el baile de primavera (+18)

Autor: konitah
Género: + 18
Fecha Creación: 17/09/2010
Fecha Actualización: 30/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 11
Visitas: 57321
Capítulos: 24

                                                              terminada


El baile se acerca y Edward quiere sorprender a su novia, por lo que le pedira a Bella su ayuda. ¿Podra Bella ayudarlo al estar enamorada de el? ¿Edward conocera sus verdaderos sentimientos? Todos Humanos. BellaxEdward

esta historia pertenese a Libelula19

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Capítulo 18: capitulo 17

-Una insolación-le dije a Alice por teléfono.

-¡No!-dijo ella alterada.

-Si Alice si, una insolación por vuestra culpa. Tu padre me lo ha dicho, acabo de venir del hospital.

-¿Una insolación? ¿Cuánto tiempo tienes que estar entonces en cama? Recuerda que dentro de dos días es el baile de primavera y tienes que estar presente-decía ella.

-No se si podré ir…-le dije.

La verdad es que no tenía ninguna gana de ir al baile. ¿Para que? ¿Para ver como Edward y Tanya eran el rey y reina, bailaban felices y comían perdices?

No gracias…

-¡¿Qué?-dijo ella totalmente alterada-No puedo creer que hayas dicho lo que creo que has dicho…

-Pero Alice, es que no se si…-intente decirle.

-Ni lo digas-me corto rápida-Es un pecado no ir a un baile del instituto y tu más que nadie sabes como me tomo yo estos acontecimientos para que me des este disgusto tan grande. Una de mis mejores amigas no va a ir al baile. ¿En que mundo estamos?

-En el mundo de las enfermedades y de la locura que sufres. ¿Qué quieres que haga si me puse mala el otro día en la playa? Sabes que odio estar enferma-puse voz de pena para ablandarla y que me dejase en paz con el temita.

-Lo siento Bella-dijo ella apenada al otro lado del teléfono-Solo quiero que vayas y vivas la experiencia. Además, tenía un conjunto precioso preparado para ti. Tenía pensadas mil cosas que hacer en el baile y solo quedan dos días y no he podido ponerte al tanto de todas ellas.

-No has podido por que no he podido ir estos días a clase.

-Es cierto… Tengo que decirte una cosa. Si te pones bien para el baile ¿Podrías venir para que te arreglemos?-dijo ella inocentemente pero con claras intenciones de torturarme.

-Eso si que no, nada de jugar a Barbie Bella. Aunque no estuviese enferma también estaba dudosa entre ir o no ir.

-¿Por qué?-pregunto confusa por mi respuesta.

-No tengo con quien ir Alice-refunfuñe- Esa es la verdad y con la única persona que quiero ir sabes que es remotamente imposible. Así que…

-¿Qué tontería es esa?

-No es ninguna tontería-replique.

-Claro que lo es. Tu vas a ir al baile, así tengas cuarenta de fiebre por que Alice Cullen y estoy convencida que Rosalie Hale me apoyara con lo que voy a decir, no dejaremos que nuestra mejor amiga se quede en casa lamentando a un estupido y sola. Peor, que ella piense que no tiene con quien ir, cuando nos tiene a nosotros y cuando digo nosotros me refiero también a los chicos.

-Gracias Alice por intentar animarme, de verdad que te lo agradezco y mucho, pero sigo pensando lo mismo. No quiero ir y ver como interactúan Edward y Tanya, me dan envidia, ella me da envidia por ser tan puñeteramente guapa y tenerlo a el. Que es todo lo que quiero ahora mismo.

-Yo te entiendo cariño, pero entiende que nosotras queremos que estés allí, tan guapa como nosotras y pasándolo bien, dejando a un lado a mi hermano por una vez.

-No se Alice, tendría que pensarlo-le dije- De todas formas, si sigo enferma en los dos días siguientes no creo que Charlie me deje asistir. No podréis echarme la culpa a mí-reí y ella refunfuño.

-Dejemos el tema por ahora. Mi sexto sentido me dice que iras al baile- dijo ella la mar de feliz y yo rodé los ojos por su ocurrencia.

-No empieces ya con el oráculo Alice-bromee.

-¿Cuántas veces me he confundido?-me reto ella.

-Conmigo y con tu hermano mil veces-reí.

