bueno… Ya todo se ha resuelto.- profirió Bella. Los rostros de cada uno expresaron entendimiento, por lo que asumí que estaban al tanto de todo

- Me alegro hija.- nos sonrió Sue. Aunque estaba convencido que ella sabía más

- Es una hermosa chica.- señaló Charlie a mi hija.- Me alegro igualmente que todo haya salido bien

- Así es.- secundé, sin saber cómo comenzar la segunda parte

- ¿Y cuanto se quedarán?.- irrumpió Seth

- Yo sólo hasta mañana.- me apresuré

- Yo también.- concordó Bella. Y pude ver fruncir el ceño de su padre levemente

- ¿Aun seguirás siendo la niñera de la Pelotita?.- preguntó Jacob a Bella, con una sonrisa malvada

- ¡Oh! Eh, nop.- puntualizó la "p".- Yo, ehm… ahora soy la secretaria de Alice. La abogada que llevó el caso de ellos y la hija del director del hospital donde trabaja Edward

- ¿Y por qué?.- ahora fue el turno de Leah. Sentí como mi bilis subía a cada segundo un poco más, sobre todo cuando el padre de Bella puso toda su atención en las respuestas y no en su comida

- Porque… Bueno…- balbuceó Bella

- La visita de nosotros, tiene varios puntos más que… sólo… Es decir…- ¡Uhgh!

- ¿Si?.- el tono del Jefe Swan era cauteloso

- ¡Voy a tener un hermanito!.- gritó Estefanía en la mesa

- ¡¿Qué?.- aulló Charlie, su mirada se posó en mi y luego en su hija.- ¡Isabe…!.-

- ¡Charlie!.-

¡Mierda! Mi suegro comenzó toser en forma desesperada para ahogarse posteriormente con la comida que había ingerido. Sue y Bella se levantaron de un salto y comenzaron a golpear intensamente su espalda. Yo sudaba frío y miraba hacia todos lados buscando un lugar donde meterme para cuando se le pasara el ahogo

- Papi.- susurró mi hija.

Ni siquiera había advertido que se había levantado de su asiento. Estaba de pié a mi lado, evidentemente asustada. La tomé y la senté en mis piernas, pensando sinceramente tomarla y correr fuera de la casa con ella

- Princesa…- respiré un par de veces para despejar mis demonios.- ¿Por qué dijiste eso?

- Papi.- volvió a susurrar con su labio inferior temblando

Miré a Charlie, ya estaba más recompuesto. Pero aun respiraba con dificultad. Observé a Bella, estaba algo nerviosa y Sue rumiaba bajo su aliento, me imaginaba que improperios. No sabía si para mi o para su esposo. Los demás seguían comiendo como si nada.

- Isabella.- su mandíbula estaba fuertemente apretada

- Papa…- Pero antes que prosiguiera, otro grito resonó en la habitación, y esta vez fuimos todos los que quedamos estupefactos…

- ¡Charlie Swan!.- Sue lo miraba amenazante. Y hasta yo me encogí en mi asiento

- Sue, déjame intentar procesar esto y pensar si es mejor matar al villano o dejarlo sin algún miembro.- sentí un leve dolor en mi entrepierna

- Tu no harás nada.- siseó ella.- Chicos, lleven a la niña arriba.- sentí a mi hija apretarse más contra mí. Bella observó y se acercó presurosa donde estábamos

- Princesa ve arriba con los demás ¿Si?.- nos miró asustada, pero igualmente asintió

- Lo siento.- susurró bajito.- Tío Em, me dijo que sería una buena broma

Sentí como en los dibujos animados, salir una enorme nube de humo de mis orejas. Era de esperar que ese idiota le haya metido cosas en la cabeza a mi hija, sobre todo cuando había llamado varias veces para saber si pequeño Eddie había vuelto a incursionar, luego que nos quedáramos fuera de casa con Bella esa noche.

- Estoy esperando Isabella.- habló entre dientes

- No es así papá. No estoy embarazada- contestó más relajada ella.- Hay algo en todo esto, pero no es eso

- Habla.- me miró asesinamente.- Hablen.- exigió y Sue resopló a su lado

- Con su hija estamos en una relación.- opté por soltarlo de un viaje.- Nos queremos y estamos juntos. Y… tenemos intenciones de… vivir juntos.- podría jurar que oí cómo tragaba saliva con dificultad

- Una relación, nos queremos y vivir juntos.- bisbiseo para él.- Mi hija aun no termina sus estudios, tiene 21 años y no creo que esté preparada para hacerse cargo de una casa, una hija y menos para irse a vivir en concubinato

- Papá…- protestó ella, pero su padre la cayó sólo con una mirada

- No estoy de acuerdo y no lo estaré. Tu estás confundiendo las cosas, te encariñaste con esa niña y no te culpo. Yo también la adoro, pero creo que eso y la ridiculez que ustedes me exponen, son cosas muy diferentes

- ¡No estoy confundiendo las cosas!.- chilló indignada y tomé su mano por debajo de la mesa para tranquilizarla. Igualmente iríamos a vivirnos juntos, esto era sólo un cliché

- ¡Tu no sabes lo que quieres! ¡Tienes 21 años solamente! ¡A esa edad se cometen demasiados errores!.- rugió su padre

- ¿Lo dices por mamá y por ti? ¿Por qué tuvieron que casarse obligados cuando ella quedó embarazada de mi?.- el aire de un momento a otro se congeló

...

Continuará...

 

 

Capítulo 16: Capítulo 18:

 
14458422 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10769 usuarios