el baile de primavera (+18)

Autor: konitah
Género: + 18
Fecha Creación: 17/09/2010
Fecha Actualización: 30/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 11
Visitas: 57319
Capítulos: 24

                                                              terminada


El baile se acerca y Edward quiere sorprender a su novia, por lo que le pedira a Bella su ayuda. ¿Podra Bella ayudarlo al estar enamorada de el? ¿Edward conocera sus verdaderos sentimientos? Todos Humanos. BellaxEdward

esta historia pertenese a Libelula19

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 15:

-¿Qué te que?-preguntaron ambas a la vez con los ojos desorbitados por la sorpresa.

-No me hagáis repetirlo-dije echa un tomate con la cabeza escondida en la almohada.

-Oh claro que si, lo repetirás-insistió la duende e hice un mohín que ninguna de las dos vio.

-Que me beso-dije un poco mas fuerte.

-Lo sabía-decía Rosalía-lo sabía, lo sabía y lo sabía.

-Yo también lo sabía-sentencio Alice totalmente convencida.

-¿Qué era lo que sabíais?-dije mirándolas por un hueco que hice con mi brazo, sin sacar todavía la cabeza de mi escondite.

-Sabíamos que mi hermano era un reverendo idiota que se estaba enamorando de ti y no se daba cuenta, eso sabíamos-dijo Alice y Rose asintió enérgicamente y tiró de mi brazo para que saliese de debajo de la almohada y me incorporase en la cama.

Un intento fallido por que deje todo el peso muerto para que no pudiese conmigo.

No tenía ganas de salir de allí, me sentía a gusto y en paz. Sentía que si lo hacia la realidad volvería a golpearme como un mazo y no quería eso. Quería vivir en mi mundo yupi.

-No quiero salir-dije.

-Pero hace un día estupendo y habíamos pensado ir a la playa-dijo Alice refunfuñando.

-No tengo ganas. Llamad a vuestros adorables novios e ir con ellos, seguro que están encantados de veros en bikini y tomando en sol.

-Ellos también vienen-dijo Rosalie intentando de nuevo tirar de mi brazo para levantarme. Esta vez lo consiguió debido a que me había despistado momentáneamente. La mire envenenadamente y ella me dio una adorable sonrisa aparentando una inocencia que no iba con ella.

-Vamos Bella has parecido una muerta durante casi toda la semana y eso que no nos querías decir que te pasaba-dijo mirándome con los ojos entrecerrados, yo me encogí de hombros restándole importancia-Lo que tienes que hacer es despejarte, salir a dar un paseo con tus amigas del alma y sus adorados novios a la playa, nadar, tomar el sol, ligar con tíos buenos bronceados-finalizo Alice con una enorme sonrisa.

-Déjalo, no voy a aceptar-dije dejándome caer de nuevo en la cama y escondiendo la cabeza en el lugar de antes.

Las chicas tenían razón, había parecido durante los cuatro días anteriores de la semana una autentica zombi. No había querido decirles nada a las chicas, ni a nadie, de lo sucedido en aquel claro o sobre "el incidente", como yo lo llamaba en mi cabeza, por la promesa que le había echo a Edward ese día antes de salir del coche. Después de todo era una chica de palabra.

Sabia que las chicas no iban a decir nada, pero por si un caso prefería callarme y comerme yo todo el marrón. Después de todo, me lo había buscado, me había enamorado de un chico que no era para mí y ahora estaba pagando las consecuencias.

Un día después de que el incidente ocurriese, Edward se sentó conmigo en biología e intento decirme algo, pero no quise escucharlo y me cambie de compañero durante la clase.

Me hacia mucho daño hablar con el y acorde con el que a partir de ese día no hablaríamos mas, seria como antes de las clases de baile. Nuestras conversaciones se limitarían a escuetos "Hola" y "Adiós", nada más.

