el baile de primavera (+18)

Autor: konitah
Género: + 18
Fecha Creación: 17/09/2010
Fecha Actualización: 30/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 11
Visitas: 57324
Capítulos: 24

                                                              terminada


El baile se acerca y Edward quiere sorprender a su novia, por lo que le pedira a Bella su ayuda. ¿Podra Bella ayudarlo al estar enamorada de el? ¿Edward conocera sus verdaderos sentimientos? Todos Humanos. BellaxEdward

esta historia pertenese a Libelula19

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Capítulo 17: capitulo 16

hola chicas la autora subio ase poco nuevo capitulo (ella va un cap aadelantada que nosotras) asi que lo prometido es deuda AQUI ESTA EL CAPITULO chicas porfa dejen comentarios nesesito informale a la autora como va si les gusta y que le den ideas bueno espero que les guste


Bella no me había dejado explicarle nada aquel día en el claro y era lo que más me reconcomía por dentro. El saber que no había podido decirle todo lo que estaba comenzando a sentir por ella.

Era tan cabezota que me daba un coraje enorme de solo pensarlo.

Todo se había estropeado en el momento en el que se me ocurrió acotar la distancia existente entre nuestros labios.

¿Cómo había podido ser tan sumamente estupido?

La peor idea que tuve en mi vida fue la de llevarla al claro, ni siquiera lo había echo con Tanya. No le había enseñado ese lugar a nadie, era mi sitio, mi rincón favorito al cual ir cuando me sentía triste o simplemente tenía que pensar cualquier cosa. Algo que rondaba mi cabeza sin parar. El claro me ayudaba a despejarme, a no pensar, y en muchas ocasiones había encontrado la respuesta en aquel lugar.

Ahora ya no era solo mío, también era de Bella, por que yo se lo mostré.

El fallo que tuve fue que no pensé que al llevarla y encima besarla en ese lugar, cada vez que pisase el claro todo me recordaría a ella.

Verla tan preciosa en aquel lugar, con el sol dándole de lleno y tener tan cerca sus apetecibles y dulces labios, no pude resistirme y ahora la había cagado hasta el infinito.

En este momento, tumbado sobre el pasto del claro recordaba con todo lujo de detalle el beso que habíamos compartido Bella y yo unos días atrás. Un beso que llevaba atormentándome y carcomiéndome por dentro desde entonces.

No sabía que un simple beso podía resultar tan atormentante para la vida de un ser humano. Se suponía que era algo perfecto entre dos personas que se querían o que simplemente se atraían de alguna u otra forma. Por eso era tan complicado todo esto, no se daba un beso por dar, por lo menos el no era de esos.

Dentro de el sabia que el beso, al que el llamaba, "el incidente con Bella", no era solo un beso pasajero fruto de un lapsus mental que habían tenido ambos y se habían dejado llevar por una tontería. No. Aquel beso lo llevaba esperando y deseando más de lo que se había dado cuenta hasta entonces. Cuando probó sus labios sintió aquella corriente eléctrica que describían en las películas cuando los protagonistas se enamoraban. Eso le daba miedo, puesto que nunca lo había sentido por Tanya y asustada bastante.

Desde el beso no había podido mirar a su, pobre, novia mas de cinco minutos a los ojos. Se sentía sucio, la había traicionado de la peor forma posible. La había engañado con otra chica y lo peor de todo es que se había enamorado de ella. Si, enamorado, por que había llegado a la conclusión de que eso era de lo que se trataba. Se había enamorado hasta las trancas de Isabella Swan y ya nada podía hacer para remediarlo.

Una de las cosas que mas le dolían de toda esta historia era la completa indiferencia que mostraba Bella hacia el. Eran tan frustrante verla y que ella ni lo mirase a los ojos.

Un día después de lo que sucedió entre ellos, estuvo dispuesto a arrastrarse y pedirle perdón de mil y unas formas con tal de que ella volviese a darle clases, solo quería que volviese de nuevo a su vida. Se había dado cuenta de que al pensar que ella no estaría mas y no podría compartir su tiempo con Bella, verla sonreír y arrugar el ceño cuando ésta se enfadaba con el por ser tan negativo respecto al baile, que todo lo que necesitaba en su vida se llamaba Isabella Marie Swan.

