-"Primera, Segunda, tercera"-decia a las niñas que tenia delante de mi-"Demi plie. No Sarah, así no"-le dije a la niña morena que me miraba con ojos asustados, cuando fallo en el movimiento.

-"No se hacerlo profe"-dijo con un puchero.

-"No pasa nada cariño"-le dije poniéndome a su altura-"Para eso estamos aquí. Yo tampoco sabía hacerlo y ahora mira. Venga vamos a intentarlo otra vez, ¿vale?"-le sonreí para animarla y ella asintió sonriente.

Estuve una media hora mas intentado que las niñas ejecutasen bien un demi plie, era algo fundamental en el ballet y quería que Samantha, la dueña, viese que era una buena profesora y que la confianza que me había dado no era en vano.

-"Muy bien chicas. El jueves a la misma hora"-dije una vez que había acabado el ensayo-"¿Ha sido divertido?"

-"Si"-dijeron todas a la vez riendo.

-"Me alegro mucho"-dije feliz-"Hasta luego niñas"

-"Adios profe"-me dijo una de ellas con una gran sonrisa cuando paso por mi lado.

-"Adios Elisabeth"- conteste alborotándole el pelo.

Me gustaba tanto dar clases a estas niñas tan monas. Algunas veces era un poco cansando compaginar esto, mis ensayos y los estudios, no sabia de donde, pero sacaba el tiempo necesario para poder hacerlo todo. Me sentía orgullosa de ello, era una chica muy responsable. Por lo menos era lo que me decía todo el mundo y yo estaba deacuerdo, cosa rara, con ellos.

-"Tienes mucha mano con los niños"-dijo Edward a mis espaldas. Pegue un pequeño bote y disimule rápidamente. Me di la vuelta y ahí estaba mi obsesión tan guapo como siempre apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa de esas que me cortaban la respiración. ¿Se podía ser tan guapo? Era un pecado andante.

Ah si, me había olvidado decir que este era mi primer día de clase con Edward. Me sentía tan nerviosa durante todo el día que ni siquiera había podido probar bocado, pero en este momento no sabia por que pero todos los nervios se habían esfumando, algo raro en mi. Pensé que seria por que íbamos a hacer algo que yo sabia que controlaba a la perfección, aquí el torpe de los dos era el. Sonreí involuntariamente y Edward me miro alzando una ceja.

-"No es para tanto. Solo hay que saber que hacer y que decirles. Se deprimen mucho cuando no les salen las cosas, espero que tu no seas igual"-sonrei.

-"No puedo prometerte nada"-rei.

-"¿Empezamos?"-dije acercándome hacia el aparato de música.

-"Cuando quieras"-me quede mirándolo mas de la cuenta-"¿Qué?"-me pregunto cuando se dio cuenta de que miraba su ropa.

-"¿Vas a bailar así?"-pregunte divertida.

-"Pues claro"-dijo mirando su ropa-"¿Qué pasa?"

-"No se baila en vaqueros"

-"No pienso ponerme mayas"-refunfuño y solté una carcajada.

-"¿Por qué no? Así es como se baila en este salón"-dije seriamente intentando que una carcajada no saliese de mis labios.

-"¿Lo dices enserio?"-dijo asustado.

No pude controlarme y una sonora carcajada salio de mis labios, haciendo que Edward se cruzase de brazos fingiendo estar enfadado.

-"Es broma"-dije riendo.

-"No me hace gracia"-disimulo una sonrisa-"Por un momento creí que me ibas a obligar a enfundarme en esas mayas pegadas que marcan paquete"-solto una carcajada y me uní a el.

Eso de ponerle mayas no era una mala idea después de todo, puede que otro día…

-"Bueno, ¿por donde empezamos?"-me dijo nervioso-"Ya te advierto que soy bastante torpe"

-"Tranquilizate Edward"-le dije dándole al play-"Estas en buenas manos"-suspiro con nerviosismo de nuevo.

