el baile de primavera (+18)

Autor: konitah
Género: + 18
Fecha Creación: 17/09/2010
Fecha Actualización: 30/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 11
Visitas: 57329
Capítulos: 24

                                                              terminada


El baile se acerca y Edward quiere sorprender a su novia, por lo que le pedira a Bella su ayuda. ¿Podra Bella ayudarlo al estar enamorada de el? ¿Edward conocera sus verdaderos sentimientos? Todos Humanos. BellaxEdward

esta historia pertenese a Libelula19

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 23: epilogo

-Ha estado bien-dije dejándome caer como un muerto en el asiento del coche.

-Si que lo ha estado-me contesto Edward arrancando el coche en dirección a su casa.

Cuando lo hizo lo mire y le sonreí intentando que mi nerviosismo no saliese a la luz.

Acabábamos de salir de la fiesta de graduación y nos íbamos a casa de Edward, puesto que esta noche dormía allí, por petición de Alice a mi padre.

Esta comprobado que para Charlie no hay nada que pueda negarle a Alice… por lo que aquí me encontraba de camino a la mansión Cullen.

No me quejaba para nada, por que iba a poder dormir abrazada a mi novio toda la noche. Si, mi novio, por que ya lo era, desde hace un mes que me lo pidió. Ese día había sido la chica mas feliz del mundo, por fin después de tantas cosas Edward y yo éramos novios y había comenzado a confiar mas en el, en el amor que sentía por mi. Me lo demostraba constantemente y me hacia muy pero que muy feliz, como jamás pensé que llegaría a ser con un chico.

Tanya estuvo molestándolo durante las dos semanas posteriores al baile de primavera, cuando Edward me había confesado delante de todo el mundo que estaba enamorado de mi y había dejado en ridículo a su ex novia. Ella no lo había aceptado del todo y siguió dándole el follón, hasta que el hablo con ella seriamente y dejo de molestarlo.

No se que le diría exactamente, tampoco me importaba por que yo confiaba en el ciegamente y conocer la conversación que habían mantenido solo me traería comederos de cabeza. Había decidido mantenerme al margen, era algo entre Tanya y el, después todo habían sido novios durante dos años y era normal que una conversación así hiciese falta entre ellos, para no dejar ningún cabo suelto y que todo quedase claro.

Ahora Edward estaba conmigo y les había quedado claro a todas las chicas que se habían acercado a el después de enterarse que lo suyo con Tanya estaba acabado.

Le había besado delante de cada chica que se había acercado a la hora del almuerzo o le daba cachetes en el culo para marcharlo como mío. Todo lo hacia para molestarlo, ya que decía que se notaba que lo tenia dominado y quería hacerse un poco el machito aunque fuese en el instituto.

Teníamos una relación muy especial, podíamos hablar de todo y bromear con todo tipo de cosas, por que teníamos una confianza que yo solo había conseguido tener con los chicos. Eso era lo que mas me gustaba de nuestra relación, que podíamos tratar cualquier tema sin vergüenza o pudor.

Por mi parte había aprendido a no sonrojarme tanto, como lo hacia antes, cada vez que Edward me decía alguna palabra bonita. Todavía no lo había controlado del todo pero estaba en ello. Edward estaba mosqueado por que decía que una de las cosas que mas le gustaban de mi eran mis "adorables sonrojos". Pero no iba a salirse con la suya, yo los odiaba y como que me llamo Isabella Marie Swan que conseguiría dejar de sonrojarme por cada estupido comentario que el me hiciese para molestarme o para hacerme sonrojar.

Los padres de Edward se habían tomado muy bien la noticia de nuestro noviazgo, mejor de que lo creía. Puesto que con Tanya no se llevaban muy bien, por parte de ella, me invitaban casi todos los fines de semana a comer y a dormir cuando Charlie me daba permiso.

Me sentía en familia con ellos y no era tan vergonzoso estar con ellos después de todo.

Por otra parte Charlie no se lo tomo tan bien como los Cullens, tampoco se lo tomo muy muy mal, pero no podía entender que su niña se había echo mayor y tenia novio. Trataba a Edward con el mayor respeto que podía, pero se le notaba en la cara que no le hacia mucha gracia vernos hacernos arrumacos delante de el o simplemente que me acariciase el brazo cuando veíamos una película en el sofá de mi casa.

Tampoco se había tomado nada bien que fuésemos los dos juntos a estudiar a la misma universidad y por lo tanto tendríamos que compartir apartamento. Habíamos tenido una pequeña discusión por eso.

Menos mal que los padres de Edward habían hablado con el y no se que fue lo que le dijeron pero Charlie cambio de parecer de la noche a la mañana. No estaba contento del todo pero por lo menos dejaba de arrugar el ceño cada vez que hablaba sobre el apartamento o la universidad.