-No juegues con fuego Bella, por que te vas puedes quemar. Cuando digo que vas a asistir al baile y que mi hermano se ha enamorado de ti deberías creerme. Un momento-me dijo al escucharse una voz de fondo. Era una voz de hombre y me pareció que se trataba de Edward, pero no quería pensar mucho en eso- Lo siento mucho Bella, tengo que colgar, mañana iré a verte a casa-dijo ella atropelladamente.

-De acuerdo-dije un poco mas contenta. Un poco de compañía, a parte de Charlie, no me vendría nada mal.

Al mismo dejar el teléfono en la mesilla Charlie asomo la cabeza por la puerta de mi habitación con una bandeja llena de comida que me hacia cuando era mas pequeña para momentos en los que estaba enferma. Sopa, pan tostado y fruta.

Odiaba estar enferma y sobre todo, lo que mas odiaba era estar mala por una cosa tan tonta como una estupida insolación.

Mira que les estuve diciendo a las chicas que tomar tanto el sol no era bueno para nada y como no, la tonta de Bella era la única que se enfermaba a dos días del baile de primavera.

Aunque pensándolo bien era lo mejor que me podía suceder en este momento. No quería ir al baile costase lo que costase.

No podía ir, no después de lo que Edward me soltó en aquella roca, alejados de todos hace unos días atrás. En ese momento, ni ahora mismo, podía creer todo lo que el había soltado por su boca. Todo aquello era una falsa total, por lo menos así quería creerlo yo.

¿Cómo podía estar enamorado de mi e ir a la playa con su novia?

Por mas que estuviese enamorada de el hasta la medula, no podía. No podíamos estar juntos, yo no podía pensar en el más que como amigo. Esa era la meta que me había propuesto al llegar a casa. Por mi bien y por el de todos.

Edward tardo mucho mas que yo en regresar a la playa y estuvo bastante ausente con todos, incluso con Tanya, la cual se la pasaba todo el tiempo intentando hacerse notar delante suya e intentando darle besos que el rechazaba o respondía sin mucho entusiasmo.

Esa actitud, en lugar de agradarme, hacia que una presión se instalase en mi pecho y unas ganas enormes de llorar me embargasen. ¿Seria por mi culpa? Pensé en ese momento, pero ahora me daba cuenta de que no.

Seguramente seria por el sentimiento de culpa tan grande que debía de sentir en ese momento. Al verme allí, a la chica a la cual le había contado una milonga bastante grande, junto con su adorada novia, a la que había engañado conmigo no hace mucho… se tenia que estar sintiendo como un autentico miserable.

No pude dejar de darle vueltas durante todo el tiempo que permanecimos en aquella dichosa playa, a cada palabra que el me había dicho. Es que era algo tan irreal, algo que llevaba tanto tiempo esperando, que en el momento en el que Edward pronuncio aquellas maravillosas palabras que tantas ganas tenia de escuchar, todo mi mundo se desmoronó.

¿Cómo podía ser real? ¿Cómo podía un chico como Edward fijarme en una simplona como Bella Swan?

Tampoco creía que estuviese riéndose de mí claro. Después de todo, se supone que nos habíamos convertido en una especie de amigos, por lo menos era lo que yo sentía o lo que quería sentir realmente, en lugar de este estupido enamoramiento que me mataba por dentro y parecía que le estropeaba la vida a todo el mundo, incluida yo.

Lo único que yo quería era tenerlo en mi vida, me daba igual si tenía que conformarme con su sola amistad, pero para mí lo más importante era seguir viéndolo, hablando con el, ver su hermosa sonrisa y navegar entre sus preciosos ojos esmeralda.

Lo único que yo pedía era a el, tenerlo fuese como fuese… solamente no perderlo.

¿Estaría de verdad enamorado de mí?

No lo creía sinceramente. Todo seria una confusión momentánea. Estaría angustiado por la presión de tener que bailar bien para agradar a Tanya y al ver que yo me había negado a seguir dándole clases, seria su última carta para volver.

Comenzó a dolerme la cabeza de nuevo y tras terminarme la sopa tan jugosa que me había preparado mi padre decidí que lo mejor seria volver a dormir por lo menos un tiempo. Puede que así se me pasase el intenso dolor de cabeza y la fiebre bajase.