-"Eso lo se pero…"

-"Bueno, deja de pensar eso y comencemos"-me acerque a el cuando comenzó a sonar la canción-"Vamos a empezar por lo básico"

-"¿Qué es lo básico?"-me dijo un poco nervioso mientras me acercaba a el.

-"Pues lo básico, es para ver que es lo que sabes hacer"-le guiñe un ojo. ¿De donde había salido eso?

Nunca había sido así de… normal cuando estaba con el o cerca y me gustaba demasiado.

-"Lo básico es nada. Soy todo lo contrario a ti. Torpe en la pista de baile y fuera de ella me manejo bastante bien"-rei.

-"Pues empezaremos viendo como te mueves"
-"¿Qué?"-dijo con los ojos desorbitados-"No, Bella por favor, no me hagas esto, me da mucha vergüenza. Te vas a reír de mí"- hizo una especie de puchero y solté una carcajada sin poder evitarlo.

-"¿Cómo me voy a reír de ti Edward? Venga no digas tonterías. Ahora muévete al ritmo de la música"-dije mientras sonaba Listen, de Beyonce.

-"Pero si esto no tiene ritmo"-dijo haciendo una mueca de disgusto.

-"Claro que lo tiene. Todo tiene su ritmo, solo tienes que saber encontrarlo"-dije.

-"Pues yo eso no se hacerlo"-dijo haciendo un gesto bastante mono mientras agudizaba el oído.

-"Venga Edward inténtalo"-dije subiendo el volumen.

-"Aunque subas el volumen sigo sin encontrarle el ritmo"-rei.

-"Vamos, empieza a bailar"- le dije moviéndome un poco para que viese como se hacia mas o menos.

-"¿Solo?"-dijo con pánico.

-"Claro, tengo que ver la materia prima primero"

-"No me hagas bailar solo Bella, esto ya es demasiado vergonzoso"-lloriqueo. Solté otra carcajada. No pensaba que esto iba a ser tan divertido.

-"Esta bien"- conteste divertida-"No tienes que bailar solo, pero si conmigo"

-"Bueno, eso me parece bien"-dijo mientras me cogía la mano que le ofrecía.

-"Intenta seguirme el ritmo, sobre todo evita pisarme"-bromee.

-"No puedo prometerte nada"-dijo sonriendo torcidamente e hizo que yo le pisase al quedar embobada por su hermosa sonrisa.

-"Vaya, creo que la torpe ahora eres tu, ¿me he equivocado de profesora?"-me pregunto divertido.

-"De eso nada Cullen"-dije fingiendo molestia-"Cierra el pico y vamos a bailar"-solto una carcajada y se dejo llevar por mi mientras reíamos cuando me pisaba o hacia que casi nos cayésemos los dos.

-"Tenias razón al decir que eres torpe"-le dije una vez que había terminado la clase y estaba cerrado el salón.

-"No seas cruel"-dijo haciendo un puchero.

-"Tienes razón, perdóname"

-"No importa"-dijo sonriendo-"¿Cómo te vas a casa?"-me pregunto parándonos al salir tras un pequeño silencio.

-"Tengo que coger el autobús. Siempre vengo a clase así, no me traigo el coche por que Charlie no se fía. Puede que me deje tirada en la carretera"-me encogí de hombros.

-"Tu padre tiene razón, es un coche muy viejo"

-"Oye"-le dije a la vez que le daba un golpe en el hombro-"Deja a mi furgoneta en paz, no te ha hecho nada"-el rió.

-"No me ha hecho nada pero reconoce que a tu coche le quedan dos telediarios"

-"¡Jamas!"-dije-"Y te aconsejo Edward Cullen que si quieres seguir viviendo y aprendiendo a bailar no vuelvas a decir nada malo de mi chevy"-dije mirándolo envenenadamente.

-"Entendido"-dijo levantando las manos.

