Habían estado jugando a barbie Bella durante casi una hora. Me arrepentí de haber accedido a ello en el instante en el que Rose cerro la puerta de la habitación de Alice cuando puse un pie dentro de ella.

Estas chicas eran demasiado obsesivas con algunos temas y la moda era uno de ellos. Nunca se cansaban de martirizarme y torturarme con maquillaje, vestidos, tacones altos, aun sabiendo que los odiaba. Los tacones y yo no nos llevábamos nada bien, eran mi enemigo mortal.

Ellas haciendo oídos sordos a mis comentarios y mis negaciones a ponérmelos me habían enfundado en un vestido negro de cuero sin tirantes de tubo y unos tacones negros bastantes altos para mí. Supongo que querían matarme, puesto que otra explicación no le veía.

Cuando llegue a casa de Alice, como esperaba, Edward ya no estaba. Se había ido con Tanya, la idiota de su novia. No la conocía para decir que era una idiota, pero por los comentarios de todos lo suponía.

En el instituto solo iba con chicas superficiales e igual de guapas y esculturales que ella. Parecía egocéntrica y muy superficial. Edward no lo era tanto, nunca he pensado que el lo sea, aunque solo por la belleza que ella poseía comprendía que estuviese enamorado de ella. Supongo que no será mala chica cuando estaba con alguien como Edward. Creo que estoy siendo un poco dura, solo por que le tenga unos celos descomunales y este con el chico con el que estoy totalmente obsesionada y podría lanzarme y decir que enamorada hasta las trancas, no tenia por que ser mala persona y meterme con ella.

Así era la vida, algunas veces se ganaba y otra se perdía. En esta ocasión era mi turno de perder.

Estos días estaba creando un vinculo con el, me gustaba. Todo era tan sencillo, tan normal. Me gustaba como actuaba con el cuando estábamos solos. No pensaba que pudiese ser yo misma con el. Me ponía muy nerviosa con anterioridad solamente cuando me miraba o me dirigía la palabra, por lo que me había sorprendido, gratamente, al comprobar que podía tratarlo con normalidad y no parecer una estupida enamorada como la mayoría de chicas del instituto. Sabía que todo esto no iba a pasar de la amistad, ¿para que mentir? Me había echo a la idea de ello y me tenia que conformar. Ahora que lo estaba conociendo de verdad, prefería tener mil veces a Edward en mi vida como amigo que no tenerlo por estupida.

Alice me había dicho que no había podido convencer a Edward para que viniese con nosotros y dejase plantada a la calabaza. Era normal, encima que ella se enfada por que supuestamente no pasaban tiempo juntos, no me quería imaginar como se pondría al decirle que cancelaba la salida de hoy por que había decidido en el ultimo momento salir con nosotros.

Algo que nunca hacía, el siempre se iba con ella o se quedaba en casa haciendo no se que. Sabia que el salía alguna que otra ocasión con ellos, Tanya incluida por supuesto, pero en esas salidas yo estaba excluida. No era que no me lo pidiesen, claro que lo hacían. Alice y Rosalie rogaban hasta el cansancio pero no tenia ganas de ver los besuqueos entre la pareja feliz.

En este momento nos encontrábamos en la puerta del club del amigo de Jasper esperando para entrar y estábamos en la cola. Alice quería colarse y decir que éramos VIP, esta chica estaba loca, enserio cada día estaba más segura de ello. Jasper con sus encantos la convenció de que lo mejor era esperar a que fuese nuestro turno para entrar. Parecía que al único que le hacia caso era a el. Nosotros nos aprovechábamos de eso algunas veces rogándole al pobre Jasper que calmase a la fiera. Como era más bueno que el pan, accedía y muchas veces se llevaba la peor parte. Soportar la furia de la duende no era moco de pavo. Lo que decía, era totalmente un santo. Cada día estaba más segura de que Alice no encontraría a nadie mejor que Jasper.

Di gracias a dios de que Jasper, una vez más, pudiese convencerla. No quería avergonzarme por la hiperactividad de mi amiga o peor, que nos echasen a patadas y no pudiésemos entrar por culpa de su hiperactividad e impaciencia.