Estos cuatro días había estado viviendo en un autentico infierno. Repetía en mi cabeza una y otra vez "el incidente" y la piel se me ponía de gallina al recordarlo. Quería repetirlo sin parar pero era imposible.

Me sentía tan tonta de tan solo pensarlo.

Pero sobre todo lo que mas echaba de menos y que peor me tenia era el saber que no podía hablar con el, por que yo lo había querido así claro.

Vale que antes de lo que paso entre Edward y yo no habláramos mucho, solo en las clases de baile, pero por lo menos en ellas lo veía, lo tocaba, podía escuchar su melodiosa risa llenando mis oídos y ver su perfecta y sexy sonrisa que dejaba el aire atorado en mis pulmones y me aceleraba la respiración.

-¿Por qué no nos has contado esto antes?-pregunto Rosalie de repente sacándome de mi ensoñamiento.

-Por que le dije que no se lo contaría a nadie. Ahora si me disculpáis tengo que dormir un rato.

-De eso nada-dijo Alice cogiéndome y con una fuerza desconocida para mi, me saco de la cama y me puso delante de ella. La mire asombrada y escuche una risita en mi espalda, por parte de Rosalie-En este mismo momento te vas a poner el bikini azul que te regalamos por tu cumpleaños, la que esta ahí sentada y yo, y nos vamos a la playa a pasar el día. No te vas a quedar en casa lamentando al idiota de mi hermano por un beso estupido.

-No fue un beso estupido Alice. Para mi fue el mejor beso de mi vida, solo que ya sabes…-me puse de nuevo colorada.

-Si, que es idiota. Ambos son idiotas-dijo gesticulando en el aire-Edward tampoco ha estado nada bien estos días y déjame decirte que…-trague pesado.

-No quiero saberlo-dije nerviosa.

-Pues ya es hora de que dejes de lamentarte por mi hermano y tienes que escuchar lo que te voy a decir, es una costumbre muy fea eso de no dejar que la gente se explique-dijo-no ha sonreído desde el martes como solía hacerlo antes, me refiero desde que empezasteis las clases, estaba diferente, hacia mas cosas con nosotros y creo que era por ti-negué con la cabeza enérgicamente-Claro que si, solo que tu no te dabas cuenta por que estabas muy ocupada mirándolo-bromeo y le saque la lengua totalmente sonrojada de nuevo y Rosalie rió a nuestro lado-Creo que mi hermano se ha enamorado de ti y le duele que no le hables y que hayas dejado de darle clases.

-¿Cómo sabes eso?-le dije asombrada. No sabía que ellas sabían eso.

-Edward me lo contó el otro día. Lo veía muy triste y le pregunte. Solo me dijo que te habías negado a seguir con las clases, no me quiso decir el por que. Pero ahora entiendo el por que…-se encogió de hombros.

-Que son estupidos- dijo Rosalie por ella y choco su mano con la de Alice sonriendo.

-No me hace gracia. Aquí nadie es estupido, solo ha sido una decisión madura. El me beso, bueno a ver… claramente yo estaba deseando que lo hiciera, pero eso no quiere decir que estuviese bien o que por eso ya estamos libre de pecado, de eso nada. El ha engañado a Tanya…-me explique.

-Deja de pensar en esa-me dijo Rose medio enfadada- siempre estas pensando en todo el mundo y nunca piensas en ti. Pones a todo el mundo delante de ti y tus sentimientos y necesidades las ultimas. No es justo para ti cariño. Me siento muy orgullosa de ti por la decisión que has tomado con las clases de Edward, por un momento has pensado en lo que te convenía a ti y eso era dejar de darle clases y alejarte.

-Si…-dije con un nudo en la garganta, demasiado conocido para mí esta semana.