-"Asi me gusta"-rei-"Creo que será mejor que vaya a la parada si no quiero perder el autobús"- dije mirando hacia otro lado.

-"Yo te llevo"-dijo

-"No hace falta enserio"-conteste rápidamente.

-"No es molestia"

-"¿Enserio? Puede que hayas quedado con Tanya y…"

-"No he quedado con ella, enserio, no te preocupes. Me sentiría mal al dejarte irte en autobús hasta Fork y yo tan a gusto en mi volvo. Esme se enfadaría mucho si se entera de eso"-sonrei

-"Tienes razón"

-"Siempre la tengo"-rei-"¿Te apetece que antes vayamos a cenar?"

-"¿A cenar?"-asintio-"No le he dicho nada a Charlie, se preocupara"

-"Pues llámale"-dijo tendiéndome el su teléfono.

-"Gracias"-dije cogiéndolo nerviosa. ¿Enserio Edward, el chico del que estoy enamorada platónicamente me esta invitando a cenar? ¿El y yo solos? Quise pellizcarme para ver si era verdad o todo esto era producto de mi subconsciente traicionero.

Llame varias veces pero no me contesto nadie y supuse que no había vuelto de la comisaría.

-"Charlie no me contesta las llamadas, supongo que aun estará en el trabajo o habrá ido a la reserva"-le dije a Edward devolviéndole su teléfono móvil.

-"Ya ves que no hay problema, volveremos rápidamente para que Charlie no se enfade contigo, además yo le caigo bien y le explicare que te he secuestrado a cenar si se llega a enfadar contigo"

-"Ten cuidado, tiene un arma"-dije abriendo los ojos.

-"No había caído en eso"-dijo asustado y reí.

-"¿Cómo es eso de que le caes bien a Charlie?"-le pregunte antes de que arrancase el volvo. El me miro de reojo y soltó una sonora carcajada antes de salir como una bala del aparcamiento.

-"Espero que te guste la comida italiana"-dijo abriéndome la puerta del coche, después de estar dando vueltas, en un completo silencio, durante unos diez minutos.

No sabia a donde me llevaba y dentro de mi comenzaba a crecer de nuevo el nerviosismo y las malditas mariposas que no dejaban de revolotear en mi estomago cada vez que aspiraba y su aroma me llegaba hasta la ultima terminación nerviosa de mi cuerpo, o cada vez que lo miraba de reojo y caía en la cuenta de que por primera vez estaba con el dentro de su flamante volvo, solos. Eso ultimo era lo que mas nerviosa me ponía, el estar a solas con el durante mas de dos horas. Solo había estado con el en compañía de Alice, Rosalie, Emmett y Jasper, algunas veces también de Tanya o en biología rodeados de gente. Nunca habíamos estado tan solos como ahora y eso me ponía desquiciada.

-"Claro, es mi preferida"-le respondí intentando alejar esos pensamientos. Quería no parecer nerviosa y tenia que concentrarme para lograrlo.
-"Me alegro por ello"-sonrio sinceramente.

-"¿Dónde me has traído?"-le pregunte mientras nos acercábamos al local. Me moría de curiosidad.

-"Al mejor restaurante de comida italiana de Port Angeles, La Bella Italia"-me sonrió torcidamente.

-"¿No será muy caro verdad?"-dije parándome de golpe en la entrada.

-"¿Por qué preguntas eso?"-dijo extrañado.

-"Por que no llevo mucho dinero encima"-le conteste alarmada. No había pensando en el dinero, ¿Cómo podía ser tan tonta? Edward nublaba todo razonamiento, cuando me pregunto si quería ir a cenar con el, no pensé en nada mas que en el, en estar mas tiempo con el y ¿Cómo iba a ir a cenar sin dinero? si, definitivamente era tonta.

-"Bella, tu no vas a pagar. Yo he invitado y pagare todo"-dijo relajadamente.