Algunas veces creía que su cuerpo podía más que ella, que era incapaz de estar parada y tranquila durante más de quince minutos. Su nervio podía con ella, la dominaba. Era eso o realmente estaba loca y creía creer lo primero, por el bien de ella y por nuestra amistad.

-"Alice tranquilízate amor"-le decía Jasper a su novia.

Rodé los ojos. Lo que decía… puro nervio.

-"Es tan guay"-decia ella nerviosa.

-"Si Alice, es super guay pero nos estas poniendo de los nervios"-le dije.

-"Tu cállate"-me dijo sacándome la lengua.

Intente no sonreír pero fracase. Ella sonrió al verme y esta vez fui yo la que le saco la lengua como una niña enfurruñada.

-"Ya queda poco"-dijo Emmett como un niño pequeño. Volví a rodar los ojos. Hermanos tenían que ser.

-"Veis, no soy la única que esta nerviosa para entrar. Mi hermano esta igual o mas nervioso"

-"Yo solo quiero entrar por que me meo"-dijo.

Todos soltamos una carcajada tras un silencio y Alice abrió la boca para decir algo pero la cerro al darse cuenta que cualquier comentario sobraba en esta ocasión.

-"Emmett, no digas esas cosas. Son desagradables"-le dijo su novia.

-"Estupido"-dijo Alice entre dientes-"Solo lo dices para dejarme mal"

-"No, enserio que lo único que quiero es que no me reviente la vejiga"

-"Eres único"-dije riendo.

-"Lo se"-respondio el aludido sonriendo. Todos volvimos a soltar otra carcajada.

Estuvimos unos diez minutos más para entrar y Alice estaba cada segundo un poco más insoportable. Cuando la impaciencia la dominaba se ponía insoportable. No se callaba ni aun que la metiesen debajo del agua y todo el rato diciendo cosas sobre lo maravillo que era el club, que para colmo ni lo había visto.

Por otro lado, Emmett se estaba poniendo morado de hacer fuerza para no hacerse pis encima y yo cada vez que lo miraba no podía controlar la carcajada que brotaba de mi pecho.

Rosalie y yo nos estábamos poniendo las botas a su costa. Se que suena un poco cruel pero era una forma de devolverle todas las bromas y comentarios jocosos que el nos decía cada dos por tres. Ese era su pasatiempo favorito, sacarnos de quicio y avergonzarnos cuando tenía oportunidad. Cada cosa venia a su tiempo y ya era hora de que Emmett probase un poco de su propia medicina.

-"No puedo mas. Prefiero que me claven agujas en las yemas de los dedos"

-"Creo que lo mejor será que te lo hagas encima"-dijo Rosalie riendo. Emmett la miro mal.

-"Mira Emmett un retrete"-dije señalado hacia el vació. El miro como un niño a un caramelo, con una sonrisa gigante. Cuando se dio cuenta de que todo era una estupida broma la sonrisa se le borro y me miro envenenadamente-"Era una broma osito"-dije riendo.

-"No me hace gracia"-escupio.

-"Osito no te preocupes ya nos toca"-le dijo Rosalie dándole un beso en los labios.

-"Menos mal"-dijo resoplando.

Volví a reír.

-"¿Ya vienes?"-escuche a Alice decir.

-"¿Qué?"-le pregunte extrañada. No parecía hablar con nadie.

-"Esta hablando por teléfono"-me dijo Jasper colocándose a mi lado.

-"¿Quién es?"-pregunte y el se encogió de hombros.

-"¿Viene ella?"-volvio a preguntar al aparato Alice con una mueca. ¿Con quien hablaría?-"Bien"-dijo con una sonrisa-"Lo siento, pero sabes que no la soporto"

-"Como el portero vuelva a detener la cola lo estrangulo. Lo prometo"-dijo Emmett sujetándose el paquete con las dos manos.

Todos soltamos reímos por la cara de sufrimiento de Emmett, para ser tan grande tenia poco aguante.

-"Esta bien, aquí te esperamos"-dijo Alice de nuevo con una sonrisa-"Hasta ahora. Tenemos que quedarnos durante cinco minutos mas"-nos dijo una vez que colgó el teléfono.