Suspiro y paso sus manos por su cara como signo de frustración.

Todo había salido al contrario de cómo el lo habría querido. Bella paso de él toda la hora de biología, incluso se cambio de compañero al sentarse con ella donde siempre. Sin decir palabra recogió sus cosas y se sentó delante de clase con otra persona, dejándome totalmente anonadado.

¿Tanto asco le daba que no quería ni sentarse a su lado?

Cuando la clase finalizo, Bella se acerco a el y le dijo de forma bastante fría para su gusto, que lo mejor para los dos, algo de lo que el no estaba para nada de acuerdo, era poner distancia y que aquello que había ocurrido se borrase. Aquello le dolió mucho, pero dolió mucho más cuando dijo que sus conversiones se limitarían a escuetos "Hola y "Adiós". Nada más, no habría más interacción entre ellos que esa. Incluso cuando ella fuese a ver a Alice a casa, no tendrían relación. Ni siquiera seria como antes, por lo menos podía tener una conversaciones de vez en cuando, pero ahora no.

En esa ocasión tampoco le dejo decir todo lo que el habría querido decirle. Estuvo tentado a hacerla callar estampando sus labios con los de Bella, pero recordó que estaban en el instituto, donde su novia asistía y la última vez que la había besado ya le quitaba el sueño como para volverlo a hacer. Tampoco lo hizo por que su mirada le echaba para atrás, le intimidaba. Estaba fría y decidida a alejarlo completamente de su vida para siempre. Veía determinación en sus ojos como nunca lo había visto.

En ese momento se dio cuenta de que para ella si que había sido un completo error el beso entre ellos. Callo en la cuenta de que el había vivido en un mundo paralelo y enamorado de Swan, donde ella no estaba presente. Ella estaría enamorada de otra persona, había sido muy tonto al besarla de esa forma y encima sin su consentimiento. Era verdad que ella le había correspondido de la misma forma pero todo era un error… ya le había quedado bien claro.

Lo mejor seria enterrar todo esto y dedicarse por completo a su novia, sus estudios, familia y continuar con su vida, como ella dijo perfectamente aquel día, olvidándose "del incidente" para siempre.

Pero no podía, era algo superior a el. Hasta soñaba con aquel beso, con la suavidad de sus labios, el olor a fresas que emanaba por cada poro, su pelo suave enredado entre sus dedos…

Todo esto le estaba pasando factura, no podía dormir por las noches y estaba triste la mayor parte del tiempo. Alice le había preguntado alguna que otra vez si le pasaba algo, ya que lo veía más triste de lo normal. Tanya también había estado insistiendo bastante, en sus conversaciones telefónicas, puesto que era la única forma en la que el podía hablar con ella sin sentirse un miserable por haberle echo eso.

Aunque eso era lo que el se merecía, ser un miserable.

Miro su reloj y se incorporo al darse cuenta de que pronto se haría la hora para ir a recoger a Tanya a casa y dar una vuelta por la playa, un capricho de ella.

No había tenido fuerzas para rechazar la salida o la oferta que ella la había realizado, después de todo llevaba medio esquivándola durante los cuatro días anteriores y ya se estaba haciendo sospechoso.

Tanya estaba eufórica cogida de su brazo brincando de aquí para allá sobre la arena. En otra ocasión eso le habría causado gracia y hasta la habría besado deseoso de ella, pero ahora no, todo lo que hacía era repetirse una y otra vez que le había fallado y que debía de cortar con ella. Terminar con la relación, que en estos momentos le parecía una completa falsa.

Lo malo era que no sabía como hacerlo, ella había sido su novia por tanto tiempo, lo había ayudado tanto en los momento difíciles, había sido su primera vez en todo y le tenia un gran cariño. Pero eso era todo, se resumía a cariño, no amor y era lo que el estaba buscando.

-¿Edward?-escuche una estridente voz a lo lejos que me saco de mis pensamientos "lastimeros".