Habíamos decidido que iríamos a la universidad de Seattle para estar cerca de casa. Pero iríamos a vivir allí para no tener que estar haciendo todos los días un camino tan largo, tendríamos que salir de madrugada si queríamos llegar a tiempo cada mañana.

Los chicos también habían decidido estudiar en Seattle y estábamos todos muy contentos al estar juntos en la misma cuidad como siempre hemos estado. Seria muy duro para mi separarme de las chicas en este momento tan feliz de mi vida.

-Ya hemos llegado cariño-me dijo Edward quitándose el cinturón-¿En que piensas? Has estado todo el viaje muy callada-me acaricio la mejilla con su dedo pulgar.

-En todo lo que ha pasado estos meses-dije sonriendo-Y en lo feliz que soy por que a partir de ahora vamos a vivir juntos.

-En pecado-bromeo Edward.

-En pecado o no vamos a compartir piso y te tendré para mi solita todos los días-dije acercándome a el y dándole un beso en los labios.

-Vamos dentro-dijo bajando rápido. Espere sentada en mi sitio a que el me abriese, por que esa era su costumbre. No podía bajar del coche si el no me había abierto la puerta antes, como todo un caballero.

-Gracias apuesto caballero-le dije para tomarle el pelo.

-De nada bella dama, permítame-dijo cogiendome por las piernas y cargándome a la casa al estilo novia.

-¡Edward!-dije medio gritando-Bajame ahora mismo. Que vergüenza como nos vean tus padres así…

-Mis padres no están Bella, te lo llevo diciendo toda la semana. Tu lo has preguntado mil veces, ¿no te acuerdas?-me dijo sonriendo mientras abría la puerta y se dirigía a las escalares todavía cargándome.

-Claro que me acuerdo-dije de nuevo nerviosa.

¿Cómo había podido olvidarlo?

En realidad no lo había olvidado para nada, solo esperaba que me bajase por que si iba a ser vergonzoso estando de pie, ahora lo seria todavía mas si el me cargaba.

-Pues no se por que lo has vuelto a preguntar. Sabes que solo estaremos nosotros y los chicos que también duermen aquí-me dijo.

-Lo se, lo se-asentí con nerviosismo.

Si el supiera…

Cuando estuvimos en la puerta de su habitación, el nudo de mi estomago se hizo mas grande y se traslado a mis pulmones impidiéndome respirar con regularidad. Había comenzado a hiperventilar y Edward se había dado cuenta.

-¿Estas bien?-me dijo dejándome en el suelo. Asentí enérgicamente-Bella, has dormido aquí mas veces, no tienes por que estar nerviosa-me dijo y me dio un suave beso en los labios. Cerré los ojos para disfrutarlo y para quitarme los miedos y los nervios de lo que estaba a punto de decir y de hacer. Pero antes de lo que esperaba Edward se aparto de mí, cogió mi mano con una sonrisa pintada en el rostro y abrió lentamente la puerta de su habitación.

-¿Qué…?-dijo Edward cuando la puerta estaba abierta de par en par y vio que su habitación estaba toda decorada de velas encendidas.

Alice había cumplido muy bien con nuestro plan. Ahora solo faltaba que Edward estuviese dispuesto a llevarlo a cabo.

-¿Bella que es todo esto? ¿Has tenido tu algo que ver?-dijo Edward con una ceja alzada.

-Pues…-dije sin voz. Me aclare la garganta e intente hablar de nuevo-Pues si, ha sido idea mía y Alice me ha ayudado a hacerlo.

-¿Pero?-dijo mirando hacia todos lados, pero mirase donde mirase había velas. Todo estaba lleno de ellas, dando un aspecto muy romántico-¿Por qué has hecho todo esto?-dijo de nuevo extrañado.

-Por que quiero que esta noche sea especial-dije acercándome a el y cogiendo su mano-Quiero que esta sea nuestra noche.

-¿Qué dices Bella?-dijo el con la voz ahogada.

-Pues que quiero que esta noche me hagas el amor Edward-dije sonrojada. Edward trago pesado y yo me acerque para besar sus labios delicadamente.

Sabia que para Edward esto no estaba bien. Durante estos tres meses que llevábamos de relación sabia que el lo estaba pasando mal por tener que controlarse tanto conmigo cuando estábamos solos y los besos subían de tono. Antes de que se nos saliese de control, el siempre nos paraba alegando que era muy pronto y que quería que todo fuese especial y bonito para mi puesto que era virgen y no estaba bien hacerlo de esa forma.