-"¿Qué?"-pregunto Emmett con la voz ahogada-"No de eso nada"

-"¿Por qué?"-dijo yo curiosa.

-"Me ha llamado una persona y tenemos que esperar a que llegue"-dijo mirándome sonriente.

-"¿Por qué me miras así? ¿Quién viene?"

-"Ahora lo sabrás"-dijo misteriosa.

Cuando se ponía así no me gustaba nada. Algo tramaba y tenía que descubrir el que.

-"¿Estas tramando algo? No será a mi costa por que me enfadaría mucho Alice Cullen"

-"Mirar"-dijo Emmett cortando la conversación-"No se lo que te traes entre manos hermanita, pero no se si te das cuenta de que yo no puedo esperar ni un solo segundo mas o me meare encima y será algo que pagaras tu"-dijo furioso.

-"¿Yo?"-pregunto ella inocentemente-"Si yo no e hecho nada"

-"Oh, claro que has hecho. Estas siendo un obstáculo muy grande en mi camino, como una clavo que pincha una rueda, como un árbol tirado en medio del camino, como una piedra en el zapato, como…"

-"Vale Emmett lo hemos entendido. Tranquilízate, vamos para dentro"-dijo Rosalie cogiéndole de la mano para tranquilizarlo ya que el respiraba pesadamente debido al esfuerzo. Tuve que controlar una sonrisa.

-"Esta bien, entrad vosotros. Jasper y yo esperaremos a que llegue"
-"¿Pero a quien esperamos?"-pregunte de nuevo.

-"Creo que podrás esperar unos minutos para saberlo"-dijo ella feliz.

-"El que no puede esperar mas soy yo"-dijo cogiendo a su novia y a mi del brazo y arrastrándonos a la entrada-"Nos vemos dentro, al lado de la barra. No tardéis"-dijo Emmett antes de abrirnos la puerta con brutalidad.

Rosalie y yo rodamos los ojos por la impaciencia. Debía de ser más urgente de lo que pensaba por que solo lo había visto así cuando tenía mucha hambre.

Cuando mismo entramos Emmett dijo algo que no llegue a oír debido a la estridente música y echo a correr como un cohete hacia el baño. Rose me miro con una sonrisa y cogió mi mano arrastrándome hacia la barra, haciéndose paso entra la muchedumbre.

Nos instalamos y pedimos algo de beber mientras esperábamos que regresara Emmett y entraran Alice, Jasper y el o la persona a la que debíamos esperar. Solo deseaba que se tratase de alguien conocido, por lo menos no me sentiría incomoda.

-"Mira por ahí viene Alice"-dijo Rosalie a mi lado.

Me gire curiosa para conocer la identidad del misterio de Alice. Cuando lo hice mi boca se abrió ligeramente al comprobar de quien se trataba.

¿Qué hacia el aquí? No podía ser. Me di cuenta de que al clavar su mirada en mí también se sorprendió. Debió de haber pensado que no iba a venir, después de todo había rechazado la invitación de Alice cuando el estaba presente.

Alomejor vino por que yo no iba a estar. No, ¿Por qué iba a ser eso? No tenía ni pies de cabeza.

-"Aquí tienes a la persona Bella"-me susurro Alice cuando llego a donde nos encontrábamos. Apreté los dientes para no decirle lo que pensaba de ella.

-"Traidora"-le respondí. No quería decirle algo peor.

-"Sorpresa"-rio-"Diviertete"

-"Te matare…"

-"¿Bella?"-dijo aquella voz aterciopelada.

-"Edward"-respondi mirándolo y esbozando una estupida sonrisa.

¿Cómo iba a actuar natural con el en este ambiente? Nunca había coincidido con el en estos lugares y no sabia como actuar con el.

-"¿Qué haces aquí? Pensé que no ibas a venir…"-sonrió.

-"Ya ves, no se le puede decir un no a tu hermana"-me encogí de hombros y el sonrió abiertamente.

Mi corazón comenzó a latir frenético cuando esbozó aquella sonrisa arrebatadora.

Vale, ahora se que si que iba a ser una noche incomoda.