Miro a todos lados y encontró al sujeto de aquella voz. Abrió los ojos de sorpresa por la presencia de mi enorme hermano en aquella playa. Todo esto le olía mal, si Emmett estaba allí… seguramente las chicas también y con las chicas me refiero a Bella. Mi perdición.

-¿Qué haces aquí Emmett?-le dije acercándonos a el.

-Hola Tanya-le dijo con una sonrisa.

Mi hermano nunca cambiaria. Aunque mi novia nunca haya sido muy amable que digamos con el, nunca la trataba mal y siempre intentaba hacerla sonreír y que se integrase. Todo lo hacía por mi. Algo que le había agradecido más de una vez, los chicos siempre intentaban ser amables con ella, todo lo contrario a mi hermana y a Rosalie. Las bordes y ariscas. Pero no se lo echaba en cara, nunca lo había echo. Por más que me doliese en su momento, Tanya tenía toda la culpa y ellas toda la razón. Algunas veces mi novia era una persona muy difícil de tratar y entender.

-Hola Emmett-dijo ella mirando hacia otro lado indiferente. Me contuve para no rodar los ojos o decirle algo feo, de lo que mas tarde seguramente me arrepentiría.

-Pregunto de nuevo por que parece que soy invisible, ¿Qué haces aquí?-le dije bromeando.

-Las chicas nos han traído-dijo encogiéndose de hombros-Hace buen tiempo hoy para venir a la playa y ya sabes como son Rosalie y Alice con tomar el sol y esas cosas.

-Ya sabes que es imposible negarles nada-dijo Jasper cuando llego corriendo a nuestro lado con una gran sonrisa-Tanya-hizo un movimiento con la cabeza en su dirección en forma de saludo y Tanya le respondió de la misma forma.

-No hace falta que lo jures-reí.

-¿Dónde están las chicas?-pregunto mi novia de repente dejándonos a todos asombrados por su pregunta. Si una cosa era clara era la aversión que tenían entre ellas.

-Están allí tostándose-dijo mi hermano con una sonrisa.

-Vamos-dijo ella tirando de mi brazo.

No pude decir nada por el asombro que todavía tenía en mi cuerpo debido a Tanya y me deje arrastrar por ella sin saber muy bien a donde me dirigía.

-Chicas-les dijo a las chicas medio gritando-mirad a quien me he encontrado dando un paseo por la playa.

-Hola-dijo Tanya con una sonrisa que desconocía en ella cuando se trataba de mi familia y amigos.

-Hola-dije yo un tan bajito que pensé que no me habían oído. Pero no era del todo cierto, hubo una persona que me escuche perfectamente ya que cuando mismo pronuncie esa simple palabra, se incorporo rápidamente con sorpresa dibujada en el rostro.

Estaba tan despistado con todo el tema del beso, que ni siquiera me había parado a mirar a nadie. Sinceramente me había olvidado momentáneamente de Bella, por la gran sorpresa que me había llevado con mi novia.

¿Cómo podía ser tan sumamente tonto algunas veces? ¿Pienso con la cabeza o que?

A Bella era imposible no verla, incluso a kilómetros la observaría. Estaba tan preciosa con aquel bikini azul tan pequeño, que le cubría lo justo y necesario de su cuerpo. Ella era un pecado andante, mi pecado personal que había bajado del cielo para atormentarme.

Tenia un cuerpo tan bonito que tuve que hacer un gran esfuerzo para dejar de mirarla y concentrarme en otra cosa que no fuese Isabella Swan.

-¿Qué hacéis aquí?-les pregunte intentando ignorar a Bella para no saltarle encima y comérmela a besos y hacerle otras cosas mas picantes que pasaban por mi cabeza.

-¿Qué crees que hacemos?-me contesto Rosalie bromeando.

-Vale, era por sacar conversación-reí.

-¿Por qué no os quedáis y pasáis el día con nosotros?-propuso Emmett y mi corazón comenzó a latir frenético, no podía ser verdad.

La cabeza solo me pedía salir corriendo de aquella playa. Alejarme todo lo que pudiese de ella y arrancarla de mis pensamientos.