Lo que el no sabia era que yo me moría por hacerlo, que me moría por que mi cuerpo desnudo se fundiese con el suyo y que me tocase en los lugares donde todavía nadie había tocado.

Pero era tan cabezota que no me dejaba decirle nada, no me dejaba explicarle que no lo hacia por el, que lo hacia por mi, por que lo deseaba y por que lo amaba. Al igual que el me amaba a mi y era un cosa normal hacer el amor cuando dos personas se aman como nosotros lo hacemos.

-No Bella. No-dijo apartándome.

-¿Por qué?-le dije.

-Por que no es el momento. No te he traído a dormir aquí para hacer esto si es lo que crees-dijo pasándose una mano por el pelo.

-Lo se cariño, la que te ha traído aquí para perder su virginidad he sido yo-dije sonriendo y acercando su mano a mi corazón-¿Sientes eso?-le pregunte y el asintió-Pues late de esa forma por que te deseo y por que quiero que sea esta noche.

-Pero Bella, no puedo-dijo queriendo apartar su mano de mi corazón. No lo deje y la lleve a uno de mis senos y luego a mis labios, donde me metí un dedo en la boca.

-Será mejor que pares de hacer eso Bella, por que no se si podré controlarme si sigues haciendo esa serie de cosas-dijo con los ojos cerrados.

-¿Y si no quiero que te controles y si quiero que pierdas la cabeza como lo la pierdo cuando tu me tocas o me besas?-dije capturando con mis dientes su labio inferior.

Edward abrió los ojos y miro mis labios con un deseo que no había visto nunca en su mirada. Eso me gusto, había conseguido destruir sus barreras y esta noche seria especial, como yo tanto había deseado este ultimo mes.

-Solo quiero que sepas que si te hago daño o quieres parar debes de decírmelo ¿vale?-dijo mientras me llevaba hacia la cama-Prométeme que dirás si te hago daño o quieres parar. Prométemelo Bella-dijo mordiendo el lóbulo de mi oreja.

-Lo prometo-dije con un gemido.

Con delicadeza Edward me tumbo en su cama y me beso suavemente, como si se fuese a acabar el mundo después de ese beso, con tanto sentimiento que me dieron ganas de llorar por todo lo que me trasmitía.

Aparto su boca de la mía y comenzó a dejar besos húmedos por mi cuello y mi clavícula.

Estuvo allí un tiempo mientras hacia que de mis labios saliesen pequeños gemidos y ronroneos.

Edward tocaba mis muslos y cada vez iba mas arriba mientras subía mi vestido casi hasta mi cintura. Pude sentir en mi entrepierna su gran dureza y gemí por la sensación.

Se aparto de mi y lo mire con suplica para que no lo hiciese. Temía que se arrepintiese de un momento a otro, por su estupida autoprotección hacia mi. Lo que quería era que me hiciese el amor y dejase a un lado sus pensamientos malos. Todo esta noche seria perfecto, estaba completamente segura de ello y nada ni nadie me iba a hacer cambiar de opinion.

-No me voy a arrepentir-dijo el con la voz cargada de deseo, como si me hubiese leído la mente…-Solo voy a quitarme la ropa y a quitártela a ti para poder tocarte mejor-dijo con aquella sonrisa torcida que tanto me gustaba y hacia que una corriente eléctrica corriese como loca por cada una de mis terminaciones nerviosas.

-Ah-dije con la voz ahogada mientras lo observaba quitarse la camisa azul cielo que llevaba para la graduación y dejaba a la vista su perfecto pecho con cada abdominal marcado en el.

No pude evitar la tentación de repasar con mis dedos cada músculo de su pecho y me incorpore un poco en la cama para poder hacerlo. Edward cerro los ojos y dejo salir un sonoro suspiro de sus labios mientras yo hacia mi trabajo. Cuando me di cuenta de que lo que estaba haciendo le gustaba, cambie mis manos por mi boca, dejando besos húmedos por su pecho, cuello y le mordí suavemente el lóbulo de la oreja como el había echo conmigo.

-Eres un peligro andante-dijo el apartándome de su cuerpo y bajando la cremallera de mi vestido para dejarme solo en rompa interior-Si sigues haciendo esas cosas no voy a poder controlarme Bella.

Edward me quito el vestido por la cabeza y se alejo un poco de mi para observarme. Cuando Edward me repaso de la cabeza a los pies, parando su mirada en algunos lugares estratégicos de mi cuerpo me sonroje furiosamente y me di cuenta en ese momento de lo que realmente estábamos haciendo.

Dios como lo deseaba, con toda mi alma.

Edward sonrió cuando su mirada se poso en la mía y se dio cuenta de que mordía mi labio con nerviosismo y expectación, esperando que el diese el siguiente paso, puesto que yo no tenia ni idea de que hacer.