-Espero que no me hayas mal interpretado Bellita guapa-dijo Alice haciéndome la pelota como ella solía hacerlo cuando yo estaba triste-yo también me siento orgullosa de ti, has pensado en lo mejor para ti y Rosalie y yo te apoyamos hagas lo que hagas, ¿eso lo sabes no?-asentí emocionada por las palabras de mis amigas-simplemente queremos lo mejor para ti y creemos que a pesar de todo lo mejor es mi hermano, aunque ninguno de los dos se de cuenta ahora mismo de la tontería que estáis haciendo de no hablarse con un beso que los dos deseabais daros y por una novia a la que todo el mundo odia y creo que hasta su novio lo hace…

-No digas esas cosas, Edward la quiere, el me ha hablado de ella y lo he notado. Darle una oportunidad.

-¡Eso si que no!-salto Alice rápidamente con una mueca. Rosalie y yo reímos-No le daremos una oportunidad a alguien que tampoco nos la da a nosotros.

-Bueno no se la des, pero tampoco me deis a mi esperanzas de amor con tu hermano por que estoy sensible y puedo creérmelo-ambas suspiraron derrotadas y asintieron tras un silencio.

-Esta bien, dejaremos el tema.

-Por ahora-dijo Rosalie poniéndose de pie y encaminándose a mi armario-Ahora mismo tenemos otra cosa más importante que hacer.

Oh, oh… pensé. Ahora venía la peor parte. Jugar a Barbie Bella.

Suspire preparándome para lo peor… cuando se les metía algo en la cabeza, agarrate que vienen curvas.

Suspire derrotada cuando me sentaron en la cama y comenzaron a hacer no se que cosas con mi pelo y todo eso para ir a la playa, eran demasiado exageradas.

Una hora después estábamos las tres tumbadas bajo el sol de la playa de la Push, no se por que me deje convencer para venir y encima con este mini bikini que cubría lo justo de mi cuerpo y con solo mirarme me ruborizaba.

Me daba vergüenza enseñar tanto, no tenía un cuerpo feo, eso lo sabía, debido a todas las horas que le había dedicado al baile, tenía un cuerpo tonificado, pero eso no quitaba que me diese vergüenza enseñarlo en exceso.

Alice y Rosalie llevaban unos trajes de baño parecidos a los míos aunque de distintos colores. Debo reconocer que ellas estaban más monas que yo…

Como predije los chicos no pudieron resistirse a ver a sus chicas en bikini y también vinieron, aunque ellos preferían hacer otras cosas antes que acostarse a perder el tiempo tomando el sol, como ellos decían.

Estaba totalmente de acuerdo pero cuando me disponía a irme con ellos, noté las miradas envenenadas de mis amigas y decidí por mi salud acostarme de nuevo en mi toalla y que el sol abrasase mi piel.

Cuando las cosas no salían como ellas habían esperado y sobre todo las personas implicadas en ello lo estropeaban, como en este caso al yo querer irme a jugar con los chicos en lugar de tomar el sol y cotillear con ellas, se enfadaban mucho y podían llegar a ser muy malvadas.

En ese momento, cuando el sol me daba de lleno en la piel y me tostaba bajo el caliente sol, me di cuenta de que las chicas tenían razón. Desde que habían empezado a vestirme y elegir que atuendo llevaríamos las tres para ir a la playa, algo que creo estupido pero bueno, no había pensado en el incidente ni en Edward.

Sonreí involuntariamente y me acomode en mi toalla dispuesta a disfrutar de una vez por toda de un día de descanso de mi tormento, culpabilidad y amor.

-Chicas-dijo Emmett-Mirad a quien me he encontrado dando un paseo por la playa.

-Hola chicas-dijo una voz nasal un tanto desagradable que me pareció conocida.

-Hola-dijo aquella voz que rondaba mis sueños y mis pesadillas noche tras noches.

Me incorpore por inercia y nerviosa al mismo escucharla y nuestros ojos se quedaron conectados como si de imanes se tratasen.

El aire se quedo atorado en mis pulmones impidiéndome respirar momentáneamente. Rosalie, que se encontraba a mi lado, tuvo que darme un pequeño codazo para que volviese a la realidad, ya que al parecer estaba babeando al mirar a mi pecado personal.