-Vale-salto Tanya contenta. Demasiado contenta diría yo. La mire con los ojos desorbitados.

¿Había aceptado quedarse en la playa con mis hermanos a pasar el día?

Seguramente no había oído bien y había dicho un no rotundo como los que ella solía dar. La mire de nuevo y su sonrisa inocente seguía allí sin indicios de que desapareciera.

-No se…-dije pasándome una mano por el pelo, de forma nerviosa. No sabía como negarme...

Por una parte me moría por quedarme a pasar el día en la playa con mis amigos y todo eso, sobre todo quería pasar el día en aquella playa y justo en ese trocito de arena por Bella. Quería verla y poder hablar con ella como si no la hubiese cagado y siguiésemos siendo amigos. Peor no podía ser, hasta que yo no terminase mi relación con Tanya, no podía decirle nada de mis sentimientos a nadie. Todo debía de ser guardado bajo llave en mi corazón y lo mejor en este momento para todos, era marcharse e irme a otra cala mucho más lejos con Tanya.

-Vamos Eddy, quiero tomar el sol y pasar el día en la playa. Además así estaremos con tu familia, ¿No querías eso, que me integrase?-dijo con un pucherito. No me hablando nada, tengo que decir.

-Vamos quédate Eddy-bromeo Emmett.

-Está bien-dije rendido-Nos quedamos.

No se que me paso por la cabeza para aceptar aquella desorbitada idea, pero ahí me encontraba jugando a las palas con Emmett y Jasper en la orilla de la playa. Todo lo lejos que se podía, sin levantar sospecha, de las chicas. Sobre todo de Bella, por que parecía un imán para mis ojos. Hiciese lo que hiciese siempre me pillaba a mi mismo mirando en su dirección y clavando mis ojos en su hermoso cuerpo.

-Deja de babear por tu novia-dijo mi hermano para picarme.

-No babeo, ni siquiera la miro a ella-dije sin pensar mirando una vez más a Bella.

-Oh-dijo Jasper a mi lado con una sonrisa cómplice-Ya se.

-Te entiendo tío-bramo Emmett-esta más buena de lo que parece eh. De todas formas ya la hemos visto muchas veces en bikini, no se por que la miras tanto.

-No la estoy mirando tanto-dije sonrojándome.

-Voy a ver cuando harán la comida. Me muero de hambre-dijo Emmett haciendo caso omiso a mi comentario. Me alegre mucho de que dejase el tema a un lado y no siguiese con las tonterías de Bella, no sabia como iba a salir de esa como mi hermano se pusiese pesado.

-No te preocupes Edward, te guardare tu secreto-dijo Jasper dándome una palmada amistosa en la espalda cuando paso por mi lado.

-¿Qué?-le dije sin entender.

-No le diré a nadie que te has enamorado de Bella.

-¿Cómo sabes…?-me interrumpí al darme cuenta de que estaba a punto de decir. El soltó una carcajada.

-Por que te conozco hace bastante tiempo y todos nos hemos dado cuenta de la forma en la que os miráis últimamente. Bella lo hacia hace mas tiempo pero tu… tienes un brillo especial en los ojos cuando hablas con ella o simplemente alguien la nombra. Tu rostro se ilumina. Ella lo ha estado pasando mal, ya sabes, se le nota simplemente con observarla un rato. La salida a la playa ha sido organizada por las chicas para que ella saliese de casa y se despejase. Lleva una semana casi encerrada en casa y un tanto triste.

-Yo también…-intente explicarme.

-Lo se-contesto Jasper-No creas que no me he fijado en ti. Estas del mismo modo que ella y creo que ya sabes que es lo que tienes que hacer para solucionarlo.

-No se…-dijo.

-Te voy a dar un consejo por que eres mi mejor amigo y encima de todo mi cuñado-sonreímos-Juégatela. Haz lo que el corazón te pida, si tu corazón te pide estar con Tanya adelante y si es con una chica morena de ojos marrón chocolate, todos estaremos encantados con la decesión. Pero eso creo que ya lo sabes-asentí mirando hacia el mar.