Solo así podría ir al baile… a un baile que al cual no quería asistir y que sabía que me costaría negarme por la insistencia de mis amigas…

Suspire y metí la cabeza debajo de las mantas dispuesta a olvidarme de todo durante un rato.

Edward.

Ya estaba decidido, había tomado una decisión y ya no había marcha atrás.

No había nada más que pensar, era lo que yo quería y por eso mismo me había dicho a mi mismo repetidas veces durante estos de dias atras, que había llegado la hora de hacer las cosas como Dios manda.

Ya estaba bien toda esta tontería y falsa que se había creado a mí alrededor. Algo que parecía una espiral que me había engullido y no me dejaba salir por más que luchase contra ella. Pero ya se había acabado, iba a salir de esa estupida espiral y haría lo que mas deseaba.

Estaba dándole vueltas a la cabeza, sentado en el banco mas alejado de aquel parque, pensando en como decirle todo lo que le quería decir sin parecer estupido y que me entendiese. No tenía intención de volver a repetirlo dos veces, más que nada por que no era algo muy agradable.

Vi a lo lejos a la persona a la cual esperaba y se me instalo un nudo en la garganta. Trague fuerte para que este desapareciera. Tenia que hablar claro, sin tartamudeos y sin nervios. Todo lo que había "planeado" se iría al garete si no lo explicaba bien, más bien si yo no me explicaba bien.

-¿Puedes decirme por que tanta prisa en quedar?-me dijo con una sonrisa sentándose a mi lado y acariciando mi brazo.

-Tengo que decirte algo importante-le conteste sereno mirando como su mano seguía posada sobre mi brazo.

Fue una sorpresa para mí la forma tan pausada en la que salio mi voz, ya que me encontraba más nervioso que nunca. Después de este día, todo cambiaria y eso era lo que me ponía más nervioso todavía.

-Pues vale-dijo-Cuando quieras…-me dijo con aquella sonrisa picarona que tanto conocía tras quedarme unos minutos en silencio sin saber bien por donde empezar. Me iba a costar mucho, ya me estaba costando…

-Vale-cogi aire y me prepare para soltar las palabras mágicas-Lo siento mucho, pero quiero dejarlo.

-¿Qué?-me contesto Tanya con los ojos abiertos como platos.

Vale, era la reacción que más o menos esperaba. Después de todo habíamos sido novios durante dos años y tenia que ser una sorpresa que de la noche a la mañana te dejase tu novio sin ninguna explicación. Pero explicación tenia… claro que la tenia.

-No quiero seguir contigo, mas bien no puedo-le explique mirándola a los ojos- Cuando comenzamos a salir yo te quería, enserio, para mi eras mi mejor amiga, pero sabes que yo no estaba enamorado de ti, fuiste tu la que me pediste una oportunidad que al ser tan guapa y quererte no pude desaprovechar. Con el tiempo me fui enamorando de ti por que eres una muchacha encantadora, pasional, preciosa y bueno… ahora mismo no siento lo mismo, todo se acabo y creo que a ti te pasa lo mismo que a mi-termine con un suspiro. Había soltado todo atropelladamente y necesitaba coger aire.

-¿Pero de que narices me estas hablando Edward?-dijo ella alterada-¿Cómo que ya no sientes lo mismo por mi? ¿Qué yo no estoy enamorada de ti? ¿En que te basas para decir todo eso?

-Yo no se lo que tu sientes, pero desde hace mas de un mes todo ha cambiado entre nosotros, no se si te has dado cuenta de que no ya no somos la pareja de antes y estoy harto de tus cosas de niña y no puedo seguir con esto. Yo…-me interrumpí en el momento en el que iba a meter la pata de confesarle que estaba enamorado de otra persona que yo no era ella.

-¿Tu que?-me dijo ella alzando una deja-Mas te vale que acabes la frase Edward.

-Yo nada-dije mirando hacia otro lado-No iba a decir nada importante, no pienses m…

-Te voy a decir yo lo que ibas a decir-sonrió irónica-Yo Edward Cullen estoy enamorado de otra persona Tanya y por eso no quiero seguir contigo. Blablabla…-dijo ella imitándome.