-"No, claro que no. Intentare pagar mi parte y si me falta algo tu me lo prestaras"

-"Pagare toda la cuenta y no se hable mas"

-"Simplemente será un préstamo, te lo devolveré"

-"Bella"-dijo abriéndome la puerta-"Cierra el pico y vamos a cenar"-dijo repitiendo las palabras que yo le había soltado hace unos minutos antes"-lo mire mal, pero le hice caso y entre al restaurante.

-"¿Qué desean?"-dijo una despampanante rubia cuando nos acercamos al mostrador.

-"Una mesa para dos"-contesto Edward educadamente.

-"Claro, señor"-le dijo coquetamente aquella chica-"Sigame"-le dijo mirándolo.

Hice una mueca, no se podía ser más descarada y menos sutil. Se lo comía con los ojos y parecía que Edward no se daba cuenta de nada.

-"¿Quieres pedir algo ya?"-le pregunto mirándolo, una vez que nos asigno una mesa.

¿Estoy pintada en la pared? Pensé.

-"¿Bella?"-dijo Edward mirándome e ignorando a la chica. Algo que me gusto muchísimo, a decir verdad.

-"Mmm, si"-dije mirando la carta-"Quiero una coca-cola y raviolis con tomate"

-"Lo mismo para mi"-dijo Edward dándole la carta casi sin mirarla.

-"Que sutil"-dije rodando los ojos cuando la chica se marcho disgustada por la ignorancia de Edward.

-"¿De que hablas?"-me pregunto.

-"¿De verdad no te has dado cuenta?"-el negó-"De la chica, te estaba coqueteando descaradamente, no se como no te has podido dar cuenta"

-"Estaba pendiente de otra cosa"-dijo mirándome fijamente a los ojos. Un escalofrió recorrió mi cuerpo. Las mariposas de mi estomago decidieron dar otra vuelta por este por aquella miranda tan penetrante que Edward me estaba dando.

Cuando abrí la boca para contestar volvió la chica con la bebida y di gracias al cielo por ello.

-"Me he dado cuenta de que a pesar de que eres la mejor amiga de Alice y mi compañera de laboratorio, no se apenas nada de ti Bella"- me dijo tomando un trago de su bebida.

-"Podria decir lo mismo de ti"-sonrei.

-"Tengo una idea. ¿Por qué no jugamos a las veinte preguntas?"-dijo sonriente.

-"Eso consiste en…"

-"Yo te hago una pregunta y tu me respondes. Luego me preguntas tú a mí y yo respondo. Pero solo valen veinte preguntas, así que escoge bien"

-"Esta bien"-dije sonriendo yo también.

-"Empiezo yo"-dijo pensativo-"¿Cuál es tu color favorito?"

-"Eso es muy fácil"-reí.

-"Responde Bella"

-"El verde"- al mismo decirlo me arrepentí enormente. Solo esperaba que no me preguntase el porque seria muy vergonzoso responder a eso

-"¿Por qué?"-dijo curioso.

-"Me toca preguntar a mi"-dije saliendo del paso.

-"Tienes razón"-rió.

-"¿Es verdad que tocas el piano?"

-"Si"

-"Esa pregunta era muy fácil. Mi turno"-dijo riendo-"¿Cómo puedes soportar a Alice mas de diez minutos?"-solte una carcajada.

-"Es mi mejor amiga, la quiero. Creo que ese sentimiento hace que puedas soportar todo de las personas a las que quieres. El mayor defecto"

-"Buena respuesta"-dijo.

-"Me toca"-dije cuando nos trajeron la comida y aquella chica intento, de nuevo, llamar la atención de Edward. Pero este parecía muy entretenido en su plato para darse cuenta de ello. Reí internamente-"Creo que estaba por preguntar yo"-dije llevándome a la boca un ravioli.

-"Eso parece"-dijo Edward sonriendo.

-"¿Cuál es tu color favorito?"

-"Azul"

-"¿Por qué te mudaste a Fork?"