-Voy a dar una vuelta-dije. Todo en mi cabeza era un torbellino de ideas y quería tomar aire fresco, despejarme y alejarme de todos al menos durante un tiempo.

-Lo que necesites. No tardes mucho. Ya conoces a tu hermano y como la comida esté preparada y no pueda comenzar a tragar por tu culpa…-reí.

-No tardare mucho, solo será un paseo.

Jasper se alejo sin decir nada y yo comencé a andar hacia unas rocas que se veían no muy lejos de donde estábamos.

Pude oír a mi hermano dándole el coñazo a Bella sobre el tiempo que le faltaba a la comida y rodé los ojos por su insistencia. Eran tan glotón, que muchas veces me había preguntando como no estaba hecho una autentica ballena.

Pronto llegue a una roca que estaba más alta que las demás y donde se podía ver un paisaje realmente hermoso.

Todo lo que Jasper me había dicho unos minutos atrás se repetía en mi cabeza una y otra vez.

Ya sabía lo que mi corazón me pedía, me pedía a Bella, pero no sabia que hacer para poder tenerla. Ella parecía tan reacia a hablar conmigo, no quería hacerle daño y me parecía que era lo único que sabia hacer. Hacerles daño a todas las personas. Le haría daño a Tanya cuando la dejase y le haría daño a Bella, ya se lo había echo al besarla sin su permiso… todo esto era tan complicado.

Suspire con frustración.

No supe cuanto tiempo estaba sentando en aquella roca mirando al horizonte cuando escuche que alguien se acercaba. Supuse que seria Emmett para matarme por tardar tanto y estar hambriento. Iba a sonreír pero la risa se convirtió en asombro cuando vi a ni más ni menos que a Bella aparecer entre las rocas.

¿Era ella de verdad o me había dado un golpe con una roca y estaba zombi?

Aun no se había percatado de mi presencia y yo todavía no podía cerrar la boca del asombro.

Cuando llego hasta la cima de la piedra subió la mirada y se paro en seco mirándome tan asombrada como yo al verme allí sentado en aquella roca tan alejada de los chicos.

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-¿Qué haces aquí?-pregunto recomponiéndose de forma fría

-Eso me pregunto yo-dije de la misma forma.

-No sabia que conocías este lugar-dijo ella mirándome fijamente.

-No lo conocía, simplemente e echado a andar y aquí estoy.

-¿Me has seguido?-casi me escupió indignada.

-¿Cómo?-dije poniéndome en pie-Si no te has dado cuenta yo estaba aquí antes que tu, la pregunta es, ¿Me has seguido tu a mi?

-¡No!-dijo ella enfadada-Tengo mejores cosas que hacer.

-Lo mismo digo-le respondí comenzando a cabrearme por su estupida actitud de niña pequeña.

-Será mejor que me vaya-dijo de repente tras un corto silencio por parte de ambos.

-No, espera-corrí y cogí su brazo cuando ella se dio la vuelta dispuesta a irse.

Esta era mi oportunidad para decirle todo lo que ella no me había dejado decir en los días anteriores. Decirle todo lo que me moría por decir y me había tenido que morder la lengua en mas de una ocasión para no gritárselo a la cara-Tengo que hablar contigo. Tenemos que hablar.

-No creo que tengamos nada de que hablar-dijo ella mirando hacia otro lado.

-Ya lo creo que si-dije totalmente convencido-Y esta vez me vas a dejar hablar.

-Edward tengo que irme, he dejado a Alice con la comida y ya sabes que no sabe cocinar muy bien que digamos-intento librarse de mi agarre pero no se lo permití.

-Pueden ayudarla los demás. Tú te quedas aquí.

-¿No puedes entender que simplemente no quiero estar aquí contigo y mucho menos de nada?-dijo fríamente.

-Claro que lo entiendo, pero tú también tienes que entender que yo quiero hablar contigo y decirte todo lo que no me has dejado decirte por tu cabezonería. Llevo estos días pensando mucho y he llegado a una conclusión.

-Me alegro por ti, pero no me interesa.

-Bella…-dije suplicante.