-No digas esas cosas-dije sin convicción. Pero que iba a hacer, era verdad. No sabía mentir y mucho menos en estos temas-Solo estoy siendo sincero, no estábamos bien. Peleábamos sin parar y creo que es lo mejor. Independientemente de si es cierto o no que yo estoy enamorado de otra persona. Esto antes o después iba a suceder y lo sabes. Quiero acabar bien, no quiero ser la típica pareja de ex novios que no pueden verse las caras. No nos ha pasado nada grave para ello y quiero que por lo menos sepas que estoy aquí para lo que quieras. Soy tu amigo, siempre lo hemos sido, así que por favor, no digas esas cosas y…

-Digo lo que me da la gana-me interrumpió- Te he tenido que aguantar todos estos años. Tus tonterías sobre la música, el piano, todo lo que deseabas ser medico y muchas cosas estupidas mas que no me interesaban lo mas mínimo, pero seguía contigo por que era lo que tenia que hacer-la mire sin entender- La chica más popular del instituto tenia que estar contigo, el más guapo. Pero si tú ahora me dejas, me importa una mierda. No te soporto, no soporto a tu familia y en lo único que me lo pasaba bien contigo era en la cama. Eres un buen follador Edward, eso es todo. Espero que a la tía de la cual te has enamorado la complazcas en la cama tanto como a mí, es lo único que te deseo. En lo que respecta a nuestra amistad, metetela por el culo. Ah y otra cosa-dijo cuando se disponía a marcharse- Te he estado siendo infiel estos tres meses atrás, Demetre se llama por si te interesa. Adiós y que te vaya bien-soltó y sin más se levanto y se fue airada.

Me quede sentado en aquel banco con la boca abierta lo que para mi fueron horas. ¿Cómo podía ser alguien tan sumamente cruel? Tenia que haberle echo caso a todo el mundo que me decía que Tanya no era la mujer para mí, que era malvada, pero que yo estaba ciego y no quería verlo. Cuanta razón tenían.

¿Enserio me había estado engañando todo este tiempo?

Yo no podía decir que era la victima de todo esto, puesto que yo me había enamorado perdidamente de Bella, pero me enamore en clases que estaban destinadas para Tanya.

Aunque ya no estuviese enamorado de Tanya, sus palabras me dolían. Yo había ido con mi mejor intención, sin ganas de pelear y mucho menos despreciarla y como había echo ella conmigo humillarme y dejarme como el imbecil de turno cuernudo. No. Yo no era como ella… me arrepentía de ser tan tonto y haber ido con tantos miedos. Ella me la había clavado antes y pensar que me había estado sintiendo como un tremendo falso y miserable por lo que le había echo. Se merecía eso y mucho más.

Pero ahora no era momento de pensar en Tanya, era el momento de poner en práctica todo lo que llevaba estos días pensando y para eso necesitaba la ayuda de alguien, que no se negaría al contarle todo lo que tenía pensado.

Me puse en pie rápidamente y casi corrí a mi volvo. Arranque y me encamine a casa.

Una vez que llegue, baje como un cohete y subí las escaleras de dos en dos. Sentía unos nervios enormes, por fin todo saldría como yo quiera, por fin podría ser feliz.

Al llegar a la puerta de mi hermana entre sin llamar y la escuche que estaba hablando por teléfono.

-Alice-dije sin respiración por la corría que me acababa de dar.

-Espera un momento-dijo ella a la persona con la que estaba hablando por teléfono-espero que sea importante, estoy hablando con Bella-me susurro.

Cuando pronuncio el nombre de Bella mi cara se ilumino y sonreí como un bobo.

-De ella quiero hablarte. Necesito ayuda para una cosa que tengo planeada. Acabo de dejarlo con Tanya.

Mis palabras bastaron para entender lo que quería decirle, ya que su cara cambio y se puso al teléfono rápidamente

-Lo siento mucho Bella, tengo que colgar, mañana iré a verte a casa- dijo atropelladamente-Cierra la puerta y ya me estas contando ahora mismo lo que esta pensando esa maravillosa cabecita tuya- me dijo empujándome y sonriendo.

La mejor ayuda para todo esto era ella.

¿Qué mejor para conquistar a la mujer de tu vida que aliarte con su mejor amiga?

Capítulo 17: capitulo 16 Capítulo 19:

 
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