-"¿No te lo ha contado Alice?"-le dije sorprendida.

-"La verdad es que no le he preguntado. No quería entrometerme en algo personal"

-"No es algo intimo, no es nada importante Edward. Me mude a Fork por que mi madre se volvió a casar y yo solo decidí que era el momento para darles intimidad y pasar más tiempo con Charlie. Le echaba mucho de menos y el a mí también"

-"Pero ahora echaras de menos a tu madre"

-"Claro que la extraño pero es un poco loca, ¿sabes?"-rei-"Me ha venido bien estar alejada de ella un tiempo. Me metía en muchos líos"- el rió.

-"Tu turno"-dijo masticando.

-"¿Desde cuando estas enamorado de Tanya?"-pregunte

-"Bueno, creo que de toda la vida"-rio-"Tengo que confesarte que al principio me parecía un poco pesada. Es amiga de la familia como ya sabrás y cuando éramos pequeños me perseguía a todas partes y yo solo quería quitármela de encima. Cuando teníamos trece o catorce años fue cuando me dio el primer beso y me pareció algo asqueroso"-volvio a reír y yo solté algo parecido a un gemido. Creo que me había equivocado de pregunta. No tenia que haberle preguntado por Tanya, esto era masoquismo puro y duro-"Ella no se rindió nunca y con el paso del tiempo comencé a verla como algo mas que una amiga y me di cuenta de que ella tenia razón, de que estaba enamorado de ella y que éramos el uno para el otro. Eso dice ella, que somos almas gemelas"

-¿Tu no lo crees?"-pregunte.

-"No es eso, solo que yo…"-se paro de pronto-"Oye, no se vale hacer dos preguntas seguidas, tramposa"-rei.

-"No era mi intención"

-"Es mi turno"

-"Vale, pero creo que será de camino a casa, es tarde y no quiero que Charlie se enfade conmigo"

-"Esta bien"-dijo mientras se acababa lo que le quedaba en el plato y se levanto corriendo a pagar la cuenta.

-"A este paso creo que mi cuenta con los Cullen no la podré saldar en la vida"-dije una vez rumbo Fork.

-"¿Qué cuenta?"-me dijo.

-"La cuenta bancaria"-bromee-"Alice me compra ropa y otras cosas y no me deja pagar nada y ahora tu me invitas a cenar a un restaurante que pinta bastante caro y no me dejas pagar ni una parte de mi cena"

-"¿Eres muy cabezota verdad?"

-"Para nada"-dije riendo-"Que sepas que has malgastado una pregunta"

-"Auch"-dijo divertido-"Tienes razón, creía que no te ibas a dar cuenta. Eres mas lista de lo que creía"

-"Oye"-dije haciéndome la ofendida.

-"¿Cuántos novios has tenido?"-me pregunto de repente tras un silencio.

-"No he tenido nunca novio"

-"¡Anda ya! Eso es imposible"-dijo mirándome sorprendido.

-"No estoy mintiendo, nunca he tenido novio"

-"Un royo por lo menos"

-"No"-dije sonrojada. ¿Por qué me tenia que preguntar todo esto?

-"¿Por qué? Quiero decir… vamos Bella, tu no eres nada fea. Eres bastante bonita y habrás tenido muchas oportunidades. Mike Newton por ejemplo, el te ha pedido salir muchas veces, lo se por Alice, siempre lo rechazas"

-"¿Mike? ¿Enserio?"-dije haciendo una arqueada-"Creo que seria el ultimo chico con el que saldría"-el rió.

-"Tienes razón. Mike no es un buen ejemplo. ¿Qué me dices de ese tal Jacob?"-dijo con una mueca de disgusto-"Alice dijo que te había pedido salir"

-"Jacob es solo un amigo nada mas"

-"Sigo sin encontrarle explicación. Ah, ya se lo que te pasa"-dijo sonriendo-"Tu estas interesada en otro chico"-dijo como si nada.