Edward Cullen.

Pero estaba tan sumamente guapo que me era realmente difícil no mirarlo y babear por cada músculo de su cuerpo. Se notaba debajo de aquella camiseta blanca medio transparente su tonificado pecho que había sentido pegado al mío en algunas ocasiones en el salón de baile. Deje esos pensamientos a un lado por mi salud mental.

De pronto vi que una mano estaba enganchada a su formado brazo y seguí el "rastro" de el hasta toparme con mi adorada amiga Tanya.

Llevaba un vestido bastante corto y el pelo amarrado en una coleta alta. Estaba muy guapa a decir verdad, podía ser todo lo mala que quisiera al besarme con su novio pero las cosas como son, la chica era realmente preciosa.

-¿Qué hacéis aquí?-pregunto Edward intentando sonreír a su hermana y cuñada.

-¿Qué crees que hacemos?-le dijo Rosalie bromeando.

-Vale, era por sacar conversación-siguió la broma.

-¿Por qué no os quedáis y pasáis el día con nosotros?-propuso Emmett y mi corazón comenzó a latir frenético.

Que diga que no, que diga que no…

-Vale-salto su novia contenta.

-No se…-dijo el pasándose una mano por el pelo, signo de que estaba nervioso. Había comenzado a conocerlo durante el mes que llevababamos juntos bailando. Para mi era como un libro abierto, aunque algunas veces y estos días sobre todo, se convertía en uno bien cerrado, hasta con candado.

-Vamos Eddy, quiero tomar el sol y pasar el día en la playa. Además así estaremos con tu familia, ¿No querías eso, que me integrase?-dijo con un pucherito asqueroso que me daban ganas de cogerla de los pelos, arrastrarla al mar y…

Lo mejor era que me tranquilizase y dejase los pensamientos asesinos para otra ocasión. No quería que Edward me hiciese lo mismo a mí tras matar a su preciosa y amada novia.

-Vamos quédate Eddy-bromeo Emmett.

-Esta bien-dijo al fin rendido-Nos quedamos.

Cuando dijo esto último me miro de reojo y al ver que le miraba quito rápidamente la mirada y se fue lo más lejos posible de nosotras, junto con Jasper y su hermano a jugar a las palas en la orilla.

Era justo lo que yo quería hacer, no solo el jugar a las palas con los chicos, sino el huir de el y sobre todo de Tanya, que parecía de lo mas alegre a nuestro lado. Yo solo tenia unas enormes ganas de vomitar por el nerviosismo.

Tanya por otra parte se quedo con nosotras y saco una toalla del bolso gigante que llevaba y preparo todo, bajo nuestra atenta mirada, para tomar el sol.

-Hace un día estupendo, ¿no creéis?-dijo ella restregándose una crema pastosa para estar mas bronceada.

-Estupendo hasta…-empezó a decir Alice hasta que le di un codazo para que cerrase el pico. Por ahora Tanya no había echo ningún comentario fuera de lugar para merecerse la lengua viperina de Alice y Rosalie.

-Un día genial-le dije yo forzando una sonrisa.

-Tú eras… ¿Isabella?-me dijo.

-Si, la misma.

-Ya me acuerdo de ti-me sonrío.

-Tanya ¿Que es lo que os ha traído por aquí?-interrumpió Rosalie.

-Hace un día estupendo para ir a la playa y yo quería venir a tomar el sol y pasar el día. Edward no tenia muchas ganas-hizo una mueca de disgusto-no se que le pasa últimamente pero esta muy raro, como ido. Nunca tiene ganas de nada-dijo pensativa-¿Vosotras sabéis que es lo que le pasa?

-No-dijimos las tres a coro y tuve que contener mis nervios que estaban a flor de piel cuando realizo esa pregunta.