-Ni Bella ni nada. Tu novia esta allí abajo Edward y tienes la poca vergüenza de estar aquí conmigo, con la chica con la que la traicionaste y encima me retienes sin mi consentimiento. Basta ya.

-¡Eso mismo digo yo!-medio grite-¡Basta ya Bella! No puede estar huyendo toda la vida de esto-nos señale- no es algo que nos ha pasado por un lapsus, tu lo sabes. Sabes que pasamos buenos momentos juntos y que no podemos estar separados. Lo he pasado muy mal estos días y se que tu también, así que no intentes negármelo.

-Claro que lo niego. Es totalmente falso. Yo he estado muy bien, solo un poco preocupada para que tu novia no se entere de nada. He tenido que mentir incluso a mis amigas-dijo alterada.

-No te lo pedí-le dije de la misma forma-Tu sola comenzaste a hablar sin dejarme decir nada-al igual que en el claro. Sacaste conclusiones precipitadas como haces siempre. No dejaste que te dijese que te quiero y que me he enamorado de ti de una forma de la que no creía que lo pudiese hacer en la vida.

-¿Cómo?-dijo ella mirándome con los ojos como platos-no sabes lo que dices…

-Claro que lo se-dije con la voz ahogada-Eres tu la que sigues sin entender nada-ella negó con la cabeza incapaz de decir nada-Estoy enamorado de ti y se que tu también lo estas de mi, lo veo en tu mirada y lo se también por la forma en la que me devolviste el beso en el claro.

-Solo fue…-intento decirme.

-Déjame terminar por una maldita vez-le dije soltando su brazo y comenzando a andar de una lado para otro como un loco-Siento cosas que nunca he sentido, te lo digo muy enserio, así que no me digas que fue solo un error o algo parecido por que no es cierto. Por lo menos para mi no lo fue. Fue el mejor beso que he dado y me han respondido en mi vida. Siento cosquillas en todas mis terminaciones nerviosas cuando te veo aparecer y sobre todo cuando toco tu suave piel. Tu pelo es tan precioso y tan sedoso que tengo deseos que tocarlo hasta que me muera. Tus labios con tan bonitos y tan apetecibles, no sabes las veces que he tenido que reprimirme y hacer un esfuerzo grande para no lanzarme y…-pare y tome una gran bocanada de aire. Las palabras brotaban de mi alma, de mi corazón y no podía pararlas. Por fin estaba diciendo todo lo que me moría decir-Y tus ojos, no sabes lo que me hipnotizan tus ojos. Créeme Bella cuando te digo que estoy irremediablemente enamorado de ti.

La mire y ella tenia lagrimas cayendo por sus sonrosadas mejillas.

-No puedo creerte-dijo ella con la voz ahogada-No puedo creerte cuando te presentas aquí con Tanya y ahora me dices que estas enamorado de mi y crees que así me voy a lanzar a tus brazos. Estoy muy equivocado.

-Bella…-me acerque a ella de nuevo pero ella retrocedió.

-No Edward-dijo alzando las manos en mi dirección-No puedo dejar que me toques de nuevo. No puedo por que se me parte el corazón cada vez que te miro a ese mar esmeralda que me hace perder la cabeza. Tienes razón, estoy enamorada de ti pero de nada sirve cuanto tu tienes novia y estas dispuesto a seguir con ella…

-Eso…-intente decirle.

-Creo que lo mejor es dejarlo así. Es lo mejor para los dos. Todo esto ha sido un error y te darás cuenta cuando dejes a Tanya. ¿Quieres un consejo? no la dejes, yo nunca te daré todo lo que ella te da, por que a pesar de lo que siento para mi ya has dejado de existir y todo fue un completo error-dijo y sin darme tiempo a reaccionar o a decirle que no, que pensaba dejar a Tanya. Lo llevaba pensando todos estos días por que lo único que quería en este mundo era a ella.

-¡Bella!-grite. Ella no me hizo caso y la vi bajando corriendo hacia la playa. Grite enfurecido y me deje caer sobre la roca en la que había estado sentando antes-Te quiero Bella, enserio que te quiero….-dije llorando.

Capítulo 16: adelanto Capítulo 18: capitulo 17

 
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