El aire se quedo atorado en mis pulmones y me sentí incapaz de respirar. ¿Se habría dado cuenta de que estaba completamente enamorada de el? No creo, estaba disimulando muy bien o eso creía yo. Madre mía, por favor que no se haya dado cuenta. Que vergüenza…

-"¿Qué dices?"-dije intentando sonar graciosa-"claro que no"-conteste con nerviosismo.

-"¿Lo dices enserio?"-me pregunto mirándome.

-"Mira la carretera Edward"-le dije al darme cuenta de que me miraba mas a mi que a la carretera y encima iba como un rayo. ¿Pero este muchacho no respetaba el límite de velocidad? Alice era igual, parece que los Cullen tienen algo más que la belleza y el poder de convencimiento en común.

-"No te preocupes, tengo muchos reflejos"

-"Vamos muy rápido"-dije y el rió.

-"Eres hija de policía, no me había dado cuenta de que tendrás que respetar todas las normas"

-"Pues claro que las cumplo, es lo que hay que hacer"-dije altanera.

-"No te enfades"-dijo levantando una mano y revolviéndome el pelo.

-"eh"- el rió.

-"Ya casi hemos llegado"-dijo.

-"Ah"-dije mirando por la ventana triste.

No quería llegar, quería quedarme a jugar al juego de las veinte preguntas toda la vida y que esas veinte se convirtieran en cincuenta, luego en cien, mas tarde en mil y así sucesivamente. El caso era no separarme en este momento de Edward, me lo había pasado tan bien… no quiera darme cuenta de que todo era un sueño y el nunca me haya pedido ayuda para sorprender a su novia.

Suspire.

-"¿Estas bien?"-me pregunto preocupado.

-"claro"-sonrei

-"Creo que vamos a tener que dejar el juego para la próxima vez"

-"Me parece bien"-dije mas esperanzada. Que el dijese "próxima vez" me parecía tan bien.

El resto del viaje lo pase disfrutando de la música que Edward había puesto en el coche y mirando el paisaje por la ventana.

-"Ya hemos llegado"-dijo parado frente a mi casa.

-"Charlie no ha llegado aun, las luces están apagadas"

-"¿Quieres ir a casa? Alice esta allí y así no te quedaras sola mientras llega tu padre"-dijo.

-"No, gracias pero tengo que hacerle la cena a Charlie"

-"Gracias por ayudarme, me lo he pasado muy bien y me alegro que te haya gustado la cena"

-"De nada, ya te dije que yo estoy para lo que quieras"-sonrei.

-"De nuevo gracias Bella"-dijo e hizo algo que me dejo sorprendida. Se acerco a mi y me planto un beso en la mejilla, fue un simple roce pero hizo que mi piel quemase donde sus labios habían tocado mi piel y mi corazón comenzase a bombear frenético en mi pecho-"buenas noches"-dijo mirándome fijamente a los ojos. Tenía unos ojos verdes que hipnotizaban de una forma…

-"Buenas noches a ti también"-dije bajando del coche en contra de mi voluntad. Si no me bajaba del coche corría el peligro de que Edward se enterase de mis sentimientos hacia el por el pedazo de beso que le habría plantado.

Entre en casa y feliz le prepare la cena a Charlie. Al terminar me duche rápidamente y me tire en la cama a leer Romeo y Julieta, uno de mis libros preferidos.

Ya no me parecía tanto un sueño, el quería que volviésemos a quedar, se lo había pasado tan bien como yo y eso era algo que me alegraba sobremanera. No creo que pudiese ser más feliz, acostada en mi cama recordando su sonrisa al bailar, el tacto de sus manos y las carcajadas que soltaba cuando me pisaba. Todo en el era algo que me llamaba la atención de una manera increíble y si pensaba que estaba enamorada de el, a partir de este momento lo estaba oficialmente el doble. Ahora si que podía decir que estaba completamente enamorada de Edward Cullen.