-Todo saldrá bien cariño-dijo el tumbándose de nuevo sobre mi-Ya sabes que si algo no te gusta o te molesta debes decírmelo.

-Nada de lo que has hecho me ha molestado. Me encantas-dije acariciando su espalda desnuda.

-Tu si que me encantas-dijo besando uno de mis pechos por encima del sujetador-Tienes una piel tan suave…

No se como ni cuando lo hizo pero Edward ya me había desabrochado el sujetador y me estaba lamiendo un pezón. Una corriente atravesó mi entrepierna y lo agarre del pelo.

Edward beso mis dos senos con delicadeza y saboreo cada parte de mi piel como si su vida dependiese de ello. Quería hacerme disfrutar para que cuando llegase la parte de la penetración no me doliese tanto y estuviese bien.

Edward se incorporo y se coloco un preservativo que no sabia de donde habia sacado, puesto que me encontraba en otro mundo. Una vez que se coloco el preservativo a lo largo de su longitud, que no podia dejar de mirar, beso mis labios despacio y enrede de nuevo mis dedos en su cabello gustosa. Beso mi cuello de nuevo haciendome estremecer, deteniéndose para morder cada parte y pasar su húmeda lengua por mi, ahora caliente, piel.

Lentamente Edward me quito la ultima prenda que me quedaba para estar totalmente expuesta ante el e hizo lo mismo con el.

Se coloco entre mis piernas y me pidió permiso con la mirada para seguir. Yo se lo di con un apasionado beso.

-Aun puedes negarte a hacerlo, estas a tiempo. Prometo no enfadarme-dijo mirándome a los ojos con amor.

-No me voy a arrepentir de nada mi amor. Te amo y quiero que me hagas el amor esta noche. Todo va a salir bien, no me ha dolido nada y estoy disfrutando que era lo que tú querías. No tengas miedo no me harás daño. Te amo y tú me amas-le dije acariciando su suave y sedoso pelo.

-Yo también te amo y quiero que sepas que siempre te amare-dijo.

Ya no había marcha atrás, me regocije en mi interior cuando sentí como Edward se abría paso en mi interior y contuve en aire por la interrupción.

No me dolía, solo me sentía rara, muy rara pero no era dolor, todo lo contrario estaba muy pero que muy feliz.

-Te amo- susurro contra mis labios mientras se abría paso en mí lentamente, cuidadosamente para no hacerme daño. Era el chico mas especial que había conocido en toda mi vida y en este momento, cuando nuestros cuerpos se fundían en uno, me daba cuenta de todo lo que realmente lo amaba.

Clave mis uñas en su espalda cuando aumento el ritmo de sus envestidas y lo bese salvajemente para que entiese todo lo que mi cuerpo sentía, todo lo que el estaba haciéndome sentir con sus estocadas.

Perdí la noción del tiempo, no supe cuanto tiempo habíamos estado tocándonos, acariciándonos, fundiéndonos en uno, hasta que escuche un gruñido por parte de Edward y este se dejo caer sobre mi agotado.

-Te amo-me dijo repartiendo besos por todo mi cuello-Te amo, te amo y te amo-reí.

-Yo también te amo Edward-dije enrededando mis dedos en su pelo.

-Pero no más que yo a ti-dijo mirándome fijamente.

-Eso habría que verlo-bromee.

-Será mejor que nos vistamos, los chicos no tardaran en venir y no quiero que nos vean así. Emmett estará hablando de esto años-solté una carcajada, pero esta se quedo en mi garganta cuando mi adonis se puso de pie y lo vi en todo su esplendor.

-Mirar en gratis-dijo el con una sonrisa torcida.

-Lo se-dije babeando-No hace falta que te vistas, ven aquí-dije dando unos golpecitos en la cama.

-Pero…-dijo el divertido.

-Los chicos no vendrán esta noche-dije y el me miro con una ceja alzada mientras se acercaba a mi lentamente-Ya sabes Alice, velas, plan…

-Ah-dijo el acostándose a mi lado-Eres una pervertida.

-Lo se-dije riendo.

-Entonces… tenemos la noche para nosotros solos-dijo besando de nuevo mi seno que estaba descubierto.

-Ajam…-dije sin saber que más decir.

-Prepárate Swan para la mejor noche de tu vida.

Ahora si que si se ha terminado.

Como soy un poco pervertida y puse que este fic era rating M y no escribí ningún lemmon, por que en realidad no lo veía oportuno (aunque desde un principio si que pensé hacer), pues aquí esta.

Espero que os haya gustado el fic en general y nada muchas gracias.

Capítulo 22: capitulo final Capítulo 24: Nota Publicadora

 
14436220 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10755 usuarios