-Serán cosas mías-dijo sonriendo y restregando de nuevo el asqueroso potingue por sus piernas.

-Seguro-volvimos a corear las tres.

Ninguna volvió a decir nada hasta que los chicos se acercaron a nosotras muertos de hambre suplicando por la comida, esto ultimo como no, Emmett. No se como podía ser tan glotón sin estallar. Sobre todo, no me cabía en la cabeza donde metía ese chico tanta comida, ya que tenia un cuerpo perfecto.

-¿Cuánto falta?-pregunto de nuevo un impaciente Emmett.

-Poco-dije dándole la vuelta a la hamburguesa.

-Pero tengo hambre y dijiste eso hace dos minutos-rodé los ojos.

-Por que en dos minutos no se hace una hamburguesa querido Emmett-le dije sonriendo falsamente.

-Mentirosa-dijo entre dientes y no pude evitar soltar una carcajada.

-Déjame, yo sigo con la comida-dijo Alice cogiendo la rasera y colocándose delante del fuego.

-Esta bien, de todas formas tu querido hermano me estaba sacando de mis casillas-le dije con inocencia fingida en su cara.

-Mala cocinera.

-Gordo-dije sacándole la lengua de forma infantil.

Me acerque a las toallas a coger mis pantalones cortos y la camiseta para ir a dar una vuelta por la playa. Hacia mucho tiempo que no lo hacia y ya tenia mono.

Cuando me mude con Charlie, casi todos los domingos íbamos a la playa, ya que sus mejores amigos viven al lado de esta, en la reserva, y le gustaba mucho llevarme y relajarse.

No me acordaba la ultima vez que fui a la playa con el y quería ir a las rocas donde me enseñaba a pescar cuando era una niña. Una cosa que por cierto no aprendí, lo único que pude llevarme de esas malditas rocas fueron unos cuantos arañazos en las manos y piernas.

No era que no lo intentase, claro que lo hacia, pero no conseguía nada, ni un estupido pez caía en mis redes.

Llore durante horas por la frustración de no poder pescar ni un solo pez y ver a mi padre sacando del mar uno tras otro, a cada cual mas grande.

Quería alejarme de los chicos y sobre todo de Edward y de los celos que había sentido desde que habían decidido hacer su entrada triunfal en la playa.

Me ponía enferma cada vez que veía a Tanya dándole un beso a Edward en los labios y pensar que unos días atrás yo había probado también ese sabor, esa textura… sobre todo el darme cuenta de que no era yo la que podía hacer esas cosas, que me moría por hacer.

¿No podían besarse en otro lado? ¿No bañarse juntos y esperar a que uno saliese para entrar el otro al mar? ¿Tenia Edward que mirarme de reojo cada dos por tres? ¿Tenia que ser Tanya tan encantadora conmigo y hacerme sentir a cada segundo más miserable que el anterior por el maldito y apasionado beso? ¿Por qué tenia que seguir tan enamorada de un chico que no era para mi? ¿Por qué era tan masoca de mirar cada cosa y cada detalle de lo que hacían juntos?

Casualidades de la vida, que lo único que quería al ir a la playa era no verlo y no pensar en el aunque fuese durante horas y para colmo me aparecía y encima con regalo. Estaba gafada…

Acelere el paso para no pensar en nada y no soltar ni una lágrima, que estaba conteniendo con todas mis fuerzas toda la mañana.

Iba mirando al suelo, intentando no caer con las piedras que había en el camino a mi roca preferida, donde solía ir con mi padre.

Al llegar levante la vista y la respiración se quedo atascada en mi garganta sin dejarme respirar.

En aquella roca estaba ni mas ni menos que Edward Cullen, mirándome con el mismo asombro que debía de aparentar yo de eso no me cabe la menor duda. Por si algo estaba en este momento era asombrada.

¿Qué hacía el aquí?

Capítulo 14: Capítulo 16: adelanto

 
14431791 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10749 usuarios